domingo, mayo 31, 2015

Mentiras y engaños en la izquierda: la política de la autodestrucción



James Petras realiza una critica a los gobiernos de izquierda progresistas que despertaron ilusiones con sus promesas, "serían vigorosas alternativas a los regímenes de derecha favorables a Estados Unidos se convirtieron en un calco de aquéllos." Un análisis sobre los giros políticos en la izquierda moderada que llego al poder en Francia, Brasil y recientemente en Grecia de la mano de Syriza.

Introducción

En el último año, las que parecían ser esperanzadas señales del surgimiento de gobiernos de izquierda que serían vigorosas alternativas a los regímenes de derecha favorables a Estados Unidos se convirtieron en un calco de aquéllos; en los años venideros, esto les relegará al basurero de la historia. El ascenso y la rápida decadencia de los gobiernos de izquierda en Francia, Grecia y Brasil no son el resultado de un golpe militar, ni tampoco de las maquinaciones de la CIA. La debacle de esos gobiernos de izquierda es el resultado de unas decisiones políticas deliberadas que rompen decididamente con unos programas progresistas, unas promesas y unos compromisos que los líderes políticos hicieron al electorado compuesto por trabajadores y representantes de las clases medias que finalmente les eligieron.
Cada vez más, los votantes ven como traidores a aquellos gobernantes de izquierda que han vendido a sus partidarios que están a su entera disposición y los comparan con sus más importantes enemigos de clase: los banqueros, los capitalistas y los ideólogos liberales.

Los gobiernos de izquierda cometen suicidio

La autodestrucción de la izquierda es una imprevista victoria de lo más retrógrado de las fuerzas políticas neoliberales. Estas fuerzas han procurado destruir el sistema de bienestar, imponer sus reglas mediante funcionarios no elegidos, han ampliado y profundizado la desigualdad, debilitado los derechos de los trabajadores y privatizado los sectores más lucrativos de la economía.
Hay tres casos de incumplimiento de promesas que destacan en este proceso de suicidio: en Francia, la segunda principal potencia de Europa, el gobierno socialista de François Hollande (2012-2015); en Grecia, el gobierno del izquierdista Syriza elegido el 25 de enero de 2015, que se presentó como el invalorable propulsor de una política alternativa a la de “austeridad fiscal”; y Brasil, con el Partido de lo Trabajadores gobernando (2003-2015) el país más extenso de América latina y miembro importante de los BRICS.

El “socialismo” francés: el gran salto atrás

En su campaña presidencial, François Hollande prometió aumentar los impuestos a los ricos hasta el 75 por ciento; rebajar la edad de jubilación de los 62 a los 60 años; lanzar un programa de inversión pública para reducir el desempleo; incrementar significativamente el gasto público en educación (contratando a 60.000 nuevos maestros), salud y vivienda social; y retirar las tropas francesas de Afganistan, como primer paso de la reducción del papel de París como colaborador del imperio.
Desde 2012, cuando fue elegido, hasta este momento (marzo de 2015), ha incumplido todas sus promesas y todos sus compromisos políticos: la inversión pública no se materializó y el desempleo creció; hoy, los parados superan los tres millones. El recién nombrado ministro de economía Emmanuel Macron, un ex socio de la Banca Rothschild, redujo drásticamente –50.000 millones de euros– los impuestos al sector de los negocios. Manuel Valls, su primer ministro [nombrado en marzo de 2014], un liberal entusiasta, implementó importante recortes en los programas sociales, debilitó la regulación gubernamental de los negocios y los bancos, y erosionó la seguridad laboral. Hollande nombró a Laurence Boone, proveniente del Bank of America, como su principal asesor en economía.
El “presidente socialista” francés envió tropas a Mali, aviones de bombardeo a Libia, asesores militares a la junta de Ucrania y ayudó a los llamados “rebeldes” sirios (en su mayor parte mercenarios yihadistas). También aprobó la venta de equipo militar por 1.000 millones de euros a la monarquía dictatorial de Arabia Saudí y se echó atrás en un contrato de venta de barcos de guerra a Rusia.
Hollande se sumó a Alemania en la exigencia a Grecia del cumplimiento total y en término de los pagos de deuda a los banqueros privados y el mantenimiento del brutal “programa de austeridad”.
Como consecuencia de la estafa a los votantes franceses, la traición a los trabajadores y el abrazo con los banqueros, los grandes negocios y los militares, la visión positiva del gobierno “socialista” por parte del electorado francés se ha reducido a menos del 19 por ciento, y el PSF ocupa ahora el tercer puesto entre los principales partidos. La política en favor de Israel de Hollande y su línea dura respecto de las negociaciones EEUU-Irán, los ataque islamofóbicos del ministro Valls en los suburbios de las grandes ciudades francesas –donde predominan los musulmanes– y el apoyo a las intervenciones militares contra los movimientos islámicos [en Oriente Medio y norte de África] han polarizado cada vez más a la sociedad francesa e incrementado la violencia étnico-religiosa en el país.

Grecia: la súbita transformación de Syriza

Desde que Syriza ganó las elecciones griegas el 25 de enero de 2015 hasta la mitad de marzo, Alexis Tsipras, primer ministro, y Yanis Varoufakis, nombrado ministro de economía, faltaron a cada una de las promesas –las más importantes y las menos– del programa electoral. Adhirieron, en cambio, a lo más retrógrado de los procedimientos, medidas y relación con la Troika (el FMI, la Comisión Europea y el BCE) que Syriza había denunciado en su programa de Salónica poco tiempo antes.
Tsipras y Varoufakis repudiaron la promesa de rechazar los dictados de la Troika. En otras palabras, aceptaron la regla colonialista y la continuación del vasallaje.
Rasgo típico de su demagogia y engaño: ambos procuraron encubrir su sumisión a la universalmente odiada Troika apodándola “la institución” –sin engañar a nadie más que a sí mismos– y se convirtieron en el hazmerreír de los más cínicos observadores de la Unión Europea.
Durante la campaña, Syriza había prometido impugnar toda o buena parte de la deuda griega. Una vez en el gobierno, Tsipras y Varoufakis aseguraron inmediatamente que la reconocían y prometieron hacerse cargo de todas las obligaciones relacionadas con la deuda.
Syriza había prometido priorizar el gasto humanitario y negar la austeridad, aumentando el salario mínimo, volviendo a emplear a los destituidos en la salud y la educación y aumentando las pensiones. Después de dos semanas de humillarse servilmente, los “reformados” Tsipras y Varoufakis priorizaron la austeridad realizando pagos de deuda y “postergando” incluso los gastos más magros contra la pobreza. Cuando la Troika le dejó al gobierno Syriza 2.000 millones de euros para que pudiera alimentar a los griegos hambrientos, Tsipras alabó a los supervisores y prometió que les presentaría una lista de regresivas “reformas” por varios miles de millones de euros.
Syriza había prometido reexaminar las sospechosas privatizaciones de lucrativas empresas públicas realizadas por los anteriores gobiernos de derecha y parar aquellas que estaban en proceso y las proyectadas para el futuro. Una vez en el gobierno, Tsipras y Varoufakis renegaron rápidamente de esa promesa. Aprobaron todas las privatizaciones; las pasadas, las presentes y las futuras. De hecho, hicieron tanteos para conseguir nuevos “socios” privatizadores, ofreciendo jugosas concesiones para deshacerse de más empresas públicas.
Syriza prometió enfrentar la alta tasa de desempleo (26 por ciento en el ámbito nacional, con el 55 por ciento en el sector juvenil) por medio del gasto público y la reducción en el pago de la deuda. Diligentemente, Tsipras y Varoufakis satisficieron los pagos de deuda y ¡no asignaron dinero alguno para la creación de puestos de trabajo!
Syriza no solo continúa las políticas de la derecha; además, lo hace con un estilo y una sustancia grotescos, adoptando ridículas posturas públicas y gestos demagógicos sin coherencia alguna: un día, Tsipras dejará una corona de flores en la tumba de 200 guerrilleros griegos asesinados por los nazis en la Segunda Guerra Mundial y al día siguiente se prosternará ante los banqueros alemanes para satisfacer sus exigencias de austeridad presupuestaria, negando dinero público a dos millones de griegos en el paro.
Una tarde, el ministro Varoufakis posará en una sesión de fotos para Paris Match que lo muestra, con un cóctel en la mano, en la terraza de su lujoso ático con vistas a la Acrópolis y ¡unas horas más tarde estará haciendo un discurso para las masas empobrecidas!
Incumplimiento de promesas, engaño y demagogia, todo durante los dos primeros meses en el gobierno; Syriza ha establecido un récord en su conversión de un partido de izquierdas contrario a la austeridad en un vasallo conformista y servil de la Unión Europea.
La exigencia de Tsipras a Alemania de que pague reparaciones por los daños a Grecia durante la Segunda Guerra Mundial –una reclamación que, aunque correcta, ha sido largamente postergada– es otra farsa demagógica diseñada para distraer a los empobrecidos griegos de la capitulación de Tsipras y Varoufakis ante los actuales requerimientos alemanes de austeridad. Un cínico funcionario de la UE le dijo al Financial Times (12/MAR/2015, p. 6), “Ahí está (Tsipras) dándoles (a los militantes de Syriza) un caramelo para que chupen”.
Nadie espera que los líderes germanos cambien su línea dura por unas injusticias del pasado, sobre todo porque son traídas a colación por un interlocutor que está arrodillado... En la UE, nadie toma en serio la exigencia de Tsipras. Es vista como una retórica de lo más vacía hecha para el consumo interno.
Hablar de unas reparaciones alemanas de 70 años evita hablar de la adopción de medidas prácticas hoy, como repudiar la deuda o reducir los pagos de una deuda ilegítima a los bancos alemanes o negarse a obedecer los dictados de Merckel. La diáfana traición de los compromisos más elementales con el arruinado pueblo griego ya ha dividido a Syriza. Más del 40 por ciento de la comisión central, incluido el presidente del parlamento, repudiaron los acuerdos de Tsipras-Varoufakis con la Troika.
La gran mayoría de los griegos que votaron por Syriza esperaba algún alivio inmediato y unas reformas. Sin embargo, está cada día más desencantada. No esperaba que Tsipras nombrara a Yanis Varoufakis, un ex asesor económico de George Papandreu, el corrupto líder del neoliberal PASOK, como ministro de economía. No se marcharon en masa muchos votantes del PASOK en los últimos cinco años para encontrar a los mismos cleptócratas e inescrupulosos oportunistas ocupando los cargos más altos de Syriza puestos allí por el dedo índice de Alexis Tsipras.
El electorado tampoco puede esperar una lucha, una resistencia, una decisión de romper con la Troika de los profesores anglo-griegos* llamados de regreso a Grecia por Tsipras. Estos izquierdistas de salón (seminaristas marxistas) nunca se implicaron en los conflictos urbanos ni sufrieron las consecuencias de la prolongada depresión.
Syriza es un partido liderado por acomodados profesionales, académicos e intelectuales con movilidad social ascendente. Aunque en nombre de los trabajadores empobrecidos y asalariados de clase media, los gobiernan desde su posición prominente, pero atienden a los intereses de los banqueros –tanto los griegos como especialmente los alemanes–. Priorizan la pertenencia a la UE por encima de una política independiente y nacional. Su actitud respecto de la OTAN es de tolerancia, que se manifiesta en su apoyo a la junta de Kiev en Ucrania, a las sanciones contra Rusia, a la intervención de la OTAN en Siria e Iraq, y en ¡el mantenimiento de un sonoro silencio en relación con la amenaza militar a Venezuela!

Brasil: recortes presupuestarios, corrupción y revuelta popular

El gobierno del supuesto Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, en el poder durante 13 funestos años, ha sido uno de los más corruptos de América latina. Respaldado por las principales confederaciones de trabajadores y varias organizaciones de campesinos sin tierra, y compartiendo el poder con partidos de centroizquierda y de centroderecha, fue capaz de atraer la inversión de decenas de miles de millones de dólares de capital extranjero proveniente de la industria extractiva, las finanzas y los agronegocios. Gracias al boom de un decenio de altos precios de las materias primas del agro y la minería, al crédito fácil y a las reducidas tasas de interés, hubo un alza en los ingresos, el consumo y el salario mínimo mientras se multiplicaban los beneficios de la elite económica.
Como consecuencia de la crisis financiera de 2009 y la bajada de los precios de los commodities, la economía brasileña se estancó justo cuando fue elegida la nueva presidenta, Dilma Rousseff. El gobierno de Rousseff, como el de su predecesor, Lula Da Silva, favoreció los agronegocios en detrimento del reclamo de una reforma agraria por parte de los trabajadores rurales sin tierra. Su gobierno dio alas a los barones de la madera y los productores de soja, y propició el avance de estas industrias en las tierras de las comunidades indígenas y la selva amazónica.
Elegida para un segundo mandato, Rousseff se encontró ante una importante crisis política y económica: profundización de la recesión económica, déficit fiscal, y detención y proceso de muchos miembros corruptos del PT y legisladores aliados, directivos de la empresa Petrobras.
Los líderes del PT como las finanzas de campaña del Partido recibieron millones de dólares de sobornos de las empresas de construcción para asegurar contratos de la gigantesca empresa petrolera semipública. Durante su campaña electoral, la presidenta Rousseff prometió que “continuará apoyando los programas sociales en beneficio del pueblo” y que “erradicará la corrupción”. Sin embargo, inmediatamente después de ser elegida abrazó la ortodoxia de la política neoliberal y nombró un gabinete de neoliberales de la derecha dura, entre ellos al banquero Joaquín Levy, de Bradesco, en el ministerio de finanzas. Levy propuso reducir las prestaciones por desempleo, las pensiones y los salarios del sector público. También se manifestó en favor de una mayor desregulación del sector bancario y propuso debilitar la legislación de protección del trabajador para atraer al capital. Además, reclamó el superávit presupuestario y la necesidad de atraer la inversión extranjera a expensas del sector laboral.
Rousseff, en coherencia con la adopción de la ortodoxia neoliberal, designó a Katia Abreu, senadora de derecha, líder de toda la vida de los intereses del agronegocio y acérrima enemiga de la reforma agraria, para que se haciera cargo del ministerio de agricultura. Apodada “Miss Deforestación” por Greenpeace, la senadora Abreu se ha opuesto con vehemencia al Movimiento de Trabajadores sin Tierra (MST) y a la confederación de trabajadores, pero ha sido en vano. Con el total respaldo de Rousseff, Abreu está empeñada en acabar con la muy mínima redistribución de la tierra emprendida por la presidenta en su primer mandato (estableciendo colonias que beneficiaron a menos del 10 por ciento de los ocupantes sin tierra). Abreu aprobó normas que facilitan la expansión de cultivos genéticamente modificados y promete el desalojo forzoso de los indígenas amazónicos que habitan tierras productivas para favorecer a las corporaciones del agronegocio a gran escala. Además, promete defender vigorosamente a los terratenientes contra las ocupaciones de tierra por parte de trabajadores rurales sin tierra.
La incapacidad de Roussef y/o su falta de voluntad para llevar a los tribunales al tesorero del Partido de lo Trabajadores, involucrado en un escándalo por 1.000 millones de dólares en sobornos y coimas que ya lleva 10 años, ha profundizado y ampliado la oposición popular.
El 15 de marzo de 2015 más de un millón de brasileños se lanzaron a la calle en todo el país; las manifestaciones estaban convocadas por los partidos de derecha pero consiguieron el apoyo de las clases populares, que exigen inmediatos juicios contra la corrupción y duras condenas pero también la revocación de los recortes en el gasto social implementados por Levy.
La contramanifestación en apoyo de Rousseff organizada por la CUT –la central de los trabajadores– y el MST solo movilizó la décima parte de aquélla; a unas 100.000 personas.
La respuesta de Dilma Rousseff fue llamar al “diálogo” y asegurar que está “abierta a [considerar] propuestas” sobre la corrupción aunque rechazó explícitamente cualquier cambio en su regresiva política fiscal, sus nombramientos para un gabinete neoliberal y su opción por la agenda del sector del agronegocio y el de la minería.
En menos de dos meses el PT y su presidenta han manchado indeleblemente a sus líderes, sus políticas y sus apoyos con la brea de la corrupción y la regresión en las políticas sociales.
El apoyo popular se ha ido a pique. La derecha está creciendo. En las grandes manifestaciones del 15-M incluso estuvieron presentes los activistas que abogan por el autoritarismo y el golpe de estado militar; llevaban carteles que reclamaban el “juicio político” y el regreso al gobierno de los militares.
Como en la mayor parte de América latina, la derecha autoritaria brasileña es una fuerza que está en ascenso y se posiciona para la toma del poder mientras el centroizquierda adopta la agenda del neoliberalismo en todo el continente. Los partidos apodados “de centroizquierda”, como el Frente Amplio en Uruguay y el progubernamental Frente para la Victoria en Argentina están estrechando los vínculos con el capitalismo corporativo del agronegocio y la minería a cielo abierto.
Opiniones sin fundamento de escritores izquierdistas de Estados Unidos, como Noam Chomsky, que dicen que “América latina es la vanguardia contra el neoliberalismo” están atrasadas al menos un decenio y, ciertamente, equivocadas. Fueron engañados por declaraciones políticas de tipo populista y se niegan a reconocer que las políticas de corte neoliberal están fomentando el descontento popular. Los gobiernos que adoptan políticas regresivas en lo socio-económico no constituyen una vanguardia hacia la emancipación social...

Conclusión

¿Cómo se explican estos bruscos retrocesos y rápidos incumplimientos de las promesas electorales por parte de los –supuestamente– “partidos de izquierda” recientemente elegidos en Europa y América latina?
Se podía esperar este tipo de comportamiento en América del Norte: del Partido Demócrata de Obama en EEUU o del Nuevo Partido Democrático de Canadá... Pero estábamos dispuestos a creer que en Francia, con su tradición republicana de izquierdas, un gobierno socialista –“críticamente”– respaldado por izquierdistas anticapitalistas iba al menos a poner en marcha reformas sociales progresistas. Un ejército de blogueros progresistas también nos había dicho que Syriza, con su carismático líder y retórica radical iba a cumplir al menos las promesas electorales más básicas levantando la dominación impuesta por el yugo de la Troika, empezando a poner fin a la miseria y proporcionando electricidad a las 300.000 viviendas iluminadas con velas. Los “progresistas” nos repitieron una y otra vez que el Partido de los Trabajadores había sacado de la pobreza a 30 millones de personas. Proclamaron que “un ex trabajador de la industria automotriz” (Lula Da Silva) nunca permitiría que el PT volviera a los recortes presupuestarios neoliberales y se abrazara con sus supuestos “enemigos de clase”. Los profesores izquierdistas de EEUU se negaron a dar crédito al burdo robo de 1.000 millones de dólares al Tesoro Nacional de Brasil durante el mandato de dos presidentes del PT.
A nuestra mente llegan varias explicaciones para estas traiciones políticas. Una es que a pesar de su discurso popular y “obrerista”, estos partidos estaban dirigidos por abogados, profesionales y burócratas sindicales de clase media, desconectados orgánicamente de su base militante. Durante las campañas electorales, en procura de los votos, se unen un momento con los trabajadores y los pobres, pero después pasan el resto del tiempo en restaurantes caros para conseguir “acuerdos” con los banqueros, hombres de negocios propensos al soborno e inversores extranjeros para financiar las elecciones siguientes, la escuela privada de sus hijos y el lujoso piso de su querida...
Durante un tiempo, cuando la economía estaba en alza, los beneficios de las grandes corporaciones, las compensaciones y los sobornos iban de la mano con los aumentos de salarios y los programas contra la pobreza. Pero cuando se desencadenó la crisis, los líderes “populares” se quitaron la insignia del partido de la solapa y dijeron “la austeridad fiscal era inevitable” mientras mendigaban algo a sus financistas internacionales.
En todos esos países, que ahora viven tiempos difíciles, los líderes de la izquierda procedentes de la clase media le temían tanto al problema (la crisis capitalista) como a la auténtica solución (la transformación radical de la sociedad). En lugar de enfrentar el problema se volvieron hacia la “única solución”: se acercaron a los líderes del capitalismo y trataron de convencer a las asociaciones del mundo de los negocios y, por sobre todo, a los financistas, de que ellos eran “políticos serios y responsables” deseosos de renunciar a la agenda social y adoptar la disciplina fiscal. Para el consumo interno, insultaron y amenazaron a las elites, esto es, un poco de teatro para entretener a los seguidores de la plebe, ¡antes de capitular!
Ninguno de estos líderes –académicos devenidos en izquierdistas– tenía un vínculo profundo y durable con las luchas populares. Su “activismo” se limitaba a la lectura de documentos en “foros sociales” y al aporte de ponencias en congresos sobre “emancipación e igualdad”. La sumisión política y la austeridad fiscal no ponen en peligro su posición económica. Si sus partidos de izquierda son derrotados por electorados enfadados y movimientos sociales radicales, los líderes izquierdistas hacen la maleta y regresan a su cómodo empleo de siempre o a su bufete de abogado. Ellos no tienen por qué preocuparse por los despidos en masa o la reducción de las pensiones de subsistencia. En los ratos libres podrán sentarse y escribir un artículo más sobre la forma en que la “crisis del capitalismo” afectó a su bien intencionado proyecto o cómo vivieron la “crisis de la izquierda”.
Debido a su desconexión con el sufrimiento de quienes han caído en al pobreza y los votantes que están en el paro, los izquierdistas de clase media en el gobierno no ven la necesidad de romper con el sistema. En realidad, comparten los puntos de vista de sus supuestos adversarios conservadores: ellos creen también que se trata de “el capitalismo o el caos”. A este lugar común adoptado se lo hace pasar por una profunda reflexión propia de los dilemas de la socialdemocracia. Los funcionarios y asesores izquierdistas de clase media siempre utilizan la excusa de las “limitaciones institucionales”. “Teorizan” su impotencia política; nunca reconocen el poder de los movimientos protagonizados por las organizaciones de clase.
La cobardía política de estos izquierdistas de clase media es estructural y facilita las traiciones morales: sostiene que “la crisis no es el momento para hacer ajustes en el sistema”.
Para la clase media, el “tiempo” se convierte en una excusa política. Los líderes de clase media de los movimientos populares, carentes de audacia o programas de lucha, siempre hablan de cambio... en el futuro...
En vez de comprometerse en la lucha popular, corren de un lado a otro, de un centro del poder financiero al Comité Central, confundiendo el “diálogo” que termina en sumisión con la resistencia consecuente.
Al final, el pueblo les corresponderá dándoles la espalda y rechazando sus pedidos de reelección para “una segunda oportunidad”.
La tragedia es que toda la izquierda resulta manchada. ¿Quién puede creer las bonitas palabras de “liberación”, “la voluntad de tener esperanza” y “recuperar la soberanía” después de haber vivido lo contrario durante años?
Las políticas de izquierda serán las perdedoras durante toda una generación, al menos en Brasil, Francia y Grecia.
La derecha ridiculizará el cierre de cremallera de Hollande, la falsa humildad de Dilma Rousseff, los gestos vacíos de Tsipras y las payasadas de Varoufakis.
El pueblo maldecirá su recuerdo y su traición a una causa noble.

James Petras
Traducción Carlos Riba García para Rebelión

Guillermo Almeyra: “Obama es un negro del establishment”



Entrevista a Guillermo Almeyra, editorialista internacional de La Jornada, México, quien analiza acontecimientos relevantes del último mes. La situación en Estados Unidos y la cuestión racista. La condena a muerte de Mursi y la liberación de Mubarak. Elecciones en Reino Unido y punto de inflexión para Syriza.

M.H.: Buenos días Guillermo, estamos con Alejandro Vainer con el que solemos hacer una columna de música, escuchando a David Brubeck, quien a fines de los años ´50 en la tarea de difusión que hacía del jazz de los Estados Unidos en otros países, en una oportunidad le exigieron que no mostrara a su contrabajista negro. Esto sucedía a fines de los años ´50 y comentábamos que aparentemente las cosas no han cambiado mucho en los Estados Unidos.
G.A.: Efectivamente, lo único que cambió formalmente es que se acabó la discriminación, pero solo formalmente, en los hechos subsiste. Ahora los negros no tienen que sentarse en una parte separada, no hay canillas para negros y para blancos, no se les prohíbe entrar a las escuelas, eso cambió a raíz de la lucha de los negros, pero subsiste la discriminación. Los negros ganan mucho menos que los blancos, 1/3 de ellos, según Obama, durante el curso de su vida termina en la cárcel. Se los sospecha de ser vendedores de drogas, delincuentes, solo por su color, los detienen en cualquier momento, los golpean, la brutalidad policial no tiene nombre.
M.H.: Y también los matan por portación de cara.
G.A.: Por la espalda, desarmados. Hay un movimiento negro muy importante que está reapareciendo y que no van a poder parar. La diferencia con el pasado es que era una lucha contra la discriminación, una lucha por ser iguales a los demás, por no ser ciudadanos de segunda, mientras que ahora es una lucha contra el Estado que es su enemigo, representado por la policía y la justicia. Ellos no participan en el llamado “sueño americano”, es una fractura política muy importante porque los podrá unir en el futuro con otros discriminados que no tienen esa comprensión ni esa movilización, pero que son muy numerosos, como los latinos y los asiáticos que también son discriminados, pero en distinta proporción y ferocidad.
M.H.: Estábamos escuchando a Amy Goodman de Democracy Now y me sorprendió el informe de esta periodista independiente norteamericana donde reproduce las declaraciones de Barack Obama en relación a los hechos de Baltimore en las que su preocupación está enfocada en la propiedad y no en la vida.
G.A.: Entre la población negra hay una minoría, de la cual forma parte Obama evidentemente, que se ha integrado relativamente, se han mudado a los barrios de los ricos, piensan como ellos, son empresarios, entonces lo que les preocupa es la propiedad, el dinero, no les interesa el problema político, social ni racial. Obama forma parte de eso, es un negro del establishment y su política no se diferencia de lo que han hecho todos los otros blancos como Bush, Clinton, etc.
M.H.: Escuchamos también las declaraciones de Hillary Clinton que nos dieron la misma impresión. Pasando a la escena nacional, parece que Ricardo Lorenzetti hubiera descansado, porque a 48 horas de manifestarse cansado moralmente ha sido ratificado como presidente de la Corte Suprema. ¿A qué apuntan estos movimientos de la justicia y la Corte Suprema?
G.A.: La Corte Suprema y la justicia son usadas como un ariete político contra el Poder Ejecutivo y el Legislativo, que está controlado por el Ejecutivo, y le aprueba todas las leyes porque tiene absoluta mayoría dentro de las Cámaras. Utilizan las posiciones adquiridas anteriormente en la justicia para combatir al Ejecutivo, esto fue declarado por el mismo Lorenzetti: “el papel de la Suprema Corte es controlar al Ejecutivo” y no es así. El papel de la Suprema Corte es hacer que se cumplan la Constitución y las leyes que es otra cosa completamente distinta.
Es una vergüenza que haya una Corte disminuida en número y en capacidad, porque podrán decir lo que quieran pero un hombre de 97 años tiene que separarse de la actividad, no está en condiciones de juzgar en problemas complicados, no está en condiciones de seguir con atención lo que sucede, ni está en condiciones físicas de asistir a reuniones largas. Es una cuestión fundamental, sin embargo siguen aferrados a una momia como lo es Carlos Fayt y a la reelección permanentemente de Lorenzetti.
M.H.: Ayer conversando con Andrés Ruggeri acerca de la situación que atraviesan las fábricas recuperadas, me decía que todos creían que la Ley de Quiebras venía a beneficiar a las empresas recuperadas, de alguna manera el texto se puede considerar en ese sentido, pero se presenta el gravísimo problema de los jueces que tienen que aplicar esas leyes y generalmente fallan en contra de los trabajadores.
G.A.: Claro, las leyes están ahí, no son en sí mismas ni buenas ni malas, depende de quién las aplique. Ya lo decía el Martín Fierro, “la ley es como el cuchillo, no ofende a quien la maneja”.

La condena a muerte de Mursi y la liberación de Mubarak son una demostración del poder militar en contra del pueblo egipcio

M.H.: Ha sido condenado a muerte el ex presidente egipcio Mursi y 122 de sus partidarios. Al mismo tiempo se conoció la liberación del ex presidente Mubarak, dos hechos contradictorios teniendo en cuenta que Mubarak había sido detenido como consecuencia de las movilizaciones que dieron comienzo a la primavera árabe y Mursi había sido el beneficiario en la primera elección, el único presidente civil luego depuesto, vinculado al grupo de los Hermanos Musulmanes y que es condenado por un hecho acaecido en enero de 2011, justamente relacionado a la Primavera Arabe, ya que Mursi estaba detenido y huyó de la cárcel aprovechando la movilización popular junto a miles de presos. ¿Qué reflexión le merecen estos hechos?
G.A.: Es la afirmación de un poder militar por encima de la sociedad, porque Al Sisi y su equipo salieron de las entrañas del de Mubarak y éste fue la continuación de una dictadura militar que sucedió a Nasser que no necesitaba ser un dictador porque era sumamente popular, pero no obstante hizo cualquier cosa contra el pueblo egipcio. Es la continuación del poder de la casta militar por encima de la sociedad civil. La izquierda había responsabilizado a Mubarak de los crímenes y se empezaba a organizar. Las elecciones fueron resultado de eso, tuvieron que darlas y ganó el Egipto profundo, el de los campesinos, no el urbano. Impusieron con Mursi una especie de gobierno laico pero con aspectos teocráticos que evidentemente eran también inconstitucionales porque oprimían a los cristianos coptos y a los laicos no religiosos. Pero la reacción de los militares ha sido brutal, porque ya desde la época de Nasser, los Hermanos Musulmanes eran la oposición clandestina y estaban financiados por Arabia Saudita y por las monarquías del Golfo árabe. Fue inmediata la reacción, les quitaron a los egipcios el derecho a voto y condenan a muerte a Mursi, pero liberan a Mubarak que es un hombre de ellos. Es una demostración del poder militar en nombre y salvación del capitalismo internacional, pero en contra del pueblo egipcio.
M.H.: Otro hecho que quiero que analicemos son las elecciones generales en Gran Bretaña donde, contra todos los pronósticos, al menos de la gran prensa, triunfa el Partido Conservador, lo que provoca la renuncia de los líderes del Partido Laborista, Ed Miliband, Nick Clegg, liberal demócrata y Nigel Farage de la derecha populista racista del UKIP. Pero esto se da junto a un fenómeno que nosotros analizamos el año pasado en relación al plebiscito que se dio en Escocia, donde el Partido Nacional acaparó prácticamente todos los escaños que le corresponden a ese país, 56 de 59, acabando con el dominio de más de un siglo del laborismo británico. Escocia fue el país donde se fundó el laborismo. ¿Qué análisis podríamos hacer de esta elección en Gran Bretaña?
G.A.: Los datos de la elección muestran el sentido mismo porque la mayoría del pueblo de Gran Bretaña, entre un gobierno conservador y un laborismo igualmente conservador, prefirió votar por la continuidad, no arriesgar ningún cambio y conservar lo poco que tenían, dada que la situación no estaba tan mal como en el resto de Europa. Hubo un reflejo de conservación que apoyó a los que estaban en el poder, precisamente porque los laboristas estaban en una posición sumamente moderada, los independentistas escoceses, mucho más radicales en su política social, arrasaron con el voto de los laboristas precisamente en la región en donde empezó el laborismo y el socialismo utópico de las cooperativas y el movimiento obrero, que es también una de las regiones más pobres de Gran Bretaña, pero que tiene para alentar la independencia de los sectores de las clases medias, la perspectiva de quedarse con el petróleo del Mar del Norte y enriquecerse con él en caso de que obtuviera la independencia.

Llegará un momento en que Syriza tendrá que optar entre los salarios y las pensiones o pagar la deuda

M.H.: Me preocupa la situación de Syriza, hoy uno de sus dirigentes, Antonis Nvatellos en un artículo denominado “El momento de la verdad para Syriza” se pregunta: “¿Es posible desarrollar un programa radical anti austeridad sin sobrepasar los límites de la tolerancia de la zona euro y aceptando los métodos de negociación de las “instituciones”? Hoy día conocemos la respuesta: No. La Unión Europea y el FMI intentan aplastar a Syriza colocándolo ante el siguiente dilema: o la absoluta integración en el sistema o el derrocamiento inmediato de este gobierno”
Este tema lo planteo porque evidentemente las elecciones en Gran Bretaña y las elecciones departamentales en Francia no han sido buenas noticias para Syriza dentro de la expectativa que había abierto este partido que había ganado las elecciones rompiendo con el bipartidismo en Grecia a fines de enero. ¿Cuál es su análisis al respecto Guillermo?
G.A.: En efecto, Syriza ha sufrido terribles golpes en el campo internacional. La izquierda que la apoyaba en Francia se licuó, en Inglaterra, las esperanzas de cambio en la política internacional un poco más europeísta con un gobierno laborista, también se esfumaron, en España, Podemos está perdiendo velocidad debido precisamente a su política cada vez más conservadora, más “cauta”, de su dirigente Pablo Iglesias, entonces Syriza está absolutamente solo y Europa no le va a conceder lo que esperaba ante el temor de no pagar la deuda.
No estaba preparado para este cambio, ni en el punto de vista de sus organizaciones, porque muchas vienen de posiciones de reforma del capitalismo y no de su abolición. El resultado es que su falta de radicalidad le impide presionar suficientemente a Europa y la condena a un desastre, a pagar la deuda, a decir que es la única salida, que es lo que en parte están haciendo hasta ahora.
Pero llegará un momento en que tendrá que optar entre los salarios y las pensiones, el funcionamiento elemental del Estado o pagar la deuda, porque no tiene con qué hacer las dos cosas a la vez, no está preparado para esto, está escapando de esa disyuntiva.

Mario Hernandez para ANRed

sábado, mayo 30, 2015

FIFA: la corrupción ganó por goleada



Como anticipamos en la edición de ayer, Joseph Blatter construyó una ingeniería que le permitía llegar el Congreso de FIFA con muchos votos asegurados a su favor a pesar del gran escándalo de corrupción que lo pone en el tapete. Con una victoria por 133 votos contra 73 que logró Ali Bin Hussein (que abdicó antes de ir a segunda vuelta), Blatter retiene el poder por cuatro años más. Su gran desafío será recomponer la credibilidad de una institución altamente desprestigiada para seguir manejando negociados millonarios.

A pesar de haberse realizado la elección por voto secreto, en realidad en una institución como FIFA donde influencias y votos se compran y se venden a cambio de favores, los funcionarios de las federaciones votaron casi en bloques: las de Asia, África y Oceanía, por Blatter; la mayoría de UEFA (Europa) y de CONMEBOL (Sudamérica) se inclinaron por el príncipe jordano Ali Bin Hussein, aunque se conoció que federaciones muy importantes como Brasil y Ecuador se mantuvieron fieles a Blatter; la CONCACAF (Norteamérica, Centroamérica y el Caribe) mayoritariamente también se mantuvo con el suizo. El oponente de Blatter, el príncipe, es miembro del comité ejecutivo saliente, es decir funcionario del presidente reelecto y optó por abdicar al ver que “Seph” mantenía una diferencia importante difícil de dar vuelta en una segunda ronda, que hubiera sido el procedimiento que indica el estatuto. En síntesis, prefirieron cerrar filas en pos de pasar a ocuparse de lleno en el “operativo salvataje” de una FIFA crecientemente desprestigiada internacionalmente.
El desprestigio es tal que grandes sponsors de las competencias futbolísticas internacionales, como Visa o Coca Cola, plantearon su posible retirada como anunciantes oficiales asociados a FIFA ante el escándalo de corrupción. No es otra cosa que estrategia de márketing de estas empresas para las que la imagen corporativa es fundamental. El caso de Coca Cola es cínico pues se trata de una multinacional que es un ícono de la injerencia imperialista y que se caracteriza por prácticas antisindicales en países como Colombia (asesinato de dirigentes); esta semana implementó despidos en su planta de Monte Grande, en Buenos Aires.
La crisis intentará ser cerrada con el menor costo posible. La ratificación de Blatter en su cargo es casi una garantía de que no será alcanzado por la investigación.
En algunas federaciones la crisis tendrá consecuencias imprevistas: en Argentina, la AFA quedó como una de las principales instituciones implicadas (el informe de la fiscal Lynch menciona sin nombrarlo a Julio Grondona), los empresarios Jinkis y Burzaco están en serios problemas (ayer fueron allanadas las oficinas de Torneos y Competencias nada menos que por Interpol) y son quienes tienen (o tenían) a su cargo la televisación de las Copas América. Para colmo de males trascendió que el voto de D´onofrio (presidente de River, representante de AFA en el congreso de FIFA) fue para el príncipe Ali Bin Hussein. Difícil que Blatter acuda en ayuda de los díscolos. La polvareda tardará un largo tiempo en dispersarse.
Como parte del mensaje triunfal de Blatter una especie de amenaza tácita: como las federaciones más débiles tienen todavía poco lugar en las competencias se le asignarían más plazas. “No es justo que Oceanía tenga una parte, hay que hacer algo”, declaró. El premio para Oceanía sería el castigo para la CONMEBOL: si Oceanía logra plaza directa, Sudamérica pierda la “media plaza” del repechaje para el quinto clasificado de las eliminatorias (Argentina no hubiese jugado el Mundial ´94 o Uruguay se hubiera perdido Brasil 2014, por ejemplo).
Joseph Blatter, el heredero de Havelange, se mantiene en su cargo. Intentará sacar el barco de aguas turbulentas para seguir su rumbo hacia los negocios turbios. En la FIFA, la corrupción ganó por goleada. Pierde el fútbol.

Augusto Dorado
@AugustoDorado

Deutsche Welle augura la desaparición de la Unión Europea



El medio alemán Deutsche Welle ha augurado la desaparición de la Unión Europea. Cuanto más crece el número de euroescépticos, más difícil será para Alemania mantener la integración dentro del bloque político y económico, ha escrito el columnista Bernd Rigert.
Hoy en día está claro que la Unión Europea afronta grandes problemas que en un futuro próximo podrían acabar con su integridad. El columnista Bernd Rigert en un artículo publicado en la página web de Deutsche Welle asegura que esto podría suceder debido al creciente euroescepticismo dentro del bloque.
La idea está respaldada por el éxito de los partidos euroescépticos durante las elecciones en países como Polonia, España, Reino Unido, Finlandia y Grecia.
Aunque la canciller alemana, Angela Merkel, trata de mantener a sus socios juntos, ya es imposible detener la desintegración de la Unión Europea debido a los diferentes intereses que persiguen sus miembros, opina el periodista.
Así el Reino Unido está buscando disminuir la influencia del bloque mediante la reducción de sus aportaciones al presupuesto de Bruselas, mientras los británicos consideran que ya podrán vivir sin Europa.
Al mismo tiempo los países del sur de Europa reivindican la solidaridad alemana para pagar sus deudas públicas, mientras Alemania está cansada de ayudar a sus vecinos pobres.
De acuerdo con Bernd Rigert, la Unión Europea ha llegado a un callejón sin salida dado que las reformas estructurales de Bruselas ya no podrán satisfacer al mismo tiempo a todos los países europeos.

Actualidad RT

FIFA: corrupción, sobornos y trabajo esclavo



A instancias del Departamento de Justicia de Estados Unidos, el 27 de mayo fueron detenidos altos dirigentes de la FIFA acusados de haber transformado la federación internacional del fútbol en una organización para la corrupción sistemática.

Para el FBI y otras agencias norteamericanas la investigación sobre sobornos, lavado de dinero y otros delitos financieros recién comienza.
Catar, uno de los involucrados, no es solo sospechoso de haber comprado con millones de dólares su lugar como sede de la copa del mundo para 2022. Bajo la mirada condescendiente del presidente de la FIFA, la justicia norteamericana y los sponsors, el emirato más rico del Golfo esclaviza trabajadores inmigrantes que desde hace años construyen los estadios y las obras de infraestructura millonarias para la copa del mundo.
En 2013, la Confederación Sindical Internacional estimaba que antes de que rodara la primera pelota en Catar, habrían muerto 4.000 trabajadores inmigrantes. Esta estimación era producto de la investigación que la organización llevaba adelante desde 2011 en el sector de la construcción relacionado con los trabajos preparativos para la copa del mundo de 2022.
Según esa misma investigación, la tasa anual de mortalidad entre los trabajadores de la construcción podía elevarse a 600 si Catar no adoptaba medidas mínimas contra la explotación extrema y las paupérrimas condiciones de vida de la mano de obra migrante. Esto ya causó la muerte de 1.420 trabajadores de Nepal, India y Bangladesh en menos de cuatro años.
Haciendo proyecciones, por cada partido que se juegue en el mundial 2022 habrán muerto 62 trabajadores.
La denuncia sobre las muertes de trabajadores fue investigada también por el diario británico The Guardian, Amnistía Internacional y otras ONG contra el trabajo esclavo.
En una serie de notas publicadas durante 2013 y 2014, The Guardian daba a conocer resultados espeluznantes de esas investigaciones:
En casi todas las empresas constructoras, los trabajadores dormían hasta 12 en una misma habitación. Algunos denunciaron que eran obligados a trabajar durante 12 horas sin recibir ningún pago y se veían obligados a mendigar para comer.
En su gran mayoría los trabajadores nepaleses no habían recibido pago durante meses. Sus salarios eran retenidos por las patronales y por los contratistas para evitar que se marcharan.
Trabajadores de otros países, entre ellos la India, denunciaron que sus empleados les retuvieron sus pasaportes y documentos de identidad, transformándolos en ilegales.
Otros trabajadores denunciaron que se les negó permiso para tomar agua mientras trabajaban en el desierto.
Catar tiene la tasa más alta en el mundo de trabajadores inmigrantes en relación con la población local. Se calcula que un 90% de su fuerza de trabajo está compuesta por trabajadores extranjeros provenientes de países más pobres, sobre todo de Asia. En total podrían llegar a ser entre 1,5 y 1,8 millones, empleados en la construcción de estadios, caminos, puertos, hoteles y sofisticados complejos de ingeniería, como la ciudad-isla de Lusail, donde se jugaría el partido inaugural.
El caso de Nepal es particularmente aberrante. Un 40% de estos trabajadores inmigrantes son originarios de ese país asiático. Según las autoridades nepalesas, entre enero y mediados de noviembre de 2014 murieron 157 trabajadores de esa nacionalidad en Catar, la mayoría de ataques cardíacos y accidentes laborales.
La cadena de explotación tiene en un extremo a los tratantes de trabajo esclavo en las villas más pobres de Nepal (uno de los países más pobres del mundo) y en el otro a los gobernantes y empresarios cataríes.
Es sabido que los países del Consejo de Cooperación del Golfo emplean mayormente mano de obra inmigrante bajo un sistema de patrocinio empresarial (kafala). Según esta estructura legal, el trabajador extranjero necesita ser patrocinado por un ciudadano o empresa local para obtener su visa y no pueden cambiar de empleo ni dejar el país sin el permiso de la compañía que los patrocina. Esto significa que su estancia legal depende de su empleador, dejándolo absolutamente al arbitrio de la patronal que dicta las condiciones de trabajo y el salario sin que el trabajador pueda siquiera renunciar. A esto se suma la retención de documentación legal lo que reduce a estos trabajadores a la servidumbre.
Catar no es un excepción. La fuerza de trabajo inmigrante (más de 20 millones en todo el mundo) es altamente vulnerable, obligada a trabajar para pagar las deudas a sus “contratistas”, en condiciones de absoluta ilegalidad y de abuso extremos.
A poco más de cuatro años de haber sido seleccionada como sede de la Copa del Mundo 2022, y a pesar del escándalo producido por la denuncia, el emirato solo hizo algunos cambios cosméticos, manteniendo la estructura fundamental de contratación de mano de obra extranjera. Como era de esperar, la exhibición por parte del gobierno de Catar de estas reformas, como la construcción de una “ciudad obrera”, fueron suficientes para dar por satisfechas a las autoridades de la FIFA. En diciembre de 2014, Sepp Blatter dio por clausurado el tema, asegurándole a Catar que nada le quitaría la localía para el mundial 2022.
Evidentemente, hay un mundo de distancia entre las condiciones de esclavitud moderna y el multimillonario negocio del fútbol y el deporte profesional.

Claudia Cinatti

viernes, mayo 29, 2015

Podemos, la casta del PSOE y la lógica del “mal menor”

El resultado de las elecciones españolas y la crisis del bipartidismo. La apertura de negociaciones entre el PSOE y Podemos. Lo viejo que no termina de morir y las ilusiones del cambio.

El día después del 24M, comenzaron los primeros contactos telefónicos y las negociaciones entre los partidos. El resultado electoral “cuatripartito”, el hundimiento del PP, la emergencia de las candidaturas “de unidad popular” y de Podemos cambiaron el escenario político español.
El gran derrotado de estas elecciones es el PP, y nadie quiere “quemarse” haciendo acuerdos con una fuerza política que cae en picada. El PSOE recupera cierto protagonismo en la vida política española, que parecía perdido por largo tiempo. Siendo la segunda fuerza política en varias Comunidades Autónomas, se prepara para alcanzar acuerdos “progresistas”, en boca de su líder Pedro Sanchez, que le permitan gobernar.
Podemos se ha convertido en tercera fuerza en la mayoría de las Comunidades, y por lo tanto tiene en sus manos la posibilidad de que el PSOE se haga con el gobierno en muchas de ellas, desbancando al PP.
Por su parte, en ayuntamientos como Madrid o Barcelona, Ada Colau y Manuela Carmena, apoyadas por Podemos, buscarán acuerdos con otras fuerzas políticas, incluyendo a los socialistas, para ser proclamadas alcaldesas.
Esta semana, Pablo Iglesias abrió el juego a las negociaciones con el PSOE, es decir, la posibilidad de dar su apoyo para que el partido de Pedro Sanchez y Zapatero gobierne en varias comunidades.

Facilitar gobiernos del PSOE sin integrarlos

Este viernes se reunió la dirección de Podemos con los dirigentes de cada comunidad autónoma para definir los pasos a seguir en las próximas semanas.
"Podemos no va a estar en ningún Gobierno que presida el PSOE", aseguró Pablo Iglesias. Pero, si bien no se van a integrar a los gobiernos del PSOE, lo que sería un suicidio político a meses de las elecciones generales, están dispuestos a brindar el apoyo necesario para que el PSOE gobierne. ¿Bajo qué condiciones? Según Pablo Iglesias, se exigirá "tolerancia cero con la corrupción y medidas de rescate ciudadano frente a los recortes".
Ciertamente dos definiciones suficientemente generales que pueden ser “asumibles” por el PSOE, como ya expresaron algunos de sus dirigentes.
Este viernes, Pedro Sanchez anunció algunas de las “prioridades” del PSOE para llegar a acuerdos con Podemos, con definiciones discursivas bastante parecidas a las de Pablo Iglesias.
Por un lado, dijo que buscarán el fin de los recortes "austericidas", un término que en los últimos años ha sido usado para definir las políticas del PP… y del PSOE, pero que ahora parece ser “descubierto” por los líderes socialistas, en un “giro” discursivo que busca facilitar el apoyo de Podemos.
Otro de los criterios señalados por Sanchez es el "blindaje de los servicios públicos" y la posibilidad de derogar el artículo 135 de la Constitución (reformado por un acuerdo entre el PP y el PSOE entre gallos y medianoche para “blindar” el pago de la deuda).
También prometió “medidas para la creación de empleo” y planes sociales “para quienes han sido expulsados del sistema de protección pública". Por último, medidas de “regeneración y transparencia".
Es decir, el líder del PSOE promete un programa moderadamente volcado “hacia la izquierda” y “asumible” por los líderes de Podemos, que ya han anunciado que apoyaran los gobiernos socialistas si muestran “voluntad de cambio”.
La gran paradoja del resultado electoral del 24M, para Podemos, es que si bien obtuvo un buen resultado, no alcanzó a “derrotar al bipartidismo” en las comunidades autónomas, quedando en la mayor parte de ellas como tercera fuerza. Y visto estos resultados, terminará apoyando el gobierno de uno de los pilares del bipartidismo, el PSOE, como “mal menor” contra el PP.
Más allá de los anuncios de las “nuevas formas de hacer política”, lo que se repite en este caso es una lógica del “mal menor”, con la que viene actuando la “izquierda tradicional” (Izquierda Unida) en el Estado español desde hace décadas, donde se justifica votar al PSOE contra el PP o incluso gobernar con él (como ha hecho IU en Cataluña, Aragón y Andalucía), y por esa vía se facilita la supervivencia del régimen.
Es decir, que por la vía electoral lo “viejo” (es decir, el reaccionario Régimen del ’78, que incluye como uno de sus pilares al PSOE) no ha terminado de morir, pero Podemos, lejos de buscar una política mínimamente independiente de este partido capitalista y representante de la “casta política”, terminará facilitando sus gobiernos regionales y locales.
Mientras que Podemos tuvo su origen en el sentimiento de los “indignados” contra los políticos corruptos del PP-PSOE, que constituían los pilares del bipartidismo y el régimen del 78, ahora terminará apoyando a la “casta menos mala” contra la “peor casta”.
Esta lógica, subordinada al régimen, la expresó también Teresa Rodríguez, dirigente de Anticapitalistas y principal figura de Podemos en Andalucía, quien aseguró que "entre susto (PSOE) o muerte (PP), se elige susto".
Si el programa de Podemos ya se caracteriza por su extrema moderación, por la vía de las negociaciones y acuerdos con el PSOE, mucho menos se podrán resolver las demandas más urgentes y sentidas de millones de trabajadores. Terminar con los desahucios, reincorporar a todos los trabajadores despedidos, terminar con la precariedad, remunicipalizar los servicios públicos y ponerlos bajo control de trabajadores y usuarios, cesar el pago de las deudas con los bancos y garantizar planes de obras públicas, son algunas medidas elementales y urgentes que solo se podrán imponer por medio de la movilización obrera y popular contra los partidos del Régimen del ’78.

Josefina L. Martínez
Historiadora | Madrid | @josefinamar14

Santos es un tigre de papel

Parafraseando la manida frase de Mao Zedong sobre el Imperialismo yanqui; podemos decir que J. M. Santos, es un tigre de papel: de lejos parece muy temible pero mirándolo de cerca es un muñeco manipulado, que el ingenio popular, el cual muy pocas veces se equivoca, ha apodado “Chuki”. Exhibe una gran fuerza pero en realidad no la tiene. Políticamente es muy débil, no agrada a nadie y su realidad como gobernante es un país sumido en una profunda crisis de todo tipo. Ahí están las encuestas que sus aliados los medios de comunicación contrainsurgentes, recientemente le han sacado en cara.
El 10 de mayo pasado, el ex maoísta Guillermo Perry, alto funcionario del Banco Mundial para la América Latina y el Caribe, escribió en el diario El Tiempo-Planeta, una columna titulada “Con pies de Plomo” en donde a continuación de un “análisis objetivo” sobre la situación de las Farc, le señala a su amigo Juanma los errores que ha cometido:
(…..) ”Cualquier análisis objetivo lleva a concluir que los cabecillas de las Farc no tienen opción distinta a firmar un acuerdo de paz aceptable para los colombianos y la comunidad internacional. ¿Qué harían si se levanta la mesa? ¿Volver a la selva hasta morir en combate, como ha sucedido con la mayoría de sus compañeros del secretariado? ¿Regresar a Caracas hasta cuando dure Maduro, a pesar de que ahora allí escasean el whisky y el papel higiénico? ¿Morirse de viejos solitarios y escondidos en Irán o quién sabe dónde? Da la impresión de que, al igual que algunos seguidores de Uribe, creen que Santos estará dispuesto a firmar un acuerdo en sus términos antes que a levantarse de la mesa.
Conociendo al Presidente y a los negociadores, sabemos que no es así. Pero Santos ha cometido errores que pueden haberlos inducido a pensar de esa manera. El primero fue utilizar el lema de ‘amigos y enemigos de la paz’ para ganar la reelección. Con ello pudieron creer que se convertía en su rehén, pues ¿cómo se va a levantar de la mesa ‘el amigo de la paz’ dando la razón a ‘los enemigos de la paz’? Por ello, son muy positivos los acercamientos recientes entre Uribe y el Gobierno. Es mucho mejor estar unidos que polarizados para culminar con éxito la negociación e implementar los acuerdos, como deseamos que suceda. O para enfrentar las consecuencias de levantarse de la mesa, si ello resultara inevitable por la intransigencia de las Farc.
Jugarse todas las cartas al éxito de la negociación fue otro error. Mucho le insistimos que no cometiera esa equivocación. Que tuviera al menos otra bandera, pues las Farc pueden estar pensando que Santos no se puede parar de la mesa porque se queda sin nada que mostrar. Esa otra bandera no fue ya la reforma de la justicia, refundida en un mediocre proyecto de ‘balance de poderes’ que lo único bueno que tiene es acabar con la reelección. Tampoco lo fueron las carreteras, cuya bandera se le entregó a Germán Vargas. Pero puede ser todavía ‘Colombia, la más educada’, si se le mete más julepe y Santos se apersona.
También fue un error aparentar que el proceso estaba de un cacho, cuando no había acercamientos en el tema neurálgico de la negociación: el de la justicia transicional. Quizás Santos buscó crear con ello un clima de opinión que motivara a las Farc a concluir, pero creo que les dejó la impresión de que tenía afán. Y se pierde poder de negociación cuando el contrario cree que uno está afanado. La suspensión de los bombardeos acabó siendo un error por esa y otras razones. Santos quiso crear un clima de confianza en la mesa, al corresponder al cese unilateral inicialmente cumplido por las Farc. Pero el riesgo de que algo saliera mal, como en efecto sucedió, era muy grande y lo podía hacer perder credibilidad en la opinión, como ocurrió.
Y concluye Perry de la siguiente manera: “A Santos no le queda ahora más que endurecerse para demostrarles a los dirigentes de las Farc que están muy equivocados en esas apreciaciones. Y ojalá le dijera al Fiscal ´por qué no te callas y te dedicas a tu oficio´, pues cada vez que se entromete en lo que no le corresponde endurece la posición de las Farc en la mesa”. http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/con-pies-de-plomo-guillermo-perry-columnista-el-tiempo/15722165.

La guerra de 15 años de Uribe&Santos

Pero un análisis objetivo real, no como el de Perry, indica como lo han escrito nuestros columnistas; que la premura de los 15 años del “santouribismo” por derrotar militarmente a las Farc (Santos I es Uribe III y Santos II es Uribe IV, según lo ha venido desenmascarando valiente y consecuentemente el senador Robledo, con quien coincidimos en este aspecto, sin dejarse engañar de los remilgos electoreros e hipócritas del tigre de papel para hacerse reelegir).
Un análisis objetivo, decimos que obedece a causas geoestratégicas más poderosas. Es una pinza político-militar que ha montado el Imperialismo yanqui. Por un lado directa y abiertamente contra el gobierno bolivariano de Venezuela y por el otro, contra las Farc para lograr su rendición exprés y su retiro de toda la frontera Colombo Venezolana, dejando desarmada la inmensidad de los llanos orientales y las selvas del Catatumbo, ricas en petróleo, para que sus mercenarios y paramilitares oficiales puedan operar a sus anchas.
Santos no está en manos de las Farc. Eso es inconcebible desde cualquier punto de vista. El Títere diabólico está en manos de la aviación colombiana dirigida por los gringos con su tecnología de último nivel, desde las nueve bases que poseen ilegalmente en territorio colombiano.
Recuérdese lo que dijo el suboficial sobreviviente del combate del 15 de abril pasado, porque fue un combate, en Farc, combate Buenos Aires/Cauca: “En tierra y sin aviación no somos nada”.

“Para controlar a Venezuela es necesario ocupar militarmente a Colombia”

Y eso es lo que precisamente el militarismo colombo yanqui desea corregir. Debe suprimir el obstáculo a su infantería que representan las guerrillas revolucionarias colombianas, para poder cerrar el alicate sobre la franja petrolera de la frontera Colombo Venezolana.
Recuérdese también las palabras del senador Republicano de los Estados Unidos, Paul Coverdale, primer ponente del Plan Colombia en el Senado de los Estados Unidos, 1998: “Para controlar a Venezuela es necesario ocupar militarmente a Colombia”.
Como no lo ha podido conseguir militarmente en estos 15 años de “santouribismo”, ha pensado erróneamente que puede desarmar a la Insurgencia guerrillera en una mesa, sin dar nada a cambio.
Manuel Marulanda y sus 48 compañeros, enfrentaron con escopetas a 16 mil soldados totalmente armados y dirigidos por oficiales “coreanos”, con apoyo de la aviación gringa que con la misma “desproporción” también les tiraron bombas de 250 kilos y además ántrax que los campesinos llamaron “viruela negra”. Pero no los pudieron derrotar porque sus reclamaciones políticas eran concretas y salidas de la realidad real y no de análisis objetivos como los de Perry.
¿Qué hubiera cambiado en Colombia, si el sector de la izquierda no hubiera apoyado al tigre de papel diabólico y en cambio hubiera subido a la presidencia Zuluaga?
Aunque es una imaginación, ANNCOL se atreve a decir que nada, absolutamente nada, hubiera cambiado. El mismo TLC, la misma venta de propiedades públicas, la misma parapolítica, los mismos paramilitares oficiales, la misma política trasnacional agraria o agro-minera y energética, o educativa etc. Tal vez lo único hubiera sido la política de paz, que en lugar de los engaños e hipocresías de Santos, el pueblo colombiano hubiera sabido a qué atenerse con el títere Zuluaga y no estaríamos rumiando el fracaso que hoy avistamos como si fuese una tragedia griega irreversible: La continuación de otro ciclo largo de guerra contrainsurgente y los bolsillos llenos de los mercaderes de la guerra.
Sin embargo ANNCOL desea recordar a sus lectores aquella frase famosa de Ho Chi Ming, cuando Nixon inició los terribles bombardeos sobre Hanói, y que vino a cumplirse 11 años después: “…A la derrota política del imperialismo, sigue irremediablemente la derrota militar”.
El “Santouribismo” no tiene nada que ofrecer al pueblo colombiano, salvo sangre, sudor y lágrimas y eso, es una derrota política de incalculables proporciones. Y como conoce el profundo anhelo por la paz con justicia social y democracia, que tienen los colombianos, por eso juega como cualquier tahúr acostumbrado a esconder sus emociones, la carta de la paz. Porque no tiene nada más. A eso llamamos derrota política y por esto también decimos que Santos es un tigre de papel que de lejos parece terrible pero de cerca es un muñeco diabólico y sanguinario al que el pueblo colombiano en su infinita sabiduría ha apodado como “Chuki”.

Editorial
Anncol

Contra Syriza todo vale

Debo no niego, pago no tengo. Así reza el celebérrimo dicho popular. Y en el mismo sentido podría citarse el aforismo jurídico que dice que nadie está obligado a lo imposible. Ambas fórmulas cuadran perfectamente frente a la situación económica de Grecia. El país no cuenta con el dinero necesario para cubrir en este mes de junio los 600 millones de euros que debe pagar al Fondo Monetario Internacional (FMI). Más claro, ni el agua.
Frente a esta situación, qué puede hacer el acreedor. ¿Embargar los bienes del deudor, como haría cualquier comerciante que vendió una lavadora y que ahora el adquirente no puede pagar? ¿Qué bienes podría embargar el FMI a Grecia? ¿Parte del territorio heleno? ¿Apropiarse de algunos barcos griegos surtos en distintos puertos del planeta? ¿Negarle nuevos préstamos a Atenas hasta que pague lo que debe? ¿Mandar soldados a saquear las casas de los ciudadanos, como se hacía en épocas antiguas?
Nada de eso ni otras medidas absurdas semejantes ayudarían a resolver el problema de la impagable deuda griega. Para darle al asunto una salida, el acreedor podría acudir al recurso del “borrón y cuenta nueva”, es decir, pasar el débito a la partida contable denominada “cuentas incobrables” y, como hace cualquier empresario sensato, asumir la pérdida, olvidarse del asunto y procurar hacer nuevas ventas y nuevos negocios. Pero la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) no ha mostrado disposición para anular la deuda griega y así dejar que el país se ponga de pie y se recupere su economía. Y ni siquiera han mostrado disposición para dar paso a una moratoria y, sin anular el débito, dejarlo en libros y esperar tiempos mejores.
¿Que va a hacer la troika? ¿Expulsar a Grecia de la Unión Europea (UE)? Le harían un inmenso favor. Y sentaría, además, las bases para la disolución de ese engendro que es la UE y que tanto daño ha hecho a los trabajadores europeos. Recuérdese que en el Reino Unido (que nunca fue plenamente miembro de la UE) hay tensiones para, además de no avanzar en la plena integración, buscar la salida de la Unión.
Recuérdese también a este respecto que el Reino Unido se negó siempre a ceder su soberanía monetaria y a adoptar el euro, para conservar, como conservó, la libra esterlina como su moneda.
Para la UE, sin embargo hay una salida. Esa solución sería contar con un gobierno griego dispuesto a hundir más a Grecia en la depresión económica y en el desempleo. Un nuevo gobierno de corte neoliberal, proeuropeo y proimperialista.
Y la troika ya está trabajando en ese tema. Hay que agudizar las tensiones internas. Hay que provocar y agudizar las diferencias entre los distintos y a veces antagónicos intereses de los diversos sectores sociales. Hay que fomentar el desgaste, con fines ulteriores de la derrota electoral de Syriza, el partido antiausteridad actualmente en el gobierno.
Hay que aplicarle a Grecia las medidas que EU le aplicó a Cuba durante los últimos 50 años. Hay que minar al gobierno de Siriza, desacreditarlo, destruirlo. Hay que crear mayor zozobra económica. Y fomentar el descontento social y político. Hay que fomentar la disidencia interna. Soltar ríos de billetes, como han hecho con Cuba y Venezuela, para financiar a los opositores de Syriza. Y hay que esperar a que “truene el cuete" de la angustia, la desesperación y el descontento social. ¿Sabotajes, atentados, asesinatos selectivos, actos terroristas? Para le UE, como para EE.UU., todo vale.

Miguel Ángel Ferrer

jueves, mayo 28, 2015

Elecciones en España: Colapso de los partidos tradicionales y giro a la izquierda



Las elecciones municipales y autonómicas del fin de semana en España han cambiado el panorama político de forma radical. Dos candidaturas colectivas, que son un frente de partidos con presencia de organizaciones sociales han ganado las alcaldías de Barcelona y prácticamente la de Madrid, las dos principales ciudades de España. En Madrid, la posibilidad de una alcaldesa del frente Ahora Madrid ha quedado sujeta a un apoyo o acuerdo con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). En Barcelona, la dirigente Ada Colau del frente Barcelona en Comú ha quedado en condiciones de ser electa alcaldesa como candidata más votada. Convergencia i Unió (CIU), coalición nacionalista y fuerza mayoritaria del parlamento autonómico de Cataluña, sufrió un importante retroceso.
El Partido Popular (PP) en el gobierno, a su turno, ha perdido además su mayoría en otras ciudades importantes del país como Valencia, o Sevilla y Cádiz en Andalucía, en las que tenían el control desde hace años.
El PP ha recibido el castigo de sus propios electores tras la avalancha de la corrupción que consume al partido hasta la médula y como consecuencia de su política de ataque a todas las conquistas sociales de la transición. También la irrupción de Podemos en las comunidades autónomas ha dejado al PSOE en muchas de ellas en condiciones de establecer gobierno mediante pactos con esta fuerza política emergente, que tras su aparición como fenómeno de la izquierda ha ido virando hacia el centro de forma explícita y confesa.
Lo cierto es que los partidos emergentes, Podemos a la izquierda y Ciudadanos por la derecha han erosionado de forma significativa el caudal de votos del PP, el PSOE e Izquierda Unida. El PSOE ha recogido menos votos que en las elecciones autonómicas y locales de 2011. La pérdida de votos del PP y la aparición de Podemos es lo que le permitiría mejorar sus posiciones municipales y autonómicas.

Por qué Podemos

Estas elecciones se inscriben en una transición política caracterizada por un desplazamiento hacia la izquierda de las masas.
La cuestión de fondo en este proceso es la cristalización de una alternativa electoral que ha sido capaz de atraer el voto de los activistas de las organizaciones sociales, de los afectados por la política de recortes sociales del gobierno del PP, además de los descontentos con la corrupción que campea en los partidos tradicionales españoles. La burguesía misma ha tomado nota de este fenómeno. La irrupción de Ciudadanos en el espectro político forma parte de un operativo montado por la derecha para neutralizar el desplazamiento popular hacia la izquierda creando su propia movimiento político, explotando, a su modo, el odio existente contra los partidos históricos de la transición española, que es la bandera central de Podemos y de otros nucleamientos afines.
El avance de las nuevas formaciones, tanto de los frentes electorales en diversas ciudades como de Podemos en regiones, está directamente vinculado a las luchas y gigantescas movilizaciones contra la privatización de la sanidad, contra el ataque a la educación pública, contra el desahucio de los inquilinos y propietarios de viviendas tras la crisis económica internacional, en defensa de los locales ocupados por activistas en toda España, y a las huelgas y conflictos sindicales como los de Coca-Cola y Movistar o de Panrico por mencionar solo los más recientes. Hay una peculiaridad en la canalización del voto hacia estas nuevas organizaciones y frentes electorales directamente vinculado al inmenso descrédito de las iniciativas para la tribuna emprendidas por los sindicatos tradicionales en torno, por ejemplo, a la defensa de la educación y sanidad públicas, cuyo control burocrático las llevó a un callejón sin salida. La guinda de este pastel ha sido la firma de un acuerdo entre los dos sindicatos que se dicen mayoritarios, Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT), para un aumento salarial del 1%, lo que ha despertado la ira del movimiento obrero en su conjunto.

Crisis de régimen

Los comentaristas periodísticos fijan sus ojos en el deterioro del bipartidismo y afirman que en el tablero ahora hay dos nuevas fuerzas a considerar, lo que cambia las reglas del juego. Nadie parece dispuesto a reparar en el hecho que el voto perdido por el PSOE e Izquierda Unida (IU) que virtualmente ha desaparecido del mapa con alguna excepción, es un trasvase hacia las organizaciones, partidos y frentes, que han hablado el lenguaje de los "indignados" del movimiento 15M y han sido capaces de atraer el voto de los sectores de la sociedad que se identificaron con ese movimiento de masas de corta vida pero hondas cicatrices. Hace cuatro años el 15M agrupó a las luchas sociales no sólo en Madrid sino a escala nacional. Sus residuos testimoniales, como asambleas de barrio casi sin vida, revivieron y dieron su apoyo a Podemos y a Ahora Madrid en Madrid sin excepción. Algo similar ha ocurrido en Barcelona, donde la combativa y respetada ex dirigente de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), Ada Colau, superó al nacionalismo católico y conservador de CIU en una ciudad que el 11 de septiembre pasado se movilizaba masivamente por la independencia de Cataluña. Forma parte de este cuadro la precipitada abdicación del ex rey Juan Carlos I en favor de su hijo Felipe VI en medio de una inmensa presión social por el encubrimiento de las corruptelas en el seno de la familia real.
No cabe la menor duda de que además del voto de la juventud combativa y los militantes de las organizaciones sociales los frentes electorales, organizados como agrupaciones de electores según la ley electoral española y denominadas candidaturas de unidad popular por los partidos que se dicen de izquierda, ha arrastrado el voto de un sector de los trabajadores españoles. El movimiento ha despertado ilusiones democráticas en una amplia capa de la sociedad. Pero una cosa es despertar esas ilusiones y otra muy distinta satisfacerlas. La estrategia de Podemos es la concertación de un pacto con el PSOE y los restos de IU. Es probable que el avance de esta izquierda genérica abra un curso de movilización y refuerce las expectativas de luchas futuras y sea un factor de revitalización de la clase obrera. La irrupción del movimiento obrero a un lugar más protagónico podría ser un elemento clave en la nueva transición que entramos, porque permitiría acelerar la creación de una alternativa política de poder, transformadora. Ingresamos en una nueva etapa política en la que se pondrá al rojo vivo quién paga la crisis: el capital o, como viene ocurriendo hasta ahora, la población trabajadora.

Prensa Obrera

Reino Unido: la City ganó, pero no festeja

Contra todos los pronósticos, que presumían una elección pareja, el Partido Conservador del premier David Cameron obtuvo una mayoría propia que le permitirá formar gobierno en soledad, prescindiendo inclusive del partido liberal-demócrata. Esta constatación empujó al alza las acciones de la City, aunque el fervor inicial se fue disipando ante los interrogantes que quedan planteados (permanencia en la Unión Europea, futuro de Escocia).

Sistema político

Si bien los conservadores incrementaron la cantidad de escaños, su caudal electoral casi no creció con respecto a 2010. Esta distorsión obedece al sistema de circunscripción uninominal, donde el ganador se lleva la única banca en disputa en cada uno de los 650 distritos electorales. Dicho sistema, ideado para generar un modelo de dos fuerzas (sobrerrepresentadas) que asegure la estabilidad social y política, no ha podido evitar el trabajo de horadación de la crisis capitalista, la cual ha llevado a la emergencia de nuevos partidos.
El éxito del Partido Nacionalista Escocés (SNP), que capitaliza un sentimiento autonomista y, según algunos análisis, también un sentimiento "antiausteridad" (WSWS, 8/5), es el reverso de la catástrofe política y electoral del Partido Laborista, que conservó un único escaño en Escocia y paga su derechización en cuestiones como la inmigratoria. Los planteos laboristas, de módica suavización del ajuste, no evitaron el desplazamiento de contingentes masivos del partido hacia el SNP. Pero el laborismo perdió votos también ante el fascista Partido por la Independencia del Reino Unido (Ukip), que sale segundo en muchos bastiones laboristas donde el desempleo y la pobreza hacen estragos. Si los conservadores resultan sobrerrepresentados por el modelo de distribución de bancas, el Ukip aparece subrepresentado: obtiene un solo escaño, pero es la tercera fuerza en votos (13%). Esto no ha impedido que los fascistas sufran su propia crisis: junto a la del laborista Ed Miliband y el liberal-demócrata Nick Clegg (cuyo partido se hundió por su alianza y mimetización con los tories), la tercera cabeza en rodar fue la del independentista Nick Farage, quien no pudo ganar en su distrito.

Ajuste

Los desplazamientos registrados son una manifestación de la disgregación política y social que provoca la crisis capitalista. El gobierno de Cameron desarrolló un ajuste que incluye el desmantelamiento del sistema público de salud (NHS); la duplicación del sistema de contratos de 'horas cero', que precariza la fuerza de trabajo (y disimula el nivel real de subocupación y desempleo) y el alza en las matrículas estudiantiles, que no impidió que entre 2010 y 2013 el crecimiento económico fue anémico. Según Página/12 (8/5), "la deuda individual conjunta de cada hogar supera el billón de libras (casi la mitad del PBI británico)". En palabras del columnista Martin Wolf, de Financial Times, se trata de una recuperación "inquietantemente débil y desequilibrada" (El Cronista, 11/5).

Desintegración

La extraordinaria performance electoral del SNP ha ido acompañada de una moderación en los planteos para tranquilizar a la City y a la propia burguesía escocesa. Después de la elección, la dirigente Nicola Sturgeon descartó la realización de un nuevo referéndum y se pronunció por "un Reino Unido fuerte" (El País, 8/5). El reclamo del SNP se limita a una negociación con Londres de una mayor autonomía (devolución de poderes fiscales) en el cuadro de crisis capitalista. No contiene ninguna progresividad: el nacionalismo escocés aboga por la continuidad de la monarquía de los Windsor, el mantenimiento de la libra y la tutela del Banco de Inglaterra, la pertenencia a la Unión Europea y a la Otan. Esta voluntad estará sometida a los avatares de la bancarrota capitalista.
Cameron, entre tanto, está jaqueado en su propio frente interno: deberá lidiar en el parlamento con un ala 'eurofóbica' de su propio partido. Bajo la presión de ese sector, Cameron ha ratificado la realización de un referéndum para 2017 sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Pero la línea predominante en la City no se orienta por ahora en esa dirección, sino en la de una renegociación del estatus británico dentro de la Unión. Una salida de la Unión Europea plantearía una crisis en las islas, dado que la burguesía escocesa es europeísta, pero también en el propio continente, donde podría generar un efecto cascada.

Izquierda

En la izquierda primó el seguidismo político. El Partido Socialista Escocés llamó a votar por el SNP. El Partido Socialista de los Trabajadores (SWP) llamó a votar por el laborismo en los distritos donde no presentaba lista bajo el pretexto de que los trabajadores lo identifican como su partido. El Partido Socialista de la Igualdad (SEP) cosechó resultados marginales en los dos distritos en que se presentó.
Para capitalizar la ruptura de la clase obrera con el laborismo, la izquierda necesita romper primero sus propias ataduras con las fuerzas que sostienen el régimen imperialista. Y un programa frente a la crisis capitalista que plantee la unidad socialista de los trabajadores del Reino Unido en el marco de la unidad socialista de Europa.

A Guerrero

La CIA y la muerte de Bin Laden



Osama bin Laden, el líder de Al Qaeda y supuesto líder del atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York (2001), fue muerto en la ciudad de Abbotaabad, en Paquistán por un grupo comando de Estados Unidos (Navy Seal) que ingresó con dos helicópteros, asaltó su escondite y lo liquidó. Su ubicación fue obtenida por la CIA luego de años de seguimientos, de secuestros y torturas a un sinnúmuero de inocentes considerados miembros de su organización.

La nueva versión

Pero todo ha sido falso, según ha denunciado Seymour Hersh, un destacado periodista de investigación, en una extensa nota en una publicación de Londres, ya que el lugar donde escribía (Newyorker) se negó a publicarlo.
Bin Laden estaba prisionero de los servicios de inteligencia de Paquistán (ISI) que lo usaban para controlar a los talibanes y Al Qaeda desde 2006. Uno de sus miembros fue a la oficina de la CIA en Islamabad y dijo que sabía dónde estaba Bin Laden a cambio de dinero (25 millones de dólares). La CIA confirmó la información y entrevistó a autoridades paquistaníes, quienes aceptaron tenerlo prisionero. Permitieron que la CIA dispusiera del detenido, con la condición que no salga con vida y fue ejecutado en la cárcel.
La denuncia de Seymour Hersh desató una serie de críticas a su labor. Su largo historial de importantes revelaciones de atrocidades y mentiras de varios gobiernos estadounidenses, lo avalan. "Sus artículos y libros lo han hecho prácticamente un elemento del sistema constitucional de Estados Unidos de comprobaciones y balances" (Financial Times, 1°/8/08).
Fue quien denunció la masacre que tropas de Estados Unidos cometieron contra una población civil en My Lai (Vietnam, 1969). Fue también quien denunció y dio a conocer las torturas de las tropas de Estados Unidos durante la ocupación de Irak en Abu Graib, sobre lo que escribió "Obediencia debida, del 11 de septiembre a las torturas de Abu Graib", uno de los ocho libros (My Lai, JFK; Samsom; etc.). Ganador del Pulitzer y varios destacados premios a la labor periodística.

El control de la tortura en el gobierno de Obama

Un comité del senado de Estados Unidos analizó la aplicación por la CIA del programa de "Detención e Interrogación", forma de describir la tortura que aplican a sus detenidos, para hallar a Bin Laden y los líderes de al Qaeda. Luego de cuatro años de negociaciones en su contenido y alcance, concluyó que la CIA "repetidamente miente acerca de sus brutales técnicas luego del 9 de septiembre (2001) y que son inefectivas", dice el informe.
La complicidad del Senado con los torturadores fue puesta en descubierto, son los "únicos" que pueden "citar documentos; solicitar a visitar los sitios e interrogar al personal. Sin embargo, en los años en que estos abusos fueron aparentemente ocurriendo, no hicieron nada de eso. Hasta cierto punto, eran cómplices de ser engañados" y concluye que "Norteamérica parece tener un comité de análisis de "lo sucedido (pero) no de control" (The Economist, 9/12/14).
La barbarie del capitalismo tiene una de sus manifestaciones en los métodos brutales que las propias instituciones denuncian (Congreso, jueces, etc.), pero no controlan. Obama dirige un gobierno conspirativo, donde el militarismo creciente y los métodos de tortura, asesinato y espionaje masivo de la población son uno de sus principales soportes para enfrentar la lucha de sus ciudadanos y los pueblos del mundo, por eso el sistema los mantiene sin control ni supervisión.

Nicolás Roveri

Vietnam: el “preinfarto” del imperialismo norteamericano



A 40 años de la histórica derrota del ejército norteamericano en Vietnam, presentamos esta nota donde hablaremos de los antecedentes de la guerra, los sectores que intervinieron, las manifestaciones antibélicas y de la victoria vietnamita.

Antecedentes: 1930 – 1945

La heroica lucha del pueblo en Indochina (Vietnam) por su liberación nacional es en primer lugar una lucha contra el colonialismo francés. Desde inicios de los 30´s hasta la insurrección de 1945, las luchas de las masas vietnamitas incluyeron huelgas obreras, rebeliones campesinas, control obrero, hasta una breve experiencia de armamento y organismos de poder obrero regional. La independencia nacional, las libertades democráticas y la tierra para el campesino; son las fuerzas motrices el proceso revolucionario a lo largo de todo el período.
En 1930-31: estalla la revuelta nacionalista de la guarnición de Yen Bay que termina en una masacre a causa del bombardeo del imperialismo francés (pero continúan las revueltas campesinas). El Partido Comunista Indochino se funda impulsando estos levantamientos (como parte de la política ultraizquierdista del “tercer período” de la Internacional Comunista).
La relativa industrialización de la colonia, debido a las necesidades de la metrópoli, permite el surgimiento del movimiento obrero y junto a la opresión policial ejercida durante años por Francia, se sentarán las bases para el surgimiento de la Oposición de Izquierda (1).
Entre los años 1936 y ’37, las tomas de fábricas y la agitación obrera en Francia influyen en Vietnam y nacen como vanguardia de las huelgas obreras; los Comités de Acción, impulsados por los trotskistas. Estos se multiplican rápidamente en todo el sur, y expresan lo más temido, no sólo de la burguesía, sino también del estalinismo: el doble poder.
El PCI termina de consolidar su giro hacia una mayor subordinación a la política del Kremlin, lo que obliga a los estalinistas a perseguir a los trotskistas, y lanzan la campaña que son “agentes del fascismo” (calumnia que cambiarían por la de “agentes de los yanquis” cuando se firme el pacto Hitler-Stalin en 1939).

El fin de la II Guerra Mundial abre un nuevo ascenso de masas

En 1945 la derrota de Japón a manos de los Aliados deja un vacío de poder, creado por su retirada y desata la insurrección de masas que se levantan en toda la región. Los trotskistas, aunque debilitados por años de represión, tendrán una destacada participación en este ascenso. El saldo tras la II Guerra Mundial que tuvo que pagar el pueblo vietnamita fue el espantoso costo de más de 2 millones de muertos por hambrunas.
Por su parte el Vietminh (el PCI encubierto) había adquirido una influencia creciente entre los campesinos desesperados por el hambre y la doble dominación de los años de la guerra. La guerrilla impulsada por el stalinismo, que había ido ganando posiciones en las montañas del norte, toma el poder en Hanoi, estableciendo un gobierno provisional bajo la presidencia de Ho Chi Minh. Dos días después más de un millón de personas se manifiestan en las calles de Saigón y comienzan a multiplicarse los comités populares. El Vietminh, desconociendo estos comités, instaura un gobierno de colaboración de clases que deja intacto los principales resortes del aparato estatal. Pero las tropas del Kuomintang chino ocupan el norte en septiembre y las británicas entran a Saigón con el objeto de reestablecer la vieja administración francesa.
Ho Chi Minh negocia con los Aliados el reingreso de las tropas francesas en el norte para lograr la retirada del ejército chino y una semiautonomía como parte de una Federación Francesa. En Cochinchina, negocia una tregua con los franceses y ordena el desarme de toda organización que no pertenezca al gobierno. Saigón se levanta contra la invasión imperialista y, bajo el impulso de los trotskistas, los comités populares y las milicias obreras reclaman armas al Vietminh. Los campesinos intentan expropiar a los terratenientes. Los trotskistas llaman a luchar por la liberación nacional y por un gobierno obrero y popular. Pero el Vietmnih aborta el desarrollo de los organismos de doble poder en pos de la alianza con los nacionalistas burgueses, impide las expropiaciones en el campo, destruyendo la alianza obrera y campesina que habían comenzado a forjar los trotskistas. A su vez impide la resistencia armada y llama a las masas a lograr la independencia confiando en las negociaciones con el imperialismo francés y los Aliados, abandona el poder y permite la reocupación francesa.
Así, la heroica resistencia que duró varios días en las calles y suburbios de Saigón fue quebrada y el mismo “Ejército Popular” del Vietminh comienza una persecución feroz contra la vanguardia y los trotskistas que habían recobrado gran influencia sobre ésta. El Vietminh es el responsable del desvío y el retroceso del proceso revolucionario. El asesinato de los líderes trotskistas (que continuará hasta los años ’50), entre ellos el gran dirigente Ta Thu Thau, y la liquidación de la vanguardia obrera organizada en los comités obreros, fue una decisión planificada por los estalinistas: para evitar que el proceso revolucionario excediera los límites de la propiedad privada y arruinara su alianza con la burguesía nacional y los imperialismos “democráticos”.
La insurrección de agosto del ’45 se produce mientras las potencias aliadas junto a Stalin, se encontraban abocadas a consolidar la derrota del Eje, frenar y derrotar los procesos revolucionarios y dividirse el mundo en zonas de influencia.
Para la culminación de este periodo “las primeras declaraciones del nuevo régimen nacionalista del Vietminh” fueron siniestras y estaban dirigidas contra los trotskistas: `Aquellos que inciten al pueblo a tomar las armas serán considerados como saboteadores y provocadores, enemigos de la independencia nacional. Nuestras libertades democráticas serán garantizadas por los Aliados democráticos.´ […] Algunos meses después (julio de 1946), Ho Chi Minh estaba muy ocupado en Francia abrazándose con los generales franceses repletos de condecoraciones.
Francia y el Vietminh firmaron un acuerdo por el cual Francia reconocía al gobierno de la República Democrática de Vietnam como una parte semiautónoma de la Unión Francesa, sólo en la zona norte del país y por un breve período. Esta fue la segunda gran traición a la revolución ya que se permitía a Francia apostar tropas en Hanoi desde donde bombardeó el puerto de Haiphon y empujó al Vietminh al interior del país. Allí comienza una prolongada guerra de guerrillas contra Francia. Los EEUU se involucran contra la revolución y comenzaron a proveer asistencia militar a Francia. Pero los vietnamitas vencieron a Francia durante esta guerra de ocho años que culminó en 1954.
Los Acuerdos de Ginebra, que implicaron una serie de concesiones formales al gobierno de Vietnam, con las maniobras de los Estados Unidos, transformaron el completo triunfo de los vietnamitas sobre Francia en una derrota para sí mismos. Esto le permitió a los EEUU ganar tiempo y territorio en su provecho, para obtener apoyo en el sur del país, e ir constituyendo una base social para un gobierno reaccionario.
La guerra de EEUU contra el pueblo vietnamita movilizó tal cantidad de hombres, de suministros y pertrechos, como nunca antes por parte del estado más rico y poderoso militarmente del mundo contra una pequeña nación, empobrecida y desgarrada.

De la ofensiva norteamericana a una derrota histórica

Por el año 1959, los soldados norteamericanos considerados “asesores” del ejército sudvietnamita, fueron enviados a Vietnam, y en respuesta la República Democrática de Vietnam, establecida en el norte, comenzó a otorgar ayuda al movimiento de resistencia en el sur. En 1960, se formó el Frente de Liberación Nacional. Con el correr de los años se desataría un frente interno de batalla en los EEUU: el movimiento antiguerra.
En 1969, Vietnam del Norte fue golpeada cada mes con bombas, con una fuerza explosiva total equivalente a dos bombas atómicas. A finales de 1972 habían arrojado 6.300.000 toneladas de bombas. Las preferidas eran las de napalm que “es un gel pegajoso altamente inflamable […] El Servicio de Guerra Química desarrollo el napalm durante la Segunda Guerra Mundial con dos propósitos. Primero, como éste se adhiere a las ropas y a la carne y sigue quemando hasta el hueso, era un arma efectiva en el campo de batalla. En segundo lugar […] se usó para el denominado “bombardeo estratégico”, es decir, el intento de destruir ciudades, junto con sus habitantes, desde el aire.” (3) También arrojaron agentes químicos para envenenar el agua potable y las cosechas.
Todo esto animó en el propio EEUU la confluencia de dos movimientos: el de la población negra por los Derechos Civiles –que incluyó momentos de guerrilla urbana dirigido por las “Panteras Negras”- y su confluencia con la juventud estudiantil, en su mayoría proveniente de la clase obrera; como vemos, fue una combinación explosiva contra la guerra.
El movimiento va escalando en sus niveles de maduración política y violencia. Si no confluyó con el movimiento obrero fue por acción de la burocracia sindical norteamericana, lo que hubiera dado un golpe mortal al imperialismo. Pero la evolución del movimiento fue creciendo cuando los propios organizadores esperaban, quizás, algunos miles. “Durante todo 1965: 15.000 personas marcharon sobre Berkeley el 15 de octubre, 20.000 marcharon en Manhattan el mismo día, y 25.000 personas marcharon nuevamente en Washington […] la movilización de abril de 1967 en Nueva York, que congregó 300.000 y 500.000 personas o entre el millón o mas de personas que convergieron sobre Washington en noviembre de 1969 y otra vez en la primavera de 1971.” En 1969 “millones de norteamericanos –como mínimo 10 veces más que el medio millón de hombres estacionados por entonces en Indochina- se movilizaron contra la guerra.”(4) El movimiento fue tan profundo que tuvo eco entre las propias tropas, por ejemplo entre los portaaviones, donde se produjeron actos de sabotaje, estropeando los motores y dañando toda la maquinaria. En el mismo campo de batalla, el coronel Robert D. Hein Jr., escribió un artículo titulado “El colapso de las Fuerzas Armadas” donde da cuenta de que “nuestro ejército que permanece en Vietnam está en un estado de colapso inminente, con unidades individuales evitando o rehusando el combate, matando a sus oficiales y suboficiales, completamente drogados, desalentados cuando no al borde del amotinamiento” (5). El final se acercaba y la derrota histórica fue irreversible.
La guerra de los Estados Unidos contra el pueblo vietnamita se extendió por quince años de la mano del gral. Vo Nguyen Giap quien afirmaba que su línea estratégica era una “resistencia prolongada” para desgastar al enemigo e ir así modificando la relación de fuerzas a su favor. Hacia el final, en 1975, los vietnamitas habían triunfado y derrotado al estado más poderoso de todos los tiempos, a un costo de más de cuatro millones de muertos, millones de heridos, dejando un país envenenado, y económicamente destruido. Los EEUU perdieron cerca de 58 mil vidas, centenares de miles de heridos, y como mínimo medio millón de veteranos de Vietnam quienes padecieron los efectos del trauma psicológico de la posguerra, intoxicación química y miles de encarcelados.
Se sentaba un gran precedente para los obreros y pueblos oprimidos: el policía del mundo ya no era invencible, y se abrían nuevas posibilidades de transformar el mundo y derrotar al imperialismo que tuvo su primer preinfarto.

Daniel Lencina

Referencias.

1. En 1931 los oposicionistas fundan el Ta Doi Lap (IV Internacional). En 1933 se funda, bajo la dirección de Ta Thu Thau, el grupo La Lutte, un frente único con el PCI que presenta candidaturas electorales y publica un periódico del mismo nombre. Otro grupo formado por militantes oposicionistas que rompen con el PCI, llamado Octubre, luego continuará con el nombre de LCI. Ngo Van fue uno de sus dirigentes. Los dos grupos tenían importantes diferencias entre sí, especialmente con relación a las políticas de frente único.
2. Actúan según lo pactado por Stalin, Roosevelt y Churchill en el acuerdo de Teherán de 1943 y reafirmado luego en Postdam en julio de 1945.
3. Franklin, H. Bruce “VIETNAM Y LAS FANTASIAS NORTEAMERICANAS”. Ed. Final Abierto, Bs. As. 2008. Págs. 150-151.
4. Idem. Pág.117
5. Carole Seligman “Lecciones del movimiento contra la guerra de Vietnam”, Traducción inédita al español realizada por el CEIP LT de Socialist Viewpoint, Enero de 2002 volumen 2, número 1. Disponible en www.ceipleontrotsky.org

FIFA: una cueva de ladrones que degeneró al deporte más popular del mundo



Lo que era un secreto a voces estalló como una bomba esta semana y las consecuencias aún son difíciles de medir: el escándalo de corrupción en la FIFA salpica a empresarios, funcionarios y gobiernos de distintas partes del globo.

Hace rato que la FIFA se transformó en uno de los organismos multinacionales más importantes del planeta. Regula un deporte que pasó de ser un juego muy arraigado en el movimiento obrero y sectores populares a un fenómeno mundial que mueve fortunas exorbitantes. Sobre todo con las gestiones de Havelange y Blatter al frente de FIFA, el fútbol se transformó en una gran industria del espectáculo.
Conciente del poder de generar grandes negocios que tiene el fútbol (marketing, venta de jugadores a valores siderales, comisiones para los intermediarios, derechos de televisación, indumentaria deportiva, etc.) la FIFA se transformó en un organismo desde el que se organiza (o desorganiza) la asignación de esos negociados que además son nichos para el lavado de dinero. La acusación que enfrentan 18 directivos de máxima jerarquía es haber constituido una asociación ilícita.
En el ámbito local el escándalo roza a amigos de la oposición patronal y del oficialismo: Julio Grondona (ex presidente de AFA), socio del gobierno kirchnerista en “Fútbol para Todos”, era uno de los grandes cerebros de esa asociación. La denuncia del Departamento de Justicia estadounidense lo señala como uno de los sobornados para la organización de las Copas América (por US$15 millones). Otro de los imputados es el CEO de Torneos y Competencias, Alejandro Burzaco, hermano de Eugenio, exdiputado bonaerense del PRO, exjefe de la Metropolitana y hombre de confianza de Macri.
Organizar un mundial en Qatar, que en julio cuando se juegan los mundiales sufre temperaturas de hasta 50 grados, daba a sospechar que logró la asignación mediante sobornos. El sentido común del hincha olfatea hace décadas lo mismo, pero ahora se confirma: la FIFA no es otra cosa que una cueva de ladrones que degenera y pervierte uno de los deportes más hermosos que se conozcan.

Augusto Dorado
@AugustoDorado