viernes, junio 30, 2017

Las 27 acciones de Francisco para encubrir a los curas abusadores



Decretos, designaciones y órdenes de Bergoglio para garantizarles impunidad a los pedófilos. Una compilación especial del abogado Carlos Lombardi de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico.

Bajo el título “Acciones del papa Francisco que consolidan el sistema de encubrimiento vaticano del clero abusador sexual”, el abogado asesor de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico, Carlos Lombardi, reunió 27 medidas políticas y administrativas que desde el Vaticano el Papa tomó con el finde preservar la impunidad de miles de curas pedófilos.
La lista, que La Izquierda Diario presenta completa en esta nota, incluye designaciones de obispos y funcionarios, órdenes organizativas, traslado de personas y, obviamente, omisiones o silencios frente a denuncias precisas y directas realizadas por víctimas o por el periodismo.
“En verdad era como una necesidad sistematizar todas las acciones que hizo hasta el momento Jorge Bergoglio para mantener el sistema de encubrimiento institucional hacia los sacerdotes abusadores. Por eso deseamos que esta información circule ampliamente”, dijo a este diario Carlos Lombardi respecto al listado que sigue.
El objetivo de Lombardi y de quienes integran la Red no es una mera compilación informativa. “Como abogado asesor de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico firmo esta denuncia porque estamos padeciendo día a día, en los distintos escenarios en los que trabajamos, la denegación sistemática de derechos y garantías procesales hacia las víctimas”, afirmó el letrado.
Éstas son las 27 Acciones del papa Francisco que consolidan el sistema de encubrimiento vaticano del clero abusador sexual.

1- Designó en la Curia vaticana a cardenales que participaron del cónclave que lo eligieron como papa, integrantes de la denominada "docena sucia" por haber sido acusados de encubrir sacerdotes pederastas. Ellos son: Leonardo Sandri (Argentina), miembro de la secretaría para la Comunicación del Vaticano; George Pell (Australia), Prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede; Marc Ouellet (Canadá), Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina; Seán O’Malley (EE.UU.), Consejero en el C8 y Presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores; Peter Turkson (Ghana), Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; Oscar Rodríguez Madariaga (Honduras), Consejero del C9.

2- Designó en la C9 (órgano consultivo), a los siguientes cardenales acusados de encubrir abusos sexuales: Oscar Rodríguez Madariaga; Francisco Javier Errázuriz Ossa; Sean Patrick O’Malley; George Pell.

3- En particular, el cardenal George Pell es responsable de encubrir más de 4.000 casos de abusos sexuales del clero en Australia.

4- Avaló la expulsión de Peter Sanders de la Comisión para la Tutela de Menores. Sanders fue víctima de abuso sexual y muy crítico con la actividad de la comisión, una estructura vacía de poder, cuyas declaraciones y pronunciamientos no tienen carácter vinculante ni obligatorio para los obispos. Una cortina de humo.

5- Avaló la inacción de aquella Comisión, al aceptar la renuncia de Marie Collins, otra víctima de abuso sexual, designada para integrarla como señal de transparencia. La causa por la que renunció: "Falta de apoyo dentro del Vaticano". A las dos víctimas se cansaron de usarlas y manipularlas.

6- Nombró obispo de Osorno al sacerdote Luis Barros, principal encubridor del pederasta Fernando Karadima. Al mejor estilo futbolero, le hizo el aguante a través de un video donde aconsejó a un grupo de chilenos: "piensen con la cabeza y no se dejen llevar por acusaciones infundadas de los zurdos".

7- Sacó rápidamente de República Dominicana al nuncio apostólico Jozef Wesolowski, acusado de pederastia y tenencia de pornografía infantil. Una de sus víctimas dijo que "tenía un tipo de gusto específico, de 14 a 16 años, y si eran “blanquitos’ mucho mejor".

8- Creó un tribunal fraudulento, encargado de juzgar a obispos. Luego, dio marcha atrás elaborando la carta apostólica Como una madre amorosa, suplantando aquel por un procedimiento encargado a determinadas Congregaciones. El proceso es groseramente tramposo: el obispo acusado tiene la posibilidad de encontrar a los superiores de las Congregaciones, fomentando el contubernio; se consolida el privilegium fori, es decir, el hecho que curas juzguen curas; se elimina la independencia como fundamento de un juicio justo e imparcial. Un esperpento jurídico.

9- Avala la protección que el cardenal Bagnasco - presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y arzobispo de Génova - hace de Carlos Buela, fundador del Instituto Verbo Encarnado.

10- Mantiene la ambigüedad en el caso español denominado “los romanones”. Atiende personalmente la llamada del denunciante, le pide perdón, le anima a denunciar a la justicia civil y pone en marcha el proceso canónico rápidamente, fruto del cual el arzobispo de Granada suspende a divinis a tres de los imputados. Sin embargo, coloca a otros miembros del clan como sus sustitutos. No somete al obispo de Granada - Francisco Javier Martínez- a juicio por negligencia.

11- No ha expulsado a sacerdote francés Bernard Preynat ni a su superior, el arzobispo de Lyon Philippe Barbarin, luego de las denuncias por abuso sexual contra al primero.

12- En México, mantiene en su puesto al cardenal Norberto Rivera, el mayor encubridor de sacerdotes pederastas de ese país, incluido el predador sexual Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo.

13- Protege a 25 obispos franceses (5 de ellos en actividad), que encubrieron a 39 sacerdotes abusadores de 300 niños.

14- No ha expulsado aún al cura Julio Cesar Grassi, no obstante estar condenado por delitos de abuso sexual y corrupción de menores. El procedimiento canónico se retomó luego que la CSJN confirmara la prisión del cura.

15- No ha modificado las normas jurídicas de la iglesia conforme las exhortaciones de la ONU para casos de abuso sexual.

16- Avala las líneas-guía de la CEA donde se niega sistemáticamente a las víctimas garantías del debido proceso, revictimizándolas ya que continúa el abuso de poder y la denegación de justicia.

17- Mantiene el secreto pontificio, que obliga a todos los participantes de un procedimiento canónico a guardar secreto bajo juramento de silencio. Se amordaza y coacciona a las víctimas.

18- No ha publicado registro oficial - certificado por entidades independientes - de los sacerdotes expulsados por causa de abuso sexual infantil.

19- Mantiene en secreto el lugar donde están los sacerdotes acusados de abuso sexual, con sanción canónica, pero que siguen en la iglesia. Tampoco hay mecanismos de control llevados a cabo por organizaciones independientes, ni aviso a las familias del lugar donde se destina al abusador, poniendo en riesgo a niños y niñas.

20- Nunca recibió a víctimas de abuso integrantes de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico de Argentina. Las que ha recibido - de otros países - han sido cuidadosamente digitadas para evitar reclamos.

21- Tomó conocimiento en 2014 de casos de abusos sexuales en el Instituto Antonio Provolo de Verona, Italia y no adoptó ninguna medida. Se le entregó - en sus propias manos - la lista de sacerdotes abusadores y de víctimas.

22- Inició en el 2015 el proceso de beatificación del obispo de Verona, Giuseppe Carraro, quien abusó sexualmente de un alumno del Instituto Antonio Provolo de aquella ciudad.

23- Volvió a tomar conocimiento - en 2016 - de más casos de abusos sexuales en el Instituto Provolo, esta vez en Mendoza y La Plata, Argentina, y tampoco hizo nada.

24- Avala el accionar delictivo de las autoridades del Instituto Provolo de Italia respecto a los sacerdotes detenidos en Mendoza. La Comisión del Vaticano que envió a Mendoza, llegó a la provincia recién en abril de 2017 con claros propósitos de recabar información del expediente sin tener legitimación procesal.

25- Avala el accionar cómplice del Arzobispado de Mendoza, entidad localmente responsable del Instituto Antonio Provolo.

26- No ha iniciado procedimiento canónico alguno contra los obispos de Mendoza por su responsabilidad en el funcionamiento del Instituto Antonio Provolo aplicando las disposiciones contenidas en el documento “Como una madre amorosa”.

27- Redujo las sanciones a un grupo de curas pederastas italianos, que no perderán su condición de sacerdotes, sino que no realizarán el ejercicio público de los oficios.

Posiblemente haya otras acciones de Francisco que no entraron en esta compilación debido a su secretismo y la escasa intención papal de que trasciendan. Pero alcanzan y sobran las expuestas para dimensionar la voluntad decidida de Jorge Bergoglio con el fin de sostener hasta el final el sistema de encubrimiento de obispos, curas, monjas y laicos culpables de delitos aberrantes contra la niñez.
Seguramente los defensores de Bergoglio saldrán a intentar desmentir esta información mostrando cómo Francisco se sacó una foto o firmó un libro de víctimas de pederastia eclesiástica. Pero nada de lo que se pueda propagandizar desde el Vaticano o desde usinas locales podrá desmentir esta verdad incontrastable: la de Jorge Mario Bergoglio cumpliendo un rol determinante para garantizar que los abusos sexuales de niñas, niños y adolescentes por parte del clero continúe desarrollándose sin mayores obstáculos. Sin victimarios dañados y con miles de víctimas ocultadas.
El trabajo de Carlos Lombardi difundido en esta nota se complementa con todo lo dicho por sobrevivientes de abuso sexual eclesiástico en el documental No Abusás (el mandamiento negado en la Iglesia de Francisco), coproducido por el periodista Julián Maradeo y La Izquierda Diario.

Daniel Satur
@saturnetroc

El cardenal encargado de las finanzas del Vaticano, acusado por abuso sexual



Se trata del australiano George Pell, considerado el "número 3" del Vaticano y responsable de finanzas de la iglesia católica. Es acusado de varios casos de pederastia en Australia.

La Policía del estado australiano de Victoria imputó este jueves al cardenal, máximo representante de la Iglesia católica de ese país, por delitos de pederastia, y le citó a comparecer ante un tribunal el próximo 18 de julio.
El cardenal de 76 años, máximo representante de la iglesia católica australiana, es tendrá que enfrentar los cargos por haber abusado sexualmente de menores cuando era sacerdote en la ciudad de Ballarat (1976-80), en el estado de Victoria, y cuando fue arzobispo de Melbourne (1996-2001), la capital estatal.
El cardenal Pell, aseguró este jueves que está "deseando comparecer" ante la Justicia y que es "inocente" de los cargos de presunta pederastia presentados en su país.
En una comparecencia sin preguntas ante los medios, el cardenal, explicó que el papa le ha concedido una excedencia para regresar a su país, colaborar con la justicia, "limpiar" su nombre y "regresar a Roma" para continuar con su cargo.
El Vaticano, por su parte, emitió un comunicado en el que señala que ha recibido con "desagrado" la imputación del cardenal y expresa su respeto por la justicia australiana pero recuerda que Pell "ha condenado repetidamente durante años" los casos de abusos. La declaración de la máxima autoridad de la Iglesia católica parece más un intento de injerencia en la causa, a favor de Pell, que un simple comunicado ante la noticia.
Además, indica el Vaticano, Pell ha apoyado la creación de la Comisión Pontificia para la Tutela de los Menores y, como obispo diocesano de Australia, "ha introducido sistemas y procedimientos para la protección de los menores y para garantizar la asistencia de las víctimas de abusos".
La Policía australiana confirmó en mayo que investigaba al cardenal, quien ya entonces a través de un portavoz defendió su inocencia y atribuyó las acusaciones a una campaña de difamación.
Entre las acusaciones se cuentan la de dos hombres que aseguran que Pell les tocó los genitales de forma inapropiada en la década de 1970, mientras un tercero asegura haber visto al prelado exponerse desnudo ante muchachos jóvenes.
En el marco de las investigaciones, Pell, había dado su testimonio por videoconferencia ante una comisión gubernamental australiana que investiga los abusos sexuales a menores en el seno de organizaciones e instituciones públicas, religiosas y sociales. Pero enfureció a las víctimas al decir que estaba demasiado enfermo para volar a casa, testificando en cambio desde Roma. En julio pasado, la policía de Victoria confirmó que el propio Pell estaba siendo investigado bajo sospecha de abuso sexual infantil.
La investigación en Australia involucra directamente a uno de las principales autoridades de la Iglesia, pero es una muestra más de los abusos y el encubrimiento que se han dado durante años.
Uno de los casos más resonantes en el último tiempo ha sido el del Instituto Antonio Provolo, de Luján de Cuyo en Argentina. Ex alumnos del colegio para sordos de esa ciudad mendocina han acusado a curas, monjas y empleados de pedófilos.
Ese caso a mostrado, también, como desde el Vaticano se han dictado decretos, designaciones y órdenes de Bergoglio para garantizarles impunidad a los pedófilos según denuncian desde la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico.

LID

40 aniversario de las primeras elecciones ¿democráticas?



Ni las elecciones fueron democráticas, ni las Cortes verdaderamente constituyentes. La aceptación de los central del relato oficial de la primera Transición y la apuesta por una segunda con los mismos mimbres.

Niego la mayor. Las elecciones generales del 15 de junio de 1977, de las que este miércoles el Congreso conmemoró su 40º aniversario, no fueron democráticas. El relato oficial de la Transición goza de buena salud. Felipe VI lo glosó en su discurso y, aunque contó con críticas desde Unidos Podemos y algunos medios por su “olvido” de los represaliados por la Dictadura, nadie cuestionó los pilares del discurso de legitimación de origen del Régimen del 78.

Unas elecciones a medida del franquismo reformista

En junio de 1977 se celebraron elecciones a Cortes. Habían sido convocadas por el segundo gobierno de la monarquía, el de Adolfo Suárez, es decir por las misma Dictadura en funciones. Aunque ninguno quisiera recordarlo esta semana, los principales “pilotos” de la Transición, Juan Carlos I y el ya difunto Duque de Suárez, debían su cargo y autoridad a la Dictadura Franquista y a su jurada fidelidad a los principios del Movimiento. El primero fue nombrado heredero en la Jefatura del Estado por las Cortes Franquistas en 1969 y el segundo presidente a dedo por el primero en julio de 1976.
El ascenso de huelgas obreras, manifestaciones y agitación estudiantil y vecinal que se abrió tras la muerte del dictador “convenció” al Rey de que la salida Arias Navarro – la continuidad controlada de la Dictadura – no era viable, y optó por otra vía a cargo de un nuevo pupilo, Adolfo Suárez. Hacía falta una reforma y modernización de las formas políticas para consolidar la Corona y mantener a salvo los intereses de los grandes capitalistas. El fantasma de que se abriera una situación revolucionaria como la que vivía el vecino Portugal le ayudó a convencerse.
Las elecciones de un año después eran parte del proyecto de autoreforma del régimen franquista. Un plan esbozado en la Ley de Reforma Política que fue aprobada por las Cortes Franquistas en octubre del 76. Historiadores, periodistas y políticos del régimen siempre presentan la aprobación en Cortes como un “harakiri”. Lo cierto es que todos los diputados franquistas estaban votando una “renovación de contrato” o un más que digno “plan de pensiones” en las nuevas instituciones de la democracia, los consejos de administración de las empresas públicas o la banca.
En diciembre de 1976 el proyecto de autorreforma franquista fue aprobado en plebiscito. No era el primero que ganaba el Franquismo. En 1947 se sometíó a votación la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado y en 1967 la Ley Orgánica del Estado. Franco obtuvo aplastantes victorias con el 93 y 95 por ciento de votos a su favor. Suárez no fue menos, con el 94,45%. La validez de una votación en la que la campaña de las organizaciones de la oposición antifranquista -por el boicot a la consulta y la abstención- era ilegal, en la que la policía practicó cientos de detenciones, mantenía centenares de presos políticos, prohibió mítines... hoy ninguno de los “demócratas” del 78 la cuestiona.
Pero para que el proyecto de autorreforma tuviera alguna legitimidad no bastaba con ese resultado plebiscitario. Suárez comenzó en 1977 negociaciones con los principales dirigentes de la oposición, la conocida como comisión de los nueve, que incluía a los dos principales partidos obreros, el PCE y el PSOE. De aquellos diálogos surgieron los primeros consensos de la Transición. En abril se legalizó el PCE y dos meses más tarde se celebraron unas elecciones dadas por válidas por las direcciones de la oposición antifranqusita.
Sin embargo ¿cual fue el peaje a pagar? En primer lugar aceptar los marcos del “atado y bien atado”. La continuidad del aparato judicial, policial y militar de la Dictadura no podía ser puesta en cuestión, lo mismo que la absoluta impunidad de sus crímenes. Tampoco el recicle del resto del aparato institucional, que habría que acomodar en las nuevas instituciones. Así, los altos cargos del Movimiento, el Tribunal de Orden Público o de la Brigada Político Social, encontrarían hueco en una amplio abanico de posiciones, desde consejos de administración, ministerios, la Audiencia Nacional o la Brigada de Información de la Policía Nacional.
Por otro lado los pilares del nuevo régimen no podrían ser cuestionados, especialmente la Corona y la negativa al derecho a decidir de las diferentes naciones que componen el Estado español. La imagen de la primera rueda de prensa del PCE tras su legalización era todo un símbolo de esto, con la presidencia de honor de la bandera rojigualda.
Las principales organizaciones de la izquierda reformista tenían pues que renunciar al programa de la llamada “ruptura democrática” -gobierno provisional, proceso constituyente, república y derecho a la autodeterminación- para que se pudieran celebrar elecciones en junio. Por supuesto el programa anticapitalista también, aunque toda medida expropiatoria ya había desaparecido o quedado reservada para los “días de fiesta” por ambas formaciones. Como “propina” tenían que aceptar las reglas de reparto, una ley electoral aún vigente que garantizaba la sobrerrepresentación de los territorios menos poblados donde el franquismo reformista aspiraba a obtener mejores resultados.
La extrema izquierda todavía mantuvo la bandera de la “ruptura democrática”. Este era el programa de los grupos maoístas, como el PTE o el MCE, y lamentablemente también el de la principal organización trotskista, la LCR. En su congreso del veranos de 1976 había asumido la estrategia de una primera etapa de lucha por el programa de “ruptura democrática”, rompiendo así con la de apostar por pelear por un proceso de ruptura con la Dictadura ligado a la perspectiva de un proceso revolucionario anticapitalista capitaneado por la clase trabajadora.
Aquellos que no aceptaron la letra del nuevo “consenso” que ya empezaba a escribirse no pudieron presentarse a las elecciones de junio con su propia personalidad. La LCR, el PTE o el MCE, así como formaciones nacionalistas como ERC, no fueron legalizadas hasta pasados los comicios. Pero además, y especialmente desde febrero del 77 -tras los atentados de Atocha, donde el PCE se ganó el “respeto” del franquismo reformista al optar por no impulsar una movilización contra el régimen-, la extrema izquierda sufrió una ofensiva represiva selectiva brutal. Cientos de sus militantes fueron nuevamente detenidos, torturados, con el silencio cómplice de las direcciones del PCE y el PSOE, que también abandonaron la lucha por la amnistía negándose incluso a apoyar las movilizaciones y jornadas de lucha convocadas en esos meses.
Cuando hablamos de la “extrema izquierda” estamos hablando de más de 70.000 cuadros que jugaban un rol importante en el movimiento obrero, estudiantil y vecinal. Una fuerza que competía en fábricas, facultades y calles con la dirección eurocomunista del PCE esforzada en “calmar la movilización” para no entorpecer las negociaciones.
En este marco de renuncias obligadas y fuerte represión se realizaron las elecciones de 1977. Como guinda, Adolfo Suárez, que había hecho un uso discreccional de RTVE en favor de la UCD durante toda la campaña, se dirigió por televisión a todos los electores nada menos que en la jornada de reflexión. Ni la comisión más benevolente de control de garantías de un proceso electoral podría dar por tan siquiera “formalmente democráticas” aquellas elecciones.

Unas Cortes Constituyentes “atadas y bien atadas”

Las Cortes electas, que después se transformaron en “constituyentes”, nacían ya con las mismas taras antidemocráticas que las elecciones, y de ellas salió la Constitución de un régimen heredero del Franquismo y que hoy es percibido por millones como la democracia del IBEX35. El proceso constituyente que se abrió hasta 1978 fue de todo menos libre y soberano, la agenda estaba limitada y determinada. Extraparlamentariamente se mantuvo un sonoro “ruido de sables”, con Tejrazo “corrector” incluido, y una ofensiva antiobrera brutal a partir de los Pactos de la Mocloa para imponer la desmovilización social y que la crisis fuera totalmente pagada por los trabajadores y sectores populares.
La “democracia” del 78 lograba así imponerse y restaurar la autoridad y legitimidad del Estado. Todo un auténtico proceso de contrarrevolución democrática que bloqueó la perspectiva de una caída de la Dictadura por medio de la lucha de clases, la apertura de una situación revolucionaria y le puso alfombra roja a la brutal ofensiva neoliberal de los gobiernos de Suárez y González.

La impunidad como condición necesaria de la continuidad

El acto institucional del pasado miércoles contó con algunas protestas simbólicas. La más contundente la llevaron adelante los diputados de Bildu y ERC, los únicos que decidieron no participar al no reconocer la autoridad del Jefe del Estado y más críticos con el relato oficial. Los representantes de Unidos Podemos optaron por hacerlo, acompañados de claveles rojos y camisetas en recuerdo de los represaliados por el Franquismo, y realizar un acto de homenaje a los mismos antes del acto oficial.
Es de saludar el gesto de reconocimiento a los luchadores antifranquistas. Sin embargo el mensaje de conjunto de quienes hace unos años se presentaban como los impugnadores del Régimen del 78 dejó mucho que desear. La condena a la impunidad estuvo acompañada de la reivindicación de los frutos de la Transición, estos 40 años de “democracia”, definidos como un periodo de progreso que es necesario profundizar, como manifestaron Pablo Iglesias e Irene Montero.
Este discurso de los dirigentes de Podemos viene a dar por buena la Transición limitándose a señalar los aspectos más aberrantes de continuidad con el Franquismo. Sin embargo, y como vienen insistiendo ellos mismos, cuestiones como terminar con la Corona sigue estando fuera de agenda para la formación morada, de ahí su posición de respeto institucional ante las palabras del Rey. Acabar con la impunidad consecuentemente tendría que incluir acabar con la Corona ¿O Acaso asesinatos como los de los obreros de Vitoria no fueron llevados adelante con Juan Carlos I como Jefe del Estado?
Además la impunidad fue una condición necesaria de la continuidad de las estructuras estatales franquistas, y éstas la mejor garantía de que el nuevo régimen iba a seguir gobernando para las grandes familias, empresas y bancos aunque con nuevas formas “democráticas”. Las cuatro décadas de progreso han sido eso, 40 años de gobierno para los empresarios, en los que el desempleo solo estuvo por debajo del 15% en 15 de ellos, en los que se extendió la precariedad laboral desde finales de los 80 de manera brutal y en los que la crisis del capitalismo español se viene descargando sobre los trabajadores y sectores populares de forma brutal en la última década.
Reivindicar estos 40 años es también olvidar a las “víctimas” de la democracia, la generación liquidada por el paro o la heroína en los 80, las regiones hundidas por la reconversión industrial, los asesinados por el terrorismo de Estado y la represión, los inmigrantes ahogados en el estrecho, el tercio de la clase trabajadora que aún en tiempos de bonanza se mantenía en una terrible precariedad y salarios de miseria y los millones que se han visto sumidos en la pobreza en los últimos 10 años.
Aceptar la Transición como un proceso de transformación democrática no es solo faltar a la verdad histórica. Es también parte de una concepción del presente, de cual debe ser el proceso de “cambio” por el que pelear en medio de una crisis de régimen que sigue abierta y una crisis social que sigue golpeando. Desde Unidos Podemos se viene hablando, y en el discurso de la moción de censura se hizo de forma explícita, de “regeneración democrática” o “segunda Transición”.
Dar por bueno el periodo constituyente del 77 al 78, aún manteniendo críticas parciales, es coherente con la apuesta por un proceso de autorreforma del Régimen del 78. Bien por medio de un gobierno con el PSOE o de una reforma constitucional -porque de proceso constituyente ya ni se habla, ni siquiera de uno convocado y tutelado por el régimen- se pretende regenerar la democracia y ampliar en lo posible los derechos sociales. Un “cambio” limitado en el que demandas democráticas como acabar con la Corona quedan por fuera, y lo mismo toda medida que ataque directamente los privilegios y derechos de propiedad de los grandes capitalistas.
Recuperar un balance y una crítica impugnadora a la Transición es una tarea obligada para toda la izquierda que se proponga un horizonte de resolución de las grandes demandas democráticas y la transformación social. No queremos una segunda Transición en la que “algo cambie para que lo fundamental siga igual”. Es imprescindible retomar la movilización social contra el Régimen del 78 y por la apertura de procesos constituyentes realmente libres y soberanos en los que poder acabar con la Corona, conquistar el derecho a decidir e imponer medidas para que crisis la paguen los capitalistas. Procesos que, como en 1977, no podrán venir otorgados y tutelados por las instituciones de esta democracia para ricos, si no que deberán conquistarse por medio de la lucha de clases.

Santiago Lupe
Barcelona | @SantiagoLupeBCN

Braudel, Lévi Strauss y la CIA

La CIA y los intelectuales franceses

"Desviar la atención del capitalismo (y los Estados Unidos) como causante de los problemas del mundo, hacia problemas como el consumo, la falta de democracia o de educación (y la URSS)"

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana acaba de desclasificar un documento de trabajo que comprueba, y brinda algunos datos nuevos, sobre su política hacia la intelectualidad progresista y de izquierda (PDF). El documento se titula «Francia: la defección de los intelectuales de izquierda» y describe, detalladamente, cómo captar e influenciar intelectuales, particularmente aquellos nucleados en la revista Annales, la Ecole des Hautes Etudes, y los que se referenciaban en Michel Foucault, Jacques Derrida y Jacques Lacan, en que lo visualiza como «una guerra cultural». Si bien el eje del documento son los intelectuales franceses, los principios y criterios que plantea fueron aplicados a través del mundo. En el mismo se describen sus tácticas y estrategias para generar un ambiente intelectual antimarxista a partir de influenciar a los intelectuales posmarxistas y a los críticos del Partido Comunista francés.
El documento establece que «durante las protestas de mayo-junio de 1968 […] muchos estudiantes marxistas miraban hacia el PCF para liderazgo y la proclamación de un gobierno provisional, pero la dirección del PCF trató de aplacar la revuelta obrera y denunció a los estudiantes como anarquistas». A partir de ahí surgieron los «Nuevos Filósofos» que, desilusionados con la izquierda, «rechazaron su alianza con el PCF, el socialismo francés, y las premisas básicas del marxismo». Estos intelectuales posmarxistas son considerados como mucho más efectivos en la guerra cultural que los intelectuales conservadores de la derecha, como Raymond Aron. Esto se debió a que los intelectuales conservadores se habían desprestigiado por su apoyo al fascismo. En cambio, los así denominados intelectuales democráticos, con su crítica a la URSS y al comunismo, eran útiles y, sobre todo, efectivos.
A partir de estas consideraciones iniciales, el documento señala que:
«Entre los historiadores franceses de la posguerra, la influyente escuela vinculada con Marc Bloch, Lucien Febvre y Fernand Braudel ha avasallado a los historiadores tradicionales marxistas. La escuela de Annales, como es conocida por su principal publicación, ha dado vuelta la investigación histórica francesa, principalmente desafiando primero, y rechazando después, las teorías marxistas del desarrollo histórico. Si bien muchos de sus exponentes pretenden que están dentro “de la tradición marxista”, la realidad es que solo utilizan el marxismo como un punto crítico de partida […] para concluir que las nociones marxistas sobre la estructura del pasado –de relaciones sociales, del patrón de los hechos, y de su influencia en el largo plazo– son simplistas e inválidas.»
«En el campo de la antropología, la influencia de la escuela estructuralista vinculada con Claude Lévi Strauss, Foucault y otros, ha cumplido esencialmente la misma función. […] creemos sea probable que su demolición de la influencia marxista en las ciencias sociales perdure como una contribución profunda tanto en Francia como en Europa Occidental.»
En particular los autores del documento alaban a Foucault y Lévi Strauss por «recordar las sangrientas tradiciones de la Revolución Francesa» y que el objetivo de los movimientos revolucionarios no era tanto la profunda transformación social y cultural de una sociedad, sino más bien el poder. Por ende, según el documento, la teoría francesa posmarxista realizó una contribución inapreciable al programa cultural de la CIA que intentaba mover a los intelectuales de izquierda hacia la derecha, mientras desacreditaban el antiimperialismo y el anticapitalismo, permitiendo la creación de un ambiente intelectual donde sus proyectos podían ser llevados a cabo sin ser molestados por un serio escrutinio intelectual.
El eje no solo era desacreditar al marxismo como teoría, sino también tenía cuatro aspectos vinculados entre sí:
Fracturar a la izquierda cultural en diversos movimientos a través de lo que se denomina «políticas de identidad». En este sentido, las reivindicaciones de clase, el concepto en sí, y la lucha de clases como motor de la historia, se diluyen en una cantidad grande de diversos movimientos, sin que ninguno acepte la primacía del concepto básico del marxismo, las clases sociales: estos intelectuales de Nueva Izquierda se opondrán «a cualquier planteo de unidad de la izquierda».
Se desvía la atención del capitalismo (y los Estados Unidos) como causante de los problemas del mundo, hacia problemas como el consumo, la falta de democracia o de educación (y la URSS). «El antisovietismo se ha convertido en la base de legitimidad del trabajo intelectual».
Se torna difícil movilizar a las élites intelectuales en oposición a las políticas imperiales de Estados Unidos, apuntando a fracturar sectores medios de la clase obrera. De hecho, señala que «hay un nuevo clima de antimarxismo y de antisovietismo que dificultará movilizar una oposición intelectual a las políticas de Estados Unidos».
Se equiparaba al marxismo con «anticientificidad», y el compromiso político de izquierda entre los intelectuales es considerado como «poco serio» y «subjetivo»: los intelectuales de la Nueva Izquierda están «menos dispuestos a involucrarse y tomar partido».
Mucho de lo que se plantea en el documento no es nuevo, si bien es una confirmación de la importancia que la CIA le dio a las nuevas tendencias intelectuales en su lucha antimarxista. Un elemento notable es que no haga casi referencias a los cuantiosos fondos que destinó la CIA a captar intelectuales de izquierda. Por ejemplo, Frances Stonor Saunders (La CIA y la Guerra Cultural) señaló que la Agencia no informaba al gobierno norteamericano que estaba financiando diversos proyectos «de izquierda» que contribuyeran a alejar a los seres humanos de planteos igualitarios o clasistas. De hecho, uno de los aspectos que ella revela es que la CIA prefería «marxistas reformados» a los tradicionales conservadores y derechistas. Por «reformados» se entendía aquellos izquierdistas que se habían decepcionado del comunismo, o eran críticos de la URSS.
Esta promoción de intelectuales «reformados», en especial los posmarxistas, se vio acompañada de importantes recursos económicos, acceso a editoriales y medios de comunicación, e inclusive a nombramientos académicos. Así, señala el documento, diversas obras de personajes como André Glucksmann y Bernard Henri Levy se convirtieron en best sellers. Por ejemplo, según Tom Braden, que fue el director de la Rama de Organizaciones Internacionales de la CIA, la Agencia compró miles de ejemplares de las obras de Hannah Arendt, Milovan Djilas, y Isaiah Berlin para promoverlos. Otro ejemplo, no mencionado por el documento, es que la VI sección de la Ecole Pratique des Hautes Etudes, que alojaba a Lucien Febvre y Fernand Braudel, se estableció con un financiamiento recibido a través de la Fundación Rockefeller en 1947. Y luego fue financiada a través de la Fundación Ford, incluyendo los dineros e influencias necesarias para convertirse en la Ecole Pratique des Hautes Etudes en Sciences Sociales, con habilitación para otorgar títulos universitarios. Como señaló Kristin Ross, en su libro Fast Cars, Clean Bodies: Decolonization and the Reordering of French Culture (1996):
«En las décadas de 1950 y 1960 Braudel, Le Roy Ladurie y otros de la VIeme Section, crearon lo que Braudel denominó ‘una historia donde los cambios son casi imperceptibles […] una historia donde el cambio es lento, de repetición constante, de ciclos recurrentes’. Sus enemigos más formidables habitaban en frente, en la [Universidad de la] Sorbonne: un largo linaje de historiadores marxistas de la Revolución Francesa, como Georges Lefebvre y Albert Soboul. Y lo que estaba en juego era que reemplazaban el estudio de la historia de los movimientos sociales y el cambio abrupto o la mutación histórica por el estudio de las estructuras, o sea se borraba la idea misma de la Revolución. Estos historiadores marxistas [se enfrentaban…] a colegas modernizados, con exceso de fondos, y muy bien equipados con computadoras y fotocopiadoras» (pág. 189)
Lo anterior se complementó con viajes, becas, subsidios, y una cantidad importante de seminarios internacionales destinados a promover tanto la visión de Annales como el estructuralismo de Claude Lévi Strauss. En síntesis, si los intelectuales de izquierda no encuentran los recursos necesarios para llevar adelante sus investigaciones, o para publicarlas, entonces se encuentran sutilmente forzados a aceptar el orden establecido, mientras adoptan las modas intelectuales hegemónicas para poder encontrar empleo. El resultado es el debilitamiento del pensamiento de izquierda y de la conformación de un efectivo accionar revolucionario.

Pablo Pozzi
De igual a igual

PDF del documento desclasificado de la CIA: http://www.cia.gov/library/readingroom/docs/CIA-RDP86S00588R000300380001-5.PDF

"El Estado Islámico hoy es una bestia acorralada”

Entrevista a Gilbert Achcar

-¿Cómo explicas la ruptura por Arabia Saudita y sus aliados, el lunes 5 de junio, de sus relaciones diplomáticas con Qatar, acusado de “apoyar al terrorismo”? ¿Es la culminación de una crisis que maduraba desde hacía mucho?
Interpreto esto como el golpe de gracia de lo que llamé la “recaída del levantamiento árabe”, que comenzó en 2013. Se ha entrado desde entonces en una fase de reflujo contrarrevolucionario a escala regional. Esto ha tomado la forma de una marginación de los progresistas y de la dominación de la escena política por el enfrentamiento entre defensores del antiguo régimen y defensores de la alternativa islámica integrista.
Estos dos polos contrarrevolucionarios, ambos opuestos a las aspiraciones verdaderas de la “primavera árabe” de 2011, tienen apoyos en las monarquías del Golfo. El reino saudita, fiel a su papel histórico de bastión reaccionario, ha defendido el antiguo régimen con dos excepciones: Libia, asunto en el que permanecieron neutrales y no participaron en los bombardeos de la OTAN, aunque sin apoyar a Gadafi con el que regularmente anduvieron a la gresca, y luego Siria porque el régimen de Assad está estrechamente aliado a Irán. En cuanto a Qatar, que patrocina a los Hermanos Musulmanes desde los años 1990, su emir había encontrado una ganga en el levantamiento árabe para hacer valer su papel ante los ojos de Washington y jugar la carta de la recuperación del levantamiento regional por medio de los Hermanos Musulmanes.
Las dos opciones eran por tanto antitéticas. Se vio desde el inicio, en el levantamiento tunecino. Qatar con su cadena Al Jazeera apoyó el levantamiento, en particular al movimiento Ennahda emparentado con los Hermanos Musulmanes, mientras que el reino saudí ofrecía asilo al dictador. Hoy la ofensiva en curso intenta parar el apoyo de Qatar a los Hermanos Musulmanes, poner fin al papel de agitador que juega la cadena Al Jazeera desde su creación en 1996, en la medida en que acoge a opositores de diversos países, lo que no es del gusto de los saudíes. Esto no quiere decir, por supuesto, que Qatar sea “revolucionario”, pero es la opción de acompañamiento del levantamiento a fin de recuperarlo por medio de los Hermanos Musulmanes la que resulta atacada. El reino saudita quiere darle el golpe de gracia en beneficio de la opción de defensa del antiguo régimen.
-¿Qué relación hay con la visita a Riad, poco tiempo antes, de Donald Trump que primero atacó a Qatar para luego defender la “unidad” de los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG)?
Lo que ha hecho que la situación diese un vuelco ha sido, de hecho, el cambio en Washington. La administración Obama apreciaba la posibilidad que se le ofrecía de jugar en los dos planos y gozar de la opción de recuperación de los Hermanos Musulmanes. Esa es la razón por la que hubo una situación distante entre esta Administración y el general Sissi en Egipto cuando éste realizó su golpe de Estado en 2013. Trump, por el contrario, cuenta entre sus consejeros a islamófobos que hoy quieren clasificar a los Hermanos Musulmanes como “terroristas” y se encuentran en esta línea con los Emiratos Árabes Unidos que presionan en la misma dirección. Los sauditas, bajo su nuevo rey, en un primer momento han querido unir a los sunitas contra Irán, y esto comprendía a los Hermanos Musulmanes. En Yemen, se ha constituido un frente amplio que reagrupa a los saudíes, los qataríes y los Hermanos Musulmanes locales contra los hutíes y el presidente destituido en 2011…
Esto ha sido alterado por el cambio producido en Washington. Trump no tiene ninguna simpatía por los avances democráticos como pudo tener su predecesor, por limitada que haya podido ser su simpatía. Cuenta entre sus consejeros a islamófobos de choque, partidarios de la clasificación de los Hermanos Musulmanes como “organización terrorista”. Han trabajado de común acuerdo con los Emiratos, ferozmente hostiles a los Hermanos Musulmanes desde hace muchos años. Con la bendición de Trump, esto ha llevado al aislamiento de Qatar al que asistimos.
-¿Este giro de las monarquías petroleras sunitas -Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos (EAU)- apunta a Irán que, por otra parte, acaba de ser objetivo de ataques reivindicados por el Estado Islámico?
Para los sauditas el enemigo número uno es Irán, por supuesto. En el conflicto actual, Qatar está acusado de defender el diálogo con Irán. Parecería que hubiera habido manipulaciones de “falsas noticias” para proyectar esta imagen de Qatar. Qatar está muy fuertemente comprometido en el apoyo a la oposición siria, y por tanto en oposición directa a Irán, y estaba hasta ahora presente en la guerra de Yemen. Acaba sin embargo de ser excluido de la coalición que bombardea Yemen. La cuestión de Irán no es la verdadera razón de lo que sufre Qatar. Lo que está en juego es el papel de Qatar en la política regional, en particular su apoyo a los Hermanos Musulmanes en tándem con la Turquía de Erdogan, y no con Irán. En esto, Qatar es la oveja negra de las monarquías del Golfo.
-Cuando en Siria se desarrolla la batalla de Raqqa y en Irak la de Mosul no acaba de terminar, ¿cuál es la evolución del EI y de sus ramas, y cuál la de la correlación de fuerzas?
Estaba claro desde el comienzo que el pretendido Estado Islámico (EI) no podría perdurar como entidad territorial. Los hombres del EI han aprovechado la ocasión excepcional ofrecida por una conjunción de factores para apoderarse de un amplio territorio, pero era impensable que pudieran controlarlo a largo plazo. Se aprovecharon del momento en que los Estados Unidos habían salido de Irak, donde las tensiones confesionales sunitas-chiitas estaban en su punto más alto, así como en Siria las tensiones sunitas-alauitas.
Desde entonces, el amplio frente de los adversarios del EI ha podido recuperarse y pasar a la ofensiva. El EI está en la fase terminal de su existencia como pretendido Estado. Lo que ralentiza su derrota actual es la lucha entre diferentes partes para saber quién va a apoderarse de los territorios hasta ahora ocupados por el EI. Así, del lado sirio hay una carrera entre el régimen sirio apoyado por Irán y las fuerzas kurdas apoyadas por Estados Unidos. Igualmente, hay un conflicto entre las fuerzas kurdas en Irak y las fuerzas gubernamentales estrechamente ligadas a Irán. Estos conflictos entre quienes luchan contra el EI retardan todo el proceso.
¿Qué relación se puede establecer entre esta desestabilización creciente de la región y el recrudecimiento de los atentados en Afganistán, Irán o Londres?
El EI hoy es una bestia acorralada. Cuando se ve el último atentado de Londres, una camioneta y asaltantes armados con cuchillos de cocina, se ve lo limitado de sus medios. Aún pueden utilizar explosivos como en el atentado de Manchester, pero recurren sobre todo a medios rudimentarios que pueden ser terriblemente mortíferos pero que al mismo tiempo muestran los límites de lo que pueden hacer. Desgraciadamente, encuentran suficientes personas débiles de espíritu para embarcarlas en locuras criminales explotando el resentimiento creado por la experiencia de la marginación social y del racismo cotidiano.

Yvan Lemaitre
Hebdo L´Anticapitaliste
https://npa2009.org/
Traducción de Faustino Eguberri – Viento Sur

jueves, junio 29, 2017

El Tanquetazo: la sublevación militar que anticipó el derrocamiento de Salvador Allende



Su palacio presidencial fue atacado por seis tanques y ochenta soldados. Cundió la alarma. Era la prueba de fuego de la revolución chilena y el ensayo general de la contrarrevolución.

La mañana del 29 de junio de 1973, casi dos meses antes del golpe de Pinochet, el palacio presidencial de Salvador Allende, reconocido mundialmente por su “vía pacífica al socialismo”, fue atacado por el Regimiento de Blindados N° 2 de Santiago. Con seis tanques, ochenta soldados y diez vehículos de tropa la contrarrevolución asomaba cabeza en lo que parecía ser un golpe de Estado, pero que dado su fácil y rápido sometimiento generó la duda de si habría sido este en realidad su inmediato objetivo. Fue así como se abrió la interrogante y se instaló la idea del ensayo de golpe, lo que posteriormente sería ratificado por el propio Pinochet en el poder. ¿La técnica utilizada? La del tiro de reglaje.

Antecedentes

Una semana antes, el 21 de junio, la clase obrera chilena se movilizaba en lo que hasta ese momento había sido una de las mayores demostraciones de fuerza en las calles: el paro nacional antigolpista. Había sido convocado por la Central Única de Trabajadores y validada por los Cordones Industriales, los organismos embrionarios de doble poder que habían surgido para enfrentar el lock out patronal que nueves meses atrás habían impulsado los gremios patronales para desestabilizar al gobierno. Era el despliegue de un gran frente único obrero antifascista y con amplio respaldo popular.
Pero ese mismo día el Gobierno de la Unidad Popular descubría un plan conspirador para derrocar a Allende. Caía detenido por ello el capitán Sergio Ramón Rocha. Hasta ese momento la estrategia de la reacción chilena había sido la del desgaste, conocida como la de los mariscales rusos: golpear al Gobierno sistemáticamente en el marco de la democracia burguesa, buscando crear condiciones favorables para la destitución constitucional a través del Parlamento y la Justicia. Pero la resistencia obrera y popular llevó a la reacción a agotar cada uno de esos cartuchos: luego del fracaso de la derecha en las elecciones parlamentarias de marzo de 1973 y la derrota de la huelga minera liderada por sindicatos demócratacristianos, la estrategia de la oposición pasa a ser la del golpe militar.

La sublevación del Regimiento de Blindados

La mañana del 29 de junio se presenta al regimiento el teniente coronel Roberto Souper, quien ya tenía orden de arresto por estar implicado en la conspiración descubierta. Los oficiales subalternos lo reciben con la unidad militar preparada y dándole a elegir entre ser arrestado o liderar la acción planificada. La columna de 16 vehículos armados, entre ellos tanques M41 Walker Bulldog, y ochenta soldados avanzó rápidamente por la avenida Santa Rosa desde el sur de la ciudad hasta cercar, en el centro y abriendo fuego, el palacio presidencial de La Moneda y el Ministerio de Defensa. En el ataque un tanque irrumpiría en el ministerio ametrallando su frontis para rescatar al capitán Rocha. En la sublevación morirían 22 personas (civiles y militares), entre ellos el camarógrafo argentino Leonardo Henrichsen, tristemente célebre por filmar su propio asesinato.

La clase obrera responde

La noticia de la sublevación militar recorre todos los medios. El pánico se extiende por Santiago y nadie tiene certeza de cuál es el verdadero alcance de este movimiento. Los medios opositores celebran el alzamiento y se niegan a transmitir la cadena nacional del Gobierno. Desde temprano Allende envía señales por radio llamando a la contención y reforzando la confianza en las tropas leales al régimen. En efecto, el general Carlos Prats (asesinado en Buenos Aires en 1974 por un comando de la policía secreta de Pinochet) liderará las tropas leales a Allende.
Pero la clase obrera, que supo inmediatamente el significado del alzamiento, desencadena una gran ofensiva popular. Se extienden las tomas de fábricas y los obreros levantan barricadas cercando Santiago y avanzando en brigadas desde la periferia hacia el centro. Junto a ellos los campesinos comandados por sus consejos comunales tomaban las tierras, requisaban vehículos y cortaban los accesos a la ciudad. Las directivas de los Cordones Industriales envían órdenes para requisar transporte, nafta y armamento popular en espera del llamado de Allende, quien ya había dado una señal: “Llamo al Pueblo para que tome las industrias, pero no para ser victimizados. Que el Pueblo salga a la calle pero no para ser ametrallado. Que lo hagan con prudencia con cuanto elemento tengan en sus manos. Si llega la hora, armas tendrá el Pueblo”. Los Cordones Industriales se refuerzan y extienden: las fábricas más conservadoras se radicalizan a la luz de los hechos y surgen nuevos cordones. Comienza la efervescencia de las masas en la carrera de velocidades entre revolución y contrarrevolución.

La sublevación aparentemente fracasa

El general Prats se propone derrotar el intento golpista antes del mediodía buscando evitar su contagio en otras unidades. De hecho, no le fue fácil encontrar respaldo en la Escuela de Suboficiales, quienes no querían enfrentarse a otras unidades militares. Por su parte, en la Escuela de Oficiales algunos estudiantes emplazaron a las autoridades a respaldar el levantamiento.
El rescatado capitán Rocha asume la conducción de los sublevados y se enfrenta con efectivos del Regimiento Tacna siendo herido. El general Prats va personalmente tanque por tanque exigiendo su rendición con éxito. Souper se mantiene al sur del palacio presidencial con un grupo de tanques y soldados, sin embargo tras la llegada del Regimiento de Infantería N.° 1 bajo la conducción del “leal” general Pinochet, Souper se repliega al sur de Santiago seguido por sus hombres y refugiándose en un batallón en donde se entregará luego de ser rodeado por fuerzas del Regimiento Tacna. Prats atraviesa a pie el palacio de La Moneda para encontrarse con Pinochet al otro lado del recinto con un abrazo. Pickering despeja de rebeldes el lado occidental y Salvador Allende, quién se había mantenido en la Dirección General de Carabineros dando órdenes, llega al palacio al mediodía siendo recibido por el comandante en jefe del Ejército Carlos Prats. El Tanquetazo había terminado.
Esa noche una multitud furiosa concentrada frente al palacio de La Moneda reclama el cierre del Congreso Nacional, tribuna destituyente de la reacción, por su silencio cómplice con el alzamiento. Desde el balcón y acompañado por los jefes de las Fuerzas Armadas, Allende responde con su negativa a transgredir las instituciones constitucionales del régimen democrático burgués reafirmando su convicción por la vía pacífica al socialismo. La multitud responde con silbidos. Por el contrario, Allende propone convocar a un referéndum.

El tiro de reglaje

El tiro de reglaje es una técnica en la estrategia militar que se basa en la búsqueda de golpear el objetivo a través de aproximaciones. Es lo que utiliza un tanque antes de hacer uso de su cañón. Éste cuenta a su costado con un rifle que precede al cañonazo. Una vez que el tiro de reglaje ha sido disparado se corrige el margen de error entre el tiro y el objetivo, para luego dar lugar al golpe definitivo. La sublevación del Regimiento de Blindados del 29 de junio de 1973 fue el tiro de reglaje del golpe de Estado de Pinochet del 11 de septiembre. En los dos meses que se contemplan entre ambos acontecimientos la contrarrevolución se encargó de corregir el “margen de error” con el fin de asestar el golpe definitivo, el cual sería liderado nada más ni nada menos que por uno de los propios generales leales que abatieron el Tanquetazo, el general Augusto Pinochet. Éste, en 1990 en su Camino recorrido: Memorias de un soldado, además de reconocerse como el principal autor del Tanquetazo, aclara que la acción había servido para que los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas pudieran medir la capacidad de respuesta de las fuerzas pro Unidad Popular, registrar el tipo de armas que éstas usaban y comprobar el nivel de respuesta de la población a los llamados de Salvador Allende.

Roberto Andrés
@RoberAndres1982

Rusia: el repudio de las deudas en el núcleo de las revoluciones de 1905 y de 1917



22 de enero de 1905: Domingo sangriento en San Petersburgo

En febrero de 1918, el repudio de las deudas por el gobierno soviético sacudió las finanzas internacionales y provocó una condena unánime por parte de los gobiernos de las grandes potencias.
Esa decisión de repudio estaba enmarcada en la continuidad del primer gran movimiento de emancipación social que sacudió al imperio ruso en 1905. Ese amplio levantamiento revolucionario había sido provocado por la conjunción de varios factores: el desastre ruso en la guerra con Japón; la cólera de los campesinos que exigían tierras, el rechazo de la autocracia, las reivindicaciones obreras… El movimiento comenzó por unas huelgas en Moscú en octubre de 1905, y se extendió como un reguero de pólvora a todo el imperio, adoptando diversas formas de lucha. En el transcurso del proceso de autoorganización de las masas populares nacieron los consejos (sóviets en ruso) de campesinos, consejos de obreros, consejos de soldados…
En su autobiografía, León Trotsky, que presidió el Soviet de San Petersburgo —capital de Rusia hasta marzo de 1818—, explica la detención de toda la dirección del Sóviet de San Petersburgo el 3 de diciembre de 1905 por la publicación de un manifiesto en el que los miembros de ese consejo elegido llamaban al repudio de las deudas contraídas por el régimen del Zar. Explica también que este llamamiento de 1905 al no pago de la deuda acabó por concretarse a comienzos del año 1918, cuando los sóviets aprobaron el decreto de repudio de las deudas zaristas:
A mí me detuvieron al día siguiente de haberse publicado el llamado “Manifiesto financiero”, en que proclamábamos que la bancarrota de la Hacienda zarista era inevitable, declarando categóricamente que el pueblo victorioso no reconocería las deudas contraídas por los Romanov. |1|
Trotsky (con un portadocumentos en sus manos) entre los miembros del sóviet de Petrogrado de 1905, durante el proceso.
El manifiesto del sóviet de los diputados obreros declaraba bien claro lo siguiente:
«La autocracia no ha tenido jamás la confianza del pueblo, ni ha recibido de éste mandato alguno. Decretamos, por tanto, que no hemos de consentir que sean saldadas las deudas nacidas de todos esos empréstitos emitidos por el Gobierno zarista, en abierta guerra contra el pueblo ruso.»
A los pocos meses, la Bolsa francesa contestaba a nuestro manifiesto abriendo al Zar un nuevo empréstito de dos mil doscientos cincuenta millones de francos. La prensa reaccionaria y la liberal se burlaban de aquella amenaza fanfarrona que los Sóviets dirigían a la Hacienda zarista y a los banqueros europeos. Pasado algún tiempo, el manifiesto cayó en olvido. El mismo se encargó de aflorar nuevamente a la memoria del mundo, en momento oportuno. El derrumbamiento militar del zarismo fue acompañado por la bancarrota financiera del régimen, que venía gastándose desde muy atrás. Al triunfar la revolución, los Comisarios del pueblo, el 10 de febrero de 1918, decretaron que quedaban canceladas totalmente las deudas zaristas. Este decreto sigue en vigor. |2|
Se equivocan los que dicen que la revolución rusa viene a dejar incumplidas las obligaciones. ¡Las suyas, no! La obligación que contrajo ante el país el día 2 de diciembre de 1905, con el manifiesto de los diputados obreros de Petrogrado, quedó cumplida íntegramente el 10 de febrero de 1918. Y la revolución puede decir con justicia a los acreedores del zarismo: “¿De qué os quejáis, señores? ¡Bien a tiempo se os advirtió!
En esto, como en otras muchas cosas, el año 1905 no hizo más que preparar el advenimiento del 17.»
(Fuente: https://www.marxists.org/espanol/tr...)
En el libro titulado 1905, L. Trotsky describe la sucesión de acontecimientos que llevó a la aprobación del Manifiesto financiero con que el Sóviet, órgano de la democracia revolucionaria, llamaba a rechazar el pago de las deudas contraídas por el Zar.
Un amplio campo de actividad se abría pues ante el Sóviet; en su derredor se extendían inmensos baldíos políticos, que solamente hubiera sido preciso trabajar con el fuerte arado revolucionario pero faltaba el tiempo. |3| La reacción, febrilmente, forjaba cadenas y podía esperarse, de hora en hora, un primer golpe. El comité ejecutivo, a pesar de la masa de trabajos que tenía que realizar cada día, se apresuraba en ejecutar la decisión adoptada por la asamblea el 27 de noviembre 1905. Lanzó un llamamiento a los soldados y en una conferencia con los representantes de los partidos revolucionarios aprobó el texto del manifiesto “financiero” (…).
«El 2 de diciembre 1905 el manifiesto fue publicado en ocho periódicos de San Petersburgo, cuatro socialistas y cuatro liberales. He aquí el texto de este documento histórico:
«El gobierno llega a la bancarrota. Ha hecho del país un montón de ruinas, lo ha sembrado de cadáveres. Agotados, hambrientos, los campesinos ya no están en situación de pagar los impuestos. El gobierno se ha servido del dinero del pueblo para abrir créditos a los propietarios. Ahora no sabe qué hacer con las propiedades que le sirven de garantías . Ni los talleres ni las fábricas funcionan. Falta el trabajo. Por todas partes vemos el marasmo comercial. El gobierno ha empleado el capital de los empréstitos extranjeros en construir ferrocarriles, una flota, fortalezas, en hacer provisión de armas. Al agotarse las fuentes extranjeras, los pedidos del Estado no se reciben más. El comerciante, el gran proveedor, el empresario, el fabricante que ha cogido la costumbre de enriquecerse a expensas del Estado, son privados de sus beneficios y cierran sus despachos y sus fábricas. Las quiebras se suceden y se multiplican. Los bancos se derrumban. Todas las operaciones comerciales se han restringido hasta el último límite.
«La lucha del gobierno contra la revolución suscita perturbaciones incesantes. Nadie está seguro del día siguiente.
«El capital extranjero pasa en sentido contrario la frontera. El capital “puramente ruso” también se esconde en los bancos extranjeros. Los ricos venden sus bienes y emigran. Las aves de rapiña huyen del país, llevándose lo que es del pueblo.
«Desde hace tiempo el gobierno gasta todos los ingresos del Estado en mantener el ejército y la flota. No hay escuelas. Las carreteras están en un estado espantoso. A pesar de lo cual, falta el dinero, incluso para la alimentación del soldado. La guerra nos ha dado la derrota, en parte porque carecíamos de municiones. En todo el país son señaladas sublevaciones del ejército reducido a la miseria y hambriento.
«La economía de las vías férreas está obstaculizada por el fango; gran número de líneas han sido devastadas por el gobierno. Para reconstituir la economía de los ferrocarriles, serán precisos cientos y cientos de millones.
«El gobierno ha dilapidado las cajas de ahorro y ha hecho uso de los fondos depositados para el sostenimiento de los bancos privados y de empresas industriales que, con frecuencia, son absolutamente dudosas. Con el capital del pequeño ahorro, juega a la bolsa, exponiendo los fondos a riesgos cotidianos.
«La reserva de oro del Banco del Estado es insignificante en relación a las exigencias que crean los empréstitos gubernamentales y a las necesidades del movimiento comercial. Esta reserva será reducida a polvo si se exige en todas las operaciones que el papel sea cambiado contra moneda de oro.
«Aprovechando que las finanzas carecen de todo control, el gobierno acordó tiempo atrás empréstitos que sobrepasaban en mucho la solvencia del país. Mediante nuevos empréstitos, paga los intereses de los precedentes.
«El gobierno, de año en año, establece un presupuesto ficticio de ingresos y gastos, declarando éstos como aquellos por debajo de su importe real, a su voluntad, acusando una plusvalía en lugar del déficit anual. Los funcionarios no controlados dilapidan el Tesoro ya bastante agotado.
«Solo una Asamblea Constituyente puede poner fin a este saqueo de la Hacienda, después de haber derribado a la autocracia. La Asamblea someterá a una investigación rigurosa las finanzas del Estado y establecerá un presupuesto detallado, claro, exacto y verificado de los ingresos y los gastos públicos.
«El temor del control popular que revelaría al mundo entero la incapacidad financiera del gobierno fuerza a éste a fijar siempre para más tarde la convocatoria de los representantes populares.
«La quiebra financiera del Estado procede de la autocracia, del mismo modo que su quiebra militar. Los representantes del pueblo estarán intimidados y obligados a pagar lo antes posible las deudas.
«Tratando de defender su régimen con malversaciones, el gobierno fuerza al pueblo a llevar a cabo contra él una lucha a muerte. En esta guerra, cientos y miles de ciudadanos perecen o se arruinan; la producción, el comercio y las vías de comunicación son destruidos de arriba abajo.
«No hay más que una salida: es preciso derribar al gobierno, arrebatarle sus últimas fuerzas. Es necesario cerrar la última fuente de donde extrae su existencia: los ingresos fiscales. Esto es necesario no sólo para la emancipación política y económica del país, sino, en particular, para la puesta en orden de la economía financiera del Estado.
«En consecuencia, decidimos que:
«No se efectuará ninguna entrega de dinero por rescate de tierras ni pago alguno a las cajas del Estado. Se exigirá, en todas las operaciones como pago de salarios y contratos, moneda de oro y cuando se trate de una suma de menos de cinco rublos, se reclamará moneda sonante.
«Se retirarán los depósitos hechos en las cajas de ahorro y en el Banco del Estado, exigiendo el reembolso íntegro.
«La autocracia nunca ha gozado de la confianza del pueblo y no estaba en modo alguno fundada en ella.
«Actualmente el gobierno se conduce en su propio Estado como en país conquistado.
«Por estas razones decidimos no tolerar el pago de las deudas sobre todos los empréstitos que el gobierno del zar ha concertado mientras llevaba a cabo una guerra abierta contra todo el pueblo.»

(Fin del Manifiesto)

22 de enero de 1905: Domingo sangriento en San Petersburgo

Al pie del Manifiesto, publicado en la prensa el 2 de diciembre de 2005, figuraba la siguiente lista de las organizaciones que apoyaban este llamamiento a rechazar el pago de la deuda zarista y a asfixiar financieramente a la autocracia:

«El Sóviet de Diputados obreros.

»El Comité Principal de la Unión Panrusa de Campesinos.

»El Comité Central y la Comisión de Organización del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso.

»El Comité Central del Partido Socialista Revolucionario.

»El Comité Central del Partido Socialista Polaco.»

Trotsky añade un comentario final: «Lógicamente, este manifiesto no podía por si mismo derrocar el zarismo ni a sus finanzas. (…) El manifiesto financiero del sóviet no podía servir más que de introducción a los levantamientos de diciembre 1905. Apoyado por la huelga y por los combates que se libraron en las barricadas, encontró un poderoso eco en todo el país. Mientras que, para los tres años precedentes, los depósitos hechos en las cajas de ahorro en diciembre rebasaban los reembolsos en 4 millones de rublos, en diciembre de 1905 los reembolsos superaron a los depósitos en 90 millones: ¡El manifiesto había sacado de la reservas del Estado, en un mes, 94 millones de rublos! Cuando la insurrección fue aplastada por las hordas zaristas, el equilibrio se restableció en las cajas de ahorro…» (Fuente: https://issuu.com/centromarx/docs/t... p. 212-215)
Conclusión: la denuncia del carácter ilegítimo y odioso de las deudas zaristas jugó un papel fundamental en las revoluciones de 1905 y de 1917. El llamamiento a no pagar la deuda acabó por concretarse en el decreto de repudio de la deuda zarista aprobado por el gobierno soviético y por los consejos de obreros, campesinos y soldados en febrero de 1918.

Eric Toussaint
CADTM
Traducido por Griselda Pinero

Notas:

|1| Este extracto del libro Mi vida, disponible en http://www.marxistsfr.org/espanol/t...
|2| Trotsky redactó este texto en 1930
|3| Este extracto del libro 1905 está disponible en: http://www.elsoca.org/pdf/libreria/...

Eric Toussaint es maître de conférence en la Universidad de Lieja, es el portavoz de CADTM Internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia. Es autor de diversos libros, entre ellos: Procès d’un homme exemplaire , Ediciones Al Dante, Marsella, 2013; Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad , Icaria, 2010; La Deuda o la Vida (escrito junto con Damien Millet) Icaria, Barcelona, 2011; La crisis global , El Viejo Topo, Barcelona, 2010; La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos , Gakoa, 2002. Es coautor junto con Damien Millet del libro AAA, Audit, Annulation, Autre politique , Le Seuil, París, 2012. Este último libro ha recibido el premio Prix du livre politique, otorgado por la Feria del libro político de Lieja. Ultimo libro: Bancocracia Icaria Editorial, Barcelona 2015. Es coordinador de las publicaciones Comisión de la Verdad Sobre la Deuda.

Fuente: http://www.cadtm.org/Rusia-el-repudio-de-las-deudas-en

De la deuda externa a la deuda eterna

El autor de Cien años de soledad y padre del "realismo mágico" debe de estar revolviendose en su tumba: ni al mismísimo Gabriel García Márquez se le habría ocurrido urdir una trama en la que un gobierno -en este caso el argentino presidido por Mauricio Macri- se le hubiese antojado endeudar a sus hijos y a los hijos de sus hijos para las próximas diez décadas.
El Gobierno de Mauricio Macri que ya emitió deuda por casi 100.000 millones de dólares en casi veinte meses de gestión, superando el ritmo de endeudamiento de la dictadura militar, informó ahora de que “Argentina anuncia una emisión de bonos en dólares a 100 años de plazo”. La tasa de interés es altísima, el plazo es extensísimo y la moneda de emisión del bono no es la propia.
Si se confirmara la tasa de interés del 8,25 por ciento anual que deberá pagar Argentina cada año de los próximos cien, el ministro Luis Caputo, ex Deutsche Bank y JP Morgan, concretará la operación financiera más rentable para los grandes fondos de inversión internacional. Es una tasa ruinosa para el país, al comprometer las finanzas nacionales a pagar intereses muy altos en un plazo ultralargo. Otro país latinoamericano que colocó deuda a 100 años fue México, pero a una tasa mucho más baja que no supera el 5,75 por ciento anual. En Europa varios países han emitido ese tipo de títulos a tasas que no superan el 3 por ciento anual. Francia, Bélgica, Irlanda, Suiza e Italia han salido al mercado financiero con bonos a 50 y 100 años. Irlanda y Bélgica se han comprometido a pagar una tasa de 2,35 por ciento anual en papeles a 100 años.

¿Qué significa la deuda de 100 años para la Argentina?

El Gobierno hipotecó el futuro de las próximas generaciones al conceder al poder económico mundial una ganancia neta durante 86 años. No en vano se la llama "la deuda eterna", pues no hay antecedentes de una toma de deuda internacional tan desfavorable para la Argentina. A cambio de 2.750 millones de dólares, la administración de Macri se comprometió a pagar intereses de 196 millones anuales.
No hacen falta muchas cuentas para saber que en 14 años los inversores recuperarán su capital pero los argentinos seguirán desembolsando casi 200 millones en moneda extranjera durante 86 años más.
Parafraseando la famosa novela de Gabriel García Márquez, el endeudamiento a cien años dispuesto recientemente por el Gobierno de Macri es una obra de realismo financiero mágico que reportará 100 años de iniquidad para la Argentina.
El país no fue incluido en el índice de mercados emergentes del banco internacional Morgan Stanley y la noticia implicó un golpe de desconfianza entre inversores locales y extranjeros. La respuesta fue la salida de divisas especulativas, el refugio en moneda fuerte y el retroceso de los precios de activos financieros. La Argentina, pese a todas las medidas amigables con el mercado del último año y medio, continuará en la categoría de país fronterizo junto a Kenia, Kuwait y Bangladesh, entre otros. La recategorización, según estimaciones del JP Morgan, podría haber explicado la entrada de 1.400 millones de dólares para la compra de acciones. Se trata de otra lluvia de inversiones que el Gobierno prometió para el corto plazo pero que no se concretará al menos por un año más.
El Gobierno de Macri no durará 100 años pero ya está dejando su herencia para hijos, nietos, bisnietos y tataranietos endeudados antes de venir al mundo.

Walter Goobar

miércoles, junio 28, 2017

La Segunda invasión inglesa y el afianzamiento de los lazos económicos con Gran Bretaña



Hace 210 años naves inglesas invadieron por segunda vez Buenos Aires. Las milicias criollas con apoyo popular logran reconquistarla.

En el contexto de la expansión de las distintas potencias europeas, el triunfo británico en la batalla naval de Trafalgar de 1805, la convirtió en la dueña indiscutida de los mares frente a España y Francia. Ésta última rival de Inglaterra, fortaleció su imperio de la mano de Napoleón en el continente. Las dos invasiones inglesas al Río de la Plata en los sucesivos años 1806 y 1807 se produjeron en este contexto.
El interés británico por las colonias españolas se fortaleció a partir del Reglamento de libre comercio otorgado por la corona española como consecuencia de la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1778. El reglamento flexibilizó el monopolio comercial español permitiendo que trece puertos españoles y veintisiete americanos establezcan intercambios comerciales sin intermediarios.
A pesar de esto, es claro que el contrabando se venía desarrollando desde mucho tiempo antes en las colonias. Buenos Aires fue una de las primeras, convirtiéndose rápidamente en un lugar de referencia del comercio ilegal ya que allí los ingleses podían conseguir bienes producidos en Potosí, centro comercial más importante de la época, y en otras regiones del virreinato. Lo hacían a través de rutas internas que recorrían el interior hasta el puerto porteño.
Sumando al incremento del comercio inglés, en 1776 Gran Bretaña perdió el dominio de las trece colonias en América del Norte, lo que fortaleció sus planes en las colonias españolas.
Al asumir Willian Pitt como primer ministro inglés en 1783, se fortalecieron las tendencias expansionistas. Hacia 1800, el plan ya estaba en marcha. El Plan Maitland, presentado por el mismo al parlamento británico consistía en un ataque combinado a los puertos de Buenos Aires y Montevideo, y en una segunda etapa, la ocupación de Buenos Aires y la invasión a Venezuela.

“Gran Reunión Americana”

Estas ideas también fueron apoyadas por latinoamericanos como Francisco Miranda quién solicita a Gran Bretaña su apoyo para la liberación de los realistas. En 1797, Miranda había impulsado la “Gran Reunión Americana”, una logia secreta que tenía como uno de sus principales planes políticos la emancipación colonial americana con apoyo británico. De estas reuniones participaron Simón Bolívar, José de San Martín, Carlos María de Alvear, Bernardo de O´Higgins entre otros. La Logia Lautaro fue una filial en Buenos Aires fundada en 1812 por San Martín y Alvear (Eggers-Bass, 2006).

El fracaso de la segunda invasión inglesa y la militarización

Bajo estos planes se producen las invasiones inglesas al Virreinato del Río de la Plata. El 28 de junio de 1807 las flotas navales al mando John Whitelocke se alejan de Montevideo, donde la corona británica lo había designado como gobernador de América del Sur, y desembarcan en la ensenada de Barragán con una fuerza de 11.800 hombres. Lo esperaban en Buenos Aires 8.600 hombres y 50 cañones al mando de Liniers.
Fue Liniers el que comandó las fuerzas que reconquistaron la cuidad y luego de lograrlo fue designado como Comandante General de Armas, desde ese lugar llevó adelante la reestructuración de las milicias. Diversos historiadores sostienen que las invasiones inglesas abrieron un profundo proceso de militarización de la sociedad.
Sin embargo para la reconquista de Buenos Aires se produjo gracias a la participación popular. El alcalde de Buenos Aires, Martín de Álzaga ordenó montar barricadas, pozos y trincheras en las diferentes calles de la ciudad por las que el enemigo podría ingresar. La cámara de comercio de Cádiz expresó el 5 de julio de 1807: “nadie debía esperar que 11 ó 12 mil hombres de tropas de línea recién llegadas de Europa, fuesen batidas por los vecinos de una ciudad de América, á quienes vemos […] transformados en poco tiempo de hombres pacíficos en bravos guerreros […]”.
El fracaso de las invasiones inglesas significó para Gran Bretaña un desprestigio militar como potencia imperial. El diario The Times de Londres, en su edición del 14 de septiembre de 1807, calificó el fracaso militar británico en el Río de la Plata como “un desastre, acaso el más grande que haya experimentado este país desde el comienzo de la guerra revolucionaria (de Norteamérica)”.

Se afianzan los lazos coloniales con Gran Bretaña

A pesar de la derrota militar inglesa, la elite dirigente -criolla y española- fortaleció sus intereses económicos a partir de garantizar la legalización del comercio de cueros y cebos y el intercambio de productos manufacturados. Sobre la primera invasión inglesa en 1806 y la ocupación de Buenos Aires, el historiador marxista Peña escribe: Los acontecimientos producidos en Buenos Aires durante el gobierno inglés del general Beresford demostraron que las clases dominantes bonaerenses no tenían demasiado desagrado por aceptar un protectorado inglés que las independizase de España garantizándoles autonomía política. Fue solo cuando Beresford indicó claramente que el único que podía otorgar era el status de colonia inglesa en cambio de colonia española, cuando el celo patriota consideró oportuno expulsar al intruso británico” (Antes de Mayo. Formas sociales del trasplante español al Nuevo Mundo, 1973)
En 1809 los comerciantes británicos conforman el Comité de Comerciantes Británico, la primera organización británica en Buenos Aires que representaba a distintas familias de Liverpool y Londres. Se inicia de esta manera un largo siglo de dominación económica británica.

Hernán Perriere

Nube: ¿Almacenamiento o espionaje?



La Nube, conocida como Cloud Computing, consiste en el procesamiento y almacenamiento masivo de datos alojado en servidores de empresas o gobiernos, los cuáles pueden ser gratuitos o pagos, y facilitan el acceso a los datos desde cualquier ubicación (PC de escritorio o móvil).

Cuando le preguntaron a Richard Stallman, fundador del movimiento por el software libre en el mundo, en su reciente visita a la Argentina por la Nube, expresó: “No hay “Nube”. Dicen nube para desalentar una pregunta muy importante ¿Dónde están mis datos? ¿Qué se hará con ellos? La única nube está en la cabeza de las personas. Por otra parte, está claro que espían mucho, pero no más que antes.”
Edward Snowden, ex contratista de la CIA y la NSA (National Security Agency) aseguró que deberíamos deshacernos de servicios que atentan contra la privacidad como la Nube ofrecida por los gigantes de internet, aconsejando usar alternativas con buena encriptación.
El cifrado o encriptación de datos permite una mayor privacidad, pero los gobiernos cuentan con acceso a los servicios de almacenamiento gratuito, malware, software espía, además de hackers.
La encriptación convierte la información en una serie de letras y símbolos, lo cual no es un sistema novedoso: se hacía en la Antigüedad y también se utilizó durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. En la actualidad existen diferentes aplicaciones para usuarios con poco conocimiento en programación.
Cuando se consultó a Stallman sobre las revelaciones que había realizado Snowden en materia de espionaje expresó: “Estoy muy contento de que Snowden nos haya contado lo que el gobierno de Estados Unidos y otros gobiernos están haciendo”.
Consultado por Russia Today respecto del aumento de la vigilancia por parte de las potencias, Stallman agregó: "Nuestra libertad está en juego, y esto es cierto para las personas de todo el mundo. Supongo que cada país está aumentando la vigilancia a través de la tecnología digital, a un nivel que es sin precedentes en la historia de un mundo. A menos que tengamos una gran diferencia de vigilancia antes, deberíamos considerarla intolerable”.
Snowden, responsable de la filtración del proyecto PRISM con que la NSA y el gobierno de Estados Unidos, utilizan la Nube para los registros masivos de datos de ciudadanos de todos el mundo, también se refirió a la relatividad con que muchos ciudadanos toman el espionaje de su información, en una entrevista concedida en el marco del New Yorker Festival en 2014: “Cuando alguien dice “No tengo nada que ocultar”, lo que quiere decir es “No me importa este derecho”, lo que a su vez se traduce como “No tengo ese derecho, porque he llegado al punto de tener que justificarlo”. A mi modo de ver, la realidad es que el gobierno es quien debería justificarse por sus intrusiones en nuestro derecho a la privacidad.”
Entre las organizaciones que luchan por los derechos de los usuarios en el mundo digital se encuentra la Electronic Frontier Foundation (EFF). Como reza en su web https://www.eff.org/es: “Es la principal organización sin fines de lucro que defiende las libertades civiles en el mundo digital. Fundada en 1990, EFF defiende la privacidad de los usuarios, la libertad de expresión y la innovación a través de litigios de impacto, análisis de políticas, activismo de base y desarrollo tecnológico.”.

Natalia Brezina

El fraude económico de Macri en Argentina

Macri ha defraudado a la ciudadanía argentina. Y lo ha demostrado en un escaso lapso de tiempo. Sólo ha necesitado algo más de un año y medio para incumplir todo lo que había prometido. Si existiesen los contratos electorales, el de Macri ya hubiese sido rescindido por infracción múltiple.
A continuación veremos cómo Macri estafó al electorado en cada una de sus ofertas económicas durante su campaña.

Promesa 1 . Reducir la inflación… y los precios subieron. La inflación llegó al 40% en 2016, la más alta desde 2002. Se han encarecido todos los servicios públicos particularmente gracias a los continuos tarifazos. Han subido los precios de los medicamentos, transporte, comida. Y además, en lo que llevamos de año, la inflación sigue en un nivel altísimo. Hasta el momento, lleva un acumulado de 10,5%; con un valor interanual del 24%, muy por encima de las previsiones del gobierno para este año (17%).

Promesa 2. Recuperar la economía… y el PIB se contrajo. El país cerró 2016 con una recesión del 2,3%, mientras que en el último año kirchnerista la economía creció un 2,1%. En la era Macri, el consumo lleva 17 meses consecutivos de caída. La producción industrial cae más del 10%. La OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) ha bajado su estimación de crecimiento económico para Argentina en 2017 y 2018, a 2,5% y 3,1%, respectivamente.

Promesa 3. Pobreza cero… y los pobres y la indigencia aumentaron. En el primer año de gestión, Macri creó 1,5 millones de nuevos pobres y 600.000 nuevos indigentes. La propia Universidad Católica Argentina asegura que en el primer trimestre del 2017 ha habido un aumento de 5,5 puntos en el índice de pobreza. Y la desigualdad también creció: la diferencia de los ingresos entre el sector más rico y el más pobre pasó de 18,7 veces en 2015a 23,2 en este 2016.

Promesa 4. Reducción del déficit fiscal… y las cuentas siguen empeorando. E l propio gobierno informó que el déficit fiscal del año 2016 fue de 4,6%, esto considerando el ingreso extraordinario generado por la política permitida del blanqueo de capitales. El Banco Central emitió 96.500 millones de pesos en lo que va de año para financiar el desequilibrio fiscal.

Promesa 5. Generar más empleos… y aumenta el desempleo y el subempleo. El desempleo llegó al 9,2% en el primer trimestre de este año, su nivel más alto en una década. Y el subempleo ya ronda el 10%. Se registra un nivel de desempleo entre los menores de 25 años superior a la media regional (24,6% frente al 16%) y un porcentaje entre las mujeres también por encima del promedio regional (30,33% frente a 16%).

Promesa 6. No más devaluación… y el dólar subió. El peso argentino se ha devaluado en un 67% desde que comenzó a gobernar Macri. Y todo apunta a que la presión sojera hará que la devaluación sea mucho mayor en los próximos meses. La propia Bolsa de Cereales ya ha afirmado que para septiembre espera un valor del dólar a 17,5.

Promesa 7. Más inversiones extranjeras… y cada vez llegan menos. La inversión extranjera directa del año 2016 fue la mitad que la del año anterior. En términos comparativos, el valor de esta variable se redujo en 2016 el triple de lo que lo hizo en el resto de la región.

Propuesta 8. Desendeudar al país… y la deuda es cada vez más grande y eterna. En lo que lleva de gobierno, Macri ha colocado deuda por casi 100.000 millones de dólares. En el primer cuatrimestre de 2017, los intereses de la deuda alcanzaron el 10,6% del presupuesto público, superando los dos dígitos por primera vez desde 2001.

Propuesta 9. Bajar impuestos a los trabajadores… y lo que hizo fue que todos pagaran más. De hecho, en términos efectivos, el mínimo imponible se redujo a pesar de lo que había prometido en campaña. En total y en términos netos, casi 200.000 trabajadores adicionales van a incluirse en el pago de este impuesto.

Promesa 10. Volver al mundo… y sí que volvieron, pero a su manera. No lograron ni siquiera la categoría de “emergente”, recientemente rechazada por Morgan Stanley Capital International. Pero sí es verdad que recibieron el aplauso de los fondos buitres, del FMI (Fondo Monetario Internacional), de Merkel, Hollande y Rajoy. Todos felices con que Macri haya elegido una fórmula de insertarse en el mundo con más deuda y bajo términos de intercambio desigual en contra de Argentina. Suben las importaciones a un 12,4% en lo que va de año; que sería ideal si la economía estuviera creciendo al 5-6%. El déficit comercial es cada vez más acuciante: 1.217 millones de dólares para el primer cuatrimestre del año. Desde el primer día de Macri, aquel 10 de diciembre de 2015, el saldo por cuenta corriente acumula un déficit que supera los 21.200 millones de dólares. Este año se prevé que 12.000 millones de dólares vayan también a salir del país en concepto de ahorro de divisas de los particulares. Así es cómo Argentina vuelve al mundo…

Pero aquí no termina todo. Hay mucho más en este fraude económico de Cambiemos. Jamás dijeron que Argentina pasaría a ser un paraíso financiero ni tampoco fiscal. Macri ha hecho del país un lugar ideal para el carry-trade; ganar sin necesidad de producir solo colocando el dinero en instrumentos financieros (Lebac, letras del tesoro) bajo la garantía de una elevadísima tasa de rentabilidad, por encima del 25%. Y además, en lo que tiene que ver con lo fiscal, Argentina llevó a cabo un blanqueo de capitales que sumó 116.800 millones de dólares, sin que esto significara que este monto entrara al país. Solo el 20% regresó y el resto se quedo afuera.
En resumen, luego de tantas cifras, podemos afirmar que Macri engañó al electorado con premeditación y alevosía. Las promesas se esfumaron de la misma manera que lo hacían sus globos amarillos en cada mitin electoral. Las expectativas se desvanecen porque la realidad económica tan negativa comienza a imponerse al relato macrista. La subjetividad económica ya no es tan optimista como afirmaban al inicio de su mandato. Todo lo contrario. La evidencia no engaña.

Alfredo Serrano Mancilla y Guillermo Oglietti

Alfredo Serrano Mancilla, doctor en Economía, director CELAG, @alfreserramanci

Las elecciones francesas, una farsa siniestra

La democracia electoral pluripartidista, joya de la modernidad democrática en Europa y en Estados Unidos, está gangrenada y ha iniciado el camino de su decadencia. La dictadura ejercida por el capital de los monopolios financieros ha aniquilado visiblemente el alcance y el sentido de las elecciones. Esta es una experiencia por la que Francia ya había pasado hace unos años: el pueblo francés había rechazado por referéndum la propuesta de constitución europea; esto no preocupó en absoluto al gobierno ni al parlamento, ¡que la adoptaron al día siguiente!
La lección que sacó de ello el pueblo francés fue simplemente que el voto había perdido su alcance decisivo y que ya no valía la pena acudir a las urnas. Las elecciones presidenciales de abril de 2017 y las dos vueltas de las elecciones al Parlamento del 11 y del 18 de junio de 2017 así lo atestiguan. ¡Las abstenciones se acercan desde entonces al 60% del cuerpo electoral! Algo nunca visto en la historia de la democracia occidental. En estas condiciones, aunque Macron haya sido elegido Presidente y disponga de una confortable mayoría absoluta en el nuevo Parlamento, el voto positivo a su favor no supera el 16% de los ciudadanos, reclutados en privado en el seno de las clases medias y de los empresarios, un medio social naturalmente “pro-capitalista”, socialmente reaccionario; no constituye en absoluto “un maremoto” como lo presentan los medios de comunicación dominantes. De haberse producido un caso análogo en Rusia, en Irán o en cualquiera de los países del Sur, los medios de comunicación occidentales no habrían dejado de denunciar la farsa. Pero se guardan mucho de decir lo mismo cuando se trata de una “democracia” occidental, en este caso de Francia.
La farsa electoral es el resultado previsible del ejercicio de la dictadura continua y sin precedentes desde hace tres décadas de los monopolios financieros, una dictadura enmascarada bajo la apariencia engañosa de las “exigencias objetivas de las leyes del mercado”. Esta dictadura se ha adueñado del poder político directo, y la adhesión de la socialdemocracia al discurso y a las exigencias del neoliberalismo económico ha producido de facto una forma de poder de “partido único”, precisamente el que está al servicio de la pequeña minoría de los “más ricos”. Ya no hay ninguna diferencia en la práctica de los gobiernos de la derecha clásica o de la izquierda electoral tradicionalmente mayoritaria representada por los socialistas. Esta forma de partido único –el de los “neocons” en Estados Unidos– regula actualmente la “vida política”, de hecho la “vida despolitizada” en el Occidente europeo y norteamericano.
No hay ningún motivo para alegrarse de esta farsa siniestra. Pues la pérdida de legitimidad de la “democracia electoral” no va acompañada por el avance de una alternativa inventiva de formas nuevas y más avanzadas de una democracia real mejor. Esto vale tanto para Occidente como para los países del Sur: los pueblos constatan la deriva, pero finalmente acaban aceptando las consecuencias, a saber, la “marcha atrás” a todo gas. Para Francia, como para los demás países del centro imperialista, las ventajas que procura esta posición en el sistema mundial a la gran mayoría de los pueblos implicados están probablemente en el origen de la “adhesión” pasiva al liberalismo de los mercados.
Sin embargo, el porvenir sigue abierto. En Francia, la farsa electoral de la “República en marcha” no responde a ninguna expectativa de la amplia mayoría de los ciudadanos y de los trabajadores. La esperada adhesión de la derecha al proyecto supuestamente de “centro” no tardará en dejar al descubierto el verdadero rostro de Macron: el de un hombre de derechas al servicio del capital financiero y de las políticas neoliberales, y nada más. Como contrapunto, las luchas sociales, reforzadas por la emergencia de la fuerza política representada por “la Francia insumisa”, están probablemente llamadas a adquirir una mayor amplitud. El falso “maremoto macronista” del que presumen los medios de comunicación pese a que no tiene relación alguna con la realidad de los hechos, corre el riesgo de ser de corta duración. Conviene saber, sin embargo, que la experiencia de las tres últimas décadas ha demostrado que las luchas sociales por sí mismas no son suficientes para detener la deriva de derechas y restablecer una dinámica de avances sociales que implique la superación de las estrategias defensivas y la cristalización de un proyecto alternativo positivo, auténticamente social y democrático. Un proyecto de esta naturaleza tendrá que saber inscribirse, por la fuerza de las cosas, en una perspectiva más amplia y más larga, cuestionando de nuevo al orden mundial imperialista y al subsistema europeo atlantista que lo sostiene. Las condiciones de emergencia de las visiones de esta amplitud y de las estrategias de acción que avanzan en esta misma dirección, tendrán que ser recordadas y constituir el núcleo de los programas de debate de la izquierda radical, tanto en Francia como en el resto de Europa y en todo el mundo.

Samir Amin
TopoExpress
Texto de Samir Amin traducido por Josep Sarret para El Viejo Topo.

martes, junio 27, 2017

Mateo Fossa, el dirigente obrero argentino que conoció a Trotsky



Fue el referente de la huelga de la construcción de los años 30 y adhirió a la IV Internacional luego de su encuentro con Trotsky en México.

En el año 1938, Fossa llega a la tierra de la revolución mexicana liderada por Villa y Zapata hacia el Congreso obrero latinoamericano montado por la Internacional Comunista dirigida en esa época por Stalin. Allí tuvo la experiencia directa con esa burocracia cuando le impidieron participar a pesar de representar alrededor de 28 organizaciones incluyendo 24 sindicatos independientes de la Argentina. ¿La razón? Su voz disidente contra el PC en Argentina, partido en el que había participado un tiempo pero con el que luego presentó profundas diferencias.
Esta actitud, sin embargo, le permitió ponerse en contacto con Van Heijenoort, secretario del dirigente de la Revolución Rusa que lo llevó hasta él. León Trotsky se encontraba exiliado en México luego de una larga travesía y desesperada búsqueda de asilo a lo largo y ancho del mundo. En un intento de impedir que su lucha contra la burocratización de la URSS se contagiara, había sido deportado por Stalin a Alma Ata, al sur de la URSS en 1928, y en 1929 a Prinkipo, una isla de Turquía. Pero fue recién por medio del reconocido muralista mexicano Diego Rivera que logró que el presidente Lázaro Cárdenas le diera el único asilo político en el mundo, con la promesa, eso sí de no pronunciarse por la política nacional mexicana. Trotsky y Natalia Sedova arribaron a Tampico el 9 de enero de 1937.
A pesar de la hostilidad y persecución en la que se encontraba, Fossa relata en un folleto titulado Conversando con León Trotsky que, "El hombre más perseguido de la Tierra tenía todavía fuerzas para alentar a los otros a soportar las persecuciones, insignificantes en comparación a las que él sufría. No hay que perder el coraje frente a las calumnias y las maniobras de los burócratas” me dijo". También le aconsejó hacer conocer las maniobras burocráticas que sufrió él mismo por parte de la dirección stalinista, al proletariado mexicano, cosa que hizo en una reunión organizada a tal fin, poco tiempo después.

De la Chispa a la huelga general

Antes del encuentro que marcaría su vida, este obrero nacido en el seno de una humilde familia y hábil tallador de madera, tendría un pasado militante y sindical. A la edad de 17 años, adhiere al Partido Socialista y en 1917 funda el periódico La Internacional. Durante la primera guerra mundial Fossa apoyó el a la internacionalista del PS, que se negaba a dar su respaldo a ninguno de los bandos imperialistas que participaban de la guerra y defienden la Revolución Rusa, la primera revolución que puso en pie un estado obrero, mientras que la dirección del partido encabezada por Justo apoyará a Francia y Gran Bretaña. Esta tendencia de izquierda fundará, en 1918, el Partido Socialista Internacional que luego, en 1921, se transformará en el Partido Comunista argentino.
Los pasos por el PC de Fossa van de la mano de los debates y luchas políticas que tenían lugar al interior. Ya en el PC también se integrara a su ala izquierda y es expulsado del mismo en el año 1925 al comenzar el viraje burocrático de Stalin en la URSS y la Internacional Comunista. En 1926 funda el Partido Comunista Obrero, grupo que será conocido como “los chispistas” por editar el periódico La Chispa.
Cuando vino nuevamente el ascenso de los trabajadores, allí estaba Fossa. En 1938, luego de su destacado papel en la huelga de la construcción y en la Huelga general de 1936, viaja a México.
"Camaradas: A través de las presentes líneas afirmo mi adhesión a las filas de la IV Internacional" (México, 28 de septiembre de 1938)
Durante su estadía en México, Fossa visitó tres veces la casa en la que se refugiaba Trotsky, a quien describe como "esbelto, sólido, con un aire de energía y orgullo que se reflejaba en su mirada penetrante y fuerte". Entre lo que se conoce de este encuentro se destaca la anécdota de que el dirigente de la revolución rusa cuando lo vio entrar con unas alpargatas gastadas le regaló un par de zapatos suyos.
En los relatos de este encuentro, Fossa cuenta no solo lo que conversaron sino cada detalle que llama su atención: "Trotsky hablaba bastante bien castellano y decía en francés algunas palabras que no conocía. Al lado de su escritorio tenía una mesa donde, yo creo, que había un mimeógrafo y a la derecha, un estante sobre el cual estaban los manuscritos de los trabajos que estaba realizando, que daban una idea de la tarea que lo esperaba".
Trotsky no solo dio su apreciación sobre las organizaciones y el movimiento obrero latinoamericano y argentino sino que se mostró muy interesado en saber la opinión del propio dirigente obrero, "Trotsky me hizo muchas preguntas sobre los problemas de América del Sur, a las que respondí dándole algunos elementos que me pedía. Él quería, particularmente, conocer la situación del movimiento obrero argentino"e hizo hincapié en la necesidad de asumir la tarea revolucionaria "y no dejarnos llevar por el pesimismo y la pasividad del entorno".
Corría los fines de la década del `30, un mundo convulsionado por la crisis económica y el fasismo en auge y una III Internacional que perdía todo carácter revolucionario. Trotsky luego de dar una batalla como Oposición de Izquierda, planteará que Stalin había "firmado el certificado de defunción" de la IC con el último giro hacia los Frentes Populares y fundará la IV Internacional el 3 de septiembre de 1938 rescatando las tradiciones revolucionarias del bolchevismo y aprobando como programa político, el Programa de Transición. “Estamos, -me dijo- en una encrucijada histórica de una importancia tal que, si la clase obrera no conduce victoriosamente la revolución entraremos en un período de regresión, miseria y esclavitud. No puede haber vacilación. Todos los que se sientan orgullosos revolucionarios deben continuar luchando sin ceder por la victoria del socialismo”.
En la segunda entrevista Fossa ya confiesa su decisión de adherir a la IV internacional, "debido a mi convencimiento sobre la degeneración burocrática y contrarrevolucionaria del stalinismo".
Al despedirse, Trotsky le encargó "transmitir sus cordiales saludos a los trabajadores de Argentina y su llamado a que prosiguieran sin vacilar la lucha por su emancipación, en la cual están obligados a hacer desaparecer a todos los burócratas y traidores.”
"León Trotsky cayó bajo el golpe dado impunemente por un sicario de Stalin. Lo vengaremos poniendo en práctica sus ideas y sus consignas" (Tercera entrevista)
A pesar de todos los obstáculos Trotsky con la colaboración de decena de dirigentes latinoamericanos entre los que se encontraba Fossa, publican la revista Clave entre 1938 y 1941, un intento de voz de la IV Internacional en Latinoamérica que subsiste durante algunos años luego del asesinato.
Mateo se incorpora al Grupo Obrero Revolucionario dirigido por Liborio Justo. El GOR se mostró muy activo, editando su prensa en gran tiraje -5.000 y hasta 10.000 ejemplares en ocasión del asesinato de Trotsky. Por divergencias se irá del grupo y comenzará a probar por distintos grupos trotskistas. En 1973 ingresa al Partido Socialista de los Trabajadores de Nahuel Moreno del cual, a los 77 años, será candidato a Senador por la Capital Federal.

Ivana Otero
Docente | Agrupación 9 de Abril
Nicolás Juymatan