jueves, febrero 27, 2014

Venezuela más allá de las protestas: La revolución llegó para quedarse



Para quienes no conocen bien al tema venezolano, no se engañen por el título de este artículo. La revolución a la cual se refiere no se trata de lo que muchos medios están mostrando, con protestas llamando para el derrocamiento del Presidente Nicolás Maduro. La revolución que llegó para quedarse es la Revolución Bolivariana, que comenzó en 1998 cuando Hugo Chávez fue electo presidente por primera vez y desde luego transformó a éste país productor de petróleo a una nación progresista con un gobierno del pueblo que prioriza la justicia social. Las manifestaciones tomando lugar durante los últimos días en Venezuela son intentos para socavar y destruir esta transformación con el objetivo de devolver el poder a la élite que dominó al país durante más de 40 años.
Aquellos que están manifestando en contra del gobierno no representan a la mayoría trabajadora que luchó para derrotar la exclusión opresiva de la cual fueron víctimas antes de Chávez. Los jóvenes que hoy salen encapuchados en las calles en Caracas y otras ciudades por el país, destruyendo bienes públicos, vehículos, quemando basura, bloqueando tránsito de forma violenta, y lanzando piedras y cocteles molotov en contra de las autoridades están siendo manejados por intereses extremistas de extrema derecha, del sector más adinerado en Venezuela. Liderados por los neoconservadores Leopoldo López, Henrique Capriles y María Corina Machado – quienes vienen de tres de las familias más ricas del país, el 1% del 1% - los manifestantes no están buscando la revindicación de sus derechos fundamentales, ni están pidiendo educación o salud gratuita, porque todo eso ya está garantizado por el estado, gracias a Chávez. A cambio, ellos están intentando llevar al país a un estado de ingobernabilidad que justificaría una intervención internacional con el fin de provocar un cambio de régimen.
Antes de que Chávez fue electo en 1998, Venezuela vivió una epoca oscura y difícil, con una democracia gravemente herida. Durante los años noventa, la pobreza creció a casi 80%, la economía estaba en el suelo y la clase media estaba desapareciendo con millones cayendo en un desespero económico. Las garantías constitucionales estaban suspendidas, un toque de queda nacional fue impuesto y la corrupción era masiva. Aquellos que protestaban en contra del gobierno fueron brutalmente reprimidos y muchas veces, asesinados. De hecho, durante el periodo de la llamada “democracia representativa” en Venezuela, del 1958 al 1998, antes de la transformación a una democracia participativa bajo Chávez, miles de venezolanos fueron desaparecidos, torturados, perseguidos y asasinados por las fuerzas del estado. Ninguno de sus derechos fueron garantizados y nadie, con la excepción de las víctimas, le importaba. Organizaciones internacionales de derechos humanos demostraban poco interés en Venezuela durante esa epoca, a pesar de las claras y sistematicas violaciones en contra del pueblo.
Aquellos que tenían el poder en esos años, también conocidos como la “Cuarta República”, representaban una minoría elitesca – familias que tenían la riqueza de la nación y sacaban provecho de las lucrativas reservas petroleras. Millones de dólares de las ganancias petroleras que pertenecían al estado (el petróleo fue nacionalizado en Venezuela en 1976) fueron robados y sacados del país a través de las hinchadas cuentas bancarias de venezolanos enriquecidos y funcionarios corruptos que tenían casas en Miami, Nueva York y la República Dominicana, donde vivían en lujo, mientras sufría la mayoría empobrecida en el país.
La victoria electoral de Hugo Chávez en 1998 acabó con el banquete opulento que la élite venezolana había disfrutado durante décadas, mientras destruían al país. Chávez fue elegido precisamente para romper el poder que esos grupos habían aprovechado durante tantos años, y su promesa fue la revolución - la transformación completa del sistema económico, social y político del país. Sus victorias electorales fueron sólidas, año tras año, cada vez aumentando en popularidad a medida que más y más venezolanos se sintían motivados a participar en la política y la construcción de una nueva, inclusiva nación con la justicia social como bandera.
La elección de Chávez fue un duro golpe para Washington que quería el control de las reservas petroleras de Venezuela - las más grandes del planeta. En abril de 2002, la administración de Bush apoyó un golpe de Estado contra Chávez, dirigido por la misma élite que había estado en el poder antes. El golpe de estado utilizó marchas masivas en las calles de Caracas, integradas por la clase media y la clase alta, pidiendo el derrocamiento de Chávez. Utilizaron francotiradores para disparar a la gente en las marchas, creando violencia y caos, y luego responsabilizando a Chávez por la masacre. La televisión, radio y los periódicos en Venezuela se unieron a los esfuerzos de golpe de Estado, manipulando las imágenes y distorsionando los hechos para justificar el derrocamiento de Chávez. Lo convirtieron en el villano, el malvado dictador, el asesino brutal en los medios de comunicación internacionales, aunque en realidad los opositores apoyados desde Washington fueron los responsables de la muerte y la destrucción causada. Después Chávez fue secuestrado el 11 de abril de 2002 e iba a ser asesinado, y los empresarios, dueños de medios y dirigentes opositores detrás del golpe tomaron el poder e impusieron una dictadura. Disolvieron todas las instituciones democráticas del país, incluyendo la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo de Justicia.
La mayoría que había votado por Chávez y se había convertido en protagonista del proceso político, estaba determinado a defender su democracia y salieron a las calles para exigir el retorno de su presidente. Cuarenta y ocho horas después, Chávez fue rescatado por millones de sus seguidores y las fuerzas armadas leales. El golpe fue derrotado y la revolución sobrevivió, pero las amenazas continuaron.
Meses después, un sabotaje económico intentó destruir a la industria petrolera. 18.000 trabajadores de alto nivel de la empresa estatal, PDVSA, abandonaron el trabajo, saboteando equipos y causando acerca de 20 mil millones de dólares en daños y perjuicios a la economía venezolana. Luego de 64 días de paro, los supermercados vacíos debido al acaparamiento intencional para crear pánico, y una brutal guerra mediática donde todos los medios privados transmitían propaganda de la oposición 24/7, los venezolanos estaban hartos de la oposición. La popularidad de Chávez se disparó. Un año y medio más tarde, cuando la oposición intentó sacarlo del poder a través de un referéndum revocatorio, Chávez ganó una victoria aplastante 60-40 .
Dentro de las fuerzas opositoras que intentaban derrocar a Chávez en 2002 estaban los mismos tres dirigentes que hoy llaman a sus seguidores a salir a las calles para forzar al presidente actual, Nicolás Maduro, del poder. Leopoldo López y Henrique Capriles eran alcaldes de dos de los municipios más ricos de Caracas durante el golpe de 2002 - Chacao y Baruta, mientras María Corina Machado era una estrecha aliada de Pedro Carmona, el empresario que se proclamó dictador durante el breve derrocamiento de Chávez. López y Machado firmaron el infame "Decreto Carmona" que disolvió todas las instituciones democráticas en Venezuela, destrozando la Constitución. Capriles y López fueron responsables de la persecución y la detención violenta de miembros del gobierno de Chávez durante el golpe de Estado, incluso permitiendo a algunos de ellos de ser golpeado públicamente, como Ramón Rodríguez Chacín, ex ministro del Interior en 2002.
Los tres han sido principales beneficiarios de la financiación de EEUU y su apoyo político a los esfuerzos para derrocar a Chávez, y ahora Maduro. La Fundación Nacional para la Democracia ( NED), el Instituto Republicano Internacional (IRI ) y el Instituto Nacional Demócrata (NDI ), pusieron los fondos iniciales para la ONG de Machado, Súmate, y el partido de derecha de López y Capriles, Primero Justicia. Cuando López se separó de Primero Justicia en 2010 para formar su propio partido, Voluntad Popular, fue financiado desde las agencias estadounidenses.
Durante el período 2000-2010, las agencias de Estados Unidos, incluyendo la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos (USAID) y su Oficina de Iniciativas para la Transición (OTI ), creada en Caracas en 2002, canalizan más de 100 millones de dólares a los grupos de la oposición en Venezuela. El objetivo era un cambio de régimen.
Cuando Chávez fue reelegido en 2006 con un margen aún mayor de victoria, casi el 64% de los votos, Washington cambió su apoyo para los tradicionales partidos políticos de oposición con el fin de crear otras nuevas con rostros juveniles y frescos. Más de un tercio de la financiación de EEUU, cerca de 15 millones de dólares anuales para el año 2007, fue dirigido a grupos de jóvenes y estudiantes. Parte de ese dinero fue para la capacitación en el uso de las redes sociales para movilizar el activismo político. Líderes estudiantiles de la oposición fueron enviados a EEUU para talleres y conferencias sobre el activismo en Internet y las redes sociales. Fueron formados en las tácticas para promover un cambio de régimen a través de disturbios callejeros y el uso estratégico de los medios de comunicación para retratar al gobierno como represor.
En 2007, estos grupos de estudiantes, financiados y entrenados por agencias de Estados Unidos, se lanzaron a las calles de Caracas para exigir la destitución de Chávez después de que el gobierno decidió no renovar la concesión pública de RCTV, un canal privado de televisión popular conocido por sus telenovelas. Las protestas fueron compuestas por jóvenes de clase media y alta y políticos de la oposición, defendiendo los medios corporativos y un canal también conocido por su participación directa en el golpe de abril de 2002. A pesar de que sus protestas no lograron su objetivo, los "estudiantes" obtuvieron sus credenciales como un sector sólido de la oposición. Más tarde ese mismo año, su movimiento ayudó a derrotar por un pequeño margen de victoria una reforma constitucional que Chávez había propuesto en un referéndum nacional.
Cuando el presidente Chávez falleció en marzo de 2013 después de una brutal batalla contra el cáncer, la oposición vio la oportunidad de quitarle el poder de sus seguidores. Elecciones presidenciales fueron celebradas el 14 de abril de 2013 en un ambiente extremadamente tenso y volátil. Nicolás Maduro, el sucesor elegido por Chávez, se postuló contra Henrique Capriles, quien meses anteriores en octubre de 2012 había perdido la elección presidencial contra Chávez por 11 puntos. Esta vez, sin embargo, los resultados fueron mucho más estrechos con Maduro ganando por un margen de poco menos de 2 puntos. Capriles se negó a aceptar los resultados y llamó a sus partidarios a salir a las calles para protestar y "desgastar toda su rabia". Durante los dos días después de las elecciones, 11 chavistas fueron asesinados por los seguidores de Capriles. Fue un baño de sangre que no recibió atención en los medios internacionales, las víctimas no eran suficientemente atractivos, y estaban en el lado equivocado.
Mientras 2013 avanzaba, la crisis económica en el país se intensificó y la vieja estrategia de acaparamiento de productos para provocar escasez y pánico entre la población había regresado. Productos de consumo básico desaparecieron de los mercados - papel higiénico, aceite para cocinar, leche en polvo, harina de maíz - cosas necesarias para la vida cotidiana en Venezuela. La inflación empezó a subir y la especulación y aumento de precios habían disparado. Aunque una parte de esta situación estaba relacionada con el control cambiario de divisas para evitar la fuga de capital, mucho tuvo que ver con el sabotaje. Una guerra económica total estaba en marcha contra el gobierno de Maduro.
Los problemas persistieron durante todo el año y el descontento creció. Pero cuando de nuevo hubo elecciones en Diciembre para las alcaldías, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tuvo una victoria contundente. 242 de 317 alcaldías fueron ganadas por el PSUV, mostrando que una sólida mayoría del país todavía apoyaba al gobierno.
Maduro llamó a los gobernadores y alcaldes de oposición recién electos a una reunión en el palacio presidencial a finales de diciembre en un intento de diálogo y para crear un espacio de trabajo juntos para mejorar la situación del país. La reunión fue generosamente recibida por la mayoría de los venezolanos. Sin embargo, extremistas como Machado y López vieron a la reunión como una amenaza a su objetivo de derrocar a Maduro antes de que terminara su mandato en 2019. Empezaron a llamar a protestas en la calle y otras acciones contra el gobierno.
En enero de 2014, cuando los venezolanos volvieron de sus vacaciones navideñas, las dificultades económicas continuaron. Maduro comenzó a tomar medidas enérgicas contra empresas que violaban las leyes recién promulgadas para el control de precios y contra la especulación. Hacia finales de enero, se anunciaron nuevas medidas para las divisas que muchos percibían como una devaluación de la moneda nacional, el bolívar. Los opositores usaron el momento para demandar la renuncia de Maduro de nuevo. Para febrero, pequeños focos de protestas surgieron en diferentes partes del país, principalmente en los sectores de clase media y alta.
Durante la celebración del Día Nacional de la Juventud, el 12 de febrero, mientras miles de personas marcharon pacíficamente para conmemorar los logros históricos de la juventud en la independencia de la nación, otro grupo impulsó una agenda diferente. La juventud opositora, los "estudiantes", encabezaron una marcha agresiva pidiendo la renuncia de Maduro que terminó en un violento enfrentamiento con las autoridades después de que los manifestantes destruyeron fachadas de edificios, incluyendo la oficina del Fiscal General, y lanzaron objetos contra la policía y la guardia nacional y utilizaron bombas molotov para quemar bienes y bloquear tránsito. Los enfrentamientos causaron tres muertos y varios heridos.
El líder de la protesta violenta, Leopoldo López, pasó a la clandestinidad después de la confrontación cuando fue emitido una orden de arresto contra él debido a su rol en los eventos mortales y sus llamados públicos para derrocar al presidente. Días más tarde, después de un show que incluyó la transmisión de videos "desde la clandestinad", López convocó a otra marcha y aprovechó el evento para entregarse a las autoridades. Fue detenido para ser interrogado, todos sus derechos garantizados por el Estado.
López se convirtió en el punto de lanza de las violentas protestas, que han continuado hasta la fecha, causando varias muertes adicionales, decenas de heridos y la destrucción de la propiedad pública. Relativamente pequeños grupos violentos de manifestantes bloquearon el tránsito en las zonas más ricas de Caracas, causando retrasos en el tráfico y aterrorizando a los residentes. Varias muertes han resultado porque los manifestantes se negaron a dejar que ambulancias pasaban para llevar a enfermos a la sala de emergencias.
Irónicamente, medios internacionales han presentado a estos manifestantes violentos como víctimas de la represión estatal. Incluso algunas celebridades, como Cher y Paris Hilton han sido arrastrados a una falsa histeria, pidiendo la libertad de los venezolanos de una "dictadura brutal". La realidad es muy diferente. Si bien no hay duda de que un número significativo de manifestantes en las marchas más grandes que se han producido los opositores han protestado pacíficamente sus preocupaciones legítimas, la fuerza impulsora detrás de esas protestas es un plan violento para derrocar a un gobierno democrático. López, quien ha declarado públicamente su orgullo por su papel en el golpe de abril de 2002 contra Hugo Chávez, sigue pidiendo a sus seguidores a protestar contra la "dictadura" venezolana.
Mientras decenas de gobiernos y organizaciones internacionales, entre ellas la Unasur y Mercosur han expresado su claro apoyo y solidaridad con el gobierno venezolano y el presidente Maduro, Washington se apresuró a respaldar a los manifestantes de la oposición y a exigir la liberación de todos los detenidos durante las manifestaciones. Hasta el gobierno de Obama amenazó al presidente Maduro con consecuencias internacionales si Leopoldo López fuera detenido. A raíz de la primera ola de violentas protestas, Maduro expulsó a tres diplomáticos estadounidenses de la Embajada de EEUU en Caracas, acusándolos de conspirar para reclutar estudiantes en Venezuela para participar en la desestabilización.
Mientras la violencia continúa en algunas zonas del país, Maduro ha hecho llamados y esfuerzos para la paz. Un movimiento por la paz fue lanzado hace días, dirigido por artistas, deportistas y personalidades de la cultura, junto con las comunidades organizadas que buscan poner fin no sólo a la caótica situación actual, sino también a los altos niveles de criminalidad que han afectado al país durante los últimos años.
La mayoría de los venezolanos quiere paz en su país, y la mayoría sigue apoyando al gobierno actual. La oposición no ha presentado una plataforma alternativa o una agenda más allá de un cambio de régimen, y su dependencia de la financiación y el apoyo de EEUU - incluso este año Obama incluyó 5 millones de dólares en el Presupuesto del 2014 para los grupos de oposición en Venezuela - es un signo permanente de su debilidad. Como un cable del Departamento de Estado de la Embajada de EEUU en Caracas, publicado por Wikileaks, explicó en marzo de 2009, "Sin nuestra asistencia continua, es posible que las organizaciones que ayudamos a crear ... podrían ser forzadas a cerrar ... Nuestro financiamiento a esas organizaciones es una línea de vida muy necesaria".
Durante la última década en Venezuela, la pobreza se ha reducido en más del 50 por ciento, la atención médica es gratuita y accesible a todos, al igual que la educación desde la primaria hasta la universidad. Subsidios públicos proveen alimentos y viviendas a precios acesibles para los que lo necesitan, así como programas de capacitación laboral y ayuda a las pequeñas y medianas empresas. Los medios de comunicación, especialmente medios comunitarios, se han expandido en todo el país, dando más espacio para la expresión de diversas voces. Acceso a Internet ha aumentado considerablemente y el gobierno también ha construido cientos de infocentros públicos con acceso a computadoras y conexión a Internet gratuita en todo el país. Los estudiantes tienen computadoras portátiles y tabletas de uso gratuito para sus estudios. El gobierno ha elevado el salario mínimo en un 10-20% cada año llevando a Venezuela a tener uno de los salarios mínimos más altos de América Latina. Las pensiones están garantizadas después de tan sólo 25 años de trabajo y los que trabajan en la economía informal todavía se les garantiza una pensión del Estado.
Mientras problemas persisten en el país, como en todas partes, la mayoría de los venezolanos quieren defender a los inmensos logros sociales y políticos que han tenido en los últimos catorce años. Una oposición sin nada que ofrecer excepto la intervención extranjera y la incertidumbre no le atrae a la mayoría. Por desgracia, los medios de comunicación no proyectan esta realidad, o no la presentan con el fin de avanzar una agenda política. En Venezuela, la revolución llegó para quedarse y los intereses del 1% no van a derrotar los del 99% que ya están en poder.

Eva Gollinger

miércoles, febrero 26, 2014

¡Viva la rebelión popular en Bosnia!



A casi dos décadas de la guerra fraticida en los Balcanes, Bosnia es escenario de una imponente rebelión popular. La clase obrera y la juventud de la ciudad de Tuzla, un centro industrial, tomaron la iniciativa y el levantamiento se ha extendido, prácticamente, a la totalidad de la Federación de Bosnia y Herzegovina, incluyendo la capital Sarajevo y las principales ciudades.
La insurrección en Tuzla comenzó como una protesta contra el cierre de las fábricas privatizadas entre 2000 y 2008. Un centro industrial y cultural floreciente bajo la Federación Socialista de Yugoslavia, vió sus fábricas químicas, de muebles y otras industrias, saqueadas por la antigua burocracia reciclada como nuevos propietarios. Los privatizadores ni siquiera estaban interesados en garantizar el funcionamiento de las plantas. Vendieron los activos, muchos de ellos se declararon en bancarrota, y despidieron a los trabajadores sin indemnización.
Las demandas económicas del movimiento se combinaron velozmente con reclamos de neto corte politico. El reclamo de que se vaya el gobierno se ha generalizado. Entre los reclamos figura la abolición de los acuerdos de Dayton, que han transformado a Bosnia en una suerte de protectorado bajo la batuta de la Unión Europea. Esta división fue realizada siguiendo los criterios étnicos y religiosos fogoneados por los partidos nacionalistas serbios, croatas y bosnios.
Uno de los datos salientes de la movilización en curso es que los manifestantes impugnan al nacionalismo y sus partidos. El movimiento, aunque todavía en forma circunscripta, ha despertado simpatías en la Republica serbia de Bosnia, Croacia y Serbia, donde se han organizado manifestaciones solidarias con la rebelión. Estamos frente a un giro político superador de las rivalidades étnicas y religiosas.
Al calor de la movilización se extiende la deliberación popular. La rebelión ha colocado sobre el tapete la necesidad de desplazar a la burguesía restauracionista saqueadora, y poner fin al régimen de protectorado impuesto por el imperialismo, y reemplazarlo por un gobierno de trabajadores y una federación socialista de los Balcanes.

Pablo Heller

"Renzusconi" y la crisis italiana

En los próximos días Mateo Renzi debería asumir la jefatura del gobierno italiano luego de la renuncia de EnrIco Letta. Ambos pertenecen al Partido Democrático (PD), el agrupamiento que reunió a democristianos y stalinistas, luego del derrumbe de unos y otros en los años noventa.
Renzi copó semanas atrás la dirección del PD y forzó la salida de su colega, cuya gestión estaba colapsada. La producción nacional en Italia es hoy inferior a la de una década atrás y la finanza pública se encuentra en bancarrota, con una deuda “a la griega”. Letta no alcanzó a cumplir un año de gobierno, luego que encabezara una formación de emergencia con tránsfugas del partido de Berlusconi.
Renzi propone ahora una “reforma electoral” que aseguraría el monopolio de su partido y de la derechista Forza Italia, del condenado proxeneta Berlusconi. Una nota de la prensa italiana lo llamó “Renzusconi”, porque a sus 39 años se destaca por su irrefrenada ambición personal y su falta de escrúpulos. La caída de Letta prendió las luces de alarma sobre une renovada crisis en la Unión Europea.
Renzi seria de hecho el tercer primer ministro no electo. Napolitano acaba de recibir a Berlusconi, que ha sido expulsado del Senado, sentenciado por un tribunal por una coima de tres millones de euros y frente otro juicio por trata de mujeres. El espectáculo político italiano de la descomposición capitalista no tiene desperdicio.
Renzi pretende que su gestión se estire hasta el fin de los actuales mandatos parlamentarios en el 2018. Para el corresponsal de “Clarín”, lo más probable es que sólo dure algunos meses: “Berlusconi ya trabaja para que a Renzi le pase más o menos lo mismo que a Letta”. Ni el viejo derechista ni el joven centroizquierdista controlan a sus propios grupos parlamentarios.
Por último: Renzi promete un programa de reformas “reactivadora” – por sobre todo de precarización -, acompañado de subsidios al capital que incrementarían el déficit fiscal y la deuda pública de Italia, algo que chocaría con las exigencias de los alemanes que procuran su propia colonización sobre el quebrado capital italiano. Estas contradicciones podrían acentuarse por la pelea que suscitarían los ingresos amortiguarían por privatización masiva que prevé el flamante gobierno ‘progre’.

"Estamos en una nueva fase de la ofensiva imperialista en el Mundo"

Entrevista radial con James Petras

Héctor Vicente: Ya estamos en contacto con James Petras. Buenas tardes, ¿cómo está?
James Petras: Estamos muy bien.
HV: Muy bien.
El primer tema que queríamos consultarle, es la situación que se está viviendo en Ucrania, con la orden de arresto que se dictó contra el destituido presidente Víktor Fédorovich Yanukóvich; hay declaraciones del primer ministro ruso Dmitry Medvedev, cuestionando la legitimidad de las nuevas autoridades ucranianas. ¿Qué nos puede decir en torno a todo esto?
JP: Es claro que la Unión Europea y los Estados Unidos han conseguido un gobierno que esta a la orden de su política. Y está empezando ahora una purga, de toda la oficialidad del régimen democrático para poner en su lugar a representantes de los diferentes sectores de la oposición.
A partir de la toma de poder de los golpistas, empieza la segunda guerra entre los colaboradores para ver quién consigue qué puesto y qué puede conseguir del gobierno y a partir de las negociaciones con la Unión Europea.
Lo que hay que entender es que Ucrania, a partir de esta violencia, es un país en bancarrota, no tiene ningún acceso a los fondos que Rusia desplegó ni tampoco recibe financiamiento del mundo occidental. En esa situación, los europeos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) encabezando las negociaciones, exigen lo que ellos llaman ‘reformas’. Esto significa que el FMI va a dictar la política económica, y les va a ordenar que ellos deben terminar con las subvenciones a la calefacción, el gas, etc.; que deben eliminar muchos de los gastos sociales; deben imponer un plan de austeridad; y van a imponer una serie de medidas de privatizaciones con el consecuente aumento del desempleo.
Esto a la vez, va a crear otros conflictos entre los golpistas, porque un sector golpista está dispuesto a aceptar los mandatos del FMI y otro sector va a decir ‘para qué luchamos si estamos peor que durante la época de Yanukóvich. Incluso tiene como candidata a la presidencia a Yulia ‘la ladrona’ Timoshenko que estuvo encarcelada por robar más de 400 millones y ahora la presentan como candidata.
Ahora, más allá de la situación precaria de los golpistas y de la nueva situación frente al FMI; hay otros problemas. Ayer los golpistas eliminaron el bilingüismo, nulificaron la lengua rusa en la parte Este del país, donde la gran mayoría de las personas hablan ruso; y eso puede provocar la división del país entre el Este pro ruso parlante y el resto, los ucrano parlantes.
También hay un sector fascista que está tumbando los monumentos que se erigieron celebrando la derrota de los nazis, y quieren volver a imponer las doctrinas que apoyaron durante la Segunda Guerra Mundial cuando colaboraron con los nazis.
El peligro es que tratan de expulsar a la flota rusa del Mar Negro, particularmente de Sebastopol; tratando de eliminar los derechos de los ciudadanos rusos. Entonces, si tratan de expulsar la flota rusa, es muy posible que Rusia intervenga y apoye la separación de Crimea y el Este ucraniano, lo que aumentará las tensiones entre los países occidentales y los apoyantes de la posición rusa.
En todo caso, el golpe de estado no ha solucionado ningún problema económico y ha provocado nuevas divisiones y luchas entre los golpistas.
HV: Se genera más inestabilidad en la zona. ¿Se puede generar alguna reacción rusa?
JP: Bueno, por el momento la respuesta es cautelosa. Están estudiando que políticas van a adoptar los golpistas, que sector va a quedarse con el poder y qué política impondrán.
En todo caso Rusia no va a prestar los 15 mil millones de dólares que habían acordado con el presidente Yanukóvich ni va a rebajar el precio del gas; además Ucrania tiene una deuda de 73 mil millones y este año está obligada a devolver 12 mil millones y en este momento no tiene ni una mínima fracción de ese dinero. Los países occidentales, encabezados pro Estados Unidos y el FMI, ya adelantaron que no van a prestar ni un centavo si no comienzan a aplicar un plan de austeridad y terminan la política nacional. Tienen que entrar en la onda neoliberal como lo hicieron España, Irlanda o Grecia, donde se aplicaron fuertes recortes públicos y se profundizaron las privatizaciones de toda la riqueza.
Entonces, primero dicen reformas y luego préstamos. Primero neoliberalismo y luego financiamiento. Y eso inevitablemente va a crear condiciones muy graves para las grandes mayorías en Ucrania, no saben lo que se les viene porque la dictadura del FMI es la peor forma de gobernar un país.
HV: Dimitió el primer ministro de la ‘transición’ egipcia, Hazem al Beblawi; quien estaba al frente del gobierno desde el golpe de estado militar contra Mohamed Mursi en 2013.
JP: es una profundización de la militarización, este gobierno de transición era simplemente una fachada porque el general (ministro de Defensa y jefe del Ejército, Abdel Fattah al) Sissi, es el que manda en el país y ahora está descartando la fachada, y va a imponerse como una dictadura militar sin pretexto de coalición con civiles, liberales ni nada. Primero fue la purga de los Hermanos Musulmanes, después de los sectores nacionalistas, y ahora es la purga de los liberales que están de alguna forma subordinada al gobierno. Las políticas en Egipto están cada vez más represivas.
El juicio contra el ex presidente Mohamed Mursi y las medidas que han tomado contra los opositores, son del estilo de Pinochet, no tienen nada que ver con el retorno a la democracia.
HV: Parece que se instaló la inestabilidad definitivamente en Egipto.
JP: Empieza la resistencia, en diferentes vertientes. Hay grupos en protestas legales, hay grupos en protestas callejeras y crecen los grupos armados.
La situación va a seguir inestable y tal vez, después que gaste los primeros préstamos que le dio Arabia Saudita el gobierno va a enfrentar una situación muy difícil porque no tiene sus propios recursos ni capacidad de generar nuevas inversiones. Mientras tanto, el gobierno por la fuerza impone una tranquilidad relativa, pero el futuro es muy oscuro por la dictadura.
HV: Le propongo venir para nuestro continente y sobresale la situación que se vive en Venezuela, que aquí en CX36 hemos estado siguiendo incluso con testimonios en directo desde allí. Ahora el presidente Nicolás Maduro, convoca a una Conferencia Nacional de Paz para el miércoles, con los líderes de la oposición.
JP: Es posible que pudiera convocarlos para entrar en discusión y diálogo. Hay que ver qué tiene la agenda, cuáles son los puntos de coincidencia, qué propuestas tiene la oposición, para que el gobierno pueda mantener los cambios sociales – populares y mientras tanto, aceptar la ley y el orden del marco democrático. Porque hasta ahora la oposición está funcionando con una doble agenda, hablan de democracia pero practican la ilegalidad y la violencia, y actúan como quinta columna para Estados Unidos.
Es difícil imaginar que están dispuestos a dejar la política actual. Espero que haya un cambio de actitud, pero la táctica actual de Washington y sus representantes, (Henrique) Capriles y (Leopoldo) López, era una política de tensión, de hostigamiento constante para provocar un desgaste. Y no sólo eso, en Táchira –provincia del interior del país- tratan de tomar territorio y establecer una base para el lanzamiento de la oposición violenta.
Debemos tomar con mucha precaución sobre esta convocatoria, porque los medios de comunicación siguen fomentando la violencia. Washington rechaza el diálogo mientras sus interlocutores están débiles y quieren repetir lo que hicieron en Ucrania, o sea, imponer condiciones inaceptables para descartar el gobierno, frustrar las bases sociales y poco a poco debilitar la estabilidad del gobierno de Maduro.
No hay que tomar en serio la idea de una reconciliación, es una política de desgaste. Negociar y movilizar. Desgastar significa mantener tensiones para que la economía no funcione, la gente no pueda ir al empleo, falten mercancías en las tiendas. Es una guerra estrecha.
HV: Usted mencionó Táchira, allí se comprobó incluso la participación de paramilitares colombianos, además por allí se hace el contrabando a Colombia.
JP: Y lo peor es el Alcalde de Táchira, es de la oposición y está fomentando el terrorismo y los tránsitos de colombianos y toda la mafia, que está mezclada con toda la política de la oposición.
El gobierno debe intervenir allí, desplazar al Alcalde, porque está actuando contra la Constitución e imponer un gobierno que pueda reflejar sobre él y actuar dentro de la Constitución.
Pero en este momento sólo tiene la Guardia Nacional allá y está tratando de ver en qué grado puede establecer la tranquilidad para la gente que no está con la oposición pueda seguir funcionando normalmente.
HV: El presidente Maduro denunció a CNN y expulsó a sus corresponsales de Venezuela.
JP: Es que abiertamente están actuando, de forma muy descarada, mostrando la violencia de forma favorable, haciendo propaganda flagrante a favor de la desestabilización. Ningún gobierno puede tolerar medios que son instrumentos del terrorismo. CNN es el primer culpable de estas prácticas, por eso deben cerrarse inmediatamente para que no lo puedan imitar los otros medios de la oposición, que no puedan hacer ese tipo de medio terrorista.
HV: En Ecuador hubo elecciones locales y el partido del presidente Rafael Correa, ‘Alianza País’ perdió en Quito, Cuenca y Guayaquil.
JP: Hay un gradual desgaste en las clases medias de las grandes ciudades; el gobierno se sobre confió y no está tomando en cuenta la pobre gobernabilidad de los alcaldes, particularmente en Quito.
Hay necesidad de reconsiderar lo que está haciendo el gobierno. En las provincias, en la parte rural, Alianza País ganó las elecciones, pero perdió Quito porque se descuida mucho las condiciones de la vida cotidiana, algo de las condiciones del gobierno, corrupción, etc. El problema del centro izquierda es que se están agotando las posiciones más progresistas, por estar demasiado tiempo en el poder se descuidan las bases sociales que originalmente los pusieron en el poder. El señor Correa debe hacer una autocrítica y ver en que grado debe revisar la política exclusivamente extractiva –exportaciones petroleras, mineria, etc.- y buscar diversificar la economía, ampliando la participación más allá de los círculos de Alianza Pais.
El problema con estos resultados, no pasa por solamente ser un castigo, sino que los que se están aprovechando de las dificultades de Correa es la derecha. En Guayaquil, el alcalde Jaime Nebot, que siempre fue de derecha es un social cristiano; Mauricio Rodas –que ganó la Alcaldía de Quito- es de centro derecha; entonces la debilidad de Correa no está favoreciendo a la izquierda ni a los movimientos sociales. El descontento popular está desliándose hacia la derecha, hacia políticos peores que Correa y ese es el drama que estamos viviendo. Y no sólo en Ecuador, sino también en Brasil y Argentina, por varias razones que ya comentamos pero que podemos repasar. La izquierda esta debilitada por la fuerza que tiene el centro izquierda, entonces cuando hay problemas con el centro izquierda, la derecha se beneficia.
HV: ¿En qué otros temas viene trabajando?
JP: Tenemos que analizar en conjunto lo que está pasando.
Hemos visto una ola de golpes e invasiones, si simplemente enfocamos sobre Ucrania y Venezuela, perdemos el cuadro general. Esto forma parte de una ofensiva imperialista, con la invasión en Libia; el golpe en Egipto, la invasión a Siria, los golpistas en Ucrania y ahora los terroristas en Venezuela, es todo parte de una nueva ofensiva imperialista que busca homogenizar el mundo bajo la bandera del neoliberalismo con gobiernos autoritarios. Ya no confían en la democracia y el libre mercado como en los años ’90. Ahora la única forma de imponer el neoliberalismo es a partir de la violencia y las dictaduras, y los que piensan que el imperialismo está en declive están equivocados.
Tenemos que tomar en cuenta no solamente la violencia y los golpistas; la derechización de Françoise Hollande en Francia, invadiendo África y haciendo concesiones a los negocios; el nuevo gobierno en Italia con Matteo Renzi, que promete privatizar la Economía y despedir cientos de miles de empleados públicos; Mariano Rajoy en España que quiere revertir todas las leyes sociales; etc. tenemos una ola derechista que nos está pasando por delante y tenemos que pensar en una contraofensiva porque no se puede parar estas cosas simplemente criticando a los gobernantes.
HV: ¿Hay herramientas, instrumentos, a nivel internacional para que los pueblos logren por lo menos ensayar una coordinación frente a esto?
JP: Si, hay varias organizaciones, pero más social que políticas. Hay organizaciones de campesinos, sindicatos, ecologistas, etc. Pero falta una perspectiva más claramente partidaria, política.
El a-partidismo, la oposición a los partidos políticos, es un error. Tendrían que entrar en la política de combinar las formas de lucha, electoral y acción directa, pero hasta ahora se quedan divididos.
HV: ¿Y eso debilita mucho a los sectores populares?
JP: Si, porque están luchando con una mano mientras que con la otra están frenando.
HV: Muy bien, Petras, le agradecemos mucho este análisis. .
JP: .
Un abrazo.

Héctor Vicente
Radio CX36 centenario


"Operación Stanbrook", 75 años después

El buque ingles recorrió en abril de 1939 el itinerario Alicante-Orán con más de 2.500 refugiados españoles

Decenas de miles de personas que huían del avance fascista confluyeron en Alicante a finales de marzo de 1939. Iban a la busca de barcos con el fin de exiliarse. Uno de estos bajeles, un viejo carguero inglés -el Stanbrook- partió pasada la medianoche del 28 de marzo rumbo a Orán (en la Argelia colonizada por Francia). A bordo, 2.638 pasajeros republicanos, los últimos en expatriarse, que en condiciones de insalubridad, hambre y hacinamiento vivieron su particular odisea. Pudieron huir. Los refugiados que permanecieron en Alicante acabarían en muchos casos, tras la ocupación militar de la ciudad por los expedicionarios italianos, en campos de concentración o víctimas de la prisión y las ejecuciones.
El Stanbrook recorrió penosamente el itinerario Alicante-Orán hace 75 años. Para conmemorar la efeméride, un grupo de profesionales, organizaciones sociales y pasajeros supervivientes del buque (las hermanas Helia y Alicia González) han organizado para el mes de marzo de 2014 -con el patrocinio del Gremi d'Editors del País Valencià- un viaje que reproducirá la singladura del Stanbrook. Está prevista, asimismo, la presentación de investigaciones sobre los últimos días de la República, conferencias, exposiciones, documentales y la edición de un Libro. Los actos centrales de la iniciativa consisten en un "Concierto Popular de la Memoria", en Orán, y la instalación de un monumento a la memoria republicana, que también reconozca el apoyo prestado por la población argelina.
Al periplo conmemorativo se ha apuntado Helia González, quien actualmente reside en Elche pero en 1939, a los seis años, se embarcó en el Stranbook con su familia (fue la pasajera número 2277). Helia ha participado en un homenaje a los últimos exiliados republicanos, pasajeros del Stanbrook, organizado por el Fòrum de Debats de la Universitat de València. Recuerda cómo "llegar al barco fue la salvación; cuando el capitán me subió en brazos por encima de la pasarela y pude entrar; en el buque nos juntamos mis padres, mi hermana y yo, después de estar separados por la guerra (mi padre permaneció movilizado en Madrid)". Evoca unos tiempos de hambre, miedo y angustia pero también "la alegría de estar juntos". También las noticias que llegaban a Argelia de los republicanos españoles, porque hubo quien les veía y se admiraba: "No tienen rabo". ¿Qué lecciones extrae de aquel drama vital? "Que sirva no sólo para recordar, sino también para aprender; personalmente, nunca he podido criticar a los inmigrantes que vienen a España, ni decir cosas como que nos quitan el trabajo o la sanidad".
Helia González ha publicado algunos de estos episodios biográficos en el libro "Desde la otra orilla. Memorias del exilio". Al llegar al destierro, "yo trabajé en seguida; aquello era luchar para vivir; pero al final, estudiamos, hacíamos jabón, teatro, de todo; estábamos bien. Fue mucho peor el regreso a la España franquista y lo que entonces pasamos".
El historiador Juan Martínez Leal publicó en 2005 un extenso artículo titulado "El Stanbrook. Un barco mítico en la memoria de los exiliados españoles", en la revista "Pasado y memoria", donde radiografía el acontecimiento histórico y su contexto. El mismo marzo de 1939, antes de que partiera el señero barco, habían salido del Puerto de Alicante rumbo al exilio el Winnipeg, el Marionga, el Ronwyn (otro mercante inglés con 716 pasajeros) y el African Trader (que llegó al Puerto de Orán con 859 personas a bordo). Desde los pueblos de la provincia (El Campello, La Vila Joiosa, Santa Pola y Torrevieja), también salieron numerosos barcos pesqueros.
Martínez Leal destaca la contribución de un dirigente socialista, Rodolfo Llopis, para facilitar la huida de los perseguidos. Incluso se dirigió a Orán para organizar una oficina de ayuda a los refugiados españoles. ¿Por qué a Orán? "Existían fuertes vínculos con esta zona colonial francesa, debido a la emigración de temporeros agrícolas desde el sureste español hacia esta ciudad, una tradición que se remontaba a finales del siglo XIX. En muchos casos la emigración se convirtió en definitiva, formándose una numerosa colonia de miles de residentes valencianos, sobre todo de las comarcas del sur, y especialmente de las marinas alicantinas. Se decía entonces que Orán era una ciudad de administración francesa, pero de alma española", apunta el historiador.
Al Stanbrook le ha acompañado durante muchos años la leyenda del capitán Dickson, patrón del buque carbonero, de quien se ha loado su altruismo y capacidad de empatía. La razón es que habría permitido el embarque de pasajeros hasta alcanzar el límite. Pero los testimonios recogidos, apunta Martínez Leal, "no permiten confirmar este extremo". El acceso al carguero ofrece una pintura vívida del drama: "Había refugiados que llegaban pertrechados de todo tipo de maletas y fardos con provisiones, y otros sin nada, directamente del frente y con lo puesto, con hambre y cansancio acumulados o con apenas algunos objetos de valor, pequeñas joyas, que pudieran ser intercambiados en el extranjero".
El socialista Cruz Merino ofrece un testimonio directo de los momentos previos al embarque, según se recoge en el libro de Martínez Cobo "La primera renovación (1939-1945). Intrahistoria del PSOE": "El barco iba lleno hasta el palo mayor. En todos los lugares había alguien; en las bodegas, en el puente y sobre el techo de las cocinas y las máquinas; la línea de flotación estaba sumergida y se empezaba a levantar el ancla. Seguían llegando por miles los desesperados que no cesaban de gritar o llorar...Los carabineros impiden la entrada en el puerto y para subir al Stanbrook, tenemos que emplear una maroma; yo lo hice sobre los hombros de un compañero". Al poco de partir, un avión se aproximó y arrojó dos bombas, señala Juan Martínez Leal, que venturosamente impactaron lejos de la popa.
El Stanbrook tardó 48 horas en recorrer el itinerario Alicante-Orán. Lastrado por la sobrecarga, en zigzag y navegando por una ruta diferente de la regular, el buque sorteó eventuales bombardeos de la aviación franquista. Arribaron al puerto de la ciudad argelina (algunos pasajeros pensaron, ingenuamente, que se les recibiría como a héroes de la guerra de España, apunta el historiador). Pero comprobaron de inmediato que frente a los muelles se hallaba el African Trader (desde hace quince días), todavía con los pasajeros a bordo. También el Lezardrieux, que había salido de Valencia; el Campillo (un viejo petrolero que salió el 29 de marzo de Cartagena) y los refugiados que huyeron en barcos de pesca.
En el caso del Stanbrook, cuenta Juan Martínez Leal, se daba "un plus de dramatismo, debido al terrible hacinamiento y a las imposibles condiciones de vida dentro del buque; si bien las mujeres, niños, enfermos y ancianos fueron desembarcados en los primeros días, la mayoría de los refugiados -por increíble que parezca- tuvieron que esperar casi un mes más para poder desembarcar". Ante la dejación del gobierno francés, la solidaridad de primera hora vino de la inmigración española (se acercaban en pequeñas barcas y lanzaban bolsas de comida) y de muchos oraneses. Se sumaron al apoyo, además, los sindicatos franceses y la oficina de refugiados españoles. Hasta que no pasaron tres días, cinco o una semana, según los testimonios, las autoridades francesas no hicieron llegar a los refugiados -y aún así, de manera muy limitada- vituallas y bebida.
"Con todo, pasados unos días, la alimentación no fue lo peor. El hacinamiento humano y la imposible higiene convirtieron al Stanbrook en una inmunda prisión flotante. En el barco se carecía de agua potable excepto la que llegaba para beber, salobre y en cuentagotas. Sólo un único grifo a horas fijas que suministraba un chorrito sucio de agua racionada, ante el que se formaban largas colas. Para lavarse había que subir el agua del mar con cubos. En el barco sólo dos pequeños retretes podían utilizarse para una población de casi 3.000 personas, de forma que se producían esperas interminables de horas y horas", explica el autor de "El Stanbrook. Un barco mítico en la memoria de los exiliados españoles". Piojos y parásitos, vivir y dormir amontonados o discusiones políticas entre "casadistas" y "anticasadistas" tiznaban la cotidianidad del barco.
A las penalidades diarias se agregaban otros elementos de tensión, como la elaboración (desde el primer día) de listas políticas, en las que la administración francesa se mostraba muy interesada. Funcionarios del país galo ayudados por tripulantes (policías y funcionarios del Servicio de Información Militar) se aplicaban en el asunto. Entre los refugiados se sobreentendía, con preocupación, que un posicionamiento político más o menos a la izquierda podía condicionar el lugar de destino. Martínez Leal enuncia la pregunta capital formulada por los historiadores. ¿A qué respondía la demora (más de un mes) de las autoridades francesas en permitir el desembarco de los expatriados? Se alegaba que Francia ya contaba con cientos de miles de refugiados (dos meses antes llegaron verdaderas oleadas humanas desde Cataluña). Inglaterra también se negó a acoger a los refugiados españoles varados frente a los puertos argelinos, tal como pretendía el gobierno francés.
Otro pretexto consistió en afirmar que Francia no disponía de plazas suficientes de alojamiento. Fue muy importante para superar la cerrazón, apunta Martínez Leal, la presión de organizaciones como el Comité Internacional de Ayuda a los Refugiados Españoles, Solidaridad Internacional Antifascista y la Oficina Socialista de Ayuda a los Refugiados Españoles de Orán. En los primeros días -aunque el trámite se prolongó por una semana- desembarcaron mujeres, niños, ancianos y enfermos. A la mayoría de las mujeres se las condujo a la antigua cárcel de Orán. También se habilitó otro campo provisional de mujeres en Ain-le-Turk. Los primeros hombres (cerca de 500) no pisaron tierra argelina hasta las dos semanas. Se les llevó a un campo de concentración provisional en las cercanías del puerto, donde mejoraron las condiciones de higiene y comida. A mediados de abril el campo de internamiento ya acogía a 800 personas. El gobierno francés pretendía, sin embargo, limitar la presencia de expatriados españoles en Orán, por lo que habilitó otros campos en Beni-Saf, Orleansville y Camot.
¿Qué ocurrió con los 1.500 pasajeros restantes del Stanbrook? Otra excusa utilizada por el ejecutivo francés para evitar el desalojo, explica Juan Martínez Leal, fue la presencia en el carguero de muchos "indeseables" (en supuesta alusión a los "internacionales" que se hallaban a bordo). Más aún. Las autoridades francesas trasladaron al barco y sus pasajeros los gatos producidos por la alimentación, atención a mujeres, niños, ancianos y hospitalizados españoles. El pago, exigía el ejecutivo galo, debería ser previo al desembarco de los refugiados que permanecían a bordo. La Prefectura decretó, incluso, el embargo del bajel y (según apunta Rodolfo Llopis) la retención de los pasajeros en el buque hasta que no se efectuaran los pagos.
Conclusas las negociaciones, el Stanbrook se "liberó" finalmente por 170.000 francos de la época, remitidos por el SERE (organismo de ayuda a los exiliados dirigido por el gobierno de Negrín). Pero lo que realmente precipitó la evacuación el 1 de mayo de 1939, señala el autor de "El Stanbrook. Un barco mítico en la memoria de los exiliados españoles", fue la declaración de un brote de tifus en el buque, "hecho éste que se ocultó pero que sabemos a través de la información reservada que manejó Rodolfo Llopis".
Finalizado el vía crucis del mítico barco, los historiadores se han interesado por la caracterización de sus pasajeros, exiliados de la República que buscaron mejor puerto en el norte de África. Juan Martínez Leal esgrime los datos del profesor Juan Bautista Vilar, espigados en los Archivos Nacionales Franceses de Ultramar. Predominaban en el Stanbrook los hombres (2.240 frente a 398 mujeres). Tal vez los sometidos a mayor padecimiento fueron los 147 niños menores de 15 años, de los cuales 15 no habían cumplido el primer año de edad (entre estos, varios tenían entre uno y tres meses). Casi tres cuartas partes de los embarcados contaban con edades entre los 20 y los 40 años, lo que confirma las pautas de los fenómenos migratorios en la época. De procedencia urbana, los enrolados en el Stanbrook pertenecían mayoritariamente a las clases populares (empleados en todas sus variantes) y no eran ajenos a la militancia política (republicanos de izquierda, socialistas, anarquistas o comunistas).
Llegaron a ingresar en el Stanbrook prácticamente todos los comunistas alicantinos más destacados (no hubo "filtros" políticos para subir a bordo), liberados la mayoría poco antes de las prisiones. Martínez Leal destaca asimismo la labor altruista de los médicos y enfermeros, en el muelle de Orán y después en los campos de internamiento. En el carguero inglés viajaron personas comunes y corrientes en ese momento, que con el tiempo cobrarían fama y relieve historiográfico. Hecho el periplo Alicante-Orán, Amado Granell se incorporó a la Resistencia Francesa como teniente de la Segunda División Blindada del general Leclerc ("La Nueve"), integrada por republicanos españoles y que liberó París en agosto de 1944.
Muchos de los desterrados españoles vieron frustradas sus expectativas. Porque 2.171 refugiados llegaron a Orán con pasaporte para continuar el viaje hasta América Latina y ello no fue posible. Les aguardaba una realidad mucho más dura: los campos de concentración en Argelia y Marruecos. El más conocido, relata Martínez Leal, el "Camp Morand". "En una desolada llanura sujeta a unas condiciones climáticas infernales, este campo llegó a tener entre 3.000 y 5.000 refugiados". "Para éstos y para los españoles de los otros campos, las opciones para salir de este cautiverio -cerrada la posibilidad para la inmensa mayoría de ir a terceros países- fue el enrolamiento en la Legión Extranjera (no en el ejército regular francés) o el reclutamiento -casi obligatorio- para las Compañías de Trabajadores".
En los campos de trabajos creados para la construcción del Transahariano (ferrocarril Mediterráneo-Níger), "se dejaron la vida o salud miles de españoles como mano de obra semiesclava", apunta Juan Martínez Leal en "Pasado y Presente. Revista de Historia Contemporánea". Quienes permanecieron en los campos de Bou-Arfa en Marruecos y de Colomb Bechar en Argelia "vivieron uno de los capítulos más trágicos del exilio español y de los más bochornosos para la República de Francia. Padecieron penalidades incontables, hacinados en tiendas de campaña en pleno desierto, trabajando bajo una severa disciplina a más de 50º durante el día, sometidos a frecuentes malos tratos, por una alimentación absolutamente insuficiente y por un mísero salario". Memoria histórica.

Enric Llopis

Sobre el internacionalismo comunista y humanista

El Valle de Jarama y el campo de concentración de Argelès-sur-Mer

Esta vez sí; casi no sobra ni una coma. Pero no podemos reproducirlo. Los del global-imperial se ponen como una moto, nos dicen de todo y nos amenazan con castigos e incendiarios tribunales.
Dejo hablar a Natalia Junquera [NJ], la autora de “Jack vuela sobre el campo de batalla” [1]. En el artículo en papel, dos fotografías que no deberíamos dejar de ver. Los pies de foto: 1. “Los hijos de Jack Edwards esparcen sus cenizas en el escenario de la batalla donde luchó junto a los republicanos”. El pie de la segunda: “La familia de Edwards y un grupo de ingleses e irlandeses, frente a la colina del suicidio”. Dos tricolores republicanas en sus manos; otra, al lado de una placa de recuerdo. In memoriam et ad homorem.
Jack Edwards “no tenía familia ni amigos en España. Nunca había empuñado un arma. Tenía un trabajo (de mecánico), una novia (Ivy) y toda la vida por delante”. Con 22 años lo arriesgó todo por luchar en una guerra que, en principio, no era la suya, “en un país en el que no había puesto un pie, España”.
Con otros jóvenes como él, algunos casi niños comenta NJ, abandonó Liverpool para unirse a las Brigadas Internacionales, “voluntarios extranjeros que apoyaron a los republicanos en la Guerra Civil”.
Habla Pete, su hijo de 72 años (le acompañan sus hermanos, Margaret y Colin, y una nieta del brigadista, Rachel, además de unos 40 ingleses e irlandeses que han venido a Madrid por los actos por el 77 aniversario de la batalla) “en un autobús al valle del Jarama para cumplir el último deseo” de su padre: “que sus cenizas fueran esparcidas en el campo de batalla.” “Mi padre siempre decía que lo más importante que había hecho en su vida había sido luchar en España contra el fascismo”
La primera parada, comenta NJ, “es un modesto monumento en el valle, una placa con la bandera republicana en la que se lee: A Kit Conway y otros 200 internacionales del Batallón Británico caídos por la libertad.” Prosigue NJ: “Danny Payne, coordinador del grupo, da algunas claves de la batalla “Este pequeño valle se convirtió en una trampa mortal (...) Aquella es la colina que bautizaron como colina del suicidio” (...) No podían usar las metralletas porque toda la munición era equivocada, de otros calibres”....
Pete, Margaret, Colin y Rachel escuchan atentos el relato. Después, se apartan ligeramente del grupo (habla de nuevo NJ): “extraen dos urnas, primero la de su madre, y luego la de su padre, y hacen volar las cenizas de Jack e Ivy por el valle del Jarama entre un emocionante silencio. Los Edwards extienden entonces una bandera republicana mientras Manus O’Riordan canta su versión de The Galtee mountain boy, una canción de la Guerra de independencia de Irlanda adaptada para homenajear a los brigadistas “que lucharon por la libertad”.
Ivy, la compañera que Edwards había dejado en Liverpool para luchar en la Guerra Civil, “recolectó dinero desde Inglaterra para los republicanos españoles y empezó a estudiar enfermería. Pete Edwards comenta: “El plan era reunirse con mi padre en la guerra y ayudar como enfermera, pero no le dio tiempo. Franco ganó antes”. Jack, su padre, falleció en 2011, a los 97 años. Su madre murió antes, no pudo ver cómo en 2009 le dieron el pasaporte (“¡la ley de memoria histórica concedió la nacionalidad a los brigadistas sin que tuvieran que renunciar a la suya!”, 70 años después).
Pete de nuevo: “¡Mi padre estaba tan orgulloso de aquel pasaporte!. Fue una pena que mi madre se lo perdiera. Ella quería estar con él, y mi padre estar aquí, por eso les hemos traído. Estoy muy contento de haber venido. Ahora por fin puedo imaginarme a mi padre aquí. Había leído en libros sobre la colina del suicidio pero ahora la he pisado, sé como es, conozco el lugar donde luchó mi padre. Estoy muy orgulloso de él”.
Su hermano Colin, comenta NJ, “que lleva una camiseta en la que se lee ¡No pasarán!, mira alrededor, emocionado. Imaginándose a su padre en aquellas colinas, mal armado, mal preparado, pero decidido a arriesgarlo todo para defender un país que no correspondió a su gesto hasta que en 2009 le entregó un pasaporte”. Es Margaret quien habla ahora: “El corazón de mi padre siempre ha estado aquí, en España. Aquí, en el valle del Jarama fue herido de bala, en un pie. Lo evacuaron al hospital, pero no quiso volver a casa aún”.
Edwards tuvo suerte. Sobrevivió. “Pero vio morir a su lado a su mejor amigo y a otros muchos compatriotas. El primer día de combate del batallón británico, el 12 de febrero de 1937, de cerca de 600 quedaron menos de 200 vivos. El segundo día se unieron a ellos jóvenes españoles. La mayoría, calzados con alpargatas”. Como si fueran ratas. “Se enfrentaban a un ejército profesional, para el que la guerra era un oficio, mejor armado y superior en número, y lo hacían con solo una taza de café bailándoles en el estómago”.
Tras abandonar el hospital, Edwards perdió el rastro de los brigadistas. No cesó. Se enroló en una unidad republicana en Valencia. Fue el último brigadista británico (no prisionero) en abandonar España, recuerda NJ. En marzo de 1939. Pete comenta de nuevo: “Cruzó a pie, solo, los Pirineos. Vivía de lo que iba encontrando y de lo que la gente le daba. Los españoles tenían muy poco, pero lo compartían. Muchos le daban sangre frita de oveja. ¡Decía que le encantaba!. En París fue a la embajada británica, pero no le recibieron precisamente con los brazos abiertos… Para él, aquello [formar parte de la RAF británica en la II Guerra mundial] fue la continuación de la Guerra Civil. España era el primer escenario de esa gran guerra contra el fascismo”.
Pete confiesa que su padre, como tantos otros brigadistas, estaba decepcionado con la España neofranquista. “Le entristecía lo poco que se había hecho por las víctimas [del franquismo], por buscar a los desaparecidos, y el hecho de que no se enseñara en las escuelas. Supongo que aquí todo es más difícil porque la guerra dividió a las familias y no es fácil olvidar. Todavía se ve mucha oposición y muchos monumentos a los falangistas. Pero ya es hora de que esto se hable y se solucione”.
Por la colina del suicidio suben 77 años después, señala NJ, “cuarenta irlandeses e ingleses, algunos de más de 70 años, haciendo un descomunal esfuerzo solo para ponerse en la piel de los que más admiran, sus compatriotas brigadistas”. “Vienen todos los años. Son sus héroes y no quieren renunciar a ellos. En España, lo más parecido a ese sentimiento lo encarnarían los poetas, como Miguel Hernández”, explica Óscar Rodríguez (Asociación de Amigos de los Brigadas Internacionales AABI). Severiano Montero, también de la AABI, explica cómo sucedió todo. “Quedó tanta metralla en este lugar que durante 10 años alimentó a un montón de familias, que la vendían”.
Bajo las colinas, comenta Natalia Junquera, yacen aún los restos de decenas de hombres que habían decidido obedecer la orden del mando: “Resistid a toda costa””. A toda costa. Incluso a costa de sus vidas.
¿Todo es uno y lo mismo? ¿El internacionalismo fue un cuento? ¿Los revolucionarios internacionalistas fueron unos simples, engañados e irresponsables aventureros? ¿El fascismo y el comunismo son dos formas de totalitarismo sin apenas diferencias? ¡Venga ya! (¡Recordemos “1936” de Luis Cernuda).
Este mismo martes, parece increíble pero es cierto, el global publica otro artículo que también merece nuestra atención. En el fondo también el internacionalismo es el tema o una de las temáticas. “La Europa mohosa” es el título [2]; Jordi Soler su autor.
Hace exactamente 75 años, febrero de 1939, recuerda JS, ”había 100.000 ciudadanos españoles prisioneros en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer”. Estaban encerrados en un enorme cuadrángulo “demarcado por una alambrada, que ocupaba una hectárea de arena en la playa”. Aquellas 100.000 personas, escribe JS (él usa el término “desgraciados”), “eran personas como usted y como yo, con un oficio, una casa y una familia que los esperaba en España”. Para tener la perspectiva completa de aquel episodio, “habría que sumar, a los prisioneros del campo de Argelès-sur-Mer, el resto de españoles que estaban encerrados en otros campos de concentración como Bram, Gurs o Saint Cyprien”. Constituían un total de 550.000 personas (la tercera parte de la población de Barcelona). Aquella multitud, como es sabido, “había cruzado la frontera huyendo de la represión del Ejército franquista que, además de haber ganado la guerra, buscaba erradicar de España cualquier brote republicano o rojo, judío o masón, es decir, a cualquier persona que no se ajustara a los estrechos lineamientos del nacionalcatolicismo”.
Los 100.000 prisioneros del campo llegaron a la playa francesa en un mes febrero especialmente frío, “en el que la temperatura por la noche descendía, de acuerdo con el registro meteorológico de la época, hasta -10 grados centígrados. En el campo no había ninguna infraestructura, no había nada, ni barracas, ni letrinas, ni un rincón en el cual refugiarse”. Los prisioneros tenían que dormir “por turnos, a la intemperie, en un agujero cavado con las manos en la arena, mientras uno de sus compañeros hacía guardia para despertarlos cada 10 minutos, y así evitar que alguno se quedara dormido mucho tiempo y muriera congelado.”
Tampoco había leña para hacer fogatas. “Algunos, para paliar el frío atroz, hacían hogueras con sus pertenencias, quemaban sus botas, sus gorras, sus cinturones, sus macutos”. En estas condiciones “aquellos paisanos nuestros pasaron semanas, meses y algunos hasta años, encerrados en ese gran corral a la intemperie que estaba custodiado por spahis, soldados marroquíes del Ejército colonial francés, que llevaban una vistosa capa roja, montaban unos caballos bajitos de Argelia y tenían la orden de disparar contra cualquier español que tratara de brincarse la alambrada.”
Las opciones para conseguir la libertad no eran muchas. “Podía irse el que encontrara una familia francesa que pudiera hacerse cargo de él, quien se inscribiera en el Ejército francés para pelear en la II Guerra Mundial que ya empezaba, o el que estuviera dispuesto a regresar a España y asumir la penalización que le esperaba”. La tercera no era una opción real. “El resto se quedaba ahí, a sobrevivir como podía, a sortear las enfermedades que se expandían por el campo, neumonía, disentería, tifoidea, tuberculosis, tiña, sarna, lepra, todo complicado con las úlceras que producía en la piel el contacto ininterrumpido durante meses con la arena”.
Setenta y cinco años después, porque este episodio ha sido extirpado de la historia oficial, hay todavía muy poca información de lo que pasó en aquel campo de concentración, comenta JS. “Lo que hay son testimonios de la gente que estuvo ahí y que se ha animado a contarlo. Pongo aquí un testimonio que tengo a mano, una imagen sumamente ilustrativa que escribió mi abuelo, que estuvo prisionero ahí: después de un temporal, con grandes olas, que inundó toda la superficie del campo, la playa amaneció llena de cadáveres. Sobre esa arena, de esa playa que hoy es un importante lugar de veraneo para las familias francesas, murieron cientos, probablemente miles, de españoles de frío, de hambre, de enfermedades desatendidas”. Cuando empezó la II Guerra Mundial, a los republicanos españoles que seguían ahí prisioneros “se sumaron vagabundos, gitanos y judíos en tránsito hacia los campos nazis de exterminio”.
A 75 años de distancia cuesta concebir el trato que dio el Gobierno de la República francesa a los exiliados españoles. “Aquellos campos de concentración constituyen una página oscura de la historia de Francia que ha sido… extirpada de la historia oficial; de la misma manera que en España ha sido extirpada la infame represión franquista”. Qué hacían Europa y las democracias occidentales, pregunta JS, “mientras aquellos cientos de miles de españoles agonizaban, despojados de su nacionalidad, en los campos de concentración”. Miraban, con gran cinismo, para otra parte. ¿Todos? No, todos. “Todos excepto México, que no sólo denunció lo que estaba sucediendo, sino que implementó un operativo diplomático para socorrer a los republicanos y, en muchos casos, ayudarlos a salir de Francia y ofrecerles una nueva vida en aquel país”.
El episodio de los campos de concentración, prosigue JS, “ha sido extirpado de la historia oficial”. No el fermento social que lo originó, el que hizo que “los españoles fueran maltratados de esa forma, ese fermento que el escritor Philippe Sollers ha identificado como “la Francia mohosa”, ese grupo numeroso de gente muy conservadora, de derecha católica, aparentemente apacible pero en guardia permanente, que es percibida como gente normal, de orden y de familia, pero que odia, y todo el tiempo lo hace saber, a los extranjeros, a los musulmanes, a los judíos y a los chinos, a los artistas y a los homosexuales, y a todo lo que no sea fiel reflejo de ellos mismos”.
No deberíamos perder de vista en estos momentos, sostiene JS, “lo que pasó en Argelès-sur-Mer, porque el fenómeno de la Francia mohosa está extendido por todo el continente formando una Europa mohosa, que repele a todo el que no ha nacido dentro del espacio Schengen”. Desde luego, sostiene Soler, “que aquí tenemos también nuestra España mohosa, y tanto moho es la evidencia de que, de aquello que pasó hace apenas 75 años, no hemos aprendido nada, que aquel capítulo negro en la historia de Europa, en el que las víctimas fueron nuestros padres y nuestros abuelos, no ha dejado ninguna huella ni ha provocado ninguna reflexión”.
Europa, el continente de los derechos humanos, como en aquellos tiempos, “da un trato inhumano a los inmigrantes, ahí están esas imágenes escalofriantes, hace unos meses, de los cadáveres en la playa de Lampedusa, o hace unos días aquí mismo, en la valla de Ceuta”. Parece, prosigue el autor, “que en el trato al inmigrante opera una siniestra simetría: tratamos al inmigrante con la misma crueldad con la que nos trataron a nosotros, en febrero de 1939. Los cadáveres moviéndose con el vaivén de las olas en la playa de Lampedusa son el eco nefasto de aquellos cadáveres que estaban, no hace mucho, sobre la playa de Argelès-sur-Mer.”
Que un país como España trate con tanta crueldad a los inmigrantes es, realmente, “casi un sarcasmo”. España se debe a sus emigrantes, a los ciudadanos que se fueron de aquí y que diseminaron sus lenguas y sus culturas en América. Gracias a ellos, las lenguas y las culturas españolas ”tienen una importancia capital en el mundo”.
En el siglo XXI, comenta finalmente JS, el hijo de un prisionero del campo de concentración de Argelès que, por un giro glorioso del destino, “se convirtió en alcalde de la ciudad, puso un discreto monumento, una suerte de lápida en homenaje a los 100.000 españoles que estuvieron ahí en 1939”. Al final de la inscripción de este monumento dice de los republicanos: “Su desgracia (que no fue propiamente una desgracia): haber luchado para defender la Democracia y la República contra el fascismo en España de 1936 a 1939. Hombre libre, acuérdate”.
Ahí está la clave, en opinión de Jordi Soler, en la palabra “acuérdate”. “Tendríamos que tener ese campo de concentración permanentemente en la memoria, como referente, tenerlo siempre a la vista como a la estrella polar.”
Sea así y no olvidemos el internacionalismo de la República mexicana ni de su ciudadanía.
Eduard Rodríguez Farré, nuestro gran científico franco-barcelonés, nació en 1940 en Argelès. Su padre, Eduardo Rodríguez, un médico republicano madrileño que también tuvo que exiliarse, fue uno de los responsables médicos del campo. Murió años después, en Barcelona. El franquismo no tuvo piedad con él. La madre de Eduard, en aquel entonces una joven enfermera barcelonesa, vive aún. En la ciudad de Lluís Companys, de Teresa Pàmies, de López Raimundo, de Giulia Adinolfi, de Salvat Papasseit, de Josep Bel y de tantos y tantos republicanos antifascistas internacionalistas.

Salvador López Arnal

Notas:

[1] http://politica.elpais.com/politica/2014/02/24/actualidad/1393264511_393757.html

[2] http://elpais.com/elpais/2014/02/19/opinion/1392813673_303657.html

Análisis alternativo a las protestas en Venezuela

Si hemos de creer lo que estamos leyendo y oyendo en los medios de comunicación (1), el pueblo de Venezuela –liderado por las protestas estudiantiles– se levanta contra su gobierno opresivo. Los venezolanos están hartos de la escasez de productos como la leche y el papel higiénico; no soportan el 56 por ciento de inflación, la hipertrofiada delincuencia; y todo esto aunado a un “régimen autoritario” que controla los medios de comunicación. Las cosas van a peor, y simplemente ya no pueden aguantar más. Por eso salen a las calles.
Sin embargo, la verdad es algo diferente. El primer indicio de que lo descrito anteriormente podría no ser la imagen completa de los sucesos podremos encontrarlo en el registro de las elecciones pasadas del 8 de diciembre. En aquel momento, la oposición y la prensa hegemónica (que aborrece al gobierno venezolano) concibieron aquellos comicios municipales como una suerte de referéndum hacia el gobierno. El resultado fue que el PSUV, partido que lidera Nicolás Maduro, triunfó con un amplio margen de diez puntos porcentuales.
Esto sucedió solo hace un par de meses: la inflación ya alcanzaba el 56 por ciento, y la situación económica no era mejor que ahora. Entonces, ¿por qué la mayoría de los venezolanos votaron por el partido de gobierno y sus aliados? Probablemente debido a que no estaban pensando en el debilitamiento de la economía ocurrido el pasado año. Tal vez recordaban que en los últimos 12 años –desde que el gobierno chavista tiene el control de la industria petrolera– Venezuela ha experimentado un gran desarrollo: la pobreza se redujo a la mitad, la pobreza extrema en más de un 70 por ciento, y el acceso a la asistencia sanitaria, las pensiones y la educación tuvieron un exponencial aumento.
Tal vez también apostaron por el partido oficialista porque no confían en los personajes de las clases adineradas, quienes dirigen la oposición derechista. Uno de ellos es Leopoldo López, activo participante en el golpe militar de 2002 contra Chávez. En la actualidad, la oposición está siendo apoyada principalmente por las clases altas. Estas organizaciones civiles y partidistas no ofrecen políticas públicas para la mayoría de los venezolanos de bajos ingresos, y están ahora mismo en las calles exigiendo la revocación de los resultados de las elecciones presidenciales de abril pasado, donde Nicolás Maduro fue electo. Sin lugar a dudas, una extraña demanda para un movimiento “prodemocracia”.
Asimismo, y tal como sucedió en el golpe de 2002, el gobierno de EEUU –que ha financiado a la oposición con cientos de millones de dólares, y tiene asignado para las organizaciones contrarias al régimen 5 millones de dólares en su actual presupuesto federal de 2014– ha indicado claramente que apoya esta estrategia de “cambio de régimen”. Solo hay que recordar que, desde 2002, EEUU ha estado tratando de recuperar el control sobre Venezuela, país que tiene las mayores reservas de petróleo del mundo.
Tampoco podemos olvidar que el 70% de los canales de televisión y radio están aún en manos privadas, y que las televisoras públicas tienen una audiencia de solo el 5.4% del total. De hecho, si hacemos memoria, parece ser que la oposición, glorificada en los medios de comunicación hegemónicos, está intentando implantar una estrategia que, al menos, le dio resultado por unas 48 horas en 2002 (tiempo que duró el golpe de Estado): el plan es mantener un clima de protestas exigiendo la dimisión del gobierno, hasta que se genere el caos suficiente como para establecer un golpe de Estado (el que se intentaría argumentar cosméticamente como correlato de las protestas).
Ahora bien, es cierto que quienes se movilizan presentan quejas legítimas sobre la inflación, la escasez y el crimen. Sin embargo, la tasa de homicidios ha estado bajando desde 2008, y la alta inflación solo ha sido un problema desde alrededor de un año. De hecho, como el Banco Mundial informó, en 2012 la tasa de pobreza en Venezuela se redujo en un 20 por ciento; la mayor caída en América Latina.
El gobierno tiene el deber de resolver los problemas económicos más importantes, pero el intento de generar un marco de posibilidad para derrocar al gobierno no me parece una medida positiva ni justa. Llámenme loca, pero desde que nací vengo escuchando que, en una democracia, los gobiernos se cambian a través de elecciones, y no a través de protestas de la clase dominante.

Francesca Emanuele

Nota

1.-En el Perú, el acceso a la información es marcadamente limitado. El 78% de la prensa escrita está en una sola mano, y la tenencia de los medios de masas como la televisión es igualmente oligopólica.

Alí Primera - Al Combate Me Voy

Alí Primera - Canción Para los valientes

martes, febrero 25, 2014

25 verdades sobre las manifestaciones en Venezuela



Como en 2002, la oposición radical, incapaz de tomar el poder por vía de las urnas, multiplica las acciones con el objetivo de romper el orden constitucional.

1. Nicolás Maduro, Presidente legítimo de Venezuela desde abril de 2013, hace frente a una poderosa oposición, apoyada por Estados Unidos, que aspira retomar el poder que perdió en 1998.

2. Como perdió las elecciones presidenciales de abril de 2013 por una diferencia del 1,59%, la oposición rechazó primero los resultados electorales, avalados no obstante por las más importantes instituciones internacionales, desde la Unión Europea hasta la Organización de Estados Americanos, pasando por el Centro Carter, y expresó su rabia en actos violentos que costaron la vida a once militantes chavistas.

3. No obstante, el débil margen que separó al candidato de la oposición Henrique Capriles del vencedor Nicolás Maduro, galvanizó a la derecha, motivada por la perspectiva de la reconquista del poder. Entonces hizo de las elecciones municipales de diciembre de 2013 un objetivo estratégico.

4. Contra todo pronóstico, las elecciones municipales se transformaron en un plebiscito a favor del poder chavista, que ganó el 76% de los municipios (256) contra el 23% (76) para la coalición MUD que agrupó a toda la oposición.

5. Desmoralizado por ese serio revés, viendo la perspectiva de una reconquista del poder por la vía democrática alejarse otra vez –las próximas elecciones serán las legislativas en diciembre de 2015–, la oposición ha decidido reproducir el esquema de abril de 2002 que desembocó en un golpe de Estado mediático-militar contra el Presidente Hugo Chávez.

6. A partir de enero de 2014, el sector radical de la oposición decidió actuar. Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular, quien participó en el golpe de Estado de abril de 2002, lanzó un llamado a la insurrección a partir del 2 de enero de 2014: “Queremos lanzar un llamado a los venezolanos […] a que nos alcemos. Convocamos al pueblo venezolano a decir ‘basta ya’. […] Con una meta a discutir: ‘la salida’. ¿Cuál es la salida de este desastre?”.

7. El 2 de febrero de 2014, durante una manifestación, Leopoldo López acusó al poder como responsable de todos los males: “Las carencias que padecemos hoy tienen un culpable. Ese culpable es el poder nacional”.

8. El 2 de febrero de 2014, Antonio Ledezma, figura de la oposición y alcalde de la capital, Caracas, también lanzó un llamado al cambio: “Este régimen que cumple hoy quince años continuos promoviendo la confrontación. Hoy comienza la unidad en la calle de toda Venezuela”.

9. María Corina Machado, diputada de la oposición, lanzó un llamado a acabar con la “tiranía”: “El pueblo de Venezuela tiene una respuesta: ‘Rebeldía, rebeldía’. Hay algunos que dicen que debemos esperar a unas elecciones en unos cuantos años. ¿Pueden esperar los que no consiguen alimentos para sus hijos? ¿Pueden esperar los empleados públicos, los campesinos, los comerciantes, a quienes les arrebatan su derecho al trabajo y a la propiedad? Venezuela no puede esperar más”.

10. El 6 de febrero de 2014, tras una manifestación de la oposición, un grupo de una centena de estudiantes encapuchados atacó la residencia del gobernador del Estado de Táchira, hiriendo a una decena de policías.

11. La misma semana, varias manifestaciones de la oposición se suceden en diferentes Estados y degeneran todas en violencia.

12. El 12 de febrero de 2014 otra manifestación, orquestada por la oposición frente al Ministerio Público, compuesta de estudiantes de las universidades privadas organizados en grupos de choque, resultó de una violencia inaudita, con tres muertos, una centena de heridos e innumerables daños materiales.

13. Como durante el golpe de Estado de abril de 2002, las tres personas fallecidas fueron ejecutadas con una bala en la cabeza.

14. Entre ellas se encontraban un militante chavista, Juan Montoya, y un opositor llamado Basil Da Acosta. Según la investigación balística, ambos fueron ejecutados con la misma arma.

15. Los siguientes días los manifestantes, oficialmente movilizados “contra la vida cara y la inseguridad”, se instalaron en la Plaza Altamira, situada en un barrio rico de Caracas.

16. Desde hace varios meses, Venezuela sufre una guerra económica orquestada por la oposición que controla aún amplios sectores, con la organización artificial de penurias, acaparamiento de productos de primera necesidad y multiplicación de actos especulativos.

17. Así, el 5 de febrero de 2014, las autoridades requisaron en el Estado de Táchira cerca de mil toneladas de productos alimenticios de primera necesidad (arroz, azúcar, aceite, café, etc.) escondidos en almacenes. Desde enero de 2013, las autoridades han requisado más de 50.000 toneladas de alimentos.

18. El Gobierno bolivariano decidió actuar y castigar a los acaparadores y especuladores. En noviembre de 2013, la cadena Daka de productos electrodomésticos fue intervenida y las autoridades decidieron regular los precios. La empresa facturaba sus productos con un beneficio de más del 1.000%, por lo que era inaccesibles para la mayoría de los venezolanos.

19. Ahora el margen máximo de las empresas no podrá superar el 30%.

20. El Presidente Nicolás Maduro denunció un intento de golpe de Estado y llamó a los ciudadanos a hacer frente al “fascismo”. “Nada nos apartará del camino de la Patria y de la vía de la democracia”, afirmó.

21. El 17 de febrero de 2014, tres diplomáticos estadounidenses fueron expulsados del país por su implicación con los sangrientos acontecimientos. Se habían reunido con los estudiantes de las universidades privadas para coordinar las manifestaciones, según las autoridades venezolanas.

22. El 18 de febrero de 2014, Leopoldo López fue arrestado por su responsabilidad política en las violentas manifestaciones y fue entregado a la justicia.

23. La administración de Obama condenó al Gobierno de Caracas por las violencias, sin señalar un solo instante la responsabilidad de la oposición que intenta perpetrar un golpe de Estado. Al contrario, el Departamento de Estado exigió la liberación inmediata de Leopoldo López, principal instigador de los acontecimientos dramáticos.

24. Los medios occidentales ocultaron los actos violentos de los grupúsculos armados (metros y edificios públicos saqueados, tiendas Mercal –¡Donde el pueblo se abastece en alimentos!– quemadas), así como el hecho de que la televisión pública Venezolana de Televisión fue atacada con armas de fuego.

25. Los medios occidentales, lejos de presentar los acontecimientos dramáticos ocurridos en Venezuela con toda imparcialidad, tomaron partido a favor de la oposición golpista y contra el Gobierno democrático y legítimo de Nicolás Maduro. No vacilan en manipular a la opinión pública y presentan la situación como un levantamiento popular masivo contra el poder. En realidad, Maduro dispone del apoyo masivo de la mayoría de los venezolanos, como lo ilustran las manifestaciones gigantescas a favor de la Revolución Bolivariana.

Salim Lamrani
Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Cuba. Les médias face au défi de l’impartialité , Paris, Editions Estrella, 2013, con un prólogo de Eduardo Galeano, http://www.amazon.fr/Cuba-m%C3%A9dias-face-d%C3%A9fi-limpartialit%C3%A9/dp/2953128433/ref=sr_1_1?s=books&ie=UTF8&qid=1376731937&sr=1-1 Contacto: lamranisalim@yahoo.fr ; Salim.Lamrani@univ-reunion.fr Página Facebook: https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel

Fuente: http://operamundi.uol.com.br/conteudo/babel/34102/25+verdades+sobre+las+manifestaciones+en+vene

lunes, febrero 24, 2014

El concepto de revolución de Robespierre



Georges Labica: «Robespierre nos ofrece pues el primer pensamiento filosófico de la Revolución, el primer pensamiento real, no metafórico, la primera sistematización o teorización»

De la dignidad filosófica de Robespierre

Para concretar mi objetivo, querría empezar subrayando la originalidad de Maximiliano Robespierre, el carácter innovador de su pensamiento que, aun sin serle enteramente personal (Sain-Just, Marat, Billaud, Couthon, Roux, Babeuf…) no por ello deja de tomar en él un valor emblemático; se trata de pensar la revolución en el momento mismo en que se produce. La cosa no tiene precedentes. Pensar el concepto de revolución es mucho más difícil de lo que se suele creer, incluso para nosotros que tenemos a mano la definición marxista y siglo y medio de experiencia histórica; con mayor razón para M.R., que fue el producto de la revolución, arrastrado por ella, esforzándose por pensarla, pegándose a su proceso y que, sin haberla previsto ni teorizado, sino siguiéndola y dejándose inspirar día a día, intentó asimilarla.
Como ha señalado A. Manfred, la existencia de Robespierre se confunde enteramente con la trayectoria de la revolución, 89-94. Su primera intervención -que pasó desapercibida- tuvo lugar el 18 de mayo de 1789, en tanto que diputado del «Tiers» de Arras, y la última, el 26 de julio de 1794 (8 de Termidor). A su muerte, como ha dicho Laponneray «la revolución se detuvo y dio marcha atrás». Insisto en que el pensamiento de la revolución, el pensamiento de un fenómeno tan global y amplio como la Revolución francesa, no tiene precedente, si se exceptúan algunas figuras modelo de la antigüedad romana. Maximiliano Robespierre era perfectamente consciente de ésta su novedad: «La teoría del gobierno revolucionario es tan nueva como la revolución que la ha provocado. No hay que buscarla en los libros de los escritores políticos, que no la han previsto, ni tampoco en las leyes de los tiranos, que, contentándose con abusar de su poder, poco se ocupan de legitimarlo» (25 de diciembre de 1793). Lo nuevo es la autocreación revolucionaria, la «primera República del mundo» (noviembre de 1793) que, como dice Maximiliano Robespierre con entusiasmo, «le da a Francia 2.000 años de adelanto respecto a la especie humana». Lo que Destut en su Grammaire opone a Montesquieu es la «era francesa» y su novedad absoluta.
La primacía y la originalidad de la Revolución francesa respecto a la americana las establecen igualmente Condorcet y Burke. Nadie tuvo una conciencia tan clara de todo ello como M.R.. He aquí el gran texto Sur les principes de morale politique qui doivent guider l’Administration interieure de la Republique (18 de pluvioso del Año II; 5 de febrero de 1794): «Los franceses son el primer pueblo del mundo que ha establecido una verdadera democracia, llamando a todos los hombres a la igualdad y a la plenitud de los derechos del ciudadano».
Mi desarrollo y mi método se desprenden de ese hecho y se atendrán a él y lo asumirán, lo cual excluye todos los a priori y a posteriori, en general idénticos, trátese de la posición de clase de Maximiliano Robespierre, que en este momento alborea, trátese de sus «contradicciones», como decía A. Soboul, acerca del problema de la propiedad, de los obreros, o de los juicios sobre su acción: ¿se equivocó de época, tomando la revolución burguesa por la antigüedad (Marx y Engels)? Aunque tales análisis no carezcan ni de valor ni de fundamento. Es fácil comprender que no concedo interés alguno a las aberraciones partidistas que quieren ver a Stalin en M.R. y al Goulag en el Terror.
Maximiliano Robespierre no podía saltar por encima de su tiempo; estaba plenamente hundido en él. De momento dejo de lado el curso político de M.R. e incluso su evolución de la revolución política a la revolución social y su radicalización en 1792-1793, con motivo de su alianza con los sans-culottes.
M.R. nos ofrece pues el primer pensamiento filosófico de la Revolución, el primer pensamiento real, no metafórico, la primera sistematización o teorización.
Ahora bien, Robespierre es para los filósofos una figura olvidada, abandonada a los historiadores. De estos últimos, a los que tanto debo, no pienso mal en modo alguno; sí pienso así de mis colegas filósofos, cuyo silencio es testimonio de incapacidad para escrutar las fracturas sociales. Una obra reciente, que se pretende autoridad, el Dictionnaire des philosophes, ignora a Robespierre lo mismo que a Marat o a Babeuf, aun cuando se acuerda de Saint-Just.
Se trata de un «no-pensado», de un rechazo (refoulé) reciente, de una verdadera regresión que contrasta con la tradición filosófica contemporánea y con la inmediatamente posterior a Maximiliano Robespierre
Maximiliano Robespierre y la revolución francesa, como ha recordado mi amigo D. Losurdo (ct. Hegel, questione nazionale, restaurazione , Université degli Studi di Urbino, 1983, p.56 y ss.) alimentaron la filosofía clásica alemana, para la que fueron objeto central y, desde Fichte, un estímulo para pensar. La voz más sonora, como se sabe, fue la de Hegel quien constantemente recuerda que revolución y filosofía se conexionan, habiendo salido la primera de la segunda… y viceversa. «Soberbia aurora»… «todos los seres pensantes han celebrado ese período», dice todavía el prefacio de la Enciclopedia. La primera fascinación del Terror en tanto que «despotismo de la Libertad» es la misma que la de la figura de Robespierre, de quien Hegel toma la expresión. Engels recordará que la filosofía de Hegel «les devolvió el honor a los héroes de la revolución francesa». Como se sabe, Marx y Engels aprendieron la lección y calificaron, ya en la Ideología alemana a Robespierre y a Saint-Just de «auténticos representantes de las fuerzas revolucionarias -es decir de la única clase verdaderamente revolucionaria: las masas».
Que se me permita detenerme por un momento en un testimonio que, más cercano a nosotros, me parece ejemplar: el de Gramsci.
En su Anti-Bujarin arranca de la comparación de Carducci entre Kant y Robespierre según la que si «el primero decapitó a Dios, el segundo lo hizo con el Rey» y muestra que el paralelo Kant-Robespierre, según Croce, pasando por Heine, viene de Hegel: «la filosofía de Kant, de Fichte y de Schelling contiene, en forma de pensamiento, la Revolución»; y Gramsci opone Alemania y Francia como «filosofía» y «realidad efectiva». Las lecciones sobre la filosofía de la Historia dicen que el principio de la voluntad formal, de la libertad abstracta «entre los alemanes es una teoría tranquila, mientras que los franceses quisieron realizarlo en la práctica». Tal es para Gramsci el origen de la XI Tesis sobre Feuerbach: la filosofía debe convertirse en política para «ser verdadera». No quiero insistir en este punto que merecería por su parte un estudio en profundidad.

Georges Labica

(*) Publicado en la desparecida revista Contrarios, de España (julio de 1989).
La Insignia

Venezuela en el marco de la globalización del fascismo



Guerra permanente contra el chavismo contrahegemónico

“Las intervenciones militares no son más que la punta del iceberg imperialista”

David Harvey

En Venezuela estamos en presencia de un salto cualitativo de los dispositivos de ataque a la Revolución Bolivariana, en el marco de un nuevo período marcado por la ausencia física del presidente Chávez y donde se hacen muy visibles los límites del capitalismo rentístico nacional. Este salto de carácter restaurador y reaccionario no sólo es expresión de una coyuntura doméstica, sino que está profundamente conectado y determinado por las ondas de la crisis sistémica capitalista, y es expresión de la reconfiguración de laguerra como mecanismo totalizante de ordenamiento mundial, en el contexto de la globalización neoliberal.
En el mismo sentido en el que el capitalismo mundial se trans-nacionaliza a partir de la crisis de los años 70, como nunca antes en su historia, e integra e interconecta todo el planeta en torno a la (sobre)explotación capitalista, también transnacionaliza la guerra, la convierte en el factor clave de ordenamiento de las sociedades globales, la despliega a todos los espacios, planos y subjetividades, tornándose un continuum temporal, un régimen biopolítico de control social, el cual se recrudece a partir de los atentados al WTC el 11 de septiembre de 2001. Hablar de la guerra en la globalización neoliberal es hablar de «guerra mundial», una con un carácter más mundial que todas sus antecesoras.
La concepción de la guerra como régimen biopolítico global, y como una “ guerra permanente ”, tal y como la concibiera la «Doctrina Bush», supone atender a la manera como esta se cuela en todos los espacios de la vida. Aquí vale la pena mencionar dos ideas de Michel Foucault y Luis Britto García: Foucault invierte el sentido de la famosa frase de Carl von Clausewitz de principios del siglo XIX al afirmar que “ la política es la continuación de la guerra por otros medios” [1] ; Britto, reflexionando sobre la guerra económica en Venezuela expresaba: “ La Guerra es la continuación de la Economía, por otros medios ” [2] . Las formas contemporáneas de la beligerancia sistémica hacen que los diferentes ámbitos de la vida se tornen continuaciones de la guerra, y transforman a la guerra en prolongaciones de éstos.
Desde el año 2001, Venezuela parece haberse convertido en uno de los principales laboratorios de la guerra multifactorial en el mundo. La llegada de la Revolución Bolivariana, obstaculizó la avanzada de acumulación por desposesión que se venía dando desde los años 80 en Venezuela ―esta es básicamente acumulación capitalista de guerra―, constituyéndose el proceso de transformaciones en el país en una barrera no sólo al acceso a sus “recursos naturales”, sino un peligroso ejemplo ante un sistema-mundo que presiona cada vez más hacia las desregulaciones, la apertura y la integración de mercados (capitalistas).
La guerra económica, la guerra mediática nacional e internacional, la estrategia de conflictos localizados en Venezuela, por mencionar sus facetas principales, conforman un abanico estratégico y contrainsurgente de guerra permanente para facilitar, articular y expandir procesos de acumulación por desposesión en el país. La progresiva intensificación y agudización de estos dispositivos apuntan a peligrosos escenarios de shock social, que permitirían, a partir de situaciones de conmoción, abrir el paso a reestructuraciones de corte neoliberal, una de las formas de lo que Naomi Klein ha denominado «capitalismo del desastre» [3] .

La presión neoliberal a la globalización del fascismo

El fascismo consigue campo fértil en las crisis. Al igual que en la época de la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado, que facilitó el ascenso del nazismo alemán y del fascismo italiano, junto con muchas otras expresiones mundiales de este tipo, la crisis actual (2007 hasta nuestros días) ha servido de caldo de cultivo para la (re)aparición, surgimiento o auge de grupos de extrema derecha de corte fascista en numerosas partes del planeta.
Unos amenazan con tomar el poder del Estado, otros se posicionan en las redes del poder político constituido, y otros toman espacios de calle y fungen como fuerzas de choque e intimidación contrainsurgentes. Su despliegue mundial supone que el fascismo se adapta a las nuevas condiciones históricas del capitalismo globalizado, y a toda la diversidad cultural mundial, por lo que no hablamos de un concepto anacrónico, ni mucho menos rígido [4] .
Algunas de las expresiones más claras y recientes de este auge fascista global las encontramos en el accionar político de grupos como Amanecer Dorado en Grecia; Svoboda en Ucrania (uno de los 5 principales partidos del país) que comanda el bloque opositor en el intenso y violento conflicto en este país; el posicionamiento del Tea Party en los Estados Unidos y el mapa político de Sara Palin con la iconografía de blancos de rifle sobre objetivos demócratas (recordemos el tiroteo de Arizona de 2011 que arrojó 6 muertos y donde la representante demócrata Gabrielle Giffords, partidaria de la reforma migratoria , recibiera un tiro en la cabeza); la capacidad de choque de los grupos fundamentalistas de extrema derecha en la llamada “primavera árabe” y su incidencia política en dichos procesos; la acción psicótica de Anders Behring Breivik al asesinar 77 personas en un campamento juvenil del Partido Laborista en Noruega; la participación activa de movimientos conservadores, skinheads y de extrema derecha en las protestas de Brasil de junio de 2013, quienes atacaron física y verbalmente a personas con camisas o banderas de partidos políticos ; el repunte en los sondeos electorales en Francia de la candidata de extrema derecha Marine Le Pen, para las elecciones al Parlamento Europeo que tendrán lugar en mayo de 2014; y, para mencionar a Venezuela, el surgimiento durante el período de la Revolución Bolivariana de grupos fascistas y neo-nazis como Orden , reivindicadores de la dictadura anticomunista de Marcos Pérez Jiménez [5] .
El proyecto neoliberal ataca de manera frontal y sistemática a trabajadores y trabajadoras, pueblos, territorios y naturaleza, y se inscribe en una compleja disputa geopolítica, por lo que uno de los mecanismos para mantener estas formas de acumulación es la instalación de una completa y sofisticada estrategia policial mundial, en la cual la globalización del fascismo aparece como uno de sus nortes. El progresivo agravamiento de la crisis sistémica capitalista haría más precarios los consensos sociales de los llamados “sistemas democráticos”, potenciando las condiciones del auge del fascismo.
Los factores que han causado la crisis económica/financiera global por la que atravesamos desde 2007-2008 no solo se mantienen, sino que en otros sentidos se han agravado. A fines de enero, la directora ejecutiva del FMI, Christine Lagarde, advertía sobre nuevos riesgos económicos como la deflación en las economías avanzadas [6] . Las consecuencias de los recortes de los estímulos económicos (QE) de la Reserva Federal de los EEUU ―han reducido de este programa unos 20.000 millones US$ desde diciembre pasado― [7] , y de una crisis de los mercados emergentes, o la específica posibilidad de una profundización de la baja en el crecimiento chino, pudiera abrir las puertas a una nueva y más fuerte crisis financiera global, con rasgos de recesión, lo cual tiene un enorme significado para la Revolución Bolivariana, inmersa en una nueva oleada de ataques fascistas y en una nueva fase de la guerra permanente.
La extrema derecha ha tomado la vanguardia en la oposición. El chavismo contrahegemónico es la clave en esta partida de ajedrez, el elemento vivo del golpe de timón.

La larga crisis del capitalismo rentístico y el chavismo contrahegemónico

La intensificación de la disputa transnacional que se da en la actualidad en Venezuela, sea por el control de la captación de la renta petrolera, o bien por los intereses imperialistas de acceso a los “recursos naturales”, se está desarrollando sobre las estructuras carcomidas del capitalismo rentístico nacional, el cual se encuentra en una larga crisis originada desde hace unos 30-40 años. Estamos en presencia de un proceso de agotamiento de nuestro modelo histórico más contemporáneo.
Los notables desequilibrios económicos y sociales que vive el país están en profunda relación con la escalada fascista en Venezuela: los severos desajustes del capitalismo rentístico son también un reflejo de la guerra económica, en el sentido en el que la guerra permanente, la guerra multifactorial se centra en atacar nuestras vulnerabilidades para debilitar nuestras fortalezas. El agravamiento de los males del modelo rentista nacional ha hecho algunos flancos más vulnerables como el alimentario, el financiero, el de la economía real, el de ocupación territorial, los cuales difícilmente pueden atenderse con las armas melladas del capitalismo rentístico.
En cualquier escenario de la guerra permanente contra la Revolución Bolivariana ha sido el chavismo contrahegemónico el bloque de resistencia, la fuerza creadora de posibilidades, la potencia de cada victoria política en este intenso trajinar de 15 años; de ahí el ataque actual constante a la generalidad del término “colectivos”. La alianza popular, el mandar obedenciendo, es la única vía posible ante el hiper-despliegue bélico, no solo porque el bloque popular contrahegemónico es la fuerza constitutiva de las transformaciones anticapitalistas, sino porque además es consciente de ser el principal objetivo de la guerra permanente.
No son sencillos los dilemas políticos en el país, sobre todo ante esta difícil coyuntura de ataque a la Revolución Bolivariana. No obstante es fundamental atender lo siguiente:
- Diversos movimientos sociales y organizaciones populares han planteado alternativas y soluciones concretas ante prácticamente cualquier coyuntura, problema, o incluso sobre factores estructurales de nuestro modelo capitalista/rentista. Es literalmente vital articular estas alternativas al rumbo de la Revolución Bolivariana, haciendo de la misma una fuerza viva y popular, que recobre su impulso contrahegemónico.
- Una guerra biopolítica ataca en todos los ámbitos de la vida. En la medida en la que nos conectamos más a la globalización capitalista, nos conectamos más a los dispositivos de acción de esta guerra sistémica. Es un deber imperioso atender nuestras principales vulnerabilidades estructurales. La mirada hacia formas de desconexión selectiva, con mecanismos regionales similares a los que han sido planteados en ALBA-TCP, con un plan de gobierno que incentive la organización social y la producción desde abajo (las comunas), y en consonancia con el objetivo IV del Plan de la Patria 2013-2019, debe ser una prioridad, buscando todas las posibilidades para motorizar estas formas de resistencia nacional y popular.
- Allanar el camino para una articulación popular autónoma, amplia y orgánica, en la que organizaciones y movimientos sociales creen agendas y alternativas propias, y planteen formas de relacionamiento fructíferas entre pueblo y gobierno.
- Es esencial “desactivar el fascismo” (como lo ha expresado Roland Denis ), y diluir juntos el odio, como lo manifiestan los integrantes del colectivo “ El Cayapo ” : “ héroe no será en esta guerra quien más disparos realice, sino quien más desactive situaciones de guerra ”.

Emiliano Terán Mantovani
alainet.org

Fuentes consultadas

- BRITTO García, Luis. ¿Guerra económica no mata gobierno? Aporrea. Domingo, 22/09/2013. Disponible en: http://www.aporrea.org/actualidad/a173940.html . [Consultado: 23/09/2013].
- CNN Expansión. Lagarde advierte riesgo de deflación . Sábado, 25 de enero de 2014. Disponible en: http://www.cnnexpansion.com/economia/2014/01/25/lagarde-advierte-riesgo-de-deflacion . [Consultado: 27/01/2014].
- DEUTSCHE Welle. La Reserva Federal vuelve a recortar estímulos a economía de EE.UU. 29.01.2014. Disponible en: http://www.dw.de/la-reserva-federal-vuelve-a-recortar-est%C3%ADmulos-a-econom%C3%ADa-de-eeuu/a-17395038 . [Consultado: 12/02/2014].
- FOUCAULT, Michel. Defender la sociedad . Fondo de Cultura Económica. Segunda reimpresión. Buenos Aires, 2001. En: http://primeraparadoja.files.wordpress.com/2011/03/1976-defender-la-sociedad.pdf . [Consultado: 11/05/2008].
- HARVEY, David. El nuevo imperialismo. Ediciones Akal S.A. Madrid, 2007.- KLEIN, Naomi. La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre. Paidós, 1ra. Ed. Argentina. 2008.
[1] FOUCAULT, Michel. Defender la sociedad . p. 29. La conocida idea Clausewitz rezaba: «la guerra es la continuación de la política por otros medios».
[2] BRITTO García, Luis. ¿Guerra económica no mata gobierno?
3] Cfr. KLEIN, Naomi. La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre .
[4] A pesar de la enorme diversidad cultural y antropológica mundial, y de que algunos de estos grupos de extrema derecha se pelean por definir rígidamente sus características, rechazando otras, el fascismo global puede definirse en la unión de todos o algunos de estos rasgos: ultranacionalistas; chovinistas, xenófobos y racistas; anticomunistas; fundamentalistas y ultraconservadores; y con dispositivos de choque militarizados u organizados de extrema violencia.
[5] Queda para otro análisis, las caracterizaciones de grupos paramilitares y compañías militares privadas de contrainsurgencia.
[6] Cfr. CNN Expansión. Lagarde advierte riesgo de deflación .
[7] Cfr. DEUTSCHE Welle. La Reserva Federal vuelve a recortar estímulos a economía de EE.UU.

Fuente: http://alainet.org/active/71527