miércoles, septiembre 18, 2024

A 18 años de la segunda desaparición de Jorge Julio López, marchamos contra el Gobierno represor y hambreador


Este 18 de septiembre se cumplen 18 años de la segunda desaparición de Jorge Julio López, testigo fundamental en el juicio contra el genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz, jefe de las patotas policiales de la bonaerense en la última dictadura militar. López desapareció sin dejar rastro el mismo día que se conoció la sentencia, cuando tenía previsto concurrir a los tribunales. 
 La causa Lopez se ha convertido en el monumento a la Impunidad. Todos han dejado “dormir” la causa, por la sencilla razón de que la impunidad de los represores de ayer tiene vínculos directos con los represores de hoy. 
Esto tiene una actualidad candente, por el hecho de que en el gobierno se ha encaramado una pandilla videliana, como lo expresa la visita de los diputados libertarios a Astiz . La vicepresidenta Victoria Villarruel fue una de las asiduas visitantes de Miguel Etchecolatz mientras estuvo preso. Esta nueva movilización se da en el marco de un ataque brutal del gobierno de Milei contra las condiciones de vida de los trabajadores, que es acompañada por todo el arco político patronal y la burocracia sindical. También implica un salto en la política represiva, como lo atestiguan el “protocolo anti piquetes”, los fondos reservados de la SIDE, la reforma de la ley de seguridad interior para que las fuerzas armadas participen de la represión interna; y formación de la Unidad de Seguridad Productiva para militarizar huelgas y ocupaciones de fábrica. Los piquetes y las movilizaciones serán la respuesta inevitable a una política económica y social que ha dejado al 60% de los trabajadores en la pobreza. El andamiaje represivo de Milei y Bullrich está en el camino de imponer un estado policial con un ojo puesto en la reacción popular. 
 Nada de esto podría desarrollarse sin la completa colaboración política de los partidos patronales, en primer lugar el peronismo. Los gobernadores, diputados y senadores trabajan para desarrollar la agenda antiobrera de Milei. Tampoco podría pasar este plan de guerra a los trabajadores sin el concurso de toda la burocracia sindical. 
 La movilización en este aniversario de la segunda desaparición de Jorge Julio Lopez debe transformarse en un pronunciamiento contra la impunidad, por su aparición con vida, por el castigo a todos los responsables, y en apoyo a las luchas en curso en la región, como la de los docentes que pelean por sacarse la loza de la burocracia en cada escuela de La Plata contra el derrumbe educativo, la de los municipales que enfrentan la precarización extrema que empuja Julio Alak, la de los feriantes y vendedores ambulantes que son perseguidos y desalojados por la intendencia, la de los familiares del gatillo fácil que se multiplican en la región y la provincia por el accionar de la policía bonaerense.

 Eduardo Molina 
 18/09/2024

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