jueves, marzo 06, 2025

El parlamento, Trump, la Justicia, la burocracia sindical, ahora el FMI…


El desafío de Milei tras el criptogate era retomar la iniciativa política en la apertura de sesiones del Congreso. La mesa estaba servida. El parlamento dejó rápidamente de lado el juicio político al presidente encontrado con las manos en la masa en una estafa de U$S 4.800 millones de alcance, de la que unos cuantos vivos se habrían llevado en una noche hasta U$S 300 millones, con un efecto colateral en el mercado cripto entero, que ha sufrido una volatilización de U$S 98.000 millones tras la estafa de la que veremos cómo sale. Así las cosas, la oposición optó por una “comisión investigadora”, pero que tampoco alcanzó los votos en el Senado. Ya le habían aprobado la reforma electoral a la medida de Milei con una avalancha de votos peronistas. Soberbio rescate. 
 El fiscal Taiano, en pareja con Servini de Cubría, se han tomado todo el tiempo para no incautar siquiera un teléfono o una compu en la Rosada y Olivos, mientras los involucrados borran pruebas como pueden. Empantanado con la cuestión de la Corte Suprema propia, nombró dos miembros por decreto “en comisión” y la Corte ya le tomó juramento a uno de ellos –García Mansilla-, mientras la Cámara Federal le otorgó licencia al otro –Ariel Lijo- para que no pierda el puestito. Hasta el principal estudio norteamericano evitó imputarlo en su presentación ante la justicia de EEUU, mientras el FBI dice que las cripto no están sujetas a regulaciones legales y todo vale. De la Justicia Milei no se puede quejar, le tiran flor de salvavidas, al menos por ahora, obviamente. 
 Trump, otro afecto a cagar gente en grande, salió a recibirlo y elogiarlo como un gran estadista de las “reformas estructurales”, en tanto Elon Musk le recibía la motosierra para ponerla en su despacho. El ultraderechista de la Casa Blanca hasta prometió evaluar un improbable -y eventualmente devastador- Tratado de Libre Comercio con Argentina, cuando está rompiendo a hachazos arancelarios los de sus socios de la América del Norte. Nadie se cree esto, pero es todo lo que pudo hacer mientras The Wall Street Journal, el New York Times y hasta The Economist salieron a darle por la cabeza al presidente cripto estafador. Entre fachos no se pisan la manguera y ahí tuvo otro bombero, Donald Trump. 
 Joni Viale intentó ayudarlo con la mejor onda, pero lo hundió un poquito más. Gages del oficio. Santiago Caputo “se llevó las marcas ese día”, pero en la segunda operación de despeje del área se metió en un kilombo de matoncitos que dejó en el olvido el discurso presidencial de Apertura Legislativa, llamado a marcar el rumbo del éxito sin pausa del gobierno facholibertario. Aunque nadie puede negar que unas cuantas amenazas y dos palmaditas de la eminencia gris y su patota de trolls son menos costosas que la avalancha de denuncias de coimas de “El Jefe” y el triángulo de hierro que afloran por todos lados. Y, además, quién se acuerda de los “bolsos” de Kueider. 
 Pero en materia de rescatistas, la Copa de Campeones se la llevan otros, sin duda. La burocracia sindical se borró como Casildo Herrera cuando Videla inauguraba la dictadura. Encabezados por Gerardo Martínez fueron a garantizarle a Kristalina Georgieva que no habrá levantamiento obrero contra Milei, que estamos muy mal pero que “la institucionalidad democrática” está garantizada. Hay más rescatistas, si miramos las cámaras empresariales que protestan por lo bajo por la inseguridad jurídica de nombrar jueces a la Corte por decreto o piden “rebajar impuestos” por el “aumento de los costos en dólares”, pero festejando –y apurando- las reformas antiobreras. 
 Nadie quiere que la sangre llegue al río para que Milei continúe su obra de emprobrecimiento y entrega nacional. Pero son demasiados rescatistas para un gobierno de un año de existencia, algo anda entre mal y muy mal. Y lo evidencia que el único gran anuncio del discurso presidencial fue que prontamente mandará al Congreso el nuevo acuerdo con el FMI. El rescatista mayor de Alfonsín, de Menem y De la Rúa, de Macri, de Alberto y Cristina, el que nos llevó a las sucesivas crisis de la gran catástrofe nacional que vivimos. 
 No hubo tal retome de la iniciativa política en la apertura de sesiones. La idea política rectora es que Milei llegue a octubre para que refuerce en las elecciones su régimen de poder personal averiado y opere la segunda generación de motosierra y licuadora ante las violentas contradicciones que atraviesa la política económica, a pesar de los inenarrables sacrificios a la mayoría trabajadora nacional. Esto, al mismo tiempo, agrava la crisis de todos los partidos del sistema que no paran de fragmentarse.

 FMI, un acuerdo de riendas -y patas- cortas con rumbo de devaluación 

El acuerdo prometido habrá que ver que llegue, pero ya sabemos que desembarcaría con la exigencia del propio FMI de ser aprobado por el Congreso, síntoma de una debilidad del autócrata. La previsible aprobación dejará otra vez pegados a los rescatistas. Pero lo principal serán sus términos y alcances. 
 Milei disfrazó la nueva deuda incremental de “cancelación de parte de la deuda del Tesoro con el Banco Central” que no altera la deuda bruta. Mentiras, es el cambio de una deuda intraestatal que no cotiza en el mercado, de vencimiento indefinido, por una contante y sonante con el acreedor más privilegiado al que la Argentina no dejó de pagar ni en default. Y Milei en persona lo confirma: “vamos a honrar nuestros compromisos y los fondos para enfrentar esta deuda surgirán de un mayor ajuste fiscal vía reducción del gasto público” (Cronista, 5/3/25). 
 Cualquiera sea el monto, el punto es la cuestión cambiaria. Las reservas netas negativas estuvieron al 25 de febrero en U$S 7.000 millones. Pero el problema no es la foto, sino la película. El superávit comercial de enero se derrumbó un 80% interanual. Y esto ocurrió a pesar de que los casi 2 millones de turistas que se fueran al exterior compraron el 70% de los dólares por vía MEP, que no salen del Banco Central. El problema es que a su vez el Central vendió desde mediados del año pasado U$S 1.915 millones para evitar que se disparen los dólares financieros, de manera que lo que no se fue por una ventanilla se fue por otra, contra las reservas. 
 Por otra parte, lo más fuerte es la avalancha de importaciones tras la eliminación del impuesto país, la eliminación de aranceles progresiva, la anulación de las cláusulas antidumping y la apreciación cambiaria cuando se devaluó fuertemente el real y la mayoría de las monedas al fortalecerse el dólar tras la asunción de Trump. Las presiones devaluacionistas crecen desde distintos sectores capitalistas. Algunos proponen la eliminación inmediata del llamado dólar blend de los exportadores lo que ensancharía la brecha cambiaria y agravaría la tensión devaluatoria. 
 En este cuadro, si el préstamo del FMI es de libre uso se lo patinan en un abrir y cerrar de ojo en mantener la devaluación oficial al 1% mensual con una inflación que lo duplica. No va a ocurrir. De llegar, el préstamo tendrá condiciones de liberación del mercado de cambios, sea inmediata o progresiva, lo que plantea la devaluación, con el golpe que significa para los desvalorizados ingresos de trabajadores y jubilados. Si así todo evitarán o no una crisis de deuda es harina de otro costal. Con U$S 100 mil millones de nueva deuda después de la megadevalución inicial de Milei, Argentina camina por la cornisa del default y sigue con altísimas tasas diferenciales como marca el riesgo país. Docentes, Morvillo, Tres Arroyos, paro en la universidades.

 El 8 de marzo todos a la calle 

La absurda cuestión del aumento de los salarios en dólares y hasta de jubilaciones incrementadas en dólares, marca las contradicciones del presunto ordenamiento macroeconómico de Caputo y Milei. La miseria de un salario promedio a la mitad de la canasta de pobreza y las jubilaciones de indigencia de millones de jubilados son incontrastables. Como ya hubo problemas para renovar deuda en pesos y el superávit fiscal está atado con alambre, el Estado, en primer lugar, no sólo encara una segunda ola de cierre de dependencias en INTA, Senaf, Acumar, Salud, etc. sino que agrava la pérdida frente a la inflación con congelamientos en cero o aumentos ridículos que proponen y firman en las paritarias estatales, algo que replican provincias y municipios sin distinción. En marzo aumentan combustibles, agua y gas. Milei anunció, además, cero obra pública en su apertura de sesiones. La inflación de febrero se prevé más alta que enero. En el sector privado, lo mismo: despidos, paritarias a la baja y eliminación de premios y adicionales por doquier. Ninguna reactivación en V, más golpes a los trabajadores.
 El conflicto de Tres Arroyos que desató la pueblada en Concepción del Uruguay es expresivo. Se trata del mayor productor avícola nacional que a su vez es exportador. Su opción fue despidos o rebaja salarial. Tras un fuerte conflicto y con el concurso de la burocracia sindical del Stia impuso una rebaja de casi el 12% “para ganar competitividad”. En el Neumático las patronales intentan lo mismo, además de despidos, no pagan el bono anual y niegan actualización en paritarias. Es una política generalizada que tiende a lo que pasó en los ’90 y con De la Rúa: ante la caída de la inflación se apela incluso a la rebaja nominal de ingresos.
 Esto no ahorró el cierre de 12.000 empresas que hoy tiene otro capítulo en el cierre con declaración de quiebra de la gráfica Morvillo de 52 años de existencia. La permanencia de los trabajadores ocupando masivamente las instalaciones en defensa de los puestos de trabajo, la primera en la era Milei, marca un hito que tenemos transformar en una referencia de lucha que se extienda para arrancar la continuidad laboral de 234 familias. La Federación Gráfica convocó el plenario de delegados pero para un saludo a la bandera de apoyo, negando la propuesta de paros por turnos y movilización. La Comisión Interna y los trabajadores convocan un plenario obrero para hacer la movilización y el plan de lucha que no hace el sindicato. Todos los sectores combativos tienen que rodear de apoyo y movilización a esta valiente actitud de los gráficos de Morvillo. 
 Otro tanto ocurrió en Capital con Ademys y en la provincia con la Multicolor y los Sutebas Combativos que avalaron y organizaron la rebelión de las escuelas no iniciando las clases el 5 de marzo ante la defección de las burocracias de la CGT y las CTAs. En este caso la nota la dio el líder peronista emergente, Kicillof, elogiado por Adorni por descontar al día y pasar falta injustificada a través de un comunicado del sindicalista ministro de trabajo, Walter Correa. Entre gobiernos capitalistas ajustadores se felicitan. Mordieron un fierro ante un paro autoconvocado que llegó a un acatamiento del 60% en grandes distritos. El 17 y 18, en el comienzo de clases, habrá paro general de docentes y no docentes en todas las universidades del país. A sumar a toda la juventud estudiantil a retomar la gran lucha universitaria del 2024. 
 Por abajo va creciendo la bronca y se suceden las luchas en las que irá fraguando el repudio a Milei y a la ofensiva patronal, buscando una línea de resistencia con los métodos de lucha de nuestra clase hasta reunir las fuerzas y hacer realidad el Fuera Milei. Una consigna que tiene que sonar en centenares de miles de gargantas el 8 de marzo, en defensa de los derechos de la mujer y las diversidades, contra los gobiernos ajustadores de la Nación y las Provincias, en el día internacional de la mujer trabajadora.

 Néstor Pitrola

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