Pero los negocios petroleros en el mundo están en conflicto ascendente y en un escenario de guerra.
Los pulpos petroleros señalan la carencia de infraestructura, estiman en unos USD 50.000 millones las inversiones necesarias para poder exportar masivamente gas en forma de GNL y la necesidad de una inversión constante para seguir produciendo. Se está retirando de Vaca Muerta la gigante noruega Equinor, que es “el tercer jugador internacional pesado que se baja de la gran promesa argentina y pone en duda la capacidad que tiene la cuenca patagónica de revertir la ecuación económica argentina.”(LP0, 20.2). Las que ya se retiraron son Exxon y TotalEnergies y es la segunda sociedad estratégica que pierde la gestión de Horacio Marin en YPF, luego de que Petronas abandonara el mega proyecto de GNL.
El mismo medio señala que el problema es el cepo cambiario y “no hay RIGI que les alcance”. Los productores de shale exigen el fin del control de capitales, para facilitar la importación de equipos y el ingreso de más capitales.
Como se señaló en un ‘streaming’ de “Socialismo o barbarie”, los salarios de los trabajadores de Vaca Muerta son más caros en dólares que en otros países sudamericanos con producción petrolera importante, como Brasil (y seguramente Guyana), cuando se trata de exportar.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, el primero en adherir al RIGI, está tratando de conseguir un bono extraordinario millonario por la construcción del oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), que tendrían que pagar las principales 7 empresas que producen petróleo crudo en Vaca Muerta. Si se concreta, sería el primer gran cambio de reglas de juego del RIGI.
Tampoco es menor el conflicto que pueda suscitar el alto consumo del agua para el fracking.
Pero como problema mayor está el precio internacional del petróleo que hace de las esperanzas de salvación para el 2030, un verdadero mito.
Daniel Montamat (ex Secretario de Energía) expresó: “Mientras los precios estén arriba de 70 dólares, incluso con dólar oficial, están bien para la Argentina. En Shale Oil los costos han bajado mucho y hay renta petrolera. Pero si los precios caen por debajo de 70, se seguirá produciendo, pero no se harán nuevos pozos”. Renovar pozos es clave para aumentar o incluso mantener la productividad en Vaca Muerta, porque tiene curvas de ascenso y declinación rápidas y empinadas.
Es aquí, donde el amigo de Milei, Trump, le juega en contra. “Drill, baby, drill” (Taladrá, pibe, taladrá). Con esta frase, sintetizó Trump, su política energética. Colocó a Chris Wright, -un hombre de las compañías de fracking-, en la Secretaría de Energía en la administración de Trump para llevar adelante el abandono de cualquier mínima política de protección ambiental, un festival de aranceles al comercio y un fuerte impulso al fracking y a la llamada “carrera tecnológica” (IA; bitcoins) de alto consumo de energía.
Así, emitió, el 20/1/25, la "Declaración de Emergencia Energética", para "liberar el oro líquido bajo nuestros pies" a través de la desregulación y apoyo irrestricto a los combustibles fósiles y la reducción de los precios del petróleo. De ahí su frase forzando el aumento de la producción de petróleo y gas, abriendo las tierras federales y con proyectos de infraestructura de transporte destinados a la exportación.
También ha pedido a Arabia Saudita y a la OPEP que aumenten su producción para bajar el precio internacional.
Si bien la baja en los precios globales beneficiaría a China (mayor importador), Trump podría imponer aranceles a exportaciones energéticas estadounidenses a China (como hizo en 2018-2020).
Ahora bien, los hidrocarburos y la industria química son la parte del león de las ventas argentinas a EEUU, y se verían afectados por la política energética de Trump. Pero la baja de los precios del petróleo y el gas afectaría a Vaca Muerta con un impacto mayor.
La Energy Information Administration (EIA), subraya que los “fundamentos de mercado” –por caso, la aparente cercanía de China a su peak oil o punto máximo de consumo de petróleo- pesarán más que las decisiones gubernamentales y estima que en los próximos dos años la provisión superará la demanda global de hidrocarburos, manteniendo una presión bajista sobre los precios, en coincidencia con lo que muestran los mercados de futuros.
En los últimos doce meses el precio del barril de petróleo West Texas Intermediate ha descendido un 6,5 %.
En cuanto al gas, Trump levantaría la moratoria impuesta por Biden, a la construcción de plantas de licuefacción de Gas Natural Licuado (GNL), que impulsarían la exportación de EEUU. De hecho, Trump advirtió a la Unión Europea que tiene que comprarle más GNL a EEUU. Ya la guerra de la OTAN en Ucrania favoreció a Estados Unidos, que ha colocado sus barcos de GNL para sustituir parte del gas que Rusia vendía a Europa. Si se levantaran las sanciones a Rusia igualmente sería difícil para Europa recuperar el suministro de gas ruso más barato, porque los gasoductos Nord Stream 1 y 2, fueron saboteados en 2022 y siguen dañados.
Si aumentan las exportaciones de gas de EEUU también se deprimiría su precio, y dañaría las perspectivas de los proyectos de exportación de GNL de la Argentina.
Este es el verdadero escenario de crisis y guerra comercial, para Vaca Muerta.
Silvia Jayo
28/02/2025
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