No es novedad para nadie, que el ministro de economía del gobierno progresista, sea un neoliberal de manual. Cuando Yamandú Orsi en campaña electoral lo anunció como el próximo ministro de economía, ya se hizo vox populi lo que significaba para la, en esos momentos, posible futura administración.
Asumidas sus funciones en el nuevo gobierno, Oddone no solamente continuo con su proselitismo neoliberal, sino que en más de una oportunidad conjugó a esto como momentos de marcar la cancha y de delimitar los parámetros del rumbo económico del país. La coronación de todo esto, ha sido el anuncio del presupuesto quinquenal enviado al Parlamento, por parte del poder Ejecutivo, en donde le propio Oddone destacó su perfil de austero y “responsable”.
Los elogios a Milei y otras polémicas expresiones
En julio de este año Oddone manifestó sin ruborizarse sobre el gobierno de Javier Milei que: “La Argentina logró un gran avance en los últimos 18 meses”, elogiando además su “programa ortodoxo”. Y se vanaglorió del consenso neoliberal entre los economistas uruguayos: “los economistas tenemos diferencias ideológicas y de formación, pero existe consenso sobre 10 o 12 principios básicos: que la inflación baja es buena, que el déficit fiscal debe mantenerse controlado, que la apertura de la economía es crucial y que los regímenes de tipo de cambio múltiple no son una buena idea. Estas cuestiones están saldadas hace años”. Oddone no solo elogió al presidente ultra derechista y su ministro de economía Luis Caputo, sino que también al fanático funcionario ajustador de la administración Milei: Federico Sturzenegger.
Cabe destacar que este elogio al gobierno de Milei desprecia ampliamente el sufrimiento del pueblo trabajador argentino, que es el que sufre principalmente las medidas de ajuste salvaje del gobierno argentino. Desde los recortes a la salud y la educación, la pérdida del poder adquisitivo, el ajuste y represión contra los jubilados, entre múltiples ítems que significan que elogiar la política de Javier Milei sea una actitud totalmente canallesca.
Otra polémica fue su enfrentamiento con el ministro de ganadería Alfredo Fratti por la medida de suspender la exportación de ganado en pie, quedando Oddone abroquelado junto a las recalcitrantes gremiales del sector como la ARU: “Creo que es una decisión que, como fue anunciada y de la manera que fue anunciada, fue inconveniente”, manifestó Oddone en su momento para desautorizar al ministro Fratti.
También Gabriel Oddone junto al presidente Orsi confrontaron con la propuesta de impuestos al 1% más rico del país, sumándose ambos al coro de críticas impulsadas por la derecha contra la propuesta del movimiento sindical. Calificando Oddone la propuesta del PIT-CNT como “extraordinariamente inconveniente para Uruguay”, justificando esta crítica diciendo que los cálculos de quienes impulsan la propuesta: “están basados en un conjunto de supuestos que me parece que no están anclados en cómo reaccionan los inversores ante situaciones de cambios tributarios de estas características”, e incluso remató asegurando que “no va a haber un avance en Uruguay en esta dirección, y me atrevo a decir que [eso será así] gobierne quien gobierne, porque Uruguay sigue siendo un país que es atractivo para las inversiones, que compite para atraer inversiones, que compite para alojar inversores, y eso forma parte de reglas claras y, sobre todo, de la aplicación de instrumentos tributarios que no tienen estas características”.
Oddone, defensor acérrimo del régimen neoliberal en Uruguay, ya defendía desde hace años el rumbo iniciado por el ministro de economía de la dictadura militar, Alejandro Vegh Villegas, por ejemplo en una entrevista a La Diaria del 14 de setiembre de 2020 dijo: “lo que ocurre a partir de los 70s es que, bajo circunstancias políticas muy especiales, con falta absoluta de libertades y en base a un diagnóstico de que el modelo económico iniciado en los 30s y potenciado en las dos décadas siguientes estaba agotado, Alejandro Végh Villegas inicia un proceso de reformas económicas muy importantes. A partir de esos cambios se inicia un modelo de inserción internacional distinto, de apertura, de integración a la región, un modelo que consolidó algunas ventajas que el país tenía para ser plaza de servicios financieros regional y que promovió una liberalización financiera temprana. Por eso, cuando mirás lo ocurrido decís: gobernaron militares, colorados, blancos, frenteamplistas y, grosso modo, todos parecen haber mantenido un rumbo.” Y más adelante, en la misma entrevista agregó: “A su modo y a pesar de las diferentes circunstancias históricas y políticas en las que actuaron, Vegh Villegas, Davrieux y Astori serán nombres que los libros de historia recordarán. Por lo que vieron, por lo que hicieron y por lo que evitaron.”
El anuncio de un presupuesto de austeridad
Para presentar su presupuesto quinquenal, Oddone destacó su objetivo de reducción del déficit fiscal al final del periodo en un 1.5% del PIB: “Para nosotros, armar un nuevo marco de convergencia fiscal es el punto central del presupuesto”, remarcando que el presupuesto “mantiene un horizonte de responsabilidad”.
En otras medidas incluidas en el presupuesto se refirió acerca del impuesto a las transnacionales, que no es otra cosa que una adaptación a un requerimiento internacional del impuesto mínimo global. Encargándose de aclarar enfáticamente que “no constituye ningún cambio en el monto de lo que contribuye”. Pero por otro lado, no tuvo ningún problema en defender la imposición del IVA a las compras por TEMU.
En definitiva, el gran proyecto de su administración, que incluye magras mejoras de aumento de gasto en algunas áreas de salud y educación, acompañadas con un aumento en el gasto para seguridad, se plantea como objetivo central priorizar la ortodoxia neoliberal del equilibrio fiscal por encima de las necesidades inmediatas del pueblo trabajador. Por supuesto, esta preocupación fiscalista, será sostenida sobre los hombros de los trabajadores, con mucho cuidado de no gravar con impuestos a los más ricos y sus empresas, y pagar puntualmente a los acreedores externos e internos.
Gabriel Oddone es un eslabón más de la zaga neoliberal, como él mismo se enorgullece en ubicarse como continuador. Los Oddone y Astori de la vida, juntos a sus amigos de la versión de derecha, seguirán condenando al pueblo trabajador con este modelo de la desigualdad y la miseria. Nada tienen que ofrecer los partidos del régimen y acérrimos defensores del modelo económico, incluido el Frente Amplio, a los trabajadores.
Se hace necesario levantar un programa, discutido democráticamente entre las bases trabajadoras, que se proponga acabar de una vez por todas con este modelo y de una salida desde el punto de vista de la clase obrera; planteando, entre otros puntos, los impuestos progresivos a las grandes fortunas, terminando con todos los subsidios a los capitalistas, las tercerizaciones y privatizaciones, nacionalizando la banca y el comercio exterior, para que los capitalistas dejen de llevarse la plata al exterior y se elabore un plan de obras públicas definidas en función de las necesidades de las y los trabajadores y bajo su control.
La Izquierda Diario Uruguay
Martes 2 de septiembre | 20:37
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