miércoles, marzo 31, 2010

Flora Tristán: mujer y socialismo


Una buena aportación de cara a este conocimiento puede ser Flora Tristán: Socialismo y feminismo, la edición realizada por Ana de Miguel y Rosalía Romero, y que publicó Libros de la Catarata (Madrid, 2003), en su necesaria colección “Clásicos del pensamiento crítico”.
Anotemos de entrada que Flora cuenta con una impresionante biografía en la que hay también lugar para una obra escrita como Encuesta sobre la realidad social inglesa, que adelanta la de Engels, La situación de la clase obrera en Inglaterra, para su biógrafo I. L. Puech: «ningún pa­saje de los libros de Gorki y Dostoievski resultan tan impre­sionantes como ésta simple observación de los espectáculos contemplados en su atroz realidad».
La primera obra publicada aquí fue La Unión Obrera, con introducción de Yolanda Marcos (Fonta­mara, Barcelona, 1977). A lo largo de los años aparecieron también la biografía de Baelen (Jean), Flora Tristán, Socialismo y feminismo en el siglo XIX, (Taurus, Madrid, 1974), por su parte Maspero editó La Tour de France, en 2 volúmenes, en su colección. La decouverte, edición a car­go de Michael Lequenne. Sus Lettres, reunidas, presentadas y anotadas por Stéphane Michaud las publicó en su momento Seuil en París. Flora Tristán.
Más recientemente justo es destacar El paraíso en la otra esquina, una novela de Mario Vargas Llosa donde se recrean en paralelo su vida y la de Paul Gauguin para demostrar el principio reaccionario que “más vale malo conocido que bueno por conocer”, y ofrece a través de sus páginas una ilustración de que la utopía siempre está en la otra esquina, o sea en otra parte, un criterio por el cual la historia jamás habría avanzado ya que, si la utopía es un no-lugar, es también un sueño por el que los pueblos lograron libertades y avances sociales que en su momento parecieron una “locura”, lo mismo que ahora le parece al famoso escritor de la escuela de Wall Street.. Otras publicaciones sobre Flora son Peregrinaciones de una paria (Terra Incógnita, Madrid, 2003), Mi vida (Ed. El cobre, Madrid, 2003), y Flora Tristán, por Evelyne Bloch-Dano (Ed. Maeva, Madrid, 2003).
Flora misma tuvo una conciencia muy clara del sentido de su vida. Es lo que se desprende de notas como estas: «Tengo casi todo el mundo en contra mía. A los hombres, porque exijo la emancipación de la mujer, a los propietarios, porque exijo la emancipación de los asalariados.»
Al igual que hemos asistido a una justa revalorización de Louise Michel (a la que no ha sido ajeno nuestro Daniel Bensaïd), cabría fijar también la atención en una mujer como Flora Tristán que ha sido tradicionalmente alineada entre los «secundarios» del so­cialismo premarxista. Ahora, gracias al surgimiento de un importante movimiento feminista francés y de nuevas in­vestigaciones históricas, Flora ha ido recobrando en las últimas décadas su justo lugar en el árbol genealógico del feminismo socialista, como una destacada antecesora de las grandes corrientes obreristas y revolucionarias.
Por ello, después de no haber sido apenas publicada du­rante más de un siglo, las obras de y sobre Flora Tristán han sido copiosas en su país natal y en menor grado en otros países. Sobre su ideario se ha escrito muy reciente­mente: «Difícilmente podía pasar por original; está forma­do por apuntes sansimonianos y fourieristas, por trozos de Robert Owen, por préstamos de los teóricos del cartismo, de Louis Blanc, de los reformadores del campognonge (...) El enlace entre el feminismo y el socialismo proviene de los sansimonianos; la descripción del palacio de la Unión Obrera se pare­ce a la descripción del falansterio... Pero hay algo que nadie puede negarle a Flora Tristán: su ardor militante».
Ciertamente, este retrato se puede considerar acertado sí lo enfocamos desde el punto de vista de las influencias, sumamente eclécticas, que tuvo Flora. Pero no menciona un factor que le diferencia de los grandes pioneros y que subrayó en su día el escritor alemán Lorenz von Stein: «Es quizás en ella donde se manifiesta, con mayor fuerza que en los autores reformadores, la concien­cia de que la clase obrera es un todo, y que debe darse a conocer como un todo, actuar solidariamente y con voluntad y fuerzas comunes en un fin común sí quiere salir de su condición».
Flora Tristán reúne diversas influencias de los socialis­tas utópicos, pero va más allá que ningún otro socialista de su tiempo en establecer una interrelación entre la lucha obrera y la emancipación femenina, y se adelanta a una idea que Marx hará inmensamente popular al inscribirla como una de las divisas de la Asociación Internacional de los Trabajadores, a saber que la emancipación de la clase obrera será obra de la clase obrera misma, y en cierto sen­tido con más precisión quizá que Marx ya que cuando ha­blaba de clase obrera Flora hablaba de ambos sexos. Su pequeño cuerpo estaba habitado por una mujer que poseía una voluntad de hierro y unas convicciones nada comunes. Su finalidad era pasar de las grandes interpreta­ciones y de las grandes finalidades sin una praxis concre­ta, a la acción individual y colectiva, desde abajo, de movi­miento obrero real. Por ello trabajó denodadamente por una organización, la Unión Obrera, que debía de ser inde­pendiente de la clase dominante y luchar por el socialismo nacional e internacional.
Aunque se le ha achacado poca originalidad al lado de los gran­des nombres del socialismo utópico, Flora Tristán significó un salto cualitativo respecto a éstos más centrados en sus grandes proyectos que en la acción militante. Recogió de todos, pero terminó dándole otro sentido. Su pensamiento y sobre todo su obra, se sitúa en un eslabón intermedio entre el socialismo utópico y el marxista, en línea del llamado socialismo de «transición» o del 48, unto con Proudhom, Blanqui, Herzen, Lasalle, Dézamy, Weitling, etc., aunque a diferencia de ellos no pudo conocer la revolución internacional de 1848, aunque muchas de sus ideas cobra­ron cuerpo en el fulgor de este acontecimiento.
La trayectoria de Flora Tristán es tan o más apasionante que su obra. La suya fue una vida romántica y trágica, la de una inquieta viajera y una gran inconformista que, al igual que Mary Wollstonecraft --a la que leyó y estudió sin duda--, murió siendo todavía joven. Estos rasgos, así como su total sinceridad, se manifiestan en sus Cartas y en sus diferentes libros de viajes, por lo demás plenamente autobiográficos. Había nacido en 1803 en París en el seno de una pareja bastante bohemia formada por el coronel liberal español don Mariano de Tristán y por la parisina Flora-Celestine­Thérese-Henriette Tristán Moscoso, siendo el padre parte de una acaudalada familia. Eran muy amigos de Simón Bolívar el «Libertador» de América Latina, que frecuentó su casa cuando Flora era muy pequeña. Todo marchaba sobre ruedas hasta que tras la muerte de don Mariano que no se había preocupado de regularizar ni su vínculo ma­trimonial ni su disposición testamentaria, llegó la guerra franco-española de 1808 que sirvió de base al Estado na­poleónico para confiscar los bienes del «enemigo» muerto y para dejar a la viuda ya su hija en el más cruel desam­paro. Todos los intentos efectuados por la primera para re­cuperar la fortuna que le pertenecía fueron infructuosos. Una vez desahuciadas de su mansión parisina, madre e hija se fueron a vivir varios años al campo, hasta 1818 fecha en la que regresaron de nuevo a París («su única ciudad» según Flora). La miseria obligó a Flora a buscarse trabajo y lo consiguió cuando tenía dieciséis años en el taller de grabados y litografía de Andre Chazal, un pintor mediocre y hombre bastante vulgar que no tardó en que­darse prendado de su belleza española.
Ambos se casaron en 1820 y durante los primeros años parece ser que ella se avino al papel de fiel esposa y amante, te­niendo dos hijos hasta que en 1825, cuando se había que­dado en cinta de nuevo, no pudo soportar más las delicias del hogar y lo abandonó, refugiándose en el campo. Allí tuvo a Aline que significó para ella el inicio de su indepen­dencia y que, años más tarde, en 1848 sería a su vez la madre del célebre pintor Paul Gauguin que recordará a su abuela como «una curiosa mujer» y que haría que durante mucho tiempo Flora fuera recordada sobre todo por este hecho.
La trama que le acompaña es sencilla y al mismo tiempo terrible. Chazal no tiene la menor duda de que Flora le «per­tenece legalmente», y tanto la familia de él como la de ella están completamente de acuerdo en ello; su tío materno, el comandante Laisney dirá rotundamente: «Una esposa que huye del domicilio conyugal y se lleva los frutos del matrimonio, no tiene lugar en la sociedad: es una paria». La misma concepción tienen los tribunales.
Después de algunos años de conflictos, entre los que hay que contar un buen número de golpes, persecuciones callejeras y sobre todo de desprecios del entorno, el 10 de septiembre de 1838, Chazal pierde los estribos y trata de asesinarla por la espalda, disparándole una bala que estu­vo a punto de acabar con su vida. El disparo a bocajarro del marido dio pie a un juicio que fue muy sonado en su época y que dividió a la opinión pública; o sea que una gran parte de los enterados dieron por buena la acción de Chazal, entre ellos, el abogado Jules Fevre, conocido «progresista» que había destacado en la defensa de los trabaja dores de Lyon juzgados por las luchas obreras de 1833 y que representó al agresor ante los tribunales. La tesis de Favre es que al ser Flora una pana, una mujer de vida disoluta, la actuación del mando no merecía condena y debía ser, por lo tanto, absuelto. El juez, sin embargo, consideró que no existían motivos suficientes para un intento de homicidio y Chazal fue condenado a treinta años, cas­tigo que estuvo lejos de cumplir en su totalidad pero que fue el suficiente para alejarle definitivamente de su cer­canía.
Este penoso y largo drama familiar llevó en ocasiones a Flora a pensar muy seriamente en el suicidio siguiendo el ejemplo del Werther, protagonista de la conocida novela de Goethe que era su favorita, pero logró sobreponerse gracias a su férrea voluntad, asumiendo conscientemente su situación de «paria» y adoptando sus primeros posicio­namientos feministas escribiendo diversos artículos en la prensa aprovechando la popularidad de su «affaire» con­yugal.
Para ganarse la vida en la capital francesa durante es­tos años, tuvo que trabajar en varios oficios, principalmen­te como doncella o dama de compañía de algunas familias ricas. Este cargo le permitió realizar un primer viaje a Londres en 1826, a donde volvió de nuevo en 1831, viaje que le inspiró un reportaje titulado Cartas a un arquitecto in­glés que sería publicado en 1837 en la «Revue de París»o
En 1839, poco después del juicio contra su marido, tiene lugar una nueva instancia de Flora en la capital británica, pero en esta ocasión le acompaña el decidido propósito de escribir su testimonio sobre una Inglaterra que se en­contraba en pleno apogeo de la revolución industrial y sa­cudida por las movilizaciones cartistas. Durante varios meses realiza una paciente y lograda encuesta sobre la si­tuación social y política londinense que será la base de su libro Paseos en Londres, obra que ha sido comparada con la de Fredéric Engels, La situación de la clase obrera en Inglaterra. Uno de sus biógrafos, J. L. Puech dice lo si­guiente de él: «...ningún pasaje de los libros de Gorky y de Dostoievski resulta tan impresionante como esta simple observación de los espectáculos contemplados en su atroz realidad».
Anteriormente, ya había realizado un largo viaje al Perú por motivos más particulares. En 1829, Flora conoció en una pensión a un capitán de navío que regresaba de allí y que le facilitó la información sobre sus familiares que eran ricos hacendados en el lugar y al frente de los cuales se encontraba el hermano menor de su padre, don Pío Tristán. Flora creyó encontrar una oportunidad única para conseguir al menos parte de lo que creía que le pertenecía y escribió una larga carta a su tío. Don Pío le respondió con otra carta con un tono afectuoso, pero tajante; no reconocía a su sobrina como hija natural, por lo tanto carecía de derecho al patrimonio familiar. A pesar de esta negativa, cuatro años más tarde Flora embarcó en Burdeos hacia el continente sudamericano a bordo del Mexicain, mandado por el mismo capitán que le había dado las no­ticias sobre su familia, Zacanas, con el que tendrá un ví­vido romance que durará cinco meses, o sea el tiempo del trayecto marítimo. Al llegar a su destino, Flora rompió con él por una razón muy simple: no soportaba las actitudes po­sesivas de su apasionado amante, además no estaba dis­puesta a repetir ninguna relación que se parezca a la que había conocido durante su matrimonio.
Permanece en Perú cerca de un año. Durante este tiem­po trata denodadamente de convencer a don Pío para que le permita coparticipar en la fortuna de los Tristán, pero todo será inútil: el aristócrata español tratará a su sobrina exquisitamente, le permite que viva en su casa y la mira igual que a una sobrina, menos a la hora de ceder en la cuestión de una posible herencia.
No obstante, Flora no pierde su tiempo. La experiencia pondrá a flote sus dotes de observación y su capacidad analítica. Trabaja durante todo este tiempo tomando notas por doquier y fruto de este trabajo serán dos volúme­nes que con el título de Peregrinaciones de una paria, pu­blicará en París en 19380 Su testimonio viajero es una cró­nica de primera mano sobre la situación peruana de la época en la que se pueden encontrar datos etnológicos y antropológicos de gran interés. También tiene un destaca­do interés novelístico y biográfico.
Producto también de este periplo sudamericano es su novela Les Couvens d'Aréquipa, un relato muy en línea de Stendhal. Al volver de Perú, publicó también su novela más ambiciosa, Méphis y que viene a ser un ejemplo de «realismo socialista» avant la lettre, aunque con una sin­ceridad difícil de encontrar en esta escuela. La obra está muy en la honda de las novelas sociales de Eugenio Sue, George Sand y Victor Hugo. En ella, aparece uno de los primeros «héroes positivos» de la literatura obrerista, se trata de un proletario llamado Jean Labane que deberá enfrentase a un perverso jesuita descrito con gran vigor, hasta el punto que servirá de modelo a Sue cuando escribió su famosa obra El judío errante.
Las dotes de novelista de Flora Tristán no alcanzan nun­ca una gran altura, lo que no quiere decir que careciera de valor como tal. Éste fue un género que no cultivó a fondo, sus obras eran más bien productos circunstanciales y valen como un testimonio importante de su tiempo, para conocer situaciones de países como Inglaterra, Perú y Francia, para comprender las condiciones de vidas de la gente tra­bajadora y sobre todo para seguir el hilo de la evolución de su personalidad que es la de la mujer más avanzada de .su tiempo. "
En medio de su drama familiar y de sus viajes, Flora va asumiendo paulatinamente las ideas feministas y socia­listas más radicales de la época. Tomó parte activa en la revolución de 1830, la llamada de las «Tres Gloriosas»o Du­rante la disputa que lleva sobre el tema de su separación, despliega una serie de argumentos nada convencionales para el momento.
Había comprendido muy tempranamente que la mujer era un ciudadano de segunda o tercera clase para la que los famosos «Derechos del Hombre y del ciudadano» carecían de apartados y de traducción. Se rebeló contra el ma­trimonio concebido como una institución en el que la mu­jer tenía que ser la «posesión» del marido, esclava domés­tica cuyo cometido en la vida era la de servir a éste ya sus hijos. También cuestionó a la Iglesia que condenaba a la mujer por el pretendido «pecado original»; a los «cien­tíficos» que trataban de mostrar que la mujer era inferior biológicamente que el hombre ya los legisladores que ne­gaban los derechos más elementales a su condición. Su crítica alcanzó justamente hasta a la clase trabajadora, porque: «El hombre más oprimido puede oprimir a otro ser, que es su mujer. La mujer es la proletaria del hom­bre».
De su conciencia socialista dedujo el argumento de que, lo mismo que el trabajador había sido siempre considera­do como una persona sin derechos, lo era ahora la mujer y tanto en un caso como en otro se imponía una acción transformadora. Por eso siempre se dirigía a ambos sec­tores sociales por un igual: «Trabajadores, en 1791 vuestros padres proclamaron la inmortal Declaración de los Derechos del Hombre, y gracias a aquella solemne Declaración sois hombres libres e iguales ante la ley. Que vuestros padres dis­fruten de todos los honores por esta gran obra, pero queda para vosotros, hombres de 1843, la realización de una obra no menos importante. Os toca a vosotros ahora liberar a los últimos esclavos que quedan en Francia; proclamad los Derechos de la Mujer, y em­pleando los mismos términos que emplearon vues­tros padres, decid: "Nosotros, el proletariado de Fran­cia, tras cincuenta y tres años de experiencia, declara­mos estar completamente convencidos de que la única causa de las penalidades de este mundo ha sido el modo en que se ha despreciado los derechos naturales de la mujer, y hemos decidido incluir en nuestra Carta los derechos sagrados e inalienables de la mujer. De­seamos que los hombres den a sus esposas y madres la libertad e igualdad absoluta que ellos mismos gozan"».
De su experiencia concreta, incluso de su propio ejem­plo, dedujo la idea de que en determinados casos y en de­terminadas condiciones, las mujeres habían alcanzado un nivel intelectual y moral muy superior al de la mayoría de los hombres. Era posible y necesario por lo tanto, la unión entre la causa socialista y la de la emancipación de la mu­jer para crear las condiciones de un desarrollo equiparado de ambos sexos. Ambas exigencias se encontraban estrecha­mente interrelacionadas: «Acabo de demostrar que la ignorancia de las mujeres del pueblo tienen las consecuencias más funestas. Sos­tengo que la emancipación de los obreros es imposible en tanto que las mujeres permanezcan en este estado de embrutecimiento. Ellas detienen todo progreso. En ocasiones yo he sido testigo de escenas violentas entre el marido y la mujer... Estas pobres criaturas, que no ven más allá de su nariz, como se dice, se enfurecían con el marido y conmigo porque el obrero perdía al­gunas horas de su tiempo ocupándose de ideas políti­cas y sociales»:
Aunque Flora no llega a explicar muy coherentemente la opresión de la mujer en relación con el régimen capita­lista de propiedad, sí que lo hace con la economía de libre mercado, y sobre todo con el patriarcado. Durante un pe­ríodo estuvo fascinada por los grandes principios del uni­verso feminista de Fourier,' y más tarde sintió una atrac­ción parecida por la idea de la Mujer Mesías que le presen­tó Enfantín, el principal discípulo de Saint Simon y amigo suyo, pero Flora no se sentirá a gusto en la cosmovisión de éstos y se inclina más por las exigencias de la acción inme­diata, de la asociación práctica y del programa a realizar y cuyos rasgos principales podemos resumir como sigue:
«1) Derecho a la igualdad de educación ya la forma­ción profesional. Reivindicación necesaria para que las mujeres puedan ser independientes económicamente de los hombres, y puedan exigir igualdad de salario por igual trabajo. 2) Derecho a la libre elección del compañero, sin que pueda haber injerencia paterna en las decisiones sobre el matrimonio. 3) Derecho de las madres solteras al respeto e igualdad frente a la ley. 4) Derecho de los hijos ilegítimos a una parte de la herencia paterna». Naturalmente, sus propias vicisitudes se reflejan en sus propuestas, pero no por ello dejan de ser representativas de las inquietudes y de las realidades de las mujeres obre­ras y de clase media del mundo de su tiempo. La «paria» que había empezado comprometiéndose con un pequeño punto personal, había sido capaz de darle una proyección universal y desarrollar un programa cuyos puntos funda­mentales movilizarían durante décadas a miles de mujeres y establecería un punto central, la unión de los hombres y las mujeres dentro de un mismo movimiento obrero, que todavía sigue siendo una idea tan justa como incumplida.
En la evolución de su pensamiento, tal como hemos di­cho al principio, coexisten diversas influencias socialistas. Pero quizá la más decisiva de entre ellas fue la de la ac­ción práctica de los cartistas británicos, en los que vio: «...la gran lucha, la que habrá de reformar la orga­nización social, en la lucha concertada, de una parte, entre los propietarios y capitalistas, que reúnen todo en sus manos: riqueza y poder político... y, de otra parte, los obreros de las ciudades y de los campos, que no tienen nada, ni tierras, ni capitales, ni poderes políticos».
El marxismo no puede estar más próximo en estas ideas; Flora no ve más camino que la lucha de clases que entiende como una realidad derivada del antagonismo entre dos clases fundamentales. Del cartismo, aprende igualmente la importancia de la autoorganización obrera que en In­glaterra «muestra por doquier sus inmensas ramificaciones: en cada manufactura, fábrica o taller, se encuentran obre­ros cartistas; en los campos, los habitantes de las chozas forman parte de este movimiento, y esta santa alianza del pueblo, que tiene fe en el porvenir, se consolida y aumen­ta cada día...». La conclusión que llega Flora a finales de los años treinta es que hay que crear en Francia la Unión Obrera, o sea la sección francesa de la Unión Obrera in­ternacional en la que quiere imponer dos ejes determinan­tes:
1. La constitución orgánica del proletariado como cla­ses en sí. Para Flora, las asociaciones corporativas ar­tesanales ya resultan anacrónicas, y critica en ellas sus egoísmos particularistas, porque en su opinión «no pueden (y no tienen la menor intención) cam­biar para nada, ni mejorar siquiera la posición mate­rial y moral de la clase obrera»; al corporativismo, tan apreciado por Proudhom, a la que trata de «or­ganización bastarda, mezquina, egoísta, absurda, que divide a la clase obrera en una multitud de pequeñas sociedades particulares... sistema de fraccionamiento que diezma a los obreros». Lamenta la división de los trabajadores («causa verdadera de sus males»), y le opone la «unidad compacta, indisoluble de la clase obrera», a la que llama diciéndole: «haced a un lado, pues, todas vuestras pequeñas rivalidades y formad, aparte de vuestras asociaciones particulares» para in­gresar en la Unión.
2. La autoemancipación del proletariado. Flora ha­bía comprendido la indiferencia del poder y de todas las instituciones hacia la clase obrera, y pensaba que había que dejar «de esperar aún la intervención que se ha venido solicitando para vosotros (los obre­ros) desde hace veinticinco años. La experiencia y los hechos os dicen suficientemente que el gobierno no puede o no quiere ocuparse de vuestra suerte cuando se trata de mejorarla. Sólo de vosotros depende sa­lir, sí lo deseáis firmemente, del dédalo de miserias, de dolores y abatimiento en el que languidecéis»o También compara la revolución obrera con la bur­guesa y saca la siguiente conclusión: «Es verdad, sí los burgueses fueron la "cabeza", tuvieron como "bra­zos" el pueblo, al cual supieron utilizar hábilmente. En cuanto a vosotros, proletarios, no hay nadie que os pueda ayudar o Así, pues, es necesario que seáis a la vez la "cabeza" y los "brazos"...»."
Totalmente imbuida en el valor de estas concepciones, tan vigentes todavía en muchos de sus aspectos (no hay más que contemplar la división y el sectarismo ) que impe­ra en el movimiento obrero, cómo se ha renunciado a la independencia y se ha dejado la cabeza para la burocra­cia y para castas de «especialistas» y políticos profesionales), llevada también por una notable megalomanía --prác­ticamente inevitable en casos como el suyo de autodidacta y solitaria- y una buena dosis de mesianismo de raíz san­simoniana, animada por el relativo éxito de su libro La Unión Obrera escrito y publicado en 1943, emprende su úl­timo viaje, un viaje digno de una Santa Teresa -personaje al que admiraba- socialista, un «tour de France» en el que dejará la vida, una aportación indeleble para la me­moria del movimiento obrero y un último libro de viajes que figura entre los clásicos del género y de la historia del socialismo.
Al iniciar este último trayecto, Flora alberga todavía algunas ilusiones sobre la ayuda que le pueden prestar de­terminadas instituciones y personalidades, pero su decep­ción no tarda mucho en llegar y en una de sus últimas notas escribe: «!Se acabó! Después de esta vuelta a Francia no podré ver a ningún burgués!. iQué raza impía, imbécil, nau­seabunda!»
Estos burgueses se dividen en varias categorías dife­renciadas. Entre los que parecían más sensibles se encon­traban los «grandes hombres» de la época que permane­cen al margen de la situación de explotación que conoce la clase obrera, así: Lacordaire cuyo noble fin es el de res­taurar el convento de los Benedictinos; Lamartine y su bienestar público (Flora ve en él: «la nulidad de acción, su falta de inteligencia y energía») que no se concreta en nada; George Sand y su romanticismo que no ve al proletariado más que como materia literaria... Un paso más allá se en­cuentran los «radicales» del liberalismo, periodistas, char­latanes de café, etc., que dedican su tiempo en jugar a las cartas o al billar y presumen de revolucionarios, pero que para Flora no «lo son para lo que entienden la verdadera revolución»... En otros círculos se encuentra con los franc­masones que se niegan a recibirla en Marsella por temor a que la policía les «cierre la logia»...
Otro paso más allá se encuentran los agentes de la bur­guesía y que quieren tener un pie entre los trabajadores, para guiarlos en función de sus propios intereses, son los poetas obreros en primer término, que se creen literatos de altura y que menosprecian la plebe ignorante aunque ninguno de ellos merecerá la posteridad; después vienen los discípulos indignos de los grandes utópicos (sansimonianos, cabetianos, fourieristas), que forman parte de una aristocracia obrera condenada por el desarrollo de la gran industria y que están imbuidos en las tradiciones jerárqui­cas y perdidos en discusiones baldías sobre un futuro que no relacionan con su actividad diaria...Unos y otros re­chazan tomar postura clara en torno al problema de la autoorganización obrera. Sólo los componentes de la Liga de los Justos apreciarán seriamente el esfuerzo titánico de Flora.
En las notas nerviosas de su Diario, Flora va descri­biendo también un detallado cuadro sobre la condición obrera de la Francia de entonces. En este mapa aparecen los aspectos humanos del proceso de formación de la in­dustria capitalista y los rasgos de las ciudades que la pro­tagonizan. Muy escuetamente, podemos decir que Flora las clasifica así: «París, «la ciudad de los alientos generosos» donde los obreros están orgullosos de su contrición traslúcida en sus blusas; Lyon, la ciudad de los «obreros inteligen­tes», con sus sombreros y sus bigotes que sorprenderán a Flora por su seriedad organizativa, en una ocasión un canut (obrero de la seda) se excusará de no haber asistido a una reunión porque no tenía camisa que ponerse y su mujer que le acompañaba «maldecía a los fabricantes, al rey, a los ricos, e imploraba la muerte, preferible a tantos males. El marido no decía nada, parecía acobardado (…) Una sola camisa. Die­ciocho horas de trabajo por día. Señora, las cosas no pueden continuar así. Preferimos morir en el com­bate que morir de hambre... Continúa a través de Marsella, Toulón. A la primera la compara con Ba­bilonia por sus costumbres «orientales depravadas», pero la Unión llega a constituirse y los obreros se reían de la policía». La segunda le deprime porque los obreros «se encuentran bajo el yugo militar», pero la conciencia de los obreros del arsenal «le llenan el corazón de alegría»o Prosigue por Auxerre, Dijon, Roanne que son todavía ciudades semirrurales. Flora contempla a los obreros embrutecidos por la miseria y la religión mientras «tienen que trabajar de doce a quince horas para poder comer. No hay más que amargura (en sus corazones), su inteligencia es pobre y son propensos a la irritación y al desaliento» (13)
Su predilección por las mujeres trabajadoras es cons­tante, por lo demás éstas también muestran un gran inte­rés por escucharlas. En ocasiones, Flora se maravilla por la inteligencia natural de alguna de sus interlocutores, por su resistencia en el trabajo que luego prolongan en su propio domicilio. Denuncia con vehemencia los bajos salarios con argumentos, todavía toscos, pero que apuntan a la idea de la plusvalía, dando a conocer datos precisos sobre los benefi­cios patronales. Los patronos que conoce representan una amplia combinación de cínicos, despiadados, o tartufos clérigo-humanitarios capaces de cualquier cosa por sacar beneficio.
Uno de ellos le dirá: «El hombre no es más que una bestia sobre el que la propiedad puede hacer todo». Pero éste no es mucho peor que el buen padre de familia, cum­plidor con los preceptos eclesiásticos y con las instituciones, y que «deplora este estado de cosas» aunque el nivel de vida de sus obreros es ínfimo. Para ella este estado de cosas no puede durar mucho tiempo porque «la tierra forma el más grande y magnífico jardín para todos, la humanidad llegará a ser una gran y unida familia donde cada miembro vivirá según sus gustos y recibirá según sus deseos», aun­que añade esto tarde todavía trescientos años en llegar.
Su campaña no pasa desapercibida a los poderes pú­blicos. En un primer momento se trata tan sólo de artícu­los irónicos en la prensa luis-felipista. La tratan de utópica y hurgan en su pasado de hija ilegítima y de «paria»o Des­pués vendrán las primeras medidas policiales que tratan de prohibirle que hable a los obreros, luego viene la policía disolver los actos, y ella llama a la lucha y la resistencia. En la pequeña ciudad de Agen llega a imponer el derecho de asociación con la movilización.
Durante este tiempo de lucha y agitación, Flora no pien­sa en sí misma para nada. Su única preocupación es la de constituir núcleos organizativos en las ciudades que visita, núcleos que en más de un caso serán la base de los sin­dicatos. Como dirá Eugene Pottier en La Internacional, no cree ni en dioses, ni en reyes ni en tribunos, no ofrece más alternativa que la organización, la unión y la lucha. Con­forma a su alrededor un pequeño grupo de seguidores y seguidoras entre las que destaca Eleonor Blanc, su discí­pula favorita, «su hija en espíritu», su «Santa Juana»; pero Eleonor no tendrá capacidad para continuar su obra. Mal nutrida, descuidada con su salud, al borde de su capacidad física, se va rompiendo. Desde hace tiempo que teme morir sin haber cumplido sus proyectos: «Demasiada vida, escribe, mata a la vida». Tras varios momentos ver­daderamente angustiosos en Dijon («Estoy muy enferma de la vejiga, de la matriz...»), en Lyon y Montpellier, fa­llecerá finalmente en Burdeos el 4 de noviembre de 1844. En su funeral los trabajadores cargaron con su ataúd, por­que no querían que lo llevaran gente a sueldo, luego abrie­ron una colecta para colocar un monumento en su tumba. Flora dejó un libro inconcluso, L'Emancipation de la Fem­me ou Le Testament de la Paria. Su influencia se hizo notar años más tarde cuando el 23 de octubre de 1848 varios miles de personas se reunieron ante su tumba para rendir­le un homenajeo Los trabajadores volvieron a sus causas cantando una canción que se cantaría durante años en los talleres y que decía entre otras cosas «Flora Tristán necesita una tumba».
También necesita de nuestra memoria.

Pepe Gutiérrez-Álvarez en Kaos en la Red

Camarada Jean Ferrat


Ha pasado mucho tiempo, pero los que guarden memoria sabrán que la mejor canción francesa fue, entre otras muchas cosas, la canción de la “Resistente”, del obrerismo, el anarquismo y del comunismo democrático..
Y es que en Francia, al igual que en los Estados Unidos, el nexo entre la creación musical y el obrerismo anarquismo fue de primer orden.
Baste señalar que tres de los pilares de la canción francesa contemporánea, dos fueron anarquistas (Georges Brassens y Leo Ferré), en tanto que Jacques Brel, al menos desde mitad de los años cincuenta, no anduvo muy lejos, también aquí habría que hablar de Jean Ferrat y del Ives Montand “chansonnier”.
Los dos primeros, por lo demás, recordados compositores, militaron en asociaciones anarquistas y colaboraron con la prensa libertaria de la época. La trayectoria de Georges Brassens fue fecunda y admirada. Sin olvidar que ha sido homenajeado por compositores de la talla de Paco Ibáñez o Joaquín Sabina, sin olvidar la “nova canço” catalana. La trova brasseniana, contiene un don especial que con su simpatía y frescura, nos recuerda las mañanas de Septiembre. Su ironía y disconformidad, iban acompañadas de una inmensa ternura. Canciones como “Le testament” y “Le petit marguerite”, son el mejor ejemplo de la singular síntesis de este gran trovador. Brassens fue Brassens en la agradable tragicomedia de René Clair, Port des Liles (Francia, 1957). Señalemos que el cineasta Rémi Sautet le dedicó el documental Les Amis de Georges Brassens (Francia, 2001). En cuanto a Jacques Brel se reveló como un actor excelente, y estuvo presente en la película sobre la banda de Bonnot.
Jean Ferrat, que acaba de fallecer a los 79 años, fue un niño judío que se quedó sin padres pero que los encontró y buenos en una pareja de militantes comunistas del PCF, buena gente, trabajadora, luchadora que creía que la historia pasaba por el partido y que confiaba en su dirección. Ferrat naturalmente, fue de los suyos pero ya no fue igual. Para él la revolución y todo lo demás no pasaba ya por un partido que presumía de ser “el más estalinista”, y que en nombre del ideal pasó por muchas historias terribles…
“Compañero de ruta” que se permitía la libertad crítica, Ferrat fue el autor de más de 200 canciones, y con ellas pasó a ser uno de los símbolos de la izquierda gala, especialmente del Partido Comunista Francés (PCF), desde mucho antes de saltar a la popularidad en 1964 con su disco 'La Montagne,. Entre ellas se registran algunas como 'Nuit et brouillard' (Noche y niebla, con el mismo título de la impresionante película de Alain Resnais de 1955 sobre los campos de concentración nazis), "Camarade", que se cantaba en muchas movidas obreras, amén de otras más líricas como 'Les yeux d'Elsa' o 'Aimer à perdre la raison'.
Considerado durante mucho tiempo por la gente "el cantante del PCF", Ferrat recordó las afinidades pero también las diferencias, por ejemplo, durante el mayo del 68 sus barricadas estuvo con los “gauchistes-Marcellin. No tardó mucho en ajustar las cuentas con el estalinismo en una canción que los lectores y lectoras encontraran “colgada” en Kaosenlared.
Esta canción nos habla del mal entendido, de cómo en nombre del ideal se aplicaron los métodos de los procesos de Moscú a estalinistas de buena fe como Arthur London en cuya obra “La confesión” todavía permanecía ciego ante las tramas de los años treinta, y solamente al final fue capaz de abrir los ojos como lo haría, con mucha más claridad su compañera Lise London o Lise Ricol.
Su Francia era la nuestra: “La de treintaiséis a sesentaiocho antorchas”
La del 36 era la de la huela general con ocupaciones, la del frente obrero contra el fascismo.

Pepe Gutiérrez-Álvarez

El “juez” Herman Tertsch condena a Santiago Carrillo


Lo primero que llama la atención de esta juicio sumarísimo es el contraste entre la moderación de las opiniones de Carrillo, y la “radicalidad” de las palabras del antiguo periodista de El País, conocido por su afiliación en esa nueva extrema derecha “centrista” que aúna la salvaguarda del legado (adaptado) del tardofranquismo con el “republicanismo” made in USA…Carrillo simplemente declaró a al Diario de Sevilla que en España no hay un partido como el de Le Pen en Francia porque el PP es capaz de aglutinar esos votos de extrema derecha. Yo diría más: también lo está haciendo CiU, y esta es la cave del sucio asunto de Vich en el que, no hay que olvidarlo, concurrieron además dos partidos del “partit”…
Lo segundo es que lo haga desde el ABC, un diario estrechamente implicado con el régimen franquista durante el cual escribió páginas especialmente sinistra como las referidas al asesinato por la policía de Enrique Ruano o en apoyo del golpe militar-fascista de Pinochet en Chile, entre otros. Sin embargo, por más derechista y sesgada que resulte su “libro de estilo” es un diario que está fuera de toda sospecha, que se puede leer no solamente en los cuarteles, sino también en cualquier bar, o en cualquier institución por más que sus dueños y responsables no tengan mucho que ver con su agitación y propaganda. Lo que encuentro francamente sobrecogedor.
Tercero. Herman Tertsch hacía su contribución a la defensa que la derecha está haciendo del “honor” de Mayor Oreja que, a sabiendas de los beneficios que le rinde los atentados de ETA, ligo esta con el jefe el gobierno…Pensar en algo parecido al revés sería delirante, vaya un ejemplo, no hace mucho que multaron a unos parroquianos por tratar a unos guardias civiles de “franquistas”. Supongo que la multa no sería porque este concepto tenga la menor connotación delictiva –el suyo era n terrorismo de millones pero perpetrado en nombre de Dios y de España-, sino porque los parroquianos lo hicieron con ánimos insultantes…
Carrillo nunca se hubiera atrevido de comparar a Rajoy con Le Pen, pero el periodista sí se atreve a compararlo con Laurentii Beria…
El periodista de Público anotaba que “cada vez que Carrillo abre la boca, la derecha le saca las garras”…Es cierto, y algo así me recordó un “carrillista” confeso en un acto
durante el cual servidor cuestionó duramente la actuación de Carrillo, especialmente durante la Transición. Su argumentación no pudo disimular la escuela: a Carrillo lo atacaba la nueva y la vieja extrema derecha, y en consecuencia. Esta es una lógica “bloquista” o “campista”, una dialéctica pavorosa que invierte toda tradición democrática. Puede ser terrible en manos de padres y madres consentidores, de nacionalistas excluyentes o de marxismo al revés.
Recuerdo en un acto donde discutía con un historiador que se daba de “imparcial” y que trataba de llevar mis críticas a la II República a su molino. Para que no hubiera dudas afirma que para mí lo peor de la República era cien veces mejor que los pudiera haber de “bueno” (una masa enorme de gente muerta de metido, otra menor de gente atrasada y confundida, e incluso de gente que creía aquello porque creerían en el “orden” vertical que siempre había existido)…Evidentemente, tenemos que defender a Carrillo de la extrema derecha y del ABC, pero no por ello no amos olvidar de quien estamos hablando…¿y De quién estamos hablando?.
Pues de un señor que durante toda su militancia fue “dirigente”, el líder “indiscutido” del PCE-PSUC en los años del "eurocomunismo" internacional…
De un personaje que nació en Gijón en el seno de una familia obrera y socialista, su padre, Wenceslao Carrillo fue uno de los principales dirigentes del PSOE. Sus primeros recuerdos son "el padre entre rejas; sacado de casa por la Guardia Civil; el padre llevando él solo al Cementerio el ataúd de la hermana pequeña, porque era más barato...". El joven político que su padre le lleva a Madrid, donde pronto Santiago se iniciará en las Juventudes Socialistas. Situado en la izquierda del partido, ocupa la dirección de las juventudes y aparece como "el delfín" de Largo Caballero, el líder de la izquierda socialista en la segunda mitad de los años treinta.
Fue bajo su batuta que se formó un equipo (Federico Melchor, Santiago Álvarez, Ignacio Gallego, Fernando Claudín, etc); que ocuparán años más tarde grandes puestos de responsabilidades en el PCE. Sufre prisión en tres ocasiones, y se instruye en los clásicos socialistas entre los cuales, dice, le impresionó Trotsky. "Enfant terrible" de las juventudes socialistas, protagoniza todo su período izquierdista que va desde 1933 a 1936, año en que esas se fusio­nan con las juventudes comunistas…
Durante ese tiempo (1933-1935), la posición de Carri­llo -que algunos han caracterizado de "trostkizante"-- es de impone en el PSOE una "bolchevización", o sea desplazar a la antigua dirección por otra nueva capaz de asumir las tareas de la revolución proletaria…Sin ­embargo, a continuación de un breve viaje a Moscú donde fue recibido por lo todo lo alto, lo que aceleró el giro de las juventudes socialistas hacia el PCE y el estalinismo. Su formación política comunista recae en el funcionario estalinista argentino, Codovilla. Durante la guerra, fue miembro de la Junta de Defensa de Madrid. Es conocida la carta que dirigió su padre cuando éste apoyó el golpe del general Casado, el ella lo califica de "social-traidor", entre otras cosas.
Desde su ingreso en el PCE hasta la invasión de Checoslovaquia, Carrillo asumirá todas y cada una de las opciones estalinistas y sus métodos más representativos. En el exilio trabaja por la reconstrucción del partido en Francia, en Bélgica, en Norteamérica, Estoril (Portugal), para volver de nuevo a Francia en1944, al fin la Liberación. Es el primer responsable del BP que llega y se encuentra con un partido que se ha convertido en el más sólido e implantado del exilio -el PCF era entonces el primer partido de Francia--, y que ha crecido alrededor de una pléyade de cuadros intermedios, como Monzón, "poco conformista con las normas de obediencia ciega que el Buró Político imponía". Es a Carrillo al que corresponde -con el pretexto del fracaso de la invasión del Valle de Aran que fue criticada muy a posteriori-, llevar a cabo la reestructuración del partido que consistía en desplazar a los cuadros que habían sido el soporte de la lucha clandestina e imponer una nueva línea política más de acuerdo con la moderación que hacen gala los comunistas gubernamentales en Francia, Italia y Bélgica. Esta reestructuración culminará con la eliminación de Monzón, Trilla y más tarde, Comorera, acusados de "cómplices titoístas" entre otras cosas.
Es en esta época cuando Carrillo comienza a ir controlando los resortes del partido protagonizando un asenso de los "jóvenes" de la JSU, a los que fue colocando en los puestos de mayor responsabilidad y que le permitirían, en contra de las viejas figuras como Uribe, Anton, Lister, etc, acceder al ­puesto de máxima responsabilidad a través de un consenso con Dolores Ibárruri confinada en Moscú y situada como una figura más decorativa. Será Carrillo el que dirigirá la o­peración de desarticulación de las guerrillas de forma drástica y se orienta hacia un trabajo más a largo plazo que pasará -siguiendo el consejo expreso de Stalin- por la infiltración en el sindicato vertical, por la inserción en el mundo estudiantil y cultural. Su primera reacción ante el XX Congreso del PCUS es de autodefensa, "los comunistas, dice, no permitiremos que ningún tribunal nos juzgue", y después se aviene a las posiciones juchevianas y las aplica a España: el esquema de la "reconciliación pacífica", piedra angular de la política del PCE desde entonces. Su línea programática pasa por la "ruptura democrática" con el régimen y por una democracia, intermedia entre la dictadura y el socialismo, que habrá de ser antilatifundista, antimonopolista, antiimperialista…
Es un personaje que vive de cerca los acontecimientos de mayo del 68 y la ocupación rusa de Checoslovaquia. En el primer caso le toca directamente; vive en París las jornadas revolucionarias y dirige al PCE en la misma línea que Waldeck Rochet el PCF. Polemiza con…Raymond Aron y explica que no defiende la ruptura revolucionaria, su modelo es la mayoría parlamentaria y pone como ejemplo la toma del poder por la mayoría comunista en Praga en 1948. No obstante, la experiencia le sirve para comprender la necesidad de "modernizar" las actitudes del partido, las nuevas generaciones que ingresan en él tienen unas fuentes de educación más amplias que las que expresan la prensa partidaria o Radio Pirenaica. Se opone a los tanques rusos, defiende a Ducek, explica que a través de la "primavera de Praga" se está desarrollando una nueva concepción del socialismo, pluralista, aunque guarda silencio ante la "normalización" de Husack. Estas posiciones darán lugar a la formación de minoritarias tendencias prosoviéticas (Lister, García) que no encontrarán ningún eco significativo en el interior.
Antes y después de la muerte de Franco, al mando del partido más fuerte de la clandestinidad, Carrillo se orienta hacia una política de "pactos por la libertad", con representantes de una oposición democrática que va recobrando su memoria perdida. El punto cumbre de esta política tiene lugar en la Junta Democrática que se aviene con las reformas internas producidas por el régimen, hasta llegar a la reforma pactada que todavía estimará como un mal inevitable por la poca audacia de otros partidos --el PSOE--, y la debilidad de un movimiento que él contribuyó como pocos a contener, especialmente en ocasiones tan clamorosas como la de la matanza de Atocha. Su pasividad en esta ocasión fue la prueba que esperaban los "evolucionistas" del régimen (Adolfo Suárez), para apreciar que el PCE estaba dispuesto no solamente a renunciar a la República, sino a más cosas. Detenido, liberado y al poco tiempo parlamentario de un grupo en las cortes que será un muy débil reflejo de la capacidad que había mostrado contra el franquismo, Carrillo exigirá más poder interno para firmar consecuentemente pactos como los de la Moncloa o el tácito de "caballeros", gracias a los cuales los reformistas del franquismo pueden tomar una iniciativa política que encarrilará definitivamente el parcialmente fallido golpe de Estado del 23-F de 1981…
Su pasado estalinista se convertirá en su talón de Aquiles para la nueva derecha neoliberal para acusarle de crímenes y atrocidades que permitirá que el "comunismo" supla al franquismo en el banquillo de los acusados. Inmerso en una crisis cada vez mayor, acosado por sectores muy diversos, Don Santiago acabará abandonando el PCE para situarse entre los "compañeros de ruta" que servirán a Felipe González para tratar de desactivar la tentativa como la de Julio Anguita para crear una tercera alternativa política que permitirá superar el modelo bipartidista que se había impuesto para que, una vez levado a cabo las reformas pertinentes, al final, todo acabará más atado de lo que llegó a estar bajo el tardofranquismo.
Ha escrito un montón de libros, pero lo más que queda de ellos es su nombre.

Pepe Gutiérrez-Álvarez

Los trapos sucios


Esa sabia frase que siempre repito reza que los trapos sucios se lavan en casa. Creo que ser fiel a esas palabras podría tener un límite si ese no hacer públicas críticas necesarias, termina haciéndonos cómplices de lo que criticamos. No hacerlas públicas no puede traducirse en no hacerlas. Hay que hacerlas y se hacen, se están haciendo.
Creo que el documento publicado recientemente por Martha Harnecker sirve de excusa para que se abra una fisura que libere públicamente el debate sobre muchas críticas y expectativas. Muchas de ellas con sobradas razones, apuntan sobre el cogobierno de los llamados el anillo de Chávez, sobre los que amasan fortunas en nombre de la revolución y siguen allí, intocables. El pueblo no hace nada pero no porque no sepa, sino porque espera que en cualquier momento sea nuestro comandante quien sacrifique a todos estos señores que le rodean y por fin le abra espacio al pueblo. El pueblo sabe que no puede arriesgar el avance de su revolución y más que saber, siente, palpa, vive, los resultados y triunfos de nuestro proceso.
Instigar y promover estos debates críticos cerca de un proceso electoral tan importante, no puede ser otra cosa que un acto contrarrevolucionario. No es el momento ni el lugar. No se le debe dar palabra alguna al enemigo para que nos dañe con nuestros mismos discursos. Si hay que dar una batalla interna bien intensa para purificar nuestra organización.
Más importante es la batalla por difundir esa gran obra que es la revolución hoy por hoy. Muchas cosas que están pasando no se saben, no se difunden. Más importante es tener más alta que nunca la frente y ser más entregado a la lucha en esta dura batalla, cuando se agrede a la revolución y se instiga el divisionismo, la crítica al líder y se degrada la moral, es cuando se debe ser más fuerte y sólido. Ya después del 26 de Septiembre, cuando la victoria popular se imponga en la nueva Asamblea Nacional, se callarán muchas de las voces que andan hoy hablando de críticas y que tan solo pretendían debilitar nuestras fuerzas, luego de la victoria, el mismo pueblo debe esperar que nuestro comandante presidente mismo, nos acompañe en ese proceso autocrítico y que generemos nuevos mandos y sancionemos de manera directa a todos los que se han enriquecido a nombre del pueblo.
Hoy no es la hora, se lo escribo a todos para alertarlos, entre nosotros podemos y debemos discutir y criticarnos, fuera de nosotros nada. Al enemigo ni agua. Sigamos la marcha haciendo lo que hay que hacer, creer en el pueblo y en la clase trabajadora, semillero de donde ya brotan nuevas conciencias que crecerán y llegarán a ser el poder verdadero de nuestra revolución. La revolución debe tener su mando en el pueblo y en su líder Hugo Chávez, todo aquel que piense diferente que monte su tienda aparte, pero no les permitamos venir aquí ha tratar de confundirnos. El tiempo, como siempre, dejará cada cosa en su lugar.
Quiero anexar una carta a mi escrito, se la envió un amigo a otro que estimo mucho y que estaba molesto por el exquisito trato que se le diera a Guillermo Zuloaga durante su detención y su liberación. Molestias que compartimos pero que no debemos permitir que abrumen nuestro ánimo, camaradas, la lucha sigue..
Jorge: Creo que sabes bien que esta es quizás la más urgente de las batallas. Sabes que he dejado todo para dedicarme a tiempo completo a atender el efecto demoledor de estos bandidos (lee el escrito del Che sobre un caso muy similar en la Cuba de 1961). ¿qué hacer?, justamente lo que hizo el Che. Trabajar con ahínco desde el más puro ejemplo. Ir desenmascarando a estos desfachatados reformistas con el pueblo. Confíar en que en Miraflores tenemos un subversivo: confiar en Chávez. Ir arrancando la mala yerba y plantando con todas nuestras fuerzas la pureza de los valores socialistas (tránsito al comunismo). Hacerlo sin ambigüedades, sin concesiones al enemigo esté donde esté.
El pueblo tiene que transformar el desencanto en firmeza revolucionaria. Esto no es asunto de encantamiento es un asunto de conciencia (ciencia) revolucionaria. Nuestro pueblo tiene que saber que no hay alternativas, que triunfamos o nos jodemos. Tiene que saber que estos bandidos no son revolucionarios. Gente por años hospedados en hoteles cinco estrellas; gente rodeada de guardaespaldas sin pisar la calle jamás; gente que -como decía Andrés Eloy Blanco- no pueden esconder su súbita riqueza (han, literalmente, tomado con casas de lujo los espacios más exquisitos del Junquito) porque el dinero y la tos no se pueden esconder.
En el pueblo hay cada vez más claridad. Debemos ayudar a que esa claridad se convierta en conciencia. Al mismo tiempo no podemos hacer nada -absolutamente nada- que pueda ser aprovechado por la contrarrevolución. En ese sentido -manifestar nuestra arrechera- hay que ser muy sagaces, muy prudentes, muy firmes pero con conciencia del "momentum" histórico de la Revolución. Yo estoy persuadido de que estos bandidos se irán descubriendo ellos mismos en la medida en que sean forzados por la contradicciones. Un ejemplo es Henry Falcón pero faltan muchos Falcones que irán saltando en la medida en que los forcemos con políticas y medidas radicales que pongan en peligro sus intereses de alabarderos de la burguesía.
Sigamos sembrando, sigamos adelante de la mano del pueblo, sigamos forzando medidas radicalmente socialistas, sigámoslos forzando a enfrentarnos por la vía de sus ambigüedades. En el cierre del Congreso Extraordinario del PSUV hubo una muestra clara de esto. Ante la posibilidad de que el Colectivo Antonio Aponte participara en las reflexiones le cerraron el paso, también lo hicieron con la propuesta presentada por Ricardo Durán para que yo participara. Le dieron cabida a Rodolfo Sanz, al pensamiento que mana del grupo de "intelectuales" Hotel Alba, y otros que se dedicaron a presentar la teoría del Comercio Socialista, del mismo modo que la de los Empresarios Socialistas (un oximoron clarito, tigres vegetarianos), pero al final quedaron en evidencia, el Congreso estableció el carácter antiimperialista, anticapitalista y clasista del Partido. Porque hay mucha gente buena, Jorge, hay mucha gente clara que está librando la batalla y nosotros debemos respaldarlos, alentarlos y ayudarlos. No estamos solos -comenzando por Chávez-, una prueba es el trabajo que se está haciendo desde el IDENA (madres del barrio, misión negra hipólita, etc.) y con quienes estoy trabajando en las Comunas, con los voceros y voceras de los Consejos Comunales) Ese trabajo de Erika Farias o Armando Carrieri es claramente revolucionario y cuenta con el pleno respaldo del Comandante.
Trabajemos, hermano, trabajemos y pensemos por un instante en dos cosas: a) Cuales son las condiciones actuales para esta batalla y cuáles eran hace unos 20 o 30 años, y b) Si tenemos opción entre vencer o morir ¡no la tenemos!, por tanto... ¡VENCEREMOS!
Un gran abrazo y arriba ese ánimo.

Raúl Bracho

martes, marzo 30, 2010

Honduras: Visión de País, Plan de Nación trampa de la oligarquía


“El capitalismo recurre a la fuerza, pero, además, educa a la gente en el sistema. La propaganda directa se realiza por los encargados de explicar la ineluctabilidad de un régimen de clase, ya sea de origen divino o por imposición de la naturaleza como ente mecánico. Esto aplaca a las masas que se ven oprimidas por un mal contra el cual no es posible la lucha”.

Ernesto Che Guevara

El gobierno ilegal de Porfirio Lobo en Honduras pensó bien impulsar en el Congreso el instrumento truculento “Visión de País 2010-2038” y un “Plan de la Nación 2010-2022” (VP-NP), en lo que prácticamente hasta el 2038 se tratade evitar cualquier cambio de gobierno que pudiera estar a favor del pueblo, de los menos afortunados, y que sobre todo las clases mas pobres no tengan ninguna oportunidad de participar en la decisión de su destino.
Tal vez, asustado por la posibilidad cada día más tangible de una Asamblea Constituyente convocada por el soberano y construida por todas las voces de la sociedad hondureña, Porfirio, el lobo vestido de oveja, se mandó a correr redactando este decreto, una herramienta que los sectores dominantes del país, con el respaldo de teorías neoliberales asesinas, utilizan para engañar el pueblo, para que crea que se trata de proyectos innovadores para el desarrollo de la sociedad hondureña. Además, hay evidencia que este supuesto “Plan…” no es más que una copia de un programa de la USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) y el COHEP (Consejo Agroempresarial de Honduras) para tomar control de los recursos naturales, como ya lo han hecho con los decretos del fin de semana, que “legalizan” la instalación de cientos de represas a nivel nacional.
El temor que el soberano al fin pueda ser tal y que la refundación del Estado se cumpla, está incluido en el mismo documento, (página 47), donde dice textualmente: “….se corre el riesgo de que los procesos democráticos sean, por varias razones, considerados como “absolutistas” y reclamen, de tiempo en tiempo, procesos de refundación como expresión de la necesidad de redistribuir el poder e imponer nuevas correlaciones de fuerzas”
Pero, lo siento, no entiendo, si el poder constituyente es del pueblo (incluso, la Constitución de Honduras de 1982, escrita por Negroponte, ¡¡¡afirma que el pueblo es el soberano !!!), el mismo tiene el derecho a cambiar sus leyes hasta el infinito, en una sociedad democrática, siempre que lo desee. ... y si no se puede utilizar la vía democrática, el pueblo unido, tendrá al final, que considerar la forma más conveniente, cuando las fuerzas actualmente en el poder evitan que pueda decidir sobre su destino.
Otra vez tenemos que recordar a este gobierno opresor y usurpador que el pueblo hondureño no aceptará nunca más de callarse ante Su Majestad, los EE.UU., y por esto está pagando el alto precio de la rebelión, contando un gran numero de mártires asesinados por los gorilas golpistas, que tienen miedo a perder terreno en el poder absoluto.
El oportunismo de este gobierno es típico de todos los fascistas, utilizar las herramientas de la izquierda, su mismo lenguaje, dándole connotaciones y matices que sirven para enmascarar los verdaderos objetivos neoliberales: se derogó la ley del “Poder Ciudadano” porque el pueblo puede sólo colaborar con el Estado, nunca ser verdadero autor de su futuro!
Otra declaración que podemos definir casi ridícula en esta “Visión de País 2010-2038” y “Plan de la Nación 2010-2022”, es cuando intercambian los papeles, donde la oligarquía culpa la Resistencia de la inestabilidad en el país (claramente, el pueblo hondureño debe seguir siendo el mismo de todos los otros golpes de estado, sumiso y silencioso, trabajando como esclavo): “existe el riesgo de que los procesos nacionales de acceso al poder estén, cada vez más, confrontando el peligro de la inserción de grupos de presión, legales e ilegales, que colocarían en la cúpula del sistema democrático a personas no representativas de los intereses del colectivo social hondureño” (VP-PN,p. 45). Bueno, aquí, por lo menos, Lobo es honesto y admite que un candidato del pueblo, si es consecuente de verdad,no podrá apoyar nunca el interés privado de las diez familias oligarcas que siempre están acostumbradas a hacer lo que quieran del país.
Y aquí está la solución, es decir, se utiliza la palabra resistencia para confundir a las masas, y hacer que parezca que el estado es el verdadero defensor de los derechos... no del pueblo, digo yo, si no de la oligarquía: “En lugar de ser un elemento potencial de crisis, el Estado debe convertirse en una fuente de fortaleza, …y resistir las demandas de los grupos de presión de todo tipo, que buscan aumentar su participación en la asignación de recursos públicos” (VP-NP, p.119).
Además, el decreto nos advierte que se están preparando para la privatización de bienes públicos, como el agua, de hecho, declama la libertad del privado sobre el estado, para confirmar que se va a incrementar aún más la brecha entre ricos y pobres: “El estado realizará acciones hacia el desarrollo únicamente en situaciones en las cuales los particulares no puedan hacerlo adecuadamente, sea por imposibilidad o por cualquier otra razón” (VP-NP, p.16).
En resumen, el decreto VP-NP quiere mantener el poder, por siete períodos de gobierno consecutivos, en manos de la oligarquía, el único factor responsable y pensante en el país (según el Gobierno de Lobo), que debe dirigir el pueblo confundido, que no sabe tener líderes que lo representan.
Además, no toca las cuestiones más sensibles y más grave que enfrenta el país, como la falta de respeto de los derechos humanos, la reforma agraria, el saqueo de los recursos naturales, los sectores más pobres y vulnerables, la lucha contra la corrupción ..... sólo por nombrar unos pocos.
Mientras tanto, todo está tranquilo por la comunidad internacional que todavía no quiere ver a los mártires de este golpe de estado fascista, prefiere mirar por otro lado. Los últimos que fueron asesinados eran dos periodistas: donde terminará la libertad de expresión?¿Dónde está la SIP (Sociedad Interamericana de Periodismo) y donde está Reporteros sin fronteras? ¿Tal vez demasiados ocupados para denunciar la supuesta falta de libertad de libre expresión en Cuba?
Me pregunto: el problema “Honduras”¿ya no es noticia?

Ida Garberi, responsable de la página web en italiano de Prensa Latina

El Apocalipsis es un Negocio para los Medios


Entrevista a Fernando Buen Abad Domínguez para El Correo del Orinoco

Las siguientes preguntas parten de un programa seriado que realiza actualmente History Channel, donde tocan temas espirituales, religiosos, místicos y apocalípticos insinuando que el fin del mundo está cerca y que estará antecedido por la llegada del tercer anticristo, el cual se viene haciendo desde hace varios meses. El programa justifica la permanencia de las tropas invasoras en Irak. Compara a Nostradamus con Bruce Bueno de Mezquita. Analiza el hecho de que Irán esté desarrollando energía nuclear e insinúa que este hecho representa un peligro para el mundo.
1.¿Desde el punto de vista de la investigación periodística, que aportes hace a la sociedad mundial este tipo de programas?
FBAD: History Chanel es una Gran Máquina de producir miedos. Una responsabilidad científica ineludible consiste en definir la "fuente de información", (algún método recomendaría identificar quién dice qué, cómo lo dice, dónde lo dice, en qué contexto y bajo qué intereses...) Yo agregaría que es preciso saber todo eso y, además, se requiere desmontar sus referentes teóricos, sus matrices ideológicas y su conducta concreta en el escenario actual de la "Guerra Mediática", del "Terrorismo Mediático" y de la "Guerra de Cuarta Generación" en el gran marco histórico actual de la lucha de clases. Esto último el History Chanel jamás lo haría. Hay que ver sus nexos con los monopolios mediáticos yanquis y el papel que juega su sede en Venezuela.
Los estudios sobre el miedo desde la literatura, la religión, la influencia mass media etc.- deben estar estrechamente ligados a la ideología de clase. El miedo no sólo constituye una parte de una realidad psíquica, también, refleja otros fenómenos, refracta otra realidad exterior a él. Todo miedo posee significado: representa, figura o simboliza algo que está adentro y afuera. Objetiva y subjetiva porque es un signo. En los signos está la ideología. El miedo significa porque coincide con una serie de imágenes encarnadas en él y originadas por un dato exterior también impregnado como producto ideológico. El miedo se convierte en un signo porque es parte de la realidad social en nada inmune ala lucha de clases. Así tarde o temprano todo miedo refleja y refracta toda la realidad de una persona en condiciones históricas concretas.
Una estrategia narrativa cuyo fin es inocular miedos no sólo domina sobre una esfera psíquica determinada sino que influye como una aproximación, que no existe simplemente como una parte de la realidad, sino que puede distorsionar esa realidad desde un punto de vista parcial. Y eso produce aun más miedos.
Su "aporte" es parte de una ofensiva semiótica responsable de sembrar miedos como quien siembra bombas. Su alma mater es la "escuela" nazi-facista de propaganda que tenía como una de sus tareas principales el crear en la población un clima de sobreexcitación temerosa y pánico. Su negocio (para eso les pagan) consiste en plantar imaginarios sin futuro, desconfianza generalizada y resignación inmovilista ante un destino amenazante sobre el que nunca tendremos control porque el control lo tienen "otros", siempre "otros".
2.¿Se trata de una metodología de la ideología hegemónica para obnubilar conciencias? ¿qué ganarían con esto? ¿cuál es el objetivo?
FBAD: "Ganan" desmovilizando a los pueblos. El miedo se volvió un gran negocio. En USA lo hicieron con las "Armas de Destrucción Masiva" y con ese miedo cercenaron, hasta la fecha, buena parte de los derechos civiles del pueblo norteamericano. En Argentina hay agoreros apocalípticos de los "mass media predicen hoy que no habrá más carne, que no habrá trigo y que se derrumba el dólar con hiperinflación mientras la presidenta adelantará el final de su mandato ¿al estilo Honduras?. En México una campaña histérica respecto al virus porcino, en pleno proceso electoral, encerró a las personas en sus casas y con la "alarma" de contagios la campaña amedrentadora logró que se prohibieran las manifestaciones públicas, los saludos y los besos... Se trata de un laboratorio de manipulación mental controlado por "genios" asalariados, endógenos y exógenos, formados en las filas de escuelas muy diversas (unas publicísticas y otras militares) Su "maestría" consiste en inventar y experimentar agresiones simbólicas que repiten, en su mayoría, las enseñanzas "propagandísticas" de la escuela nazi-fascista. El efecto pernicioso de tales ofensivas contra la identidad y la cultura es invaluable.
3.¿Por qué utilizar un medio como la televisión para difundir este tipo de mensajes?
FBAD: Se usa la Televisión como un agente infiltrado. Las mafias bancarias, terratenientes y empresariales que soportan los púlpitos mediáticos burgueses entran al corazón de las casas a la hora en que se les antoja y hasta los rincones más íntimos. Con la Televisión se puede fabricar y difundir mensajes que parecen "creíbles" porque exhiben imágenes y sonidos que perecen "tomados de la realidad". Uno sabe que la manipulación televisiva, ayudada por los mil efectos especiales de la tecnología que sólo algunos pueden pagar, produce efectos incalculables en los usuarios. Pero la televisión al servicio del capitalismo se ha vuelto un frente mundial de agresiones simbólicas que con su don de "impresionar" y sus maravillas tecnológicas potencia tácticas propagandísticas de clase y logra sembrar confusiones a granel. La lista de ejemplos en inmensa pero la metodología es sustancialmente la misma en todo el mundo porque son los mismos dueños monopólicos yanquis operando en todo el planeta. En Irak, en Irán, en Palestina, en Honduras, en Cuba... en Venezuela.
La televisión es una herramienta que (heredera del cine) aprendió a desarrollar capacidades narrativas muy poderosas. Desde luego que uno puede usar tales capacidades para someter a las personas o para contribuir a su emancipación. Para narrar la Historia de la humanidad y para narrar especificidades de esa Historia, se han desarrollado estrategias didácticas muy convincentes. Pero se trata de las estrategias burguesas que con su mirada e intereses, interpreta la Historia a su antojo y la muestra como lo conviene. History Chanel no es un referente de rigor metodológico, ni a la hora de investigar la historia ni a la hora de presentarla. Es muy probable que no aprobara un examen riguroso de la materia Historia en una escuela primeria o secundaria.
4. ¿Qué impacto tienen actualmente los medios sobre las sociedades?
FBAD: Depende de qué medios hablemos. Los medios de la burguesía están cada día más cuestionados en todas partes incluso en USA. Por su parte los medios impulsados por la voluntad democrática de los pueblos son proporcionalmente (incluso con todos sus faltantes) expresión del fermento revolucionario que, a estas horas, siente el mundo.
Pero no debemos confundirnos. Una cosa es hacer una bomba y otra cosa es ver si estalla y qué impacto produce su estallido. Es tan grave el "impacto" como la fabricación de la bomba. Trato de poner énfasis en esto porque muchas veces la preocupación por el "impacto" nos distrae de la responsabilidad social que le compete al fabricante de los mensajes. Que no es menor. Basta y sobra con que alguien, en solitario o en grupo, se dedique a idear mecanismos mediáticos para amedrentar a una población, para que ese (o esos fabricantes de mensajes) sean sometidos a las restricciones y sanciones democráticas votadas y sostenidas por la mayoría de pueblo. Independientemente de que la bomba estalle o no quien la fabrica y la financia son absolutamente responsables. Ahí debe comenzar la valoración de los "impactos", es decir en los contenidos tanto como en las formas y sus alcances. Y necesitamos capacitarnos para estas tareas con escuelas de cuadros, convenios internacionales y metodologías emancipadas de las hegemonías empiristas que reinan en muchas academias.
Por otra parte uno de los "impactos" (vistos integralmente) más perniciosos, está en la degeneración de las ideas, los valores y los modelos sociales. La propia palabra "Comunicación" ha sido degenerada hasta convertirla en sinónimo de negocio mediático. La palabra Historia, con todo su calibre, suele ser reducida a una noción tediosa y ahora resulta que para volverla "interesante" debe pasar por los cánones del "show bussines". El concepto "Economía" ha suido encarcelado tras las rejas burguesas y para que la clase trabajadora sienta que es un tema que no le pertenece. Así han secuestrado grandes logros de la humanidad y así resulta que la Democracia es pertenencia burguesa, que ellos tienen la patente y los derechos exclusivos y que la Cultura toda es campo de negocios del capitalismo. Quien se atreva a liberarlas, quien se atreva a emanciparlas y democratizarlas es un enemigo de clase que será agredido inclementemente. La historia de las luchas revolucionarias lo sabe muy claramente.
5. ¿La difusión de un presunto fin del mundo en qué beneficiaría a la ideología hegemónica? ¿tendrá esto algo que ver con la crisis del capitalismo?
FBAD: En boca de la televisión burguesa todo es sospechoso de mil cosas. Por una parte puede ser una estrategia de mercado para vender mercancías mediáticas de temporada disfrazadas de "augurios ancestrales". Puede ser una cortina de humo que esconda los crímenes que están en marcha contra pueblos y movimientos emancipadores en toe el mundo. (por ejemplo los asesinatos de inocentes en Afganistán) Puede ser la invención de un "apocalipsis" metafórico, inspirado en leyendas prehispánicas, ideado como laboratorio experimental de nuevas formas del miedo y sus efectos sociales. Como en en experimento radiofónico de la "Guerra de los Mundos" de Orwel (aun insuficientemente estudiada en su relación con la CIA) Puede ser un intento de crear sicosis colectiva que ante un miedo de proporciones catastróficas los pueblos consideren el saqueo de petróleo, minería y cultivos; el saqueo de mano de obra regalada y la destrucción de los ecosistemas... como un asunto de no tanta importancia comparado con el "fin del mundo" televisivo. O puede ser todo junto.
Su idea es sembrar el mundo con caos y confusión y que eso que parezca un "paraíso" donde la violencia contra los pueblos sea activa y constante, déspota, corrupta... domine la falta total de principios, la muerte de la honradez y la honestidad que serán ridiculizadas, innecesarias y convertidas en causa de represión. Mundo donde reina el descaro, la insolencia, el engaño y la mentira... la sangre todo lo envuelve, las degeneraciones sexuales se naturalizan con tufos de alcoholismo, drogadicción, miedo irracional, traición, fascismo y enemistad entre los pueblos, desconfianza entre las personas y sobre todo el reino del odio cultivado pertinazmente.
Nosotros no deberíamos errar en el método de análisis pero para eso necesitamos centros de investigación concentrados en valorar minuciosamente toda hipótesis para impulsar nuestras herramientas científicas propias y dejar de depender de especulaciones. Si sumamos lo que propaga History Chanel con todos las ofensivas semióticas planetarias la perspectiva es escandalosa. Este es un asunto de seguridad Nacional, Regional, Continental y Mundial y así debe ser tratado por los jefes de estado.
6. ¿Cómo influye el pesimismo y el discurso desmoralizante presente en este programa en la propagación de la ideología hegemónica?
FBAD: Necesitaríamos hacer encuestas muy rigurosas para cuantificar científicamente la influencia del "pesimismo" la "desmoralización" y ese estudio no nos alcanzaría porque requerimos también una valoración cualitativa de tipo inter-multi y trans disciplinario. No contamos con recursos o instancias suficientes cuya responsabilidad sea ofrecernos respuestas científicas a estas preguntas y a estas necesidades sociales. No obstante la experiencia revolucionaria de los pueblos es una gran escuela en la que hemos visto claramente lecciones al respecto. Hay condiciones óptimas en Latinoamérica para expandir y profundizar los movimientos revolucionarios y (entre otras razones) se explica que ese avance no se acelere por el hecho de que aún hay miles de personas atrapadas en el escepticismo, el pesimismo y la desmoralización, y viven encerradas en sus casas desconfiando hasta de su reflejo en el espejo.
No hay signos huérfanos. Por otra parte cierto tipo de discursos "pesimistas" y "desmoralizantes" tiene cabida en cierto tipo de usuarios de los mass media. Se requiere un conjunto de predisposiciones y carencias para que un discurso se asimile acríticamente y logre modelar conductas concretas. Es preciso un entrenamiento largo y minucioso y es necesario que tal discurso y entrenamiento se acompañen con grupos afines. Y todo eso ha ocurrido en nuestras narices. Sólo en Latinoamérica los grupos y sectas dedicados a tesis apocalípticas suman fieles por millones. Comenzando con la iglesia católica.
En USA luego del episodio de las "Torres Gemelas" (por no remontarme a ejemplos como el del asesinato del anticubano presidente Kennedy) el discurso apocalíptico consiguió recluir al pueblo en sus casas y con ello cedió todo el poder a las versiones oficiales de Bush que levantó la bandera del miedo en la tesis de las "armas de destrucción masiva" y la campaña mediática mundial que eso implicó. Todo lo contrario ocurrió en Venezuela que en el golpe de estado contra el presidente Chávez el pueblo no fue victimado por "pesimismos" ni "desmoralizaciones" burguesas. He ahí la escuela de la revolución en la Guerra Simbólica.
7. En uno de los fragmentos del programa, se emite brevemente una imagen que muestra al presidente Hugo Chávez, junto con el presidente de Irán y Sadán Huseín, en el caso específico de la población venezolana, ¿qué consecuencias podría generar esto?
FBAD: Estamos en una Guerra Mediática sobre el escenario de la lucha de clases. Hoy se financia una campaña mundial contra el presidente Chávez y la Revolución Bolivariana. Se financia una ofensiva semiótica descomunal en la que la imagen de Chávez se asocia sistemáticamente a la de una malignidad de ultratumba, extraterrestre e infrahumana. Hay pruebas de esto en todas partes. Y no importa si es breve o si es profusa la tara de la ofensiva es sembrar bombas de significado desmovilizador de todo calibre. Y eso merece lecturas disimiles en territorios diferentes. El efecto no es el mismo, hoy por hoy, en USA que en Venezuela. No es el mismo en México que en Bolivia... no es el mismo en Irán que en España... pero la intención es la misma siempre.
Es difícil calcular el número de imágenes (visuales, sonoras o literarias), que circulan por todas partes, para ridiculizar la jerarquía política, la autoridad moral y el aliento revolucionario del presidente de Venezuela. Esta ofensiva obedece a los protocolos ideológicos más ortodoxos de la "Guerra de IV Generación". Se trata de perpetrar un crimen que, al ridiculizar u ofender al presidente de la nación, atenta contra la voluntad democrática de un pueblo. Y viceversa. Golpe bajo con las intenciones más perversas. Hay canallas "tecnificados" que usan computadoras, cámaras de video, fotografías... los hay que ponen cámaras escondidas, micrófonos y dispositivos para la intercepción de correos electrónicos. No faltan los que espían los ordenadores e incluso los que espían e intervienen los "mail" y los "chats". Muchos están altamente tecnificados y consiguen piezas cargadas con volúmenes inexpugnables de violencia psíquica.
Requerimos herramientas semióticas puestas al lado de las mejores luchas sociales para hacer visibles y transparentes todos los recursos que se despliegan para confundir, desmoralizar, desmovilizar y amedrentar. Es inexcusable fortalecer tareas políticas, jurídicas y científicas para desarrollar frentes internacionales al servicio de la justicia mediática y la emancipación frente a los, cada día más organizados y más costosos, planes alienantes cuyos arietes son los mass media de las oligarquías. No bastan los análisis semióticos funcionalistas ni los estructuralistas, con sus purismos o sus inter-combinaciones.
Necesitamos una semiótica dispuesta a transformar el modo de producción capitalista en materia de semántica, sintáctica y pragmática burguesas. Necesitamos aprender a desmontar el discurso enajenante pero también necesitamos entrenarnos para impulsar los nuevos discursos emancipadores. El escenario latinoamericano actual, que debate y repudia la instalación de más bases militares norteamericanas en nuestros territorios, tiene ante sí la llegada de arsenales mediáticos que son ya, desde hace no pocos episodios bélicos, armas avanzadas para la llamada "Guerra de IV Generación", es decir, Guerra para invadir conciencias y derrotarnos psico-socialmente. Esa ofensiva con su propagandismo bélico no respetarán a niños, ancianos, mujeres ni hombres. No respetarán los Derechos Humanos ni respetarán culturas, identidades ni diversidades. Se trata de una maraña, muy bien planeada, de signos ideológicos. Su cualidad semiótica radica en romper el tejido social, desconfiar de él a cambio de una moral individualista. Emboscada semántica para sembrar un imaginario de miedo absolutamente reñido con la verdad.
Una de las tareas más importantes, y más complejas, frente a las estrategias "propagandísticas" desestabilizadoras, radica no sólo en el desmontaje semiótico de los discursos sino en hacer visibles, para cualquier persona, los resortes ocultos que diseñan ciertos especialistas en manipular conciencias. Latinoamérica se ha convertido en laboratorio permanente para el ensayo de las estrategias "propagandísticas" más deleznables y peligrosas. Chávez es un líder transformador y revolucionario... les inspira mayores odios. Su "Alma Mater" es el dinero y su fin último es desmovilizar al enemigo sin importar qué obscenidad haya que usar. Hay ejemplos a raudales y se gasta, en ello, millonadas monstruosas. El objetivo es sembrar el caos, sustituir los valores, obligar a creer en lo falso. Representar una tragedia, la muerte, lo irreversible... y destruir la moral y la conciencia del otro. Especialmente si es socialista.

Héctor Escalante (El Correo del Orinoco)

El Estado Burgués Terrorista


Los Estados Unidos sostienen que su política se basa en el principio de "no negociar con terroristas". Además, hacen alarde de su posición como "defensor" de los derechos humanos en todos aquellos países del mundo donde éstos son violados. Si fuéramos extraterrestres y llegáramos a este contaminado planeta, llegaríamos, en primera instancia, de que existe un Estado poderoso, que tiene el papel de guardián del planeta, y que los habitantes del mismo tienen asegurada la paz gracias a la efectiva acción de este guardia.
Pronto nos encontraríamos con una realidad completamente distinta, descubriendo que ese fanático de los derechos humanos, es más bien el causante de todas las calamidades que sufre la humanidad como consecuencia de la ambición desmedida, y la inescrupulosa práctica política de este guardián; también descubriríamos que existen millares de lacayos del guardián que se dedican intensivamente, sin descanso, a cumplir los designios de este.
La verdad que la relación entre la violación de los derechos humanos y la capacidad de respuesta en la defensa de los mismos es bastante desigual. Mientras se emplean volúmenes inimaginables de recursos para la represión (en todas sus manifestaciones), la iniciativa ciudadana de defensa de los miembros de la sociedad, cuenta apenas con la denuncia como su herramienta más efectiva. En este esquema, la vulnerabilidad ante la brutalidad es imposible de medir, pues el Estado imperial sólo conoce conceptos como "daño colateral" y "gente de la que se puede disponer".
Este proceder, nos lleva, en la práctica, a entender que las manifestaciones pro derechos humanos llevadas a cabo desde el Estado burgués neoliberal, es un acto hipócrita, que esconde de manera abierta (aunque esto suene bastante contradictorio) la naturaleza represiva del Estado burgués, y su profundo desprecio hacia la existencia misma de la clase trabajadora (entendiendo ésta como aquel grupo de la sociedad sin acceso a medios de producción, de bienes o servicios; empleados o desempleados; y otros grupos, que creyendo ser microempresarios, venden su trabajo al capital), que es la generadora de la riqueza que sostiene el sistema.
Este mismo Estado burgués terrorista, que desprecia la ciencia, y privilegia la capacitación frente a la educación; que privatiza los servicios de salud que atienden la vida, y los funerarios que se encargan de la muerte; el mismo Estado que es capaz de cuantificar el hambre, pero que es incapaz de solventar los problemas esenciales que evitan al pueblo tener una vida digna. Este Estado que nos dice que la pobreza es un estado "natural" que los hombres y mujeres adquirimos por una voluntad más allá de nuestra comprensión.
Comprender la naturaleza moral de este Estado terrorista es sumamente complejo, y sólo puede ser superado en complejidad por la comprensión de los límites a los que puede llegar con tal de mantener intactos sus privilegios. En cualquier caso, deberíamos entender que esta es una actitud de clase, en la que los grupos que ostentan el poder (entendiendo al mismo más allá de la estructura formal del derecho burgués), que está determinada por los intereses, nacionales e internacionales, de un grupo dominante agresivo, feroz e inescrupuloso.
Nos encontramos en este punto con problemas graves generados por la falta de conciencia política de las víctimas potenciales; un grupo de la sociedad que crece constantemente, en proporción directa a la profundización de la inequidad que por naturaleza produce el sistema capitalista. En la medida en que crecen las manifestaciones de descontento, las reivindicaciones gremiales, las disputas por la tierra y toda una selección de conflictos generados por la explotación de una clase por otra, crece la represión desmedida que se instrumentaliza a través del Estado burgués terrorista.
Desafortunadamente, para muchos de nosotros, o más bien para todos, el trabajo de enajenación que lleva adelante la clase dominante, tiene un impacto real innegable sobre amplios sectores de la sociedad. De esta manera, siguiendo conceptos positivos, muchos creen ser burgueses y se ponen decididamente al servicio de los grupos de dominación para llevar adelante la estructura que mantiene vigentes los esquemas de explotación que nos someten.
En un repaso rápido de las contradicciones que desunen a los grupos sociales, nos daremos cuenta que la mayoría están fundamentadas más en la inconciencia y la falta de formación que en un entendimiento concreto y correcto de la realidad. Las agresivas y permanentes campañas mediáticas ejercen un control desmedido sobre la conciencia de la sociedad sin tener prácticamente ninguna fuerza contrapuesta que busque el balance entre la alienación y la objetividad.
Aún en estados en procesos revolucionarios concretos, los medios de comunicación masiva, en su mayoría en poder de los grupos dominantes, constituyen verdaderas armas ideológicas en una guerra muy desigual. Esta desigualdad tiende a ampliarse en la medida que somos incapaces de generar estrategias y tácticas viables, accesibles y realistas para llevar a cabo procesos de formación rápidos y efectivos.
En concreto, la violación a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad ejecutados por el Estado burgués terrorista, cuentan con la complicidad de la pasividad de nuestro accionar. Es increíble, que después de cinco siglos de brutalidad, todavía hoy sigamos viendo a un vecino delatando al otro aunque ambos tienen que enfrentar la dureza de la misma realidad; y es más increíble aún que esto suceda cuando escuchamos tantas voces que dicen estar en favor de las causas populares (por favor no confundir "popular" con "suciedad, haraposo, rústico, hediondo” y muchas otras analogías que las clases dominantes utilizan para denigrar aquello que proviene del pueblo).Somos pues, corresponsables, por omisión, de la barbarie que llevan adelante aquellos que creen ser los legítimos herederos de la voluntad de Dios. En este punto deberíamos asumir una posición de humildad y reconocer nuestras carencias, e incluso negligencia, para producir las condiciones materiales necesarias de defensa ante la agresión del Estado burgués terrorista. Quizá sea el momento de acercarnos unos con otros y encontrar el camino de la unidad a través de la defensa de nuestra propia existencia.
Esto no quiere decir de manera alguna que estemos en posición de compartir la responsabilidad intelectual y material del baño de sangre que se sostiene en toda América latina desde hace varios siglos. Los asesinos siguen siendo los asesinos, los patrones siguen siendo los patrones, y los culpables siguen siendo los culpables, para ellos ni olvido ni perdón.
Sin embargo, estamos obligados a adoptar una posición constructiva, y a asumir la responsabilidad histórica de generar conciencia permanentemente, en todos los foros, en todas las circunstancias, casa por casa, familia por familia, individuo por individuo. No olvidemos que el conocimiento que no se transmite, que no se comparte, no sirve para la lucha y si es muy útil para nuestros adversarios.
Tampoco deberíamos seguir propagando versiones distintas de los mismos conceptos emulando las actitudes dogmáticas de sectas religiosas que sólo empobrecen la conciencia colectiva del pueblo. El mensaje debe ser claro, los objetivos deben ser claros, las actitudes deben ser claras, y, el espíritu unitario y revolucionario deben prevalecer. Si la razón nos asiste, si los argumentos que esgrimimos en contra de la injusticia, de la vejación, de la exclusión son correctos y genuinos, entonces vamos a todos los rincones de nuestro país a darle a todos nuestros hermanos y hermanas lo que Hollywood, las telenovelas, Chespirito, Chabelo y muchos más les niegan: la verdad.
No deseamos adoptar posiciones de profetas. Simplemente, la formación, la concientización, la transmisión de la verdad son las armas más poderosas que poseemos para enfrentar al Estado burgués terrorista y su brutal agresión contra el pueblo.
Aquí vamos a retomar la postura del imperio, y replicamos con valor y dignidad: "nosotros tampoco negociamos con terroristas".
"Si lográramos unirnos, qué hermoso y cercano sería el futuro", Che

Roberto Salgado

El Baile Rojo - La historia sobre el genocidio contra la Union Patriotica

El negocio de la droga en Estados Unidos


Estados Unidos no solamente es el mayor consumidor de drogas en el mundo sino también se ha convertido en uno de los mayores productores de marihuana al alcanzar las 10 000 toneladas métricas anuales y cuyas utilidades son mayores que la de alimentos como el maíz y la soya.
La mayoría de esta droga es sembrada en los parques nacionales como el bosque californiano de Secuoyas donde según Brent Word, supervisor de la Oficina de Narcóticos del Departamento de Justicia de ese Estado, traficantes mexicanos y estadounidenses emplean guardias armados y tendidos de cables que detectan cualquier intruso para proteger parcelas con miles de plantas, capaces de producir hasta 30 toneladas al año.
El Bosque Nacional de Secuoyas en el centro de California contiene un mosaico de plantaciones escondidas a lo largo de arroyos y cañadas, lejos de los senderos de excursionistas. Lo mismo ocurre en otros parques, entre ellos el Yosemite y en Apalachia, colindante con los Estados de Kentucky, Tennessee y West Virginia.
Además de estos sembrados en parques federales lejanos, también se incrementó la producción de marihuana en casas ubicadas en las ciudades. En estos centros, la hierba se cultiva bajo extremas medidas dentro de varios locales completamente cerrados.
Allí, el personal encargado de su cuidado permanece las 24 horas pues a las plantas no les puede faltar luz artificial, abono y agua. Las casas, hermetizadas para que las luces no se vean desde el exterior, son custodiadas permanentemente por los narcotraficantes.
Este negocio se ha incrementado en los Estados de La Florida y California. El cultivo es permanente y cada cosecha se evalúa en miles de dólares.
Esta droga ha sido objeto de cruces y mutaciones genéticas que han dado lugar a la marihuana transgénica y la sintética, las cuales cuentan con un 20 % de concentración de tetrahidrocannabinol (THC), que causa el doble de daño al sistema nervioso central, en comparación con la marihuana regular.
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) divulgado en 2008 informó que Estados Unidos es el mayor consumidor de drogas del mundo. Solo en cocaína, los norteamericanos consumen un tercio de la producción mundial.
Las cifras son significativas pues señala que 72 millones de estadounidenses mayores de 12 años, han consumido drogas alguna vez. Asimismo, lo han hecho el 41 % de los jóvenes que asisten a las escuelas secundarias y el 47 % de los preuniversitarios. El documento explica que el 62 % de los estudiantes de secundaria asiste a centros donde se trafica con drogas.
La comercialización reporta “beneficios” en Estados Unidos por más de 100 000 millones de dólares anuales que también ayudan a mover la economía en una sociedad donde el consumo es la base del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Las autoridades apenas confiscan el 1 %. A causa del consumo de drogas, 20 000 norteamericanos mueren cada año; decenas de miles van a parar a las cárceles.
El ex presidente William Clinton reconoció durante una audiencia congresional en 2007, que en Estados Unidos se consume el 50 % de las drogas producidas en el mundo, mientras su población es solo el 5 % del orbe.
Pese a que Washington acusa constantemente a otros países (en la mayoría en forma injustificada) de tener relaciones con el narcotráfico, muchos de sus funcionarios han reconocido que el problema fundamental se halla en su propio país.
En declaraciones recogidas por la agencia mexicana Notimex, en fecha tan lejana como diciembre de 1997, el ex director de la DEA, Thomas A. Constantine, reconoció que sin grupos de distribución en Estados Unidos los cárteles no podrían operar. Explicó que ellos necesitan (y tienen) en Norteamérica una red de administradores de alto nivel, transportistas, contadores, expertos en comunicaciones y personal de almacenamiento.
La canciller mexicana, Patricia Espinosa, afirmó recientemente que la violencia del narcotráfico en localidades de su país cercana con la frontera del vecino del norte, deriva de la falta de reducción del consumo de drogas en Estados Unidos.
Razón suficiente tiene Espinosa pues se conoce que más de 300 000 organizaciones y bandas, en el gigante del norte, participan en el control de la droga.
Con la actual crisis económica mundial, los precios de los estupefacientes se han incrementado abruptamente. Organizaciones No Gubernamentales norteamericanas que protegen a víctimas de ese flagelo, aseguran que el precio de un kilo de cocaína cuesta 2 500 dólares en Colombia, 4 000 en Panamá, 6 000 en Guatemala, 12 000 en México, 16 000 en la frontera norte del país azteca y 139 000 en Estados Unidos, o sea, 200 dólares el gramo en las calles.
En la sangrienta ruta desde Sudamérica hasta el principal mercado consumidor de la droga, su valor aumenta enormemente.
Son numerosos los informes que relacionan a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) con el tráfico de drogas para emplear el dinero en desestabilizar gobiernos o crear campañas adversas contra naciones que no se pliegan a sus exigencias.
Un estudio del Departamento de Estado reconoce que pese a la intervención militar norteamericana en Colombia, ese país sigue siendo el líder mundial en producción de cocaína con el 70 % del total de distribución mundial y el 90 % de procesamiento.
Por tanto, cada día son más incongruentes los informes emitidos en Washington sobre actividades de drogas pues el centro del negocio se encuentra concentrado en sus naciones aliadas y en su propio territorio.

Hedelberto López Blanch
Rebelión

Las cosas tienen que cambiar

Entrevista a Karlheinz Deschner, autor de la Historia Criminal del Cristianismo

Karlheinz Deschner nació en Alemania en 1924 y se licenció en filosofía y teología por la Universidad de Würzburg. Es autor de numerosas obras críticas con la Iglesia Cristiana, entre ellas la Historia Criminal del Cristianismo, obra inacabada que va por el noveno tomo, y a la que se ha podido dedicar gracias al apoyo económico de varios patrocinadores privados. En 1971 fue juzgado por difamación de la Iglesia, pero ganó el juicio, y en los últimos años ha recibido numerosos honores. La Fundación Giordano Bruno ha instituido un premio que lleva su nombre, y cuyo primer galardonado ha sido el biológo Richard Dawkins.

Sr. Deschner, ¿cuál es la esencia del cristianismo?
Karlheinz Deschner: La buena nueva con pintura de guerra. Incluye muchas leyendas bonitas, por ejemplo la historia de la resurrección, así como muchos mandamientos bonitos, por ejemplo el mandamiento del amor al prójimo, del amor al enemigo, el mandamiento de no robar, no matar y la astucia de no cumplir ninguno de estos mandamientos. El cristianismo es la fusión de un coro con una conflagración.
Pero, ¿qué tiene de malo el cristianismo hoy en día? Historia criminal del cristianismo es el título de su obra principal, que va ya por el octavo tomo. ¿La Iglesia no ha perdido mucha influencia, al menos en Europa occidental?
En primer lugar: yo no estoy describiendo el cristianismo actual, el que existe ahora, sino un pasado, es decir, a veces (y a veces no) algo un poco distinto. Pero lo que sigue siendo criminal del cristianismo actual son las repercusiones de su ideología, las muchas consecuencias de su demencia dogmática, que no se conforma solamente con la fe, sino que quiere hacer proselitismo, expandirse, conquistar. Lo que hoy en día sigue siendo criminal del cristianismo es su desastrosa moral sexual y social, su práctica de proteger dentro del vientre materno lo que luego se sacrifica en la guerra; como si en las tripas de las mujeres se criara la carne de cañón. Los grandes sacrificios de los pobres a favor de los ricos se convierten en pequeños sacrificios de los ricos a favor de los pobres. Lo que las iglesias pierden, o parecen perder, en Europa occidental, lo ganan en otros lugares, por ejemplo en “God’s own country” (la Tierra propia de Dios, N. de la trad.)
Hoy en día, ¿el Islam radical no supone un peligro mucho mayor?
En lo que respecta al Islam, dejando de lado sus propios potenciales agresivos, que se entremezclan con la miseria socioeconómica del Tercer Mundo, en lo que respecta al Islam que ya casi se ve sólo, como en su día se vieron los judíos o los comunistas, en el papel del mal, casi del único gran mal, ¿no podríamos pensar que este papel les viene bien a determinados sectores occidentales, no podrían incluso haber alentado, en secreto, el peligro islámico?
Pero es evidente que muchos terroristas de hoy en día legitiman sus asesinatos a través del Islam.
Sí, de acuerdo con la opinión pública que predomina aquí. Pero un estudio que la Fundación Bertelsmann llevó a cabo en todo el mundo y que se publicó a finales de noviembre llega a otra conclusión. Este estudio no menciona como motivo principal de la violencia política (que en los últimos cinco años se ha triplicado) el fanatismo religioso, sino la pobreza, la mala administración y la represión. Según el estudio, el extremismo religioso, incluido el islámico, está aumentando, pero en conjunto sólo supone una cuarta parte de los grupos terroristas. La mayor proporción, un 36%, sigue correspondiendo a los movimientos nacionalistas.
¿Cómo ve usted la relación entre cristianismo, Islam y judaísmo? La violencia y la exclusión de los que piensan de otro modo, ¿está presente en todos los monoteísmos, o hay gradaciones?
Las tres religiones monoteístas tienen algo de intolerancia. Algo de violencia y violación. Debido a su idea de ser el pueblo elegido, tienen unas aspiraciones absolutistas que excluyen de entrada una auténtica tolerancia.
¿Qué le motiva a usted a lo largo de las décadas para este trabajo increíble? ¿La indignación?
¿Qué me motiva? Muy sencillo: la injusticia. Una injusticia que clama al cielo, que durante milenios se ha empaquetado en palabras pseudo piadosas, en mentiras escandalosas; los detalles se pueden leer en mis muchos libros críticos con el cristianismo.
Usted se define como agnóstico. ¿Qué quiere decir exactamente?
Como agnóstico, soy honrado y dejo abierta la pregunta sobre Dios y sobre la inmortalidad. No la niego, aunque para mí El no tiene una gran probabilidad. Pues si bien comparto con Shakespeare la idea de que hay más cosas en el cielo y en la Tierra de las que puede soñar nuestra filosofía, pienso, como Goethe, que no podemos explorar esa cuestión, que nuestro cerebro está demasiado limitado. “Del mismo modo” dice Darwin “podría especular un perro sobre el entendimiento de Newton”. Y no lo digo con afán de criticar a los perros.
¿Usted fue creyente antes? Y en ese caso, ¿cuándo dejó de serlo?
Fui creyente de niño. A los diez años quería ser cura. A los once ya no. A los quince años leía a Nietzsche, en la universidad a Schopenhauer y Kant. Con eso fue suficiente para despedirme del cristianismo. Y con lo que ya conseguí acabar con un residuo emocional que tampoco se debe subestimar es con la escritura de Abermals krähte der Hahn (El gallo volvió a cantar), en su mayor parte una historia de los dogmas del cristianismo temprano, en parte una historia comparada de las religiones; 25.000 horas de trabajo en cinco años.
¿La reforma supuso un avance, una humanización del cristianismo?
No, para nada. Significó continuar con los crímenes. Bien es cierto que Lutero desenmascaró las leyendas de los santos como cuentos. Pero mantuvo las leyendas bíblicas; la creencia en el diablo; en las brujas; el exterminio de los herejes; el antisemitismo, la guerra, la servidumbre, el príncipe. A eso se le llama reforma.
¿Y en Suiza? ¿Zwingli fue mejor?
Zwingli no quería que lo confundieran con Lutero, le sabía muy mal que los papistas lo llamaran luterano, pero no era tan independiente, al menos en la práctica. Al igual que Lutero se amparaba en los príncipes, él se amparaba en el Consejo de Zurich, la ciudad república autónoma. Al igual que Lutero combatía los levantamientos de los campesinos, al igual que Lutero actuaba en contra de los que bautizaban, al igual que Lutero (y que todos los cristianos auténticos) se mostró a favor de la guerra. Igual que Lutero, dividió las tierras y, a diferencia de éste, atacó con toda violencia a los católicos del interior de Suiza. Finalmente, opinaba que “la Iglesia sólo podía renovarse por la sangre". La sangre era siempre lo que más les deleitaba, sobre todo la de los demás.
¿Y Calvino?
Ay, ese asceta enfermizo, pálido, vestido de negro, que parecía no sentir nada por la naturaleza ni por el arte ni le gustaban las mujeres ni disfrutaba de la vida, que sólo sentía un ansia insaciable de poder, que sólo quería imponer sus teorías, su dictadura teocrática; fanatismo acérrimo, espionaje sistemático, castigar y meterse en lo más privado de las vidas de los demás. Basta con pensar en su comportamiento vil hacia Miguel Servet, reformista como él, médico y filósofo de la naturaleza, a quien por una diferencia teológica metió en la cárcel y luego lo quemó en la hoguera, dejando que ardiera vivo durante media hora, hasta que la víctima, que no paraba de gritar, se convirtió en una masa de carbón. Doscientos años más tarde, Edward Gibbon, el gran historiador de la Ilustración, afirma que este sacrificio “le conmovió más que los miles que murieron en las hogueras de la inquisición”.
Una sociedad atea, ¿es automáticamente una sociedad mejor?
No, desde luego que no. Pero una sociedad sin “Dios”, sin mitos, sin la base de unas religiones mentirosas militantes, me parece algo a lo que merece la pena aspirar. No sé si las cosas mejorarán si cambian. Pero cito a Lichtenberg: "Pero las cosas tienen que cambiar para poder mejorar".
Los casos de pedofilia, ¿son un fenómeno nuevo, o forman parte de la Iglesia?
Por supuesto que la pedofilia no es nada nuevo. Eso existe en la Iglesia desde que existe la Iglesia, incluso antes, en los tiempos del cristianismo primitivo. Si leemos las cartas de Pablo, las auténticas y las seis falsificadas, se encuentran, igual que en otras partes del Nuevo Testamento, todo tipo de “pecados” sexuales.
¿Las “perversiones” de los sacerdotes están relacionadas con el celibato?
Es muy posible. Pero la mayor parte de los célibes no le hicieron mucho caso al celibato, en lugar de renunciar a UNA mujer mantenían a montones de ellas, en cierto sentido el matrimonio de los clérigos es sustituido por un harén de clérigos. En el siglo VIII, San Bonifacio pilla a los curas con cuatro, cinco o más concubinas en la cama. Luego hubo en Basilea obispos con veinte, con sesenta y un niños, incluso los monasterios están llenos de mujeres, y las monjas le hacen la competencia a las prostitutas. En el siglo XIII, hasta los papas se lamentan de la indecencia del clero, les dicen que son peor que los laicos, la podredumbre de los pueblos. En el siglo XV, en el Concilio de Constancia, el que quema a Hus, participan además del Espíritu Santo setecientas prostitutas públicas, sin contar las que se trajeron los propios padres del Concilio.
¿Y los propios papas?
En el mismo siglo, el papa Sixto IV, el que construyó la Capilla Sixtina, que lleva su nombre, y también un burdel de mucho éxito, cohabitaba con su hermana y con sus hijos. ¡Y en 1476 introdujo la fiesta de la Inmaculada Concepción! Por descontado que después de las reformas tridentinas continuaron las bacanales del clero. Incluso en el año 1970, una asociación católica de Munich lamenta la hipocresía los sacerdotes católicos, que mantienen relaciones secretas similares al matrimonio.
Entonces, ¿está usted a favor de abolir el celibato’
Para nada. Yo, al igual que los papas, estoy totalmente a favor del celibato: el que quiera ser católico, el que quiera ser cura católico, que se aguante.
¿Se puede decir que el primer cristianismo fue bueno, pero que la Iglesia lo convirtió en algo malo?
Eso es lo que creen muchos. Pero, aparte de que el cristianismo no tiene nada, absolutamente nada de original (desde la Navidad hasta la ascensión, todo son plagios), ya el primer tomo de la Historia Criminal testimonio en casi cien páginas las luchas de los primeros cristianos contra el judaísmo.
Usted mismo es la mejor prueba del espíritu liberal del cristianismo. En el Islam, haría ya tiempo que le habrían colgado una fatua.
Y antes, en el cristianismo, me habrían excomulgado, o colgado, o quemado, durante siglos. Que nadie se confunda: hoy en día es sólo la relativa impotencia del clero lo que impide que quemen a sus enemigos.
¿Vivimos en una sociedad laica, o la religión sigue siendo un factor importante, o incluso que va a más?
No hace falta más que encender la televisión para ver el tratamiento que reciben las iglesias y sus dirigentes, el papa, el espacio que se les dedica, los comentarios . . . Por no pensar lo que ocurrirá entre bastidores.
El papa actual, ¿tiene cabida dentro de su historia?
Sí, en la medida en que parece que continúa en todos los aspectos esenciales la política de sus antecesores, sobre todo la terrible represión sexual que me temo que seguirá cobrándose víctimas mientras vivan y mueran los hombres. El legado de quienes le precedieron se documenta en mi obra Política de los papas en el siglo XX, de casi 1400 páginas.
Benedicto XVI, ¿podría romper, si quisiera, con esta lamentable tradición?
En contra de lo que se suele creer, no tiene tanta importancia quién encabeza la curia. Por más poder que tenga, su margen de actuación es limitado. Depende de todo el aparato burocrático y jerárquico, de tendencias políticas y teológicas, de pugnas dentro de la curia y fuera, en la iglesia de los obispos. En la práctica, el papa, aparentemente un autócrata, está atado por todos los lados, muchas veces las decisiones ya están tomadas antes de que él las pronuncie. Rara vez tiene el papa la capacidad de integrar los extremos, a menudo no es más que el órgano de ejecución de un bando u otro. En resumen, el Vaticano es una camisa de fuera para su soberano.
¿Se pueden dar cifras de la víctimas del cristianismo?
Si a las víctimas directas (paganos, judíos, musulmanes, herejes, brujas, indios) se le suman las indirectas, por ejemplo las de las dos grandes guerras del pasado siglo, que todas las Iglesias cristianas alentaron con insistencia, no cabe duda de que han sido varios cientos de millones de humanos; por no hablar de los animales.
Vamos a ver. Las víctimas de las dos guerras mundiales, ¿se las atribuye usted a la Iglesia? El régimen comunista de la URSS era ateo, y los nazis también estaban en contra de la Iglesia. Los cristianos estaban en su mayoría del lado de las víctimas, o se opusieron a los regímenes totalitarios.
Casi todo eso es cierto. Ahora bien, y ahí está la vergüenza, las Iglesias, la católica, la protestante y la ortodoxa, todo el clero colaboró con los regímenes que hicieron la guerra, fue una íntima colaboración por todos los lados.
Pónganos un ejemplo. ¿Qué papel desempeñó el papa durante la primera guerra mundial?
Pío X, fanático antieslavo, prácticamente metió a Austria en la primera guerra mundial. Y también el secretario de estado del cardenal Merry del Val, nada más estallar el infierno, dijo literalmente que “tenía la esperanza de que la Monarquía fuera hasta el final”. Hay documentos que lo prueban sin lugar a dudas. Y hay miles de sermones vomitivos animando a la guerra, que rebosan de fervor bélico y espíritu asesino. A las matanzas las llaman “primavera de los pueblos”, “tormenta de Pascua”, el silbido de las balas es “el canto de la misa”, los cañones “altavoces de la piedad que llama”, las trincheras son “la gruta de Getsemané”, la campo de combate es “Galgatá”, y el instante de la muerte, el “momento divino”. Ahí estaban los cristianos, pero eran víctimas y también culpables, ambos.
¿Y en la segunda guerra mundial?
Bueno, pues antes el papa había apoyado desde el principio, y había llevado al poder, a todas las bandas fascistas, en Italia, Alemania, España, las más deleznables en Croacia. Y al principio de la segunda guerra mundial Pío XII amenazó a “millones de católicos del ejército alemán”: “Han jurado, tienen que obedecer.” Les metió en la cabeza que el Führer era el jefe supremo de los alemanes y que negarle obediencia era pecado. Este papa no sólo expresó, en mitad de la guerra, gran simpatía por Alemania, sino también, literalmente “admiración por las grandes cualidades del Führer”. Incluso le transmitió a éste, a través de dos de sus nuncios, literalmente, que “no deseaba nada con más anhelo que su victoria.”
¿Por qué? ¿Por miedo, por adaptarse? ¿O perseguía la Iglesia sus propios fines?
Pío XII (propietario de una fortuna personal de ochenta millones en oro y títulos) tenía la esperanza de conseguir, en la segunda guerra mundial (25.000 muertos diarios, gasto diario de dos mil millones de marcos) lo que el papado no había conseguido con Habsburgo y el Káiser alemán: el gran objetivo de Roma, convertir en católicos los Balcanes y someter a la Iglesia rusa ortodoxa.
¿Cuál fue la reacción de la Iglesia rusa ortodoxa?
Se puso inmediatamente del lado de la URSS atea, del lado de Stalin. Pues es que, sean católicos, protestantes o ortodoxos, en realidad siempre se trata de lo mismo, de una sola cosa: el poder, el poder, el poder. Y así pues, se hizo una llamamiento a la población para que apoyaran a Stalin, y se celebraron misas para rogar a Dios por la victoria del Ejército Rojo. Un Concilio de 46 obispos le deseó “a nuestro queridísimo jefe José Stalin una larga vida”.
¿La religión nos atonta automáticamente? ¿O también puede ennoblecer a los hombres?
No sé, tal vez en algunas ocasiones ennoblece, sobre todo a aquellos que por sí mismos también se habrían ennoblecido. Pero los cristianos buenos son los más peligrosos, porque se los confunde con el cristianismo. Y todas las creencias absurdas, siempre, nos hacen un poco estúpidos.
Usted lucha contra la literatura de mal gusto, el modo de vida americano y la crueldad contra los animales. Estos distintos combates, ¿surgen de una fuente común?
Sí, así lo creo: surgen de un aparato sensorial especialmente sensible, de una gran repugnancia tanto de lo falso como de lo injusto.
Hablando de América, ¿piensa usted que la religión es un factor importante de la política de Bush?
Desde luego que sí. De eso no hay ninguna duda, dada la mentalidad de muchos americanos, que son tan propensos a la beatería. En cuanto al presidente mismo, lo considero suficientemente retardado como para creerse las cosas “religiosas” que dice. Por una parte. Por otra parte, lo considero una persona con tan poco personalidad como para no creerlo. Sin querer subestimar su falta de inteligencia, esto último me parece incluso más probable.
¿Qué le respondería usted a un niño que entrara en una iglesia y le preguntara lo que es?
Citaría a Nietzsche: la sepultura de “dios”. Un recuerdo petrificado de algo que muy probablemente no existió jamás.
Usted ha dedicado su vida a una obra inmensamente extensa. ¿Volvería a hacer lo mismo?
Pues me gustaría haberlo hecho de otra manera en algunos casos: mejor, mejor en el sentido formal. Y lo que más me habría gustado es, no luchar contra algo (algo tan necesario como combatir el cristianismo) sino a favor de algo: la liberación de los animales. Pues lo que les llevamos haciendo desde hace miles de años, a unos seres tan sensibles como nosotros, que se alegran y sufren como nosotros: permitirles que nazcan sólo para poder sacrificarlos y comerlos, eso es el mayor crimen de la historia de la humanidad, algo horrendo. Lo pienso todos los días, a menudo, pero no debo pensarlo mucho para no volverme loco.
Una persona como usted, que probablemente no cree en la vida eterna, ¿se enfrenta al hecho de que la vida sea transitoria y la muerte definitiva?
Sí, son cuestiones sobre las que reflexiono. Soy viejo. Está oscureciendo, y la luz es mi color favorito. Pero prefiero morir con miles de dudas que morir eufórico pagando el precio de la mentira.
¿Tiene usted un sueño?
Mi madre solía decir que yo era un soñador obstinado. Me hice mayor y tuve algunos sueños, entre ellos el sueño del progreso, de un mundo mejor. Ahora casi sólo hay un progreso con el que sueño: que los políticos y los curas no nos den miedo, sino risa.

Weltwoche (Suiza)

Traducción e introducción de Anahí Seri