martes, junio 24, 2025

El ataque a Irán no fue sólo obra de Israel con la “ayuda” de Estados Unidos


Cómplices europeos y árabes de la escalada imperialista en Medio Oriente. 

 Hay varios indicios que dan cuenta de que el ataque israelí contra Irán contó con un armado internacional de mayor alcance. 
 En primer lugar está el claro papel de los Estados Unidos quien en los días previos le dio falsas garantías a Irán de que las negociaciones por el desarme nuclear iraní transcurrirían sin acciones bélicas por parte de Israel. Hoy muchos medios dan como un hecho que Trump, no solo no fue sorprendido por los ataques, tal como él mismo terminó admitiendo, sino que dio las ubicaciones de los negociadores para que fueran ejecutados igual que los científicos y los altos mandos iraníes. 
 Más allá de los supuestos deseos de Trump de quitarle a Estados Unidos su papel de gendarme mundial -tal como prometió en campaña- las internas al interior del gobierno y la dinámica de la crisis imperialista mundial determinan sus acciones. 
 Un papel semejante pero que no tuvo tanto protagonismo cumplieron los países árabes al establecer reuniones de supuesto acercamiento con Irán.
 Días antes de la ofensiva israelí el responsable de la Defensa saudí, Khalid bin Salman se reunió con el líder de la República Islámica de Irán, Seyed Ali Jamenei, para discutir un supuesto acuerdo bilateral de defensa, lo cual resulta inverosímil sabiendo que tanto Emiratos árabes como Arabia saudi tienen acuerdos con Israel en su conflicto con los hutíes en Yemen -conflicto proxy con Irán-. 
 Son todas maniobras que apuntaron a bajar la guardia del gobierno iraní, pero son armas de una sola bala que mellan la credibilidad de los implicados.
 A pesar de haber firmado una declaración junto con todos los países árabes “condenando el ataque israeli a una nación islámica” Jordania colabora desde el primer día directamente con el régimen genocida derribando los drones y los misiles iraníes que vuelan por su espacio aéreo.
 Por su parte, Arabia Saudita proporciona datos de radar y tolera el acceso israelí a su espacio aéreo, especialmente en la parte norte del país. 
 Bastó que Irán ejerciera su derecho a defensa atacando las bases militares norteamericanas para que se corriera aún más el velo entre los países árabes. Respaldándose en que una de esas bases está en Qatar, Jordania y Arabia Saudí repudiaron el ataque y declararon “el despliegue de todos los medios para apoyar a Qatar en todas las medidas que adopte”, en una demostración de que están impacientes de encontrar una excusa para entrar en el conflicto. Otros países árabes también repudiaron el ataque, aunque sin tanta efervescencia. Uno de los casos más lamentables es el de la Autoridad Palestina que condena el ataque a las bases militares del país que pertrecha al genocida de su propio pueblo. No se puede esperar otra cosa del guardiacárcel del gueto en que se está convirtiendo Cisjordania. 
 A todos ellos en el pasado los tuvo sin cuidado que Qatar infringiera su propia soberanía y pusiera en riesgo a la región al aceptar bases militares yanquis y británicas en su territorio, de la misma manera que también lo hicieron Emiratos árabes y Arabia Saudí. 
 Por el contrario, el que le bajó el precio al ataque fue el mismo Donald Trump quien declaró que no hubo víctimas yanquis debido a que el mismo Irán le había dado aviso previo. 

 La OIEA

 A criterio del régimen iraní, el que también cumplió su función fue el argentino Rafael Grossi, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). 
 El régimen de Teherán consideró que la reciente publicación de un informe del OIEA, en el que se detallan aspectos sensibles de su programa nuclear, fue funcional para que la comunidad internacional apoye la ofensiva israelí. Según el informe, Irán contaba con suficiente uranio enriquecido como para crear, luego de un proceso, una bomba nuclear. Ahora Grossi está de gira por los medios alertando que todo el Tratado de No Proliferación Nuclear está en peligro y aclarando que Irán no tiene armas nucleares, pero la guerra ya estalló. 

 Reino Unido

 Otro actor que tiene una actuación velada es Reino Unido. 
 La semana pasada la Armada iraní interceptó a un destructor de Reino Unido que navegada en el mar de Omán hacia el Golfo Pérsico, para apoyar a Israel, y le obligó a cambiar de rumbo con drones.
 Los aviones israelíes se abastecen y refugian en las bases militares que Reino Unido tiene en Chipre, y, para algunos analistas, el ataque de drones israelíes que salieron desde el propio territorio iraní en camiones es muy semejante al ataque que sufrieron las cuatro bases aéreas rusas desde dentro de su propio territorio, también desde camiones, -por drones que se suponen de fabricación ucraniana pero que el gobierno ruso denuncia que contaron con apoyo y planeación británicos-. 
 Por lo tanto, toda la pantomima británica previa sobre sanciones a instituciones y personas vinculadas a grupos de colonos, la suspensión de las relaciones comerciales con Israel y el llamado al embajador por una supuesta condena al genocidio palestino, solo tuvo como objetivo levantar una cohartada para llevar adelante, solapadamente, el apoyo militar pleno a Israel. 
 Escalado el conflicto, Reino Unido reforzó su presencia militar en Chipre con el envío de aviones de combate Typhoon y aviones cisterna Voyager. 
 Esta confabulación internacional contra Irán es solo un eslabón de la guerra imperialista que tuvo como escalones necesarios el cambio de régimen en Siria, el genocidio palestino y los ataques terroristas contra Hezbolla. De momento, el anhelo imperialista de cambio de régimen en Irán está siendo detenido por el rechazo popular que genera el ataque sionista y que se expresa en movilizaciones multitudinarias en Teherán a pesar de la crisis económica y el recrudecimiento de la represión interna del régimen de los ayatolá. 

 Aldana González 
 24/06/2025

Audiencia pública reclama la absolución de Alejandro Bodart


Una condena dictada por la DAIA y los “servicios” colonizados por el Mossad. 

 Este lunes 23, tuvo lugar en el Congreso nacional una Audiencia Pública para reclamar la absolución de Alejandro Bodart, el dirigente del MST condenado por supuesta “incitación a la discriminación contra los judíos”. 
 La acusación contra Bodart, iniciada por la DAIA, dio lugar a un juicio oral donde desfilaron numerosos testigos de concepto. La jueza absolvió a Bodart, entendiendo a sus críticas al Estado de Israel como manifestaciones de carácter político que se inscribían dentro del derecho a la libertad de expresión. El juicio, en cualquier caso, se convirtió en una tribuna de denuncia del genocidio sionista en Argentina. Jorge Altamira, uno de los testigos ofrecidos por la defensa de Bodart, señaló que la consigna histórica de “Palestina libre del río al mar”, expuesta por los acusadores de Bodart como expresión de su supuesto “antisemitismo”, había sido invertida siniestramente por el estado sionista, en su operación de exterminio y expulsión de Gaza y Cisjordania. Pero el fallo absolutorio, apelado por la DAIA, fue revocado por la Cámara de Casación porteña. En vísperas de una nueva audiencia judicial, el MST y las defensas de Bodart convocaron a esta audiencia en el Congreso, que reunió a dirigentes de izquierda, parlamentarios del FITU, representantes del comité de solidaridad con Palestina en Argentina y organizaciones de juristas democráticos. Los abogados de Bodart, María del Carmen Verdú e Ismael Jalil, de Correpi, expusieron las incidencias del juicio y el estado en que se encuentra la causa. Los abogados explicaron que, en su fallo dividido -2 a 1- los camaristas Franza y Mahiques revocaron la absolución dispuesta en primera instancia. En el caso de Mahiques, integrante de una camarilla familiar conocida como el clan de “Lago Escondido”, el magistrado se limitó a “cortar y pegar” los argumentos esgrimidos por la DAIA contra Bodart. En lo sustancial, se trata de identificar al antisionismo con el antisemitismo. Es la impostura que alimenta a la persecución a todos los luchadores que en el mundo denuncian en estas horas el genocidio palestino. En la audiencia, se citó al caso de Cristian Ruiz, el argentino denunciado y detenido durante 6 meses por denunciar en sus redes a la masacre perpetrada por el estado sionista. Ya liberado, Ruiz se quitó la vida. Más recientemente, la diputada Vanina Biasi fue procesada por las mismas razones. 
 Después de la exposición de los abogados, intervinieron dirigentes de organizaciones palestinas en Argentina, dirigentes de izquierda y de derechos humanos. En un ámbito como el Congreso nacional, la ausencia completa del peronismo y del kirchnerismo fue estruendosa, trátese de justicialistas, kirchneristas o troskokirchneristas. La presencia de Luis D´Elia en la audiencia no cuenta ni como excepción, porque no integra ninguna de las orgánicas “nacionales y populares”. En su intervención, el propio D´Elia, que se encuentra imputado en la causa por el Memorándum por Irán, deploró la ausencia del peronismo. 
 Marcelo Ramal expresó el repudio de Politica Obrera a la resolución condenatoria, instigada por los representantes locales de Netanhayu-Trump, es decir, Javier Milei y Bullrich. Ramal señaló que el fallo contra Bodart debe entenderse en el cuadro de la guerra imperialista en curso, que es a la vez una guerra interior contra todos los que alcen la voz contra las manifestaciones más excecrables de esa guerra. Argentina no se encuentra de ningún modo ausente de la guerra en curso, y lo prueba la colonización de la actual SIDE por parte de la CIA y el Mossad, como lo prueba el nombramiento de Kravetz como figura central de los servicios argentinos. Si se tiene en cuenta el entrelazamiento histórico de los “servicios” con el aparato judicial- señaló Ramal- es muy claro que la escalada de procesamientos y acusaciones es inseparable de los atropellos represivos, las disposiciones sobre requisas y los ciberpatrullajes. El peronismo y el kirchnerismo, que le han quitado el cuerpo a esta lucha, terminará bebiendo de su propia medicina, como lo prueba la reactivación de la causa por el Memorandum con Irán. La derrota de los fallos condenatorios, por lo tanto, debe integrarse a la lucha internacionalista y socialista por derrotar a los gobiernos de la guerra imperialista, que encabezan la agresión criminal a Palestina e Irán -entre ellos, señalamos, los liberticidas de Milei y Bullrich. 
 Finalmente, los organizadores llamaron a estar alertas frente a las próximas instancias judiciales, y frente a la posibilidad de que se ratifique la condena a Bodart. 

 Política Obrera

¿El imperialismo está “aislado”?


Un debate político sobre la guerra en la audiencia Bodart

 En la audiencia por la absolución de Alejandro Bodart (ver nota), se expresaron múltiples condenas a la acción genocida del Estado sionista contra Gaza, y diferentes caracterizaciones sobre el gobierno israelí. Una de las más significativas fue la del diputado Christian Castillo, del PTS. Castillo destacó, sorprendentemente, el “aislamiento internacional” de Netanyahu y, reiteró un concepto muy reiterado en las últimas semanas en círculos pretendidamente democráticos – su presunta condición de “paria internacional”. Castillo no hace más que vehiculizar una opinión que se había expandido luego de las declaraciones ‘condenatorias’ de los jefes imperialistas de la Unión Europea y de algunos sectores del partido Demócrata de Estados Unidos, a partir de la expulsión de las organizaciones humanitarias de la ONU en Gaza, para ser reemplazadas por compañías para militares alquiladas por el gobierno sionista. Esta operación agravó la hambruna en la Franja y sirvió de pretexto para los asesinatos de quienes venían a requerir comida en las tres estaciones establecidas. 
 El diputado del PTS no logró advertir la hipocresía de esos gobiernos a sueldo del imperialismo. En el día de ayer esos mismos gobiernos declararon que el bombardeo a las tres instalaciones de Irán, por parte de la camarilla de Trump, “no viola la ley internacional”. La descripción deformada de la guerra internacional por parte de Castillo corresponde a la caracterización del PTS de que la geopolítica imperialista no se orienta hacia una guerra mundial imperialista sino a una “paz” imperialista. Netanyahu es el imperialismo, como lo ha demostrado la guerra contra Irán. Entonces, ¿está ‘aislado’ el imperialismo? 
 La oposición política a Netanyahu, encabezada por Yoav Galant y Yair Lapid, ha apoyado a rabiar el inicio del ataque no provocado de Israel contra Iran; los ‘opositores’ pusieron por escrito este apoyo en todos los diarios de Israel, y reclamaron al ‘Bibi’ a destruir el régimen político iraní y asesinar a toda su cúpula. Quien se encuentra fatalmente aislado es Iran – abandonado en el caso hasta por las potencias aliadas (Rusia y China). Uno de los más entusiastas predicadores de la tesis de un Netanhayu “loco”, el columnista Thomas Friedman, del New York Time, cambió de ángulo cuando se desató la guerra no provocada contra Irán, y pasó a auspiciar la destrucción de Iran (ver The New York Times) para obtener, en sus palabras, “la paz después de la guerra”, el mismo lema que enarboló la camarilla de Trump para justificar su propio ataque no provocado, el fin de semana pasado. Aunque Castillo se encuentra en las antípodas de Friedman (y por supuesto de Trump), su método político lo lleva a la misma conclusión – “la paz después de la guerra”. Lo mismo opina la oposición sionista a Netanyahu -la guerra para conseguir la paz-, acabará con el principal pretexto para mantener en el gobierno a Netanyahu. El slogan de la paz y la democracia ha sido una constante en las guerras imperialistas de Estados Unidos.
 Repetida por la izquierda, la tesis que presenta a Nentanhayu como un criminal “aislado” tiene implicancias políticas estratégicas. Es que “los” Netanhayu, Trump o Milei expresan una tendencia irreversible del imperialismo mundial y del capitalismo en decadencia: la tendencia a procurar una salida a sus contradicciones por la vía de la guerra. Guerra internacional y guerras de opresión, por un lado; guerra contra la clase obrera y los explotados de sus países. El “desquiciado aislado”, como alguna prensa internacional presenta a Netanyahu, ha sido central en la reducción de la presencia de Rusia en Medio Oriente a un mero símbolo, cuando en 2015 se había convertido en el patrón de Siria. La captura de Siria da al imperialismo una base estratégica en el Cáucaso sur (Armenia y Azerbaidjan) y en el corredor estratégico Zangesur, que cruza a Armenia e Iran, y abre el camino al Asia Central. Cuando cumpla su faena Netanyahu quedará aislado y caerá, pero eso será ya harina de otro costal. 
 Para la lucha que convocó la audiencia de ayer, está divergencia es fundamental, cuando el Mossad de Netanyahu ha penetrado como nunca el estado argentino. La campaña contra el ‘antisemitismo’ de la izquierda será impotente frente a los servicios, el gobierno y los jueces de Lago Escondido, si no desarrollamos un fuerte movimiento de masas contra la guerra imperialista y del sionismo. Para superar el único aislamiento que importa, que es el de la izquierda tomada en su conjunto, hay que desechar de plano la política del PTS y de los partidos que lo secundan en esa caracterización de la guerra. 

 Marcelo Ramal 
 24/06/2025

¡Fuera las manos de Trump, Netanyahu (y Milei) de Irán, Gaza y Medio Oriente!


Las bombas más poderosas existentes, las de más de 13 toneladas, fueron lanzadas por 125 aviones yanquis, acompañadas por decenas de misiles disparados desde submarinos atómicos, sobre Irán en la noche de este sábado 21. 
 Netanyahu, el presidente genocida de Israel, que viene bombardeando Irán desde la semana pasada, le pidió a Trump que completará su labor destructiva. 
 Israel es un peón del imperialismo yanqui y de la Otan contra los palestinos y los pueblos de Medio Oriente. El canciller de Alemania, Merz, declaró, sin vergüenza: “Israel está haciendo el ‘trabajo sucio’ de Occidente”. 
 Trump actúa como un matón fascista reclamando la “rendición incondicional” de Irán, amenazando con el asesinato directo del Ayatollah Alí Jamenei, presidente iraní. “Humanitariamente” ha llamado a que los 10 millones de habitantes de Teherán “evacuen” la ciudad, amenazando con nuevos bombardeos apocalípticos. 
 ¿Qué sigue después de haber tirado las bombas más poderosas existentes? ¡La bomba atómica! 
 El mismo día del bombardeo yanqui a Irán, en Gaza fueron asesinados 200 palestinos. Los tienen bloqueados sin pan, agua, ni remedios. Y cuando los convocan, los matan. 
 Trump y Netanyahu están jugando con llevar al mundo al borde una tercera guerra mundial. Netanyahu dijo que la “filosofía” común que tenía con Trump era: primero aplicar la fuerza, después imponer “la paz”.
 ¡Una pax americana y de la derecha facho/sionista!
 El objetivo directo es el de imponer un cambio de régimen en Irán y rediseñar todo el mapa de Medio Oriente a favor de una mayor colonización imperialista/sionista. Israel y EEUU están bombardeando en la actualidad a Gaza, Cisjordania, Yemen, Siria, Líbano e Irán.
 La excusa del ataque a Irán es que es “preventiva”, porque este tendría bombas atómicas. Lo mismo argumentó el presidente yanqui, George Bush, para justificar la invasión de Irak en el 2003 (armas de destrucción masiva que nunca se encontraron). El que tiene bombas atómicas es Israel. ¡Un mono con navaja atómica! 
 Milei saludo los bombardeos: es un día histórico para Occidente, declaró. En su reciente viaje a Israel, firmó acuerdos que alinean abiertamente a la Argentina con la “santa alianza” imperialista/sionista contra los pueblos de Medio Oriente. Esto va acompañado por un refuerzo del aparato represivo en la Argentina, dándole (por decreto) más poderes represivos a la Policía Federal y anunciando nuevos ataques contra los trabajadores (nueva reforma laboral y previsional reaccionarias). 
 En Berlín, Londres, Roma, en muchas ciudades norteamericanas, decenas de miles manifestaron contra la guerra de Trump y Netanyahu.
 También en Argentina, el domingo 15, se realizó una de las mayores marchas contra la agresión sionista.
 El peronismo -Cristina, Massa, Kicillof y Cía.- ha hecho mutis por el foro. Se han negado a repudiar la masacre en curso: apoya la política genocida del imperialismo/sionismo. 
 Fuera las manos de Netanyahu, Trump, la Otan (y también de Milei) de Medio Oriente. Alto al bombardeo imperialista/sionista sobre Irán. Paremos el genocidio al pueblo palestino: cese del fuego y retiro de las tropas sionistas en Gaza. Libertad a los presos palestinos. Derecho al retorno de los territorios que han sido expulsados. Basta de bloqueo a Gaza: libre ingreso de comida, medicinas y combustible. 
 Frente Único contra la agresión imperialista/sionista: asambleas, actos, movilizaciones, organicemos una gran marcha nacional para demostrar que el pueblo argentino apoya a los pueblos que luchan contra la opresión sionista/imperialista en Medio Oriente y enfrenta a sus lacayos locales.

 Partido Obrero 
23/6/2025

Tras el ataque de Trump a las centrales iraníes


Abajo la agresión sionista e imperialista contra Irán, Palestina, Siria, Líbano y Yemen
 Estados Unidos atacó tres instalaciones del programa nuclear iraní 

El ataque de las fuerzas norteamericanas contra las instalaciones nucleares de Natanz, Fordo e Isfahan marcó un involucramiento directo de la Casa Blanca en la agresión contra Irán y agudiza el riesgo de una guerra de características regionales. Teherán respondió con una andanada de misiles sobre Israel, que había iniciado la agresión sobre territorio persa el viernes 13, y este lunes 23 atacó la estratégica base militar yanqui en Al Udeid, ubicada en Qatar. Hace apenas un mes, Trump se había llevado el compromiso de las autoridades qataríes de invertir 38 mil millones de dólares para mejorar la infraestructura de este lugar donde hay 8 mil soldados estadounidenses desplegados. 
 Tras el ataque, Trump planteó en sus redes sociales: “No es políticamente correcto utilizar el término ‘cambio de régimen’, pero si el actual régimen iraní es incapaz de hacer a Irán grande de nuevo, ¿por qué no habría un cambio de régimen?”. Pero avanzar en esa dirección podría implicar la apertura de un largo conflicto, como en Irak a comienzos de siglo. ¿Cuál sería la diferencia esta vez? El vicepresidente J.V. Vance no dejó muy tranquila a la prensa con su respuesta. “La diferencia es que entonces teníamos presidentes tontos y ahora tenemos un presidente que realmente sabe cómo cumplir los objetivos de seguridad nacional de Estados Unidos”. 
 En Estados Unidos se ha disparado otra polémica, que gira en torno a si Trump tiene facultades constitucionales para lanzar unilateralmente la guerra contra Irán, o si debería pedir autorización al Congreso. Pero fuera de esta objeción, no se conoce ninguna crítica de fondo de los popes del Partido Demócrata al ataque a las instalaciones nucleares iraníes. El líder de los demócratas en el Senado, Chuck Shumer, había respaldado públicamente los ataques israelíes del viernes 13 contra Irán. Además, recordemos, el expresidente Joe Biden fue uno de los principales soportes de la ofensiva genocida del sionismo contra el pueblo palestino. 
 El ataque estadounidense contra las centrales iraníes involucró a 125 aviones y bombas GBU-57, las llamadas “anti-búnker”, con capacidad para destruir instalaciones subterráneas, una característica con la que no cuenta la aviación israelí. Aún no es claro el daño que pudieron producir estos ataques. Las autoridades yanquis aseguran que fue demoledor, y el titular del Organismo Internacional de Argentina Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, lo calificó como “muy significativo”, aunque no faltan fuentes que relativicen esas afirmaciones. Hasta aquí, Irán había logrado enriquecer uranio al 60%.
 La Casa Blanca exige una capitulación total de Teherán: desmantelamiento completo del programa nuclear, de su plan misilístico y el cese del apoyo a Hezbollah y otros grupos armados de la región. Por ahora, el gobierno iraní dice que no se sentará a negociar si no cesan primero los ataques armados. Entre las cartas con que cuenta Teherán, más allá de los ataques militares, figura un potencial cierre del estrecho de Ormuz -una importancia vía comercial-, que según las agencias informativas podría llevar el precio del barril de petróleo por encima de los 100 dólares. 
 Los ataques contra Irán han vuelto a dejar en un segundo plano la situación en Gaza, donde decenas de personas siguen siendo asesinadas cada día a manos del ejército israelí, muchas de ellas ejecutadas a quemarropa en el intento de adquirir asistencia alimentaria, que no ingresa al territorio costero debido al bloqueo israelí iniciado en marzo.
 El ataque en curso contra Irán se inscribe en una agresión de carácter general que incluye también a Palestina, Siria, Líbano y Yemen. El sionismo y el imperialismo buscan remodelar el Medio Oriente a su conveniencia. Como en ocasión de la guerra de Irak, en 2003, necesitamos repetir las movilizaciones masivas que repudiaron la guerra imperialista. En Argentina ya se están preparando movilizaciones.

 Gustavo Montenegro

domingo, junio 22, 2025

Rusia-Ucrania: ninguna solución


La guerra se expande. 

 Durante su discurso inaugural, al asumir el segundo mandato, Donald Trump anunció que “nuestro poder detendrá todas las guerras y traerá un nuevo espíritu de unidad”. Cinco meses después, las guerras se intensifican en lugar de terminar. 
 Entre 2021 y 2024, los presupuestos de defensa de los miembros de la UE aumentaron de 248.000 millones de dólares a 372.000 millones y se proyecta un aumento adicional de al menos 114.000 millones de dólares para 2027. 
En marzo, el programa, originalmente denominado ReArm Europe, se reformuló como “Preparación Europea 2030”, con la aspiración de movilizar 800.000 millones de euros (algo más de 900 mil millones de dólares) para gastos de defensa durante cinco años. En marzo, Merz —entonces canciller alemán entrante— creó un fondo común de deuda de 500.000 millones de euros para gastos de defensa e infraestructura alemana. Este año, dos países no pertenecientes a la UE —el Reino Unido y Noruega, ambos miembros de la «coalición de los dispuestos» lanzada por Francia y el Reino Unido tras la Conferencia de Seguridad de Múnich en febrero— prometieron 450 millones de libras esterlinas adicionales (unos 600 millones de dólares) de apoyo militar a Kiev.
 El ataque de Ucrania contra los aeródromos rusos de inicios de este mes significó la ampliación de campo bélico hasta el círculo polar. Putín respondió con un asedio en serie de la capital ucraniana el cual ya suma numerosas víctimas y heridos. El último incluyó más de cuatrocientos drones y 32 misiles de crucero.
 En el terreno, el progreso ruso es admitido por todos: “Las fuerzas rusas invadieron más territorio ucraniano en mayo que en casi cualquier otro mes desde fines de 2022”, reconoce el Wall Street Journal (11/6). 
 El avance se desarrolla siguiendo aproximadamente el mismo esquema: pequeños grupos de infantería, control de las alturas dominantes y las líneas de suministro del ejército enemigo y, en última instancia, obligar a las unidades ucranianas a retirarse bajo amenaza de cerco. Los analistas militares rusos llaman a esto la "táctica de los mil cortes": cuando los ataques constantes agotan al enemigo y lo desangran gradualmente. Lo más relevante son los acontecimientos cerca de la frontera de Dnipro. Todo indica que ya se desarrollan combates dentro de esa región. Se trata de una zona que junto a Zaporizhia constituyen los dos polos industriales del país, y los centros logísticos más relevantes del ejército. No se trata de asentamientos sino de ciudades con grandes poblaciones. También en la dirección de Sumy, al norte, la evolución de las tropas rusas preocupa a los funcionarios ucranianos, que desde el repliegue de la fracasada incursión en Kursk (territorio ruso) ahora retrocede en terreno propio. “En los últimos meses, Rusia ha ocupado hasta una docena de pequeñas aldeas en la frontera de Sumy” confirma el Pravda de Ucrania (12/6), una fuente que se nutre directamente de las tropas en primera línea. 
 Si militarmente Zelenski enfrenta un panorama oscuro no es más auspicioso el político. Su gobierno experimenta un descalabro interno con la atención centrada en casos de corrupción. El más escandaloso es el que involucra al ministro de Unidad Nacional, cuya principal tarea es facilitar el retorno de los ucranianos al país, y que huyó al extranjero luego de quedar en el centro de una trama por la aceptación de sobornos. La intensificación de la disputa en el entorno de Zelenski coincide con los rumores crecientes de un inminente cambio de gobierno. En medios estadounidenses aparecen cada vez con mayor frecuencia artículos donde los colaboradores más cercanos del presidente ucraniano son criticados con dureza. “Washington está harto de Yermak” dice el medio Político en referencia al jefe de la Oficina Presidencial y mano derecha de Zelenski. “En medio de las intensas batallas políticas que han envuelto a Washington sobre Ucrania, hay un raro punto de consenso bipartidista: todos están hartos de Andriy Yermak” (19/6). 
 El segundo hombre más poderoso de Kiev llegó a Washington a principios de junio sin una agenda clara, y la respuesta de quienes se reunieron con él fue "no sabemos por qué está aquí", cita el mismo medio. Los observadores ven en esto un intento por forzar a Zelenski a depurar su entorno de “los Yermaks” o incluso de obligarlo a dimitir, difundiendo en el espacio informativo la tesis de que el actual presidente es un gobernante ineficaz y corrupto, y que se ha transformado en el principal obstáculo para el fin de la guerra, como se sostiene desde hace un tiempo. El punto crucial de todas estas operaciones radica en el control del ejército, que es el fiel de la balanza en toda gran crisis.
 La cumbre del G7 en Canadá fue, como muchos vaticinaban, un rotundo fracaso. El encuentro bilateral que Zelenski pretendía con Trump naufragó por la precipitada partida de este último, pero además la reunión de las potencias reducida a un G-6 culminó por primera vez sin acordar una declaración conjunta de apoyo a Ucrania. Según los medios, esto se debió a que los estadounidenses insistieron en una redacción más suave respecto a la Federación Rusa, pero otros países se opusieron. Zelenski también abandonó la cumbre anticipadamente sin conseguir el apoyo financiero y político que esperaba: “Para Washington, el fuego en Kiev y Odesa es menos peligroso que en Teherán y Tel Aviv” sentencia el Berliner Zeitung (19/6). El objetivo principal de la reunión —intentar asegurar el apoyo de Trump para presionar a Putin a aceptar un alto el fuego— quedó anulado por la repentina salida del presidente estadounidense, resume The Guardian. 
 En la vereda de enfrente Putin ha anunciado que está “listo para reunirse con Zelenski, la pregunta es quién firmará los documentos”. Esta es una modificación de su posición inicial de no reconocimiento del gobierno ucraniano como un interlocutor válido, y aunque no termina de concederle esa condición, la morigera. “No nos importa quién esté negociando, incluso si es Zelenski” recoge el Kommersant citando palabras de Putin (19/6).
 Ucrania ha calificado el memorándum presentado por Moscú en las conversaciones de Estambul como un “ultimátum” y presiona para que la UE y EEUU refuercen las sanciones hasta que “imposibiliten que la Federación Rusa financie la guerra". 
 Estas sanciones, según expresó el viceministro de exteriores de Ucrania, deben abarcar tanto la “flota en la sombra” como la reducción del precio marginal del petróleo. Esto último es un anhelo condenado al fracaso toda vez que la escalada en Medio Oriente dispara el precio del crudo, incluido el ruso. Estados Unidos parece haber archivado definitivamente su propuesta consistente en un alto el fuego “en las posiciones actuales”: cada uno se queda dónde está y se queda con las posiciones actuales, no se trataría de un reconocimiento legal sino de facto. Esta ha sido la línea de Keith Kellogg, el enviado especial de Trump para Ucrania. 
 Hay que apuntar que Rusia se ha vuelto una pieza central en la guerra entre Israel e Irán. Putin parece haber atraído a Trump al tango al ofrecerse como mediador entre los beligerantes, oferta que la Casa Blanca no ha descartado. 
 Es probable que Rusia haya seguido muy de cerca los acontecimientos que iniciaron las hostilidades entre Irán e Israel. Los ataques organizados por el Mossad con drones desde el mismo territorio persa son un calco de la “operación telaraña” contra los aeródromos donde Rusia tenía estacionada su flota estratégica. El procedimiento y la cercanía de ambas hasta podría calificar a la ucraniana como un ensayo de la emprendida dos semanas después por los servicios secretos del sionismo en la capital de Irán. Incluso las circunstancias elegidas son equivalentes, esto es, apenas horas antes de que se desarrollaran negociaciones preestablecidas entre las partes en conflicto, en un caso en Turquía, en el otro en el sultanato de Omán. 
 En una definición muy cercana a una advertencia, el medio ruso RT concluye sobre la agresión directa de Israel: “Aplastar a un vecino no elimina la amenaza; simplemente acerca a enemigos lejanos.” Las relaciones entre Irán y Rusia son estrechas. Ambos han impulsado el llamado Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INST), un sistema de tránsito multimodal que conecta rutas para mover carga entre Irán, Rusia, India y Asia Central, promocionado como una alternativa al canal de Suez. Además, Irán suministró una importante cantidad de drones a Rusia hasta hace muy poco, el arma por excelencia utilizada por ambas partes en este momento en la guerra entre la OTAN y Rusia. 
 El curso del conflicto es favorable a Rusia básicamente por un déficit estructural de soldados ucranianos, una carencia que Europa sólo puede suplir involucrándose con tropa propia sobre el terreno. El fracaso de las conversaciones de Estambul desnuda otra vez la incompatibilidad que existe entre los objetivos estratégicos de unos y otros. Las condiciones para un alto al fuego se alejan: la mayor evidencia es la parálisis completa de las negociaciones entre Trump y Putin, el surgimiento de nuevas guerras y el entrelazamiento de estas. 

 Camilo Márquez 
 21/06/2025

Abajo la agresión imperialista y del sionismo contra Irán y Palestina


Por la derrota del imperialismo y el sionismo mediante la lucha internacional de los trabajadores y la huelga general contra el agente liberticida de la guerra imperialista en Argentina. 

 En la tarde del sábado 21, una flota de aviones norteamericanos partió de Estados Unidos para bombardear las instalaciones nucleares de Irán. Desde el 13 de junio pasado, Israel había iniciado una guerra abierta, no provocada sino “preventiva”, contra Irán, mediante el bombardeo de emplazamientos antiaéreos, infraestructuras nucleares de transporte y de petróleo, el asesinato de sus principales líderes políticos y militares, así como el de una veintena de científicos iraníes. La operación “Martillo de Medianoche” fue lanzada, como ha ocurrido en toda esta guerra imperialista, mediante trampas, engaños y zancadillas, bautizadas como “señuelos” (decoy) por las agencias militares norteamericanas y la prensa internacional. Una flota de aviones se desplazó hacia el oeste de Estados Unidos, para luego desplazar en dirección contraria a la aviación encargada del asalto a las instalaciones nucleares de Irán. La flota encargada del bombardeo está compuesta por dos B-2 –los aviones con capacidad de llevar cargas de 13 toneladas de explosivos y proyectiles de penetración de hasta cien metros bajo tierra y explotar la cargas-, acompañada por cazas de protección, aviones de reabastecimientos y una flota marítima. Mientras Trump ha calificado a la operación como un “éxito completo”, observadores internacionales opinan que el bombardeo ha destruido el exterior de las instalaciones nucleares pero no llegado a la profundidad de ellas –al menos en el caso de Fordow, la más profunda-. Lo que importa, sin embargo, es que con ‘éxito’ o sin él, el aspirante a fascista ha prometido ‘una segunda vuelta’ si fuera necesaria para completar el objetivo. Pero esa ‘segunda vuelta’ está, de todos modos, inscripta a fondo en la dinámica de esta guerra, cuyo objetivo es la “rendición incondicional” y un cambio de régimen político en Irán. Entre sus abundantes declaraciones, Trump no ha desechado el uso de un arma atómica ‘táctica’ contra Irán. Trump está a punto de echar de su gobierno a la jefa de la Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, debido a la crítica de esta mujer a los bombardeos de Hiroshima y Nagaski, lanzados por el presidente de ese momento, Harry Truman, para acelerar la rendición incondicional de Japón. 
 Donald Trump había prometido, pocas horas antes, demorar la potencial “Martillo de Medianoche, también no provocada, con el subterfugio de permitir una salida negociada al tema del enriquecimiento de uranio, por parte de Irán. El mismo recurso había utilizado, con posterioridad al inicio de la guerra, por parte de Israel, bautizada León Naciente, cuando admitió o confesó que las negociaciones que había mantenido en ese momento con el gobierno de Irán habían sido de mala fe, sólo un “señuelo” para que Israel pudiera iniciar una guerra por sorpresa. La cuestión del enriquecimiento de uranio por parte de Irán había quedado resuelta por medio de un acuerdo avalado, con sus firmas, por Obama, Merkel, Macron, Cameron, Putin y Xi Jing pin. Trump rompió ese acuerdo en forma unilateral al llegar a la Presidencia. Trump y Netanyahu no tienen nada que envidiar a Hitler. El hombre que ha prometido sacar a Estados Unidos de guerras dañinas y perjudiciales y acusado a Kamala Harris, en la campańa electoral, de querer desencadenar “la guerra mundial tres”, se ha encaminado por ese camino. “Trump dio luz verde a Israel para iniciar un ataque para principios de junio –una autorización que no hubiera dado ningún presidente de Estados Unidos en las últimas dos décadas-.”. (Haaretz, 22.6), 
 La guerra imperialista no es una cuestión de elección personal sino que surge y se desenvuelve a partir de la dinámica de las contradicciones insalvables del capitalismo imperialista como organización social y política. El “éxito” que se atribuye Trump es otro subterfugio: declara que se inicia “un período de paz”, cuando incluso él sabe que la guerra ganará una mayor violencia y abarcará más allá del Medio Oriente. Potencia al imperialismo norteamericano en la guerra económica que libra con sus rivales internacionales y reforzará la intervención del imperialismo norteamericano en la guerra entre la OTAN y Rusia, que va más allá de Ucrania –envuelve ya a las naciones que bordean el Mar Negro, de un lado, y a los estados del Báltico, del otro-.
 La cuestión de las instalaciones nucleares de Irán, dedicadas al enriquecimiento de uranio, no son la razón histórica de la guerra imperialista contra este país, ni la razón concreta del actual momento histórico. El imperio persa data de hace miles de años y ha sido, incidentalmente, un país acogedor de los judíos perseguidos en distintas épocas. La situación histórica de Irán, rico en petróleo y gas, cambia con el ascenso del imperialismo, la revolución bolchevique, las guerras mundiales y la instalación del estado sionista. Un golpe de estado ejecutado en 1953 por la CIA y la Inteligencia británica derroca a un régimen semiconstitucional y restablece la monarquía. La monarquía es derrocada por una de las revoluciones más masivas de la época actual. La revolución iraní, aunque capturada por los ayatolas, es un tornillo en el riñon del imperialismo y los jeques capitalistas del Medio Oriente, y por sobre todo del estado sionista, que es por sobre todo una agencia política y militar del imperialismo mundial. La existencia de Israel no está amenazada por Irán, sino por su condición ‘existencial’ imperialista. Si perdiera esta condición, por una combinación extraordinaria de factores históricos –el principal de los cuales es la revolución socialista en Oriente Medio– el estado sionista se disolvería en una dinámica histórica progresista con los pueblos de ese espacio histórico. Israel no puede sobrevivir sino en guerra constante por la supresión de la existencia nacional de otros pueblos –en primer lugar, el palestino-. Pero un estado que posee, clandestinamente, noventa ojivas nucleares y los medios para transportarlas, sólo puede oponerse al enriquecimiento de uranio por otro país, para sostener el terror atómico contra sus vecinos. Como Trump acaba de amenazar.
 La guerra imperialista contra Irán, en la actualidad, obedece a factores concretos del momento, aunque Israel la haya preparado desde hace décadas. La destrucción del régimen iraní (clerical, capitalista, corrupto, opresor de las mujeres y las minorías nacionales) es la conclusión obligada de la guerra de aniquilamiento del pueblo palestino y la apropiación de todo su territorio histórico, que lleva adelante el sionismo -incluso desde mucho antes de la inauguración del estado de Israel, y de la guerra de supremacía contra Líbano y Siria-. El estado sionista participa de un nuevo reparto territorial, en línea con lo ocurrido en la primera y segunda posguerra mundial. La tendencia a la guerra imperialista contra Irán es permanente. “Trump (está dispuesto) a disparar una guerra regional más amplia –que podría culminar posiblemente en un cambio de régimen, un objetivo repetidamente declarado por el ministro de Defensa, Israel Katz-.”. (Haaretz, 22.6). 
 La guerra inmotivada del imperialismo y el sionismo contra Irán es una fase y una etapa de una guerra imperialista mundial en desarrollo. La guerra en Ucrania ha llegado a Siberia y Moscú, y la guerra de socavamiento de China prosigue sin respiro. Esta guerra, imperialista por el carácter y la naturaleza de sus raíces y el alcance de sus objetivos, forma parte de una eclosión de todas las contradicciones históricas del capitalismo. En el caso de Irán, se trata de una guerra de defensa nacional. Como ocurre con todas las contradicciones estallan en forma brusca, atraviesan períodos de ‘calma’, por cierto breves, y de masacres –sistemáticas-. Envuelven un aspecto ‘exterior’ y otro interior, una agudización de los antagonismos de clases en cada país y violencias crecientes –como ocurre con la caza de migrantes en Estados Unidos para ser deportados en campos de concentración, como El Salvador-. 
 La clase obrera de todo el mundo debe intervenir en esta guerra desatada por el imperialismo con el objetivo de conseguir la derrota de todas las fuerzas imperialistas y opresoras. De ningún modo darle la espalda; sería una neutralidad pacifista hasta que la guerra llegue a nuevos territorios y campos de batalla. El medio para hacerlo es la lucha contra el imperialismo en cada país, que en la mayor parte de los casos cuenta con el acuerdo, el apoyo, pero también de la falsa neutralidad de las burguesías nacionales. El nacionalismo burgués (kirchnerismo, lulismo, frenteamplismo, boricismo) convoca a los trabajadores a no sacar los ojos de los llamados ‘asuntos nacionales’, que pone naturalmente como ‘prioritarios’, con el propósito de mantener su hegemonía política, fuertemente cuestionada, y evitar que la clase obrera se convierta en internacionalista. La izquierda colateral del nacionalismo, repite a su manera los eslóganes del nacionalismo. Cuando apoya las manifestaciones contra la masacre en Gaza, se opone a que se conviertan en medios de lucha contra sus propios gobiernos imperialistas, en nombre de la ‘unidad’ del ‘arco opositor’. Algunas ‘izquierdas’, como es el caso del Socialist Workers Party del Reino Unido, califican a Irán como “un imperialismo regional” (“Socialist Worker”, 19/6), lo que significa que a Irán la separa una diferencia de grado con el sionismo. Son numerosos los grupos que apoyan a la OTAN, en Europa, contra el “imperialismo ruso”, adoptando el punto de vista ‘democrático’ de las burguesías y gobiernos de la Unión Europea. De nuestra parte advertimos: asistimos a una guerra imperialista mundial que, en el caso de Palestina, Irán, Líbano, se desarrolla contra naciones históricamente oprimidas.
 Milei ocupa la vanguardia ideológica, mediática y ultrarrepresiva del apoyo al imperialismo y al estado sionista. Procura desarrollar esa guerra al interior de Argentina, contra la clase obrera y los derechos políticos de las masas del país. Así como “Parar la guerra” es un objetivo deseable para todo demócrata, pero inalcanzable sin una derrota del imperialismo, el rechazo a que Milei involucre a Argentina en la guerra del lado del imperialismo es posible solamente si nos involucramos en la guerra del lado de las naciones oprimidas asaltadas por el imperialismo y del lado de la clase obrera que lucha contra sus patronales ‘locales” de todos los países. 
 Por la derrota del imperialismo y el estado sionista en la guerra contra Irán y contra Palestina, por un Medio Oriente obrero y socialista. 
 Por el fin de la guerra mundial en desarrollo, derrotemos al imperialismo y a los regímenes opresores, por medio de la unidad internacional de los trabajadores. 
 Para derrotar al agente liberticida del imperialismo y sus guerras, en Argentina, impulsemos la huelga general. 

 Declaración de Política Obrera 
 22/06/2025

Flybondi en manos de un exSIDE y agente de la derecha internacional


Los servicios de inteligencia nacionales e internacionales tendrán acceso discrecional a las rutas aéreas nacionales. 

 Flybondi anunció la entrada su nuevo socio accionista, COC Global Enterprise, de capitales estadounidenses y presidido por el argentino Leonardo Scatturice, hombre cercano a Santiago Caputo y exagente de la SIDE. La empresa yanqui centra sus actividades en el sector tecnológico y la aviación privada. COC Global Enterprise estará al frente del directorio de Flybondi, con el primer objetivo de sanear la situación financiera y expandir la operatividad. 
 Scatturice, quien reside en Miami, es un allegado al gobierno liberticida, mantiene estrechos lazos con el trumpismo y ha servido de nexo para acercar a los libertarios a Washington. A finales de 2024 Scatturice fue uno de los promotores del desembarco en la Argentina de la ultraderechista Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC). Es “experto” en “antilavado” y cuando vivía en Buenos Aires era la cabeza de una empresa de inteligencia privada llamada C3· Consulting, que, en 2012, en medio de la guerra de espías del kirchnerismo, fue investigada por una causa que se conoció como Dark Star. Este oscuro personaje proveniente de los “sótanos de la democracia” es señalado como quien le acercó el nombre de Andrés Vázquez a Santiago Caputo para que esté al frente de la DGI libertaria. 
 En enero de este año Santiago Caputo, su hermano Facundo (señalado como uno de los que maneja la caja de la LLA) y Manuel Vidal un ex PRO y politólogo, fueron recibidos en Miami por Scatturice. La ida a Florida del trio libertario tuvo como finalidad la participación de Milei en la asunción de Trump, pero a su vez se aceitaron las relaciones financieras y estratégicas con el Partido Republicano. Luego de este encuentro en Estados Unidos, el pasado 25 de febrero la aeronave Bombardier Global 5000, de propiedad de Scaturicce, arribó a Aeroparque procedente desde Miami. A bordo de la aeronave venía Laura Belén Arrieta, miembro del comité organizador de la CPAC y empleada de COC Global Enterprise, quien ingreso valijas al país, que, al día de hoy, no se conoce sus contenidos, concretamente, porque nunca fueron revisadas. Las sospechas de que en las mismas se encontraban material para el ciberpatrullaje pone en el centro de la escena a Santiago Caputo, quien maneja a gusto y piacere la SIDE y que tiene como objetivo el reforzamiento represivo y de espionaje. El avión permaneció una semana en un hangar del aeropuerto metropolitano antes de despegar rumbo a París, con escala en las Islas Canarias. El hangar depende de Diego Colunga, responsable de Royal Class; cercano a Santiago Caputo, fue colocado por éste como director de Aerolíneas Argentinas. Según versiones, fue Scaturicce quien digitó el nombramiento de Colunga en el cargo, dando cuenta del grado de injerencia que tiene el ex SIDE en el gobierno libertario. 
 El caso del avión es un mojón entre Scaturicce y los libertarios. El empresario es señalado como “facilitador total” de recursos, siendo un engranaje clave con el conservadurismo norteamericano y es fuente de consulta permanente sobre cuestiones relacionadas a la inteligencia de Santiago Caputo. 
 Los miembros de la CPAC se pasean por los pasillos de la Casa Rosada a partir de las gestiones de Scaturicce. En abril pasado un séquito de la CPAC, entre los que se encontraba Matt Schlapp, CEO de la CPAC, antecedió la visita oficial del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent.
 El traspaso de Flybondi se da en el marco de esta madeja de empresarios, conservadores y servicios de inteligencia, lo que hace presumir que no es solo la entrada de capitales a una empresa aerocomercial, sino que se inscribe en el reforzamiento de la SIDE libertaria (a esta altura totalmente colonizada por la CIA y el MOSAD) que de esta forma tendría acceso discrecional a rutas aéreas, brindándole una logística para llevar y traer insumos para que Caputo siga reforzando la injerencia de la SIDE y, por ende, reforzar el estado policíaco que los libertarios necesitan para continuar aplicando el plan de guerra contra las masas.

 Lucas Giannetti
 21/06/2025

Cristina Kirchner, “rigurosamente vigilada”


La guerra imperialista llega a las calles del barrio de Montserrat. 

 La cuestión de las condiciones de detención de Cristina Kirchner ha vuelto a levantar temperatura en las últimas horas. Los fiscales de la causa Vialidad, Diego Luciani y Sergio Mola, denunciaron como “improcedente” una visita de la intendenta quilmeña Mayra Mendoza a la expresidenta y apelaron el permiso otorgado por el juez Jorge Gorini para que la expresidenta se asome al balcón. El Tribunal Oral (tres jueces) ha determinado que, con excepción de algunos familiares, abogados o médicos personales, las visitas deberán contar con un permiso judicial. Es una exigencia que supera las condiciones generales de la prisión domiciliaria -los genocidas de la dictadura gozan de visitas irrestrictas e incluso de salidas-. Es una medida de incomunicación política, a despecho de una larga tradición histórica de agitación y propaganda política ejercidas desde la cárcel. Este ensañamiento fue precedido por la colocación de la tobillera electrónica a la detenida. Hay una presencia permanente de fuerzas federales en las inmediaciones del edificio de la calle San José. 

 En la picota 

Sobre la expresidenta penden varias causas judiciales; algunas en conexión directa con la de Vialidad. Es el caso de la causa Hotesur-Los Sauces, donde se pretende probar ‘retornos’ pagados por Lázaro Báez, el designado como “testaferro” de la familia Kirchner para las obras viales, a través de la contratación de servicios de los hoteles de Calafate. La otra causa, “Cuadernos”, apunta a una red de “retornos” por obras públicas realizadas por la gran “patria contratista” de la burguesía. Aquí, Cristina Kirchner se encuentra imputada como presunta jefa de una asociación ilícita. El sobreseimiento o la conversión de varios de los empresarios imputados a la condición de “colaboradores de la causa” “arrepentidos” -como Ángelo Calcaterra, el primo ‘del alma’ de Mauricio Macri-, anticipa hacia dónde se dirigirá el dedo acusador. 
 Con menos prensa, pero muy superiores implicancias políticas, se encuentra la causa que se le sigue a Cristina por la firma del “Memorándum con Irán”. Es el acta que suscribió el gobierno de CFK en 2013 con aquel país para interrogar, en Teherán, a personeros del régimen iraní presuntamente involucrados en el atentado a la AMIA. El memorándum fue aprobado por el Congreso argentino, pero nunca lo refrendó el parlamento iraní. La acusación fundamental reposa en que el Memorándum implicaría el cese de las órdenes de detención –“alertas rojas”- de Interpol contra los iraníes acusados. Pero Interpol lo desmintió y señaló que tales “alertas” nunca fueron suspendidas. La acusación de “traición a la patria” contra Cristina, que Milei refrendó en el reportaje que brindó anoche a LN, viene cruzada con la causa de la muerte del fiscal Nisman. 
 Milei ha reflotado la cuestión del memorándum en medio del agravamiento de la guerra internacional y de la escalada de Netanyahu contra Irán, con la complicidad de Trump y de la “democrática” Unión Europea. En el reportaje, el presidente argentino presentó al criminal de guerra Netanyahu como un “hidalgo”, en abierta apología del genocidio. Días antes, y a través de un comunicado oficial, el gobierno argentino respaldaba las incursiones militares de Israel contra Irán y denunciaba que uno de los oficiales iraníes mencionados en la causa AMIA acababa de ser ascendido al alto mando de la Guardia Revolucionaria iraní. El gobierno liberticida ha metido a fondo la cuestión de la guerra internacional en la crisis política interna, desmintiendo a todos aquellos para quienes la guerra es un asunto ‘exterior’, sin conexión con la guerra social y política que se libra contra las masas en Argentina. Asociando al kirchnerismo con el “eje internacional del mal”, Milei apunta a librar una lucha política abierta para crear un polo fascista en la clase media, que no tiene hoy.

 Prisión perpetua 

La seguidilla de causas, y en particular la que se relaciona con el Memorándum, puede terminar en una sumatoria de condenas que equivalga a una prisión a perpetuidad. Ese horizonte está presente en la camarilla de fiscales y jueces que le dictó la condena y que hoy administra su detención. El régimen legal vigente sobre condiciones carcelarias -desde la selección de las visitas hasta las eventuales salidas- las relaciona con el tipo de condena recibida. En ese sentido, la tobillera y las restricciones descuentan un agravamiento de las penas por venir. Con el desarrollo de la guerra internacional, una condena a Cristina por el Memorándum nunca ejecutado con Irán sería funcional a la guerra de Netanyahu y Trump, después de tres décadas de encubrimiento del Estado argentino tanto al atentado a la AMIA como al perpetrado contra la embajada de Israel. En este último caso, la intervención y responsabilidad de la Corte ha terminado archivada.
 La anunciada visita de Lula a CFK probablemente tenga que ver con este cuadro político –una extensión de la pena hasta equivaler para Cristina a una perpetua-; el brasileño, por su parte, pelea por una condena contra Bolsonaro por tentativa de golpe de estado. Pero Trump quiere la cabeza del juez Alexandre de Morais, que dirige la causa contra el golpista brasileño.
 La expresidenta no pronunció una sola palabra de condena del genocidio palestino ni de la guerra contra Irán, probablemente por los temores a un agravamiento de su situación judicial, pero ello no excusa el silencio del conjunto del kirchnerismo y del peronismo; “la tercera posición” ni se hizo ver. La cuestión judicial, en uno y otro país, así como en varias otras regiones, desde Estados Unidos a Tierra del Fuego, son una expresión de una crisis de conjunto que amenaza con explotar. Las violaciones judiciales y constitucionales en el país de Trump tienen un carácter masivo. 
 A la luz de este cuadro, es muy claro que las tobilleras, los permisos y las condiciones carcelarias no son una anécdota. Los límites del kirchnerismo y de su jefa para abordar esta crisis general son insuperables; en su discurso del miércoles, solo atinó a crear la expectativa de un estallido de la política económica, con la esperanza de que “ya me van a venir a buscar”. 

 Marcelo Ramal
 20/06/2025

martes, junio 17, 2025

Trump y Netanyahu lanzan una guerra para acabar con Irán y rediseñar el mapa político del Medio Oriente


El peligro de un ataque atómico ‘selectivo’. 

 El ataque salvaje, demoledor e ininterrumpido desatado por las Fuerzas Armadas de Israel contra la República Islámica de Irán no tiene el propósito exclusivo de destruir las instalaciones donde se procesa el enriquecimiento de uranio y evitar la producción de un artefacto nuclear. El bombardeo con misiles a estos refugios subterráneos ha sido hasta ahora un fracaso y conlleva el peligro de producir un contagio radioactivo generalizado. La prensa coincide en que Israel no tiene los recursos tecnológicos militares para alcanzar ese objetivo, o sea las cargas explosivas y los medios de transporte. Para eso necesitaría el concurso de los Estados Unidos, que posee esas cargas de más de 13 toneladas y los B-2 con capacidad para evitar su detección. Es precisamente esta una de las razones por las que Netanyahu ha reclamado a Trump una participación directa conjunta en el ataque. El propósito excluyente de la guerra iniciada contra Irán tiene el objetivo estratégico de imponer una rendición política y militar incondicional del régimen de los Ayatollah, y la instalación de un gobierno obediente a los objetivos del imperialismo mundial. Numerosos observadores han destacado, con absoluto realismo, que el ataque obedece a la oportunidad estratégica abierta para Israel, que ha diezmado a las direcciones de Hizbollah y Hamas; avanzado, con total impunidad, con la “limpieza étnica” en Gaza y las expulsiones de palestinos en Cisjordania; derrocado al régimen de Bashar al Assad y ocupado el sur del Líbano y la mitad de Siria; y haber destruido buena parte de la defensa aérea de Irán en los ataques ‘ensayo’ de abril y octubre del año pasado. Inversamente, el objetivo estratégico de esta escalada militar ha sido preparar las condiciones para ir por el régimen de Irán. La reducción de Irán a una impotencia política completa culminaría el objetivo estratégico perseguido por el régimen sionista. El Medio Oriente, sin embargo, no se convertirá por ello en un espacio geopolítico de estabilidad, sino de guerras más allá de las fronteras de guerra actuales. 
 La agresión de Israel ha sido combinada con el Pentágono, que ha dado el salvoconducto para esta agresión, así como el conjunto del imperialismo mundial. Las declaraciones previas al estallido de las hostilidades, a favor de negociaciones que eviten una guerra, no fueron más que parte de un operativo de decepción que cuenta con contados antecedentes en la historia. Las potencias imperialistas que lideran la Otan conocían muy bien, como lo revela ahora el diario Haaretz, que “los preparativos de esta operación duraron más de una año. Los agentes del Mossad infiltraron Irán y crearon una red de agentes, asistentes, casas seguras, talleres, vehículos, falsificaron documentos, además de tecnologías avanzadas. También metieron de contrabando componentes para drones en Irán, para luego ensamblarlos y ocultarlos en el terreno”. En la operación engaño intervino la Unión Europea: todas las naciones que se declararon en contra de una guerra, la han apoyado después de desencadenada; las amenazas de interrumpir acuerdos comerciales, como prometió Gran Bretaña, fueron encajonadas. Haaretz añade que “no menos importante ha sido el hecho de que la Inteligencia israelí diseñó una maniobra que engañó a la dirigencia militar de Irán. Irán fue llevado a creer que el ataque de Israel tendría lugar una semana más tarde, después de otra ronda de negociaciones, acerca de la cuestión nuclear, entre enviados iraníes y norteamericanos, agendada para el domingo (siguiente) en la capital del emirato de Omán”. Los éxitos de estas operaciones de engaño y el nivel de infiltración de la inteligencia israelí, ponen de manifiesto la credulidad política insuperable del liderazgo teocrático. La expectativa de una salida ‘pacífica’ a la guerra de exterminio iniciada por el Estado sionista desde hace año y media, muestra el impasse de un régimen que no tiene otra opción que la búsqueda de una autonomía relativa dentro de un sistema imperialista mundial. El autoengaño se extiende a los acuerdos diplomáticos de Arabia Saudita con Irán, mediados por China, el año pasado, o al pacto de seguridad firmado con Rusia, en enero último, que se presentaron como una valla de contención de la guerra – que se venía preparando, en realidad, con un método meticuloso. El acuerdo comercial de Trump con Bin Salman, en marzo, firmado con la expectativa de iniciar “una era de oro”, según palabras del norteamericano, aunque en realidad muy vago en sus disposiciones, ha entrado en aguas de borraja. 
 El asesinato de líderes políticos y militares, y de numerosos científicos, ha ido creciendo de día en día; entre ellos, el de Abbas Alí Shamkani, el jefe del equipo negociador de Irán con Estados Unidos. Israel ya había hecho lo mismo con el jefe negociador de Hamas, en la misma Teherán. Trump había anunciado estar “comprometido con una resolución diplomática de la cuestión nuclear”, mientras autorizaba el asesinato de la contraparte de esa salida “diplomática”. Netanyahu, por el contrario, advertía, como una amenaza, “que un acuerdo nuclear no detendría la fabricación de una bomba por parte de Irán”. La participación decisiva del imperialismo estadounidense en el desencadenamiento de la guerra contra Irán, crecerá indefinidamente. Los misiles de Estados Unidos han asistido a la “Cúpula de Hierro” de Israel a interceptar los misiles balísticos lanzados por Irán como represalia, con todos los recursos de la información satelital encriptada. También ha trasladado al Mediterráneo al portaviones Nimitz, mientras el Pentágono y la Bundeswehr (Alemania) han advertido que intervendrán junto a Israel en la destrucción operativa de Irán, en función del grado de resistencia que presente Irán. Con una claridad absoluta, Netanyahu ha declarado que la guerra continuará todo el tiempo necesario hasta que Irán ‘deponga las armas’. Las Fuerzas Armadas de Israel han anunciado que “operan libremente” en el espacio aéreo iraní “desde el oeste hasta Teherán” y que “Teherán arderá”. Prosiguen los ataques contra funcionarios de gobierno, científicos, sedes gubernamentales, bases aéreas, refinerías. El propósito es obtener la rendición oficial de Irán, mientras Irán ha respondido con la amenaza de disparar 2.000 misiles contra Israel (La Nación, 15/6). “León Ascendente o en ascenso” -el nombre del operativo de Israel- revela con claridad que la cuestión de los límites al enriquecimiento de uranio han quedado en el archivo. Una votación, en la Agencia Internacional de Energía, sobre el cumplimiento de las obligaciones contraídas por Irán en materia nuclear, reveló que 14 países sobre 33 aprobaron la conducta de Irán – un número elevado de votos en un escenario dominado por gobiernos hostiles a Teherán. El gobierno y el alto mando militar del sionismo no han bajado, entretanto, los objetivos de guerra en Gaza, Cisjordania, Siria, incluso Yemen. El objetivo asignado a la guerra, por parte del imperialismo e Israel, es decapitar al estado iraní, colonizar el territorio histórico de Palestina, someter a Libano y desmembrar a Siria, y crear una retaguardia para la guerra contra Rusia y China en cuanto a mercados, y por la esclavización del proletariado mundial. Netanyahu hizo público este objetivo contrarrevolucionario en un video en que llamó a los iraníes a “un levantamiento popular”. De nuestra parte, llamamos al proletariado de Irán a organizarse en comités de base a lo largo y ancho del país para luchar contra el imperialismo y el sionismo, y para enfrentar la impotencia del régimen nacional opresor y su tendencia a una capitulación, mediante un gobierno de obreros y soldados armados. 
 El imperialismo, sin embargo, no tiene, al menos en apariencia, un gobierno de recambio para Irán. La guerra para acabar con el régimen iraní se ejecuta cuando en Irán gobierna el ala ‘reformista’ de la República islámica, durante mucho tiempo señalada por el imperialismo como una alternativa de recambio o como detonante de una crisis política terminal. El programa del ‘reformismo’ señala el objetivo de revivir el acuerdo nuclear firmado bajo el gobierno de Obama, con el apoyo y la supervisión de la Unión Europea, Rusia y China, a cambio de un levantamiento de las sanciones económicas. Estas condiciones internacionales serían el marco para ejecutar un programa de ‘ajuste’, que la burguesía local reclama con fuerza. Trump, sin embargo, aunque habría vetado el asesinato del jefe del Estado, el ayatollah Khamenei, planificada por Netanyahu, ha saboteado un acuerdo con el gobierno ‘reformista’ en funciones (incluso autorizando el asesinato, como está dicho, del jefe de la delegación negociadora iraní, Shamkani). 
 China ha vuelto a ofrecerse como mediador, pero esta vez de un cese del fuego, no en Gaza, donde sigue la masacre, sino con Irán. El acuerdo, de acuerdo a las informaciones, contemplaría también una tregua y la liberación de rehenes en Gaza, y la salida política de “dos Estados” – vetusta, agotada e inviable. Otras informaciones dicen otra cosa: ante la destrucción de los acuerdos con Irán en Medio Oriente, China replicaría con la ocupación de Taiwán. Las operaciones de infiltración de drones en Irán, como recientemente en Rusia, hasta Siberia, deben estar siendo vistas por China como una poderosa advertencia. En cuanto a Putin, una derrota en Irán, luego de haber perdido todo peso en Siria, lo deja entre la espada y la pared, en su guerra contra la Otan en Ucrania. La expansión agresiva de Israel, incluso imperialista, al menos como subrogante del imperialismo mundial, la lleva a una confrontación, si no con Turquía al menos con Erdogan y su área de control en el Cáucaso, que sigue estando siempre al sur de Ucrania, en el Mar Negro y en los estrechos navales a Europa. 
 La ocupación militar de Irak, en marzo de 2003, llevó al derrocamiento de Saddam Hussein, a la disolución del ejército iraquí y del partido Baath, al surgimiento de ISIS, a la división de facto del país y a las guerras del ejército norteamericano en Fallujah y en las regiones turcómanas. La variante de un gobierno militar extranjero en Irán luce completamente inviable. La Otan e Israel no han aclarado que clase de “cambio de régimen” están impulsando. El agudo desequilibrio político internacional desatado por la crisis capitalista mundial, la profundización de las guerras comerciales y financieras, el vuelco de Ucrania al campo de la Otan y la ocupación de Ucrania por Rusia, ha pegado un salto mayúsculo con la guerra imperialista contra Irán subrogada por el estado sionista.
 Lo que de ningún modo se puede excluir es un ataque atómico selectivo o ‘ejemplificador’ de Israel contra Irán, en caso de que la resistencia iraní haga colapsar lo que el ‘establishment’ militar sionista llama “el frente interno”, un vocablo de uso corriente en los tiempos del fascismo europeo y el falangismo español. Es lo que tenía en carpeta Margaret Thatcher contra una localidad de la provincia de Chubut para el caso de que la Fuerza Aérea de Argentina hiciera naufragar a una parte de la flota británica en el Atlántico sur en la guerra de Malvinas. El peligro nuclear ha cambiado de campo: no lo representa Irán sino el estado sionista. 
 Los partidos revolucionarios deben esmerarse en mostrar a las masas los hilos y redes que ligan y atan a los gobiernos de sus países con el imperialismo en cada una de las guerras que éste ha desatado y en la guerra mundial en su conjunto. La tarea del internacionalismo proletario es unificar la lucha contra la guerra en su dimensión concreta por medio de la propaganda, la agitación y la acción en la clase obrera. Quienes no destacan el hilo imperialista internacional de cada una de estas guerras, no tienen otra alternativa que rumiar un propagandismo abstracto. Ese hilo unificador es la Organización del Tratado del Atlántico Norte y las grandes potencias que orbitan en la geopolítica y compiten por nuevos arrebatos y nuevos mercados. 

 Jorge Altamira 
 15/06/2025

Karina Milei interviene el ministerio de Defensa para recaudar


Una nueva lucha de facciones se desarrolla en el gobierno liberticida. Karina Milei intervino el Ministerio de Defensa y nombró al frente de la dirección del Instituto de Ayuda Financiera para Pagos de Retiros y Pensiones Militares (IAF) a Franco Adorni, hermano del “karinista” vocero presidencial. Dejaron, así, sin injerencia en la designación al ministro de Defensa Luis Petri, a quien le reservaron llenar el vacío dejado por la renuncia del “petrista” Roberto Fiochi en la obra social de los militares (IOSFA), por otra personera política del ministro, la contadora pública Bettina Surballe, quien se encontraba al frente del IAF. El enroque, que deja debilitado al ministro, se da en el marco en el que los altos mandos de las Fuerzas Armadas consideran que la gestión de Petri se “encuentra a la deriva” (Urgente24, 20/4). Fiochi fue removido del cargo de director de IOSFA, que cuenta con 550.000 afiliados y que durante la gestión Petri sumó un déficit de más de 160.000 millones de pesos, promoviendo el cuestionamiento de los miembros de las Fuerzas Armadas sobre el Ministro de Defensa por el desfinanciamiento de las prestaciones y demoras en los reintegros a los afiliados. Fiochi es el tercer director de la obra social en abandonar su cargo en 17 meses de gestión libertaria y, en el caso de este último, se lo eyectó del cargo por la incapacidad para controlar el gasto y no poder frenar la espiral de endeudamiento, lo que derivó en cortes de prestaciones y desabastecimiento de farmacias. 
 Karina Milei, que después del caso Libra es señalada como la recaudadora del régimen, se hizo de la caja de la IAF, entre cuyas funciones se encuentra el pago de 300.000 retiros y pensiones a personal de las FF.AA. y, por otro lado, desarrolla inversiones financieras con la finalidad de otorgar préstamos, destinados en su mayoría a viviendas. Por ejemplo, a IOSFA le otorgó un crédito por 40.000 millones de pesos (LPO 12/6/2025). 
 El desembarco de Karina Milei en el IAF, a través del clan Adorni, se da en el contexto en el que el malestar de parte de la “familia militar” para con Petri crece día a día. El descontento castrense con Petri tiene varias aristas que van desde el desfinanciamiento de la obra social a la falta de aumento en los salarios. La motosierra liberticida también es aplicada hacia dentro de uno de los elementos claves para el gobierno nacional, como lo son las Fuerzas Armadas. Durante la campaña electoral, los liberticidas le han prometido a este sector el oro y el moro, pero les han cumplido en cuentagotas. También los altos mandos militares señalan que el ministro de Defensa tiene la cabeza puesta en ser el próximo gobernador de la provincia de Mendoza, para 2027. 
 En marzo pasado y en el marco de la inundación que asoló a Bahía Blanca, los militares que estaban al frente de la logística de los operativos, aprovechando la presencia de Petri, le cuestionaron face to face el recorte de IOSFA y los planes de privatización. 
 El malestar fue puesto en palabras por la Asociación de Suboficiales Argentinos de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (ASUBA) por medio de la publicación de una carta pública, donde le reprochan a Petri haber negado en su exposición última en el Congreso de la Nación los problemas que atraviesan a las fuerzas. Uno de los puntos centrales de la carta es “la postergación de la equiparación salarial para el personal de las Fuerzas Armadas hasta fines del año 2027", ya que en otra parte de la misiva señalan que el mantenimiento de esta situación “es desconocer el derecho elemental a una vida digna de miles de hombres y mujeres que siguen cumpliendo órdenes, aun cuando no logran cubrir necesidades básicas como el alquiler, la alimentación o los medicamentos". Los topes paritarios impuestos a los trabajadores han llegado a las remuneraciones de las fuerzas. 
 El clan Adorni, con celeridad, va ocupando diferentes casilleros dentro del gobierno con el aval de Karina Milei. En el caso de Franco Adorni fue nombrado en febrero de 2024 como asesor en el ministerio de Defensa, y un mes después se lo designó auditor de los procedimientos internos en el mismo ministerio, un cargo con rango de subsecretaría. Ahora tendrá el control total de los recursos de la IAF que es la caja más importante del ministerio en medio de rumores de recortes de servicios y cierre de empresas como COVIARA, empresa constructora de la Armada. 
 El militarismo enarbolado por el gobierno nacional tiene sus fisuras, que abonan el malestar hacia dentro de las FF. AA. y la intervención del ministerio de Defensa por parte de Karina Milei no pondrá fin a los reclamos de la “familia militar”; por el contrario, acentuará los choques de los militares con la camarilla gobernante.

 Lucas Giannetti 
 16/06/2025

El kirchnerismo negocia las condiciones de prisión de Cristina Kirchner y relega su libertad a un indulto futuro


Busca sacar un beneficio electoral en medio de una dispersión irreversible. 

 El rechazo, por parte de la Corte Suprema en su versión reducida, a la recusación de las dos sentencias condenatorias contra Cristina Kirchner apenas ha cerrado un episodio de la presente crisis política. El triunvirato supremo no se ha limitado a desechar la recusación y convalidar las penas, sino a incorporar un capítulo adicional a las sentencias previas. Afirma, en síntesis, que la defensa descuidó la fundamentación estrictamente jurídica de su posición, para privilegiar el alegato político. Este pase de manos le permite a los supremos dejar de lado el cuidadoso preparativo realizado, en especial bajo el gobierno de Macri, para instalar en los distintos escalones del proceso judicial a magistrados vinculados políticamente al Pro y a grupos económicos conocidos, como el que preside Magnetto. Para los tres mosqueteros de la Justicia, esta maniobra sería un tema político, no jurídico; el argumento es bizarro y enredado. Para la condena de un reo no solamente deben aportarse pruebas significativas, sino que el procedimiento que se sigue libere al fallo de toda duda; la culpabilidad debe ser indubitable. Al obrar en forma contraria, o sea, al ignorar el procedimiento amañado, las instancias judiciales previas y la misma Corte convierten a la sentencia en caprichosa y arbitraria. La Corte ha quedado involucrada, o sea, ha tomado partido, en una furiosa lucha dentro del Estado y dentro de la clase capitalista. Lo demostraron -y lo siguen haciendo- los pronunciamientos de las grandes cámaras y de sus voceros, a favor de la condena penal y política (inhabilitación para cargos públicos) de la expresidenta. La Corte que ha despachado en trámite rápido las sentencias contra la expresidenta tiene demoradas miles de sentencias favorables a los jubilados, que han sido apelados por la ANSeS, desde los gobiernos de CFK, Macri, los Fernández y Milei. Incluso tiene guardada una decisión acerca de torturas a soldados en Malvinas, por parte de la oficialidad, cuando ya se guerreaba en el territorio. 
 Aunque la inhabilitación es “perpetua”, la mirada de jueces, cortesanos y empresarios está puesta en las elecciones de este año. En estas elecciones se encuentran en juego la política del gobierno liberticida e incluso el andamiaje del Estado, principalmente porque una derrota del oficialismo desataría un default inmediato de la deuda pública. Hasta ahora el oficialismo ha salido airoso, frente a adversarios políticos en desbande, incluso en el peronismo, aunque al precio de un extendido ausentismo electoral. Pero la prueba ácida es la provincia de Buenos Aires. El territorio bonaerense demostró que el propósito de ‘relegar’ a CFK no se confinaba a la Cámara de Comercio Americana (AmCham) ni a Marco Rubio, el secretario de Estado de Estados Unidos, sino también a una fracción importante del kircherismo, encabezada por el gobernador Kicillof y una mayoría de intendentes del conurbano. El desdoblamiento electoral en la Provincia fue impulsado para forzar a CFK a aceptar una lista electoral sin su presencia, o a encabezar una oposición al gobierno kirchnerista de la Provincia. CFK respondió con el lanzamiento de su candidatura en la tercera sección electoral –un secreto, aparentemente, porque cualquiera hubiera pensado que su domicilio electoral se encontraba en La Plata-. El desdoblamiento, curiosamente, había pretendido ‘inhabilitar’, en todo o en parte, a Cristina Kirchner, sin que mediaran sentencias judiciales.
 La cuestión del lugar en que CFK debiera pasar su prisión se ha convertido en el segundo episodio de la crisis política formalmente desencadenada por la Corte. El fiscal de la causa de Vialidad, Diego Luciani, ha declarado su propósito de pedir que la expresidenta purgue la pena de seis años de prisión en una cárcel común. El juez del caso, Jorge Gorini, decidiría por una prisión domiciliaria sujeta a condiciones. Los conflictos que podría desatar el día a día de una prisión domiciliaria retornaría la variante de una cárcel común. El asunto es, para las autoridades, cómo evitar que la domiciliaria se convierta en una tribuna política.
 De este modo, la denuncia de la condena contra CFK ha sido desplazada, por el conjunto del pejotismo, en una disputa sobre las condiciones de su detención. El aparato pejotista y los ‘progres’ que lo circundan han puesto distancias con la lucha que obligó a la Corte a derogar el 2x1 a los presos genocidas, que ella misma acababa de dictar. La cuestión domiciliaria ha dejado encajonada la lucha por la derogación de la condena de CFK y el cese de su inhabilitación política. Wado de Pedro, un ladero de la expresidenta y exministro del Interior de Alberto F., definió los nuevos ejes: ganar las elecciones de 2027 e indultar a CFK. En menos de lo que canta un gallo, el peronismo ha reducido la lucha contra la proscripción de su líder a un operativo electoral excluyente, que está minado fatalmente por sus contradicciones políticas.
 Es claro que una lucha contra la proscripción sólo puede desarrollarse como una lucha por la victoria de las reivindicaciones de las masas y por la derrota integral del gobierno de la banca y los fondos internacionales. Pero es esta lucha a la que el kirchnerismo ha escapado desde 2003 y más que nunca ahora, cuando recibe un ataque ‘existencial’. El abandono del reclamo por la derogación de la sentencia proscriptiva, por parte del pejotismo, tiene un carácter de clase: un partido patronal y de Estado no lucha por el poder cuando la clase que sustenta históricamente a ese partido defiende a muerte al gobierno de turno. Los medios le atribuyen a Máximo Kirchner haber dicho, sin ingenuidad, “Cristina es muy institucional”. El bloque parlamentario de la UxP también ha decidido a favor de la “institucionalidad”: promete boicotear las comisiones en manos del oficialismo, incluso la que trata la estafas $Libra, y sólo participar de aquellas que impulsan migajas jubilatorias y la moratoria previsional, sin ninguna acción extraparlamentaria de masas. Exhibe su mediocridad política a toda luz.
 De lo que se trata ahora, para el PJ, es de cómo manejar la situación para obtener beneficios en la disputa electoral de septiembre y octubre próximos. La camarilla liberticida está negociando evitar la marcha que, el miércoles próximo, debiera acompañar a CFK a la Justicia Federal para determinar las condiciones de ejecución de la pena (y del resto de la veintena de condenados). Jorge Gorini iría, para consumar el trámite, al domicilio de Cristina K. Militantes del kirchnerismo reclaman que la marcha de cuarenta cuadras se haga con paradas sucesivas y actos públicos; en este caso, se enfrentarán a la oposición del propio aparato. No estamos en el 1972 de Perón, cuando la Junta Militar lo invitó a volver para frenar una crisis revolucionaria, sino en 1964, cuando fue despachado de vuelta para evitar una presencia “desestabilizadora”. CFK enfrenta a un peronismo que ha caído en picada en cuanto a apoyo popular. La prisión domiciliaria sería un compromiso de corto plazo, hasta que baje la marea provocada por esta crisis, y la crisis del peronismo crezca y se amplíe a medida que se acerca la fecha de presentación de listas para las elecciones. La carta de los liberticidas es la prisión efectiva en la cárcel. Sería una victoria en la “batalla cultural” de la reacción política, que espera superar el desafío electoral para lanzar el ataque a mansalva final para acabar con el derecho previsional y los jubilados, con el derecho laboral y la clase obrera y los trabajadores. 
 Que el episodio de una elección de medio término sea un detonante de una crisis política de estas características expone el desarrollo ineluctable de una crisis de régimen. Envuelve a la totalidad de los partidos y al Gobierno, pero por sobre todo al peronismo. Tiene lugar cuando la crisis financiera internacional avanza imparable, lo mismo que la guerra económica, y cuando la guerra mundial imperialista se ha apoderado catastróficamente del Medio Oriente. La incapacidad y la cobardía del peronismo, para enfrentar la proscripción de su principal liderazgo, debe convocarnos a reforzar el trabajo político para desarrollar un verdadero partido de la clase obrera. 

 Jorge Altamira 
 16/06/2025

Jorge Ricardo Masetti, la voz de un reportero revolucionario

Entrevista a Marcelo Ramal en C5N: "La reivindicación de derrotar el fallo ha sido abandonada"

lunes, junio 16, 2025

El grito vivo de Lídice


¿No habrá aprendido nada la Humanidad más de 80 años después? ¿Cuántos Lídice dentro de la Franja de Gaza? Quizá no tendría edad para semejante lectura, pero atrajo mi atención el libro delgado, de sobria portada en la que, debajo de una cruz, se leía en letras rojas: Lídice. 
 Eleanor Wheeler firmaba la obra, editada en Praga en 1957; y, junto a un amplio testimonio fotográfico, reseñaba la masacre acontecida el 10 de junio de 1942, en el pequeño pueblo minero de la entonces Checoslovaquia (hoy República Checa). 
 Fue en esas páginas en las que descubrí la maldad humana, que me pareció tan injustificada como la de los cuentos infantiles; pero real y, por ende, temible. Ahora, cuando se cumplen 83 años de los sucesos, el acto genocida nazi provoca mayores estremecimientos: porque la niña que fui ya tiene hijos propios, y porque aquel escenario que la optimista visión de Wheeler presentaba como un recordatorio a la Humanidad para el «nunca más», se repite.
 Lídice era una comunidad de alrededor de 500 habitantes, cuya única culpa fue existir. Cuando, a finales de mayo de 1942, un atentado organizado por la resistencia checa, con apoyo británico, causó heridas graves y la posterior muerte por septicemia al dirigente de las ss y uno de los principales responsables del Holocausto, Reinhard Heydrich, se desató la histeria entre el alto mando alemán. 
 Las órdenes de Hitler fueron claras: arrasar, fusilar, exterminar… a todo aquel que estuviese relacionado con los hechos. Los habitantes de Lídice no tenían nada que ver, pero una carta interceptada por un colaborador de los nazis hizo suponer que sí, y eso bastó. 
 Diez años después, una de las sobrevivientes, Albína Hejmová, contaría: «…llegaron rugiendo que era necesario salir y reunirse en la plaza. Decían que debíamos llevar con nosotras, al mismo tiempo, nuestro dinero y todos los objetos preciosos. Era para robárnoslos mejor, como pudimos ver más tarde (…). Los niños gritaban de miedo y nosotras, las mujeres, no estábamos muy seguras. Pasamos toda la noche encerradas en la escuela, sin saber lo que sucedía a los hombres, y ellos no sabiendo lo que nosotras hacíamos. El día siguiente, al alba, nos transportaron a Kladno en camiones entoldados. Separé un poco la lona y vi a soldados nazis que tiraban por las ventanas de las casas los edredones, las almohadas, las mantas, los relojes de péndola, mientras que otros arrastraban máquinas de coser y todo lo que encontraban…». 
 Aquel era solo un atisbo de la tragedia: esa mañana fueron fusilados 173 hombres (entendidos como tales todos los mayores de 15 años); comenzaron a asesinarlos de cinco en cinco, pero como avanzaban poco, continuaron de a diez, mientras los cuerpos se amontonaban. Luego los enterraron en una fosa común. El destino de las mujeres y de las niñas y los niños no fue mucho mejor. A un pequeño número de embarazadas la llevaron al hospital para obligarlas a abortar, y el resto de ellas resultaron empleadas en trabajos forzados hasta el fin de la guerra, en los cuales perdieron la vida unas 60. 
 De su descendencia, 105 niños, solo unos cuantos fueron calificados «racialmente aptos» para la germanización. En el campo de exterminio de Chelmno, a 82 los asesinaron en furgones de gas; un cruel telegrama los había acompañado en su trayecto: «Los niños solo traen lo que llevan puesto. No es deseable un cuidado especial». 
 Al término de la guerra, 143 mujeres regresaron, para encontrarse sin esposos ni hijos, y donde antes se erigía su pueblo, solo una extensa planicie. Los nazis, luego de robarse todo lo robable, destruyeron cada edificación hasta los cimientos, incluido el cementerio; mataron los animales, nivelaron el terreno y hasta cambiaron el curso del río; también mataron a los hombres que ese día se encontraban trabajando fuera. Solo 17 niños pudieron volver después de 1945; varios hablaban alemán y no recordaban nada, su adaptación resultó traumática. 
 Se calcula que unas 1 300 personas murieron como consecuencia de la masacre fascista para vengar a Heydrich, el «carnicero de Praga». Apenas 14 días después del crimen de Lídice, el mismo modus operandi fue repetido en el poblado de Ležáky; pero, en el primer caso, cada detalle había sido prolijamente filmado a modo de advertencia: esto es lo que haremos si se nos oponen, borrarlos de la faz de la Tierra. 
 Como respuesta al horror, alrededor del mundo se erigieron monumentos; comunidades y calles se rebautizaron Lídice; muchas madres escogieron ese nombre para sus hijas; un nuevo pueblo se levantó, cerca del devastado, y un extenso Memorial ocupa la zona que los nazis destinaran al olvido. 
 Y, sin embargo, Lídice se repite. Son las mismas las lógicas de exterminio, la creencia en la supremacía, la política de amenaza, la burda maldad, el fascismo; solo es otro el escenario, Gaza; y mayores, mucho mayores, las cifras.
 Injusto sería decir que el mundo observa impávido, cada vez más personas denuncian al sionismo y sufren por toda esa niñez a la que la asfixia le cae del cielo; pero los mecanismos existentes demuestran ser ineficaces ante el genocidio de estos tiempos. La pregunta es: ¿hasta cuándo? 

 Yeilén Delgado Calvo | nacionales@granma.cu
 9 de junio de 2025 20:06:27

¡Chaikovski!


Este año se conmemoran 185 años del nacimiento del excepcional músico 

 Muchos fueron los intérpretes y compositores que durante siglos engalanaron y dieron paso a un imperio ruso de extensa cultura musical. Sin embargo, no fue hasta la segunda mitad del siglo XIX que el resto del mundo fue testigo del despliegue artístico que se había logrado en aquella Rusia invadida por el Romanticismo. El responsable, un joven de 30 años nacido en mayo de 1840, en Vótkinsk, conocido como Chaikovski, el primer ruso que pondría su nombre junto a los más grandes del pentagrama internacional. 
 A los cinco años, el niño Piotr Ilich Chaikovski comenzó sus estudios de piano inspirado por un ambiente familiar siempre fiel a los artistas locales, quienes incluso visitaban asiduamente la casa, para organizar conciertos y reuniones. Una institutriz fue la encargada de enseñarle las primeras notas musicales a Chaikovski, y solo tres años después se dice que ya había logrado superar a su maestra en varios aspectos técnicos. 
 A pesar de su estrecha relación con la música desde pequeño, no fue este el camino profesional primero. Graduado como jurista, y presionado por su padre, comenzó a trabajar de asistente subalterno en el Ministerio de Justicia. 
 Luego de inaugurado el Conservatorio de San Petersburgo, primera institución dedicada a la formación de músicos en el país, el joven Chaikovski vio finalmente una oportunidad. Matriculó, y su convicción lo llevó a graduarse como alumno ejemplar; incluso sobrepasó en varias ocasiones a sus tutores. 
 Veintinueve años tenía cuando su primera obra importante, Romeo y Julieta, estableció su fama en países como Estados Unidos y Francia. A partir de ese momento, le seguirían otras que marcaron un antes y un después en la historia del arte universal como El lago de los cisnes, El cascanueces y La bella durmiente, composiciones que hoy día siguen interpretándose alrededor del mundo, mediante la belleza del ballet, un arte al que siempre estuvo muy vinculada su música. 
 Tormentosa fue su vida. La muerte de su madre, cuando solo tenía 14 años, había sido el detonante de una personalidad oscura y depresiva que se agudizó con el paso de los años, debido a su homosexualidad, altamente reprimida y repudiada por sus contemporáneos; lo cual lo llevaría a intentar quitarse la vida entre las heladas aguas del río Moscova, sin lograrlo. E
l 6 de noviembre de 1893 falleció en San Petersburgo, a los 53 años. Opiniones divididas rondan su muerte. Algunos biógrafos indican que se trató de un suicidio, otros alegan que fue producto del cólera. Lo cierto es que partió dejando un repertorio inmenso y un legado inigualable. Mediante la música, demostró el talento que latía en la tradición cultural de su pueblo. 

 Laura Ortega Gámez | internet@granma.cu 
 1 de junio de 2025 20:06:14