domingo, junio 30, 2019

Elecciones en Estambul, un nuevo golpe para Erdogan



El oficialismo perdió en todas las grandes ciudades

El opositor socialdemócrata turco, Ekrem Imamoglu, volvió a ganar las elecciones para la alcaldía de Estambul, la ciudad más grande del país, en la repetición electoral de los comicios celebrados en marzo pasado, que fueron anulados por la justicia electoral accediendo a presiones del gobierno, cuando el alcalde elegido ya llevaba 17 días al frente del gobierno municipal, tras haber triunfado sobre el candidato oficial en los comicios realizados en marzo pasado.
La victoria del líder opositor, ahora por una margen bastante mayor que en marzo (9% contra 0,2%), provocó un duro golpe al presidente Recep Tayyip Erdoğan y a su coalición política, que venían de perder la capital del país, Ankara, y otras importantes ciudades, en los comicios realizados hace tres meses. Todas ellas, al igual que Estambul, llevaban más de 25 años con el gobierno en manos del oficialista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP).
Las elecciones se dieron en un marco de agravamiento de la situación económica, con una inflación del 20%, el hundimiento de la lira turca y la elevada tasa de desempleo (Clarín, 24/6).
Imamoglu, candidato por el Partido Republicano del Pueblo (CHP), que alcanzó el 54% de los 8,8 millones de votos emitidos era, “hasta este año, virtualmente desconocido en la política turca” y ahora, “se ha convertido en un símbolo de la oposición” a Erdogan (El País, Madrid, 24/6).

Las repercusiones

Un dato importante de la elección es que el socialdemócrata recibió el apoyo de los kurdos, el 20% de los votantes. El HDP, la principal formación política esa comunidad, no presentó candidato.
Las elecciones fueron convocadas en plena época de vacaciones, pero el rechazo a la política oficial se expresó en que votó casi el 85% del padrón y en que “muchos electores regresaron a Estambul desde sus lugares de vacaciones en autobús, coche, barco o avión simplemente para votar, y después siguieron su descanso. De acuerdo con datos del ministro de Sanidad, 1.550 pacientes de diversos hospitales fueron transportados en ambulancias a su pedido hasta los colegios electorales” (ídem).
Atacado con dureza durante la campaña y hasta el día anterior a la elección por el presidente, los ministros y los militantes de AKP que llegaron a intentar linchar al presidente de su partido, Imamoglu se mostró conciliador e hizo un llamamiento a Erdogan. “Estoy listo para colaborar en armonía contigo en los temas que más urgen a Estambul, como la protección contra terremotos, la construcción del metro, la situación de los refugiados”, afirmó.
En sus primeras declaraciones luego del triunfo no hizo mención alguna a uno de los temas principales que habrían volcado hacia su candidatura, los votos de un porcentaje importante del electorado: el de la pobreza, la elevada inflación, que están golpeando con una fuerza creciente a los trabajadores y a los demás sectores populares.
Otro de los temas en el que apareció como en oposición al gobierno islamista de Erdogan es el del laicismo. En este aspecto Imagoglu también se mostró cauto: no confrontó con el gobierno nacional, ni con el municipal, repudiado por la juventud por las políticas restrictivas -por el peso de la religión-, al consumo de todo tipo de bebidas alcohólicas y a la apertura de lugares de diversión nocturnos. “Miles de jóvenes se echaron a la calle, con bengalas, banderas y, sobre todo, cervezas en la mano para festejar la victoria” (ídem).
Se limitó a declarar que respetará “a todos los ciudadanos cualquiera que sea su elección política u origen étnico: turco, kurdo, circasiano, armenio o griego. Jamás atacaré el modo de vida de otros ciudadanos, sean laicos o religiosos”.
Por su parte, tanto el candidato derrotado -Binali Yildirim- como Erdogan cambiaron en pocas horas su actitud abiertamente confrontativa (acusaban al candidato opositor de golpista, pro yanqui y terrorista) y aceptaron la alternativa de trabajar juntos.
Es que “los meses de luna de miel del período electoral y el período de ofrecer promesas agradables al público (por parte de los dos partidos) ha terminado. Ahora se trata de ordenar a las partes para pagar la factura de la crisis”, dice en su balance de las elecciones el Partido Revolucionario de los Trabajadores de Turquía (DIP).
Y añade que “la línea seguida por el CHP, tanto en la persona de Imamoglu como en la de su partido, no coincide con las aspiraciones y aspiraciones de las personas que los votaron”, y recuerda que el dirigente máximo del CHP dijo hace pocos días “que están listos para apoyar al oficialista AKP”, aclarando que “no actuarán de manera oportunista en el entorno de la crisis económica”.
Según destacan los medios, Imamoglu se ha convertido en una figura política de primer nivel, capaz de hacer sombra al hasta ahora todopoderoso presidente. Las elecciones nacionales todavía están lejos –serán en el 2023 si una crisis no las acelera.
Erdogan se había fortalecido políticamente tras aplastar un intento de golpe de Estado en 2016, en el que muchos vieron detrás la mano del imperialismo. Las últimas derrotas electorales podrían ser la muestra de un cambio de signo.
En una muestra de este proceso, los dirigentes del oficialista AKP consideraban que la excesiva presencia del presidente Erdogan y sus dichos sobre las “amenazas” que se cernían sobre Turquía si ganaba la oposición contribuyeron en marzo a la derrota de la coalición gubernamental en las grandes ciudades. Con la nueva derrota en Estambul, se abre una crisis en el partido de gobierno por la paternidad de la derrota. Sectores internos apuntan a la facción de “los Pelícanos”, círculo próximo a Erdogan. A su vez, se habla de una posible escisión en el partido con importantes referentes desplazados (como el expresidente Abdulla Gül y el ex primer ministro Ahmet Davutoglu) que podría sumar hasta 30 diputados de los 291 que posee el AKP (El País, 25/6).

Por una salida de los trabajadores

Tras llegar al poder en 2002 Erdogan cosechó una serie de éxitos producto de una situación internacional favorable. Enfrentado luego a una etapa marcada por la crisis económica, fue girando a una política crecientemente derechista y reaccionara. Intentó eliminar a la disidencia y dio paso a una purga de funcionarios, jueces, militares, profesores y periodistas. En educación asestó un golpe a los valores laicos al eliminar del currículum escolar las referencias a Darwin e introducir el concepto de yihad en las clases de religión.
El pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, llamó “invasoras” a las manifestantes de Estambul y aseguró que el Estado turco podía “derribarlas con las Fuerzas Armadas y policiales”.
El ministro de Interior, Süleyman Soylu, aportó su cuota en las recientes elecciones. “En los últimos días no ha dejado de repetir que, de ganar Imamoglu, “los LGBT [lesbianas, gais, bisexuales y transexuales] gobernarán la ciudad” (ídem).
Es importante que los trabajadores que enfrentan el régimen de Erdogan, un régimen antiobrero y de guerra contra la población kurda, no depositen ninguna expectativa en la oposición patronal y proimperialista. Es necesario trabajar por una alternativa política independiente. Por una salida obrera y socialista.

Nelson Marinelli

El capitalismo crea un apartheid climático



Las contradicciones irresolubles del sistema económico

Varias agencias de noticias internacionales se hacían eco, el martes pasado, del informe presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas por su ponente especial sobre la extrema pobreza en el mundo, Philip Alston.

Según sus previsiones, el mundo va camino de un “ apartheid climático”, en el que los ricos comprarán su vía de escape de los peores efectos del calentamiento global, mientras los pobres segurián siendo los más perjudicados.
El jurista australiano citó como ejemplo de ello a los neoyorquinos vulnerables que quedaron atrapados sin electricidad ni atención sanitaria cuando el huracán Sandy azotó la ciudad en 2012, al tiempo que la sede de Goldman Sachs estaba protegida por decenas de miles de sacos de arena y contaba con electricidad de su generador.
En este sentido, cuestionó la confianza exclusiva en el sector privado para protegerse de las condiciones meteorológicas extremas y de la subida del nivel del mar, pues en su opinión, ello traería inevitables violaciones masivas de los derechos humanos, con los ricos atendidos y los más pobres abandonados.
Para el experto, cualquier solución pasa porque la economía mundial dé un giro fundamental y se distancie de los combustibles fósiles, a los que responsabiliza de gran parte de las emisiones de efecto invernadero provocados por el “hombre”.
Al respecto, su informe critica a los gobiernos por hacer poco más que enviar funcionarios a conferencias para hacer discursos, a pesar de que los científicos y los activistas del clima han estado dando la voz de alarma desde la década de 1970
Para hacer más dramático el informe, si cabe, su difusión se produce cuando Europa , especialmente en el oeste del continente, sufre una fuerte ola de calor con temperaturas inéditas para un mes de junio que podrían intensificarse en los próximos días.
Según refieren varios organismos de previsión meteorológica europeos, como Météo France , esta “racha de calor” no tiene precedente, para un mes de junio, desde 1947 por su intensidad.
En este mismo sentido, se pronuncio, Stefan Rahmstorf, investigador del Potsdam Institute for Climate Impact Research , quien señaló que este aumento extremo de calor se está produciendo tal y como la ciencia lo había previsto, por efecto directo de un calentamiento inducido por los gases de efecto invernadero
No obstante, más allá de la importancia de tales revelaciones que más que contribuir a la solución del problema en términos de conciencia social, confunden a la opinión pública pues terminan reforzando la percepción -ya bastante generalizada- de que el mundo se ha comprometido en la lucha contra el cambio climático. Todo transcurre en el nivel discursivo, con mucha propaganda y profusa estrategia de comunicación sobre energía verde y renovable, pero nada de enfoques de fondo que den lugar a acciones substanciales.
Lo que sucede, por una parte, es que no se cuestiona el modelo de producción, distribución y consumo capitalista regido por lógicas ajenas a las leyes de la física, de la dinámica de los seres vivos y que termina colisionando frontalmente contra los límites biofísicos de la vida en el planeta. ¿Por qué seguir intentando la lucha contra el síntoma (cambio climático) interviniendo sobre el consumo y dejando intacta la voraz cultura productivista que encierra el capitalismo?
Pensemos por un momento en el modelo de vida en el que nos desenvolvemos los españoles, por ejemplo, y tomemos la herramienta de la huella ecológica como indicador del impacto ambiental. Lo que nos encontramos es que estamos consumiendo recursos que no existen. Con nuestro ritmo de consumo, en España necesitaríamos tener los recursos de 3 planetas Tierra solo para nosotros.
Más o menos todos comprendemos perfectamente lo que está pasando con el clima pero no sabemos que hacer ante tantas soluciones “buenistas” del tipo “economía verde”. Por que el problema es mucho más grave todavía cuando el obstáculo está también en todos y cada uno de los que hemos nacido en este sistema no solo productor de mercancías sino de subjetividades afines, adecuadas a sus necesidades.
Para entender la magnitud del cambio a realizar –objetiva y sobre todo subjetivamente - tomemos el ejemplo del reino de España y su parque móvil de unos 15 millones de coches. El reto es -según los cálculos realizados por investigadores canadienses- que el número de ellos que resultarían necesarios para respetar los límites biofísicos de la Tierra serían 180.000 vehículos con motor de combustión. ¿Podemos imaginarnos tamaño cambio si sacamos de nuestras vidas al 98,8 % de los coches que hoy circulan en nuestro país para frenar de verdad el efecto nocivos de los gases de efecto invernadero producido por los motores de tantos coches?
Esta disyuntiva nos recuerda el tema del amianto en Alemania abordado desde el punto de vista de la subjetividad de los trabajadores afectados abordado por el militante comunista y filósofo Manuel Sacristán Luzón en el coloquio de una conferencia suya en 1983 sobre “Tradición marxista y nuevos problemas", en el año del centenario de Marx.
“Hará unos cinco o seis años - reflexionaba Sacristán entonces- el anterior gobierno alemán reconoció finalmente, ante la presión del movimiento ecologista, que el amianto es una de las industrias más cancerígenas que existen (la silicosis de amianto es más frecuente y más cancerígena que la de un minero del carbón). Prepararon entonces un proyecto de ley por el que esa industria sería abolida en cuatro años, durante los cuales darían un subsidio, equivalente aproximadamente al salario mínimo, a los obreros de la industria y se dotaba de un premio para inventores, para ingenieros, que desarrollaran sucedáneos del amianto como aislante término” .
Sin embargo, el obstáculo a la ley que por lógica elemental se orientaba en el sentido correcto de solución del problema, surgió de donde menos se esperaría en términos de intereses. Recordaba Sacristán que hubo un movimiento en contra que derribó la ley en el que se encontraban, además de la patronal – por su puesto- el sindicato y “un sector de clase obrera cogido entre la espada y la pared, entre la espada de los nuevos problemas y la pared de la conservación del puesto de trabajo tradicional”.
“[…] ese grupo -concluía su breve reflexión Manuel Sacristán- ese sector de la clase obrera es claro que prefirió su alto salario, su coche y su nevera a su salud, fenómeno que en otras épocas no se producía así” .
No se trata de la clásica alienación, esa parte proscrita de nosotros mismo. El advenimiento de las sociedades de consumo trajo consigo el acceso masivo de bienes que antes eran inimaginables. Por lo tanto, la satisfacción de las necesidades no solo se realiza por la vía de la mercancía misma, sino a través de la modelación que ese consumo genera en la manera en la que soñamos una sociedad mejor.

Carlos Rafael Rodríguez
Canarias semanal

Espert: el candidato más reaccionario del sistema



Luego del intento frustrado del macrismo de proscribirlo, la candidatura de Espert ha concitado la atención de muchos medios y comentaristas, y ya son varios los que se animan a calificarlo como una de las revelaciones de esta elección. La emergencia de su candidatura está directamente relacionada al fracaso del macrismo. Es que antes que nada Espert expresa eso: la desilusión de un sector radical de la derecha con el macrismo por no haber podido aplicar hasta el final un plan de guerra contra los trabajadores.
La base de su campaña es prometer que él si lo hará. Consultado sobre su plataforma destacó cinco puntos: una reforma laboral a fondo, eliminando paritarias y convenios colectivos, que serían reemplazados por contrataciones individuales; una reestructuración del Estado para reducir el gasto público drásticamente mediante el despido de empleados públicos y racionalización de los presupuestos de salud y educación; una reforma sindical para atomizar al movimiento obrero; una reforma impositiva para eliminar impuestos al capital; y un acuerdo de libre comercio con los EEUU, lo que implicaría una destrucción de buena parte del aparato productivo del país. Espert se inscribe en la corriente que se opone al llamado ´populismo industrial´, por entender que el complejo industrial del país está basado en una serie de subsidios o medidas proteccionistas del Estado contra la competencia extranjera. A Espert y a los que defienden su posición obviamente no se le pasa por la cabeza superar ese atraso productivo mediante la nacionalización de la banca y el comercio exterior, que permita desarrollar las fuerzas productivas del país. Si su política se llevara hasta el final, quedaría en pie en la Argentina solo el complejo agrario, la extracción de materias primas (incluido acá el petróleo, el gas y los minerales) y alguna rama de los servicios. Esta defensa acérrima del libre mercado no pasa de una abstracción. Después de todo, los principales grupos económicos imperialistas cuentan con enormes subsidios de sus Estados y de sus dispositivos financieros, y también diplomáticos y hasta militares.
Bien visto, sin embargo, el programa de Espert no dista en lo esencial del que habían elaborado oportunamente los equipos de Macri. La cuestión de las cuestiones entonces no es el programa sino reunir las condiciones políticas para aplicarlo. Macri comprobó rápidamente la diferencia que existe entre querer y poder. Su llamado ´gradualismo´ estuvo determinado por los límites que los trabajadores le impusieron a su ofensiva. En Brasil Bolsonaro también está verificando una experiencia similar. Si quiere aprobar la reforma previsional deberá antes derrotar a los trabajadores.
A la luz de lo señalado, queda claro que el programa de Espert, aunque se autodefina a sí mismo como liberal, reclama para ser aplicado a un gobierno abiertamente reaccionario y represivo. Es la historia de nuestros ´liberales´, que han terminado apoyando todos los golpes de Estado. Espert quiere ser Martínez de Hoz, pero el ex ministro de la dictadura hizo lo que hizo porque los Videla y los Massera establecieron un régimen de exterminio físico de la clase obrera y la intervención directa de sus organizaciones y partidos.
Por eso, aunque se presente como antisistema, Espert representa la faceta más reaccionaria del sistema capitalista. En este punto repite la historia de los movimientos más reaccionarias, como es el caso del nazismo, que también se presentaban como ´antisistema´ para canalizar la bronca de una parte de la población ante la miseria creciente.
Llamamos a la juventud que quiere repudiar a este régimen a votar por el Frente de Izquierda y no por este fascista trasnochado.

Gabriel Solano

sábado, junio 29, 2019

Horas decisivas para la huelga docente en Chile, mientras crece el apoyo por todo el país



Cacerolazos, marchas en distintos puntos del país, apoyo de trabajadores portuarios y ferroviarios y videos solidarios se están extendiendo por todo Chile en respaldo a la lucha de los profesores, que ya llevan cuatro semanas de huelga contra la reforma curricular y por un pliego de reclamos históricos.
Mientras crece la pelea contra el gobierno, se apura una consulta en el profesorado para valorar la propuesta que hizo la ministra de Educación Marcela Cubillos tras dos largas reuniones, que contiene concesiones a una parte del pliego de la docencia pero deja insatisfechos varios reclamos centrales de la huelga.
El gobierno entregaría la propuesta por escrito este viernes al Colegio de Profesores, que informó que cada punto de la misma será evaluado en asamblea nacional y durante el fin de semana, para ser puesta a consideración el lunes 1° de julio a la docencia.

Apoyos

Una vez más en la historia reciente de Chile la lucha educativa conmueve a todo el país. El cacerolazo nacional del miércoles 26 mostró una gran adhesión de la población al reclamo de los profesores, con expresiones en Iquique, Tocopilla, La Serena, Santiago, Rancagua, Valparaíso, Valdivia y otras ciudades.
Un dato del apoyo y de la bronca que se acumula contra el gobierno de Sebastián Piñera son las marchas que desde diferentes seccionales de la Unión Portuaria se protagonizaron el miércoles 26 en oportunidad del cacerolazo. Las autoconvocatorias de las seccionales portuarias que difundieron a través de Facebook son el canal para proclamar la unidad entre los trabajadores. Se suman con ello a las expresiones de solidaridad por parte de los mineros, quienes desarrollan su propia lucha contra la empresa estatal de extracción de cobre Codelco.
Tal como venimos siguiendo desde estas páginas, la bronca popular crece en medio de cambios de gabinete de Piñera para hacer pasar las denominadas “reformas estructurales”, sin plasmarse aún en un plan nacional de lucha unificado para enfrentarlas.

Horas decisivas

Según la propuesta informada ayer por el Colegio de Profesores, el gobierno se niega al pago diferencial (pago a maestras de educación especial) y solo se compromete a revisarlo en el 2020. A su turno, no dan marcha atrás con la reforma curricular, que implica el recorte de materias como Historia, Educación Física y Arte que pasarían a ser opcionales. Sobre la reclamada “deuda histórica” del Estado con los profesores, que viene desde la dictadura de Pinochet, tampoco ofrecen nada concreto, solo una mesa de negociación. Entre otros puntos del petitorio presentado por el profesorado se habrían logrado compromisos como el de una Ley de titularidad para horas de extensión; la anulación de la doble evaluación y que solo se mantenga una evaluación para quienes estén en carrera docente; una ley sobre sanciones a los agresores de profesores y otros compromisos generales, pero nada firme.
De acuerdo a datos de los profesores, en el paro participan unos 80.000 docentes, cerca del 70% del total que trabaja en la enseñanza pública. Y el apoyo de estudiantes y diferentes sectores de trabajadores se multiplica.
Los ánimos del profesorado, que cada día sale a manifestar frente al ministerio y ha protagonizado multitudinarias marchas por las calles de Santiago, contrastan con las direcciones sindicales nacionales (CUT) que solo le han presentado una carta al gobierno de Piñera, cuando lo que está planteado es una huelga general para derrotarlo.
Todo el apoyo a la lucha docente-estudiantil. Apoyemos la huelga hasta arrancar todos los reclamos.

Amanda Martín
Secretaria adjunta de Ademys

¿La burocracia del CNT-PIT cierra las luchas en apoyo electoral al Frente Amplio?



El paro general del 25 de junio en Uruguay

El 25 de junio se realizó un paro general en el Uruguay convocado por la central obrera PIT-CNT. Con informes parciales, podemos afirmar que tuvo un fuerte acatamiento, especialmente entre la docencia y los trabajadores públicos.
En la construcción también habría sido total el apoyo a la medida de fuerza y en diversos sectores industriales, de servicios y comerciales. En el transporte, el gobierno frenteamplista puso en marcha, en acuerdo con las patronales, un esquema de emergencia para tratar de quebrar la medida de fuerza.
El paro fue convocado en adhesión a la lucha de los trabajadores de Montevideo Gas, de la empresa Petrobras, que ha cesanteado a varios trabajadores e iniciado sumarios contra otros que han tomado medidas sindicales de fuerza.
Es de señalar que Petrobras ha anunciado su retiro del país. El paro también es en solidaridad a otros conflictos por despidos y contra la resolución de la OIT atacando y llamando a modificar, la ley de paritarias y los Convenios Colectivos de Trabajo, en favor de reclamos patronales.
A diferencia, de muchas de las medidas de fuerza tomadas en el pasado por el PIT-CNT esta vez no hubo movilización de los trabajadores huelguistas.
La dirección del PIT-CNT tardo mucho tiempo en convocar a esta medida. Propuso incluso -según versiones periodísticas- diversas salidas que implicaban sanciones menores, para resolver el conflicto. Lo que fue rechazado por la patronal.
La dirección del PIT-CNT está enrolada en el apoyo al frente popular (Frente Amplio), frente político oficialista. Y, más que nunca, trata de NO tomar medidas de acción directa de los trabajadores. Afirma que no quiere debilitar al gobierno frentepopulista ante al proceso electoral que se desarrollara a fines de octubre. Usa el espantapájaros de la derecha para frenar la lucha de los trabajadores contra el ‘ajuste’ gubernamental-patronal en desarrollo. Cosa que es aprovechada -y con soberbia- por las patronales.
Este paro no es el inicio de un Plan de Lucha para imponer las reivindicaciones de los trabajadores, sino un intento de contención de los reclamos de lucha que provienen de las bases y de cierre de todo proceso de resistencia. Al igual que la burocracia de la CGT argentina que vino postergando un Plan de Lucha contra el ajustazo antiobrero del macrismo, para votar, también en octubre, y cambiar al gobierno. La diferencia es que el Frente Amplio es gobierno hace más de una década.
Esto ha sido explicitado por el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, quien dijo que el paro del 25 "en sí mismo es la última final, la última foto de una larga película que empezó por asambleas en los lugares de trabajo explicando los motivos del paro y que hoy termina con la adhesión a la medida". "Es un camino que lleva más de 20 días", remarco (El País 26/6). E insistió: “nadie puede decir que el paro general resuelve todos los problemas. Lo que sí podemos decir con total tranquilidad es que antes de la medida hicimos todo lo posible para no hacerla, para tratar de resolverlo por la vía de la negociación".
Con esta “última medida”: ¿la dirección del PIT-CNT cierra la lucha contra los despidos y demás reivindicaciones?
Así parece. Porque el PIT-CNT concurrirá este jueves a una reunión con el gobierno y las Cámaras de Industrias y de Comercio y Servicios para empezar a discutir el reclamo patronal, avalado por la OIT, de modificar en forma antiobrera las leyes de negociación colectiva paritarias. Pero el gobierno no recibió a los huelguistas de Montevideo Gas, ni obligó a la patronal a reincorporarlos y cesar con su política antisindical.
El Partido de los Trabajadores de Uruguay sacó un afiche convocando al paro del 25/6 con la consigna de “Paremos la mano a Petrobras y las camaras empresariales. Solidaridad con los obreros de Montevideo Gas y todos los conflictos. Re-estatización sin indemnización bajo control de los trabajadores. QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS”
La burocracia del PIT-CNT convoca en las “internas” que se realizan este sábado 30 de junio a votar por las listas del Frente Amplio.
El Partido Obrero llama a votar por la Lista 1917, la lista del Partido de los Trabajadores de Uruguay.

Rafael Santos

El acuerdo Mercosur – Unión Europea, entre el “humo” y la entrega



Los funcionarios del gobierno nacional anunciaron con bombos y platillos, desde Bruselas, la firma de un acta acuerdo entre el bloque del Mercosur y la Unión Europea, celebrándolo como “un hecho histórico”. En realidad, se trata de una cortina de humo para intentar mostrar algún logro en una campaña electoral marcada por la recesión económica, la precaria situación financiera del país y las penurias que padecen cotidianamente los trabajadores.
La calificación de lo firmado como “un avance estratégico en el posicionamiento argentino en la escena internacional” (según el canciller argentino Jorge Faurie) es simplemente una farsa. Lo que firmaron hoy representantes de ambos bloques es un acuerdo político, más parecido a una declaración de intenciones, que patea finiquitar los aspectos comerciales para dentro de al menos seis meses. Muy lejos está aún un tratado de libre comercio, el cual para concretarse deberá navegar en las turbulentas aguas de la guerra comercial que domina el mercado mundial.
Sin embargo, a pesar del manijazo de campaña que es realmente, la firma de un acuerdo plantea problemas no menores. Un sector de la clase capitalista ha salido a cuestionarlo, porque a pesar de no conocer el texto suscripto, sí estaba claro que la UE no cedería en los aspectos más importantes que traban el tratado desde hace 20 años. Considerando esto, más que un acuerdo es una capitulación.

Capitulación

De movida, un tratado de libre comercio entre dos bloques económicos con una desproporción evidente serviría para reforzar la injerencia del bloque imperialista sobre el otro semi colonial. Por este motivo, el anuncio despertó el recelo de un amplio sector de los capitalistas sudamericanos.
El aspecto central es la cuestión arancelaria. Hoy en día, las exportaciones argentinas pagan al entrar a Europa aranceles de 4 o 5%, mientras que el promedio del gravamen que pagan los productos europeos que ingresan a Argentina es del 20%, y en Brasil es del 27%. Es por esto que varios analistas económicos aseguran que con la eliminación de las barreras arancelarias se facilitaría el ingreso de productos de la UE, pero no incentivaría nada las exportaciones sudamericanas.
En este sentido alzaron la voz distintos sectores de la burguesía local. La Corporación Vitivinícola encendió el alerta ante la posibilidad de que esto incentive la importación de vinos franceses, italianos, portugueses y españoles, los cuales contarían con la ventaja de subsidios millonarios de sus estados. Las autopartistas también se quejaron por la eventual reducción de los aranceles (hoy en el orden del 18%) y cuestionan las exigencias de la UE sobre las normas de origen, que consisten en que alcance con un 50% de componentes locales en los vehículos para que sean considerados europeos, por más que utilicen la otra mitad de las autopartes de países como China.
El sector automotriz, en especial carioca, buscaba fijar un límite a las importaciones de automóviles, pero ello no habría sido incorporado por la negativa de Alemania. Paralelamente, tampoco estaría contemplado un aumento en la cuota de carne vacuna que se exporta a Europa, por la oposición del gobierno francés a ceder en perjuicio de los productores galos. Similar límite pesaría sobre los productos agrarios, que significan la mayor parte de los productos que se venden a Europa. Los laboratorios nacionales también ven el tema con preocupación, ya que la igualación de las reglas de propiedad intelectual favorecería a la industria farmacéutica del viejo continente, que tendría mejores condiciones para imponer la protección de sus patentes.

El fracaso de la burguesía nacional

La claudicación de los gobiernos argentino y brasileño, urgidos por mostrar algún progreso en sus países -surcados por profundas crisis políticas y económicas-, es una muestra más de la incapacidad de la burguesía nacional en desarrollar autónomamente a la región y lograr una ubicación más favorable en el mercado mundial. Ese fracaso es agudizado por la guerra comercial y la contracción del mercado a nivel global.
El descontento de un sector de la burguesía nativa intentará ser capitalizado por los Fernández, que con un discurso seudo nacionalista buscan emblocar a los trabajadores detrás de la defensa de la “producción nacional”, es decir de las patronales que pujan por la reforma antilaboral. El planteo en pos de una nueva devaluación, que Alberto trasmitió al FMI en la reunión donde volvió a asegurar que pagará la deuda, apunta a congraciarse justamente con los exportadores que advierten sobre el atraso cambiario que genera contener al dólar a fuerza de tasas usurarias y la fuga de divisas.
El nacionalismo burgués latinoamericano de los Chávez y los Kirchner, de todas maneras, carga en sus espaldas con el fracaso de la tan patrocinada integración regional, habiendo convertido al Mercosur en un compendio de acuerdos aduaneros y cláusulas de flexibilización laboral en distintos sectores de la industria, y en paraguas de los negocios de los sojeros y el capital financiero en la región, sin avanzar en desarrollar ninguno de los proyectos que se había trazado como el Banco del Sur o el Gasoducto del Sur.
El desarrollo independiente de América Latina y una verdadera integración regional solo podrán ser obra de un plan económico elaborado y dirigido por la clase obrera, en dirección a erigir una federación de repúblicas socialistas de Lationamérica.

Iván Hirsch

El FMI pone un huevo en cada canasta



El programa de Macri y el de Fernández-Fernández representan dos variantes para que la crisis la paguen los trabajadores

Como ya se ha hecho costumbre, esta semana llega al país nuevamente una misión del FMI. Pero a diferencia de otras veces, el motivo del viaje no será verse con funcionarios del gobierno para evaluar la aplicación de los compromisos asumidos, sino para reunirse muy especialmente con Alberto Fernández, el candidato a presidente nominado por Cristina Fernández de Kirchner. La reunión con candidatos de la oposición es una metodología habitual del FMI como así también de los fondos de inversión y representantes del gran capital, que suelen poner un huevo en cada canasta para tener a resguardo sus intereses más allá de quien gane las elecciones. En el caso argentino, el FMI ha hecho lo imposible para sostener la candidatura de Macri y apuntalar su reelección. Pero incluso luego del anuncio de la fórmula con Miguel Angel Pichetto, las encuestas siguen ubicando al oficialismo muy por debajo de la fórmula Fernández-Fernández. Por el momento, el ex jefe de la bancada peronista en el Senado parece haberle aportado a Macri sólo varias tapas de congratulación del diario Clarín. Pero votos, nada. Las recientes elecciones municipales de Río Negro debieron, con seguridad, alarmar al macrismo. Realizadas luego del anuncio de la candidatura de Pichetto, y a pesar de su condición de rionegrino, el resultado obtenido fue pésimo, perdiendo incluso la intendencia de Cipoletti que hasta ahora dirigían.
A la luz de estas perspectivas electorales, se entiende la importancia que tiene para el FMI la reunión con Alberto Fernández. Pero la importancia es mutua. En la previa, el candidato del pejotismo-kirchnerismo hizo saber que discutirá los términos de una renegociación de las condiciones del acuerdo. El objetivo sería prorrogar el pago de los vencimientos que deben pagarse en el 2021 y el 2022 al FMI, que equivalen a unos 50.000 millones de dólares, sobre un total de vencimientos que rondan los 150.000 millones de dólares. Se trata de cifras imposibles de afrontar, lo que explica finalmente que el riesgo país de la Argentina siga por encima de los 900 puntos, triplicando a los países de la región. Detrás del pedido de prórroga se encuentra también el interés de la banca acreedora, que requiere que las divisas del país sean utilizadas para cancelar los vencimientos de los bonos y no que las acapare el FMI.
La posibilidad de que el FMI acceda al pedido de Alberto Fernández está supeditada a que un eventual gobierno suyo admita los condicionamientos ya por todos conocidos. El FMI reclama la aplicación de la reforma laboral para precarizar aún más el trabajo, la reforma previsional para elevar la edad jubilatoria, la reducción de los haberes y proceder a la virtual liquidación del fondo de garantías de la Anses, y una reforma fiscal que profundice el carácter regresivo del sistema impositivo. También está en juego la entrega de los recursos naturales que tiene la Argentina, empezando por el gas y el petróleo de Vaca Muerta. La aprobación del macrismo a este programa se da por descontada, pero no así que reúna las condiciones políticas para poder llevarlo adelante. El interés de la misión del FMI es obtener de Alberto Fernández, no sólo el compromiso en relación a este programa, sino evaluar los medios políticos con que cuenta para aplicarlo. Con seguridad, la nominación de Sergio Massa como primer candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires será exhibida por Alberto Fernández como prueba de que el kirchnerismo ha quedado reducido a una minoría dentro de su coalición política. Por si eso no alcanzara, podría invocar también la presencia de los gobernadores peronistas, que cogobernaron con Macri en estos casi 4 años.

Devaluación

En la previa, Alberto Fernández no solo anticipó su propósito de rediscutir los plazos de pago, o sea, de pagar la deuda con el Fondo. Su crítica más fuerte al acuerdo vigente consiste en que se esté usando los dólares del préstamo para sostener el tipo de cambio en los niveles actuales. Recientemente señaló que “el precio del dólar es ficticio”, dejando entrever que es partidario de una nueva devaluación, que lleve el tipo de cambio más allá de los 60 o 70 pesos por dólar. Esto sería un gran negocio para los exportadores, que verían incrementados en pesos sus ganancias, y también para los capitalistas industriales por el impacto que tendría sobre la desvalorización del salario. Para Alberto Fernández, que se jacta de representar al kirchnerismo de los orígenes, la devaluación debe ser un hecho fundante de su gobierno. Después de todo, fue esa gigantesca devaluación pos-convertibilidad la que permitió a Néstor Kirchner un crecimiento económico asentada en el derrumbe del salario y la restitución de una tasa de beneficio más alta para el capital.
El ex viceministro de economía de Axel Kicillof, Emmanuel Alvárez Agis, ha dado aún más precisiones de cómo sería este plan. Agis propuso un congelamiento de ingresos de los trabajadores por el término de un año, que debiera aplicarse con un congelamiento similar de los precios. Para llevar adelante este tipo de entuerto, conocido en la historia como “pacto social”, Cristina Kirchner propuso un “contrato ciudadano” entre los capitalistas y los sindicatos. La trampa de este tipo de propuestas ya ha sido develada innumerables veces en la historia argentina. Antes de proceder al congelamiento, los capitalistas recurren a la devaluación y a la remarcación de precios. Después de todo tiene lógica: un congelamiento sin previa devaluación y aumento de precios oficiaría como una operación matemática de simplificación. Sería perpetuar una situación de impasse.
Del lado del gobierno no difieren con esta política. Solo quieren discutir el momento oportuno. Para el macrismo esa devaluación debiera llevarse a cabo luego de las elecciones, pues es consciente que un nuevo salto en el tipo de cambio sepultaría para siempre las ya muy maltrechas posibilidades de reelección de Macri. En este sentido, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne acaba de prometer en Nueva York un “superpeso”… hasta las elecciones. En el ínterin pretenden tentar a los fondos especulativos a que aprovechen el tipo de cambio planchado para hacer negocios con un nuevo carry trade, valiéndose de las tasas siderales que paga el Banco Central y que contrastan con la reducción de tasas a nivel internacional. El debate entre el gobierno y la fórmula Fernández-Fernández se reduce a esto: quién paga el costo político de la devaluación que todos quieren aplicar. El pejotismo-kirchnerismo quiere que lo haga Macri ahora, para reducir sus chances electorales y evitar que quede como tarea pendiente para un eventual gobierno del peronismo. Esto será lo que Alberto Fernández le `exigirá al FMI´. Se entiende, entonces, por qué un reciente informe del Bank of América presentado en Wall Street saludó la candidatura de Alberto Fernández calificándola de “moderada”.

Quién paga la crisis

El programa de Macri y el de Fernández-Fernández representan dos variantes para que la crisis la paguen los trabajadores. De hecho es lo que ya está sucediendo y de un modo cada vez más agravado. Los últimos informes sobre la situación social dan cuenta de una situación alarmante. Casi la mitad de los trabajadores tienen trabajos informales y con ingresos que están por debajo de la línea de pobreza. Incluso en la Ciudad de Buenos Aires el promedio salarial de la mitad de los trabajadores es de $ $16.000, una cifra que marca el retroceso social que se está operando de modo cotidiano. Sólo la bochornosa tregua que todas las burocracias sindicales han sellado con el gobierno, y que se consolidó luego de la postulación de la fórmula Fernández-Fernández, explica que este ataque sistemático a las condiciones de vida pueda progresar sin que convoque a medidas de acción directa de la clase obrera. En oposición a esta política, la campaña del Frente de Izquierda- Unidad plantea la necesidad de un paro activo de 36 horas como inicio de un plan de lucha para derrotar la ofensiva de Macri, los gobernadores y el FMI.
La campaña del Frente de Izquierda-Unidad tiene por función denunciar estos planes reaccionarios que se están cocinando entre los capitalistas, el gobierno y la oposición patronal, oponiendo un programa de salida de los trabajadores. El programa del FIT-Unidad plantea la ruptura con el FMI, el repudio al pago de deuda y la reorganización social integral a favor de los intereses de los trabajadores, para que la crisis la paguen los capitalistas. Con este programa nos lanzamos a ganar el voto a favor de la izquierda, para separar a los trabajadores de las fuerzas patronales, y construir una alternativa política obrera y socialista.

Gabriel Solano

Las tensiones comerciales y el empeño en salvar al capitalismo a costa de los más débiles

El 21º informe de vigilancia de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre las medidas comerciales del G-20 muestra que el valor del comercio abarcado por las nuevas medidas de restricción de las importaciones introducidas durante el período (octubre de 2018 a mayo de 2019) fue más de 3,5 veces superior al promedio desde mayo de 2012.
Las medidas proteccionistas de Donald Trump tienen implicaciones tan graves que, de ponerse en práctica en toda su dimensión se desataría algo mucho más profundo que una guerra comercial con China y Europa, de consecuencias catastróficas. Una política de acción-reacción semejante, arrastraría a la economía internacional hacia una depresión profunda, y no parece que los sectores decisivos del capitalismo norteamericano —que dependen del mercado mundial— estén mucho por la labor.
El informe, , publicado el 24 de junio, constata que el valor del comercio abarcado, que asciende a 335.900 millones de dólares durante el período, es el segundo valor más alto de que se tiene registro, después de los 480.900 millones comunicados en el período anterior.
Juntos, estos dos períodos representan un aumento drástico del valor del comercio abarcado por las medidas de restricción de las importaciones, lo que ha llevado al Director General de la OMC, Roberto Azevêdo, a exhortar a las economías del G-20 a colaborar urgentemente para mitigar las tensiones comerciales.
El 18 de junio en el marco de la Conferencia del Centenario de la OIT el mismo Azevêdo recordaba que aplicar “parches viejos” en momentos de grandes cambios estructurales en todo el planeta “no va a funcionar”. Las soluciones necesarias, agregó, se encuentran en gran parte “en las políticas nacionales, que es lo que los gobiernos pueden hacer. Por supuesto, las organizaciones internacionales tienen un importante papel que desempeñar, en particular al identificar los problemas, proponer soluciones e incentivar el debate a nivel nacional, de manera que avancemos y progresemos en la dirección correcta”.
No se trata de saber si el centro del problema es ver quién tiene razón, sino analizar el espejismo del capitalismo depredador subsumido en una profunda crisis mundial, acrecentado además por los desequilibrios y el patético rol del líder de la principal potencia mundial.

Las contradicciones que corroen el capitalismo

Las graves contradicciones que corroen el capitalismo del siglo XXI han vuelto a traer a colación los viejos demonios, abriendo la caja de Pandora de todos los problemas acumulados durante décadas. Los estados nacionales más poderosos, que ahora están confrontados en sus batallas comerciales asumen la tarea de organizar y administrar el comercio mundial no en la perspectiva real de un libre mercado, sino para asegurar la hegemonía de sus empresas sobre los mercados nacionales y locales de las naciones emergentes claramente menos poderosas.
Es muy claro que el comercio mundial está cada vez más determinado por los comportamientos monopólicos que dominan el mercado mundial. Debemos visibilizar que la mayor parte del comercio Internacional actual se realiza al interior de las corporaciones o empresas multinacionales, transnacionales o globales.
En este escenario, la OMC juega un rol de árbitro legal en el ámbito del Órgano de Soluciones (ODS). Así, el libre comercio es un mito, es una falacia y lo que en realidad predomina es la noción de un comercio desigual. En realidad se trata de impedir que las naciones emergentes dispongan mecanismos de defensa de sus mercados.
El dominio de los mercados nacionales o locales también dependen en gran medida del control de los medios de información y comunicación que logran a través de la publicidad y el resto de los mecanismos más sofisticados de gran influencia cultural, determinar conductas y comportamientos que se traducen en un consumismo solvente, cuyo núcleo central es el mercado.
La idea de una organización mundial del comercio no es un instrumento de la libertad del mismo, sino del ordenamiento del comercio mundial a favor de un núcleo central de países bajo la égida de un capitalismo puro y duro. Durante las últimas décadas se aceleró un proceso de grandes transformaciones mundiales que cambiaron radicalmente las bases sobre las cuales se asentaban las relaciones internacionales y que han tenido una profunda repercusión en la vida interna de todas las naciones del mundo.
En ese contexto, los países industrializados favorecidos por los organismos internacionales han utilizado y utilizan su poderío y las ventajas económicas y políticas derivados de la actual correlación mundial de fuerzas para continuar a imponer su “nuevo orden mundial”, el neoliberalismo, que hace a los países del tercer mundo más subordinados y dependientes de los países industrializados. Inmersos en sus guerras comerciales, por los mercados y las materias primas ,es la contradicción que sigue sustentado el capitalismo.

La recesión que ¿viene?

Cada vez más economistas burgueses reconocen que estamos frente a una nueva recesión en Europa y EEUU. Incluso, en el horizonte de sus economías se avizora una depresión severa de la economía mundial. Sería por lo tanto imprudente infravalorar las maniobras del gran capital para evitar a toda costa una nueva recaída que desemboque en una depresión similar a la de los años 30 del siglo XX.
No obstante, algunos defensores a ultranza del sistema sostienen que las tensiones comerciales sirven al menos como un recordatorio de que la economía mundial no tiene fronteras, destacando que las disciplinas jurídicas de la OMC están funcionando, adecuadamente. Y que pese a todo lo que se habla de guerras comerciales, la economía mundial no se parece en nada a lo que fue en la década de 1930. Sin lugar a dudas estamos mejor que en la Grecia de Pericles.
Sin embargo, algunos datos preocupan: el crecimiento económico mundial (y el crecimiento de EE UU.) puede haber alcanzado su punto máximo y actualmente lleva dos periodos sin crecimiento. En esta dirección podemos incluso analizar la realidad política y económica de nuestros países, que se guían por los preceptos de la libre movilidad de capitales , la apertura comercial irrestricta , las privatizaciones de servicios públicos estratégicos y la desregulación a través de reformas de flexibilidad del mercado laboral, todo esto bajo un contexto de un mayor control del excedente por el capital financiero, a través de los fondos de inversión , los fondos provisionales y la propia inversión directa.
Los planes de ajuste, recortes y austeridad no han logrado generalizar la recuperación y han provocado graves desequilibrios económicos, sociales y políticos. La dinámica caótica del sistema capitalista se observa también en una actividad especulativa frenética.
Instituciones capitalistas como la OCDE, UNCTAD, FMI, BM. etcétera, han advertido que el mundo está a punto de “entrar en la tercera fase de la crisis financiera”. Y esto afecta también a la productividad del trabajo, que, a pesar del avance de la robótica, las tecnologías de la información, de la globalización, está disminuyendo, lastrada por la caída de la inversión productiva.
Es difícil afirmar de antemano si en el marco actual de la evolución capitalista se conseguirá evitar este desenlace o, por lo menos, si lo aplazarán a corto plazo. Pero de lo que no cabe duda es que la actual situación de estancamiento del comercio mundial, de sus guerras comerciales, de crisis de sobreproducción, de desempleo masivo, pausado por el subempleo informal y desigualdad creciente, seguirá alimentando la polarización económica, política y social, que a corto o mediano plazo tendrá consecuencias dramáticas.
El último recurso a lo cual se nos convoca no es más que ser la carne de cañón de semejante desparpajo.

Eduardo Camin
CLAE

Honduras: A 10 años del golpe de Estado

El 28 de junio de 2009 los sectores conservadores nacionales, apoyados por el gobierno de Estados Unidos dieron un golpe de Estado en contra del presidente Manuel Zelaya, suceso que impondría de facto a un nuevo presidente y que mandaba un claro mensaje: aquí no cambiará nada, Honduras seguirá sometido y subordinado a los intereses de Washington, el pueblo no decide. 10 años han pasado de aquel atropello y hoy todo un pueblo se levanta, sale a las calles, resiste y lucha en contra del gobierno golpista, el cual ahora preside Juan Orlando Hernández (JOH); las movilizaciones masivas expresan un mensaje contundente: el pueblo hondureño no se ha ido, no ha sido derrotado y será él finalmente quien decidirá el rumbo de su propio camino. El pueblo manda.

¿Por qué el golpe en 2009?

El entonces presidente de Honduras, Manuel Zelaya, un político liberal, terrateniente y empresario maderero, había logrado en tres años de mandato una notable reducción de la deuda externa y el aumento del salario mínimo; con su incorporación al ALBA, Honduras había mejorado significativamente en varios índices económicos y sociales. Zelaya se había propuesto reducir como nunca antes los alarmantes índices de pobreza del país. En el último año de su mandato, impulsó la realización de un referendo constitucional para el 28 de junio de 2009. Unos 400 mil hondureños habían firmado una solicitud de realización del referendo, argumentando que con la constitución vigente desde 1982 era imposible adoptar medidas que permitieran erradicar la miseria e inequidad imperantes en Honduras, donde 7 de cada 10 personas vivían en condiciones de pobreza.
En la noche del 23 de junio, cinco días antes de la fecha propuesta, el Congreso Nacional intentó hacer ilegal el referendo aprobando una Ley Especial que prohibía la realización de referendos o plebiscitos dentro del período de 180 días antes y 180 días después de elecciones generales. El presidente Zelaya desconoció esta decisión del poder legislativo, e insistió en continuar con la preparación del referendo constitucional.
En la madrugada del 28 de junio, la fecha en que se realizaría el referendo, unos 200 militares encapuchados ingresaron por la fuerza en la residencia presidencial y secuestraron al presidente Manuel Zelaya. Fue trasladado a una base de la Fuerza Aérea, para luego ser deportado a Costa Rica. Esta deportación violaba flagrantemente la constitución de Honduras en su artículo 102, en donde se indica que “Ningún hondureño podrá ser expatriado ni entregado a un Estado extranjero.” La energía eléctrica fue interrumpida a nivel nacional, y todas las emisoras de radio y televisión fueron silenciadas; no hubo comunicaciones electrónicas hasta que el presidente fue deportado a Costa Rica.
Una falsa carta de renuncia de Zelaya, desmentida por este unas horas después, fue discutida en la sesión celebrada en el Palacio Legislativo de Tegucigalpa. En esta falsa misiva estaba dirigida al presidente del Congreso Nacional Roberto Micheletti, y argumentaba supuestos "problemas insuperables de salud" que forzaban a Zelaya a presentar su renuncia “junto con la del gabinete de Gobierno”.
Bajo estos argumentos, el Congreso Nacional nombró a Micheletti como nuevo jefe del Estado, quien argumentó: “Llego a la presidencia como producto de un proceso de transición absolutamente legal […] en el estricto respeto y cumplimiento de la Constitución […] y con profunda convicción democrática.” Dentro de Honduras, Micheletti obtuvo el apoyo de la mayoría de empresarios, quienes evitaban hablar de golpe de Estado señalando que hubo una “transición democrática”, y financiaron las marchas de la Unión Cívica Democrática, conjunto de organizaciones activistas hondureñas que apoyaban a las nuevas autoridades golpistas. También contó con el apoyo de la Iglesia católica, y los poderes legislativos y judicial.
Posteriormente, la Corte Suprema de Honduras asumió la responsabilidad de lo ocurrido al anunciar que había ordenado al Ejército la expulsión de Zelaya por su insistencia en realizar una consulta popular, declarada ilegal. Se decretó toque de queda en el país, suspendiendo las garantías individuales otorgadas por la constitución, con la intención de frenar la acción popular que exigía la restitución del orden legal del país y el retorno de quien denominaban “el presidente de los pobres”. Diversas ONG de derechos humanos denunciaron hasta el día 5 de julio al menos 5 muertos, 70 heridos y más de 600 detenidos como consecuencia de las medidas de excepción decretadas por Micheletti.
Zelaya anunció en una rueda de prensa que volvería a Honduras el 5 de julio, acompañado por el secretario de la OEA, la presidenta argentina Cristina Fernández, el presidente de Ecuador Rafael Correa, el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y otras personalidades. Esperaba que los militares se retractarían de su posición golpista, y a pesar de la gran concentración popular pacífica a la espera de su llegada, no le fue posible su entrada al país. Entre las primeras medidas económicas del gobierno de facto se encontraba una disminución del gasto público. También decretó el retiro de Honduras de Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA).
La desestabilización de la voluntad popular y la democracia en Honduras desde entonces ha tenido repercusiones en toda la vida pública del país. La cancelación de las medidas del gobierno de Zelaya para combatir la pobreza, han ido a la par con el aumento de la desigualdad y la corrupción generalizada. Existe un aumento sin precedentes en los índices de migración y de violencia en todo el país. En 2010 Honduras llega a ser el país sin guerra más violento del mundo.
El abogado Juan Orlando Hernández (JOH) resultó ganador en las elecciones presidenciales de 2014, con una escasa participación ciudadana; su nombramiento se ha acompañado desde entonces de masivas protestas populares contra la corrupción. En 2016, gracias a polémicos cambios realizados a la Constitución el año anterior durante su gobierno, con el fin de legalizar la figura de la reelección presidencial, JOH fue el candidato oficial del Partido Nacional de Honduras para las elecciones generales en 2017, en las que resultó ganador por un estrecho margen.
Esta vez, sin referendo constitucional, sin la aprobación popular, la oligarquía nacional y los poderes corruptos sí celebraron esa modificación espuria de la Constitución. Desde entonces se permite la reelección presidencial sin regulación mediante polémico fallo del poder judicial.
Las manifestaciones de los movimientos sociales no se hicieron esperar, y desde estudiantes, hasta obreros y campesinos han organizado masivas protestas nacionales en contra del gobierno corrupto de Juan Orlando, quien ya había aumentado la desigualdad, la inseguridad y los índices de migración del país en su primer mandato. El gobierno ha respondido a las protestas con detenciones arbitrarias y represión en todo el país. La crisis se profundizó luego de que fueran cuestionadas en su transparencia y justicia por observadores internacionales, propiciando una crisis poselectoral.
Desde el golpe de Estado de 2009 se ha venido profundizando un modelo neoliberal que ha privatizado todos los servicios públicos, los recursos naturales y en este momento pretenden privatizar también la salud pública y la educación. La pobreza abarca al 70% de la población, la cifra más alta de la región, y se ha elevado el número de homicidios a 11 por día.

Situación actual

Por lo tanto, 10 años después del golpe de Estado, se han profundizado las desigualdades económicas y sociales, dando origen a un cúmulo de fenómenos de gran envergadura como es el aumento de la violencia, no sólo en su estilo clásico de agresión física, sino como un sector económico que conforma la trata de personas, el secuestro, el rapto de menores y demás actividades que fortalecen a pandillas y grupos criminales. Esto representa el fracaso del modelo, la putrefacción de la sociedad y lo precario de la vida en ese país para la gran mayoría de la población. Uno de los caminos que les ha quedado tomar a los sectores marginados del país hondureño ha sido la migración, pero en este punto hay que aclarar que no es migración a secas, sino que se trata de una migración forzada.
Desempleo, pobreza, precariedad y violencia creciente son pan de cada día de la gran mayoría de los hondureños, la vida para ellos y, lo más importante, para sus hijos no está asegurada si se quedan en su lugar de origen. "No tenemos miedo a las amenazas de Trump, pero a nuestro país sí que le tenemos miedo", aseguran varios migrantes pertenecientes a una de las caravanas recientes; “No nos vamos porque queremos, nos expulsa la violencia y la pobreza”, dicen otros.
No es casual que en las recientes caravanas migrantes la mayoría sean hondureños, existe una conexión directa entre el golpe de Estado de 2009 y el éxodo de migrantes actual.
Cuando el gobierno de Estados Unidos, en su mayoría por boca de Trump, rechaza a los migrantes, es necesario recordar que fue debido al golpe de Estado que promovió y patrocinó el propio gobierno de EUA, que la situación de Honduras es tal como la conocemos hoy. Además, tanto el gobierno de Porfirio Lobo como de JOH han tenido el respaldo, apoyo y aval del gobierno norteamericano; por lo tanto, el principal culpable del éxodo de migrantes tiene que ver directamente con el gobierno de Estados Unidos y con su política intervencionista en el resto de Centroamérica, con la imposición de gobiernos lacayos y títeres al servicio de Washington.
Si Trump realmente no quiere más olas de migrantes, si quiere que su política de negar a las personas su derecho de migrar tenga éxito, si le aterra la “invasión” de migrantes, entonces debería ir al corazón del problema y no respaldar a un gobierno de facto, respetar la democracia en Centroamérica, restablecer en el poder al gobierno electo de Manuel Zelaya y dejar de someter económica y políticamente a los pueblos de la región. Es decir, la crisis migratoria es producto de la crisis económica-social profundizada a partir del golpe de Estado del 2009.
Hoy, a 10 años, el pueblo hondureño se ha levantado dignamente en contra del gobierno de su país, el cual está respaldado por EUA, y ha puesto en primer plano la cuestión fundamental: O son los de arriba, con el respaldo del gobierno norteamericano, o es el pueblo el que manda.

Colectivo Latinoamérica Socialista

viernes, junio 28, 2019

Brasil entra en una etapa convulsiva



Luego del paro nacional del 14 de junio

A las grietas por arriba, ahora se le ha sumado la movilización popular.

El paro general del pasado 14 de junio se caracterizó por su contundencia.La jornada abrazó un sinfín de gremios y se destacó por una cantidad fenomenal de piquetes, movilizaciones y actos, superando anteriores medidas de fuerza, incluida la de abril de 2017, durante el gobierno de Michel Temer, que fue catalogada en su momento como una de las demostraciones de fuerza más importantes de la década. El paro general viene precedido por la gran rebelión educativa contra las reformas y el recorte de fondos para la educación que pretende implementar el gobierno.
La jornada del 14 ha puesto de relieve la enorme disposición de lucha que anida entre los trabajadores y la juventud. El reclamo central de la huelga fue contra la reforma previsional que se está tratando en el parlamento, que despierta un enorme rechazo en la población.
El estado de ánimo y humor popular existente contrasta con la política contemporizadora que reina en las direcciones gremiales. El paro, incluso, podría haber tenido más fuerza si no hubiera sido por la labor de sabotaje y divisionista de las centrales
La UGT suspendió el paro de los choferes de San Pablo y de varias capitales. Força Sindical, que también dirige a importantes contingentes de choferes, no llegó a ese extremo pero le sacó el cuerpo a la medida y no se empeñó en garantizar su cumplimiento. En Salvador, Curitiba, Londrina y Maringá, sin embargo, los colectivos pararon, muchos en contra de sus direcciones sindicales. Por su parte, los trabajadores de subte de San Pablo, enrolados en el sindicalismo combativo de Conlutas, se plegaron a la huelga. La conducción de la CUT (dirigida por el PT), a su turno, pidió a sus afiliados que "se queden en casa" en lugar de salir a las calles.

Salvar la reforma

Este freno a los alcances de la huelga tiene que ver con la negociación en marcha en el parlamento brasileño, entre el gobierno y la oposición, para hacer pasar la reforma previsional. La idea es recortar algunos aspectos del proyecto original, de modo de lograr un consenso ya que su aprobación requiere de una mayoría especial de un 60%.
La comisión de Diputados presentó una nueva propuesta de la reforma previsional, que lima aspectos importantes del planteo original: la nueva propuesta eliminó la posibilidad de crear un régimen de capitalización y excluyó la adhesión de Estados y municipios. Incluso, aunque prosperaran estos retoques, la nueva propuesta constituye un ataque colosal contra las masas (aumento de la edad mínima, congelamiento de la jubilación hasta 2024, mínimo de 20 años de contribución para los hombres).
La propuesta de la comisión de Diputados cuenta con el apoyo de partidos y gobernadores de la oposición, incluidos los del PT, por más que el ex partido gobernante diga repudiar la reforma. Dicha versión incluye las modificaciones propuestas por los gobernadores del nordeste, del PT y del PCdoB. Se estima que con los cambios, el ahorro del Estado en materia de jubilaciones sería de 850 mil millones de reales en los próximos 10 años, en lugar de los 1,2 billones contemplados en el proyecto original, una confiscación de todos modos siderales, que está destinada al pago de la deuda y a los acreedores internacionales.
Las centrales sindicales no tienen como propósito el retiro de la reforma sino que están subordinadas a esta salida consensuada entre oficialistas y opositores, que apunta a salvar el proyecto. Las direcciones gremiales, no solo las oficialistas Força Sindical y UGT, sino también la CUT y la CTB (dirigidas por el PT y el PCdoB) plantean que la nueva reforma previsional informada por la comisión especial de Diputados es una "victoria fruto de la presión sindical".
No es ocioso señalar que esta política de maridaje y compromisos, le da un aliento al gobierno de Jair Bolsonaro, que viene a los tumbos, sacudido por crisis en numerosos frentes. Con una economía al borde de la recesión (el PBI se acerca a cero crecimiento y el desempleo asciende a 13 millones de personas), cortocircuitos de todo tipo al interior del gabinete, denuncias por corrupción y las revelaciones, días atrás, de las manipulaciones del otrora juez y actual ministro de Justicia Sergio Moro en la causa Lava Jato, Bolsonaro se juega en la aprobación de la reforma previsional la estabilidad –y hasta la continuidad- de su gobierno.
La reforma jubilatoria constitye, por lo tanto, una pulseada estratégica. Paulo Guedes, el superministro de Economía, ha amenazado con renunciar en caso de que naufrague su sanción. Resta por ver si las podas que se están haciendo al proyecto son digeribles para él. A las modificaciones ya nombradas se agrega el hecho de que los militares fueron excluidos del paquete.
Hay quienes señalan que las revelaciones contra Moro están vinculadas a la disputa entre EEUU y China en lo que se refiere a su presencia económica y también política en la región y, en especial, en la nación carioca. No hay que olvidar que Moro es un hombre de confianza del Departamento de Estado y la justicia norteamericana y ha actuado como ariete para reforzar la hegemonía norteamericana en Brasil. Cediendo a estas presiones, Bolsonaro ha procurado estrechar sus relaciones con Estados Unidos y en especial con la administración Trump, lo cual ha avivado las tensiones con un franja de la clase capitalista brasileña, cuyos negocios giran en torno al gigante asiático -que es el principal destinatario de las exportaciones brasileñas y uno de los principales inversores en la nación vecina. El viaje del vicepresidente Hamilton Mourao a China refleja la tentativa por poner paños fríos a este giro y, al mismo tiempo, revela la escalada en las tensiones entre el gobierno de Bolsonaro y las fuerzas armadas, a punto tal que empezaron a abrirse paso los trascendidos sobre la posibilidad de un relevo del actual mandatario. Por lo pronto, la pretensión de Bolsonaro de consagrar su papel de árbitro, armar un régimen de poder personal y reforzar el poder de su camarilla de corte fascistoide está haciendo aguas. Los apetitos del clan Bolsonaro chocan con los militares, celosos de su autonomía, y también con los intereses cruzados de la clase capitalista, que teme que el derrotero que está siguiendo el ex capitán de navío termine por comprometer la gobernabilidad del país.

Perspectivas

A las grietas por arriba, ahora se le ha sumado la movilización popular. Una combinación que abre una nueva transición política de carácter convulsivo.
Las direcciones sindicales vienen maniobrando para impedir que la situación se salga de su cauce. En primer lugar, fueron dilatando el paro nacional para dar suficiente tiempo al gobierno para las negociaciones en el Congreso en torno a la reforma, y parir la salida consensuada que se está enhebrando. Ahora, las centrales no han anunciado ninguna continuidad de la medida de fuerza. Han bajado la cortina, sumándose a este operativo, a contramano del sentimiento y reservas de lucha que existe en los trabajadores y la juventud.
La superación de esta contradicción plantea una amplia intervención de masas, capaz de superar este escollo, la cual solo puede abrirse paso a través de una amplia deliberación popular. La batalla por un Congreso de trabajadores, con delegados electos en los lugares de trabajo, está colocada a la orden del día. Ese congreso debe estar dirigido a profundizar las medidas de lucha hasta lograr la derrota de la reforma, asestando un golpe fundamental al gobierno de Bolsonaro y, al mismo tiempo, a discutir una salida obrera a la crisis nacional.
Las tendencias combativas de Brasil deben ponerse a la cabeza de este planteo.

Pablo Heller

Cooperación internacional y beneficencia

"¿Esta es la fila de los desnutriditos?"

“Hay muchas cosas que los hombres, si llevan la capa remendada, no se atreven a decir.” Juvenal

El primer título del presente texto es sumamente provocativo. O, incluso, perturbador. Pero simplemente hace evidente una realidad patética, muy común en todos los países del Sur que reciben “ayudas” del Norte, realidad en general silenciada, o en el mejor de los casos, deformada. ¿Con qué contribuye la llamada cooperación internacional? Con nada. Simplemente con nada. O, peor aún, con desarrollar entre los beneficiarios una infame cultura de dependencia, de beneficencia. Dicho en otros términos, quizá más realistas: una cultura limosnera, de caridad. Si alguien dona (regala), nunca faltará una mano menesterosa que se extienda para pedir lo ofrecido (mendigarlo).
Inmediatamente después de la socialista Revolución Cubana de 1959, el imperialismo estadounidense prendió sus alarmas y comenzó así a desarrollar planes que evitaran otro alzamiento popular similar en su patio trasero. De esa forma es que nace la primera iniciativa de cooperación, la Alianza para el Progreso, en 1961, bajo la presidencia de John Kennedy.
Luego se suman otras potencias capitalistas en similar perspectiva, siendo Europa Occidental la que le sigue. Posteriormente participan los pocos países desarrollados (capitalistas), en condiciones de ofrecer cooperación (o de cuidarse que las cosas no cambien, como demostraremos ahora): Japón, Canadá. Es digno de observarse que Rusia (o anteriormente la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) o la República Popular China, nunca hicieron cooperación de esta manera, generando mendicidad. La cooperación Norte-Sur es un mecanismo capitalista de dominación, de contención.
Oficialmente, tal cooperación consiste en “una opción estratégica de asociación entre gobiernos, sociedad civil y sectores productivos, orientada hacia la transferencia del conocimiento científico, tecnológico, técnico, educativo y cultural como base para la obtención de los objetivos del desarrollo sustentable, el bienestar y la equidad social”, según puede leerse, por ejemplo, en el Informe Final de la XVI Reunión de Directores de Cooperación Internacional de América Latina y el Caribe, Ciudad de Panamá, 21 al 23 de julio de 2003; pero nunca debe olvidarse que nace como “estrategia contrainsurgente no militar”, y que sus fines continúan siendo los mismos 60 años después. En el marco de la Alianza para el Progreso, por ejemplo, no debe olvidarse que se implementó el control de la natalidad de poblaciones latinoamericanas (esterilizaciones masivas hechas en forma secreta), hoy día suavizado y llamado “planificación familiar”. Es contundente: planes de contención, no de desarrollo.
“En el plano político –decía críticamente Luciano Carrino, funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores del gobierno italiano, muy buen conocedor de estas cuestiones– la cooperación representa la voluntad de una parte de las poblaciones de los países ricos de luchar contra racismos, la pobreza, la injusticia social y mejorar la calidad de vida y las relaciones internacionales. Una voluntad que los grupos en el poder tratan de voltear en su provecho pues la cooperación para el desarrollo humano persigue objetivos oficialmente declarados pero sistemáticamente traicionados (…) Los datos sobre el uso global de los financiamientos de la cooperación parecen demostrar que menos del 7% total de las sumas disponibles es orientado hacia la ayuda a dominios prioritarios del desarrollo humano. El resto sirve para objetivos comerciales y políticos que van en el sentido contrario”.
Está claro que esa cooperación no es tal, sino un mecanismo más de control de las empobrecidas poblaciones del Sur. Justamente por ese grado de empobrecimiento, constituyen una bomba de tiempo lista para estallar en cualquier momento, al menos vistas desde la lógica capitalista de dominación imperial que tiene el Norte. Si realmente existiera un real interés solidario en promover el desarrollo de los hermanos más postergados, el Norte no podría comportarse de esta manera tan cínica. De hecho, en el año 1971 los países más prósperos, aquellos que otorgan cooperación para los más pobres del Sur, fijaron en el marco de las Naciones Unidas el compromiso de contribuir anualmente con el 0.7 % de su Producto Interno Bruto para la ayuda internacional al desarrollo. Hoy, casi cincuenta años después, son muy pocos quienes cumplen esa meta, apenas un puñado de los escandinavos europeos.
Ahora bien: si se cumpliera con el compromiso de aportar una mayor cantidad de asistencia para con el Sur y se cumpliera con lo pactado en Naciones Unidas décadas atrás, ¿cambiaría la situación del mundo? Dicho en otros términos: ¿puede efectivamente la cooperación Norte-Sur resolver la cuestión de la pobreza y el atraso? No, definitivamente no. No, sencillamente porque no está para eso.
¿Cómo esperar soluciones de ayudas que vienen absolutamente condicionadas, amarradas a agendas políticas ocultas, que provienen de los mimos factores de poder que, mientras desembolsan unos 60 mil millones de dólares al año en cooperación –de lo cual llega una minúscula cantidad a los beneficiarios en el Sur– extraen de la misma región 500 mil millones como ganancia? (deuda externa, desbalance en los términos de intercambio comercial, salida continua de regalías de las empresas del Norte instaladas en el Sur, lisa y llanamente saqueo de los recursos naturales. ¿Es todo eso cooperación? Dicho sea de paso que de los montos otorgados, mucho ni siquiera nunca sale del país donante, pues está estrictamente estipulado en los contratos que los equipos que se usarán en el terreno (los países del Sur) –vehículos, equipamiento de oficina como computadoras, impresoras, escáneres, teléfonos, etc.– deberán ser de fabricación de esos países que cooperan. ¿Cooperan entonces?
Para dar un ejemplo de cómo se mueve esto: hoy día, todo el campo de la cooperación internacional, en una “políticamente muy correcta” perspectiva, introdujo una preocupación por atacar lacras de la cotidianeidad, como las inequidades de género o las étnicas, pero no dice una palabra de las diferencias de clase. De eso no se habla, como que no existieran, sabiéndose que los problemas del patriarcado o del racismo, en solitario, sin la perspectiva de clase, no pueden solucionarse. Y no es infrecuente que en el mismo marco que tiene que ver con todo este mundillo de la cooperación, pese a hablar de derechos humanos, se irrespetan ignominiosamente los derechos laborales de sus trabajadores.
La cooperación internacional, después de años de “donar” fondos a los “atrasados” países del Sur, nunca sacó de pobre a nadie. ¿No es curioso que prácticamente todos los programas de desarrollo implementados no alcanzan la sostenibilidad cuando se acaban los fondos del donante? ¿No debería llamar la atención que se generó una cultura de caridad en la que enormes masas de poblaciones hambrientas y en la miseria esperan como salida la llegada de estas ayudas, más limosnas que genuinas palancas para el desarrollo? Indigentes limosneros que, terminado un programa, ya están esperando el próximo en una bien aprendida cultura de caridad.
Seguramente en los tecnócratas que preparan y evalúan estos proyectos todo esto se sabe, porque es demasiado evidente. Pero nada cambia porque la cooperación no llega para ayudar. De ahí el perturbador título (frase realmente pronunciada por la madre de un niño desnutrido en algún remoto lugar montañoso de Nicaragua): lo único que logra la cooperación internacional es una cultura de caridad, de dependencia. “¡Una ayudita para este pobre desnutridito, por favor!”

Marcelo Colussi

Con Trump al infierno

Hace un año, Donald Trump, al más puro estilo hitleriano, decidió romper el acuerdo sobre el programa nuclear iraní, cuyo nombre oficial es Programa de Acción Integral Conjunto (PAIC). La descabellada acción y la reimposición por Washington de asfixiantes sanciones económicas al país de los ayatolas desencadenó y ha agravado el nuevo conflicto estadounidense con esa nación a tal grado de tensión que el mínimo error humano puede llevar a la “catástrofe” anunciada la semana pasada por Vladimir Putin. Esto, suponiendo que la escalada militar gringa en curso en el golfo Pérsico solo se limite a la usual práctica trumpiana de conducir los conflictos a un punto álgido para luego negociar desde posiciones más ventajosas. Porque no hay nada más parecido al zafarrancho de Estados Unidos en las últimas semanas respecto al país persa que los que precedieron a la agresión a Irak y a otros países como Vietnam, incluyendo las operaciones de falsa bandera contra buques tanques en la región de los que se culpa a Teherán y otros embustes semejantes. Bolton sabe mucho de eso.
En cualquiera de los dos casos es válido continuar citando a Putin: "Una acción bélica norteamericana contra el país persa solo contribuiría a una explosión de violencia en la zona y los iniciadores de una acción como esa deben tener en cuenta las consecuencias negativas". Ya este desenlace, solo en la zona, sería de una magnitud sin precedente pues Irán es mucho más poderoso militarmente que lo que eran Afganistán, Irak y Libia juntos, posee tradiciones milenarias y sus combatientes han demostrado un gran patriotismo. Tiene, además, los buques yanquis a tiro de sus misiles, tupida defensa antiaérea y aliados en la región que pueden extender el eventual conflicto bélico más allá de sus fronteras y hacer mucho daño a Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita, principales compinches mesorientales de Washington y también principales enemigos del pacto nuclear con Teherán.
Cuántos millones de muertos más; cuánta destrucción más, muchas veces de tesoros del patrimonio mundial, cuantos cientos de miles, o millones, de refugiados más, ocasionados por las guerras estadounidenses desde 2003. Una gigantesca ola humana tocando desesperada a las puertas de Europa y de la propia potencia agresora podrían esperarse, pues los que huyen del hambre y la violencia, como estamos viendo en México, poseen insospechadas capacidades para cruzar desiertos, mares y océanos.
Supongo que por prudencia, Putin se abstuvo de referirse a un posible desarrollo de las acciones militares en el que Rusia, más que ningún otro país, podría verse involucrada aunque no lo desee y en el que es muy difícil imaginar que los dos grandes contendientes, si no es que China resulta succionada también a la hoguera, recurran al uso del arma nuclear. Tal vez por eso el presidente ruso se cuidó de advertir que los agresores deben tener en cuenta las consecuencias “negativas”. No hay más que observar un mapa y reflexionar.
El PAIC fue negociado durante años y firmado en 2015 por China, Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Rusia -los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU- más Alemania, la Unión Europea (UE) y, por supuesto, Irán. Al desentenderse de su compromiso con este, Washington, además, impuso a sus socios europeos y a Japón que abandonaran la mayor parte de sus intercambios económicos con Irán bajo amenaza de duras sanciones, amenaza también dirigida a China, India y otros países. La UE, que puede ser muy dañada por un conflicto en Irán y también teme las sanciones de Trump, no ha enfrentado a Washington con la energía que se requeriría para mantener sus compromisos con el PAIC. Además, sus empresas con negocios en Estados Unidos abandonan Irán por temor a las sanciones.
El PAIC busca asegurar el carácter estrictamente pacífico del programa nuclear iraní y el país persa ha venido cumpliendo con sus duras estipulaciones al pie de la letra, tal como certifican periódicamente los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica. Se trata de los estándares de inspección más duros que se hayan aplicado a Estado alguno. A cambio de este cumplimiento, las sanciones económicas que ahogaban injusta y arbitrariamente a Irán se iban levantando gradualmente. Las transnacionales regresaron a hacer negocios en el país asiático, este pudo comenzar a recibir limitadamente créditos y vender cantidades de petróleo en el mercado internacional. Después de todo, Irán, firmante del Tratado de no Proliferación Nuclear, siempre aseguró que no tenía intención de desarrollar el arma atómica. En contraste con Israel, que junto a Trump y los fundamentalistas sionistas de la Casa Blanca -como Bolton, Kushner, Pence y Pompeo-, lo acusan de ser una amenaza terrorista, pero es el Estado judío el que, contra el derecho internacional, posee no menos de 200 armas nucleares y ha agredido a todos sus vecinos, mientras Irán nunca ha agredido a ningún otro país. Y ahora los señores del dinero le exigen que siga cumpliendo los acuerdos aunque muera de hambre.

Ángel Guerra Cabrera

jueves, junio 27, 2019

Contundente paro general en Uruguay



El paro de 24 horas fue llamado en apoyo a los trabajadores de Montevideo Gas que luchan contra los despidos en Petrobras. Alto acatamiento que muestra la bronca y el malestar de los trabajadores.

Calles prácticamente desiertas, escaso movimiento, escuelas, liceos y centros de salud públicos y privados cerrados, así como la falta prácticamente total de transporte público, fue parte del panorama este martes 25 de junio en que se cumplió el paro decretado por la central de trabajadores. El paro también se hizo sentir en las empresas públicas, en las fábricas e incluso en el comercio.
La medida fue dispuesta por unanimidad por la Mesa Representativa del PIT-CNT, en apoyo a los trabajadores de Montevideo Gas que luchan contra los despidos de Petrobras, también incluyó otras reivindicaciones, entre ellas el problema del desempleo, la defensa de la negociación colectiva ante la inclusión de Uruguay en la “lista negra” de la OIT, el rechazo a las tercerizaciones y en solidaridad con otros conflictos como los de Ancap y el Correo.
La propuesta del paro en apoyo a los trabajadores de Montevideo Gas fue presentada a mediados de mayo por Adeom y tenía también un perfil antigubernamental ante las políticas privatizadoras y precarizadoras del gobierno.
El sector mayoritario del PIT-CNT esperó todo lo posible para evitar que el paro se concretara, pero ante la falta de soluciones en el conflicto del Gas no tuvo más remedio que convocarlo, aunque intentando preservar al gobierno y solo confrontar con los empresarios. De hecho la falta de movilización, transformando la medida de lucha en algo pasivo, da cuenta del intento de la burocracia del PIT-CNT de evitar que se exprese la bronca de manera contundente y que el malestar de los trabajadores salpique al gobierno.

¿Paro para descomprimir o comienzo de un plan de lucha?

El paro, tal como fue llevado a cabo este martes, expresa más el intento de la dirección mayoritaria del PIT-CNT de descomprimir la bronca y el malestar y no cuestionar al gobierno, que una medida de lucha para imponer las reivindicaciones de la clase trabajadora.
El alto acatamiento muestra sin embargo la predisposición a la lucha que existe entre los trabajadores, ante el ataque a las condiciones de vida que se vienen sucediendo en el país. El gobierno no es neutral ni ajeno a este problema como pretende hacernos creer la burocracia sindical, sino que explícita o implícitamente tiene una política de ajuste que pretende que la crisis se descargue en los trabajadores preservando las ganancias capitalistas.
Para frenar los despidos, combatir el desempleo y terminar con la precarización laboral, las tercerizaciones y las privatizaciones la clase trabajadora debe irrumpir en la escena nacional planteando un plan de lucha serio y consecuente que exprese la agenda de los trabajadores.
El sector mayoritario del PIT-CNT solo apuesta a un triunfo del FA en las elecciones próximas y toma medidas como el paro de hoy de manera aislada y sin ninguna perspectiva, más preocupado por descomprimir el malestar en la base obrera que por poner en marcha un plan de lucha a la altura del ataque y el ajuste que se viene implementando.

La Izquierda Diario Uruguay
Miércoles 26 de junio | 11:01

Fernando Martínez Heredia, el vigía



“Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos.
Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.”
Estos versos Bertolt Brecht, definen al vigía que centra esta conspiración espiritual que lleva por santo y seña La Pupila Asombrada.
Con ese ser imprescindible, Fernando Martínez Heredia te decimos bienvenida, bienvenido, y también viceversa.

Cuba es el país más seguro de América Latina para ser niño, niña y adolescente



Primer día de clases.

De acuerdo con el nuevo informe global de Save the Children, en la actualidad las niñas, niños y adolescentes tienen más probabilidades de crecer sanos, recibir educación y estar protegidos.
Los resultados del reporte Construyendo una vida mejor con la niñez” —publicado por Save the Children en el año de su centenario- muestran que por lo menos 280 millones de niños y niñas tienen más probabilidades de crecer sanos, recibir educación y estar protegidos que en cualquier otro momento en las últimas dos décadas.
Este informe anual evalúa a 176 países usando indicadores internacionales sobre mortalidad infantil, acceso a la educación, nutrición, protección frente a prácticas perjudiciales, como el trabajo infantil, el matrimonio infantil, los homicidios y el desplazamiento forzado.
En el ranking global, el país de América Latina y el Caribe con mejor desempeño es Cuba, seguido por Chile y Barbados.
El país con peor desempeño en la región por tercer año consecutivo es Guatemala. Es el único país de la región que está entre los 30 últimos dentro del ranking. El siguiente país con el rendimiento más bajo es Honduras, que es el 40º último. Venezuela, Haití y El Salvador completan la parte inferior de la región.



Nancy Ramírez, directora de Incidencia Política de Save the Children, afirmó que en los últimos 20 años se han logrado progresos importantes a favor de la niñez y adolescencia, sin embargo, tenemos a la violencia como principal vulneración a sus derechos.
Este flagelo sigue siendo una de las principales causas de muerte de niñas y niños en América Latina y el Caribe, donde cada día fallecen 70 pequeños consecuencia del maltrato, alerta.
“Hace cien años, tras una de las guerras más destructivas de la historia de la humanidad, Eglantyne Jebb, fundadora de Save the Children, redactó la Declaración de los Derechos del Niño. Hoy en día, se han logrado grandes avances, pero todavía hay millones de niños y niñas a los que se les sigue privando de su niñez”.
“Desde el año 2000, las tasas de homicidios, de niños y niñas aumentaron un 8 por ciento en la región”, afirmó Ramírez.

Cubadebate

La foto que conmueve al mundo: padre e hija murieron al intentar cruzar un río



Otra imagen que expone la crisis migratoria

Otra vez una foto que expone el costado más cruel de la crisis migratoria conmueve al mundo entero. La imagen muestra los cuerpos de un hombre y su pequeña hija tendidos sin vida a la orilla del río Bravo, en el noreste de México, a un kilómetro del puente internacional que conecta con Estados Unidos.
La tragedia ocurrió el domingo en la ciudad de Matamoros, en el estado mexicano de Tamaulipas. La esposa del hombre y madre de la niña fallecida que logró ser rescatada, Tania Vanessa Ávalos, dijo a las autoridades que el agua se llevó primero a la niña y fue el padre quien intentó agarrarla, pero ambos fueron arrastrados por la corriente del río y desaparecieron.
La imagen desgarradora recordó a la de 2015 cuando un niño sirio de 3 años murió ahogado en las aguas del Mediterráneo. En este caso, ambos están tirados a la vera del río, unidos por la remera del hombre. Se cree que el papá logró alcanzar a la nena en el agua pero que por la fuerte corriente decidió sujetarla por debajo de su remera. Ambos murieron ahogados.
El matrimonio era originario de El Salvador. Óscar Alberto Martínez Ramírez tenía 25 años y la pequeña Valeria, un año y 11 meses. Habían llegado a esta ciudad mexicana para pedir asilo político en Estados Unidos.
Sin embargo, ante la desesperación por la lentitud en los tramites decidieron junto con otros migrantes cruzar el río Bravo, según señaló la mujer.
Los cuerpos fueron encontrados al día siguiente por las autoridades de Protección Civil mexicanas. El hallazgo tuvo lugar en las orillas del río, entre unas ramas y a kilómetros del puente internacional de Matamoros que une esta ciudad con Brownsville, Texas.
Enrique Alberto Maciel Cervantes, presidente del Instituto Tamaulipeco del Migrante en Matamoros, lamentó la tragedia y pidió a los migrantes que no se metan a las aguas del río Bravo ya que las compuertas están abiertas y la corriente es muy fuerte. "El río no ayuda; cobra vidas", advirtió.
Miles de migrantes de Honduras, El Salvador y Guatemala ingresaron desde octubre a México en varias caravanas a través la frontera sur con el objetivo de cruzar a Estados Unidos. Ante el aumento del número de migrantes irregulares y de solicitantes de asilo que llegan a Estados Unidos, el presidente de ese país, Donald Trump, amenazó el 30 de mayo pasado con imponer aranceles a todas las importaciones mexicanas.
El 7 de junio se anunció un acuerdo que prevé el envío de 6.000 efectivos de la Guardia Nacional de México a la frontera sur, entre otras medidas para contener la migración. A cambio, Estados Unidos retiró la amenaza de los aranceles.
Este lunes, el Gobierno de México anunció el despliegue de más de 20.000 efectivos, entre militares, marinos y miembros de la Guardia Nacional, en las fronteras norte y sur de México.

Página/12

Marta Harnecker y el marxismo como saber popular

Decía en un posteo anterior que en los sesentas el auge de los movimientos guerrilleros tuvo como efecto secundario -en algunos sectores de la izquierda- un cierto relegamiento de la importancia de la teoría como “guía para la acción”, tal como Lenin lo señalara en innumerables ocasiones. En algunos casos hasta se podría hablar de un sesgo “anti-teórico”, actitud asociada en no pocos casos con un culto al espontaneísmo y en la creencia de que en la lucha de clases lo esencial era la abnegación militante y mucho menos la reflexión teórica.
El famoso dictum de Lenin: “sin teoría revolucionaria no hay praxis revolucionaria” había caído en el olvido. Sin duda que las urgencias de la lucha armada conspiraban contra la serenidad necesaria para enfrascarse en las complejidades teóricas de El Capital o los Cuadernos Filosóficos de Lenin, para no citar sino un par de ejemplos. Pero no era eso lo que había ocurrido en Sierra Maestra, donde Fidel, Raúl y el Che no dejaban de aprovechar cada respiro de la guerra para desarrollar su formación teórica. Y tanto en el Congo como en Bolivia la mochila del Che estaba cargada con muchos libros y notas sobre autores tan diversos como Wright Mills, Rosa Luxemburgo, Lenin, Trotski, Stalin, Borkenau, Mao, Lukacs, Marx, Engels, Fidel y tantos otros. De ahí la enorme importancia de la labor de Marta Harnecker que con sus obras e intervenciones periodísticas rescató la importancia esencial de la teoría marxista en las prácticas concretas de las luchas populares, en todas sus formas, pacíficas o no.
Por supuesto que esta labor de divulgación, imprescindible y que hoy día necesitamos con renovada urgencia, suscitó reacciones no siempre amables o razonables en algunos sectores de la intelligentzia marxista –en Chile así como en el resto del continente- que le reprochaban por su “vulgarización” del marxismo. Para estos intelectuales elitistas, nutridos y encerrados en el asfixiante mundillo académico, lo de Marta era casi una herejía. Porque la teoría y sus instrumentos para entender y cambiar el mundo se suponía que reposaban en las sabias manos de una vanguardia iluminada que desde los claustros universitarios convocaba al pueblo a una revolución que nunca llegaba puntualmente a la cita. Por eso ella comprendió de inmediato el significado histórico-universal, al decir de Hegel, de la Revolución Cubana, cuando muchos intelectuales e inclusive partidos de izquierda la veían con profunda desconfianza cuando no la calificaban de aventurerismo pequeño-burbgués.
Revolucionaria comunista, y por ende anticapitalista, comprendió de inmediato que las revoluciones son procesos, y supo ver en la Unidad Popular de Salvador Allende las semillas de una revolución sumida en un laborioso trabajo de parto mientras algunos de los “marxólogos” abominaban de ese gobierno por “reformista” pese a la expropiación de las empresas norteamericanas de la gran minería del cobre, la estatización del sistema bancario y la reforma agraria y, por supuesto, la abierta agresión del gobierno de Estados Unidos que para aquellos era apenas una nimiedad. Por ser expresión de ese marxismo abierto y vibrante Marta fue de las primeras en Nuestra América en entender al proceso revolucionario encarnado en Hugo Chávez Frías, que una vez más desafiaba los dogmas establecidos por los “doctores de la revolución”, capaces de pontificar durante miles de páginas sobre el tema pero sin jamás haber logrado dar nacimiento a ninguna.
¿Eran todas éstas sólo divergencias teóricas o políticas? En parte. Pero había también un componente de otro tipo. La profunda envidia que suscitaba el hecho de que su libro Los Conceptos Elementales del Materialismo Histórico se vendiese como pan caliente por todo el continente. Una primera edición de Siglo Veintiuno México salió en 1968, con una tirada de mil ejemplares. La tercera, de 1970, ya era de cuatro mil. En 1971 aparece ya una sexta edición “revisada y ampliada” por la autora.
En 1976, instaladas las feroces dictaduras en casi toda la región, su libro alcanza a una exorbitante 35ª edición con una tirada de treinta mil ejemplares. Y así sucesivamente., con nuevas ediciones hasta el día de hoy. ¿Cómo puede ser que un texto marxista se convierta en un best seller sin precedentes, se preguntaban indignados y carcomidos por la envidia los custodios del dogma, cuyas obras circulaban entre unos pocos cientos de adeptos? La respuesta era sencilla: porque el libro de Marta se ajustaba como un anillo al dedo a las necesidades ideológicas y teóricas suscitadas primero por la intensa movilización popular de los sesentas y el cambio en la correlación de fuerzas predominante desde finales de la Segunda Guerra Mundial en Nuestra América; y después por la necesidad de encarar una lucha contra las dictaduras instauradas en los setentas. Y además porque lo hacía en un lenguaje llano, didáctico, comprensible para las masas, exento de cualquier barroquismo o pretensión culterana o academicista.
La producción de un intelectual marxista era, como debe ser también hoy, un arma de combate, una AK-47 en la “batalla de ideas”, un componente crucial de esa “artillería del pensamiento” que reclamaban Fidel y más tarde Chávez. Rabiosos, los cultores de ese “doctrinarismo pedante” que con tanta fuerza fustigara Antonio Gramsci pretendieron ningunear a Marta, o acusarla, al popularizarlo, de desfigurar al marxismo que aquellos supuestamente sí comprendían tal como lo mandaba el canon interpretativo dominante. Hoy nadie se acuerda de ellos. No dejaron ninguna obra, ningún legado que permita elevar el estado de consciencia de las masas, ninguna arma para librar en mejores condiciones la batalla de ideas. Sencillamente se esfumaron, y con ellos también lo hicieron sus diatribas y sus insidias.
Marta, en cambio nos dejó un legado inmenso que, ahora que ella ya no está entre nosotros, será preciso evitar que caiga en el olvido. Sería un error imperdonable y costoso para las luchas emancipatorias de nuestros pueblos. Su labor como educadora y como concientizadora de masas no puede interrumpirse con su partida. Es imprescindible e impostergable garantizar la continuidad de su magisterio revolucionario.

Atilio A. Boron