Este lunes por la noche, en víspera de la sesión especial de Congreso donde se jugará la suerte del veto presidencial a la “ley de financiamiento universitario´, y de la ocupación del hospital Laura Bonaparte contra el cierre, se precipitó la toma de un conjunto de establecimientos educativos.
Las asambleas convocadas por el Centro de Estudiantes de Filosofía y la autoconvocada asamblea de estudiantes de Psicología de la UBA -sin el apoyo del Centro dirigido por Franja Morada- se destacaron por su masividad. En ambos casos, se votó la ocupación de ambas facultades. En San Luis, la asamblea interclaustro de docentes, estudiantes y no docentes resolvió ocupar los edificios del bloque 1. En Córdoba, los estudiantes tomaron el pabellón Venezuela de la Facultad de Filosofía y Humanidades, convocando una nueva asamblea para extender en toda la UNC las medidas. También se ocuparon la Facultad de Veterinaria, el Colegio Nacional Buenos Aires y la Universidad Nacional de las Artes. Para el día de hoy ya se esperan nuevas tomas y ocupaciones, con asambleas y acciones programadas en otro conjunto de Facultades en todo el país.
Esta serie de medidas que se inician refuerzan una tendencia de lucha que estuvo presente todo el año. Luego de la gigantesca movilización del 23 de abril, el segundo cuatrimestre inició con grandes huelgas docentes por el salario. En el medio los rectores y el gobierno anunciaron un acuerdo que incluía una actualización menor del presupuesto y no contemplaba los salarios docentes y no docentes, reducidos en un 50%. La iniciativa de los rectores de la “ley de financiamiento universitario”, que apuntaba a dirigir hacia el Congreso la discusión universitaria chocó, de todas formas, con el veto del gobierno y la disposición del mismo a redoblar las provocaciones contra la Universidad como manifestación de su disposición para asegurar el pago de la deuda y defender un ´déficit cero´ contra salarios y educación. El conflicto universitario retoma con esta fuerza en medio del intento de cierre de los hospitales públicos, como el caso del Bonaparte, del veto a los jubilados y la caída en las encuestas y en el apoyo al gobierno. En todo un amplio sector del activismo y la juventud la hostilidad contra el gobierno ha generado un abismo definitivo.
El gobierno ya adelantó que, en caso de no poder imponer el veto, no acatará la ley y judicializará el tema. Afirma que la norma no indica de donde saldrán los fondos para la actualización presupuestaria; sostiene, además, que la paritaria -que el gobierno aborda mediante imposiciones y decretos- es el ámbito de discusión salarial. Una derrota del gobierno sólo será posible por medio de la huelga y las ocupaciones de facultades; la burocracia universitaria, en cambio, pretende circunscribirla al parlamento. Los reclamos son: actualización salarial inmediata del 50%, salario igual al costo de la canasta familiar, becas, comedores y condiciones de cursada.
Las tomas y ocupaciones colocan al movimiento estudiantil y docente y a su activismo independiente con la posibilidad de encabezar políticamente una lucha que tiene que generalizarse. Las fuerzas políticas tradicionales buscarán volver a encorsetar el movimiento en las medidas de sus posibilidades. Luego de la autoconvocatoria estudiantil, en Psicología, el centro de la Franja recientemente ´electo´ se apresuró a difundir la etiqueta de ´simbólica´ a una toma que no promovió, pero tampoco pudo evitar. Los símbolos son poderosos en la medida que estén acompañados de conclusiones políticas de fondo.
Generalicemos las ocupaciones, movilicemos el miércoles al Congreso nuevamente y preparemos la derrota del gobierno asesino de la educación, la salud y la vida.
Federico Fernández
08/10/2024
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