En medio a la presión israelí para que Estados Unidos intervenga en Siria, por presuntamente poseer armas químicas, Israel realizó dos ataques aéreos en el territorio sirio. Damasco calificó la actitud israelí como una “declaración de guerra”.
El primer ataque israelí fue realizado entre el jueves y viernes, aunque solo haya sido confirmado por Israel y Siria el sábado. Según Israel, el blanco son arsenales de misiles iraníes cuyo destino final es Líbano, donde serían recibidos por el Hezbolá. El domingo, Israel realizó nuevos ataques al oeste de Damasco.
Según informó el canal de televisión Telesur, las autoridades sirias se reunieron tras las explosiones para analizar la respuesta a la agresión.
También según el canal, no se pudo precisar todavía la cantidad exacta de víctimas. Se sabe que al menos cinco soldados murieron y otros seis quedaron heridos; no obstante “la cifra de víctimas entre muertos y heridos podría superar el centenar”. El lugar bombardeado, según las fuentes sirias, es un centro de investigaciones científicas y militares en las afueras de Damasco. La red Al Jazeera afirmó la existencia de tres blancos diferentes, pero no especificó cuáles serían.
Los misiles teleguiados habrían sido disparados desde el Líbano, país que es constantemente sobrevolado por aviones militares israelíes. Funcionarios libaneses tendrían confirmado un “movimiento anormal” en el espacio aéreo libanés.
Este es el tercer ataque de Israel contra Siria en lo que va de 2013. El pasado enero, las fuerzas israelíes arremetieron contra otro centro de investigación científica en Damasco. Las últimas ofensivas, sin embargo, fueron consideradas las más fuertes hasta ahora.
Los ataques ocurren en medio de presiones de Tel Aviv para que Washington intervenga en Siria, bajo la misma justificación utilizada en Irak: que el régimen de Bashar Al Assad utiliza armas químicas contra las milicias opositoras.
Mientras EEUU – acompañado de Inglaterra – argumentan que hay “fuertes indicios” de que el gobierno sirio haya utilizado gas sarín y otras sustancias tóxicas contra los grupos mercenarios, Israel garantiza que Damasco posee y usa armas químicas. El gobierno sirio niega todas las acusaciones y afirma que son los grupos opositores, financiados por Israel y EEUU, que hacen uso de armas químicas contra la población siria.
En Costa Rica, Barack Obama recibió la noticia del ataque y declaró al canal de televisión Telemundo que acepta las justificaciones israelíes por el ataque y que su aliado tiene derecho a defenderse.
En conferencia de prensa, el ministro de Información sirio Omran al-Zohbi declaró que los bombardeos israelíes a Damasco fueron entendidos como una “declaración de guerra” y que al violar las resoluciones internacionales Israel “abre el camino” para que Siria se defienda como pueda.
“[Siria] no tiene solamente el derecho sino el deber de proteger a su tierra, su Estado y su pueblo de cualquier ataque, interno o externo, de todas las formas, medios y herramientas disponibles”, dijo el ministro.
“Siria no se va a negar a la opción de resistencia. Siria va a defender su soberanía. Israel tiene que entender que las grandes acciones tienen grandes responsabilidades”, manifestó Al-Zoubi.
El viceministro sirio de Asuntos Exteriores, Faisal al Mekdad, indicó que Damasco “responderá en la manera y el momento que lo consideren más oportuno”.
El gobierno de Bashar Al Assad también escribió una carta a las Naciones Unidas, en la cual, además de denunciar el ataque, denuncia la participación israelí en el fomento a las milicias opositoras, calificadas de “terroristas” por Damasco.
El Hezbolá no hizo todavía ninguna declaración acerca de los ataques. Por su parte, Irán salió a pedir unidad entre los países árabes de la región para responder a Israel y que están dispuestos a entrenar el Ejército sirio. El presidente egipcio, Mohamed Morsi, también condenó los ataques.
La Organización de las Naciones Unidas se limitó a declarar su preocupación y pidió moderación a todas las partes involucradas en el conflicto.
El domingo, Israel declaró el cierre de su espacio aéreo para aviones civiles en el norte del país.
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