martes, septiembre 16, 2025

El asesinato de Charlie Kirk


Trump responsabiliza a la “izquierda” y promueve una guerra civil. 

 El pasado miércoles fue asesinado, en la Universidad del Valle de Utah, el dirigente trumpista Charlie Kirk, mientras daba una charla frente a miles de estudiantes. Kirk trabajó como asesor político de Donald Trump Jr. (hijo del presidente de EEUU), en esos mítines denominados “Prove me wrong” (demostrame que estoy equivocado), el discurso polemizaba y discutía con el público, ya sea con “derechistas” o con “izquierdistas”. El supuesto tirador, Tyler Robinson, que ha sido detenido, proviene de una familia mormona afiliada al partido republicano, cuyo padre sheriff lo educó en el uso de las armas. 
 Tanto por la forma (un disparo de un francotirador en vivo y en directo) como por el alcance político de Kirk, el “influencer” juvenil más importante de la extrema derecha norteamericana, este hecho tuvo repercusión mundial. 
 Lo acontecido no es “un rayo en cielo sereno”. Ya en 2020, en plena pandemia de coronavirus, milicias de extrema derecha asaltaron el Capitolio de Michigan y planearon el secuestro de la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer, por aplicar una cuarentena. El mismo método culminó con el asalto a Washington D.C. en enero de 2021. El año pasado hubo un intento de asesinato contra Donald Trump; con anterioridad fueron atacados los demócratas Paul Pelosi, John Hoffman, y fueron asesinados Melisa Hortman y su esposo en Minnesota, lista a la que también se suma el más reciente atentado contra el Gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, otro demócrata. En esta lista, por supuesto, dejamos de lado los incontables tiroteos en las escuelas norteamericanas que se han convertido en una epidemia. 
 Tras el asesinato, Trump y la derecha fascista convirtieron a Kirk en “mártir” y llamaron a la guerra contra “la izquierda radical” que “fomenta la guerra civil”. En cuanto a Bernie Sanders o Alejandra Ocasio Cortes, de la izquierda democrática, cerraron filas en el repudio “a la violencia política” y a defender “los valores democráticos”, si mención a la violencia de la agitación política de Trump y su “influencer”. Algunos demócratas en particular volvieron a señalar a la libre venta y portación de armas en Estados Unidos como responsable de los asesinatos. Algunos analistas se preguntan si el asesinato de Kirk va a marcar un punto de inflexión en el desarrollo del fascismo norteamericano, mientras lo comparan con el incendio del Reichstag para el nazismo. Es decir, como un pretexto para dar más escala al arresto de trabajadores inmigrantes; a la liquidación de la autonomía de los Estados; al gobierno por decreto y a las órdenes ejecutivas anticonstitucionales; e incluso a una guerra en el Caribe.
  Unos días antes, Trump había sido escrachado en un restaurante por manifestantes propalestinos, que lo calificaron como “Hitler”. Con el pretexto de una “ola de crímenes” (indeterminados) Trump se encuentra llevando adelante una avanzada en su régimen policíaco militar, tomando el control de la policía de Washington D.C. y desplegando la Guardia Nacional y los marines, como hizo con las protestas en Los Ángeles. Ya ha amenazado a las ciudades en donde perdió las elecciones con intervenciones militares, así como con tomar el control de la ciudad de Nueva York si el candidato autodenominado socialista, Zohran Mamdani, triunfa en las próximas elecciones. La detención y extradición de inmigrantes ha tomado la forma de verdaderas razzias.

 Charlie Kirk: un neonazi en regla 

Charlie Kirk ganó popularidad por ser el fundador de “Turning Point-USA” una organización encargada de difundir propaganda ultraderechista en la juventud estadounidense, especialmente en escuelas y universidades, y hacer campaña por el voto a Trump. Además, interviene como fuerza de choque en la cacería de ICE (control de inmigración) contra inmigrantes latinos, y estudiantes que se manifiestan en apoyo a Palestina.
 Kirk se caracterizaba por ser cristiano evangélico. En su haber ha expresado frases supremacistas de todo tipo, contra los inmigrantes, contra los afroamericanos, contra musulmanes y judíos, contra la comunidad LGBT, y por supuesto, contra el marxismo. Es un antisemita fanático, que culpa a los judíos por la decadencia del capitalismo norteamericano, sin por eso dejar de ser un sionista fanático. Como algunos sectores de la ultraderecha internacional, al mismo tiempo que apoya al Estado judío de Israel, Kirck aseguraba que los judíos financian a organizaciones e instituciones marxistas para terminar con los blancos estadounidenses. Todo esto no evitó que el genocida Netanyahu fuera uno de los primeros mandatarios del mundo en salir a homenajear a Kirk. Lo que en verdad hacía el vocero yanqui del sionismo era defender y justificar el genocidio contra el pueblo palestino y afirmar que “la nación palestina no existe”, o debería dejar de existir. Su antisemitismo iba acompañado de islamofobia y macartismo como en la siguiente frase: "La batalla espiritual está llegando a Occidente y los enemigos son el progresismo o el marxismo, que se combina con el islamismo para perseguir lo que llamamos el estilo de vida americano”. Kirk repudiaba la diversidad sexual y el derecho al aborto, aún en casos de violación contra niñas. Por otro lado, afirmaba que en la década del ´40 y bajo la segregación racial, los afroamericanos “eran mejores” porque “cometían menos crímenes”, sin mencionar el asesinato de negros por el Ku Klux Klan. En este sentido, justificó reiteradas veces el asesinato de George Floyd por parte de la policía. En la misma línea planteaba que todos los inmigrantes, y en particular los latinoamericanos “deberían irse a su país”, y que los hijos de estos nacidos en EEUU, no deberían ser considerados ciudadanos, contra lo que establece la Constitución de Estados Unidos. Una clara reivindicación de las leyes de Núremberg de la Alemania Nazi. 
 Defensor a ultranza de la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, de que “el pueblo posea y porte armas”, aun pagando el precio “de algunas muertes por arma de fuego”, terminó baleado por un francotirador. La afirmación que realizara en la red social X de que “las armas salvan vidas”, no se aplicó en su caso. Es claro que las hordas fascistas que asaltaron el Capitolio en 2021, en el intento de Golpe de Estado encabezado por Trump y promovido por Kirk, no salvaron vidas.
 De cualquier forma, ha quedado demostrado, Charlie Kirk “was proved wrong” (estaba equivocado). 

 Nahuel BA 
 14/09/2025

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