viernes, mayo 10, 2024

El ejército sionista se apresta a arrasar Rafah con las armas de la OTAN


Apenas un par de semanas después de haber aprobado un presupuesto militar sideral de provisión de armas a Ucrania, Taiwán e Israel, Joe Biden le dijo a la CNN que “frenará el flujo de armas ofensivas a Israel” si emprende “una operación a gran escala en Rafah”. 
 Cínico, el principal proveedor de armamento y recursos para el genocidio sionista contra el pueblo palestino admitió, en la misma entrevista, que “en Gaza han muerto civiles como consecuencia de esas bombas” estadounidenses (CNN, 8/5). Los civiles suman por lo menos 35.000, dos tercios niños y mujeres.
 En un gesto simbólico, sin incidencia en la capacidad militar israelí para avanzar sobre Rafah, la semana pasada Biden había frenado “discretamente” un envío de 1.800 bombas de unos 900 kilos y otras 1.700 de 225. 
 Sin embargo, en el New York Times, el periodista Peter Baker señaló: “La administración Biden sigue permitiendo el envío de la mayoría de las demás armas a Israel y, de hecho, los funcionarios hicieron hincapié en que ni siquiera se ha tomado una decisión final sobre las bombas que actualmente están en el limbo” (NYT 9/5).
 En cuanto a la rebelión estudiantil contra la guerra del sionismo, las ceremonias de graduación de las universidades norteamericanas estuvieron dominadas por banderas palestinas, discursos combativos de estudiantes y profesores y en el fin de semana hubo movilizaciones en solidaridad con Gaza en las ciudades importantes. El mismo miércoles, la policía desalojó el campamento de la Universidad George Washington, a solo unas manzanas de la Casa Blanca, y detuvo docenas de estudiantes.
 A pesar de los rezongos de Biden, el gobierno de Israel en pleno ha dejado en claro que invadirá Rafah, donde se hacinan, sin comida y sin agua 1,5 millón de desplazados del centro y norte de la Franja, entre ellos 600.000 niños y 50.000 embarazadas.
 Biden dice que Israel “no cruzó la línea roja” pero, aunque finja demencia, eI sionismo no solo saboteó la negociación de una tregua como denunciaron los familiares de los rehenes esa misma noche (Haaretz, 5/5) sino que la masacre en Rafah está en pleno desarrollo. 
 Dos días antes de las declaraciones de Biden, Jens Laerke, portavoz de la oficina humanitaria de la ONU en Ginebra, había descripto a Rafah como una “zona de guerra muy activa” y aclarado que las organizaciones humanitarias tienen muchas dificultades para actuar en un cuadro desgarrador. La ciudad se encuentra ya "al borde del precipicio", declaró el jueves a CNN un alto funcionario de las Naciones Unidas. Los hospitales están desbordados mientras los palestinos mueren en los ataques israelíes en los suburbios y decenas de miles de personas ya han huido (CNN, 8/5). 
 Esta misma semana, el ejército sionista ordenó la evacuación de la ciudad hacia un campamento montado por ellos mismos en el diminuto pueblo de Al Masawi, que ya está colapsado por la cantidad de desplazados que lo ocupan. El lugar carece de alimentos, agua y las más mínimas condiciones sanitarias. The Guardian dice que más de 300.000 personas se han marchado hacia otros puntos de la Franja. 
 Los blindados israelíes también se apoderaron del lado palestino del puesto fronterizo por donde entraba la ayuda humanitaria -y los gazatíes podían intentar una fuga hacia Egipto. Desde entonces no ha ingresado ni un camión. 
 Funcionarios gazatíes dijeron que las fuerzas sionistas atacaron a empleados fronterizos el miércoles cuando intentaban recuperar ayuda cerca del cruce. Las autoridades sanitarias de la Franja denunciaron que el cierre de los pasos significa, además, que miles de enfermos y heridos por los bombardeos no pueden ser evacuados a Egipto para recibir atención. Las tropas terrestres permanecen en zonas periféricas mientras los continuos bombardeos a los campamentos y las barriadas convirtieron la ciudad en centro de exterminio. A la inanición aguda de la población se suman los bombardeos continuos que, según Euro-Med Monitor, en menos de 48 horas destruyó 18 viviendas, la mayoría de las cuales se derrumbaron sobre las cabezas de sus ocupantes, matando a 52 palestinos, entre ellos 17 niños y 14 mujeres'. 
 Según Haaretz, el compromiso era limitar la invasión a la parte oriental de la ciudad y entregar el control del paso fronterizo a una empresa privada estadounidense. Sin embargo, este viernes las fuerzas israelíes ya controlan la carretera de Rafah, rodeando con tanques toda la ciudad. El ataque a Rafah es un objetivo estratégico compartido por todas las fracciones que integran el gobierno israelí. 
 El pleno del gobierno israelí apoya la operación, incluido el líder de la oposición, Yair Lapid, que suscribe la afirmación de Netanyahu de que “los últimos cuatro batallones de Hamás permanecen en Rafah”. Esto, aunque nada indica que la capacidad de combate de Hamás se haya reducido a los cuatro batallones “restantes”. Por el contrario, “las operaciones de resistencia de todos los grupos armados palestinos, especialmente las Brigadas Qassam de Hamás, han continuado ininterrumpidamente desde el norte hasta el sur de Gaza”, opina el portal británico Mondoweis: “Hasta ahora Israel ha sido incapaz de acabar con la resistencia en Gaza (…). El verdadero objetivo de la invasión es terminar la limpieza étnica”. 

 Olga Cristóbal 
 10/05/2024

El líder


Ronald Reagan y Margaret Thatcher, líderes del neoliberalismo en la década de 1980. 

Uno de los 16 fósiles neuronales que nos acompañan desde las sabanas africanas y las cavernas indoeuropeas que analizamos en Moscas en la telaraña (2023) se refiere a “El líder”. El líder es el depositario de lo que en economía se conoce como “ignorancia racional”: no podemos investigar o saberlo todo, por lo cual tomamos medidas desinformadas sabiendo que los beneficios de una mayor información son menores que los costos de una decisión desinformada. Para ello debemos delegar nuestro poder de decisión a alguien que sepa algo del tema. El problema es que en los grandes temas sociales los costos de una decisión desinformada superan siempre los costos de un mayor esfuerzo de investigación.
 En política, en la formación de opinión pública o colectiva, los individuos suelen delegar su poder de decisión a un líder. En las religiones funciona como depositario de todos los posible errores: si no sabemos qué es lo mejor, hagámoslo como dice el líder o el profeta, quien nunca se equivoca. Por algo es Dios o un enviado de Dios.
 En política no es diferente. Dejar nuestro poder de decisión en manos de un Líder X nos descarga de un esfuerzo moral e intelectual, pero el precio consiste en apoyarlo y defenderlo, ayudar al líder a que nos ayude, sin importar si él o nosotros estamos equivocados. 
 Cuando en 1971 la inflación en Estados Unidos se aproximaba al siete por ciento, el presidente Richard Nixon decidió ir contra el dogma conservador-mercantilista de su propio partido y de sus fieles votantes y dispuso un control de precios. Encuestas de Gallup y de la Universidad de Columbia en Nueva York mostraron que el anuncio de control de precios no tuvo ningún impacto en los votantes del Partido Demócrata que mucho antes habían estado a favor de esta medida, pero en los seguidores republicanos quienes apoyaban el control de precios subió del 37 por ciento al 82 por ciento en pocas horas. 
 Esta debilidad constitucional aparece destilada en los cuentos de hadas, donde el pobre campesino, el artesano humilde sueña con alcanzar un día o con la imaginación todos los días la bendición de la realeza. La Cenicienta que finalmente se casa con el príncipe, la oficinista que lee revistas de ricos y famosos. En el último siglo fue explotada por el realismo político, por gobiernos de Estados Unidos como el de Ronald Reagan, y por casi todas las marionetas plantadas por Washington y las transnacionales privadas en las repúblicas al sur del Río Bravo desde el siglo XIX.

 Jorge Majfud | 30/04/2024

En el 105 aniversario de la revolución húngara


Bela Kun y la revolución soviética húngara 

 Este marzo de 2024 se cumple el 105 aniversario de la revolución soviética húngara, una experiencia de gobierno que duró 5 meses, hasta agosto de 1919. Un acontecimiento que, junto a otros hitos, como el acorazado Potemkin, la revolución rusa, y la aplastada revolución espartaquista en Alemania, han forjado la conciencia política de miles de militantes, e incluso la estética de la revolución, el vínculo emocional con ella. 
 La derrota de la República Húngara de los Consejos, que siguió a la de la breve República Soviética Bávara, entre abril y mayo de 1919; y a la abortada revolución alemana con el asesinato de Rosa Luxemburgo y Karl Liebnekcht en enero de 1919, fue el último intento de llevar al centro de Europa el modelo de la revolución rusa. Un modelo basado en el golpe de mano certero en un momento de crisis política, y en el que tanto los trabajadores como los soldados estaban movilizados y organizados en consejos. Como en Rusia, en Hungría estaban hastiados de la guerra; multitud de sus soldados se habían rebelado y regresado como desertores, andando, en carros, desde los frentes lejanos hasta su país. Allí se unieron a los trabajadores que se habían declarado en huelga general, y se hicieron con el poder. ¿Qué falló después? 
 Hungría, su revolución, no aceptaba la perdida de territorios dictada tras la gran guerra, y fue atacada por los ejércitos checoslovaco y rumano, espoleados por las potencias occidentales, que no deseaban que la chispa rusa extendiera el incendio por toda Europa. Eso obligó al gobierno revolucionario húngaro a dedicar recursos a la guerra, de la que el pueblo estaba harto, lo que le restó apoyo popular. Además, sufrió un intento de golpe de estado militar, que le obligó a crear un organismo de represión interna, que tampoco le hizo ganar adeptos. Todo muy similar a lo sucedido en Rusia. Las fuerzas húngaras no consiguieron derrotar a los ejércitos intervencionistas, y éstos entraron en agosto en Budapest, y desató la represión. El luego eminente filósofo, Gyorgy Lukacs, Comisario Popular de Instrucción Pública, huyó a Viena. El máximo dirigente, que ocupó el cargo de Comisario Popular de Asuntos Exteriores, el comunista Bela Kun, también; y de allí a la URSS. Bela Kun desempeñó un papel relevante en la Internacional Comunista, donde discutió a menudo, con franqueza, con Lenin, que corregía sus tendencias ultraizquierdistas. Fue detenido en Moscú en junio de 1937 en las llamadas purgas, acusado de espionaje para Alemania, y conspiración trotskista, fue uno de los pocos que se mantuvo firme ante las torturas sufridas durante más de dos años de prisión, y nunca admitió los cargos. Fue fusilado en noviembre de 1939. 
 Claroscuros de la historia, ¿para qué sirve recordarlos? Contaban aquellos que habían visitado a Bertold Brecht en su exilio danés, donde se refugió tras escapar de la Alemania hitleriana, que en la pared de su estudio tenía colgado un cartel que decía “La verdad es concreta”. Parecida a la frase “La verdad es siempre revolucionaria” que Antonio Gramsci llevó a la cabecera del semanario comunista italiano “L´Ordine nuovo” que dirigía. El interés actual de esta visita a la Hungría de 1919, que forma parte de nuestra historia, es que debemos hacerlo bajo este prisma de la verdad cruda, sea la que sea. Haciéndolo, convertimos ese ejercicio de historia en un examen para el presente. El movimiento comunista tiene un historial ejemplar de sacrificio, de lucha, de honestidad (y los comunistas españoles del PCE sin tacha), sobre todo en aquellos países donde no llegamos al poder. Pero también hubo aberraciones cometidas por otros en los gobiernos, en lugares lejanos, pero usando su nombre; en regímenes pasados, pero también en otros presentes, aún vivos. A un preso comunista en la cárcel de Burgos, en medio de una sesión de torturas, los policías franquistas, henchidos de odio y desprecio, le preguntaron: “¿Y tú por qué luchas?”. El preso, herido en su dignidad, recobró su lucidez y les contestó: “lucho por una sociedad en la que nadie le pueda hacer a usted lo que usted me está haciendo a mí”. Ése debe ser un precepto sagrado para nosotros, en cualquier circunstancia.
 Bela Kun, fue víctima de un tiempo en el que la obra colectiva, la discusión, el debate libre, habían sido sustituidas por el ordeno y mando de una sola persona, algo que es inaceptable como marxistas. Mirar a Bela Kun, a la Republica Soviética Húngara con la verdad, es honrarlos y cumplir los deberes, para presentar unas credenciales impecables ante la sociedad. Para enfrentarnos a cualquiera, hoy, orgullosos, sin rubor. Para excitar aquel antimilitarismo que llevó a la revolución a la gente hastiada de la guerra; y llenar los caminos de Israel, de Ucrania, de miles de desertores, como aquellos que regresaban a Budapest en el ocaso de la I Guerra Mundial. 
 Bertold Brecht también decía una frase que redondea su magistral desempeño en la dialéctica: “En interés de la propaganda deberíamos señalar aquellos problemas para los que aún no tenemos solución”. Ésa es la actitud, verdad, humildad, con la que podremos volver a ser vistos por el pueblo como lo fueron aquellos primeros comunistas de la historia, pioneros que proponían un emocionante viaje hacia un mundo nuevo, hacia una libertad plena. 

 Miguel Usabiaga | 06/05/2024

El amor al odio


Se preocupa la UNESCO por la proliferación y profundización de los “discursos de odio”. Y hace bien, aunque resuelva poco. Entre las muchas emociones retrógradas burguesas que nos imponen a diario, el odio despunta por su irracionalidad, estulticia y proliferación. Para la especie humana es una emboscada canalla, siempre contraproducente y degradante. Quien odia, especialmente por razones de clase, desciende drásticamente los niveles de humanización, acepta y esparce una terquedad social mutiladora que alimenta, de modo tácito y explícito, esclavitudes ideológicas perversas de las que suele no haber escapatoria. Algunos la disfrutan mucho. 
 Ese odio es, principalmente, una herida moral de la lucha de clases que nos desorienta objetiva y subjetivamente. En ese odio se expresa la pulsión que empuja a destruir todo para simplificar las contiendas por la fuerza de la peor negación. Y suele no tener límites. Quien odia así, trueca la realidad de la lucha por espejismos de soluciones mágicas. Para ellos es más fácil embriagarse con odio -y obrar aturdido- aunque resulte más riesgoso y más costoso. Más macabro. 
 Si se carece de método científico consensuado, bajo la presión de la lucha de clases se producen muchas distorsiones. Una fragilidad teórica y práctica deriva fácilmente en repertorios de odio porque se renuncia a la razón argumental y organizativa a cambio de catarsis negacionistas en extremo infectadas por violencia estúpida, silogismos “viscerales” y derrumbes éticos bañados en sangre. Pura inutilidad dolorosa para la especie humana. Algunos “progresismos” reivindican un odio al que suponen fuerza aglutinante y movilizante. Viven de un error teórico y práctico que no sólo no permite avanzar, sino que es sospechoso porque desplaza de su eje la formación humanista que permite organizar fuerzas para superar los odios con las armas de la crítica. En la dialéctica de la vida los contrarios no se exterminan, se transforman. 
 Hay tantos tipos de odio como distorsiones en el método transformador. Tal variedad nace y se reproduce en los vacíos que deja la ignorancia y la falta de rigor para la praxis, en todos los niveles y en todos los frentes de la lucha. Sea de nuestro lado o del otro. Nadie está a salvo, aquel que se siente dueño de objetos, personas o conceptos (como botines de su “propiedad privada”) comete un error (a veces voluntario) que lo conducirá a odiar tarde o temprano. Es ingrediente del odio sentir que se ha sido despojado de alguna propiedad. Y hay tantas mezclas de despojo, combinadas con aprehensión propietaria, que ha ido multiplicándose y profundizándose la complejidad del repertorio de los odios. 
 En el odio de la clase opresora se coagulan -y sinceran- todas las patologías del capitalismo. Es uno de sus espejos más nítidos. Es odio “refinado”, que se ha sofisticado, instrumentalizado y maquillado hasta parecer, incluso, “amor al prójimo” o filantropía para anestesiar insurrecciones populares. Mientras los odiadores ponen cara de “buenos”. Por eso, odian más quienes más roban. Odian por lo creen que pierden, o por la simple sospecha de ser expropiados. Odian a sus expropiadores, pero más odian la idea y la práctica que convierte lo expropiado en posesión colectiva.
 Existen odiadores expertos, forjados en las fábricas ideológicas dominantes, que han cultivado extensiones enormes de odio y las atienden con esmero como si se tratara de “nuevas propiedades”. Han hecho escuelas de odio muy refinadas. Cuentan con estructuras jurídico-políticas a granel. Tienen religiones, universidades y entretenimientos donde se perfecciona el odio de clase, se lo esparce como “sentido común” (y como identidad) y se le reconoce valor de uso y valor de cambio en el mercado del control social, del monopolio del poder político y del poder militar. Odio miserable, pero eso sí, muy rentable. 
 En el relato de las burguesías el “odio” reviste récords de época muy convenientes para la apropiación del producto del trabajo ajeno. Con el beneplácito de algunos “expertos” y de sus jefes, convierten el odio en una corriente desenfrenada, cargada con “nuevas clasificaciones”, donde reina -sin tapujos- la idea de que odiar es condición de los seres humanos capaces, incluso, de odiarse a sí mismos con odio funcional y contra su propia clase… y por cuenta propia. Determinismo del odio que no tiene horarios. Por cierto, no permitamos que los noticieros burgueses nos convenzan de odiar a nuestro propio pueblo. No nos traguemos el odio oligarca como si fuese nuestro. 
 Odiar implica desaparecer al oponente, exterminarlo. Incluso con violencia ignota. Con odio se cancela el debate, los diferendos, el “agón” griego. Se suprime el trabajo de argumentar, racionalmente, para convencer con evidencias. Se suprime la contrastación de criterios o experiencias y se impone el individualismo aberrante de “la razón soy yo”, aunque para eso haya que usar palos y plomo, cárcel y persecución. El odio cancela la igualdad, la libertad, la empatía, el respeto a la dignidad y a la autonomía del otro. Es impensable una sociedad igualitaria y digna mientras haya gente produciendo odio y vendiéndolo como uno de los más grandes negocios de la Historia. Propagar odio debería ser considerado Delito de Lesa Humanidad. Y es que han convertido al odio, también, en mercancía. 
 Hay víctimas del odio que no devuelven odio. Lo convierten en lucha. Víctimas que han sabido dignificar su dolor sin permitir que se degrade en odio. Espíritus y luchas ejemplares que han ascendido a la praxis de las batallas reivindicatorias, apasionadamente y a salvo de los odios. Es imprescindible entender la naturaleza del odio, sus raíces, causas y efectos… combatirlo en sus más diversas facetas e impacto en las visiones y conductas deformadas por las ideologías del odio y con odio (racistas, sexistas, supremacistas, integristas que la fomentan) Es una tarea central derrotarlo… en y con todo lo que tengamos a mano, incluyendo la literatura, las artes, el cine y los “mass media”. Hay que llamar a todos los frentes dignos, y en pie de lucha, a frenar la propagación del discurso del odio contra los inmigrantes y contra todos los grupos llamados “minoritarios”. Desterrar el odio a los líderes sociales, a los movimientos emancipadores, a los mandatarios de las naciones progresistas o revolucionarias. Combatir el odio desatado y cultivado en las “redes sociales”. Frenar el odio generalizado para amenazar a la voluntad democrática de los pueblos. Desterrar el odio creado para sofocar el disentimiento legítimo, la libre expresión popular, el derecho a vivir sin violencia… y, además, exigir que cesen los caminos por donde transita el odio de clase y la violencia burguesa disfrazada, también, de “libertad de expresión”. Metabolizar las subjetividades en la lucha. 

 Fernando Buen Abad Domínguez | 08/05/2024

II Guerra Mundial: la heroicidad del pueblo soviético


El 9 de mayo de 1945 soldados soviéticos izaban en el Reichstag alemán la bandera de la Unión Soviética como colofón a la derrota del fascismo hitleriano en Europa.

 Desde el 22 de junio de 1941 la Alemania nazi lanzó la invasión contra la URSS y hasta el día final de la guerra murieron 27 millones de soviéticos, otros 20 millones resultaron heridos y dos millones desaparecidos. 
 Fueron enormes las pérdidas materiales; la destrucción total de 80 000 ciudades y poblados; cientos de miles de kilómetros de carreteras, vías férreas, puentes e instalaciones económicas. 
 Por esa épica resistencia dentro y más allá de sus territorios que duró casi cuatro años, el mundo reconoce que la hoy extinta Unión Soviética fue el principal actor que salvó a Europa y al mundo del fascismo alemán.
 Cuando este 9 de mayo se realice otro desfile militar por la tradicional Plaza Roja de Moscú, los pueblos y países del planeta felicitarán al heroico pueblo soviético por haber librado a la Humanidad del monstruoso nazismo. 
 En los últimos años Estados Unidos, Reino Unido y otras naciones europeas han tratado de tergiversar esa historia al intentar darle el papel principal en esa conflagración a Occidente pero la historia no se puede negar con propaganda mal intencionada. De difundir la verdadera historia se han encargado numerosos estudiosos del orbe, así como los actuales dirigentes de Rusia y en especial el presidente Vladimir Putin. 
 La II Guerra Mundial se inició el 1ro de septiembre de 1939 cuando Alemania invadió Polonia, en la primavera de 1940 invadió Europa occidental y para 1941 controlaba enormes recursos de casi todo el viejo continente.
 Con la integración de 190 divisiones con más de cinco millones de soldados; 400 200 tanques, cerca de 50 000 cañones y piezas de artillería y casi 5 000 aviones, el 22 de junio de 1941 Hitler lanzó la operación “Barba Roja” para adueñarse de toda la Unión Soviética. 
 Hitler había calculado que con los golpes de sus ejércitos por el sur, el centro y el norte, en dirección a las ciudades de Kiev, Moscú y Leningrado la operación solo duraría alrededor de 10 semanas y provocarían la rendición de los soviéticos antes de que comenzara el fuerte invierno. 
 Tamaña equivocación. En los primeros tres meses los hitlerianos obtuvieron éxitos operativos al ocupar extensos territorios, incluidos Bielorrusia y la mayoría de Ucrania, cercaron Leningrado y llegaron a las cercanías de Moscú. 
 Pero la victoria del Ejército Rojo en la batalla de Moscú que duró del 30 de septiembre de 1941 al 20 de abril de 1942 destruyó el mito de la invencibilidad alemana y los planes de guerra relámpago, al tiempo que fortaleció el espíritu de lucha de los soviéticos y de los otros pueblos y países que enfrentaban al fascismo. 
 Hechos épicos sucedieron como el cerco y la batalla de Leningrado que duró del 8 de septiembre de 1941 al 27 de enero de 1944 (29 meses o sea 872 días) durante los cuales los alemanes bombardearon constantemente la ciudad y la bloquearon para que no pudiera abastecerse. La derrota y retirada de los alemanes tras la operación soviética de Leningrado-Novgorod dejaron más de un millón de muertos, muchos de ellos civiles debido al hambre padecida.
 La batalla de Stalingrado (actual Volgogrado) se cuenta entre las más violentas entre el Ejército Rojo y la Wehrmacht (Fuerzas Armadas) de la Alemania nazi que tuvo lugar entre el 23 de agosto de 1942 y el 2 de febrero de 1943. Las bajas estimadas se elevaron a más de dos millones de personas entre soldados de ambos bandos y civiles soviéticos. Se le considera la batalla más sangrienta de la historia de la humanidad. 
 Fueron muchas las batallas del Ejército Rojo y su pueblo contra las hordas nazis que no pueden quedar en el olvido como la de Kursk, o la heroicidad de los 28 hombres del general Iván Panfilov (solo sobrevivieron 6) que antes de morir en las cercanías de Moscú, destruyeron 18 tanques de los 54 que integraban la 11 división Panzer del ejército nazi. 
 Este 9 de mayo, en la Plaza Roja de Moscú volvieron a desfilar las tropas rusas en memoria de aquellos que cayeron por la liberación de la Patria y como recordatorio para que las fuerzas fascistas no vuelvan a resurgir. 

 Hedelberto López Blanch | 10/05/2024

Un paro contundente: a preparar una movilización masiva contra la ley Bases


El paro fue contundente en todo el país. Lo debieron reconocer los medios de comunicación que generalmente hacen campaña contra las luchas de los trabajadores. El propio gobierno que se sintió “traicionado por la CGT”, lo que revela que el paro “le dolió”. Las fotos de las calles vacías, de comercios vacíos e incluso de colectivos vacíos –allí donde algunas líneas funcionaron- que inundan las redes. 
 Las razones de la contundencia están en la crítica situación que viven los trabajadores: salarios y jubilaciones licuadas por la inflación, planes sociales congelados a valores de diciembre, comedores populares sin comida y con mayor demanda por el aumento de la pobreza. A esto se agregan los tarifazos que no cesan -incluso con varios postergados. 
 Esto en el marco de un derrumbe de la actividad económica que nos acerca no ya a la recesión sino a la depresión, según economistas cercanos al gobierno. Los datos del Indec indican que la industria cayó un 21,2% de manera interanual en marzo y 6,3% respecto del mes previo. En el caso de la construcción “en marzo de 2024 el Indicador sintético de la actividad de la construcción (Isac) muestra una baja de 42,2% respecto a igual mes de 2023. El acumulado del primer trimestre de 2024 del índice serie original presenta una disminución de 30,3% respecto a igual período de 2023” (El Cronista, 8-5). También fue un paro que debió sortear varios obstáculos: la enorme presión de las patronales, que en general cerraron filas con el gobierno contra la medida de fuerza; las amenazas del propio gobierno; el cuadro de despidos y la caída de la actividad económica que ayuda a que estas amenazas y aprietes calen; la enorme informalidad laboral con millones de cuentapropistas.
 También la desconfianza en la burocracia sindical que ha dejado pasar los mil y un ataque a los trabajadores sin levantar la voz, con dirigentes eternos que parecen más representantes de las patronales que de los trabajadores -razones por las cuales muchos votaron a Milei como expresión de repudio. Un análisis más pormenorizado y minucioso revelará dónde y cómo se encararon y se pudieron superar, o no, estos obstáculos.
 Esta enorme expresión popular a pesar de la burocracia sindical, del carácter pasivo del paro, de la ausencia de un plan de lucha, fue sin dudas una masiva expresión de rechazo a la política del gobierno. Y no es la primera, viene precedida de grandes manifestaciones contra el gobierno el 8 y el 24 de marzo, la rebelión en defensa de las universidades que puso más de un millón de manifestantes en las calles de todo el país, el propio acto del 1° de mayo de la CGT cuya masividad le impidió levantar la medida del 9. Y no solo eso, llegamos al paro con el plan de lucha del Sutna por la paritaria y las agresiones en Pirelli y Bridgestone; con el paro de los Aceiteros, con el paro declarado –y luego frenado por la aceptación de la conciliación obligatoria- de los petroleros en Neuquén (Vaca Muerta), el extendido plan de lucha de las organizaciones piqueteras violentamente reprimido, y por varios conflictos en dependencias, empresas, etc. La bronca pesa y se hace sentir. 

 Ley Bases: un ataque criminal 

 Este paro se hace cuando Milei logró que la Cámara de Diputados le apruebe su “ley Bases” y el paquete fiscal por los votos de la “oposición” dialoguista e incluso de algunos diputados del PJ. El conocimiento que los trabajadores van tomando del contenido de la ley ha sido un factor de impulso para que el paro tuviera tan alto grado de acatamiento, porque la esencia de esta es el ataque por varias vías a la población trabajadora: con una reforma laboral que quita derechos sustanciales y permite que las patronales actúen sin límites, por la eliminación de la moratoria previsional que golpea fundamentalmente a las mujeres y en un país donde millones de trabajadores son informales, que habilita los despidos en los estatales, que le permite avanzar al gobierno con la privatizaciones, la entrega de las riquezas mineras y petroleras. Un paquete que quita impuestos a los capitalistas y recarga los que pagan los trabajadores sobre sus salarios y como consumidores. 
 El gobierno está empeñado en que estas dos leyes aprobadas por Diputados pasen “el trámite” del Senado, pero este objetivo se le está haciendo cuesta arriba, a pesar de que en Diputados cedió a varios reclamos de los distintos lobbies capitalistas que se viabilizaron a través de los diputados de la oposición. No hay ninguna intención de parte de estos de hacer fracasar la ley pero se abren frentes de conflictos importantes entre ellos por el Rigi, que entrega a los inversores extranjeros beneficios leoninos en detrimentos de los grupos capitalistas locales; por el conflicto con la ley del tabaco que beneficia a Tabacalera Sarandí; por el rechazo de algunas provincias al impuesto al salario porque les plantea un choque en sectores vitales –fue uno de los motivos del alto acatamiento en el Sur-, entre otros. 
 La burguesía y sus partidos no quieren que Milei fracase, pero tampoco quieren que sea a costa suya: la recesión es un golpe para un sector importante de ella, el precio del dólar no convence a los exportadores que quieren una devaluación, el impuesto país que el gobierno sostiene porque cada vez pesa más en la recaudación afecta el envío de remesas de utilidades, el conflicto con las generadoras de energía que exigen el pago de una deuda millonaria que Milei pretendió patear con un bono a 2038 para sostener el famoso “déficit 0” que hace agua por los cuatro costados. Buscan que en el tratamiento en el Senado se acuerde la agenda propia. En este marco la aprobación en el Senado se va atrasando y el gobierno sabe que seguramente volverá a Diputados, todo indica que el gobierno llegaría al 25 de mayo sin la ley aprobada, y posiblemente sin dictamen del Senado, todo lo cual implica un golpe en su pretensión de erigirse en árbitro de la situación. 
 Lo cierto es que la clase capitalista está interesada en su propia agenda, que incluye los ataques a los trabajadores. El paro planteó la agenda de los trabajadores. 

 A seguirla

 El 9 hubo dos conferencias de prensa. Una en Congreso por la mañana de los sindicatos combativos y las organizaciones de lucha que dio una perspectiva al paro por boca de representantes de diversas e importantes luchas: rodear el Congreso cuando se trate la ley en el Senado con una enorme movilización para frenarla y reclamó a la CGT un plan de lucha con paros y movilizaciones para quebrar el plan criminal de Milei. 
 Por la tarde la directiva de la CGT, en su conferencia de prensa, después de felicitarse por la contundencia de la medida no definió ningún rumbo. Daer desestimó movilizarse cuando el Senado traté la ley, Moyano insinuó que él iría acompañando a los aeronáuticos que ya definieron marchar a Congreso ese día. Las “vacilaciones” en la cúpula cegetista son la expresión de su seguimiento a la agenda capitalista no a la de los trabajadores, desperdiciando la enorme demostración que significó el paro.
 La tarea es preparar una multitudinaria movilización, y paro, en todo el país para ese día. Para ello hay que multiplicar la agitación develando a los ojos de los trabajadores qué esconde la ley, poniendo en primer lugar la defensa de los derechos laborales, del salario, de las jubilaciones, de la comida para los comedores y los subsidios para los desocupados, rechazando la entrega de los recursos naturales, y los impuestos que golpean a los trabajadores. Exigiendo el plan de lucha hasta quebrar el plan de Milei.
 Esa es la tarea. Vamos con todo a impulsarla.

 Eduardo Salas

Brasil: las inundaciones en Río Grande do Sul exponen una crisis humanitaria


Desde comienzos de mayo, el Estado de Río Grande do Sul, en el sur de Brasil, está siendo azotado por una combinación de factores climáticos que han dado como resultado la inundación de más del 80% del territorio donde viven más de 11 millones de personas. Las fuentes oficiales calculan que el 70% de la población se ha visto afectada. Por el momento, se han contabilizado más de 100 muertes, 130 desaparecidos y 160 mil habitantes han debido abandonar sus hogares. Otros miles han decidido permanecer en sus casas por miedo a saqueos. Más de un millón y medio de personas se encuentran con sus casas inundadas, lo que equivale a toda la población de Porto Alegre, capital del Estado.
 Las inundaciones de carreteras, puentes -muchos de ellos, destruidos- han dejado aislados municipios completos y complican las tareas de rescate. La empresa de agua potable asegura que más de un quinto de los hogares con conexiones habilitadas se encuentran sin servicio. Los servicios de electricidad, teléfono e Internet no funcionan en decenas de municipios. El gobierno nacional arroja a cuentagotas comida y agua potable mediante aviones en las zonas aisladas. El aeropuerto internacional Salgado Filho de Porto Alegre, que suele recibir entre 120 y 140 vuelos diarios, se encuentra cerrado desde el 3 de mayo y “no hay ninguna previsión de reanudación de las operaciones” (Infobae, 8/5). La situación es presentada como desesperante por todas las voces involucradas. 
 Las fuertes lluvias, consecuencia de un frente frío proveniente del sur, así como un aumento inesperado del caudal del río Guaíba, que supera los cinco metros de altura, han llevado a esta situación. Las voces expertas aseguran que este fenómeno sólo es posible por el avance del cambio climático. "El caudal récord equivale a lo que podría esperarse en una recurrencia estimada una vez cada 10 mil años, por lo que la cantidad de agua que avanza por la Laguna de los Patos es extraordinaria y nunca antes vista", señaló en una nota la empresa privada MetSul Meteorologia. Las inundaciones en Brasil se producen a solo meses de un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que “destaca un récord de peligros climáticos en Latinoamérica y el Caribe en 2023, producto del fenómeno de El Niño y los efectos del calentamiento global por influencia de la actividad humana” (Página 12, 9/5). Andrew Kruczkiewicz, asesor científico del Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y colaborador principal de la Escuela del Clima de la Universidad de Columbia, señala: “cada vez se dan más situaciones en las que se combinan distintos tipos de inundaciones al mismo tiempo” (Infobae, 8/5). 
 Los gobiernos estadual y nacional de Brasil aseguran que la situación no tiene solución en el corto plazo, puesto que se esperan mayores lluvias en los próximos días y un descenso brusco de temperaturas, lo que puede empeorar la situación de las familias inundadas. Han puesto el alerta sobre posibles muertes por hipotermia en las zonas más anegadas por el desborde de los ríos y lagunas. Lula, presidente de Brasil, se ha limitado a asegurar que los estados tendrán ayuda económica una vez que haya bajado el agua y se puedan conocer con certeza los daños ocasionados. La ministra de Planificación de Brasil, Simone Tebet, dijo que “el gobierno ofrecerá créditos baratos y ayuda a familias y empresas para ayudarles a reconstruir, y que intentará aliviar la deuda del gobierno de Rio Grande do Sul para facilitar la reconstrucción de carreteras e infraestructuras” (Idem). 
 Eduardo Leite, gobernador de Rio Grande do Sul, dijo que el gobierno estadual está comenzando a preparar refugios para quienes lo han perdido todo. Hasta el momento las familias han vagado por la calle, los relatos de los vecinos en diversos medios internacionales muestran una población abandonada a su suerte. Las peticiones centrales del gobierno provincial han sido “personal de seguridad nacional y vehículos para hacer frente a un brote de saqueos y otros delitos.” (Ibidem) Mientras tanto, los rescates se han suspendido por el retorno de las lluvias. Gran parte de los rescatados fueron asistidos por vecinos con lanchas y jetskis que no dudaron en poner en riesgo su vida para ayudar a los damnificados. 
 Río Grande do Sul es uno de los estados más prósperos de Brasil. Ocupa un lugar central en la producción agropecuaria e industrial, fundamentalmente automotriz y afines. Esta “prosperidad”, sin embargo, contrasta con la ausencia completa de acciones preventivas y la falta completa de todo tipo de refugios de emergencia, para una zona que es señalada como inundable. La industria, en palabras de Claudio Shad, presidente del Sindicato de la Industria de Componentes Automovilísticos, apenas fue golpeada por las lluvias y continúa en funcionamiento, a excepción de la ciudad de Porto Alegre, donde se encuentra suspendida. Mientras las familias obreras lo pierden todo, las patronales han preparado las condiciones para que las inundaciones no afecten la producción. Los trabajadores son obligados a trabajar mientras el agua arruina la vida de sus familias. 
 El gobierno del PT, que cuenta con ministerios de Ambiente, Planificación y otras áreas asociadas, no ha preparado ningún plan de contingencia de envergadura. Lula se ha limitado a pedir a sus ministras y ministros que “esto no se repita”. Para ello ha anunciado en las últimas horas un paquete de inversiones en áreas de infraestructura y prevención de desastres naturales por un valor total de 18.300 millones de reales (3.560 millones de dólares), que serán ejecutados en 532 ciudades de todas las regiones del país. Ese presupuesto no alcanzaría ni siquiera para realizar las obras necesarias en el estado afectado. 
 La principal causa del cambio climático y las inundaciones está ligada a la destrucción capitalista del ambiente. Esa raíz sólo puede ser atacada mediante una superación histórica, es decir, la revolución socialista internacional. Mientras el ambientalismo de Estado, que sólo puede aspirar a la publicación de ´papers´, los trabajadores debemos afrontar la situación de barbarie a la que es arrastrada la humanidad.

 Joaquín Antúnez
 09/05/2024

Meloni y los caracteres autoritarios de su gobierno


La huelga de periodistas de la RAI es una señal, para bien o para mal, de la capacidad del Gobierno para limitar las vías de disidencia pública y fortalecer la propaganda gubernamental. En el lado negativo, el "lodo Fazzolari" permite que el Gobierno pueda utilizar la televisión pública y las cadenas de la familia Berlusconi como su propia caja de resonancia (seis de las siete grandes cadenas). El Lodo Fazzolari permite a los miembros del Ejecutivo hablar en la RAI sin límites de tiempo y sin contradictorio y, al mismo tiempo, limita el espacio de los partidos de la oposición en televisión y los obliga a la presencia de un representante del Gobierno. El actual control mediático se produce en vista de las elecciones europeas, en las que Meloni aspira a la confirmación electoral de su partido. En el lado positivo, el hecho de que los periodistas de la RAI se declararon en huelga y limitaron la agenda informativa de la empresa representa un inédito en las últimas décadas: los trabajadores afirman tener que "negociar cada palabra de sus servicios" y condiciones salariales cada vez peores. Un éxito sin precedentes dada la cancelación de TG3 y la limitada ejecución de los restantes TG de la RAI (en el Tg2 fueron emitidos 26 minutos de programa sobre 135, sólo 28 de 186 en el Tg1). 
 Un gobierno que ciertamente no inventa el control gubernamental de la RAI, producto de una ley del gobierno Renzi que había liberado al consejo de administración del Parlamento para ponerlo directamente bajo el control del Ejecutivo. La novedad consiste en la mayor intensidad con la que Meloni intenta alinear cada programa de televisión con su propia propaganda, careciendo, pero con capacidad política para evitar una fuerte reacción de los periodistas y de la opinión pública.
 En este marco se sitúa la candidatura del general Vannacci, con sus discursos homofóbicos y la propuesta de crear clases separadas para personas discapacitadas en las escuelas; la infiltración de militantes nazifascistas en el aparato administrativo, a través de las intendencias de centroderecha; el intento de Angelucci, un capitalista de la Liga, de comprar La Stampa (1); o la censura de Scurati y su monólogo sobre la resistencia partisana, mientras un exponente meloniano (director de TG1 del 94 al 96), un tal Magliaro, expresaba orgullosa y agresivamente en un programa de entrevistas: "Soy fascista, ¿entonces?". La respuesta de ese lumpen es interesante porque se sitúa en un contexto internacional en el que Martin Wolf, editorialista del Financial Times, se interroga sobre la naturaleza de los gobiernos de derecha de los últimos años (Trump, Orban, etc.). 
 El artículo de Wolf destaca cómo existe una afinidad entre el fascismo tradicional y los gobiernos reaccionarios que proliferan en estos años de crisis capitalista. La creación de una "élite popular" es un clásico de los regímenes fascistas, sobre todo si se basa en la sangre y en una presunta superioridad biológica donde se excluye a los homosexuales, a los discapacitados, a las mujeres o a las minorías étnicas o religiosas, ya sea a los judíos de finales del siglo XIX y principios del XX o a los árabes en los países europeos contemporáneos. La mistificación de la realidad, donde se atribuye la responsabilidad de la crisis a estos parias, permite a los movimientos fascistas crear una base de masas y desviar el descontento popular hacia chivos expiatorios que no sean la clase dominante.
 El corolario de esta operación política es la promoción de filosofías irracionalistas y misticismo religioso: actualmente hemos visto esta dinámica en los movimientos contra las políticas de aislamiento social por la pandemia (en los que, entre otras cosas, partidos fascistas han tomado el control de la plaza para atacar la sede nacional de la CGIL). 
 Las similitudes podrían continuar, pero la corriente del soberanismo europeo tiene una diferencia fundamental con los movimientos fascistas que la convierten en una “especie” peculiar en el "género" de los movimientos reaccionarios. El fascismo tiene como objetivo principal la destrucción física del movimiento obrero mediante la movilización armada de la pequeña burguesía; en otras experiencias históricas, esta función contrarrevolucionaria fue llevada a cabo por el ejército y el aparato represivo del Estado (esto en la tradición marxista llevó a distinguir gobiernos reaccionarios como el de Francisco Franco de regímenes "propiamente" fascistas). Esta función abiertamente antiobrera y represiva hacia las organizaciones del movimiento obrero parece ser una de las principales características de Bolsonaro, Milei y Trump; este no es el caso de Meloni o Le Pen. Evidentemente, aunque el soberanismo europeo tiene posiciones derechistas con respecto a los derechos sindicales y democráticos, la esencia de este movimiento consiste en canalizar el descontento "popular", a través de la demagogia electoral hacia la Unión Europea y hacia la inmigración. No es la reacción burguesa a las luchas y radicalización del movimiento obrero, sino la consecuencia indirecta del reflujo obrero: la burguesía no financia a Meloni para reprimir a los trabajadores, al contrario, un sector de la masa trabajadora y de los desocupados votan a Meloni debido a la crisis capitalista, arruinando los planes de Confindustria que esperaba en un nuevo gobierno Draghi, es decir, un Ejecutivo de unidad nacional. 
 Esta peculiaridad del soberanismo europeo explica su profunda inestabilidad que lo aleja sistemáticamente de gobernar sus países de origen. Este fue el caso del líder del Brexit, Farage, quien se retiró de la política una vez que la victoria del referéndum podia llevarlo al gobierno; así fue para Salvini con la crisis de Papeete y su dolorosa participación en el gobierno de Draghi; este es el caso de Le Pen, que cuanto más se acerca al Elíseo, más modera su programa económico eliminando, por ejemplo, la salida de la moneda única. Este puede ser el caso de Meloni que, tarde o temprano, ya sea en las elecciones europeas o en una próxima vuelta electoral, tendrá que justificar ante su electorado el voto a favor del nuevo pacto de estabilidad europeo, que condena a Italia a años de feroz austeridad sobre las finanzas públicas. Esto explica la atención de Fratelli d’Italia por controlar la televisión nacional. 

Michele Amura
 08/05/2024 

(1) Uno de los principales periódicos burgueses, hasta ahora crítico del gobierno

9 de mayo: Qué pasó y qué nos enseña este paro dominguero


Es necesario decir las cosas como son.

 El paro nacional del jueves 9 fue masivo. La CGT, con el apoyo del transporte urbano, no perdió la capacidad de convocar a un paro dominguero masivo. En el AMBA y en la mayoría de las ciudades, los grandes comercios funcionaron a plenitud, aunque con escasos clientes, al igual que los call center. Algunas de estas patronales fletaron automotores para forzar el funcionamiento de estos negocios. Cavallieri, el patrón del sindicato de Comercio, cumplió cabalmente su rol de rompehuelgas; lo mismo el cegetista Acuña, del sindicato de distribución de combustibles. Algunas líneas sacaron los colectivos, aunque con escasos pasajeros. Un sector de la burocracia sindical peronista llamó a no parar –Dante Camaño, secretario general de Gastronómicos de CABA. La FOTIA dio la espalda al paro en la temporada de zafra del azúcar, en el campo como en la industria; en línea con el gobernador Jaldo –‘peronista de Milei’. El comercio mediano y pequeño de superficie abrió sus puertas; el paro dominguero de aparato no arrastró a la pequeña burguesía, que también ha recibido los golpes de Milei.
 De otro lado, fue muy importante la movilización de petroleros y camioneros en Comodoro Rivadavia, de los docentes de Santiago del Estero, del sindicato de comercio, estatales y Aceiteros en Rosario. En la industria, el paro se expresó con contradicciones. Fue total en las aceiteras de Santa Fe, en Terrabusi, en Unilever, en La Serenísima. En el Polo Petroquímico de Bahía Blanca, las empresas funcionaron con una guardia mínima. En Cagnoli Tandil, en las alimenticias de Córdoba, en la planta entrerriana de Granja Tres Arroyos, por el contrario, se trabajó con normalidad. En Mar del Plata, el paro fue fuerte en el puerto pero no en el Parque Industrial: incluso la adhesión en Pepsico fue baja. 
 Con sus claros -en los talleres del Subterráneo, los activistas pasaron la noche previa al paro, para asegurar que no salgan las formaciones al día siguiente- y con sus oscuros, el paro dominguero no constituyó un canal de movilización de masas de los trabajadores. Pero sí fue un escenario que mostró a una nueva generación de activistas que se movilizan con los métodos de la lucha de clases. 
 El gobierno liberticida tenía descontada la masividad del paro, pero no ahorró esfuerzos en combatirlo, en especial en cuanto al transporte urbano. La paritaria de UTA, en completo impasse, inclinó a la burocracia a adherir a la medida nacional. Es toda una crisis, porque del desenlace de ella depende que no se dispare la tarifa de la locomoción de pasajeros y el sistema de subsidios a las patronales, que el gobierno quiere y necesita suprimir en un tiempo acotado. En esta crisis está involucrado el conjunto del transporte de pasajeros y de carga, porque afecta a la privatización de Aerolíneas y de los ferrocarriles, y la estrategia fluvial en la Hidrovía. En cuanto a la educación, la crisis con las Universidades no se ha cerrado, aunque las camarillas del aparato universitario -radicales y peronistas- hayan votado en Diputados la media sanción de la Ley Bases y el paquete fiscal. El carácter dominguero del paro no significa que haya sido una puesta en escena, sino al revés, el cruce de las contradicciones del momento económico y político. 
 A diferencia de lo que caracterizan las organizaciones de medio pelo de la izquierda y el peronismo, el paro no fue “el más importante de las últimas décadas” (Bregman dixit). Careció de potencia política, por sus objetivos y sus métodos; ocultar esta realidad a los trabajadores es un despropósito. El objetivo de la burocracia sindical es ejercer una suerte de presión sobre el Senado para lograr una modificación parcial de los dos paquetes con media sanción, y por supuesto que no incluye la derogación del mega DNU, que Diputados dejó pasar en sus sesiones recientes y no tiene los votos para hacerlo. La vigencia del DNU, impuesto en diciembre pasado, ya ha tenido efectos jurídicos muy importantes contra la clase obrera, aunque la incertidumbre acerca de su futuro afecte la ‘seguridad jurídica’. Si el Congreso derogara algunas disposciones de las dos leyes en tratamiento, quedarían vigentes, en su lugar, las establecidas en el DNU. 
 Asegurar que el paro ha representado una derrota política del gobierno, es desnaturalizar la realidad y secundar el bastardeo que hace la burocracia de la CGT. Hasta Cristina Kirchner, en su arenga desde el Espacio de las Mujeres, en el Instituto Patria, creyó oportuno pronosticar que Milei deberá cambiar porque su poltica es inviable. La CGT y CFK son los guardianes de la continuidad y perdurabilidad del gobierno ‘thatcherista’. Las patronales, por cierto, están ‘inquietas’, pero por el “inquieto cocktail de dólar y recesión” (Cronista, 9/5), mientras despiden a diestra y siniestra. Entre las reivindicaciones del paro no figuraron la lucha contra las patronales del Neumático y la Siderurgia, que se niegan a aceptar un aumento de los salarios y recurren al cierre temporal de empresas (Acindar), con el argumento de la recesión. Las patronales han declarado, con anticipación, que descontarán las horas no trabajadas por el paro, los premios al presentismo, la producción y los ítems no remunerativos. La burocracia de la CGT, con este paro, repite la conducta del Consejo Universitario Nacional de rectores, que calificó de testimonial a la Marcha masiva del 23 de abril -“la Universidad ha dicho su palabra”- y pasaron a negociar sin futuro con los secretarios de gobierno de Milei.
 El contexto histórico del momento enfrenta a los trabajadores con un gobierno contrarrevolucionario, que se apoya en el capital financiero, la ultraderecha internacional y el sionismo, en un escenario de disolución de las relaciones sociales y económicas. No es un mediador propatronal democrático entre el capital y el trabajo, sino la herramienta internacional del imperialismo en un cuadro de guerras y masacres imperialistas internacionales. La crisis política por arriba y la crisis social por abajo se ahondan. En este cuadro, los paros domingueros han agotado su eficacia, si es que la tuvieron alguna vez, como los ‘planes de lucha’ bajo la batuta de una burocracia sindical empresaria. La victoria de la clase obrera reclama nuevas formas de expresión –programáticas, políticas y organizativas. 

 Comité Editorial Política Obrera 
 09/05/2024

Caputo quiere arreglar con un bono a las empresas generadoras de energía por la deuda de CAMMESA


Milei sigue emitiendo deuda. 

 El Gobierno oficializó, mediante la Resolución 58/2024 de la Secretaría de Energía, que piensa pagar con bonos la deuda que mantiene la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) con las empresas generadoras de electricidad. Las empresas generadoras ya anunciaron su rechazo y la intención de judicializar el conflicto. 
 El gobierno de Milei viene dibujando un superávit fiscal a costa de pisar pagos. La mayor parte de esa deuda corresponde al dinero de los subsidios energéticos.
 El plan libertario consistía en eliminar los subsidios, reemplazándolos por aumentos de tarifas, pero que mes a mes viene postergando. Los patea, en parte, porque frente a la opinión pública, la única carta presentable que le queda es la desaceleración de la inflación que se vería amenazada por el impacto de los tarifazos; y en parte por el recuerdo del golpe que los tarifazos produjeron al gobierno de Macri.

 La respuesta de las empresas 

Hasta ahora, las empresas nucleadas en la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica de la República Argentina (AGEERA) venían soportando con paciencia los impagos que superan los 1.000 millones de dólares, porque esperaban embelesadas la nueva aplicación tarifaría que les promete una renta extraordinaria. 
 Sin embargo, Milei viene postergando esto desde febrero, al igual que el "sinceramiento" total del boleto del transporte, por el miedo a que terminen siendo la gota que rebalse el vaso de la paciencia popular. 
 Con el último anuncio de la postergación para después de mayo, el gobierno se vio obligado a presentar una propuesta a las empresas. 
 La propuesta gubernamental, ideada por Caputo, consiste en cancelar la deuda por subsidios energéticos de $1.074 millones, mediante la entrega de un bono en dólares (AE38) para diferir los montos vencidos correspondientes a diciembre y enero. Según los cálculos de las empresas, esos bonos implican de hecho una quita del 50%, porque ese es el precio que obtendrían hoy, si los sacaran a la venta en el mercado financiero. Sobre la deuda de febrero y marzo, el gobierno dice que la está saldando, pero las mismas empresas lo desmienten. 
 AGEERA le respondió a Caputo con una nota donde denuncia la “violación a la propiedad privada” y alerta que “una modificación unilateral, tanto en los contratos como en los demás derechos adquiridos, repercutiría fuertemente en el mercado eléctrico y las señales para inversión futura, así como en la credibilidad financiera de las empresas, del mercado y del país”. 
 También agrega que “un problema financiero del mercado energético se convertiría en un incumplimiento del Estado Nacional, fuerte signo de falta de seguridad jurídica”. 
 Este conflicto no sólo demuestra lo corta que es la sábana del presupuesto nacional a pesar de haber sido ajustado en extremo, sino que evidencia las contradicciones insalvables del liberticidio. Ya no se trata de la violación sistemática de la propiedad privada de salarios y jubilaciones, sino que va contra los "bienes" de las empresas amigas violando obligaciones contractuales, con mecanismos al límite de lo extraeconómico.
 Por otra parte expone al presidente que antes solía decir que "tomar deuda es un delito" y que hoy alimenta un default: parece haber sumado, a la maquinita de imprimir billetes, la de emitir bonos, ya sea para salir de las Leliqs, responder a los importadores o pagar la cuenta de la luz. 

 Inseguridad jurídica 

La violación de los contratos por parte del Estado Nacional son una muestra más de la ´seguridad jurídica´ que los libertarios no le están pudiendo garantizar al capital. 
 En principio, esto se puso en evidencia con el DNU, razón por la cual los capitalistas, al unísono, clamaban por convertirlo en ley. Pero ahora, mientras se discute la Ley Bases, queda en evidencia que más de un capítulo de la misma es motivo de litigio. 
 Esta es una de las razones por las que Milei vuelve frustrado de sus viajes a Estados Unidos, lleno de elogios pero sin un dólar. Por más supertarifazos, RIGI y garantías que prometa a largo plazo, la burguesía ya se está dando cuenta que todo lo que hay para llevarse, es solo una oferta de temporada.

 Luciana Diaz
 09/05/2024

El impasse de la lucha universitaria


La orientación que necesitamos para un nuevo ´estudiantazo´. 

 La gigantesca marcha universitaria de hace tres semanas atrás ha dejado planteada una brutal paradoja. Por un lado, se la sigue exaltando como una de las movilizaciones más importantes del último medio siglo. Pero ya pasadas varias semanas, la crisis universitaria ha ´desaparecido´ de la agenda política, sin que ninguna de sus reivindicaciones haya sido ni por lejos resuelta. Las reuniones entre el Gobierno y los rectores no condujeron a nada. Los reajustes anunciados por el Gobierno sólo inciden sobre el 10 % de los recursos universitarios -los “gastos operativos”-. Si, como dice el Gobierno, se depositaron incrementos del 70 % sobre esos gastos, ello representaría un 7 % de “corrección” sobre el congelamiento aplicado a las casas de estudio. Principalmente, el Gobierno mantiene pisados los salarios docentes y no docentes, la abrumadora proporción del gasto en la enseñanza superior.
 Los docentes universitarios recibieron un 8 % de aumento en abril, y volverán a percibir en mayo el mismo sueldo del mes pasado. La caída del salario real del último cuatrimestre se estima en un 40 % para todos los trabajadores de la universidad. En medio de un silencio mortal sobre este ajuste feroz, las autoridades de la UBA han cerrado ascensores, iluminación y otros servicios elementales. Es la ´escenografía´ que legaliza al conjunto de los recortes. Mientras tanto, los despidos en el CONICET y en otros organismos de investigación ligados de una u otra manera al aparato científico técnico -como la CNEA-continúan. La sanción de la Ley Bases coloca en disponibilidad a buena parte del personal ligado a esas tareas; es también un golpe al sistema universitario, que alimenta a esas agencias y organismos. 
 El nuevo escenario de la educación superior ha sido descripto magistralmente por el principal alcahuete del gobierno Milei, el vocero presidencial Adorni. Al referirse al porvenir de la universidad, repitió hasta el cansancio que “de ninguna manera van a cerrar”. Naturalmente, las puertas de las facultades continuarán abiertas, pero bajo las condiciones creadas por la amputación de recursos: cierre de cursadas y de carreras, emigración de docentes a la universidad privada y la ¨instalación¨ del debate sobre el arancelamiento, que tomará como punta de lanza a los alumnos extranjeros. En ese cuadro, los liberticidas preparan el desembarco de sus propias camarillas docentes y estudiantiles, que recibirán el jugoso aporte de los beneficiarios de una mayor privatización educativa.

 El movimiento universitario 

El cuadro que enfrentamos saca a la luz las agudas contradicciones de la marcha del 23. La marcha puso en acción las energías de una vasta corriente de jóvenes en todo el país, que desbordaron en su iniciativa y disposición a los propios aparatos universitarios. Pero la orientación política de la convocatoria fue impuesta por esos aparatos que, por cierto, no flotan en el aire, sino que son la correa de transmisión de los partidos capitalistas -la UCR y el peronismo- al interior de la universidad. La oposición más o menos “dialoguista” colocó a la lucha universitaria en el paquete más general de la colaboración con el gobierno Milei: mientras los diarios todavía chorreaban tinta sobre la “emocionante” marcha universitaria, la fracción radical que dirige la UBA -representada por Emiliano Yacobiti y Martín Lousteau– aportaba sus votos para la sanción de la Ley Bases en Diputados. Ahora, el ´combativo´ Lousteau discute en el Senado las alícuotas que deben pagar los inversores mineros y “lima” la letra chica de la Ley Bases, para viabilizar su tránsito por la cámara alta. El impasse de la lucha universitaria debe verse en este escenario de conjunto. Los dialoguistas y el peronismo le han prestado un precioso servicio al gobierno Milei: en medio del tratamiento de la Ley Bases, sacaron de la agenda la crisis universitaria, que había colocado en las calles a un millón de personas. Ahora, se aplican al ajuste en las casas de estudio que ellos mismos administran. 
 El aparato de rectores -es decir la UCR y el peronismo- se empeñó en imprimirle a la marcha del 23 un carácter “académico”, quiso sustraerla de una lucha política general contra el gobierno antiobrero. Redujeron el choque con el Gobierno a un regateo de fondos, cuando la ofensiva de los liberticidas tiene el sello inconfundible del oscurantismo y el fascismo, al menos, en grado de tentativa. Por sobre todas las cosas, colocaron a la educación superior como bandera de una mentirosa “unidad nacional”, exaltando a un sistema universitario que ellos mismos se han encargado de degradar durante décadas. En efecto: bastante antes de Milei, la universidad que salió a las calles venía soportando el ahogo presupuestario, que empuja a la privatización de las investigaciones. Desde hace décadas, esa universidad carga con miles de docentes ad honorem o trabajando en condición precaria. Los ejecutores de esa decadencia universitaria son los que hoy negocian con Milei una “salida” a la universidad. Comparten con el mucamo de Elon Musk un propósito estratégico: convertir a la educación superior en un coto del gran capital. 

 Tomar en nuestras manos

 Los agentes del aparato universitario colocaron a la marcha del 23 como la “última palabra” de la Universidad (“ya dijimos lo nuestro, ahora le toca al gobierno”). Es una manera sutil de convertir al 23 en el canto del cisne de una lucha. A la luz de lo anterior, el movimiento universitario debe discutir un balance y una reorientación política. Es necesario unir la lucha por todas las conquistas despojadas con una movilización de carácter político e independiente de los agentes universitarios de la oposición colaboracionista. El programa planteado es: restitución de los fondos despojados, aumento salarial del 100 %, reincorporación de los investigadores; abajo el gobierno antiobrero y oscurantista, fuera Milei de la Universidad y del país. Convoquemos a asambleas, autoconvocatorias e iniciativas de lucha docente y estudiantil en todas las facultades. Un nuevo estudiantazo, en el escenario convulsivo del país -crisis social, votación de la Ley Bases- debe colocar a la juventud y al movimiento educativo como un factor crucial en la lucha contra el gobierno criminal. 

 Marcelo Ramal 
 08/05/2024

jueves, mayo 09, 2024

Ley Bases: el lobby de las tabacaleras divide al peronismo


En la sesión que dio media sanción a la Ley Bases del gobierno liberticida se “coló” el impuesto al tabaco, reclamado por el gobierno de Sáenz, representante de Massalin Particulares. Los bloques de Pichetto, Innovación Federal y el radicalismo aportaron votos, pero 21 votos positivos del peronismo y Unión por la Patria -de Hugo Yasky a Victoria Tolosa Paz- fueron determinantes para su aprobación. El resto del bloque se abstuvo. 
 El capítulo tabacalero formaba parte del primer proyecto de ley ómnibus y fue uno de los factores que puso en crisis el apoyo de los gobernadores. Su reclamo iba dirigido contra Pablo Otero, dueño de Tabacalera Sarandí, eximido de impuestos por un amparo judicial desde 2018. El episodio tuvo centralidad en la negociación con los gobernadores, varias veces se habló de retirarlo del proyecto.
 La nueva norma establece un aumento de la alícuota de los impuestos al internos al tabaco del 70 % al 73 %. El eje de la disputa consiste en la protección judicial de que goza Otero frente a la ley vigente hasta ahora. La ley actual -que Otero recurrió judicialmente- establece que el precio sobre el que se aplica la alícuota no puede ser menor a un monto fijo que se actualiza por inflación cuatro veces al año. Al fijo se lo llama impuesto mínimo. Algunas empresas, a través de medidas cautelares judiciales, han evitado pagar el impuesto sobre el monto mínimo. Otero apoya la vigencia de una norma que impugnó en la Justicia: de aprobarse su modificación, esa protección se vería desmantelada. 

 Lobby cruzado 

Los diputados salteños tomaron en sus manos la voz de la multinacional Massalin, reclamando contra la “desventaja impositiva” por la que se vería afectada en la competencia con Otero, cuyos productos se venden a mitad de precio al público. Su empresa pasó, en poco tiempo, a acaparar el 40 % del mercado. A diferencia de las tabacaleras instaladas en el norte del país, Otero importa el tabaco desde Brasil.
 Según Sáenz, la evasión equivaldría a 1 billón de dólares por año (sic) , equivalente al 0,2 del PBI, según sus dichos. Eliminando la mitad del “privilegio”, argumenta Sáenz, se podría mantener el Fondo Incentivo Docente (FONID) y el Fondo Compensador del Transporte del Interior. Con el 7 % del precio de cada paquete de cigarrillos del Fondo de Asistencia Social (FAS), sólo en 2023 se dejó de recaudar el equivalente a 600.000 jubilaciones mínimas. 
 Por otro lado, el dueño de Tabacalera Sarandí, Pablo Otero, es señalado como el principal beneficiario del régimen actual. Así como los gobernadores, Otero también desenvolvió su propio lobby para que no se trate el capítulo fiscal. Semanas atrás, en una publicación de La Nación, se expuso que la Unidad de Información Financiera (UIF) alertó a la Justicia sobre la fortuna acumulada por Pablo Otero, conocido como el "Señor Tabaco". El patrimonio de Otero habría experimentado un crecimiento sospechosamente exponencial en los últimos 15 años, beneficiándose de dos blanqueos fiscales impulsados por el gobierno de CFK y Macri. Se le atribuyen a Otero vínculos con el "clan Pipkin", una banda criminal dedicada al lavado de dinero y el contrabando.

 Qué hay detrás

 La magnitud de los choques tabacaleros terminó con una votación nominal, con una acalorada tensión interna en el bloque de Unión por la Patria (UP) y una auditoría interna para verificar si Martín Menem, presidente de Diputados, había adulterado el resultado de la votación. Una judicialización a estas alturas terminaría empantanando la votación en el Senado. La Cámara del Tabaco de Salta no desaprovechó la oportunidad e instó a los senadores nacionales a que aprueben la ley de bases: “confiamos plenamente en que nuestros senadores salteños podrán lograr el acompañamiento de sus pares”.
 Massalin, la multinacional que representa Sáenz, ha concentrado en los últimos seis años el procesamiento del tabaco en toda la zona. Es la única que tiene ese alcance luego del vaciamiento de Coprotab y Alliance One, que se dedican solo al acopio. Massalin coloca el 80 % de su producción en el mercado exterior, fundamentalmente en China y Corea. Sin embargo, la mano de obra sigue perdiendo valor. Los salarios de fábrica alcanzan el $1.000.000, pero no llegan a un tercio en otras sucursales. La situación se agrava con los trabajadores del campo, a quienes la inflación y el golpe de estado económico los ha dejado en la línea de la pobreza. Consultado por este medio, el secretario general del Sindicato de Obreros del Tabaco de Salta, Julio Paz, declaró que “no pelean por otra cosa que por las ganancias de las empresas, por una mayor parte de la torta, cuando el obrero pelea por cuándo come. Vivimos en un país de fantasía salarial, no se concibe cómo se puede vivir con pésimos sueldos”.
 De aprobarse la Ley Bases en el Senado, Otero comenzará a pagar el impuesto eximido que corresponde a un 73 % de los valores de producción y ventas declaradas ante la AFIP. La Corte Suprema tiene en sus manos una papa caliente que podría resultar en una demanda millonaria contra el Estado. Si la Corte decide que el impuesto es válido, la AFIP podría reclamarle a Otero el pago retroactivo del impuesto; en cambio, si lo declara inconstitucional, puede terminar en una demanda millonaria por parte de Massalin y las grandes tabacaleras al Estado. 
 Sáenz, sus diputados y los partidos del régimen adornan el asunto con preceptos sobre el “cuidado de la salud por el tabaquismo” -la fuerte carga impositiva, se supone, apunta a inhibir el consumo- y el interés federal, pero finalmente lo que hay detrás es una disputa de camarillas capitalistas del tabaco por una restructuración de la producción y un rescate al gobierno liberticida, por medio de darle “las herramientas” para consagrar un golpe político y antiobrero a través de la cesión de poderes, las privatizaciones y un ataque a fondo contra los derechos laborales y jubilatorios. 
 Es fundamental desnudar los intereses detrás de estas disputas de camarillas, ajenas al interés de los trabajadores. Es necesaria una lucha frente al gobierno antiobrero de Milei y a quienes han puesto sus huellas en este verdadero golpe político y económico.

 Gabriela Jorge 
 08/05/2024

Un paro dominguero frente a un violento ataque a la clase obrera


El paro aislado del 9 de mayo no inspira entre los trabajadores un espíritu de adhesión masiva. El carácter dominguero de la convocatoria, sin movilización ni manifestaciones de ningún tipo, la pinta de cuerpo entero. Los sindicatos de la CGT abordan la convocatoria siguiendo un esquema de rutina. 
 En líneas generales, el paro se realizará sobre todo en la zona del AMBA con el concurso del paro del transporte de colectivos y del ferrocarril. En las fábricas no ha habido asambleas ni debates. En el interior del país, en cambio, el paro nacional se perfiila más débil, por ejemplo, en el caso de Córdoba. Los trabajadores, que han recibido como un golpe la media sanción de la Ley Bases y el Paquete Fiscal, no perciben a este paro como un canal para derrotar al Gobierno. 
 En La Serenísima, por ejemplo, en la planta de General Rodríguez, se negoció una guardia minima en el sector de compresores y calderas, que llevaría días volver a ponerlo en marcha, a cambio de que la patronal no descuente el presentismo. La cuestión del presentismo pesa contra la realización de paros aislados, pero fue impuesta por las patronales con el apoyo de toda la burocracia sindical.
 En las fábricas de la UOM de la provincia de Buenos Aires, la adhesión al paro será mínima. Los trabajadores se organizan para asistir en remises comunes y en autos. La presión de los descuentos, que incluyen las horas extras, los premios de presentismo y de producción, inclina la balanza hacia la no adhesión, aun cuando el sindicato llama al paro, pero no lo organiza, ni anuncia piquetes en las fábricas. Para los piquetes, también será un paro dominguero. 
 En algunos gremios, el acatamiento no depende de la adhesión de los trabajadores. En la UTA, los choferes vienen de sufrir fortísimos descuentos en el mes de abril. En Teléfonicos, los trabajadores que pararon el 2023 para movilizar junto a Foetra,recibieron descuentos hasta en los premios semestrales. La burocracia no enfrentó ninguna estas medidas ni dispuso de un fondo de huelga compensatorio 
 En los últimos días la fábrica santafesina de golosinas Marengo sacó una nueva marca de caramelos con el nombre “No hay plata”. La estrategia de marketing no prendió, porque en la asamblea se votó por el 70 % adherir al paro con permanencia en los puestos de trabajo. En Nestlé Firmat, el paro será total, a pesar de que el STIA no convocó a asamblea. 
 En el Sindicato de Comercio, la adhesión de Cavallieri al paro es testimonial. Los supermercados Carrefour, por ejemplo, trabajarán normalmente, con provisión de remises de parte de la empresa para suplantar el transporte público. Los call center y otros rubros mercantiles trabajarán aun sin transporte, recurriendo al trabajo domiciliario (home office). En supermercados de la Zona Oeste, las empresas justificarán el día por fuerza mayor ante la falta de transporte. 
 Un párrafo aparte del problema del paro es el teletrabajo o home office. En Teléfonicos, en comercio, en bancarios y en todos los gremios donde existe este régimen, la adhesión de los trabajadores será muy difícil de medir. 
 En el gremio pastelero, el paro se concentra en las grandes fábricas. Las panaderías estarán abiertas por lo menos en un 50 %. En el rubro de la Sanidad, el sindicato de base que dirige uno de los Secretarios Generales de la CGT, Hector Daer, el paro será prácticamente nulo. 
 En los ferrocarriles no hubo asambleas el día de las ´asambleas´ de la CATT. Tampoco hubo asambleas para discutir el paro del 9. De todas formas, el paro va a ser casi total.
 En Georgalos Victoria, la mayoría va a parar aunque no se hicieron todavía asambleas. En Cargo Villa Tesei, cero asamblea: la empresa siempre descuenta el día, pero nunca toca los premios. Sin embargo, ahora amenaza con descontar todo si se adhieren al paro, sin importar cómo van a viajar los trabajadores. Los delegados brillan por su ausencia y no armaron nada como para concientizar de la situación. 
 En Georgalos Córdoba no hay ninguna convocatoria: hasta los delegados del STIA asistieron a trabajar en el paro de enero. En Arcor Caroya, no hubo asambleas: la adhesión será menor al 30 %. En Arcor Córdoba, la planta que fue ocupada contra el despido de un trabajador el año pasado, la adhesión está dividida: los delegados opositores a la conducción del sindicato organizan asambleas para ganar a una mayoría a la adhesión, independientemente de que sea la CGT la que convoque. En las alimenticias de San Luis, la adhesión es nula. Los descuentos masivos de premios y horas y la ausencia de respuesta de los sindicatos a los mismos bloquean cualquier adhesión de los trabajadores a la huelga. 
 De este sucinto resumen, se puede llegar a algunas conclusiones: 1) el paro de la CGT no conmueve a los trabajadores, ni expresa un canal para enfrentar al gobierno; 2) los descuentos de premios e ítems no remunerativos, contra los que los sindicatos no actúan, son una presión muy fuerte de las empresas para evitar la adhesión al paro; 3) el teletrabajo no está organizado sindicalmente, en perjuicio de los trabajadores. 
 Los miles de trabajadores que adherirán mañana deberán partir de estas conclusiones a fin de abrirse su propio canal de lucha para derrotar al gobierno antiobrero. 

 Pablo Busch 
 08/05/2024

Javier Martínez, maestro


Detestaba que lo llamaran “maestro”, un término habitual entre los músicos para referirse a sus pares de mayor edad y experiencia. Una señal de respeto, un código de honor. Pero Javier Martínez lo rechazaba. “No soy maestro de nada, yo soy intuitivo”, respondía con la aspereza que caracterizaban su voz y su temperamento. 
 Sin embargo, Javier Martínez fue y será un maestro de todos los músicos que conforman, hasta la actualidad, esa nebulosa llamada “rock nacional”. Los pioneros -Sandro, Eddie Pequenino, Johny Tedesco- recrearon el género y formaron a los primeros músicos en los rudimentos del rock and roll, entre ellos al propio Martínez, que pisó por primera vez un estudio de grabación para registrar coros en la versión de Sandro de “All shook up”, de Elvis Presley. Pero Martínez, al frente de Manal, como Los Gatos, Almendra y Vox Dei, fueron creadores de un lenguaje propio, fueron quienes le imprimieron al rock una forma de decir y de hacer. El rock argentino todavía lleva la impronta de aquellas bandas. Se le atribuye a Martínez haber fundado el blues en castellano, un desafío que se autoimpuso en una época en la que cantar rock en castellano era considerado todavía una ´grasada´. Para adaptar el fraseo y la métrica del blues a nuestro idioma, Martínez buscó en el tango y, en cierta medida, al folklore. También abrevó en el candombe, cuando era niño, acompañando a su padre y su tío, ambos percusionistas aficionados. Su estilo como baterista remitía al jazz, con Gene Krupa y Max Roach como principales referentes. Su música y su poética establecieron coordenadas fundamentales para todos los que vinieron después. Describió el escenario industrial y proletario como pocos podrían hacerlo en “Avellaneda blues”, el único tema firmado en coautoría con el guitarrista de Manal, Claudio Gabis. Entre el existencialismo (“Porque hoy nací”) y el rechazo al materialismo mundano (“Una casa con diez pinos”, “Jugo de tomate frío”), Martínez llevó las letras de sus canciones mucho más allá de las temáticas simplonas de los primeros referentes norteamericanos. Intelectualmente ávido, Javier Martínez tuvo calle y biblioteca. Era un lector voraz y un frecuentador de los bares de la calle Corrientes en los 60, donde la bohemia y la vanguardia artística coincidían. Ese ambiente quedó retratado en la película “Tiro de gracia” (1969), en la que Martínez actúa y su grupo ejecuta la banda sonora.
 Manal duró pocos años, apenas entre 1968 y 1971, aunque el proyecto comenzó a gestarse en 1967, tras el encuentro de Martínez y Gabis en un festival ´beat´ celebrado en el Instituto Di Tella. Luego se sumaría el bajista Alejandro Medina. Antes, Martínez había formado parte de Los Beatniks, junto a Maurice Birabent (Moris) y Alberto Ramón García (Pajarito Zaguri). La nueva formación se llamaría primero Ricota, un nombre que le impuso la artista plástica Marta Minujín y que remitía a Cream, el grupo británico que integraban Eric Clapton, Jack Bruce y Ginger Baker. Más tarde sobrevendría el definitivo Manal, acuñado por Martínez, derivado de la frase “Cómo viene la mano”. 
 Los primeros simples y el debut homónimo de Manal fueron publicados por el sello independiente Mandioca, creado por el editor Jorge Álvarez, mientras que su sucesor, “El león”, sería lanzado por RCA, prueba del crecimiento comercial que experimentaría el movimiento en aquellos años. Ambos discos constituyen piezas fundamentales del rock argentino y Martínez es el compositor casi exclusivo de ese repertorio. Tras la disolución del grupo, durante una transición marcada por la diáspora de las primeras bandas del rock argentino, participó de Billy Bond y la Pesada, que fue un punto de reagrupamiento de los músicos, aportando temas y grabando. Diez años más tarde habría una reunión de Manal para una serie de shows en el estadio Obras -con Martínez tocando una batería con doble bombo- y un nuevo disco, titulado precisamente “Reunión”, donde, a diferencia de los anteriores, la autoría de los temas se reparte entre los tres miembros del grupo. La última reunión importante del trío se produjo a instancias del empresario aventurero “Corcho” Rodríguez, para presentarse en vivo en su club Red House, que daría lugar a un vistoso lanzamiento que incluyó el registro del show en DVD y un libro de fotos.
 Martínez fue un hombre indómito, de una personalidad fuerte. Muchas veces fue lacerante con sus colegas, y muchas veces también pidió disculpas. Fustigaba la mediocridad. Decía que el rock había adoptado “lo peor del fútbol”. Nunca abandonó el ideario hippie de sus inicios, pero tampoco fue políticamente abstemio. “Nacimos en un mundo donde habíamos visto a los nazis, los fascistas y los estalinistas. Los peores genocidas y dictadores del planeta Tierra. Nosotros no teníamos tinte político de esa clase”, declaró en un reportaje. La discusión y el afán de transformar la realidad lo acompañaron siempre. En la década del 2000, concurrió a varias charlas de Jorge Altamira en un local del Abasto y en 2005 tocó en el festival “Por un frente 100% de izquierda”, organizado por el Partido Obrero, en Barrancas de Belgrano. 
 A pocas horas de conocerse su fallecimiento, La Renga lo homenajeó durante su show de este fin de semana en el Estadio Único de La Plata. Los de Mataderos tocaron un clásico de Manal, “No pibe”, junto a un compañero de ruta de Martínez, Nacho Smilari (integrante de La Pesada del Rock and Roll, entre otras bandas). “Falleció un grosso, un maestro para nosotros, que es Javier Martínez”, lo recordó “Chizzo” Nápoli.
 “Maestro”. La bronca que le hubiera dado a Martínez. Pero es tarde para quejarse una vez que hiciste tanto. 

 Jacyn 
 07/05/2024

Gaza: abajo la invasión de Rafah y el genocidio contra el pueblo palestino


Las Fuerzas de Defensa Israelíes ingresaron en la ciudad del extremo sur de la Franja de Gaza.

 Como venían amenazando desde hace meses, las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) ingresaron finalmente esta semana en la ciudad de Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, frontera con Egipto, donde se concentran más de un millón de palestinos desplazados desde el resto de los territorios agredidos. Fuego de artillería contra el edificio municipal, despliegue de tanques y la captura de los pasos de Rafah y Kerem Shalom, por los que entra como un goteo la escasa ayuda humanitaria al enclave costero, fueron los primeros pasos de una operación que las autoridades israelíes definieron como “parcial”, localizada, o sea, aún no sería una invasión completa. También ordenaron la evacuación de 100 mil personas, a las que se les exige que se desplacen hacia el noroeste, sobre la costa del Mediterráneo, y se lanzaron bombardeos. 
 El ingreso de las tropas israelíes se produce en paralelo con las tormentosas negociaciones en El Cairo, de las que participan Israel, Hamas, Egipto, Qatar y Estados Unidos. Horas antes de la incursión, Hamas había aceptado un plan de tregua que, según su versión, implicaba el retiro completo de Israel del enclave, un canje de rehenes israelíes por prisioneros políticos palestinos, y un cese al fuego que no queda claro si estaba pautado como temporal o permanente. Un funcionario norteamericano asegura que lo de Hamas fue solo una “propuesta”, no una aceptación, mientras que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu la desmereció como un ardid para tratar de impedir la operación en Rafah. 
 Sin embargo, los familiares de los rehenes reclamaron al gobierno israelí que arribara a un acuerdo, en lugar de lanzarse sobre la ciudad sureña. “Sacaremos todos los ciudadanos del país. Arderán las calles”, desafió, a Netanyahu, Einav Zangauker, madre de un rehén (La Nación, 7/5), disconforme con la orientación gubernamental. Una encuesta difundida por Times of Israel (7/5) indica que una mayoría de los judíos israelíes (57%) se inclina por anteponer la liberación de los rehenes al operativo en Rafah. Tal vez por esto, Yair Lapid, uno de los referentes de la oposición israelí, volvió a criticar a Netanyahu por su desempeño en las negociaciones de El Cairo, señalando que el país “carece de un adulto responsable que ponga fin a la locura” (Europa Press, 6/5). Desde la llamada “ala derecha” de la coalición de gobierno israelí, en cambio, se insiste con seguir las operaciones hasta “eliminar” a Hamas (Gallant, ministro de Defensa) y “conquistar Rafah” (Ben Gvir, ministro de seguridad interior).
 El cierre de los pasos de Rafah y Kerem Shalom agrava una situación humanitaria que ya es catastrófica, impidiendo la salida de heridos a Egipto para ser atendidos allí. Por si fuera poco, bandas de colonos volvieron a obstruir el ingreso de ayuda humanitaria por el cruce de Erez, en la frontera norte. Es un intento deliberado de quebrar al pueblo palestino por medio del hambre, la sed y la peste. 
 Estados Unidos volvió a mostrar su pérfido rol, ya que Joe Biden ratificó su apoyo a Israel, por más que no comparta el lanzamiento de la operación en Rafah (El País, 7/5) y tenga roces con Netanyahu. Paralelamente, continúa el desalojo de acampes universitarios propalestinos y la detención de alumnos. No solo en Estados Unidos: también en Berlín se desalojó una universidad. Las tomas, acampes y acciones de solidaridad juveniles se diseminaron por el mundo. 
 Tenemos que profundizar este camino de movilización. 
 No a la invasión de Rafah. Fuera las tropas israelíes de Gaza. No al genocidio del pueblo palestino. 

 Prensa Obrera

Los “heroes” de Milei son los principales empobrecedores


En Los Ángeles halagó a empresarios corruptos y multinacionales saqueadoras, pero vuelve sin inversiones. 

 Javier Milei hizo una ponencia en la Conferencia Global organizada por el Instituto Milken, en la ciudad estadounidense de Los Ángeles. Frente a inversores y CEOs, sostuvo que los capitalistas son los “héroes de la historia del progreso de la humanidad”. Michael Milken, el hombre de las finanzas que está detrás del armado del evento, fue sentenciado a prisión en los años 90 por corrupción.
 No es la primera vez que Milei hace reverencia a los patrones, a los que presenta como un factor civilizatorio. Del foro económico en el que disertó el presidente argentino participaron exponentes de grupos capitalistas como Chevron, IBM y Citibank. Estos, al igual que el anfitrión Milken, están salpicados por casos de corrupción y escándalos de todo tipo. Los ídolos de Milei son más bien bandidos que se enriquecen explotando trabajadores y expoliando los recursos de distintos países. 
 Milken fue bautizado en su momento como “el rey de los bonos basura” y llegó a ser el hombre mejor pagado de la historia de Wall Street. En los ’90 se declaró culpable por fraude, manipulación de precios y evasión de impuestos. Fue sentenciado a 10 años de prisión y multado con el pago de 600 millones de dólares, para luego ser liberado tras cumplir dos años de su pena por cooperar con investigadores del gobierno norteamericano.
 En 2020 el expresidente yanqui Donald Trump lo indultó, como hizo con otros personajes que cometieron crímenes u otras fechorías de “cuello y corbata”. Milken se dedica ahora a organizar conferencias anuales donde los empresarios y sus políticos discuten sobre las perspectivas de la economía mundial. 
 Chevron, por otra parte, es el ejemplo que desmiente que quienes empobrecieron a la Argentina fueron gobiernos poco amigables con el capital. La petrolera yanqui ingresó a la explotación de Vaca Muerta tras firmar un pacto secreto con el gobierno de Cristina Kirchner y Kicillof en 2013, que le permitió incluso fugar dividendos sorteando el cepo cambiario. Claro, eso no resolvió el déficit energético sino que incrementó el saqueo del país (con su secuela en una devaluación de la moneda), al punto que hoy los habitantes de los pueblos aledaños ni siquiera tienen gas. Para allanar este acuerdo leonino y confidencial Cristina le dio la espalda entonces a Ecuador, donde Chevron era juzgada por la destrucción del Amazonas.
 A su turno, el Citibank fue noticia hace unos años por proteger cuentas bancarias con dinero fruto de la corruptela. En 2018, por otro lado, tuvo que pagar más de 38 millones de dólares por el manejo espurio de títulos estadounidenses que representaban acciones de una compañía extranjera, y también fue denunciado -al igual que otros bancos como HSBC y Banamex- por lavar dinero para el Cártel de Sinaloa. En el caso de IBM tenemos antecedentes de corrupción en nuestro país: en 1994, bajo el gobierno de Carlos Menem, tan reivindicado por Milei, la empresa sobornó a funcionarios del Banco Nación con el fin de obtener un contrato para informatizar la entidad bancaria por un monto de 250 millones de dólares. 
 Estos son, como se ve, “héroes” de la historia del delito y de la debacle de la sociedad contemporánea. Como Milken y los burgueses mencionados hay muchísimos más. Bajo la economía capitalista tiene lugar la más amplia variedad de negociados turbios y robos a gran escala. El narcotráfico, las redes de trata, el comercio de personas y el contrabando de armas son tan solo algunos de ellos, cuyos réditos son lavados por medio de la banca y del sistema financiero. 
 Milei fue a rogarles a los empresarios que inviertan en Argentina, la cual con él habría comenzado a funcionar bajo las leyes del libre mercado. Con sus reformas de cuño liberal, dijo, el país podría convertirse en “la nueva meca de Occidente”. Pero a los capitalistas, a la hora de invertir, no les importa la ideología sino obtener la mayor rentabilidad y poder embolsarse sus ganancias. Por esto es que todavía ninguno apuesta por un plan económico que está lejos de resolver la crisis argentina.
 Con la reforma laboral y las ventajas especiales (como el Rigi) que quiere imponer el gobierno libertario con su Ley Bases, intenta tentar a los capitalistas extranjeros para que inviertan. Pero lo cierto es que en el mundo de hoy las potencias capitalistas incrementan sus hostilidades en medio de una guerra comercial que incluye barreras proteccionistas y repatriación de capitales (sumada a la suba de tasas de interés), lo cual junto con las tendencias recesivas de la economía mundial -que por ejemplo se expresan en la caída de los precios de las materias primas- plantea serios interrogantes a la posibilidad de captar inversores. Por ahora, ni siquiera convence a los sojeros para que liquiden su cosecha e ingresen dólares al país. 
 Mientras todo esto ocurre, Milei habla de la “superioridad del capitalismo”. Pero se trata de un modo de producción en el que las clases dominantes dirimen sus disputas con el uso de armas que hasta pueden provocar la explosión del planeta. A la par que crecen las ganancias de un puñado de ricos aumenta la pobreza de la mayor parte de la población del mundo. Además, sobran las mercancías en relación a la capacidad de los consumidores para adquirirlas, y hay sobreacumulación de capitales mientras la desocupación tiende a agravarse cada vez más. 
 Milei se reunió, junto a Luis Caputo y Nicolás Posse, con los ejecutivos de las empresas mencionadas y también con los representantes de Blackstone, Carlyle, Fortress y Eldrige. Se trató de un encuentro del que también participaron funcionarios del gobierno norteamericano y la jefa del FMI, Kristalina Georgieva. 
 En el Instituto Milken expuso Georgieva, que promueve ofensivas antiobreras en varias partes del mundo; Elon Musk, un superexplotador enemigo de la libertad de expresión; y el otrora presidente norteamericano Bill Clinton, quien en los 90 ordenó el bombardeo de Irak e impulsó la invasión de Kosovo por parte de la OTAN. 
 “Marx, decía en ese panfleto detestable que escribió con Engels, que el capitalismo llevaba en sí el germen de su propia destrucción”, dijo Milei. Efectivamente, el capital engendró a su sepulturero, el proletariado, el único capaz de liberar a la humanidad de la barbarie capitalista. Es, notoriamente, lo que aterra al libertario. 

 Nazareno Suozzi