Blog marxista destinado a la lucha por una nueva sociedad fraterna y solidaria, sin ningún tipo de opresión social o nacional. Integrante del Colectivo Avanzar por la Unidad del Pueblo de Argentina.
jueves, mayo 08, 2025
Ni dólares ni pesos: Caputo en la cuerda floja
Al anunciar que los dólares guardados en el colchón podrán usarse para todo tipo de transacciones, “sin que nadie nos pregunte nada”, el gobierno despertó diferentes especulaciones entre economistas y tributaristas. La primera interpretación que abre este anuncio es la conversión de Argentina en un paraíso fiscal hecho y derecho, algo que muy bien podría estar en la cabeza de los actuales criptogobernantes.
El operativo no sería admitido, sin embargo, por los organismos internacionales de crédito, comenzando por el FMI y, por sobre todo, por las agencias que controlan las operaciones de narcolavado, como el GAFI. Si se descarta esa posibilidad, lo que pergeña Caputo es alguna variante para extender o reabrir el blanqueo dispuesto el año pasado.
Pero el destino del anuncio es incierto. De acuerdo a las leyes vigentes, los que tienen ahorros no declarados deberían hacer una “presentación espontánea”. El gobierno podría perdonarles multas o intereses, pero no el pago del impuesto a las ganancias. Algunas versiones señalan que, para compensar a los que blanqueen, ofrecerían exenciones impositivas a los que paguen sus compras en dólares, por ejemplo, no cobrarles el tributo a los débitos bancarios. Cualquiera de estas variantes exige un blanqueo de fondos, en favor de quienes decidieron no hacerlo hasta ahora.
Ahorro, consumo y reactivación
Lo de Caputo es una versión refritada o extendida de lo que se dispuso en enero pasado, cuando se habilitó a comprar y vender en dólares todo tipo de consumos. Esa medida “bimonetaria” no tuvo ninguna trascendencia. Para fundamentar este nuevo salto al vacío, Caputo acaba de decir que “un 6% de crecimiento económico es insostenible con este (bajo) nivel de monetización”.
Lo que señala, en realidad, es que este régimen monetario no produce dólares ni, por lo tanto, la posibilidad de emitir pesos con su ingreso al Banco Central. Los dólares son retenidos hasta que coticen a 1.400 pesos. En medio de un consumo planchado, Caputo quiere reanimar al muerto apelando a quienes disponen de ahorros en dólares, declarados o no.
Para eso, aspira a montar una “bimonetariedad” con incentivos fiscales. En ese caso, la Argentina de Milei-Caputo se parecería demasiado a la Cuba de Díaz Canel, con sus “tiendas especiales” donde sólo compran los que tienen dólares. El resto de la población, la “pesificada”, deberá conformarse con sus consumos elementales de alimentos, a los que tampoco llega. Como intento de reactivación, los límites de este anuncio son brutales. Los recursos del colchón, que algunos estiman en 200.000 millones de dólares, tienen una finalidad de ahorro y reserva de valor. Los únicos que “vuelcan al consumo” esas reservas son los pequeños ahorristas que rematan sus dólares de a poco, y para llegar a fin de mes. En cuanto a los grandes evasores, ya demostraron que la decisión de invertir sus fondos atesorados no depende de un blanqueo sino de una devaluación.
El impasse del plan Caputo
El anuncio del gobierno pone de manifiesto un empantanamiento del plan acordado con el FMI. En primer lugar, el de acumular reservas internacionales para afrontar los próximos vencimientos de deuda. El gobierno pactó con el Fondo reunir unos 4.500 millones a mediados de año, y aún no incrementó en un solo dólar las arcas del Banco Central. El presidente del Banco ha reiterado que sólo comprará divisas cuando la cotización llegue al piso de la banda de flotación, unos 1.000 pesos por dólar. Pero los liberticidas no consiguen bajar la cotización por debajo de los 1.200 pesos. Una parte de los que especulaban con la deuda pública en pesos se ha retirado de ese mercado y se vuelca a la compra de dólares baratos –a desmonetizar y no a remonetizar. En tanto, se ha desatado una sorda puja con el agronegocio, que sólo acepta liquidar sus exportaciones con un dólar en el techo superior de la flotación, o sea, 1.400 pesos. Para el gobierno, conceder esa devaluación implicaría echar más nafta a una inflación que ya ha retornado a los niveles de Massa y los Fernández.
La tentativa de "volcar los dólares al consumo” es un intento desesperado por abatir la paridad cambiaria y extorsionar a los exportadores. Pero incluso si prosperara, lo cual es incierto, redoblará otras contradicciones, como un mayor encarecimiento en dólares del conjunto de la economía. Caputo, al mismo tiempo, dijo que esta economía “bimonetaria” debería tener salarios “razonables (sic) en dólares”. Es una forma de señalar que las paritarias deben ser pisadas, y que la “dolarización” en grado de tentativa no debe llegar a la clase obrera. Las huelgas en curso, incluso retaceadas y boicoteadas por la burocracia, como ocurre en el transporte y en los metalúrgicos de las grandes acerías, ponen de manifiesto el esfuerzo de los trabajadores por darle una salida en sus términos a esta situación intolerable.
Marcelo Ramal
06/05/2025
Acuerdo con el FMI : Argentina reconoce la deuda que los fondos buitres llevaron a juicio en los tribunales internacionales
Entre todos los compromisos que el Gobierno asume a nombre del país, en la letra chica del acuerdo con el FMI, reconoce como ivo la deuda generada al haber perdido el juicio de YPF -por su nacionalización en 2012- en los tribunales norteamericanos de Loretta Preska.
En el acuerdo se asume que si la causa -como se prevé- termina, en última instancia, siendo negativa para la Argentina, habrá que pagar un monto que tiene como piso los US$ 16.000 millones que la jueza norteamericana dictaminó como sentencia.
También los tenedores de bonos que litigan contra el país, porque alegan haber sido estafados por la manera en que se midió el PBI en 2013, fueron nombrados (en este caso explícitamente) por el FMI en el texto de aprobación del Facilidades Extendidas. En este caso, se trata de una causa en Londres por unos US$ 1.600 millones, y la sentencia es definitiva.
En ambos casos, la sumas en disputa son discutidas por diversos economistas a quienes las cuentas les dan cifras muy menores.
En total, por ambas causas, la Argentina asumió formalmente ante el organismo que maneja Kristalina Giorgieva deudas por unos US$ 17.600 millones. Unos U$S 2.800 millones menos que el total del dinero que el Fondo le prestó a la Agentina.
El fondo buitre Burford había comprado el 70 % de la causa YPF y actualmente sostiene bajo su propiedad el 30 %. El 40 % que ya vendió lo fue colocando en diferentes momentos del avance del caso y su precio iba en incremento otorgándole a Burford ganancias extraordinarias (Perfil, 25/04).
Burford, luego de comprarle el caso a la Justicia de Madrid, donde estaba radicada la causa por ser la residencia legal de Repsol-YPF, mudó sus intereses a Nueva York.
La causa se basa en el reclamo de Burford por la manera en que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner nacionalizó la petrolera, sin realizar una Oferta Pública de Adquisición (OPA), tal como figuraba en el estatuto definido en 1993 durante la privatización impulsada por Carlos Menem. Allí el país se comprometía ante Wall Street, donde se lanzó la oferta de las ADR de la petrolera, a que cualquier operación de adquisición posterior de una porción de la petrolera argentina obligaba a hacer una oferta similar o superior por el total de las acciones remanentes.
En el caso del cupón PBI, según los bonistas demandantes, el gobierno de Cristina Kirchner, con Axel Kicillof como ministro de Economía, alteró la base de cálculo para que el crecimiento final del PBI de ese año no superara el 3,22 % y así no activar la cláusula de liquidación del Cupón PBI. El Indec calculó para ese año un crecimiento del 2,9 %, pero modificando el cálculo base, una acción que para Aurelius fue “adrede” para perjudicar a los tenedores.
En todos los casos, el primer crimen es reconocer a cualquier tribunal extranjero como entidad jurídica válida para dirimir conflictos en los cuales los capitales foráneos son parte y, por lo tanto, representados implícitamente por todos los poderes de sus Estados, incluido el judicial. Ninguna ley burguesa cuestiona la legitimidad de la compra y venta de derechos.
Este acuerdo con el FMI no hace sino ratificar esa entrega de soberanía nacional que tuvo su inicio con los gobiernos nacionales y populares, quienes siempre reconocieron la validez de los fallos de tribunales foráneos, pero al mismo tiempo da cuenta de una profundización de las relaciones de sometimiento.
Aldana González
07/05/2025
miércoles, mayo 07, 2025
El Eternauta y el héroe colectivo para tiempos de crisis
El reciente estreno de la serie El Eternauta en la plataforma de Netflix se ha convertido en un furor mundial, con una apuesta arriesgada de adaptación a la pantalla del icónico cómic homónimo de Héctor Germán Oesterheld, ilustrado por Francisco Solano López y publicado entre 1957 y 1959. Con algunos ajustes en la trama, El Eternauta nos vuelve a introducir en la figura del “héroe colectivo”, el rechazo a las salidas individuales y la respuesta organizada contra el invasor.
El impacto internacional de la serie es innegable, alcanzando el puesto n° 1 en el Top global semanal de Netflix en series de habla no inglesa y el Top 10 semanal en 87 países, con 10,8 millones de visualizaciones, en un fenómeno que populariza globalmente aspecto de la cultura argentina y un mensaje contrario a las tendencias desorganizantes e individualistas para tiempos de crisis: nadie se salva solo.
La adaptación del cómic dirigida por Bruno Stagnaro trae una versión aggiornada de El Eternauta a los tiempos actuales, con una reivindicación constante del pasado y de “lo viejo” y con cambios en el desenvolvimiento de la trama, la introducción de nuevos personajes, roles y situaciones.
Ambas historias, cómic y serie, comparten, con sus matices, un hilo argumental: la búsqueda de una salida colectiva ante una contingencia catastrófica y un enemigo que opera diligentemente desde las sombras, que por sus características es asimilable por analogía al imperialismo colonizador.
El autor de la obra original, Oesterheld, fue desaparecido durante la última dictadura cívico-militar argentina, mismo destino que sufrieron sus cuatro hijas, por su militancia política y por el contenido de su obra, que implica una invitación a la resistencia contra el opresor.
La serie pone en escena a un protagonista, Juan Salvo (representado por Ricardo Darín), que realiza una experiencia acelerada para frustrar cualquier tentativa de escapatoria individual a la crisis desatada por la caída intempestiva de una nieve mortal. Lo hace como parte de un pequeño grupo, su familia y amigos, que a su paso se encuentra con otros colectivos atravesados por la misma realidad, en un país donde existe una fuerte tendencia social a reagruparse y organizarse ante las contingencias y las causas comunes (comunidades vecinales, reuniones de consorcio, clubes, organizaciones piqueteras, sindicatos, etc.).
Son notorios también en la serie otros aspectos como el arraigo originario a la propiedad que es superado por un colectivismo de supervivencia y un objetivo en defensa del bien común que trasciende a cada individuo y sus “grupos”, que evoluciona desde los primeros capítulos hasta la misión con la cual culmina la primer temporada.
La batalla cultural
El regreso exitoso de El Eternauta implica un golpe a la "batalla cultural" del gobierno de Javier Milei y sus aliados internacionales, por las mismas razones que la dictadura militar encontró en Oesterheld un enemigo: el mensaje de que el pueblo organizado puede enfrentar a sus enemigos.
A pesar de lo ineludible de esta primera conclusión, no faltó quien se esforzara en invertir los términos políticos conceptuales de la historia, señalando que el verdadero colectivismo estaría representado por quienes son dominados y subordinados a la dirección centralizada del invasor, en oposición a los esfuerzos más o menos coordinados de diversos grupos e incluso individuos.
Esta interpretación parte de una consideración interesada, ideologizada y equivocada, que iguala la organización colectiva al monolitismo y la subordinación, más propios de la obediencia debida castrense y al sometimiento a las instrucciones del imperialismo.
La construcción de organizaciones y reagrupamientos colectivos no supone la supresión de las expresiones individuales, sino su incorporación para la obtención de los fines y propósitos comunes. Son estos aportes personales al conjunto los que dan vida al héroe colectivo, representado en la serie en los conocimientos de Favalli, las habilidades de Salvo, los aportes de Elena, etc. Lo mismo ocurre en el comic donde intercede un audaz y valiente Franco (trabajador tornero) y Mosca, el periodista e historiador que documenta la invasión. La diferencia personal es un atributo indispensable para toda organización.
La solidaridad universal y la respuesta colectiva son elevados por sobre los intereses personales e individuales, más aun en tiempos y gobiernos que promueven el discurso de “éxito personal”, la meritocracia y el salvataje individual, como instrumentos para desarticular la organización colectiva.
El único héroe es el colectivo
Oesterheld supo decir respecto a su obra que “el héroe verdadero de El Eternauta es un Héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir íntimo: el único héroe válido es el héroe 'en grupo', nunca el héroe individual, el héroe solo”.
La propia realización de la serie implicó un trabajo descomunal en manos de un héroe colectivo poco mencionado y cuyos resultados –la sofisticación de la realización técnica y la adaptación argumental de la obra- la prensa internacional destaca. El gobierno de Milei destaca que se trata de un proyecto de inversión privada en manos de un gigante como Netflix, omitiendo que su realización hubiera sido imposible en el país sin la calificación y el trabajo de miles de profesionales y realizadores que se educaron en casas de estudio públicas y que levantan como bandera la defensa del Incaa y la cultura nacional.
La serie también le da un lugar a las causas nacionales, como la guerra de Malvinas (ausente por razones obvias en el comic), con un Salvo que manejando una relación de cautela y relativa distancia con las Fuerzas Armadas, entre rechazo y desconfianza, algo que en el cómic es explotado desde otro ángulo, con un Ejército que expone a los civiles a las situaciones más riesgosas y que va a la rastra de las capacidades del colectivo organizado.
El Eternauta vuelve para recordarnos que hay salida a la crisis y contra los enemigos más poderosos si se parte de reconocer el valor de la organización colectiva, con una primera temporada que aborda algunos aspectos fundamentales de la historia y que aún resta por verse qué tratamiento le dará al final de la historia con su segunda entrega, destacando la presente como un aporte a la lucha diaria contra el imperialismo y los opresión de clase.
Marcelo Mache
Pami: La Libertad Avanza se financia con la plata de los medicamentos que les niegan a los jubilados
Quedó al descubierto el esquema de recaudación ilegal liderado por los Milei.
Los testimonios se acumulan, las denuncias se multiplican y llegan desde las delegaciones del Pami de Misiones, Chaco, Santa Cruz y La Pampa pero todo indica que se trata de un armado para recaudar fondos a nivel nacional por lo que se espera que se sigan denunciando estos manejos en otras provincias. Lo que se sabe hasta el momento da cuenta de que se trata de un sistema de recaudación compulsivo destinado a financiar el partido de Milei. Es lo que surge de la nota firmada y presentada por funcionarios libertarios de la delegación de Misiones donde manifiestan su desacuerdo con la orden de aportar el 10% del sueldo a una cuenta particular, exigen el cese de la exigencia y el reintegro de lo abonado, bajo la advertencia de iniciar acciones legales. Actualmente las denuncias se multiplican y se han iniciado investigaciones en la justicia federal que incluyen también casos por sobreprecios en la compra de insumos a proveedores aparentemente digitados en la delegación de Mendoza.
Que se trata de un esquema de recaudación compulsivo, y por lo tanto ilegal, surge de la propia denuncia de los afectados que refieren una constante: la amenaza de no seguir en los puestos si no acataban la directiva de aportar el "diezmo" al partido. Las quejas en los canales de comunicación internos e incluso reclamos formales, como el caso de los afectados de Misiones, exponen un sistema de extorsión para compeler a aportar a una verdadera caja negra.
La purulenta interna libertaria
Las modalidades de recaudación de dinero reñidas con la ley de los Milei no son una novedad. La compra-venta de candidaturas fueron un escándalo durante la campaña del 2023; el cobro a empresarios para acceder a reuniones con el presidente fueron denunciadas en varias oportunidades y se hicieron eco de ello medios internacionales. Por si alguna duda quedaba sobre los métodos recaudatorios delictuales del presidente y su hermana -secretaria general de la Presidencia-, la estafa a escala mundial liderada por el propio Javier Milei a través de la criptomoneda Libra, las despejó por completo. Son fieles representantes de las castas más rancia que ha gobernado el país.
Tampoco debieran sorprender a nadie las internas oficialistas. Sus bloques parlamentarios se dividieron ni bien asumió el gobierno, las denuncias cruzadas de amenazas y las expulsiones están a la orden del día. Sin embargo, lo que revela este nuevo episodio de corrupción no sólo es la angurria libertaria desembozada, también expone las internas en dos de los vértices del triángulo de hierro: Santiago Caputo y Karina Milei. El enfrentamiento, según los trascendidos, viene de diferencias en torno al armado electoral de cara a las elecciones legislativas provinciales y nacionales. El oficialismo se juega mucho porque una derrota, principalmente en CABA y provincia de Buenos Aires, sería un golpe letal al experimento libertario. El préstamo del FMI, como ya sucedió con Macri, vino a apuntalar un programa económico que hace aguas para que Milei llegué con cierto aire a las elecciones. Es decir, las presiones por los resultados electorales no son menores y hacen crujir al triángulo de hierro y en este contexto es que "Caputito" decidió echar cierta luz sobre el esquema recaudatorio ilegal liderado por la propia Karina Milei en la obra social de las y los jubilados ordenando una especie de autoría interna que, sabemos, no va a traducirse en señalar responsabilidades materiales ni políticas a sus líderes.
Fuera las manos del gobierno del Pami
Los Milei tampoco son originales en el robo a través del Pami y la Anses, dos organismos pertenecientes a los trabajadores que todos los gobiernos mantienen intervenidos porque son las cajas con las que "hacen política". Incluso tampoco están solos en esto. Leandro Santoro lleva en sus listas, como segunda candidata a legisladora, a Claudia Negri, vicedecana de la facultad de Medicina (UBA), que es del riñón de Carlos Rojo que dirige la Asociación de Médicos Municipales de CABA al cual tributa la dirección del Pami.
Caputo mostró los dientes para dirimir la pulseada con la hermana del presidente a su favor, pero ni él ni nadie del gobierno está interesado que se terminen los robos en el Pami. A raíz de las múltiples denuncias que se realizaron en estos días se abrieron investigaciones en el fuero federal de distintas provincias. Pero estamos hablando de la justicia federal, un antro de jueces y fiscales que mantienen su poderío a través de las décadas por ser los garantes de la impunidad de quienes ostentan el poder político y económico. En las denuncias se señala que la recaudación se efectúa a través de cuentas bancarias que no son las cuentas partidarias, esto es, las cuentas que por ley deben tener los partidos políticos reconocidos y a través de las cuales están obligados a canalizar los aportes particulares. Están los nombres de los recaudadores, están los CBU, están las amenazas, es decir, están todos los elementos para que las investigaciones avancen sin mayores problemas. Pero también están estos jueces y fiscales muy eficaces para armar causas en contra de luchadores populares como las y los compañeros del Polo Obrero y displicentes a la hora de investigar a los poderosos de turno.
Fuera el gobierno, los punteros y los pulpos de la salud privada del Pami: que se acabe con el saqueo de la obra social de las y los jubilados, que se termine la intervención y se devuelva a los jubilados. Que le devuelvan los remedios a los jubilados.
Olga Aguirre
Los dólares "de abajo del colchón" ¿se suman al carry trade?
El gobierno estimula el lavado de dinero.
Como sabemos, el gobierno viene preparando medidas para poner en circulación los dólares sin declarar que están en manos de residentes argentinos. Sin dudas, fracasará en su intento revertir con un nuevo blanqueo una tendencia profunda de la burguesía nacional a la fuga de divisas y a la desinversión.
Según los últimos datos del Indec, los argentinos tienen por fuera del sistema bancario local U$S 271.247 millones. Se trata de dinero atesorado ya sea en cajas de seguridad, en cuentas en el exterior, o bien, como se lo denomina comúnmente, "abajo del colchón". El gobierno, desesperado por captar divisas, está evaluando permitir que esos dólares sean utilizados para la compra de bienes -autos, inmuebles, etc.- sin tener que justificar el origen de los fondos; sencillamente, una invitación al lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas.
Frente a la controversia que suscitó esta propuesta, Javier Milei se refirió al tema en una entrevista, donde afirmó que "no consideramos que aquellos que hayan sacado los dólares del sistema sean delincuentes". Adjudicó la tenencia de dólares sin declarar a la necesidad de "protegerse de los políticos ladrones que te mataban con inflación" y al "temor de que ARCA te persiga". Ahora bien, nadie puede pensar que es posible repatriar ese dinero bajando la inflación y otorgando beneficios impositivos.
El blanqueo mencionado a lo sumo hará que algunos fondos vayan a impulsar proyectos inmobiliarios, pero de ningún modo servirá para abrir un ciclo de inversión productiva en el país. Sin ir más lejos, en el blanqueo del año pasado ingresaron U$S 20.631 millones, pero no tuvieron como destino invertir en el desarrollo nacional sino fondear el carry trade.
Finalmente, la fuga de divisas protagonizada por los capitalistas locales es la contracara de la huelga de inversiones que perpetúan en el tiempo. La misma se ha agravado bajo el gobierno de Milei: en 2024 la formación bruta de capital fijo cayó 17,4% interanual. La desinversión no se revierte con una baja coyuntural de la inflación ni con exenciones impositivas a los empresarios, dado que el fenómeno hunde sus raíces en la naturaleza parasitaria de una clase social, que ya no encuentra tan rentable reinvertir sus ganancias en el terreno productivo y migra buena parte de su capital hacia la especulación financiera.
De hecho, la burguesía nativa usa parte de esos dólares expatriados para convertirse en acreedora de deuda externa argentina. Un mecanismo de saqueo, convalidado por los sucesivos gobiernos, que refuerza la necesidad de repudiar esa hipoteca fraudulenta para que el país y la mayoría trabajadora puedan salir a flote.
Milei no solo mantiene inalterable la fuga de divisas sino que prepara una sangría mayor alimentando una burbuja especulativa que está condenada a explotar tarde o temprano, desatando corridas de gran alcance. Solo se propone reingresar temporariamente algunos de esos dólares al sistema habilitando el lavado de activos; el fracaso en su objetivo de "atraer inversiones" es total.
Ni siquiera la clase media está respondiendo al llamado del gobierno de "sacar los dólares del colchón". Por el contrario, el rebote del tipo de cambio oficial por encima de los $1.200 da cuenta de una mayor demanda de dólares por parte de los pequeños ahorristas. Por su parte, según un informe elaborado por la Universidad Austral, en plena cosecha gruesa, el ritmo de ventas de soja es el más bajo de los últimos once años. Como vemos, la política del gobierno de mantener pisado el precio del dólar choca con su objetivo de acumular reservas, cuando esto último es requisito para que lo primero sea sostenible en el tiempo. Una encerrona que muestra a todas luces la precariedad de su esquema económico.
Solo un gobierno de trabajadores puede poner fin a la constante fuga de capitales, dando paso a la nacionalización bajo control obrero del sistema financiero y el comercio exterior, la ruptura con el FMI y el desconocimiento de la deuda externa usuraria. Es el camino para concentrar el ahorro nacional y ponerlo al servicio del desarrollo productivo y el bienestar de las mayorías.
Sofía Hart
martes, mayo 06, 2025
Caputo quiere sostener la bicicleta financiera con lavado de dinero
Luis Caputo adelantó que anunciará medidas para incentivar la circulación de dólares que están por fuera del sistema bancario argentino. Entre las opciones que se barajan se encuentra la habilitación para realizar transacciones en moneda norteamericana sin la necesidad de justificar el origen de los fondos. En otras palabras, "carta blanca" para el lavado de dinero malhabido en función de sostener el carry trade.
Como sabemos, el esquema económico del gobierno, basado en la bicicleta financiera, requiere de un flujo contante de dólares para sostenerse en el tiempo. El nuevo préstamo del FMI no es suficiente y el plan de bajar el riesgo país para reingresar al mercado de crédito internacional aún no ha prosperado. A su vez, merma el superávit comercial y no se vislumbran inversiones extranjeras con fines productivos. Por lo tanto, Caputo cifra sus esperanzas en poner a circular los U$S 271.247 millones que tienen los argentinos sin declarar (según las estimaciones del Indec), ya sea dentro de sus cajas de seguridad, "abajo del colchón" o en cuentas en el exterior.
En ese sentido, el gobierno está evaluando permitir el uso de dólares para cualquier transacción -como la compra de autos o inmuebles- sin tener que justificar el origen de los fondos. Así lo insinuó el ministro de Economía en sus declaraciones, afirmando que "la idea es comprar lo que quieras y que nadie te pida explicaciones". Sería lisa y llanamente un llamado a blanquear dinero proveniente de actividades ilícitas, como el tráfico de drogas y la trata de personas.
Como vemos, mientras Patricia Bullrich militariza las fronteras con la excusa de combatir el narcotráfico, estas mafias siguen operando a sus anchas con venia del gobierno. Es habitual la exportación de cocaína a Europa desde los puertos privados de Santa Fe, como lo demuestra el cargamento de 470 kilos incautado recientemente en un buque amarrado en el puerto de la cerealera Vicentin. Milei, lejos de combatir este negocio, invita a los narcotraficantes a lavar su dinero espurio.
Otra opción que contempla el oficialismo es ampliar los beneficios del blanqueo lanzado en 2024, decretando que esos dólares puedan ser utilizados en inversiones no productivas antes del 31 de diciembre de este año, sin tener que pagar el impuesto especial del 5% que rige actualmente por mover dichos fondos antes de la fecha mencionada. Al gobierno le puede salir el tiro por la culata ya que, si bien el objetivo de esta medida sería aliviar la demanda de reservas, encierra el riesgo de profundizar la salida de depósitos en dólares con los que se fondean los bancos para prestarle divisas a aquellos capitalistas que buscan ingresar al carry trade. Sin mencionar que se trataría de un nuevo premio a los evasores y a quienes obtienen sus ganancias en el circuito ilegal.
También aparece entre las variantes del Ejecutivo ofrecer descuentos para quienes paguen sus impuestos con dólares. Esto aumentaría la regresividad del sistema impositivo argentino, dado que solo aquellos con capacidad de ahorro podrían acceder a dicho beneficio, generando mayor carga fiscal sobre la población de menores ingresos. Asimismo, la alternativa de eliminar los impuestos a las transacciones bancarias entre cuentas en dólares apuntaría a favorecer al sector de más poder adquisitivo.
En la misma línea, circuló la posibilidad de "disponer planes de pago especiales más flexibles (sin multas ni intereses) para quienes regularicen sus deudas pagándolas con dólares" (La Nación, 5/5). De concretarse, estaríamos frente a nueva moratoria destinada a las patronales que defraudan al fisco, al tiempo que se elimina la moratoria previsional dejando a millones de trabajadores, cuyos empleadores no hicieron los aportes correspondientes, sin poder jubilarse.
El gobierno también está considerando permitir que las billeteras virtuales tengan cuentas remuneradas en dólares -hoy en día solo los bancos ofrecen plazos fijos en dólares. ¿Otro negocio en puerta a medida de su amigo Galperin? Como sea, incluso dentro de los pesos pesados del sector bancario se oponen a la liberalización de operaciones y créditos en moneda extranjera para estimular el carry trade, por la posibilidad cierta de repetir la corrida bancaria del 2001.
Mención aparte merece la exhortación del gobierno a la clase media para que se desprenda de los dólares "que tiene abajo del colchón". Cuando se desarme la bicicleta financiera serán estos pequeños ahorristas los que quedarán sin cobertura en medio de la corrida cambiaria.
Sea cual fuere la resolución que termine adoptando Caputo, estamos frente a una gestión desesperada por llegar a octubre con el tipo de cambio estable, pero no a partir del ingreso de dólares genuinos sino alimentando una bicicleta financiera usuraria por medio del endeudamiento y el lavado de dinero. Una estafa de la cual saldrá beneficiado puñado de especuladores, a expensas del hundimiento de las grandes mayorías.
Sofía Hart
El techo paritario del gobierno ajustó los salarios
En medio del recalentamiento inflacionario, y el acuerdo devaluatorio del gobierno con el FMI, los salarios de los trabajadores volvieron a perder contra la inflación, con un primer trimestre desastroso, con un gobierno que combinó el ajuste con una pauta del 1% mensual para las paritarias, acatada a rajatablas por la casi totalidad de la burocracia sindical. La principal variable de ajuste del gobierno para “equilibrar” la economía es el ajuste sobre los trabajadores.
Según diversos informes, entre ellos el de la consultora Synopsis, la casi totalidad de los salarios de los grandes gremios del país avanzaron por detrás de la inflación, en lo que va de este 2025, con las mayores pérdidas salariales concentradas en gremios numerosos, como el de Ferroviarios, Alimentación, Sanidad y trabajadores del sector público.
Esta situación es resultado directo de la orientación política impuesta por el gobierno, que combina un techo a las paritarias del 1% mensual de referencia –acatado dócilmente por la burocracia sindical- y una política inflacionaria que se está comiendo el poder adquisitivo de los trabajadores. Las patronales no solo celebran este ajuste, sino que reclaman profundizarlo, como quedó de manifiesto en el Consejo del Salario, con un “propuesta” de cuasi congelamiento salarial.
Los salarios acumulan actualmente una pérdida que oscila entre el 4% y el 6%, dependiendo el gremio, luego de un ajuste abrupto ni bien asumido el gobierno de Javier Milei, con un salto devaluatorio e inflacionario que golpeó de conjunto los ingresos salariales depreciándolos un 20% en un instante.
La tan mentada “recomposición” anunciada por el gobierno nunca llegó a recuperar los niveles previos a Milei y ahora se ha convertido en un nuevo ataque contra los salarios e ingresos populares.
Para disimular su política antiobrera el gobierno señala que los salarios habrían aumentado su cuantía medidos en relación a la cantidad de dólares que se puede adquirir actualmente, sin embargo esto omite señalar que la inflación también alcanza a los bienes dolarizados, que han seguido aumentando como resultado de las medidas oficiales. Así tenemos que cada vez se cobra menos y todo sale más caro.
Esto ya ha empezado a generar malestar social y movilización en diversos gremios. Para el caso de docentes y estatales tenemos distintas negociaciones abiertas en diferentes provincias claves del país, sin solución inmediata, donde los planteos de recomposición salarial chocan contra la réplica del ajuste mileista desenvuelto por los gobernadores, sean radicales o peronistas, incluido Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, con una propuesta de ajuste contra los trabajadores.
Otro es el caso de los trabajadores del gremio de prensa que irrumpieron en una charla en la Feria del Libro donde Fontevecchia (Perfil) y Roa (Clarín) exponían sobre “libertad de expresión”, denunciando las condiciones laborales y salariales paupérrimas que imponen las patronales del rubro y denunciando que el salario básico de un redactor apenas supera los $500.000.
En la UTA, que nuclea a los choferes, también existe un cuadro de rebelión contra las patronales y la dirección traidora de Fernández -que no convocó al último paro general-, cuando hay convocado para este martes 6 un paro de las lineas de transporte por el salario.
Esta orientación ajustadora contra los trabajadores es parte de la ofensiva antiobrera de las patronales y gobierno, con reforma laboral mediante, y de la complicidad de la burocracia sindical que se avino al techo paritario del 1% mensual, entregando a los trabajadores. Después del paro, con un fuerte acatamiento en la industria, no hubo ninguna continuidad ni plan de lucha, cuando más se requieren medidas de acción directa camino a la huelga general.
Ni la “dolarización” de los salarios o las promesas del fin de la inflación han terminado con la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, para lo que se requiere una recomposición general de los salarios, como punto de partida, partiendo del piso señalado por la Junta Interna de ATE Indec en $1.768.976 y paritarias libres, derrotando el ajuste de Milei, los gobernadores y las patronales.
Marcelo Mache
lunes, mayo 05, 2025
Continúa la masacre sionista en Gaza y Cisjordania
Los equipos de defensa civil pudieron rescatar algunos restos con las manos, porque Israel prohibió la entrada de equipo a Gaza y destruyó deliberadamente la escasa maquinaria disponible, según el vocero de Defensa Civil, Mahmoud Bassal. "Oíamos los gritos de los heridos atrapados bajo los escombros, pero no podíamos llegar hasta ellos. Con el tiempo, los gritos se fueron apagando y ya no sabíamos si seguían vivos o habían muerto", declaró Bassal a Drop Site (1/5). "Se podrían haber salvado muchas vidas, pero el bloqueo de herramientas esenciales eliminó cualquier posibilidad de rescate".
Esta historia se repite cada día y varias veces por día desde que Israel reanudó los ataques el 18 de marzo. La incesante matanza no tiene ningún límite: desde campamentos de refugiados hasta zonas humanitarias, hospitales, comedores sociales, caravanas de desplazados. La magnitud de los ataques es casi imposible de contabilizar dice la propia prensa palestina.
Durante dos días de la semana pasada, el ejército israelí también atacó y bombardeó más de 30 excavadoras y otras máquinas pesadas. Algunas habían sido donadas durante el alto el fuego para limpiar escombros, reparar infraestructuras críticas y rescatar a personas tras ataques aéreos, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
“Las escenas que surgen de toda Gaza, desde Rafah en el sur hasta Beit Hanún en el norte, son sobrecogedoras por su horror. Niños despedazados en tejados o mientras estaban subidos a su bicicleta; cadáveres esparcidos por un café, algunos aún sentados, desplomados en sus sillas; cadáveres envueltos en bolsas blancas, alineados en hilera; drones suicidas estrellándose contra tiendas de campaña que albergaban a familias dormidas; padres gritando y niños heridos esparcidos por las calles. “Nos están masacrando de principio a fin”, declaró el corresponsal de Al Jazeera, Anas al-Sharif, en una publicación en redes sociales.
Al menos 2.300 palestinos han muerto en las últimas seis semanas: más de cincuenta asesinados cada día. Más de un tercio son niños. El infanticidio es una política de Estado: un menor muere cada 45 minutos por la invasión desde hace año y medio. Como señaló el máximo responsable de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, solo en los primeros cuatro meses de guerra en Gaza perdieron la vida más niños que en el resto de guerras del mundo en cuatro años.
Las 27 primeras páginas del último listado de víctimas mortales de la invasión israelí de Gaza, publicada a fines de marzo, “tienen un mismo número a la derecha: cero. Es la edad (menos de un año) que tenían los 876 bebés muertos, de los que incluye su nombre completo, documento de identidad, fecha de nacimiento y género” (El País 30/4). El objetivo del Estado de Israel y sus cómplices es borrar a los palestinos de la faz de la tierra: desde el inicio de la guerra, más de 2.180 familias han sido completamente aniquiladas, con todos sus miembros muertos, mientras que de más de 5.070 familias solo queda un sobreviviente.
A los ataques militares se suma la imposición de la hambruna forzada a los dos millones de habitantes, con la prohibición de ingreso de alimentos, combustible, medicamentos y otros bienes humanitarios. Más de 65.000 niños en Gaza han sido hospitalizados con desnutrición severa producto de este castigo colectivo. El ministro de Defensa israelí, el genocida Israel Katz, se jacta de que «impedir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza es una de las principales herramientas de presión». Michael Ryan, médico de la OMS, ha denunciado tajantemente: “La realidad aquí es que estamos destrozando los cuerpos y las mentes de los niños de Gaza. Estamos matando de hambre a los niños de Gaza.”
El Programa Mundial de Alimentos anunció que se había quedado sin alimentos y “la situación está al borde del colapso". Cada persona tiene asignada una pieza pequeña de pan por día. Para sobrevivir, la gente busca plantas silvestres y come tortugas marinas que han llegado a la costa. Algunos pescadores que iban a buscarlas fueron asesinados por drones del sionismo.
El viernes pasado, drones de Israel bombardearon un buque con activistas y ayuda humanitaria para Gaza en aguas internacionales frente a las costas de Malta.
Los jefes de doce importantes ONG emitieron una declaración conjunta la semana pasada advirtiendo que “la hambruna se está extendiendo rápidamente en casi todas las partes de Gaza”, y caracterizando la situación como “uno de los peores fracasos humanitarios de nuestra generación”. Hasta Amnesty admitió que se está cometiendo “un genocidio en directo”: “Los Estados han visto a Israel matar a miles de palestinas y palestinos, masacrando familias enteras de varias generaciones y destruyendo viviendas, medios de subsistencia, hospitales y escuelas”, señaló. Israel contestó que son “mentiras infundadas”.
En las últimas semanas, el ejército israelí ha bombardeado el Hospital al-Ahli y el Hospital Pediátrico Al Durrah, ambos en la ciudad de Gaza; el Hospital Nasser en Khan Younis y el Hospital de Campaña Kuwaití en Mawasi. Masacró deliberadamente a quince trabajadores de emergencias. Los hospitales que aún siguen en pie apenas funcionan, con grave falta de medicamentos, equipos y médicos.
Mientras tanto, el ejército israelí ha vaciado el 70 % de Gaza de seres humanos, confinando a la población en pequeñas extensiones de tierra, arenosas, en la zona costera. En las últimas seis semanas, aproximadamente 420.000 palestinos han sido desplazados una vez más.
La limpieza étnica pasa de Gaza a Cisjordania, la otra cara de la confiscación de tierras palestinas para expandir los asentamientos. Israel está llevando a cabo una campaña de demolición de viviendas cuyo objetivo manifiesto es obligar a los palestinos a marcharse.
La violencia de los colonos en Cisjordania ha desplazado al menos a 20 comunidades beduinas desde octubre de 2023, mientras que los ataques del ejército israelí y los colonos han matado a más de 800 palestinos en el mismo periodo. Según la UNRWA, la ofensiva israelí «Muro de Hierro» ha desplazado hasta ahora a más de 40.000 palestinos y despobló por completo los campos de refugiados de Jenin y Tulkarem.
El 30 de marzo, el gabinete israelí aprobó un gran proyecto de infraestructura para dividir Cisjordania en dos, aislando la circulación palestina del este de Jerusalén, donde Israel tiene planes de expandir sus asentamientos hasta llegar al valle del Jordán. La conexión de Jerusalén con los asentamientos al este separaría el sur y el norte de Cisjordania y crearía una continuidad geográfica entre las fronteras de Israel de 1948, Jerusalén y los asentamientos israelíes. La actual autopista, una de las pocas en las que se permite circular a los palestinos, quedará reservada exclusivamente a los israelíes y conectará Jerusalén con los asentamientos. El núcleo de este proyecto de anexión es el segundo asentamiento israelí más grande, Maaale Adumim, que alberga a 40.000 israelíes.
El gobierno genocida de Netanhayu ha prohibido que las movilizaciones en Israel porten retratos de los niños palestinos que asesinó. No ha podido imponerse: las movilizaciones con fotos de las criaturas, que al principio eran de algunos docenas de personas superaron las 10.000 la semana pasada.
El imperialismo ha convertido Gaza en el caso testigo de hasta donde puede llegar en su debacle. La clase obrera deberá convertirla en el caso testigo de su derrota.
Olga Cristóbal
03/05/2025
Canadá: la victoria ajustada del Partido Liberal no disminuye la presión anexionista de Trump
El Partido Liberal, bajo el mandato del Primer Ministro Mark Carney, designado para suceder a Justin Trudeu, ha logrado revertir una situación que parecía sentenciada. En febrero, el Partido Conservador aventajaba por un 25 % de las intenciones de voto a los Liberales. A la hora de votar, el Partido Liberal obtuvo el 44 % y los Conservadores el 41 %, algo señalado por la prensa como un viraje impresionante. Tanto Conservadores como Liberales incrementaron su representación en el Parlamento, a expensas del Bloque Independentista de Quebec (6,3 %) y de los “izquierdistas” del Nuevo Partido Democrático, que cayó al 6,3 %, y de 24 a 7 diputados. Los Verdes quedaron en un marginal 1,3 %, con una banca. Como la elección se define por distritos, no hay una coincidencia entre el caudal de votos y la cantidad de bancas obtenidas.
Bajo la presión de Donald Trump, la elección se había transformado en un referéndum acerca de la anexión por parte de Estados Unidos. El líder conservador, Pierre Poilièvre, puso su campaña bajo la consigna de “Canadá Primero”, jugando con una suerte de nacionalismo canadiense y una mayor integración con su vecino del sur, incluida una eventual fusión. declarado admirador del magnate norteamericano, había ascendido con un discurso ultraderechista contra los migrantes y prometiendo devolver el estándar de vida a los trabajadores canadienses: “Canadá primero”. Pero fue justamente esta similitud con Trump la que condenó a los conservadores en lo que parecía una victoria sin despeinarse; Poilièvre mismo perdió su escaño por el departamento de Ottawa, capital de Quebec.
En los análisis de la prensa internacional, lo que había generado una gran simpatía por el líder conservador se vió trastocado por las intenciones de Trump por declarar a Canadá el estado 51 del país y comenzar una larga campaña de desinformación y acoso sobre los costos que representa la separación entre Estados Unidos y Canadá. Trump denuncia que subsidia a Canadá, puesto que gran parte del petróleo y el gas canadiense se exporta a Estados Unidos. Una suba de aranceles a la importación de combustibles y minerales afectaría fuertemente a la economía canadiense. La crisis desatada entre los dos países ha sacado a luz una vulnerabilidad muy peculiar de Canadá: que su comercio interior es inferior en monto al comercio que tiene con su vecino. Los estados canadienses se encuentran separados entre sí y la mayor parte de ellos integrados a la economía estadounidense. En Canadá existen trabas arancelarias y extraarancelarias al intercambio comercial intraestadual. Si se suma a esta distorsión nacional el hecho de que el poblamiento del país se reduce a sus zonas de frontera –con su vecino y los océanos-, se concluye que es un desierto estructural en su frontera ártica, que por eso mismo es custodiada por el Pentágono que hoy comanda Donald Trump. En la disputa geopolítica de la guerra imperialista, la explotación del Ártico ocupa un espacio y un lugar relevantes. Las flotas rusas y chinas la transitan con una frecuencia creciente. La anexión de Canadá y de Groenlandia se encuentran en la agenda de Trump objetivamente, no por algún desarreglo de este fascista tardío.
Mark Carney, el ganador de la contienda, es un exdirector del Banco de Inglaterra, representa los intereses de Gran Bretaña y, como adversario del Brexit, de la Unión Europea. No sorprende que haya tomado partido por la continuidad de la guerra de la OTAN contra Rusia, y que se oponga a las negociaciones de ‘paz’ entre Trump y Putin. Forma, con la exministra de Trudeau, Christine Friedland, el ala anglófila del Partido Liberal. También ha sido director general del Banco de Canadá, y fue fundamental en el rescate financiero de la burguesía canadiense en la crisis de 2007/8. Comercialmente atada a Estados Unidos y asiento de una industria automotriz completamente estadounidense, Carney tiene por delante una lucha áspera de intereses económicos y geopolíticos en el escenario de guerra a nivel mundial. En las condiciones de la crisis económica que se ha desatado, los márgenes de Carney para ‘rebalancear’ la fracturada estructura económica de Canadá son considerablemente más estrechos que en el pasado.
Los Liberales no han obtenido un cheque en blanco de parte del electorado, ni tampoco impresiona a la ultraderecha que gobierna Estados Unidos. Carney ya ha violado la primera regla de la negociación, al ofrecer una negociación a Trump, el principal perdedor en las elecciones canadienses. Los partidos que han colaborado con Trudeau en su último mandato fueron condenados a la marginalidad. El desgaste del Nuevo Partido Democrático se ha acentuado en la campaña electoral, al responder con un chovinismo de cuño propio al de los partidos de la burguesía canadiense. En la situación histórica concreta de la presente guerra financiera y militar, la independencia de Canadá constituye un objetivo reaccionario, entre dos polos del imperialismo. Lo que se impone es la unidad de la clase obrera estadounidense y canadiense para acabar con Trump, la variante fascista del imperialismo, y los Carney, Macrón, el alemán Merz, la variante de la derecha ‘clásica’.
Hay otra señal a considerar de la elección reciente. La juventud ha abandonado al Partido Liberal, a quién ha votado tradicionalmente, y también al NPD y ha votado por los Conservadores. Esta volatilidad del voto muestra un gran descontento por la crisis del costo de vida, los aumentos de impuestos y la precarización del trabajo. La ausencia completa de una política socialista ha dejado huérfana a la juventud trabajadora y a disposición de la agitación fascista de Poilièvre. Para Carney, “la defensa de Canadá” es utilizar la recaudación producida por los aranceles que aplicaría en represalia a los de Estados Unidos para compensar las pérdidas salariales de algunos sectores de trabajadores.
Los Liberales han logrado salvar la ropa en estas elecciones, pero ahora comienza otro desafío y otra etapa. Los principales estados petroleros de Canadá han manifestado su interés por negociar con Trump la eliminación de aranceles, es decir, incorporarse de manera “sui generis” a Estados Unidos. Esta presión centrífuga se combina con la intención de transferir las inversiones a Estados Unidos –el vaciamiento de Canadá como alternativa a la anexión-. Trump ha sido el principal protagonista de estas elecciones: “mi nombre está en las boletas” sentenció en su red social Truth Social.
Joaquín Antúnez
03/05/2025
La violencia escolar, recargada
En San Fernando también, a principios de abril, una profesora sufrió el abordaje de otra mamá en una secundaria, dentro del establecimiento. La docente tuvo que retirarse antes de su horario, asistida por otra profesora. La compañera agredida terminó muy afectada emocionalmente.
En una escuela de islas en Escobar –la misma localidad donde una alumna de secundaria estuvo preparando una masacre por tiroteo a principios de año–, un niño del primer ciclo de secundaria perdió la visión de un ojo en un intercambio de golpes con un compañero.
Por dos o tres casos que se conocen, debemos suponer al menos la misma cantidad de casos que no trascienden, porque en el recorrido que hacemos los profesores en la realización de nuestro trabajo, nos vamos enterando de hechos diversos. Sea que hablemos de violencia entre compañeros de curso, o de padres a docentes, o, incluso, de alumnos hacia profesores, la fuente evidente es la crisis que atraviesa a la sociedad, donde la carestía creciente es visible, entre otros datos, en el 60 % de pobreza. La descomposición social refracta en las escuelas. A este respecto, el silencio culposo del gobierno de la provincia y el silencio cómplice de las dirigencias sindicales, apuntan a ocultar este hecho en un momento en que Kicillof quiere perfilarse como presidenciable.
La institución educativa es caja de resonancia del ataque a las condiciones de vida de los trabajadores que mandan a sus hijos a la escuela. Por ejemplo, el problema de la infraestructura, que provoca más días inactivos que los casi inexistentes paros, también está en el barrio. En el de Villa Jardín de San Fernando, hace menos de un mes, el hacinamiento en las viviendas precarias llevó a un incendio en que perecieron tres niños y al menos un adulto.
Si a esto le sumamos los salarios de pobreza que sufren padres y docentes por igual, la mitad de los trabajadores en la informalidad, el crecimiento del narco en las barriadas y, ante este panorama, la orfandad institucional de las familias en sus hogares y la del personal de educación en los establecimientos, tenemos un cóctel explosivo que palpita como una bomba de tiempo.
Al desarrollo de la barbarie en que nos colocan los gobiernos de todos los niveles y de todos los colores, oponemos la autoorganización de las familias en los barrios, en conjunción con la de los trabajadores de la educación en las escuelas. Solo el pueblo organizado puede poner un freno a la debacle.
Ceferino Cruz
04/05/2025
Javier Milei: un fascismo patético
El ataque a Carlos Pagni tiene un ingrediente particular. Citando a un historiador, el periodista había comparado las circunstancias de la crisis argentina con el final de la República de Weimar (1932-1933), que acompañó al ascenso de Hitler: el mayor criminal político de la historia llegó al gobierno en el marco de las instituciones republicanas. Milei lo acusó, quién sabe por qué mecanismo de sus neuronas, de “banalizar el Holocausto”, aunque es obvia la intención de meter en un paquete único la campaña del sionismo y del fascismo contra un inventado “antisemitismo”. Los directores de “La Nación” la consideraron una acusación “insólita”, que es la escala más baja de la crítica periodística, cercana a la complicidad. La DAIA salió de inmediato a apoyar a Milei, en una actitud insólita frente a defensores inquebrantables del estado sionista. Bien mirada, sin embargo, la intención de Milei y de la DAIA es sacar a Hitler y al fascismo de la historia, en especial de su carácter de salida a las contradicciones insuperables del capitalismo mediante el exterminio y la guerra mundial.
Ante el foro industrial, Milei pronunció “el discurso de los veinte insultos”, de los que se sirvió para atacar a periodistas, economistas de derecha y a la izquierda, sin ahorrarse el vómito de los “zurdos hijos de mil putas”. La platea empresaria celebró la procacidad como una ocurrencia y hasta ironía con interrupciones y aplausos, como lo habían hecho con Hitler los banqueros y la industria pesada de Alemanaia. No advirtió que tenía enfrente a un personaje acorralado en el ejercicio del Poder Ejecutivo. Pero Milei no es, como lo fue Hitler, una salida criminal a la debacle capitalista y al pánico hacia una revolución proletaria, sino la expresión última de la debacle de la democracia y de un capitalismo hipotecado, que podría llevar a una rebelión popular antes que a una salida totalitaria.
La violencia del lenguaje, incluida especialmente la procacidad, es la expresión de una camarilla que apela a la violencia política y a los métodos de guerra civil, que se desborda por su propio aislamiento político. Porque, como lo demostró su paso por Villa Lugano, Milei y los liberticidas carecen de una base popular activa y no han avanzado nada en el año y medio transcurrido. El griterío soez es una maniobra calculada, para ocultar el agravamiento de la crisis social y el aumento de la bronca del pueblo. Milei insulta y agravia a quienes apoyan la liquidación de los derechos laborales, previsionales, educativos o sanitarios, en nombre de la restauración de los “equilibrios macroeconómicos”. Odisea, el programa de Pagni, es una tribuna de los impulsores del 'ajuste'. Los empresarios que aplaudieron los insultos de Milei se han aferrado al mástil de un navío que zozobra, sin advertir que las víctimas de Milei son los más firmes partidarios de la clase capitalista. Deben pensar, probablemente, que las guerras desatadas por Trump y Netanyahu marchan viento en popa y que es necesario subirse a la ola fascista para aplastar efectivamente los derechos de los trabajadores, incluidas sus organizaciones. El otro día, no perdieron la oportunidad de reclamarle que lleve hasta el final esa política de agresión a la clase obrera. El ataque a la prensa anticipa gobernar con métodos de excepción. El control de la prensa oral y escrita se asocia, en este punto, a los decretazos y vetos que, en cualquier caso, se han llevado adelante con la complicidad del Congreso.
Fascistas patéticos
Los liberticidas se prueban el traje del fascismo, pero a esa hechura le falta un componente fundamental: el mileismo no ha conformado una fuerza organizada. Ni siquiera ha podido reunir las voluntades para un aparato electoral. En torno de esta cuestión, acaba de estallar una interna en la mesa “superchica” del gobierno, es decir, entre Karina Milei y Santiago Caputo. La discordia reside, precisamente, en la estratégica elección provincial en Buenos Aires. Karina ha conchabado a un puntero, Sebastían Pareja, para el armado de listas en las secciones electorales. Pero el “material” recolectado, hasta ahora, es el de varios pejotistas con prontuario. Del otro lado, la banda de Santiago Caputo rechaza ese rumbo y apuesta a un reclutamiento propio que no ofrece hasta ahora mayores resultados. El armado de una fuerza reaccionaria de masas choca con el ajuste brutal que sacude a todas las clases explotadas. La carestía que sucedió al acuerdo con el FMI ha quebrado la propaganda oficial sobre la “estabilidad de precios”. Los índices de inflación ficticios no suplantan a la inquietud popular por los aumentos reales.
La camarilla de Milei se atreve a todo este ejercicio de marginalidad porque cuenta con el apoyo de otro régimen de marginales burgueses, comandados por Donald Trump. Pero lo más importante es la complicidad de la burocracia y la oposición con el gobierno, simplemente por el temor de que su derrumbe desate una rebelión popular. El periodismo que denigra Milei ha sido incapaz de enfrentarlo con alguna consecuencia. Nadie se pone la ropa del “Yo acuso!” de Emile Zola, ante un brote prefascista en la Francia de finales del siglo XIX.
Marcelo Ramal
04/05/2025
domingo, mayo 04, 2025
A 95 años del fallecimiento de Jose Carlos Mariátegui recordamos su legado
José Carlos Mariátegui nació y creció en un sector humilde al sur del Perú, en la ciudad de Moquegua. A los 14 años fallece su padre, y se ve en la obligación de entrar a trabajar, comenzó en La Prensa, un periódico de Lima, allí tuvo múltiples tareas, hasta que en 1914 comenzó a publicar artículos y crónicas, la gran parte de literatura y poesía, los cuales eran firmados bajo el nombre de Juan Croniqueur. Con escritores como Abraham Valdelomar, César Falcón, César Vallejo y algunos más, fue parte de una fundación de la revista literaria-política Colónida, la cual promovió la ruptura con el civismo, movimiento político que impulsó la República Aristocrática, posterior a la guerra del Pacífico, entre 1895 y 1919.
Entre 1916 y 1919 trabajó en el periódico El Tiempo como periodista, el cual tenía un enfoque en oposición al gobierno de derecha de Jose Pardo y Barreda. En tal época Mariátegui y sus compañeros se comenzaron a formar en socialismo, esto incentivado por el triunfo de la Revolución Rusa y el movimiento en el Perú por la lucha obrera por las ocho horas y los estudiantes por la Reforma Universitaria.
Los jóvenes más de izquierda tenían referencias como el peruano anarquista Manuel José Prada y de socialismo estaba la revista Nuestra Época, la cual fue fundada por Mariátegui, pero esta solo tuvo 2 publicaciones por la persecución política gubernamental.
En julio de 1919 asume el gobierno Augusto Leguía después de un golpe de Estado. Trabajó en el periódico La Razón, donde apoyaba las luchas obreras y estudiantiles, por lo cual, este gobierno le entrega una “beca” a Mariátegui para irse a Europa, como una deportación encubierta.
En su estancia, particularmente en Italia, fue parte importante de su formación, en un contexto histórico de guerras y revoluciones en el occidente, conoció a dirigentes del Partido Comunista Italiano y a la izquierda socialista. Y es donde él comienza a formarse en el marxismo, lo cual influenciará totalmente en teorizaciones y su rol político.
Mariátegui regresa al Perú en 1923, instantáneamente comienza a escribir artículos y a realizar charlas en Universidad Popular González Prada, pues la experiencia en Europa le brindo mucho conocimiento, planteando la historia de la crisis mundial, la crisis de la democracia burguesa, la revolución rusa, el socialismo, el comunismo y el ascenso del fascismo en el mundo.
En su infancia él sufrió un accidente, y este dañó su pierna, esta lesión siempre lo había acompañado, pero luego de volver al Perú tuvieron que amputarle la pierna; sin embargo, esto no lo limitó para seguir escribiendo y teorizando sobre socialismo y la realidad peruana.
El 26’ aparece la revista Amauta (“sabio” en quechua), la cual será dirigida por José Mariátegui hasta su muerte en 1930.
Uno de los debates más recordados de Mariátegui, fue el que mantuvo con Haya de la Torre, dirigente político peruano que fue exiliado, quien en 1924 desde México fundó APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana), originalmente pensado como un frente antiimperialista, para unir las fuerzas del continente. En aquellos años los marxistas peruanos y APRA trabajaban en frente único. Sin embargo, en el 28’ Mariátegui y Haya de la torre tienen una ruptura, pues este decide transformar a APRA en un partido político, porque si bien, Mariátegui acordaba con la táctica de un frente antiimperialista, no así con la estrategia que estaba proponiendo Haya de la Torre. Pues este creía en la construcción de un partido “de las tres clases”, la pequeño-burguesía, los trabajadores y los campesinos para construir un capitalismo de Estado. Mariátegui difiere de esto, ya que tiene una visión revolucionaria y ofensiva del marxismo, defendiendo la concepción de la construcción de un partido revolucionario de la clase obrera, que la revolución debe de ser socialista y por sobre todo, apuntar hacia la dictadura del proletariado.
En 1928 Mariátegui publicó “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana”, en donde analiza la evolución de Perú y los factores sociales y económicos en el país y ensaya una explicación marxista del “problema del indio” y el “problema de la tierra”. Haciendo hincapié en la importancia de promover las tradiciones comunitarias del pueblo peruano para apoyar al movimiento socialista.
Mariátegui se considera el fundador del marxismo latinoamericano por haberse convertido en un gran exponente del tema, su experiencia en Europa y su formación socialista logró enriquecer mucho sus ideas, y si bien, cronológicamente Mariátegui no fue el primer marxista latinoamericano, si teorizó más profundamente cómo desarrollar el socialismo en el contexto latinoamericano y que contraindicaciones tiene este subcontinente en comparación con sectores qu eén tales tiempos más avanzados políticamente como lo era Europa. Lo cual lo coloca hasta el día de hoy como un referente, especialmente en Perú.
Recientemente, en Perú hubo una revuelta, causada porque la derecha desde sus inicios había intentado sabotear el gobierno de Pedro Castillo, y el 7 de diciembre, de manera desesperada, el expresidente del Perú anunció la disolución del Congreso y el Poder Judicial. Esta decisión no contó con el apoyo ni el respaldo del ejército y las policías, por lo cual fue perseguido y detenido por estos.
Luego de que Castillo fue detenido, se proclamó a la vicepresidenta Dina Boluarte, como mandataria de la República, lo cual causó bastante revuelo en los sectores populares. Tres días después las movilizaciones masivas iniciaron, estas tuvieron enfrentamientos con la policía, cortes de carreteras, quema de edificios públicos y hasta la toma de aeropuertos. La nueva mandataria instantáneamente comenzó a reprimir las protestas, con militares en las calles y poniendo estado de emergencia en el sur del Perú, sector indígena y más precarizado. A causa de la fuerte represión, en pocos días ya se comenzaron a contabilizar los atropellos a los Derechos Humanos, los múltiples heridos y sus primeros muertos.
El gobierno golpista de Boluarte, está totalmente al servicio de las políticas de la derecha peruana, la cual intenta mantener la constitución fujimorista del 93’, una completamente neoliberal, que solo actúa en miras de aumentar sus ganancias, aunque esto signifique un mal para la población.
Esta revuelta ha significado un hito en el pueblo peruano, puesto que sus movilizaciones superaron a la “Marcha de los Cuatro Suyos” del año 2000, lo que marcó el fin del gobierno de Fujimori.
La caracterización que tuvo Mariátegui sobre el pueblo peruano y sobre su funcionamiento interno es muy importante, puesto que estas caracterizaciones se pueden reflejar hoy en día, contando con un estudio del pueblo peruano, y las contradicciones de este mismo.
Matías López
Miércoles 16 de abril
El Gobierno de Milei le dice “héroe” a Roca, pero fue un genocida, usurpador y ladrón
El nombre de Julio Argentino Roca resuena aún hoy en aulas, plazas, calles, avenidas, parques y hasta estaciones de trenes de Argentina. Generalmente, sobre todo desde sectores de la derecha y el conservadurismo, se lo muestra como un “héroe nacional”. Sin embargo, al mirar más de cerca su “legado”, nos encontramos con una historia cargada mucho más de violencia, racismo, robo y despojo que de valores humanos realmente reivindicables.
Este miércoles el Gobierno de Javier Milei difundió desde las redes oficiales de la Casa Rosada una reivindicación de la llamada “Campaña del Desierto”, de cuyo inicio se cumplen 146 años. Según la visión de la ultraderecha gobernante, se trató de una “gesta heroica comandada por el prócer de la Nación, el General Julio Argentino Roca”, que habría significado “no sólo la extensión del territorio nacional, sino también la constitución del Estado moderno argentino”.
Tan fanáticos de Roca son en La Libertad Avanza que esta misma semana en Salta el ministro de Defensa, Luis Petri, anunció que tropas del Ejército se integrarán al Plan Güemes (comandado por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich) a través de la Operación Presidente Julio Argentino Roca que vigilará y controlará localidades fronterizas como Tartagal y Salvador Mazza. Un territorio que, como se sabe, también está poblado ancestralmente por diversas comunidades originarias.
El genocida del “desierto”
Ante todo, hay que decir algo que no por obvio resulta intrascendente. Al momento de emprender aquella “campaña”, ni las pampas ni la Patagonia eran un “desierto”. Por el contrario, allí habitaban miles y miles de indígenas, integrantes de diversos pueblos originarios que coexistían en armonía con la naturaleza e incluso convivían entre sí.
Esas poblaciones fueron el foco central de la “campaña” roquista, que las persiguió, apresó, torturó, asesinó, secuestró y despojó de sus posesiones. Las actuales comunidades originarias, herederas de las y los sobrevivientes de aquel genocidio, siempre lo tuvieron muy en claro y así lo siguen relatando en una verdadera “batalla cultural” contra los poderosos que reivindican a Roca y sus secuaces.
Roca fue presidente de Argentina en dos períodos, pero es recordado principalmente como el líder de la “Campaña del Desierto”, consumada entre 1879 y 1885. Se trató de un conjunto de operaciones militares, financiadas por el Estado y acompañadas por la Iglesia católica, cuyo objetivo central fue la ocupación de aquellos territorios y el reparto entre futuros terratenientes.
El resultado fue catastrófico: entre 15.000 y 20.000 miembros de las comunidades ranquel, mapuche, pampa y tehuelche fueron asesinados o capturados. Los sobrevivientes fueron enviados a campos de concentración, separados de sus familias y sometidos a trabajos forzados y evangelización forzada.
Las tierras que antes pertenecían a estas comunidades fueron entregadas a un reducido grupo de familias oligarcas, consolidando el sistema de latifundios que persistió durante décadas. Roca mismo se benefició directamente, recibiendo 15.000 hectáreas como recompensa por parte del Congreso Nacional. Este proceso no sólo destruyó comunidades enteras, sino que también sentó las bases para un modelo económico dependiente y desigual, con una oligarquía agraria aliada al capital extranjero, en particular el británico.
Un régimen oligárquico y excluyente
El período de gobierno de Roca estuvo caracterizado por un sistema político oligárquico, donde el fraude electoral era moneda corriente y la mayoría de la población no tenía acceso a derechos políticos. Ni mujeres, ni trabajadores, ni pueblos originarios podían votar.
En paralelo, las condiciones laborales eran inhumanas: largas jornadas de trabajo, explotación infantil y la ausencia total de derechos laborales básicos. Este panorama muestra un gobierno que no sólo ignoraba las necesidades de los sectores populares, sino que también sostenía un modelo de explotación y exclusión.
La reivindicación de Roca: una distorsión histórica
A pesar de este oscuro legado, la derecha del Siglo XXI insiste en reivindicar a Roca como un símbolo de “progreso” y “civilización”. Una narrativa que ignora deliberadamente los crímenes de lesa humanidad cometidos bajo su mandato y el impacto devastador que tuvo su política en las comunidades originarias y en la estructura social del país. Es una versión de la historia que busca justificar la desigualdad estructural y el despojo como parte de un supuesto “orden natural”.
La llamada “Campaña del Desierto” no fue un acto de civilización. Fue un genocidio que marcó uno de los capítulos más oscuros de la historia argentina. Desconocer esa empresa criminal y usurpadora es una de las operaciones político-culturales más profundas que sostienen desde hace un siglo y medio las clases dominantes, sus intelectuales y sus voceros de la comunicación masiva.
Julio Argentino Roca no fue un “héroe”, no es un “prócer” ni será nunca merecedor de homenajes genuinos del pueblo. Fue, es y será un símbolo del colonialismo, el genocidio y la concentración del poder en pocas manos. Para construir un futuro diferente, es necesario desenmascarar aquellas mentiras y rechazar cualquier intento de glorificar el pasado opresor.
La Izquierda Diario
65 años de su fundación. Brasilia, la capital de la utopía modernizadora
Antes de ganar aquel título, el país tuvo dos ciudades capitales. Vale recordarlo ya que nos ayuda a entender lo que estaba en juego en ese cambio. La primera fue la colonial San Salvador de Bahía a mediados del siglo XVI, donde residían los representantes y comerciantes de la metrópolis portuguesa en Brasil y luego, cuando la explotación azucarera en el Nordeste empezó a decaer reemplazada por la minería aurífera del Sudeste, la capital se trasladó a Río de Janeiro, estamos ya en 1763.
Medio siglo después, en 1808, llegaba a sus costas la familia real portuguesa huyendo de los ejércitos napoleónicos que avanzaban sobre Europa. Con la independencia brasileña declarada en 1822 por Don Pedro I, hijo del rey João VI de Braganza, Río de Janeiro ganó además el rango de sede imperial. Junto a la ventaja de su puerto se transformó en el principal centro urbano político, económico y cultural del joven imperio. A lo largo del siglo se constituyó en esta región una de las burguesías económicamente más poderosas del país, ligada a la explotación cafetera, aliada a los esclavistas importadores de mano de obra africana, base de la acumulación primitiva del latifundio cafetero. En su trabajo Historia económica de Brasil, el historiador Caio Prado Junior concluyó que aquellas dos capitales dieron forma a la primera unidad regional del futuro país en términos económicos y políticos, a partir de su ubicación y de concentrar el núcleo de su economía exportadora.
A imagen y semejanza de las grandes metrópolis imperiales, las clases dominantes brasileñas buscaron afianzar la unidad territorial ideando proyectos para extender el poblamiento regional hasta entonces asentado, como sus capitales, en el litoral atlántico. No hay que olvidar que el medio geográfico de la región central hacia el oeste, como completa Caio Prado, era de carácter agreste, de penetración y difícil ocupación, extendido a lo largo de las laderas de la Cordillera de los Andes quedando bloqueado a las conexiones con la costa del Pacífico. Y aún ocupando la mayor parte del territorio sudamericano el país siguió mirando al Atlántico.
Esta vía imaginada de asentamientos y el control sobre los recursos de regiones aún poco exploradas complementó, en sus comienzos, las acciones militares con el fin de evitar la fragmentación. La amenaza centrífuga no era pura ficción, teniendo en cuenta las revueltas separatistas como la proclamada Confederación del Ecuador (1824) de las elites norteñas, que enfrentó la centralización o la de Cabanagem de indígenas, negros esclavizados y pobres que se prolongó por cinco años (1835).
La Constitución brasileña de 1891 una vez declarada la República Velha (1889-1930) definió el carácter federal de la república, el Distrito Federal (la ciudad de Río de Janeiro) y también dejó delimitada en uno de sus artículos el espacio destinado a la futura y nueva capital: “pertenece a la Unión una zona de 14.400 kilómetros cuadrados, en la meseta central, que será demarcada oportunamente para que allí se establezca la futura capital”. Sin embargo, tal previsión se concretará recién a mediados del siglo XX.
Brasilia, una ciudad artificial
El afianzamiento del modelo de desarrollo capitalista agroexportador en el país, atrasado y dependiente, dio forma a la organización de un mercado nacional que profundizó los desequilibrios regionales. La falta de una efectiva integración aparece como síntoma en las Constituciones de 1934, de 1937 y en los debates constituyentes de 1946 ligados al traslado de la capital como forma de propiciar simbólicamente la integridad nacional y en términos políticos y militares, el de alejar el centro de poder de las áreas urbanas más concentradas. Tomaría forma concreta hacia el fin de la Segunda Guerra Mundial con el auge del modelo desarrollista en el continente que, como en otros países, tuvo implicancias en campos como el científico y particularmente el cultural. Nacen el “cinema novo”, la poesía concreta, la bossa nova y más. En Brasil su representante político fue el mineiro Juscelino Kubitschek.
En términos económicos, sostenía el pensamiento cepalino de la época, para lograr el desarrollo de las economías atrasadas era necesario impulsar cambios estructurales con protagonismo e intervención del Estado para dirigir el proceso de grandes inversiones públicas en infraestructura e impulsar la industrialización asociados al capital extranjero. Bajo este paradigma Kubitschek hizo del traslado de la capital, “un imperativo para la integración y la seguridad del Estado”, un emblema de esta modernización capitalista. Con respaldo de distintos sectores burgueses se transformó en la principal promesa de su campaña presidencial, como señala el urbanista Dantas Fagner “con el uso intensivo de los medios de comunicación, incluyendo la naciente televisión, Juscelino supo vender la idea de que la construcción de Brasilia significaba la reconstrucción de Brasil.” [1]
Con el lema “50 años de progreso en 5 años de gobierno” sintetizado en su Plano de Metas, ya consagrado presidente asoció el proyecto de la nueva capital al imaginario de una ciudad auténticamente brasileña, alejada del estilo o la influencia extranjera. El proyecto fue aprobado y transformado en ley a poco de ser presentado en 1956 y los encargados de ponerlo en práctica fueron el arquitecto Oscar Niemeyer, como principal idealizador de sus edificaciones, y el urbanista Lúcio Costa responsable del conocido Plan-Piloto.
Pavimentando la plaza frente al Congreso Nacional, Revista Brasilia, número 39 (1960).
“Brasilia está construída en la línea del horizonte. Brasilia es artificial. Tan artificial como ha de haber sido el mundo cuando fue creado”, la describió la escritora Clarice Lispector a propósito de la audacia estructural de la ciudad. Construida en menos de 4 años, un plazo récord, sobre grandes planicies, la historia de quienes la construyeron, casi 60.000 migrantes, merecería una nota aparte. El impacto del modernismo en el país encontró en la arquitectura uno de sus campos más reconocidos. Junto a Tom Jobim, el poeta brasileño Vinicius de Moraes no pudo evitar dedicarle Brasília, Sinfonia da Alvorada, prevista para su inauguración.
Ubicada a casi 1200 kilómetros de Río y en medio del postergado Planalto Central, el proyecto de Lúcio Costa, seguidor de Le Corbusier, encuadrado en los principios racionalistas del movimiento moderno y los adoptados en los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (habitar, trabajar, cultivar y circular), se enfocó en transmitir una firme confianza en el futuro. Para Lúcio Costa, escribe Fagner, “el punto de partida para la concepción de la ciudad sería el Estado Democrático de Derecho. Así, la Plaza de los Tres Poderes habría sido el punto de partida para el trazado de la ciudad. La forma de un triángulo equilátero demostraba el equilibrio necesario, la igualdad esencial en el comando de los destinos del país.”
Diseño de Brasilia, Plan Piloto.
Brasilia, imagen satelital.
Distintos especialistas han sugerido aproximarse a la ciudad siguiendo distintos ejes: el eje monumental (este-oeste) que permite descubrir la dimensión de la escala urbana y donde se localizan el Complejo Cultural de la República Joao Herculino; las obras emblemáticas de Niemeyer de espacios libres y abiertos y los edificios de gobierno, como la explanada, la Plaza de los Tres Poderes (la Corte Suprema, el Palacio del Planalto y el Congreso Nacional) y el Palacio de la Alvorada (lugar de residencia oficial del presidente).
El eje residencial (norte-sur) pensado para una población de 500 mil habitantes, ha sido el que más críticas ha acumulado. La ciudad no evitó la fragmentación urbana, de sectores de la elite política y empleados públicos concentrados en su casco piloto y los sectores populares en sus enormes suburbios. Se dice que sus creadores no consideraron el establecimiento de pobladores más allá de sus funcionarios. Con el tiempo se fue creando una segunda ciudad, de asentamientos, la ciudad, “satélite” como se la conoce, que comparte las características de otras ciudades y procesos de urbanización latinoamericana, con barrios informales sin servicios ni agua potable y creciente déficit habitacional.
La otra cara de la ciudad abstracta, pensada para el uso privilegiado de automóviles y de largas distancias, imposibles para la movilidad cotidiana y el transporte público, con casi 3 millones de habitantes es el tercer municipio en el ranking después de São Paulo (11,9 millones) y Río (6,7 millones), las marcas de segregación social de la ciudad se cruzan a poco de dejar el área declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
A cuenta de la transformación de la ciudad, Oscar Niemeyer respondía entrevistado por Lispector a poco de cumplirse diez años de su fundación, “la arquitectura no impide ni sugiere una determinada política. En el Palacio de Planalto, por ejemplo, preví un balcón exterior y desde allí, desafortunadamente, el pueblo brasileño nunca escuchó las decisiones que reclamaba. Pero somos optimistas. Un día tendrá un uso justo. Al fin y al cabo, el Palacio es del pueblo y las minorías dominantes no podrán subsistir”. La utopía de Brasilia fue a su manera un caso de proyección urbana que se propuso acompañar procesos de cambios políticos. A la sombra del derrotero que siguió el desarrollismo en el país, la ciudad se transformó en símbolo del poder político pero no logró ser aquella ideada para todos los brasileños.
Liliana O. Calo
@LilianaOgCa
Lunes 21 de abril 00:10
[1] En “Brasilia: la utopía desfigurada”, Urbano, vol. 7, núm. 10, noviembre, 2004, pp. 50-60, Universidad del Bío Bío, Concepción, Chile.
sábado, mayo 03, 2025
El Gobierno descuartiza y privatiza Enarsa
La Secretaría de Energía dispuso que Enarsa se venda en bloques, ya que tiene a cargo diversos activos. Entre ellos, tiene la operación del gasoducto Perito Moreno (antes llamado Néstor Kirchner); tiene participación en el consorcio que debería llevar adelante la construcción de las represas de Santa Cruz; es accionista del 65 % de las centrales térmicas San Martín y Manuel Belgrano, y debe licitar la operación y el mantenimiento de las hidroeléctricas del Comahue (Alicurá, El Chocón Arroyito, Cerros Colorados y Piedra del Águila) (La Nación, 29/04).
El Gobierno empezó con la empresa que mayores ganancias otorga: la venta del 25,5 % de las acciones indirectas de Transener. Es la principal empresa de transporte eléctrico de la Argentina, de la cual se espera obtener alrededor de US$ 200 millones.
Enarsa es dueña del 50 % de Citelec, la sociedad controlante de Transener y el otro 50 % está en manos de Pampa Energía, empresa del mileísta Marcelo Mindlin. Citelec, a su vez, tiene el 51 % de las acciones clase A de la transportista, mientras que el resto está repartido entre la Anses (19,57 %) y la oferta pública.
Para la empresa que la compre es un negociado a dos puntas. Primero porque toda la inversión que implica su funcionamiento ya estuvo hecho por el estado, segundo porque tiene un ejercicio monopólico de rentabilidad asegurada, y tercero, porque el gobierno tiene planeado liberar las tarifas, algo que además está entre las exigencias del FMI.
Si hasta ahora aparece como deficitaria es porque el gobierno le encaja el grueso de los subsidios al transporte para garantizar las ganancias a los otros tramos de la cadena a cargo de los privados.
Entre los posibles compradores están Pan American Energy (PAE), de la familia Bulgheroni; Edenor, de José Luis Manzano; y Pampa Energía, de Mindlin. Si bien la ley 24.065 que regula el mercado eléctrico prohíbe que un mismo capitalista controle toda la cadena y, por lo tanto, este último estaría inhibido de la compra por ser a la vez generador de energía, puede haber excepciones mediante un decreto presidencial.
Por lo tanto las privatizaciones responden por un lado a entregar un negociado a los grupos capitalistas del sector, y por otro, a hacerse de los dólares que le permitan seguir comprando tiempo para prolongar la agonía que lo llevará de todas maneras a un default y a una hiperinflación.
Las privatizaciones son parte de un plan de expoliación gigantesco en el que también hay que inscribir el hambre salarial y las reservas de oro que, llevadas al exterior, ya no figuran en los balances del banco central o figuran con una valuación desactualizada cuando la onza está llegando a valores históricos.
Aldana González
02/05/2025
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