domingo, marzo 09, 2025

Sr. Cobranza y el signo en la arena de la lucha de clases


Sobre el cruce de Federico Sturzenegger y Las Manos de Filippi.
 Cómo el ministro cita una letra escrita contra él. 

Un intercambio inusual dio la nota en la política y las redes sociales de la Argentina. El actual ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, citó la siguiente frase de una canción interpretada por la banda Bersuit Vergarabat: “No me digan, se mantienen con la plata de los pobres. Eso solo sirve para mantener a algunos pocos. Transan, venden”. La banda Las Manos de Filippi, autora de la letra de la canción, le recordó al funcionario no solamente dicha autoría sino que el objetivo político de la letra es una crítica profunda al gobierno de De la Rúa (del cual el ministro fue parte) y que podría extenderse al gobierno de Milei. El análisis sobre cómo un funcionario de la magnitud de Sturzenegger lleva a citar algo que en realidad estuvo escrito contra sí mismo deja entrever algunas consideraciones interesantes sobre lo que llamamos “relato”. 

 Signo 

Valentin Voloshinov fue autor de una de las obras más importantes de la historia en cuanto al análisis del lenguaje. Su texto “El Marxismo y la filosofía del lenguaje” engalana los estudios de lingüística y comunicación. Allí, el autor soviético deslinda que las palabras que se utilizan tienen una connotación de clase y, por ende, lo que se dice (y lo que no) no es neutro sino que cambia según el contexto y la clase social que dirige tal discurso. Pensar en la actual palabra “libertad” usada por el gobierno nacional para fomentar la desregulación que beneficia a los grandes agentes empresariales, puede ser un buen experimento al respecto. 
 Dice Voloshinov: “La existencia reflejada en el signo no tanto se refleja propiamente como se refracta en él. ¿Qué es lo que determina la refracción del ser un signo ideológico? Es la intersección de los intereses sociales de orientación más diversa, dentro de los límites de un mismo colectivo semiótico; esto es, la lucha de clases. La clase social no coincide con el colectivo semiótico, es decir, con el grupo que utiliza los mismos signos de la comunicación ideológica. Así las distintas clases sociales usan una misma lengua. Como consecuencia, en cada signo ideológico se cruzan los acentos de orientaciones diversas. El signo llega a ser la arena de la lucha de clases”. 
 De esta forma, la misma frase puede ser utilizada por contrincantes políticos, en tanto cada uno le da una definición de clase al interés de lo que se busca expresar.
 Sturzenegger posiblemente ni se haya dado cuenta del error, en tanto lo que buscaba era fortalecer un relato falso, lo que lo llevó a ni siquiera analizar el contenido de la canción. El ministro buscó criticar el viejo mecanismo de defensa de los derechos de autor de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic). El objetivo del escriba era mostrar que ellos dan rienda suelta a libertades por detrás de la defensa de cajas particulares. Lejos de eso, la nueva legislación atacará los “derechos intelectuales” cuando las “obras se reproduzcan en ámbitos privados”.
 Pero más allá del cruce particular, lo que hace Sturzenegger es abonar a un relato, peleando para que el signo puesto en expresión sea funcional a hacer pasar un interés particular por uno general. ¿Cómo funciona esto? La base del relato mileista se encuentra no en mostrar que no existen desigualdades en la sociedad (algo que hoy sería imposible para cualquier expresión política de la burguesía) sino en “alterar” la lógica de beneficiados y perjudicados. Los problemas sociales habrían tomado forma a partir de que determinadas estructuras (sindicatos, partidos políticos, el propio Estado, universidades, asistencia social) se benefician de recursos de “argentinos de bien”. Por ende “hay que acabar con todos los curros”.
 El análisis es interesante al ser contrastado con la realidad. Hoy, por ejemplo, el gobierno es partícipe a partir de su presidente de una estafa piramidal, con la complicidad explícita de periodistas que le armaron entrevistas (¿qué habrán recibido a cambio?). Pero, más allá de eso, por los beneficiarios de la política de Milei son los agentes del capital financiero que se enriquecen con el carry trade, los capitalistas como Galperín que le sacan al Estado que recibe más de 100 millones de dólares por año en exenciones impositivas del Estado, los grandes empresarios que aplaudieron la Reforma Laboral y el DNU, la burguesía de conjunto que hizo que una fuerza política con minoría en ambas cámaras lograra sacar paquetes de leyes kilométricos. Ni hablar de Ritondo, de Crexell, de Kueider. Podríamos seguir. 
 Esta “contradicción” no es tal: el relato es falso de entrada. El Estado es producto del carácter opuesto, antagónico e irreconciliable de las relaciones de clase y está para mantener esas desigualdades iniciales. En este momento histórico tiene el fin de hacerle pagar a los trabajadores los avatares de la crisis argentina de forma violenta: eso es Milei. Explicar el interés de clase de La Libertad Avanza y explicar que su gobierno tiene el interés de clase más agudo del capital financiero y que, por ende, sus salidas derechistas no equivaldrá jamás a un bienestar social sino al beneficio de la parte más alta de la pirámide está a la orden del día.
 Esta lógica fue construida por los medios hegemónicos de comunicación durante años. Podemos ver un ejemplo. Durante lustros los movileros de los canales tradicionales fueron a las marchas piqueteras a increpar a sus participantes. Si buscaran el bien común, ¿por qué jamás fueron a las inmobiliarias a preguntar con violencia por qué subían los alquileres? ¿Por qué analizaron siempre las protestas como un problema de circulación y no un problema social? ¿Por qué jamás se cuestionaron la pobreza cuestionando las ganancias capitalistas?

 Canción 

El interés por replicar un relato hace que Sturzenegger ni se haya fijado en la canción que citaba. El intentó usar una frase que en realidad está armada contra el sistema que él defiende a rajatabla. Las Manos de Filippi se lo dejaron en claro, evidenciando la maniobra. 
 Eso lo llevó a omitir al ministro, por ejemplo, la frase siguiente de la cita: “es solo una figurita el que esté de presidente porque si estaba Alfonsín, el que transa es otro gil. Son todos narcos”. Es decir, ni el “padre de la democracia” zafaba. Tampoco las críticas a su amigo el ministro: “Norma Plá a Cavallo lo tienen que matar”. El mismo tema reivindica las luchas de los trabajadores. Cita, por ejemplo, la lucha que en el norte daba el “Perro” Santillán. 
 “Y sino, el sistema qué”, dice la famosa letra, que dicho sea de paso podría describir bastante bien al gobierno actual: “te persiguen si sos puto, te persiguen si sos pobre, te persiguen si fumás, si tomás, si vendés, si comprás a un pobre tonto que lo hace para comer ¿y ahora qué?¿que nos queda? elección o reelección para mí es la misma mierda, hijos de puta en el congreso, hijos de puta en la rosada,y en todos los ministerios,” 
 Nos quedará la duda sobre si Sturzenegger tiene presente la canción entera o no. En caso negativo, le recordamos otra frase, que debería mirar con atención. “Tienen el poder y lo van a perder”. 

 Santi Nuñez

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