La celebración de la muerte de Sinwar fue acompañada por todos los jefes de estado de la OTAN. Las exhortaciones de Biden, Macron o Scholz han quedado desenmascaradas como actos de hipocresía. Biden ha reforzado la defensa antimisiles de Israel con un material intransferible que sólo manipula personal militar norteamericano. Biden ha aplaudido también la intención de Israel de bombardear “la infraestructura” de Irán, que por definición es amplia y diversificada. El coro aprobatorio no significa solamente una expresión de simpatía por el crimen; es también un acto de delimitación política, o sea una advertencia, con quienes han respondido con el silencio. Como ocurriera con los otros dirigentes de la resistencia asesinados por Israel, los gobiernos árabes no sacaron ningún repudio, ni para denunciar la intencionalidad de estos crímenes para proseguir la guerra de exterminio. La resistencia y los gobiernos que la apoyan, como Irán, siguen impulsando salidas diplomáticas que nunca conseguirán ese objetivo.
Para el gobierno sionista y su gabinete de guerra, el objetivo no es solamente decapitar a la resistencia, desmoralizarla y reducirla a la nada, sino alcanzar un cambio del régimen político internacional de Medio Oriente. En cuanto a Líbano, el objetivo sería formar un gobierno prosionista y reorganizar el ejército oficial, lo que augura una ocupación prolongada. La resistencia palestina y Hezbollah le recuerdan al sionismo, sin embargo, por medio de combates y lanzamientos de misiles, que todavía no ha atravesado la primera línea. En la Cisjordania ocupada se generaliza la resistencia y comienza una guerra de guerrillas. Como se ha escrito en estas páginas, la guerra en Medio Oriente se entrelaza con la que libran la OTAN y Rusia, y la que prepara la OTAN contra China.
La crisis capitalista ha entrado en una nueva época, tan siniestra como las del pasado, pero de un alcance más explosivo. El combate de los trabajadores contra esta guerra mundial debe dirigirse contra sus propios gobiernos y sus propias burguesías, que son sus promotores y beneficiarios.
Política Obrera
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