miércoles, septiembre 24, 2025

Trump redobla la agresión contra Venezuela


La ofensiva de la Casa Blanca contra Venezuela y América latina alcanzó en las últimas semanas un nuevo nivel. Donald Trump ordenó un mayor despliegue militar en el Caribe, acompañado por un paquete de medidas diplomáticas, judiciales y operaciones navales que ya dejaron un saldo de al menos 14 muertos, en circunstancias aún no esclarecidas, bajo la escenificación fraguada de una guerra contra el narcotráfico. 

 Escalada

 Esta semana Trump anunció el ataque de una nueva supuesta barcaza venezolana narco -sería la tercera- sin precisar dónde ni cuándo.
 Anteriormente, tuvo retenido durante horas un barco pesquero venezolano, en aguas de ese país. El gobierno de Maduro presume que intentaban ‘plantarle’ droga, lo que fue abortado por la rapidez con que la tripulación dio aviso a las autoridades. El lunes pasado, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana había detenido un barco cargado con droga, proveniente de Colombia. Entre la tripulación, todos con documentos venezolanos, se encontraba, según las autoridades, un funcionario de la DEA, Levi Enrique López Bati. Se presume que Trump intentaba armar un escenario para que la flota norteamericana “detuviera” a un barco venezolano cargado de droga. Al mismo tiempo, los aviones norteamericanos violan con mayor frecuencia -desde septiembre, diariamente- el espacio aéreo de Venezuela, sin dar aviso de ningún tipo. 
 El ministro de Defensa venezolano dijo que se detectó el sobrevuelo de aviones RC-135 (capaces de recopilar inteligencia en tiempo real hasta 200 millas dentro del territorio venezolano), KC-135 (naves cisterna que suministran combustible en pleno vuelo y permiten misiones prolongadas) y E-3 Sentry AWACS (puestos de comando aéreo con radar de largo alcance), lo que implica que no son simples patrullajes rutinarios: son piezas de un despliegue táctico que encaja perfectamente en la definición amplia de “uso de la fuerza”, esto es, presencia disuasiva, recolección de inteligencia estratégica, preparación logística y búsqueda de incidentes que justifiquen una escalada. 
 En otro frente de menor intensidad, el gobierno norteamericano le quitó a Colombia el certificado que “pondera”, de manera unilateral, a los países por su cooperación en la lucha contra el narcotráfico. El memorando firmado por Trump señala que Afganistán, Bolivia, Birmania, Colombia y Venezuela “han incumplido de manera demostrable durante los últimos 12 meses con sus obligaciones bajo los acuerdos internacionales contra el narcotráfico”. 
 La descertificación tendrá efectos para Colombia en cuanto a mayores presiones y restricciones por cuenta de Estados Unidos y los organismos internacionales.

 UNITAS 2025 y la “guerra en zona gris” 

 En paralelo, Estados Unidos lidera los ejercicios navales UNITAS 2025 frente a Florida con la participación de 25 países, 8.000 efectivos y decenas de buques. Oficialmente se trata de un ejercicio rutinario de la OTAN y aliados, pero para las autoridades de Venezuela constituye un ensayo de bloqueo marítimo.
 El escenario que se configura es el de una “guerra en zona gris”: un conflicto híbrido sin declaración formal, donde predominan las operaciones psicológicas, los ciberataques, los sabotajes económicos y los despliegues militares intimidatorios. 

 Posibilidades 

 Mientras tanto, Richard Grenell, un enviado especial de Trump, juega al policía bueno y plantea la necesidad de una salida negociada. Insistió con esta línea en el último encuentro de la CPAC -el juntadero de ultraderechistas- que se llevó a cabo en Paraguay. 
 Un informe filtrado al Washington Post revela que el propio Pentágono advirtió a la Casa Blanca sobre los riesgos de una intervención directa: “Sería una operación imposible de sostener en el tiempo y con un costo humano y financiero intolerable”. Analistas comparan el escenario con una posible reedición Vietnam. En la actualidad, Trump solo cuenta con cuatro títeres gubernamentales: Nayib Bukele en El Salvador, Daniel Noboa en Ecuador, Santiago Peña en Paraguay y Javier Milei en Argentina. Todos con una situación política, social y económica inestable. 
 Para tener idea de la proporción, la invasión a Vietnam, a fines de los años sesenta, requirió 450 mil efectivos para un territorio de 332 mil kilómetros cuadrados. La invasión de 1989 de Panamá -un país sin grandes pertrechos armamentísticos-, necesitó 30 mil milicos para 75 mil kilómetros cuadrados. Para Venezuela, con más de 900 mil kilómetros cuadrados, necesitaría, por la proporción del territorio, más de los 160 mil soldados que requirió Estados Unidos para invadir Irak. El diario Financial Times advierte de un giro (“pivot”) de Trump de Asia hacia América Latina, en cuanto a la prioridad geopolítica (21.9). 
 Es posible que Trump planifique asesinatos quirúrgicos, de altos mandos, -incluso del propio Nicolas Maduro- con el propósito de producir un cambio de régimen. El repudio a Trump, por el contrario, crece a ritmo creciente como resultado del despliegue militar en el Caribe, la deportación de los migrantes y la ofensiva contra Brasil. 
 Los asesinatos selectivos han sido una práctica frecuente, por parte del imperialismo norteamericano (lo mismo en el caso del autócrata Putin). que Israel ha desarrollado, como método de guerra, a extremos no vistos con anterioridad. El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, así informes de la prensa norteamericana, coinciden en que los trabajos de inteligencia estadounidenses se han incrementado de manera exponencial en los últimos meses. 
 La respuesta de Maduro: “guerra de todo el pueblo” Ante la amenaza, Nicolás Maduro ordenó activar la doctrina de “Guerra de todo el pueblo”, que combinaría a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) con 4 millones de milicianos civiles. 
 En el marco de las maniobras “Caribe Soberano 200”, se movilizaron pescadores, tropas de élite, blindados, buques artillados y aviones de combate Sukhoi. El propósito es elevar los costos de cualquier operación extranjera. El régimen pseudo chavista intenta que la lucha nacional le devuelva un grado de autoridad ante las masas, que ha perdido irrevocablemente como consecuencia de los ‘ajustes’ de la economía, entre ellos la “dolarización endógena”. La inflación en bolívares, por el contrario, no cesa. 
 Frente a esto, se producen realineamientos. En la última semana, la Asamblea Nacional de Venezuela aprobó el Tratado de Asociación Estratégica y Cooperación con la Federación Rusa, que aumentará una colaboración militar que ya ha permitido la apertura de la primera fábrica de Kaláshnikov, en la región de Maracay, para la producción de 70 millones de cartuchos anuales para los fusiles de asalto AK 103 y el desarrollo conjunto de los sistemas alternativos de navegación satelital (GPS), autónomos respecto de los manipulados por Estados Unidos. China, hasta ahora de palabra, aseguró colaboración militar para la seguridad del sur global, al mismo tiempo que cuestionó la escalada militar en el Caribe por parte de los Estados Unidos. Mientras, se limita a invertir en telecomunicaciones e infraestructura. A diferencia de lo que ocurre en Ucrania, esta asistencia militar contribuye a la causa de la independencia nacional de Venezuela y el Caribe todo. Con una reserva: los gobiernos de China y Rusia negocian con Trump, a espaldas, no sólo de Venezuela, un reparto de zonas de influencia a nivel mundial. 
 Aunque Maduro anunció que los puentes de comunicación con Washington están deshechos, también dijo que Caracas mantiene “comunicación mínima con el señor (John) Mc Namara por la liberación de nuestros migrantes”. Trump, por el contrario, insiste en reclamar que Venezuela reciba a los migrantes expulsados, con la amenaza a aumentar las agresiones.
 América Latina ha pasado de la supuesta marginalidad política para el imperialismo al centro de la guerra imperialista mundial. 

 Aldana González 
 23/09/2025

EEUU: Trump avanza en el establecimiento de un estado policial


Como fue anticipado, el asesinato de Charlie Kirk está siendo utilizado por Donald Trump para atacar a “la izquierda”, un eufemismo para justificar un ataque generalizado contra los derechos democráticos en EEUU. Kirk, un agitador fascista, ha sido homenajeado por el Senado como “patriota estadounidense”. El 14 de octubre (fecha de su nacimiento) ha sido declarado “Día Nacional en Recuerdo de Charlie Kirk”. 
 En la última semana ha recrudecido la persecución por parte del gobierno de Donald Trump y J.D. Vance contra docentes, trabajadores públicos y aerolíneas, periodistas, humoristas, dirigentes políticos de “la oposición” y hasta miembros de los servicios de inteligencia que hicieron comentarios sobre Charlie Kirk. La “caza de brujas” ha llegado a las redes sociales, donde miembros del fascismo estadounidense como Elon Musk han encabezado los “escraches” contra trabajadores que se mofaban de las ideas de Kirk, entre ellos programadores de Microsoft. Musk había declarado que “la izquierda es el partido del homicidio”. De igual forma, por un posteo en Facebook, pretenden expulsar del parlamento local al concejal Steve Cody, de Palmetto Bay, Estado de Florida. Jimmy Kimmel, un humorista televisivo, fue echado de la cadena ABC (Disney), por denunciar que el movimiento “MAGA” estaba utilizando el asesinato de Kirk para sacar réditos políticos, y por hacer comentarios irónicos de la supuesta congoja del presidente estadounidense por la muerte de su alfil juvenil (al día siguiente del hecho, nada menos que en un aniversario del ataque contra las Torres Gemelas, Trump estaba bailando y riendo en el estadio de los Yankees de Nueva York mientras veía un partido de béisbol). 
 La suspensión por “tiempo indefinido” del ‘late-show’ que conducía Kimmel fue consecuencia de la extorsión por parte del presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, contra las grandes empresas de Hollywood, a las que el difunto neonazi señalaba como “judías” y acusaba de “promover el marxismo”. Kirk reivindicaba, al igual que Musk, la enmienda constitucional que defiende la libertad de expresión para justificar “los discursos de odio” y la agitación fascista. A todo esto, se suma a la censura contra el medio Associated Press por no referirse al Golfo de México como “Golfo de América”; demandas contra los diarios The Wall Street Journal y New York Times, por denunciar la relación de Trump con el pederasta Jeffrey Epstein; más recientemente contra un periodista de USA Today, por cuestionar la legalidad de los aranceles. 
 Los famosos Jimmy Fallon y Seth Meyers son los próximos apuntados por el trumpismo, junto a decenas de periodistas y actores que se han pronunciado en contra de la persecución política. Otro conductor famoso, Stephen Collbert, había sido desplazado de su trabajo con anterioridad. Por su parte, el Secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó que se le revocará la visa a los extranjeros que “celebren” el asesinato de Charlie Kirk, intensificando el ciberpatrullaje. Es harto conocido cómo las redes sociales funcionan de “fuerte” para las campañas de la extrema derecha. 
 Todo esto sucede mientras continúan las redadas de ICE contra inmigrantes en todo el país, así como las detenciones de legisladores demócratas de Nueva York que piden la libertad de los detenidos. En este contexto Trump ha declarado a las organizaciones “Antifa” (Antifascistas) como “terroristas” por sus choques recurrentes con las bandas trumpistas y neonazis en la calle. 
 La política de guerra interna llevada a cabo por Donald Trump es la otra cara de la moneda de la guerra imperialista que lleva adelante contra Rusia en Europa; contra China en Asia; contra el pueblo palestino, Yemen e Irán en Medio Oriente; y contra Venezuela, México, Panamá, Cuba entre otros, en Latinoamérica. 

 Nahuel BA 
 23/09/2025

martes, septiembre 23, 2025

Ministro progresista, ministro neoliberal. Oddone: su administración y proselitismo neoliberal


El ministro de economía del gobierno progresista no solamente encabeza la política de austeridad y amigable al capital del gobierno de Yamandú Orsi, sino que marca su agenda doctrinaria. Desde los elogios al gobierno represor y hambreador del argentino Javier Milei, pasando por la polémica con el ministro de ganadería Alfredo Fratti por la decisión de este último de frenar la exportación de ganado en pie, hasta su oposición abierta al impuesto del 1%. 

 No es novedad para nadie, que el ministro de economía del gobierno progresista, sea un neoliberal de manual. Cuando Yamandú Orsi en campaña electoral lo anunció como el próximo ministro de economía, ya se hizo vox populi lo que significaba para la, en esos momentos, posible futura administración. 
 Asumidas sus funciones en el nuevo gobierno, Oddone no solamente continuo con su proselitismo neoliberal, sino que en más de una oportunidad conjugó a esto como momentos de marcar la cancha y de delimitar los parámetros del rumbo económico del país. La coronación de todo esto, ha sido el anuncio del presupuesto quinquenal enviado al Parlamento, por parte del poder Ejecutivo, en donde le propio Oddone destacó su perfil de austero y “responsable”. 

 Los elogios a Milei y otras polémicas expresiones

 En julio de este año Oddone manifestó sin ruborizarse sobre el gobierno de Javier Milei que: “La Argentina logró un gran avance en los últimos 18 meses”, elogiando además su “programa ortodoxo”. Y se vanaglorió del consenso neoliberal entre los economistas uruguayos: “los economistas tenemos diferencias ideológicas y de formación, pero existe consenso sobre 10 o 12 principios básicos: que la inflación baja es buena, que el déficit fiscal debe mantenerse controlado, que la apertura de la economía es crucial y que los regímenes de tipo de cambio múltiple no son una buena idea. Estas cuestiones están saldadas hace años”. Oddone no solo elogió al presidente ultra derechista y su ministro de economía Luis Caputo, sino que también al fanático funcionario ajustador de la administración Milei: Federico Sturzenegger. 
 Cabe destacar que este elogio al gobierno de Milei desprecia ampliamente el sufrimiento del pueblo trabajador argentino, que es el que sufre principalmente las medidas de ajuste salvaje del gobierno argentino. Desde los recortes a la salud y la educación, la pérdida del poder adquisitivo, el ajuste y represión contra los jubilados, entre múltiples ítems que significan que elogiar la política de Javier Milei sea una actitud totalmente canallesca. 
 Otra polémica fue su enfrentamiento con el ministro de ganadería Alfredo Fratti por la medida de suspender la exportación de ganado en pie, quedando Oddone abroquelado junto a las recalcitrantes gremiales del sector como la ARU: “Creo que es una decisión que, como fue anunciada y de la manera que fue anunciada, fue inconveniente”, manifestó Oddone en su momento para desautorizar al ministro Fratti. 
 También Gabriel Oddone junto al presidente Orsi confrontaron con la propuesta de impuestos al 1% más rico del país, sumándose ambos al coro de críticas impulsadas por la derecha contra la propuesta del movimiento sindical. Calificando Oddone la propuesta del PIT-CNT como “extraordinariamente inconveniente para Uruguay”, justificando esta crítica diciendo que los cálculos de quienes impulsan la propuesta: “están basados en un conjunto de supuestos que me parece que no están anclados en cómo reaccionan los inversores ante situaciones de cambios tributarios de estas características”, e incluso remató asegurando que “no va a haber un avance en Uruguay en esta dirección, y me atrevo a decir que [eso será así] gobierne quien gobierne, porque Uruguay sigue siendo un país que es atractivo para las inversiones, que compite para atraer inversiones, que compite para alojar inversores, y eso forma parte de reglas claras y, sobre todo, de la aplicación de instrumentos tributarios que no tienen estas características”. 
 Oddone, defensor acérrimo del régimen neoliberal en Uruguay, ya defendía desde hace años el rumbo iniciado por el ministro de economía de la dictadura militar, Alejandro Vegh Villegas, por ejemplo en una entrevista a La Diaria del 14 de setiembre de 2020 dijo: “lo que ocurre a partir de los 70s es que, bajo circunstancias políticas muy especiales, con falta absoluta de libertades y en base a un diagnóstico de que el modelo económico iniciado en los 30s y potenciado en las dos décadas siguientes estaba agotado, Alejandro Végh Villegas inicia un proceso de reformas económicas muy importantes. A partir de esos cambios se inicia un modelo de inserción internacional distinto, de apertura, de integración a la región, un modelo que consolidó algunas ventajas que el país tenía para ser plaza de servicios financieros regional y que promovió una liberalización financiera temprana. Por eso, cuando mirás lo ocurrido decís: gobernaron militares, colorados, blancos, frenteamplistas y, grosso modo, todos parecen haber mantenido un rumbo.” Y más adelante, en la misma entrevista agregó: “A su modo y a pesar de las diferentes circunstancias históricas y políticas en las que actuaron, Vegh Villegas, Davrieux y Astori serán nombres que los libros de historia recordarán. Por lo que vieron, por lo que hicieron y por lo que evitaron.”

 El anuncio de un presupuesto de austeridad 

 Para presentar su presupuesto quinquenal, Oddone destacó su objetivo de reducción del déficit fiscal al final del periodo en un 1.5% del PIB: “Para nosotros, armar un nuevo marco de convergencia fiscal es el punto central del presupuesto”, remarcando que el presupuesto “mantiene un horizonte de responsabilidad”.
 En otras medidas incluidas en el presupuesto se refirió acerca del impuesto a las transnacionales, que no es otra cosa que una adaptación a un requerimiento internacional del impuesto mínimo global. Encargándose de aclarar enfáticamente que “no constituye ningún cambio en el monto de lo que contribuye”. Pero por otro lado, no tuvo ningún problema en defender la imposición del IVA a las compras por TEMU.
 En definitiva, el gran proyecto de su administración, que incluye magras mejoras de aumento de gasto en algunas áreas de salud y educación, acompañadas con un aumento en el gasto para seguridad, se plantea como objetivo central priorizar la ortodoxia neoliberal del equilibrio fiscal por encima de las necesidades inmediatas del pueblo trabajador. Por supuesto, esta preocupación fiscalista, será sostenida sobre los hombros de los trabajadores, con mucho cuidado de no gravar con impuestos a los más ricos y sus empresas, y pagar puntualmente a los acreedores externos e internos. 
 Gabriel Oddone es un eslabón más de la zaga neoliberal, como él mismo se enorgullece en ubicarse como continuador. Los Oddone y Astori de la vida, juntos a sus amigos de la versión de derecha, seguirán condenando al pueblo trabajador con este modelo de la desigualdad y la miseria. Nada tienen que ofrecer los partidos del régimen y acérrimos defensores del modelo económico, incluido el Frente Amplio, a los trabajadores. 
 Se hace necesario levantar un programa, discutido democráticamente entre las bases trabajadoras, que se proponga acabar de una vez por todas con este modelo y de una salida desde el punto de vista de la clase obrera; planteando, entre otros puntos, los impuestos progresivos a las grandes fortunas, terminando con todos los subsidios a los capitalistas, las tercerizaciones y privatizaciones, nacionalizando la banca y el comercio exterior, para que los capitalistas dejen de llevarse la plata al exterior y se elabore un plan de obras públicas definidas en función de las necesidades de las y los trabajadores y bajo su control.

 La Izquierda Diario Uruguay 
 Martes 2 de septiembre | 20:37

El alto precio del salvavidas de Trump a Milei


El gobierno argentino negocia un rescate del Tesoro norteamericano que tendrá condicionamientos gravosos para el país. 

 Mientras se desarrolla la Asamblea de la ONU, Javier Milei se reunirá con Donald Trump y el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, para destrabar la asistencia financiera prometida en función de contener la disparada del dólar. A cambio del préstamo, Estados Unidos impondrá severos condicionamientos a Argentina, agravado su status semicolonial. Nuevamente, el gobierno de Trump se dispone a rescatar a Milei, como ocurrió en abril de este año con el desembolso del FMI. Que haya tenido que volver a rogar un salvavidas apenas cinco meses después revela que no hay monto que alcance para cubrir el fracaso de la política económica, la fuga de capitales y la impagable deuda externa. Ahora sería mediante el Fondo de Estabilización Cambiaria (ESF por sus siglas en inglés) del Tesoro norteamericano, que puede incluir créditos en dólares, líneas de Swap, entre otras modalidades de financiamiento. El propio Bessent anunció la reunión a través de su cuenta de X, señalando que "La Argentina es un aliado de importancia sistémica para Estados Unidos en América Latina. Y el Tesoro de Estados Unidos está preparado para hacer lo que sea necesario dentro de su mandato para apoyar a la Argentina". 
 Trump actúa como bombero de Milei, que yacía acorralado por la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, el salto del riesgo país, la corrida cambiaria irrefrenable -que llevó al dólar por encima del techo de la banda y al Banco Central a dilapidar reservas para contenerlo- y el horizonte de default. Lo hace para sostener a su principal aliado en la región, en momentos donde crecen las rivalidades con China por el predominio económico en Latinoamérica.
 Según trascendidos, el giro previsto rondaría entre los 10 mil y 20 mil millones de dólares. Con ese préstamo, el gobierno libertario aspira llegar a los comicios de octubre sin sobresaltos cambiarios que sepulten cualquier posibilidad de triunfo del oficialismo, y, a su vez, hacer frente a los vencimientos de deuda externa más próximos; pues no alcanzará para cubrir los de todo el 2026, que ascienden a 27.500 millones de dólares. Así las cosas, Milei nos condena a un mayor endeudamiento en moneda extranjera para rescatar una hipoteca usuraria y financiar la corrida en curso. 
 Entre 1959 y 1995 Argentina recibió 12 desembolsos del ESF. De todas maneras, uno de los préstamos más grandes que otorgó el Tesoro yanqui a un país de América Latina fue a México en 1995, por 20 mil millones de dólares, para amortiguar el impacto mundial de la "crisis del tequila". A cambio, el país azteca debió subordinarse a la tutela de Estados Unidos, comprometiéndose a recortar el gasto público, bajar los salarios y cumplir con determinadas metas fiscales y monetarias. Incluso, tuvo que entregar la renta petrolera como garantía de repago de esa deuda. 
 Igual de oprobiosas serán las exigencias de Trump a Milei como requisito para ejecutar el nuevo préstamo, profundizando la sujeción de Argentina frente al imperialismo. En la mesa de negociación está puesto el interés de Estados Unidos de desplazar a los capitales chinos de negocios estratégicos localizados en nuestro país, como la explotación de litio, la concesión de la Hidrovía del Paraná y la obra pública (la construcción de las represas de Santa Cruz, por ejemplo). Lo anterior coloca al gobierno en una encerrona, teniendo en cuenta que el gigante asiático es el principal receptor de las exportaciones provenientes del suelo criollo. 
 El "salvavidas" de Bessent sin dudas implicará un salto en la injerencia de Estados Unidos sobre la economía nacional. Una de las demandas del país norteamericano es que los laboratorios locales vuelvan a pagar regalías por la venta de medicamentos en concepto de patentes de propiedad intelectual, lo que encarecería el precio de los mismos. También está en la agenda un mayor saqueo de nuestros bienes comunes a manos de las multinacionales estadounidenses. 
 A su vez, el salvataje del norte no hará más que reforzar el alineamiento geopolítico de Milei con la ofensiva guerrerista encarnada por Trump. Así es como el mandatario argentino está presto a votar en la ONU a favor de la "solución final" que quiere emprender el Estado de Israel sobre el pueblo de Gaza, recrudeciendo su accionar genocida.
 Así las cosas, nada bueno nos depara a los trabajadores con la posible asistencia procedente del Tesoro yanqui. Solo más sometimiento colonial de Argentina, ajuste y endeudamiento. Hay que echar a patadas a este gobierno de cipayos, que nos pone a merced de los apetitos del imperialismo estadounidense. 

 Sofía Hart

El salvavidas Bessent


Al final, sobre el filo del default, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anunció un rescate financiero de Argentina por la red X, que tanto el Financial Times como el WSJ calificaron de “salvavidas”. Es también un operativo de urgencia, como se advierte en la ausencia completa de precisiones acerca del indefinido rescate. El gobierno de Trump usará para el caso el Fondo de Estabilización Cambiaria, que reúne en la actualidad activos por 211.000 millones de dólares, en distintos tipos de instrumentos, como los SDR que asigna el FMI a los Estados miembros en proporción a sus tenencias de capital. En dólares puros y seguros, el activo de este Fondo sólo alcanza los 22.000 millones. 

 Negociado para las cerealeras 

El anuncio de Bessent fue combinado con el que reduce a cero, hasta el 31 de octubre, las retenciones a la agroexportación. Los medios de información aseguran que la medida permitiría ingresar una suma improbable de 7.000 millones de dólares a las arcas del Banco Central. Como quiera que el organismo tiene el compromiso de absorber los 11 billones de pesos equivalentes a esa adquisición, el elevado porcentaje de las tasas de interés que deberá pagar atenuará muchísimo los beneficios esperados. Como la ventaja no distingue entre exportaciones ya previstas y las que aprovecharán la oportunidad del momento, el Tesoro argentino sufrirá una mengua de la recaudación fiscal. Esos 7.000 millones de dólares obligarían a emitir y a absorber 10 billones de pesos, que luego de una gira por el mercado volverán al mercado de cambios. Pero sacar de la manga exportaciones por esa suma, de un momento a otro, es algo que sólo podrían hacer las cerealeras que tienen stockeados los granos, o algunas grandes firmas del agro. La baja de las retenciones no es una operación de mercado, sino una operación concertada entre el cartel de exportadores y la camarilla de la Rosada. 

 Improbable salvavidas electoral 

Los “salvavidas” se encuentran disponibles para la emergencia de un naufragio, pero sólo se recurre a ellos cuando el naufragio es un hecho. Tal como venía la mano, el hundimiento del peso y la declaración de un default de la deuda en pesos y dólares amenazaba anticiparse a la jornada electoral del 26, y señalaría la defunción del Gobierno. El “salvavidas” es, en primer lugar, político: llegar a las elecciones. Para que el resultado de las elecciones, sin embargo, no se lleve puesto al Gobierno, sería necesario un rescate de dimensiones políticas y financieras mayores que los 3.000 a 5.000 millones que dejaron trascender. La función del salvavidas sería permitir que Caputo pueda despilfarrar los dólares ‘líquidos’ que le asignó el FMI hasta ahora (12.000 millones de dólares). El dinero que otorgaría el FEC o ESF, debería servir de “backstop” (se mira, pero no se toca) para avalar la venta de dólares del Central. Gerardo Werthein, el canciller de Milei, advirtió a Radio Mitre que “las negociaciones no han comenzado”, y que para ello “deben tomarse ciertos parámetros”. Si se toman en cuenta las ‘negociaciones’ que viene entablando Trump en su guerra económica con el resto del mundo, detrás de cualquier ‘acuerdo’ hay ventajas financieras e incluso territoriales para Estados Unidos. La euforia que ha desatado el tuit de Bessent es, por lo tanto, infundada y tampoco tan decisiva. El ‘riesgo-país’ había bajado, en el mediodía del lunes, a 1.350 puntos, y la cotización del dólar volvía al techo de la banda que ya había cruzado. 

 Tesoro EE. UU.: acreedor prioritario 

Bessent insinuó que el ESF podría comprar bonos soberanos de la deuda de Argentina, para que Milei pueda pagar el vencimiento de deuda de enero de 4.000 millones de dólares, el de 4,5 mil millones de junio y la deuda con importadores en el segundo semestre de 2026 (Bopreales). En ese caso, el ESF se convertiría en un acreedor “senior”, o sea, en el primero en la fila de cobro en caso de un default. Transformar al resto de la deuda en “subordinada’, incluso con rendimientos variados, fragmentaría el sistema internacional de la deuda pública financiera. También dejó trascender que podría comprar pesos, una posibilidad que enseguida suscitó rechazos en la prensa norteamericana. Otra variante es un contrato de canje de divisas, conocido como ‘swap’, que obliga a recomprar los pesos entregados a cambio de dólares, a su cotización original. Estos instrumentos son de baja calidad, podrían ser objetados por los auditores del Fondo de Estabilización Cambiaria. Al final del cuento, el Tesoro norteamericano acabaría imponiendo a Milei un plan devaluatorio que no consiguió el FMI, más otras concesiones, especialmente referidas a la propiedad intelectual de medicamentos y semillas, distanciamientos del Mercosur y bases militares. Esto para después de las elecciones. Porque los liberticidas no tienen un problema de falta de liquidez (efectivo en la caja chica), sino de solvencia. La devaluación descarga la crisis sobre el valor de la fuerza de trabajo y los activos internos. Es un medio de acrecentar la tasa de ganancia industrial con el pretexto de obtener equilibrios macroeconómicos (mayores exportaciones, menores importaciones). 

 Respiro electoral (dudoso), ahogo poselectoral 

Pero las elecciones propinarán reveses políticos a los liberticidas que pondrán en jaque al Ejecutivo, que no está dispuesto a gobernar en coalición, y que ya ha quemado los papeles para esa posibilidad. Bessent y Trump se asegurarán en las ‘negociaciones’ que varias tiendas ‘opositoras’ hagan de ‘backstop’ (respaldo potencial) de los acuerdos. Todo este recorrido de maniobras, gestiones y contubernios, nacionales e internacionales, marcan la trayectoria de una crisis política de fondo.
 Argentina -y no sólo Argentina- no puede resolver sus problemas económicos bajo la tutela de una deuda pública que no es solamente impagable, un concepto que ya se ha convertido en una falacia. La deuda pública debe ser sustentada en su valor, en todo tiempo y lugar, por medidas que aseguren su reproducción. Es la reproducción de la esclavitud financiera lo que está en juego. La solvencia de esta reproducción exige una dominación política. No puede ser abordada separadamente de la transformación revolucionaria de la sociedad a nivel nacional e internacional. 
 El “plan Bessent’ es el último recurso político y económico para alargar la continuidad del gobierno de Milei, pero no para dar una salida a la crisis política de conjunto.

 Jorge Altamira 
 22/09/2025

lunes, septiembre 22, 2025

En qué consiste la crisis financiera y política en desarrollo y cómo debemos combatirla

El fin de semana que inauguró la primavera en el hemisferio sur, no aportó noticias en cuanto a las alternativas para encarar el derrumbe financiero, porque las decisiones del caso fueron trasladas a Washington como a Nueva York, adonde Milei y Caputo han ido a pedir socorro. De acuerdo a declaraciones de Milei, en Córdoba, el viernes que pasó, el rescate viene siendo mascullado desde principios de mes, cuando en el Gobierno advirtieron que no tenían condiciones para pagar el cupón de deuda soberana que vence en enero próximo – por 4500 millones de dólares. El recurso al Tesoro norteamericano para hacer el pago es un claro reconocimiento de estado de default. Tampoco era necesario llegar a ese extremo para admitirlo, cuando se viene renovando deuda pública en pesos en forma parcial, a tasas usurarias del 5/6% mensual, cuando se ordena a los bancos a inmovilizar depósitos por medio de encajes bancarios del 55%, que en gran parte se componen de los propios títulos públicos que las entidades son forzadas a comprar. Un “riesgo-país” de 1550 puntos (y subiendo) es otro índice poderoso de default, porque a ese nivel de intereses, sólo es posible el pago de las deudas en efectivo – que es lo que efectivamente el gobierno pretendía hacer y no puede hacerlo. 
 En un caso de descalificación profesional que la Facultad de Ciencias Económicas debiera sancionar, el ministro de esa Cartera aseguró que no había pesos en el mercado para producir una corrida cambiaria, cuando los depósitos en los bancos son, en dólares y en pesos, el equivalente a 90 mil millones de dólares y los créditos pendientes un equivalente a 50 mil millones. La multiplicación del dinero ficticio, o sea que no asume una forma monetaria, es incesante, hasta cierto punto, porque el llamado cuasi dinero, como bonos privados y públicos, operan como garantía fraccionaria de créditos, que permiten operaciones financieras de distinto orden. Concretamente, con la garantía de una fracción de moneda se puede comprar dólares a futuro, que en la fecha de su vencimiento obligarán al Banco Central a emitir miles de millones de pesos, por la diferencia entre la cotización actual del peso en ese mercado, y el que tendrá a la fecha de vencimiento los contratos de compra-venta. La postergación de medidas económicas por una semana de cabildeos en Estados Unidos, acentuará la sangría financiera e inclinará todavía más la pendiente del derrumbe político del gobierno liberticida. 

 Bessent 

El rescate, si tiene lugar, será, sin embargo, mezquino y costoso. Estados Unidos atraviesa, él mismo, una crisis financiera a ritmo cambiante, porque tiene una deuda pública de 38 billones de dólares (el 140% de su PBI), por la que debe doblar 1 billón de dólares al año – una suma que compite con los gastos presupuestarios de Salud y Educación. Enfrenta, además, una crisis en el mercado hipotecario, que ha vuelto a acumular deuda de difícil refinanciación, tanto en el área de viviendas hogareñas como de oficinas. El dólar se devalúa en forma sistemática, lo cual afecta a los tenedores nacionales e internacionales de deuda estadounidense, sea pública como privada. La guerra arancelaria desatada por Trump ya está produciendo efectos inflacionarios y desvíos del comercio internacional hacia otros países. 
 En estas condiciones poco propicias, el crédito del Tesoro norteamericano consistiría en la entrega de bonos de deuda a Argentina, que deberían ser recomprados a determinado plazo, más los intereses del caso; es altamente probable que la cotización futura de ese título sea menor que la actual, lo cual entrañaría una pérdida financiera para Argentina, que se sumaría al costo de la deuda soberana que vence en enero próximo. No sería tampoco el único costo. Scott Bessent, el secretario del Tesoro, exigiría, por un lado, cambios fundamentales en la legislación de patentes farmacéuticas y de semillas, en perjuicio de la industria argentina y, por el otro, el reconocimiento del uso de semilla extranjera, en detrimento de la “bolsa blanca” local, que origina el productor al momento de la cosecha. Las concesiones adicionales que reclamaría la camarilla trumpista serían políticas, en momentos en que el imperialismo norteamericano despliega flotas en el Caribe y ha desatado una ofensiva destituyente contra el gobierno y el poder judicial de Brasil. Trump y las fuerzas armadas de Estados Unidos son los principales promotores del genocidio de Israel en Palestina. 
 La injerencia de Bessent, según se desprende de las informaciones de los medios, incluirían el reclamo de una fuerte devaluación del peso para luego de las elecciones (aceptaría un “cepo de emergencia” hasta finales de Octubre) aunque condicionada a los resultados electorales, porque una derrota fuerte del oficialismo pondría sobre la mesa su continuidad. Bessent apoya la exigencia del FMI para que el Presupuesto 2026 incluya el último acuerdo con el FMI, que fuera impuesto en forma ilegal por un DNU. Es que ese acuerdo podría ser cuestionado en sede judicial, y lo mismo ocurriría con su introducción clandestina en el Presupuesto. La deuda pública pone en jaque el sistema constitucional de Argentina, lo que no es poca cosa. La “seguridad jurídica” que exigen los acreedores y los futuros inversores capitalistas, se encuentra “floja de papeles”.

 La ‘dolarización’ sale del sarcófago 

El reto fundamental que ha planteado el estallido la crisis financiera, es la supervivencia de Vaca Muerta. Es mortal para el ‘famoso’ RIGI, el Régimen de Grandes Inversiones, que ofrece toda clase de exenciones impositivas y autoriza la libre salida de utilidades, pago de dividendos y amortización de capital. Aunque ampara a los inversores en cuanto a cambios de gobierno y crisis financieras, no es inmune a que unos y otras se vean afectadas en la actualidad, en especial cuando renace “el cepo’ en la boca de los economistas de las petroleras. Es lo que explica la suspensión del financiamiento de inversiones para exploración y explotación de las principales compañías, a las empresas de servicios tecnológicos o a la construcción de gasoductos y oleoductos, y principalmente la instalación de barcos regasificadores para vender el combustible a mercado asiáticos y europeos. A pesar de la magnitud de sus inversiones, YPF tiene un valor de mercado de módicos 15 mil millones de dólares en la Bolsa de Nueva York. 
 Vaca Muerta es ‘la prenda de unidad’ entre el mileísmo y el cristinismo: Kicillof no se cansa de reivindicar a Vaca Muerta como un proyecto nacional y popular que ha justificado la estafa de la nacionalización premiada de Repsol. No solamente esto: asegura que el RIGI es una mera copia del acuerdo YPF-Chevron – todavía secreto -, que permitía a la norteamericana remitir ganancias a paraísos fiscales. Los Pullaro, Llaryora, Cornejo y ‘tutti quanti’ comparte el apoyo estratégico a Vaca Muerta y al régimen económico, político y jurídico que impone al conjunto de Argentina. 
 La necesidad de defender a capa y espada un régimen conforme a ese proyecto ha incentivado a resucitar la alternativa de la sustitución del peso por el dólar; es un ‘corsi e ricorsi’ que arranca desde los 90 del siglo pasado, como una alternativa a lo que fue luego la ‘convertibilidad’.
 La ‘dolarización’ supone, antes que nada, una mega devaluación, que para uno de sus principales promotores debería ser, en efecto, lo más alta posible – como ocurrió en diciembre de 2023. La economía quedaría dolarizada al nuevo tipo de cambio. Más allá de las pretensiones de sus abogados, consolidaría un nivel de precios muy superior al actual, así como una desvalorización mayor de los salarios, jubilaciones y gastos sociales, ya altamente desvalorizados. Implicaría, en nombre de la estabilidad monetaria, una redistribución negativa de ingresos gigantesca. La depresión del valor de la fuerza de trabajo, en su sentido amplio (gastos sociales, alquileres) podría ser descomunal (sería acompañada con fuertes tarifazos de los servicios públicos y el transporte. Claro que una ola de huelgas o una huelga indefinida por la recuperación de ese valor de la fuerza de trabajo, acabaría con la ‘dolarización’ y con el régimen en su conjunto. El cambio de un régimen monetario en circunstancias de crisis financiera y monetaria, en una “economía de mercado”, equivale a un golpe de estado 
 La ‘dolarización’ no eliminaría el infausto ‘carry trade’, porque Argentina seguirá ofreciendo una tasa de interés bastante superior a la del mercado internacional; es lo que ha ocurrido, regularmente, con la inversión de corto plazo de, por ejemplo, de Alemania en Grecia o Italia, que sin embargo comparten la misma moneda, el euro. Es un subsidio enorme a los tenedores de dólares; cuando se produjo la unión monetaria en Alemania, ocurrió lo contrario: la introducción del marco alemán en la zona oriental representó un subsidio a los alemanes del este, porque se canjeó a la par la moneda oriental, de menor valor, por el marco occidental de un valor superior. Alemania debió soportar este subsidio con déficits fiscales y aumentos de impuestos durante una década. Los ‘dolarizadores’ proponen, en Argentina: un gigantesco subsidio, de nuevo, de la fuerza de trabajo al capital. 
 La ‘dolarización ‘endógena”, como ocurriría con cualquier devaluación importante del peso, serí un golpe para el mercado de capitales en pesos – que por eso se han venido ‘protegiendo’ con altísimas tasas de interés. El Tesoro perdería esta fuente de financiamiento (aunque lo que ocurría en realidad era una exacción del Tesoro por parte de bancos y fondos de inversión). Lo que ocurriría a cambio es que cobraría los impuestos en dólares supervalorizados, que deberían salir de cuentas del exterior o de cajas fuertes. Aunque este flujo de dólares sería posible para el pago de ganancias empresarias o patrimoniales, en lo que se refiere a los impuestos al consumo que retiene el comercio minorista, como el IVA, el Tesoro demoraría un largo tiempo en que se conviertan de pesos a dólares. En la ‘transición”, en que el precio las mercancías serían marcadas en pesos y en dólares conjuntamente, seguiría habiendo un mercado de cambios entre ambas monedas, o sea cambiante. Según la amplitud que asuman estas variaciones, la desorganización económica será mayor o menor. 
 El impacto de devaluación-dolarización sería fuerte el mercado de créditos, en perjuicio de acreedores y bancos. Quienes impulsan la ‘dolarización’ no han previsto una tablita de desagio, que equilibre créditos y débitos, como ocurrió con el Plan Austral (1987). Sí han previsto que la ‘dolarización’ no puede salir por ley del Congreso sino por DNU del Ejecutivo. Por eso les preocupa que se modifique el actual régimen de DNU, impuesto por CFK en su primera presidencia, que dificultaba su rechazo por el Congreso. El nuevo DNU en gestación, sin embargo, prevé la vigencia de sus cláusulas si el DNU es rechazado, si su anulación ocasionara perjuicios extraordinarios. Para completar la construcción del sistema dolarizado, las reservas del Banco Central, pasarían a una cuenta inmovilizada en el exterior (escrow), para funcionar como garantía del Estado. El objetivo de fondo de la ‘dolarización”, que es garantizar el pago de la deuda soberana, a cambio de una eutanasia social, es sin embargo inviable. Ningún régimen monetario puede servir de seguro al capital ante las crisis capitalistas y los defaults. La cesación de pagos de los estados y las empresas es tan sólida como el capital mismo – forma parte de la organización capitalista de la producción social. 

 Está en juego el gobierno

 La crisis no sólo enfrenta a la burguesía en cuanto a las salidas económicas y financieras – nuevo cepo (transitorio o prolongado), devaluación concertada con el FMI y/o el Tesoro de Trump, libertad de cambios, ‘dolarización’ -, sino en cuanto a la permanencia del gobierno y a los cambios a introducir. Del mismo modo que el entrelazamiento de la convertibilidad y el gobierno desató una crisis política a finales del gobierno de Menem y al derrocamiento ulterior de De La Rúa, el de Milei con la ‘motosierra’ y con el pago de la deuda vuelven a plantear lo mismo, como lo demuestra el retorno del tema del golpe. El régimen económico se confunde con el gobierno mismo y con el régimen político. El hundimiento de uno plantea el hundimiento del otro. La cuestión del momento es si el desenlace será anterior o posterior a las elecciones.
 Para evitar otra hecatombe electoral, Santiago Caputo (‘el mago’) ha propuesto un nuevo gabinete, encabezado por el salteño Juan Carlos Romero, el ingreso de De Loredo y de ministros del Pro y la designación de Ritondo como presidente del Senado, o sea la separación del clan Menem del gobierno; un gobierno de “unión nacional”. Como ocurría con Rasputín y la Zarina, Milei no se despegará de su hermana y de su círculo. Si no hay modificaciones antes del 26 de Octubre, Milei deberá resignar, sin embargo, mucho más que el Gabinete. Le queda todavía por delante atravesar las menos de tres semanas a los comicios.
  Aunque es indescifrable con qué argucia las consultoras prevén una victoria de LLA para ese manoseado domingo, las variaciones electorales que se observan en Córdoba, con relación a 2023, indican que LLA volverá a sufrir de nuevo “una paliza”, esta vez nacional - perfectamente comprensible. Esto implica que, luego de la votación, carecería de autoridad para emprender cualquier reforma económica significativa. Los encargados de introducir el acuerdo con el FMI en el Presupuesto de 2026, de pagar el cheque de 4500 millones de dólares y de prometer las ‘reformas estructurales”, como la destrucción de los derechos laborales y previsionales, deberían ser otros. En los meses siguientes a las elecciones crecerán los cruces políticos y el Gobierno no podrá evitar la convocatoria a sesiones extraordinarias en un escenario económico cada vez más crítico. 
 Es posible que la oposición que se ha nucleado en el bloque Provincias Unidas, y más allá, se vea obligada a jugar, en las condiciones pos electorales, un rol de arbitraje, aunque en beneficio propio, entre el Gobierno y Fuerza Patria, que se ha apresurado en resucitar viejos contactos del peronismo en varias provincias (Tucumán, Salta, Santa Fe, Catamarca), la mayor parte de los cuales dieron sus votos en el Congreso a los proyectos de Caputo y de Milei. Axel Kicillof, que intenta revalidar su paternidad sobre Vaca Muerta para infiltrarse en las “fuerzas del centro”, se ha jugado, oficialmente, a la defensa de la continuidad del gobierno liberticida, para poder graduarse como candidato a Presidente, ante el capital financiero, para un futuro incierto, que el querría que fuera en 2027. El escenario político de Argentina podría comenzar a parecerse al francés, donde todos atacan a Macron pero ninguno quiere voltearlo – aunque las huelgas en Francia podrían poner fin a este impasse. 

 Burocracia sindical

 En varias reuniones y plenarios (el caso de Aceiteros, UOM, SiPreBA y ATE, o la CGT de Salta, la cúpula cegetista en la tribuna electoral de Kicillof), la burocracia sindical se ha pronunciado por la necesidad de ofrecer “un programa obrero para (el próximo) gobierno popular”. No solamente quiere comerse un asado sin antes poner la carne al fuego, sino que declara oficialmente el inmovilismo hasta 2027. Las organizaciones oficiales de la clase obrera no dicen una palabra sobre la catástrofe que amenaza a los trabajadores, con la pretensión de salir ilesas de lo que se presenta como la mayor crisis histórica potencial de Argentina. 
 Esta conclusión debe ser el nuevo punto de partida para impulsar una intervención independiente de la clase obrera en este escenario, que no es sólo nacional. Por otro lado, es evidente que la izquierda oportunista se encuentra enteramente ocupada en la disputa electoral, dando la espalda a una lucha de clases gigantesca, que se manifiesta en numerosas fábricas que suspenden, despiden y hasta cierran. La salida no es “institucional” a nivel de las organizaciones obreras, como se ha intentado repetidamente, por medio de estatutos democráticos en los sindicatos o prohibiciones declarativas contra el sistema estatal de conciliaciones obligatorias. La intervención del Estado en los sindicatos se encuentra sólidamente instalada; ni Milei pudo derogar los privilegios de la burocracia. La respuesta a la crisis de la clase obrera es política, y debe tener como propósito el desarrollo de una dirección revolucionaria, que una, no por medio del panfletarismo sino de la experiencia, la lucha por las reivindicaciones inmediatas con la lucha por el poder político. 
 Es necesario dirigir la atención de la nueva generación que actúa en los conflictos y en las luchas hacia la adopción de métodos de agitación a favor de los cortes de ruta, las ocupaciones de fábrica, según corresponda a las experiencias concretas, para formar agrupamientos sistemáticos de activistas y coordinaciones. Nuestra consigna para el momento presente es impulsar la huelga general contra los paquetes devaluatorios, dolarizadores, fondomonetaristas que se preparan a espaldas del pueblo todo, y desarrollar comités, coordinadoras y comités de huelga. La atención sobre la campaña electoral debe estar dirigida a la denuncia de estos planes de todas y cada una de las fuerzas patronales.
 Nos amenazan medidas catastróficas – debemos prepararnos para combatirlas. 

 Jorge Altamira 
 21/09/2025

domingo, septiembre 21, 2025

Francia: el desafío de una huelga general


Las principales ciudades francesas fueron otra vez escenario de imponentes movilizaciones populares, en esta ocasión convocadas por la mesa Intersindical, contra los planes de recorte “fiscal” que promueve el gobierno de Macron. Sebastién Lecornu, el recién asumido primer ministro, ya ha enfrentado dos movilizaciones y huelgas en una semana de mandato. Se calcula que más de un millón de franceses salieron a las calles durante la jornada del 18 de septiembre. Al igual que en las movilizaciones del 10 de septiembre, en muchas columnas se observaban pancartas y banderas reclamando la dimisión de Macron. El gobierno desplegó 90.000 policías y detuvo a más de 300 manifestantes. 
 El gobierno busca afrontar, en tiempo express, un déficit fiscal que alcanza el 5,8 % del presupuesto francés, unos 25.000 millones de euros aproximadamente, y una deuda pública del 114 % del PBI (3,3 billones de euros). Para el Presupuesto 2026, tanto el predecesor de Lecornu -el destituido Bayrou- como el nuevo premier buscan avanzar en un recorte de 44 millones de euros centrado en los denominados gastos sociales. 
 Macron insiste en establecer un gobierno “puro" y alcanzar acuerdos circunstanciales en el Parlamento, para solventar la carencia de un quórum propio. Desde las elecciones legislativas de 2024 el Parlamento francés se encuentra dividido en tercios: Macron y sus aliados (Renacimiento), el Nuevo Frente Popular (Partido Socialista, Comunista, Verde y La Francia Insumisa) y la extrema derecha de Marine Le Pen, Reagrupamiento Nacional (RN). Los reclamos, “pour la galérie”, para que renuncie son cotidianos de izquierda a derecha. 
 El PS se postula a formar un nuevo gobierno como garante del orden ante Macron y la gran burguesía francesa. Los sindicatos reclaman ser parte del debate sobre el nuevo Presupuesto. “Mi mensaje a Lecornu hoy es éste: son las calles las que deben decidir el Presupuesto”, declaró Sophie Binet, presidenta de la CGT (alineada con el PC francés), tirando la pelota afuera. La misma “táctica” desarrolló la intersindical en la lucha contra la reforma de pensiones, que elevó la edad de retiro a 64 años y los años necesarios de aportes a 43 (!!). Lecornu ya ha declarado que en los próximos días tendrá reuniones con todos los partidos del Parlamento y que convocará a un diálogo a los sindicatos.
 La convocatoria del 18 de septiembre, por parte de los sindicatos, buscaba recobrar la centralidad política tras la movilización “Bloqueemos todo”, que había logrado reunir entre 200 mil y 500 mil manifestantes. La clase obrera francesa se encuentra dispuesta a una lucha a fondo, como lo demuestra la alta adhesión a la huelga. 
 Macron está embarcado en el rearme de Francia para la guerra de la OTAN contra Rusia. Ha llamado a instalar tropas al oeste de Kiev y a incorporar a Ucrania de inmediato a la Unión Europea, y a término a la OTAN. La guerra de la OTAN es apoyada por todo el arco político francés, incluida La Francia Insumisa, con el pretexto de la independencia de Ucrania. Le Pen ha variado de ‘la paz’ con Putin a la intervención militar. La guerra es rechazada en los sondeos de opinión; los trabajadores franceses se movilizan contra el rearme militar. 
 La propuesta del PS -literalmente gravar a 1.800 hogares ‘ultra-ricos’-, para recaudar 20 mil millones de euros anuales, la “Tasa Zucman” -en ´honor´ del economista que la promueve-, no llega ni al 10 % de las exenciones impositivas que reciben anualmente las patronales francesas, que suman unos 270 mil millones de euros, según la revista Le Nouvel Obs. La política francesa sigue caminando por la cornisa.

 Joaquín Antúnez 
 19/09/2025

Crisis política: la gran patronal recalcula e improvisa un "plan aguante"


En el discurso que dio en la Bolsa de Comercio de Córdoba, y en la arenga que profirió horas después, ante algunos (pocos) miles de manifestantes, Javier Milei subió al ring a un nuevo contrincante político: el exgobernador Schiaretti, ahora candidato a diputado nacional por “Provincias Unidas”. Se trata del bloque de gobernadores radicales, macristas, massistas o justicialistas que acompañan al ajuste de Milei desde hace dos años, pero que ahora urden una “alternativa”, de cara al desmoronamiento político y financiero del gobierno ´libertario´. En su discurso, Milei acusó a Schiaretti de querer “destruir el superávit fiscal” con sus iniciativas. El cordobés lo desmintió horas después y defendió su pertenencia al bando de la “austeridad”. 
 La reacción de Milei pone de manifiesto que la gran patronal ha comenzado a urdirle un relevo político al gobierno en declinación. El armado político de los gobernadores no sólo funcionaría como eventual sucesión a Milei; principalmente, debería bloquear un progreso electoral del peronismo o, en todo caso, fracturarlo nacionalmente. 
 La formación de las “Provincias Unidas” venía dándose a paso peatonal. Pero después de las elecciones bonaerenses, y más todavía con el derrumbe financiero, los acuerdos se han acelerado. Antes de que el nombre de Schiaretti fuera lanzado al ruedo por Milei, apareció reiteradamente en las columnas de opinión de Morales Solá, el periodista que anticipó los movimientos de la gran burguesía y sus partidos en las vísperas de diciembre de 2001. Ahora, Morales Solá destaca los eventuales méritos de Schiaretti, no ya como futuro candidato, sino como hipotético presidente provisional electo por una Asamblea Legislativa, en caso de acefalía presidencial. La crisis financiera ha apresurado los tiempos: lo que comenzó como una alternativa política con vistas al 2027, es hoy el posible comité de emergencia que podría dar cuenta de una implosión del gobierno de Milei. 

 Melconian y De Pablo

 Estos pasos políticos tienen lugar cuando los economistas de la gran burguesía, con medias palabras, empiezan a diseñar el plan de aminoración de daños que debería dar cuenta del cataclismo que dejarían Caputo y, eventualmente, Milei. Carlos Melconian, en TN, dio algunas pistas del seudoplan de contingencia: llevar inmediatamente el dólar a 2000 pesos y “ver qué pasa (sic) con los pibes de la Universidad”. Se refería a alguna concesión salarial parcial, a sabiendas que será rápidamente devorada por la devaluación y que no alteraría la confiscación perpetrada en estos dos años. Melconian, por eso, pidió volver a la inflación massista –“2,5 o 3 por ciento por unos meses”-. Por su parte, Juan Carlos de Pablo, después de encomendarle a Dios el stock de reservas disponibles, se metió con la cuestión crucial de los vencimientos de deuda pública. Sin hacerle asco, dijo que habrá que “convencer a los actuales tenedores de cambiar títulos por otros y, si no, declarar el default. No hay muchas alternativas”. (AM1070) Naturalmente, Melconian y De Pablo les “sugieren” estas salidas a Milei, pero saben muy bien que los liberticidas carecen de los recursos políticos para pilotear su propio derrumbe. Anticipándose a estos movimientos políticos, Milei lanzó la campaña electoral de LLA aferrado a su planteo económico y a su camarilla más cercana -los Menem y Karina-. Apuesta al rescate de Trump, que piensa tramitar en pocos días en su enésimo viaje a Estados Unidos.

 Peronismo 

Los candidatos de Provincias Unidas aspiran también a ponerle un límite electoral al peronismo, que decidió replicar la “Fuerza Patria” en numerosas provincias. Para ello, ha amalgamado detrás de su sello a todos los antiguos colaboradores de Milei y Macri, como Jaldo, Jalil o Urtubey. Y en otros casos, al pejotismo entrelazado con la mafia del juego, como ocurre en Santa Fe. Todos estos enjuagues contaron con la promoción activa de Cristina Kirchner. Las fronteras entre el “peronismo unido” y las “provincias unidas” están dibujadas por apetitos de camarilla, no por diferencias estratégicas. El primero en destacar esa indiferenciación ha sido el mismo Kicillof, quien le advirtió a “Provincias Unidas” que “sin el peronismo no se puede”. En estos días, Kicillof se ha encargado de promocionar los “logros” de la provincia, que podrían ser elogiados por las fundaciones libertarias: superávit fiscal, ajuste severo a salarios docentes y estatales. Es la “nueva partitura” que supo pregonar en los actos (aunque la hostilidad a maestros, y sobre todo a las autoconvocatorias de trabajadores, son una “vieja partitura” cristinista). 
 Entre las “provincias Unidas” y la reciclada Fuerza Patria, se va delineando el programa de las “viudas de Milei”: en primerísimo lugar, la consolidación de los retrocesos salariales, jubilatorios y laborales perpetrados por los liberticidas. A partir de allí, una devaluación y una reestructuración de deuda, que le transferirá al pueblo explotado los platos rotos de la operación especulativa de Milei-Caputo. La comprensión de la crisis de conjunto y sus “salidas” capitalistas son el primer paso para desarrollar una política independiente en la crisis política y, como parte de ella, en las elecciones de octubre. 
 La izquierda del FITU, que ignora la crisis para refugiarse en la autoproclamación, actúa como una rueda auxiliar de la oposición patronal y sus maniobras.

 Marcelo Ramal 
 20/09/2025

La recesión económica agrava el ajuste permanente


El Indec reconoció la caída de la economía y evidencia el verso del Presupuesto 2026.

 El debate en el Congreso de la Nación entre diputados por el rechazo a los vetos presidenciales dejó algunos argumentos repetidos hasta el cansancio por los legisladores oficialistas, de entre los que se destaca la promoción de un supuesto crecimiento de la economía, con el dato del Indec que indica una mejora interanual del 6,3% respecto al derrumbe económico del año precedente, además de que el segundo trimestre ya muestra una caída del 0,1% y una nueva retracción económica en la antesala de la crisis actual. 
 Se trata de uno de los argumentos más empleados por el oficialismo para justificar un proyecto de Presupuesto 2026 de ajuste, que incluso se encuentra atado a un eventual crecimiento económico que nadie, salvo el gobierno, da por descontado y que seguramente redunde, de consumarse, en nuevos padecimientos para la población. 
 La comparativa interanual del gobierno nacional solo sirve para dar cuenta del derrumbe económico impuesto un año atrás e incluso con la vara tan baja nadie puede afirmar que nos encontremos ante una reversión de tendencia, con el impulso de una economía creciente, sino todo lo contrario: el riego país vuelve a escalar por encima de los 1.300 puntos, el dólar sigue tocando el techo de la banda del gobierno y el FMI y continua la recesión, los despidos, las suspensiones y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. 
 Como todo esto impacta en la recaudación fiscal, las proyecciones del gobierno para el 2026 son un dibujo contable, descartando que ante una caída de la recaudación saldrán a atacar con más virulencia el presupuesto de salud, educación y cultura para garantizar el pago de deuda, que casi duplica su magnitud en el Presupuesto presentado por Milei. 
 Un informe de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), respecto al mercado de trabajo en el periodo entre noviembre de 2023 y junio de 2025, revela una caída significativa tanto en la cantidad de empleadores como en los puestos de trabajo registrados, reduciéndose en 16.322 los empleadores, repercutiendo en la pérdida de decenas de miles de puestos de trabajo. 
 La política gubernamental antiobrera, lejos de promover el empleo y la “inversión” de los capitalistas, como tanto fundamentan, viene dando lugar a una línea de despidos y negociaciones salariales a la baja, en defensa de los intereses patronales, destruyendo el poder adquisitivo de la población y el consumo y empujando a la economía a una mayor recesión. 
 Las empresas más grandes y con más “espalda” son las que más viene adoptando esta orientación: según el informe de la SRT el 72% de la pérdida de empleo (169.278 trabajadores registrados) se focalizó en empresas de más de 500 trabajadores. 
 Algo similar a lo que ocurre con las elevadas tasas de interés que paga el gobierno, con las cuales los bancos hacen negocios con la bicicleta financiera, que coarta todo acceso al crédito para consumo e inversión, complicando aún más la economía nacional. 
 El gobierno dice que la economía está en ascenso y proyecta un Presupuesto 2026 “exitista” pero por el otro lado acusa a la oposición del Congreso de golpista por el rechazo a los vetos de dos leyes que afectan el 0,019% (Emergencia Pediátrica) y 0,23% (Universidad) del PBI, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
 Lejos de la reactivación económica que profesa el oficialismo, asistimos a una crisis que se profundiza, con una economía a la deriva y un gobierno que sigue con la bicicleta y la timba financiera en favor del capital financiero, armando un presupuesto a pedido del FMI y contra la población trabajadora. Hay que derrotar a este gobierno para defender una salida de los trabajadores con programa económico propio, que parte de la defensa del trabajo y los salarios y las necesidades de los explotados.

 Marcelo Mache

La movilización de la ultraderecha y la visita de Trump a Reino Unido


En la movilización sobresalieron las consignas antimigratorias 

Más de 100 mil personas se manifestaron el sábado 13 en Londres con consignas antimigratorias, racistas, transfóbicas y banderas británicas e inglesas, en la que fue calificada como la movilización más numerosa de la ultraderecha en la historia del Reino Unido. Unos días más tarde, el presidente estadounidense, Donald Trump, visitaba el país. ¿Qué conclusiones podemos sacar al respecto? 
 La convocatoria del 13 fue lanzada por el activista Tommy Robinson, y se dirigió a la zona de Downing Street, donde se ubica el gobierno británico. Allí se escucharon algunos discursos, como el del multimillonario Elon Musk, emitido por videoconferencia, que reclamó la disolución del parlamento, un cambio de gobierno, y alentó la acción fascista. “Elijan o no la violencia, la violencia vendrá a ustedes (...) O se defienden, o mueren”, arengó. 
 La jornada viene precedida de una larga agitación xenófoba. En agosto del año pasado, una fake news que atribuyó a un migrante el horrendo crimen de tres niñas, impulsó a bandas ultraderechistas a atacar furiosamente los hoteles de migrantes. En ese momento, hubo también importantes contra-manifestaciones antirracistas. Posteriormente, empezaron a circular otras noticias falsas y mensajes estigmatizantes que etiquetaban a los migrantes asiáticos como delincuentes y abusadores de menores. Los grupos fascistas se hacen eco, también, de la teoría del Gran Reemplazo, que supone la existencia de un plan conspirativo para reemplazar a la población nativa por otra de origen extranjero. “Paren los botes”, referencia a las precarias barcas de migrantes ilegales que cruzan el Canal de la Mancha a diario, es uno de los lemas predilectos de estas organizaciones. 
 En las últimas elecciones británicas, en las que el laborismo derrotó a los conservadores, el ultraderechista Reform Party logró el tercer lugar con el 14 por ciento de los votos y consagró por primera vez un bloque en el parlamento. Al igual que Trump en Estados Unidos, estos grupos ultraderechistas se valen de los migrantes como chivo expiatorio para explicar la decadencia del Reino Unido y legitimar una política imperialista y represiva, que sea capaz de recuperar la gloria perdida. 
 Así como estos acontecimientos muestran un crecimiento de la ultraderecha en el Reino Unido, la recepción con honores a Trump por parte de la realeza y el gobierno del laborista Keir Starmer muestran hasta qué punto el régimen político termina favoreciendo esa agenda reaccionaria. En lo que respecta a la cuestión migratoria, puede decirse lo mismo. Las anteriores administraciones conservadoras llegaron al extremo de firmar un convenio de deportaciones con la lejana Ruanda. 
 El gobierno de Starmer aplica el ajuste contra las masas trabajadoras, promueve la guerra imperialista en Ucrania, el rearme frente a la "amenaza rusa", y persigue el movimiento en apoyo al pueblo palestino, que ha movilizado cientos de miles de personas en las calles contra el genocidio del Estado sionista. El grupo Palestine Action fue ilegalizado, y cerca de 900 personas fueron detenidas en la última manifestación para repudiar la proscripción. Estas medidas militaristas y represivas no hacen más que alimentar a los grupos reaccionarios. 
 El desafío de la ultraderecha racista y fascista plantea el frente único de lucha en las calles, lugares de trabajo y de estudio por parte de las organizaciones obreras, juveniles, de migrantes y propalestinas, sin dejar de enfrentar, ni perder de vista, las políticas de ajuste y rearme imperialista. 

 Gustavo Montenegro

Informe de una comisión de la ONU acusa de genocidio a Israel


Derrotemos la agresión sionista contra el pueblo palestino.
 Crecen las denuncias por genocidio contra Israel. 

En momentos en que el Ejército de Israel avanza sobre la ciudad de Gaza, como parte de su plan de anexión total del enclave costero, la Comisión Internacional Investigadora de la ONU acusó este martes al gobierno israelí de estar cometiendo un genocidio. 
 El documento sostiene que las fuerzas israelíes han cometido al menos cuatro de los cinco actos establecidos en la definición adoptada por las Naciones Unidas en 1948 como respuesta al Holocausto: asesinatos, daños físicos o mentales graves, condiciones de vida orientadas a la destrucción física del grupo e imposición de medidas destinadas a impedir nacimientos. 
 Con más de 16.000 elementos probatorios en mano, entre ellos entrevistas con víctimas, testigos y médicos, además de documentos verificados y análisis de imágenes satelitales, la comisión independiente de la ONU señaló al primer ministro Benjamín Netanyahu, al presidente Isaac Herzog y al exministro de Defensa Yoav Gallant como los impulsores de un genocidio contra la población gazatí.
 Tanto las formas de intervención de las fuerzas militares israelíes como las declaraciones y la conducta de las autoridades civiles y castrenses de Israel dan cuenta, de acuerdo al texto, de que los “actos genocidas se cometieron con la intención de destruir a los palestinos de la Franja de Gaza como grupo”.
 Es lo que las organizaciones populares y de derechos humanos vienen denunciando casi desde el minuto cero del comienzo de la ofensiva israelí contra Gaza. Ya son más de 65.000 los asesinados en la Franja. Israel viene bombardeando sistemáticamente el enclave palestino; destruyó prácticamente la totalidad de su infraestructura, llevó a su población a padecer una hambruna a la par que intentó deshumanizarla mediante su aparato propagandístico, bloqueó el ingreso de comida, combustible y medicamentos y lleva adelante un infanticidio. 
 El Estado de Israel ha producido un retroceso civilizatorio: la esperanza de vida en Gaza ha caído desde los 75,5 años a los 34,9 años, entre octubre de 2023 y la actualidad (Página 12, 16/9). 
 Hay otro dato alarmante que se desprende del informe: la mayoría de los gazatíes han sido desplazados al menos una vez desde octubre de 2023. Y se van a producir más desplazamientos en la medida en que las fuerzas israelíes avancen sobre la ciudad. En este contexto, asimismo, el Ministerio de Salud gazatí denunció escasez crítica de sangre y componentes sanguíneos –en la ciudad de Gaza, por ejemplo, solo 11 hospitales continúan en funcionamiento. 
 La invasión de la ciudad de Gaza será un factor de agudización de la masacre en curso. Las fuerzas israelíes ya han lanzado ataques aéreos contra la misma. Imágenes que retratan la brutalidad de la incursión fueron publicadas por The Times of Gaza. El gobierno israelí busca desplazar a la población hacia el sur y recluirla en campos de concentración. 
 La acusación se suma a las órdenes de captura contra Netanyahu y Gallant, por parte de la Corte Penal Internacional, por crímenes de guerra y de lesa humanidad. 
 Entretanto, el apoyo popular a la causa palestina crece en todo el mundo. En estos momentos, la flotilla humanitaria Sumud se dirige hacia Gaza con toneladas de ayuda humanitaria para romper el bloqueo de Israel, incluso tras haber sufrido ataques de drones israelíes. En España ha habido hace poco una movilización de la que participaron alrededor de 100.000 personas, en rechazo al genocidio. En Estados Unidos, Europa y Medio Oriente han tenido lugar marchas multitudinarias. 
 Es en este marco de repudio popular en el que algunos gobiernos capitalistas de Europa se reacomodan, hacen demagogia y “rechazan” la ofensiva israelí sobre la Franja, amenazando con “sanciones”, mientras sostienen acuerdos militares y económicos con Israel. 
 No al genocidio. Fuera las tropas sionistas de Palestina, Líbano y Siria. Por una Palestina libre, laica y socialista. 

 Nazareno Suozzi

El Banco Central "se fumó" en un día el cuádruple del presupuesto de la emergencia del Garrahan


Hay que derrotar al gobierno en las calles. 

 Para contener el tipo de cambio en alza, el Banco Central vendió este jueves 379 millones de dólares; el equivalente a cuatro veces el costo fiscal de la Ley de Emergencia Pediátrica y a casi un tercio del de la Ley de Financiamiento Universitario, ambas vetadas por el gobierno nacional. Milei gobierna para los banqueros y los capitalistas, financiando una fuga de capitales que no para de crecer. 
 El BCRA remató en muy poco tiempo cerca de 379 millones de dólares. El costo fiscal de la Ley de Emergencia Pediátrica es de 90 millones y el de la Ley de Financiamiento Universitario es de 1.329 millones. La Ley de Emergencia en Discapacidad costaría unas siete intervenciones del BCRA, y la ley de aumento a los jubilados vetada por Milei y sus colaboradores en el Congreso casi doce.
 Esta política de destrucción de los sistemas públicos de salud y educación en beneficio de un puñado de capitalistas parásitos está refrendada en el Presupuesto 2026 anunciado por Milei. Mientras se duplican las partidas destinadas al pago de deuda (del 1,2% del PBI al 2,2%), el gasto en educación se queda en 0,75% del PBI y no se recompone lo perdido, y el gasto en jubilaciones queda por detrás de los niveles de 2023. 
 Las penurias que el gobierno hace padecer a los trabajadores no forman parte de ningún plan. El esquema de las bandas cambiarias está liquidado y el préstamo del FMI se está yendo a financiar la fuga de capitales. El gobierno está rogando otro salvavidas del Fondo o de Trump para evitar un default. 
 Su único activo es ofrecerse como un gobierno dispuesto a ir a fondo en las "reformas estructurales" antiobreras. En todos los escenarios, los trabajadores tenemos que jugarnos a derrotar a Milei en la calle, para que no seamos los que paguemos la crisis. 

 Nazareno Suozzi

Luego de la votación en Diputados: a profundizar la rebelión universitaria


El miércoles, la lucha universitaria, al igual que la del Garrahan, logró arrancar de la Cámara de Diputados los votos necesarios para tirar abajo el veto presidencial.
 Con una inmensa marcha que no solo ocupó la zona del Congreso sino que se extendió cuadras y cuadras por Avenida de Mayo, la movilización se impuso a los acuerdos y compra/venta entre el gobierno y los gobernadores. Pero no fue sólo en Buenos Aires donde aportaron gruesa convocatoria, también lo hicieron Luján y otras universidades del Conurbano, más de cien mil personas marcharon en Córdoba, en Jujuy unas compactas 6 cuadras con muy importante presencia docente, también muy grandes en Mar del Plata, Bahía Blanca, La Plata, que además de llegar al Congreso tuvo su movilización en su propia ciudad. Una foto que se replicó en 80 puntos de todo el país desde Oran a Ushuaia, en una jornada acompañada con un paro convocado por la Conadu Histórica y Conadu.
 Confluyendo con el Garrahan, con quienes venimos coordinando acciones, con el apoyo de amplios sectores de la población y acompañados por los jubilados que cada miércoles llevan su reclamo, la plaza estuvo copada por trabajadores docentes, no docentes y estudiantes que formaron parte de esta gran y nueva convocatoria, resultado de toda una movilización y preparación previa. 
 En la UBA, una columna que partió de Houssay con todas las facultades de la zona se unió a la concentración en Congreso junto a nutridas columnas de estudiantes docentes y no docentes de Sociales, Filo, Ingeniería, Agro, Vete, Psico, Derecho y sedes del CBC que partieron de sus edificios. La combativa concentración de AGD UBA siguió nutriéndose de compañeros que se fueron uniendo con el correr de las horas a dónde llegaron los compañeros del Buenos Aires y del Pellegrini. Fadu y Exactas, también muy importantes numéricamente, quedaron alejadas dada la imposibilidad de llegar al punto de encuentro. 
 Cerca, nuestros estudiantes con sus centros y agrupaciones y una importante concentración de trabajadores No docentes de la Facultad de Sociales y Exactas y de la Agrupación Bordó con quienes venimos acordando medidas en los días previos ante la pasividad de Apuba. 
 Al grito de “ganamos” fue recibida la primera votación a favor del Garrahan demostrando una vez más lo arraigado que está en la docencia que lucha la importancia de la unidad de las y los trabajadores. Minutos después ya festejábamos haber derrotado el veto también a la Ley de Financiamiento Universitario

 Una gran concentración resultado de la movilización previa

 En el caso de AGD UBA, al igual que desde la Naranja Nacional, en cada asociación donde participamos de la Conadu y Conadu H, impulsamos y llevamos a nuestras federaciones mandatos para generar la mayor movilización posible de toda la comunidad académica: paros activos, clases públicas cortes, tomas, asambleas intergremiales e interclaustros. Lo hicimos convencidos que para esta batalla, contra un gobierno que tiene el mandato de destruir a la universidad pública, no podíamos quedarnos con los brazos cruzados. Enfrentamos así a las direcciones de las federaciones que junto al CIN y todas las autoridades universitarias solo anunciaban una marcha el día que se trate el veto, defendiendo mientras tanto mantener una normalidad en la cursada, en lugar de preparar luchando, debatiendo y movilizando, la gran tercera marcha federal. 
 Pero ¿cómo sostener cualquier normalidad con diez mil docentes que dejan sus puestos en la universidad? Con compañeros no docentes y docentes que no pueden seguir con estos sueldos. Con un pluriempleo que nos saca de la dedicación necesaria a nuestras tareas universitarias mientras nos destruye nuestra calidad de vida. Con un presupuesto que no alcanza para mantener las tareas de docencia investigación y extensión que brindan nuestras facultades colegios y hospitales. 
 Por esto, la Naranja propuso en asambleas de AGD UBA, una nueva jornada de clases públicas en Plaza de Mayo y la participación en la movilización del 12/9 junto al sindicalismo combativo, propuesta que se aprobó además de realizar paros activos y toda acción que permita, en unidad docente no docente estudiantil, generar la mayor movilización posible.
 Esta línea se impuso. Por primera vez logramos arrastrar a otro gremio docente, Feduba (Conadu), a la Plaza de Mayo y hasta el sindicato patronal Aduba convocó a clases públicas. 
 La marcha del 12 también fue fundamental. Junto al Garrahan encabezamos la columna a Plaza de Mayo tras un cartel "no al veto". Fue la primera movilización luego del rechazo de los trabajadores de provincia de Buenos Aires a la política de ajuste y motosierra del gobierno, y post anuncio del presidente de los vetos. De gran repercusión, allí confluimos con las organizaciones combativas de desocupados y jubilados, además de sindicatos y cuerpos de delegados antiburocráticos y sectores en lucha como Morvillo, Secco, etc. 
 La semana siguiente seguimos con acciones en todas las unidades académicas. Clases públicas, cortes, semaforazos, asambleas conjuntas con estudiantes y no docentes, banderazos, etc. Logramos así volver a instalar la necesidad de salir a la calle para tirar abajo al veto y lograr que se aplique la ley de financiamiento. Reinstalamos en la universidad la movilización que las autoridades habían aplastado.
 Por esto, la movilización del miércoles 17 fue el resultado de un método que logró vencer el inmovilismo de las burocracias sindicales adaptadas a la política de los rectores. 

 Luego del senado ¿la lucha termina? 

Por el contrario, arrancada la ley deberemos reforzar la organización y movilización. Porque el gobierno ya anunció que no aplicará ni la Ley de Financiamiento Universitario ni la Ley de Emergencia Pediátrica. Incluso al no reglamentar la Ley de Discapacidad da largas también a su cumplimiento. Por otro lado, ya vimos el presupuesto 2026 que, analizado, profundiza el ajuste contra la universidad pública. El presupuesto es una mentira absurda e inviable, pero es indicativo de un gobierno que no gira. El cumplimiento de la ley, aún cuando el Senado la reafirme, algo que parece muy posible, será arrancado únicamente con la continuidad y profundización de nuestra lucha. 
 Si bien el gobierno hoy está en una crisis mayúscula, casi en estado terminal, cuenta para sostenerse con el apoyo del FMI y de todo el sector capitalista que apunta a una devaluación contra los bolsillos de los trabajadores y al pago estricto de la deuda externa. Por otro lado, todas las corrientes políticas de la burguesía hacen gárgaras de garantías de gobernabilidad no solo en torno a la devaluación, sino también en torno a las llamadas “reformas estructurales” que, como sabemos, nos pegarían de lleno. 
 Por eso, más que nunca, después del Senado, reclamemos un congreso a cada federación para discutir las medidas necesarias, en las aulas, calles y con un plan de lucha de conjunto de docentes estudiantes y no docentes, para obligar al gobierno a la aplicación del aumento establecido en este año, antes que termine el ciclo lectivo. La rebelión universitaria está a la orden del día ¡A impulsarla!

Ileana Celotto

Del "comprá campeón" al "vamos a vender hasta el último dólar"


Caputo quiere volver a estafar al pueblo argentino, mientras pagamos las consecuencias de una devaluación sin fin.
 En el stream oficialista Carajo, el ministro intentó calmar a los mercados.

 "Van a sobrar dólares", decía Milei a los que manifestaban dudas sobre el esquema de las bandas cambiarias que había acordado con el FMI. El nuevo programa con desembolsos de 15.000 millones de dólares este año incluía la "flotación" como válvula para descomprimir la presión por una devaluación que corrigiera el "atraso cambiario" y resolver la incapacidad del Banco Central de acumular divisas para cumplir con los pagos de deuda. 
 Ahora Caputo dijo que van a "vender hasta el último dólar para defender el techo de la banda", después de haber dilapidado 430 millones de dólares en dos días para financiar la corrida. Aclaremos que esta venta de reservas es el último recurso después de haber consumido los dólares del Tesoro, las intervenciones multimillonarias a pérdida en el mercado de dólar futuro, y de haber hecho una descomunal bola de nieve de deuda en pesos a tasas delirantes. Llegamos al techo de la banda en las peores condiciones. 
 En abril, cuando anunció ese esquema de bandas cambiarias, el dólar cotizaba a $1.050, y ya llegó a $1.500. A pesar de esta devaluación del 45% todo indica que la corrida sigue y que el tipo de cambio no tiene techo. Lo que hubiera sido una fuerte corrección cambiaria hace seis meses hoy aparece como un piso y como la antesala de una mayor devaluación. Caputo quiso desactivar la estampida del mercado diciendo que "vamos a vender hasta el último dólar para defender el techo de la banda", lo cual lógicamente tuvo el efecto contrario de incrementar la incertidumbre y el desplome de la cotización de bonos y acciones argentinas. 
 El hundimiento de los bonos soberanos y el salto del riesgo país refleja que el capital financiero empieza a descontar la incapacidad del gobierno de hacer frente a los vencimientos de deuda. Las miradas están puestas en el vencimiento por casi 5.000 millones de dólares en enero con los bonistas privados. La deuda externa siempre se supo impagable, y por eso toda la estrategia de Milei y Caputo era lograr bajar el riesgo país y la desconfianza de los mercados para allanar el terreno para acceder a nuevo endeudamiento y con eso pagar los vencimientos, o en su defecto a una renegociación. 
 La cuestión es que, por más que repitan la huevada de que la macro está ordenada con "fundamentos sólidos" porque informan que hay superávit fiscal y comercial, los especuladores saben sumar. Primero porque esconden el déficit fiscal capitalizando los vencimientos de la deuda en pesos, que en algún momento hay que pagar. Segundo, porque aunque todavía haya un saldo positivo en la balanza comercial (cada vez menor), las divisas no engrosan las reservas del Banco Central ni el mercado de capitales sino que simplemente se fugan. En el primer año y medio desde que asumieron dilapidaron entre pagos de intereses de deuda externa y lo que sale por turismo el equivalente al superávit comercial.
  En los cuatro meses que siguieron a la implementación de las bancas se fugaron casi 15.000 millones de dólares. Desde que las personas físicas pudieron comprar billetes norteamericanos sin restricciones, cada 3 dólares que se compran solo 1 queda en los depósitos o dentro del circuito financiero local, y el resto se fuga. Los propios medios especializados explican que son los propios ejecutivos de las empresas los que hacen las operaciones a título personal, para evadir el cepo que todavía restringe a la empresas el giro de dividendos y utilidades al exterior. Ahora el BCRA reimpuso una restricción a las operaciones de los accionistas y directivos bancarios, y sus familiares.
 En el medio, además, cobraron 4.500 millones de dólares los bonistas, entre los cuales hay muchos capitalistas argentinos que usan esos dólares que fugan para comprar títulos de deuda y constituirse como acreedores externos de la Argentina. Los que lucran con el saqueo del país son los capitalistas criollos, como socios menores de la expoliación de las multinacionales y el capital financiero internacional. El Fondo Monetario también sigue cobrando intereses usurarios por los megacréditos que fue otorgando para financiar esta fuga desde 2018. 
 La conclusión es que los golpes que sufrió Milei en el Congreso y la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires fueron un catalizador de la corrida, pero es totalmente falso que la crisis se reduzca a "ruido político". Dos meses antes de la magra elección bonaerense del oficialismo ya se habían metido en una espiral insostenible de suba de tasas de interés en pesos para contener el desarme de posiciones y el pasaje al dólar de los bancos, a fuerza de paralizar la economía. 
 Eso fue porque fracasaron en conseguir crédito externo: solo emitieron la primera tanda de Bonte que habían proyectado, a tasas de quebranto que reflejaron las dudas del mercado. Así las cosas, intentaron desarmar las Lefi que tenían los bancos, para despejar las posibilidades de una cancelación masiva y una corrida, pero el tiro les salió por la culata. Los costos de extra de la suba de tasas ya superan los 3 billones de pesos, más que lo que hacía falta para atender la emergencia en discapacidad vetada por Milei. 
 Todo esto anticipa las patas cortas de las tratativas desesperadas de Milei por un nuevo salvavidas del Fondo o por hacer realidad la promesa del secretario del Tesoro de Trump de activar un swap para dotar de dólares ante un desmadre ponen a prueba hasta dónde el imperialismo estira la soga, cuando todo indica que el gobierno no tiene de donde agarrarse. La exigencia de una nueva "corrección" cambiaria es ineludible, pero volvería acelerar la inflación y presumiblemente se llevaría puesto al Ministro de Economía. Ya Caputo sacrificó su cargo en el Banco Central en 2018, cuando incumplió la letra del programa fondomonetarista para financiar la huida de los fondos de inversión extranjeros de la bicicleta financiera. 
 Moraleja: los reclamos populares son incompatibles con este gobierno, pero el ajuste no resuelve la imposibilidad de hacer frente a una deuda externa impagable, que además de ser ilegítima y fraudulenta va a parar al bolsillo de los mismos que no reinvierten sus ganancias y las fugan del país, generando la ilusión de que Argentina solo puede salir adelante haciendo los deberes para volver a mercado de crédito internacional. Esos deberes los padece el pueblo, y las consecuencias del fracaso también. 
 Ganar las calles para derrotar a Milei es el único camino para que no sigamos pagando esta estafa y para que no seamos los trabajadores los que paguemos la consecuencia de su fracaso. La única salida para terminar con este saqueo y evitar un nuevo default ruinoso es proceder al repudio de esta deuda usuraria, romper con el FMI, y poner los resortes de la economía nacional bajo control obrero para reorganizar al país ajustando a los ajustadores y especuladores.

 Iván Hirsch