El gobierno nacional anunció la disolución de la Afip y su sustitución por un organismo reducido denominado Agencia de Recaudación y Control Aduanero (Arca), para lo que adelantaron el despido de 3.155 y la eliminación de la “cuenta de jerarquización”: un beneficio que abultaba los ingresos de los altos rangos, los cuales de todas formas pasarán a ganar igual que un ministro.
La medida no implica ninguna desgravación real de los trabajadores, alimenta nuevos despidos e incluso pone al organismo bajo un control más estrecho del Ejecutivo y con elementos acusados por delitos fiscales.
La medida en sí fue presentada como si el gobierno liquidara al organismo responsable de la recaudación fiscal y/o terminara con los impuestos. Nada más lejos que esto, desde asumido Milei hay mantenido la matriz tributaria regresiva que pesa sobre los trabajadores y sectores vulnerables (IVA, impuestos a la vivienda, etc.), devolviendo viejas confiscaciones como el Impuesto a las Ganancias sobre los salarios.
Toda esta estructura antiobrera quedará intacta con las modificaciones el gobierno, que aspira a desvincular al 15% de la planta de trabajadores de la Afip, designando al frente de la “nueva” Arca a Florencia Misrahi, a Andrés Gerardo Vázquez como nuevo titular de la DGI y José Andrés Velis al frente de la DGA.
El anuncio en sí está abriendo un proceso de lucha de los trabajadores del sector para enfrentar los despidos, por lo que la última palabra al respecto aún no esta dicha.
La designación de Vázquez llamó la atención entre propios y ajenos, debido a que sobre su persona pesan imputaciones por fuga de divisas y ocultamiento de activos en el exterior por casi medio millón de dólares, según una investigación de Hugo Alconada Mon en La Nación en el 2010, cuando en ese entonces era Jefe de la Dirección Regional Sur Metropolitana de la Afip.
Ahora Vázquez es ubicado en un área sensible, donde tendrá a cargo la fiscalización de los impuestos nacionales y la administración de los grandes contribuyentes del país, lo que adelanta una política de “vista gorda” para los capitalistas, en los marcos de una agencia cuya capacidad de “control” se ve drásticamente disminuida.
La reducción que quiere aplicar el gobierno sobre la Afip implica necesariamente una “ablandamiento” de los controles y cruce de datos con otros organismos para la detección de delitos financieros de alta complejidad. Algo de esperarse por parte de un presidente que llamó “héroes” a los fugadores de divisas durante mandatos anteriores. Entre ellos su propio ministro de Economía Luis Caputo.
Algunos analistas consideran que este reordenamiento sirve a los propósitos de alinear la agencia recaudatoria, la inteligencia financiera y la Side como un arma discrecional en manos del Ejecutivo. Algo que el gobierno ya hace deliberadamente con la provisión de material sesgado e información incorrecta en la causa trucha contra el Polo Obrero.
Cabe señalar que en un cuadro donde el gobierno viene de eliminar las sanciones e indemnizaciones por trabajo no registrado, con la reforma laboral en la Ley Bases, la reducción de una agencia fiscal que ya poco hacía para “combatir” la evasión tributaria de las patronales ahora hará menos que poco.
La medida anunciada por el gobierno no implica ninguna mejora para los trabajadores, ni ningún compromiso de los “liberales” de terminar que el Estado y sus impuestos sobre la población. Más aún, este gobierno “liberal” ha ampliado los impuestos sobre los trabajadores y beneficiado a la casta con rebajas, beneficios y la continuidad de regímenes impositivos especiales. Además de ofrecerles vía libre para la evasión fiscal. En este “Arca” no hay lugar para todos, solamente para la casta capitalista.
Derrotemos el ajuste de Milei y los despidos de trabajadores estatales, para lo cual se requiere un paro general de los gremios del sector, contra la política de cesantías, despidos y ajuste contra los trabajadores.
Marcelo Mache
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