lunes, noviembre 30, 2020

🔥 Francia: gran rechazo a la violencia policial

Entre el golpismo de Trump y el polvorín de Medio Oriente

“Los frenéticos tuits de Trump después de que se conociera la noticia del asesinato del principal científico nuclear iraní dejan en claro que su administración dio su bendición al ataque de Teherán atribuido a Israel” - Noa Landau (Haaretz, 28/11). Lo cual prueba que el atentado sionista fue ejecutado en acuerdo con la administración Trump y el príncipe heredero saudita -como denunciamos desde un principio- y apuntó a determinar y/o forzar la política del nuevo gobierno yanqui. De ahí que tras el atentado “Arabia Saudita se apresuró a negar los informes de una reunión a tres bandas el domingo entre el príncipe heredero Mohammed bin Salman, el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo y el jefe israelí Netanyahu y del Mossad, Yossi Cohen, en la ciudad costera de Neom, o por qué la visita planeada de Netanyahu a Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos, planeada para esta semana, se pospuso abruptamente” (ídem).
 Según otro periodista israelí, Anshel Pfeffer, “hay dos posibles explicaciones para el momento del asesinato de Mohsen Fakhrizadeh. Ambos están vinculados a la toma de posesión de Biden el 20 de enero, y ambos son de riesgo extremadamente alto” (ídem). La primera explicación: “Israel tuvo oportunidades en el pasado para matar a Fakhrizadeh pero se abstuvo de hacerlo, ya sea porque no tenía el respaldo estadounidense o porque no vio la necesidad de mover el barco. El régimen de Israel, como el de Teherán, no tiene claro la política de Biden en Irán y, por lo tanto, decidió aprovechar los últimos días de Trump en el poder. La segunda explicación es que Israel asesinó a Fakhrizadeh a pedido de Estados Unidos. Israel pudo haber poseído la capacidad y la inteligencia para matarlo por un tiempo, pero no estaba ansioso por hacerlo, temiendo graves repercusiones, y porque en última instancia, la muerte de un hombre, aunque fuera el ´Padre´, haría poco daño a un programa nuclear en estado avanzado. En este escenario, Israel actuó a instancias de los halcones anti-Irán en la administración Trump que están tratando de dificultar que sus sucesores se involucren en la vuelta al acuerdo Obama con ese país” (ídem). Según Noa Landau “Trump podría pretender dejar tierra arrasada al irse. Netanyahu estaría feliz de prestarle un encendedor” (ídem). 
Según este análisis Trump y los halcones sionistas querrían precipitar una acción de represalia iraní frente a la seguidilla creciente de atentados sionistas contra ese país en el último año —del cual el asesinato de Fakhrizadeh ha trasvasado todos los límites— para desencadenar una ofensiva militar en regla antes de dejar la Casa Blanca el 20 de enero, de la mano de Israel, Arabia Saudita y los emiratos del Golfo Pérsico. 
 ¿Sería esto un anzuelo de Trump y la clique que le responde en el Pentágono para compensar la oposición que ha concitado en las FF.AA. yanquis las retiradas que ordenó de efectivos militares en toda la región en los últimos dos años, desde Siria a Irak? No sólo esto. Trump precisa esconder tras sus bravuconadas su política errática en Medio Oriente que ha desconcertado a amplios sectores del imperialismo yanqui y mundial: recientemente, inició negociaciones con los talibanes en Afganistán y tras más de 10 años de guerra civil les ofrece virtualmente volver al gobierno. 
 Trump se jactó de ser el enemigo de las organizaciones “terroristas” entre las que destacó siempre a Al Qaeda, los talibanes, el Hezbolláh libanés y el propio gobierno iraní. Días atrás uno de los más calificados analistas internacionales de Haaretz denunció por esto que “Trump le deja a Biden un precedente: se puede negociar con los terroristas” (Zvi Bar'el, 21/11). Ahora, menos de un año después del atentado yanki en el aeropuerto de Bagdag contra el iraní Gral. Soleimani y todo su séquito —eliminados con drones y misiles— Trump transó con el gobierno irakí una retirada parcial de efectivos, tras el reclamó por unanimidad del parlamento irakí de la retirada de los 3.500 efectivos yanquis que aún permanecían allí. Trump ya comprometió la salida de mil hombres estos días. 
 Más recientemente, en otra voltereta, la administración Trump reconoció también que no hay posibilidad de gobierno en El Líbano sin la participación de la organización chiíta Hezbolláh, allanándose a lo que dice hace mucho la minoría cristiana maronita —la gran burguesía libanesa — en oposición a lo que reclama Macron (Francia ha sido la potencia histórica que dominó El Líbano). 
 ¿Es como sostiene el último de los analistas citados quien tituló el día de las elecciones yanquis “al lograr lo imposible, Trump puede dejar el Medio Oriente peor de lo que lo encontró”? (Haaretz, 3/11). 
 Última cuestión: ¿Y Palestina? Aquí se cruzan dos cuestiones: por el lado israelí es claro que las movilizaciones anti-Netanyahu que se desenvuelven semanalmente y no decrecen hace casi 6 meses, han sido acotadas a reclamos contra la corrupción. La movilización no ha rozado nunca la defensa de los derechos del pueblo palestino (tampoco después del atentado) y esto ha provocado una escisión con la minoría palestina israelí que no tiene ninguna intervención en esas movilizaciones democráticas. A su manera los representantes parlamentarios árabes en la Knesset cerraron filas con Netanyahu. 
 ¿Y por el lado palestino? “Hamas está de luto por la victoria de Biden, (en cambio) Abbas está celebrando” (Muhammad Shehada, Haaretz, 10/11). Bajo el plan de “paz” de Trump, de enero último, Abbas fue el gran perdedor. Los cuestionamientos a su jefatura lo obligaron a abrir negociaciones con Hamas (los islamistas gobiernan Gaza) y se habían anunciado elecciones para la “unificación” nacional. Tras las elecciones yanquis Abbas encontró la excusa para retomar la “coordinación formal” con Israel (la cual en verdad nunca cesó) y pateó el tablero de las elecciones palestinas que se habían anunciado.

 Norberto Malaj 
29/11/2020

Francia: multitudinarias marchas contra la ´ley de seguridad´ de Macro

Quinientas mil personas marcharon en toda Francia contra la ley de seguridad global impulsada por Macron. 
 Esta ley prevé la ampliación de las prerrogativas de la policía municipal, restringir la difusión de la imagen de los policías, equipar a la policía con cámaras peatonales para generalizar el reconocimiento facial. Los artículos 21, 22, 24 de la ley de Seguridad Global prohíbe grabar a los policías, permiten interrogar a los periodistas tras detenerlos en las protestas, usar drones, y avanzar en la privatización de la seguridad, una tercerización de la represión. En Le Parisien, la semana pasada el ministro del Interior, Gerald Darmanin, ´denunció´ el clima de intimidación que padece la policía. Según el ministro, “el cáncer de la sociedad es la falta de respeto hacia la autoridad”. 
 “La policía francesa está sometida, desde hace años, a mucho estrés, por la lucha antiterrorista, la delincuencia al alza, el acoso a las comisarías en los barrios difíciles y las continuas protestas en la calle. Los agentes son víctimas asimismo de muchas agresiones. Según un estudio hecho por el diario Le Figaro, la violencia contra la policía se ha multiplicado por dos en los últimos quince años. Los suicidios de policías y gendarmes suponen una auténtica epidemia” (lavangurdia, 25/11). 
 En París se reunieron más de 150 mil personas para repudiar esta ley de impunidad. En una movilización que iba desde la Plaza Nation hasta la plaza Bastille, se reunieron organismos de derechos humanos, periodistas, sindicatos, organizaciones sociales y víctimas de la represión policial, para repudiar esta ley aprobada por la cámara baja el miércoles pasado, bajo la coordinación del agrupamiento #StopLoiSécuritéGlobale. En muchas alcaldías de Francia gobernadas por la alianza de Verdes, PS o PCF, las movilizaciones fueron encabezadas por los alcaldes. Según cifras del Ministerio del Interior, 46.000 personas se movilizaron en la capital. A partir de las 13 horas, un grupo de chalecos amarillos ocupó la Place de la République al grito de “¡Libertad! Libertad!”. Miles de personas salieron a las calles de Lyon (13.000), Burdeos (6.000) o incluso Montpellier (5.000). La violencia policial durante la manifestación no se hizo esperar. Frente a la represión policial, los manifestantes hicieron barricadas en diferentes puntos durante toda la jornada. 
La violencia generada por el accionar de la policía fue buscada por el gobierno para justificar la represión y victimizarse. Darmanin, a las 19 horas dijo que condenaba la “violencia inaceptable contra la policía”. Pero la fiscalía de París anunció en ese momento de la tarde que ya había puesto a veintisiete personas bajo custodia policial (Le Monde).
 Un fotógrafo independiente de origen sirio, colaborador de Polka y Agence France-Presse (AFP), Ameer Al Halbi, de 24 años, fue hospitalizado con la nariz rota. Según la Asociación Reporteros sin Fronteras que denunció la “inaceptable” violencia policial contra el fotógrafo sirio, herido durante la marcha parisina, el ataque policial se había producido antes de las 14 horas. Según el Ministerio del Interior, 62 personas resultaron heridas entre la policía (incluidas 23 en París) y 81 personas arrestadas. “Ya no podemos hablar de democracia en un estado que prohíbe a los periodistas tomar fotos” dijo un trabajador de prensa (Le Monde, 28/11). En las últimas semanas hubo un crecimiento de la violencia policial y la islamofobia. Miles se habían movilizado el martes 17 y sábado 21 de noviembre en todo el país para denunciar la ley de Macron. El lunes por la noche se evacuó brutalmente un campamento de 400 migrantes en París. Las imágenes de la policía dando patadas a quienes se manifestaban provocaron escándalo y duras reacciones políticas. También se pudo observar a través de las cámaras de seguridad la golpiza a un productor de música negro por parte de cuatro policías que entraron a su negocio y lo molieron a palos. Las grabaciones de video de estas escenas se han visto millones de veces en las redes sociales. 
 La polémica fue tal que Matignon había resuelto anunciar una nueva reescritura del texto de la Ley por parte de una “comisión” independiente (Le Monde), pero luego dijeron que se trató de un malentendido (Nouvelobs, 29/11). El encardo de relaciones parlamentarias, Marc Fesneau, dijo que en el polémico artículo 24, “todavía necesita ser perfeccionado”, y se anuncia desde el Parlamento, “meses de trabajo” (Franceinfo, 29/11), prometen “trabajar con sindicatos y asociaciones de periodistas”. 
 La violencia policial un tema recurrente. Durante las movilizaciones de los chalecos amarillos hubieron numerosos heridos y manifestantes tuertos por el impacto de balas de goma o por granadas lacrimógenas. En Marsella una mujer murió por una herida en un ojo. También se repiten asesinatos policiales como el de Adama Traoré. 

 Represión contra las protestas 

El objetivo de Macron fue hacer una ley para prevenir las protestas sociales, reducir las libertades democráticas y de prensa. Pero este intento se da de bruces con la crisis económica y sanitaria que se desarrolla irrefrenablemente. En Francia, durante el tercer trimestre, se perdieron 1 millón de puestos de trabajo. Los despidos y las suspensiones se acumulan en turismo, en la industria automotriz y en comercio. La crisis sanitaria no cesa, y mientras trascurre una la segunda ola, ya se anuncia una tercera. Los ataques contra los inmigrantes sin papeles que reclaman legalizar su condición, los ataques racistas de la policía o las leyes “separatistas” e islamofóbicas, muestran tendencias reaccionarias del “liberal” Macron. La policía había anunciado que no puede “operar” con la actual legislación, porque estarías descubierta por la justicia y el poder legislativo, lo que constituye una crisis al interior de las fuerzas de represión. La V República está en crisis, la respuesta que se da a la crisis sanitaria, económica, política y ecológica es la represión y el cercenamiento de las libertades. 

 Emiliano Monge 
 29/11/2020

¿Qué destino tendrá la carta al FMI?


Los senadores oficialistas cuestionaron el préstamo del Fondo 

 Siempre se señaló que el acuerdo firmado con el FMI estaba viciado de nulidad y que el Fondo había burlado sus propios estatutos a sabiendas de lo que hacía.
 Las objeciones al préstamo otorgado por el FMI están ahora expuestas con mucho detalle y fundamento en la carta que el bloque de senadores oficialistas enviara al organismo multilateral. El tema es ahora qué hacer con ella. 
 La carta dirigida a la directora gerente, Kristalina Georgieva, recorta un momento particular dentro de la larga y tortuosa relación de nuestro país con el organismo y se hace pública cuando la misión del FMI estaba auscultando las cuentas públicas -paso previo a un nuevo acuerdo- y el ministro Guzmán daba inicio a las negociaciones para lograrlo.
 El envío dio lugar a numerosas interpretaciones pero lo que más sorprendió a unos y otros es el tono de la carta. Riguroso en las fuentes y fuertemente crítico del proceso de otorgamiento del préstamo. Este columnista no ha encontrado antecedentes en el plano internacional de una misiva de ese tenor, a tal punto que los medios hegemónicos no vacilaron en caracterizarla de «belicosa» o de «violenta o casi violenta» (Clarín), «Que demoniza al Fondo y lo pone a la defensiva» (Nación). 

 Corresponsabilidad 

 Lo que aquí nos interesa destacar es la orientación del escrito. En primer lugar apunta a definir la corresponsabilidad en ese préstamo. Define el fracaso del acuerdo firmado en 2018 por la administración Macri y remarca «la necesidad de entender qué es lo que falló cuando se gestionaron los fondos» que «tan irresponsablemente ese organismo le prestó a la Argentina». De inmediato aclara por qué es importante entenderlo «porque de ello se deriva la responsabilidad de cada parte».
 En paralelo se pregunta sobre los criterios utilizados por el Fondo para otorgar el préstamo más grande de su historia, que por otra parte superaba ampliamente la relación monto adjudicado/derechos especiales de giro, según lo establecen las normas internas del organismo. Más aún cuando Argentina mostraba serias dificultades económicas que no permitían inferir que dispondría de los recursos necesarios para hacer frente a los compromisos asumidos. Encuentra la respuesta en la información suministrada por Claver Carone, actual titular del BID y antiguo director del FMI, que afirma que fue una decisión del presidente Trump para ayudar a Mauricio Macri, a quien consideraba un aliado estratégico, a ganar las elecciones presidenciales de 2019. 
 Luego los senadores detallan los vicios procedimentales en que habría incurrido la administración Macri, saltearse varios procedimientos estipulados en normas y leyes vigentes para tomar deuda. Asimismo señalan que en el desarrollo del préstamo se utilizaron buena parte de esos recursos para financiar salida de capitales en forma sostenida, lo que a pedido de nuestro país fue autorizado por funcionarios del Fondo, con lo que estaban violando el artículo VI de su carta orgánica. 

 Reconocimiento 

 Un trascendido periodístico -Carlos Burgueño en Ambito Financiero- da cuenta de que uno de los integrantes de la comitiva del FMI asumió como ciertas las acusaciones de los senadores: «Están en lo correcto, se subsidió el precio de la divisa para que se retiraran fondos del sistema financiero local», dijo un funcionario, y agregó: «es un error hablar de fuga, sino que es retirada ilegal de fondos». 
 Finalmente la carta concluye solicitando que el FMI «se abstengan de exigir o condicionar las políticas económicas de la Argentina por los próximos años» y en cuanto a la refinanciación proponen reconsideración de intereses (algo posible ya que los intereses de un programa de facilidades extendidas normalmente son más bajos que los de un stand by), comenzar con los pagos anuales en 2025 (ya solicitado por Guzmán) y varias décadas para pagar el préstamo (una excepcionalidad que difícilmente el Fondo pueda aceptar). 
 Por el momento en que fue dada a conocer la carta tuvo un claro impacto disruptivo. Es considerada por el establishment y buena parte del FdT como políticamente incorrecta, es decir no se ajusta a los cánones establecidos desde siempre. 
 No solo coincide con el momento de las negociaciones sino también con las medidas que el ministro Guzmán está tomando para reducir el déficit de este año y la aprobación del Presupuesto 2021, que contiene la eliminación de gastos por Covid 19, para lograr un déficit fiscal primario de 4,5 por ciento (o tal vez menos). El objetivo: mostrar al FMI que se va en un sendero de «consistencia» fiscal.

 ¿Qué destino? 

 ¿Qué pasará con esta carta? ¿Correrá la misma suerte que el excelente informe que elaborara el BCRA -Formación de Activos Externos 2015-2019- a pedido del Presidente de la Nación y que finalmente terminara convertido en «paper» académico sin resolución operativa alguna? ¿Se convertirá en una referencia solo testimonial? ¿O será el primer paso para profundizar una investigación seria que concluya en una auditoria de lo actuado en el pedido y aprobación del préstamo? Varios de los senadores firmantes integran la Bicameral de la Deuda, ¿Se girará esta carta a esa comisión, y en ese caso qué se hará esta con ella?
 Numerosas organizaciones que conforman el Espacio Producción y Trabajo se han expresado contra los condicionamientos del FMI que «inhiben la prioritaria recuperación económica y social». La Autoconvocatoria por la Suspensión de los Pagos y la Investigación de la Deuda viene desarrollando actividades en todo el país bajo ese lema. El FIT y otras fuerzas de izquierda menores han denunciado el endeudamiento. 
 La firma de la Carta de Intención con el Fondo se ha postergado por lo menos hasta febrero del próximo año. Es la oportunidad de suspender las negociaciones y avanzar en la investigación. Hay tiempo suficiente, las huellas de semejante estafa están frescas todavía. Es el momento para que todas las fuerzas (los trabajadores, los movimientos sociales) las izquierdas populares y las anticapitalistas converjan en una amplia movilización y presionen para que esta investigación se concrete a la brevedad. No es poco lo que está en juego.

 Eduardo Lucita, integrante del colectivo EDI (Economistas de Izquierda).

domingo, noviembre 29, 2020

Palestina, historia de una colonización.

Largo Caballero, la memoria (y el proceso contra el POUM)


Cuando un personaje como Abascal declara que el cine español se encuentra en la “extrema izquierda”, está sin duda pensando quizás especialmente, en la batalla de las interpretaciones que ha encontrado en este terreno un escenario de primera línea que expresa la realidad de un movimiento social que irrita a los apologistas de la dictadura y el crimen. Después de los años de la apología de la Cruzada, se fue imponiendo una evolución desde la “España nacional” que se fue ajustando al discurso reformista. Esta variación fue representada por el inefable Ricardo de la Cierva, ministro de la UCD luego militante del PP, que aprovechó a fondo todo las enormes infraestructura del “viejo régimen”, para comenzar a tratar de ajustar cuentas pero sobre todo para dejar claro que el franquismo había situado a la izquierda obrerista de los años treinta en una situación en la que no podían aspirar a mucho, sí acaso a gestionar el sistema olvidando su programa original, como fue el caso del Carrillo “hombre de Estado” y del PSOE recreado en Suresnes.
 Obviamente, a la derecha se le hizo necesaria una puesta al día de una bibliografía sobre la que no había hecho más que crecer el desprestigio. De hecho, después de la victoria Aliada, la dimensión fascista fue sustituida por la anticomunista, la empleada de comodín de todos los regímenes de tipo fascista como lo fue el de Videla o Pinochet, ambos discípulos aventajado del mito de 19 julio del 36: que venían los comunistas. Un mito que Herbert J. Southwood destruyó al detalle ya que, por aquel entonces, el movimiento comunista internacional había renunciado a cualquier proyecto revolucionario. De hecho, los célebres “procesos de Moscú” encajaban en los planes de Stalin en un doble sentido: de un lado exterminaba toda oposición llamada “trotskista”, de otro demostraba a las potencias liberales que nadie, y menos que nadie los comunistas, querían la revolución. 
 Se desarrolló toda una puesta al día en el que el “bando nacional” trataba de confundir con los Aliados más anticomunistas, tratando de subrayar el carácter revolucionario del bando republicano, en definitiva buscando puntos de encuentros con el neoliberalismo que entendía a Franco como un “autoritario” y al comunismo como un “totalitarismo”… Una medida financiada pródigamente desde la FAES, con autores como Pío Moa y Stanley Payne y buena parte del imperio mediático que asumía una nueva historia oficial: la monárquica con una derecha (PP) y con una izquierda (PSOE). La finalidad central era reforzar una nueva derecha “sin complejos”, que no aceptaba ninguna “superioridad moral” de la izquierda con la ayuda de la rampante historiografía neoliberal. Se asienta en la equidistancia inherente a la nueva “historia oficial”. Desde esta la derecha “nacional” tuerce el bastón negando que la República fuese realmente una democracia, afirmando que resultó desbordada por el “totalitarismo” izquierdista en el que el PSOE (Largo Caballero), el “estalinismo” y la “extrema izquierda” se dan la mano. 
 Es la excusa del PP para no condenar el franquismo, antes –dicen- habría que condenar los de 1934, el 6 de Octubre catalán. Por cierto, una fecha que se convirtió en un ejemplo de “lo que no había que hacer” del catalanismo conservador según el cual Cataluña había sido “oasis” agredido por los extremos, una perspectiva que ha cambiado radicalmente con la irrupción de un proyecto republicano nacional y social catalán. Este esquema fue asumido por una nada despreciable “intelligentzia” ex-izquierdista –la de los arrepentidos- de la que Fernando Savater sería el ejemplo más claro que ha caído en el área de “superación de los odios” que predica Ciudadanos. Se trata de un revisionismo que la guerra, el franquismo y su herencia resulten olvidados, y de paso que los de la “Memoria histórica” acaben de “dejar de tocar los cojones” como proclamó el último directo de TVE en nombre del PP. Pero para nosotros la “batalla de la interpretación” sigue siendo la más importante y bajo ningún pretexto podemos permitir que el legado franquista sigue como el punto de partida de un conglomerado en cuyo vértice está la Casa Real, y su expresión más militante y esperpéntica, VOX. Y uno de los primeros deberes del “nuevo régimen” fue contar con su propia “historia oficial”. Y lo primero que dejaba claro lo dijo precozmente el que había sido Octavio Paz en 1987: “al final de cuentas, la guerra civil la había ganado la monarquía”, una monarquía agradecida que tuvo un paréntesis con Franco que fue un “monarca absoluto” como ninguno. 

Pepe Gutiérrez-Álvarez

 Anexo Declaraciones de Largo Caballero, Araquistáin y Federica Montseny 
 Declaración de Francisco Largo Caballero. 

 Defensor. — ¿Vd. era presidente del Consejo de Ministros y Ministro de la Guerra, cuando los sucesos de Mayo?
— Sí, señor.
 — Recuerda que alguna vez el Subsecretario Sr. Llopis le hablara de haber tenido una conferencia telefónica o telegráfica con Barcelona precisamente con el Subsecretario de la Presidencia de la Generalidad, Sr. Martín Rouret?
 — No hago memoria de eso. 
 — Las informaciones que Vd. recogió acerca de los sucesos de Mayo, ¿le inducían a creer que el POUM era el que habla provocado? 
— No me inducía a creer eso. Los sucesos de Barcelona me inducían a creer que lo que había estallado era la pugna que existía entre todos los elementos políticos de Cataluña y especialmente en Barcelona, que ya hacía tiempo estaba efectuándose.
 — ¿Vd. cree que los sucesos de Mayo eran una cosa antirrepublicana en que se tendía a derrocar el régimen? 
— De ninguna manera; no tengo ningún dato de eso. 
 — ¿A Vd. le ha sido pedida, según ha manifestado en algún acto público, la disolución gubernativa del POUM?
 — Sí. Fiscal.
 — ¿En qué época? 
— Debió ser hacia el 10 de Mayo, poco antes de la crisis. 
— ¿La contestación de Vd…?. 
— Yo me negué a disolver; no el POUM, sino cualquier otro organismo político o sindical. Yo no lo disolvía gubernativamente. Le manifesté que llevaba cincuenta años trabajando para que no se pudiera disolver de manera gubernativa ninguna organización, y que si había alguna organización que faltase a la Ley, que la llevase a los Tribunales y que éstos, por sentencia, hiciesen lo que tuvieran que hacer. — ¿Alguna conferencia telefónica sostenida por Vd. oficialmente, fue saboteada o interrumpida en la Telefónica, antes de los sucesos de Mayo? 
— Generalmente, en aquellos tiempos, no con Barcelona, con cualquier Sitio donde se telefoneaba, había siempre dificultades. No en casos concretos. En general, casi todas las comunicaciones que había de tener resultaron, no diré yo boicoteadas, pero que había dificultades para realizarlas. Pero así, concretamente las de Barcelona, no.
 — ¿Ni que por ese motivo se diera orden le incautación desde el Gobierno Central? 
–No tengo conocimiento de que porque no hubiera podido comunicar por teléfono se diese la orden de incautación. Noticia ninguna. 
— Vd. recuerda, cuando Don Virgilio Llanos fue enviado aquí como Comisario del Ejército del Este, que se le dijera que había de tener mucho cuidado con las fuerzas militares del POUM, como recomendación especial?. 
— Yo, por mi parte, no le dije nada. 
— Vd. tenía un Secretario llamado Aguirre. Vd. cree que éste ¿Pudo hacerlo por sí? Me extraña que el Secretario particular mío dijese a una persona que viniese aquí que tuviera cuidado no con el POUM, sino con nadie. No tenía por qué decirlo. ¿Vd. recuerda a alguno de los encartados, aunque no por su fisonomía, sí por sus nombres, como militantes antiguos en las organizaciones obreras?
—Si, a Andrade, a Gorkin,..
 –Conoció a Andrés Nin?
– A ese le conocí yo, porque pertenecía al Partido socialista aquí, en Barcelona e hicimos juntos campaña de propaganda hablando él en catalán y yo en castellano, por todas las provincias de Cataluña. –¿Vd: tenía a algunos de estos, los tiene, como posibles simpatizantes del fascismo? ¿En su concepto particular de Vd.? .
 — En mi concepto… que son unos intransigentes en sus ideas y que luchan por ello… Pero por otras cosas, no. 
 — De la organización del Ejército, las Divisiones ya formadas mientras Vd. fue Ministro de la Guerra, ¿dependían del Mando Militar o de sus organización políticas?
–— Según donde fuese. 
 — Me refiero a Cataluña.
 — En Cataluña hasta cerca de Mayo, dependían de sus organizaciones, Ya para antes de la crisis se estaba normalizando todo. No faltaba más que el nombramiento de mandos para que ya se encuadrase todo el Ejército que había en esta parte en el Ejército general y estuviese siempre a disposición de la República. D. 
— ¿Esto se consiguió antes de la crisis? 
 — Si; ya estaba. No recuerdo ahora como se llama el que era Comisario de Defensa. Yo estaba tratando de eso y estaba ya simplemente para hacer los nombramientos de mandos. 
— En la época anterior, cuando ellas dependían de sus organizaciones políticas, ¿la fuerza militar del POUM, era más grande, en relación con la que suponían todas las demás organizaciones? 
— Eso no lo recuerdo yo.
  Fiscal. Recuerda Vd. que el primer Gobierno que se constituyó, presidido por Vd. en Septiembre del año 36, el día 4 de ese mes, hasta el día 18 de Septiembre, el Gobierno de Vd. por su composición por su programa, como por su sabotaje sistemático contra Cataluña, ¿constituía un freno al desarrollo progresivo de la revolución y, por tanto, en la lucha contra el fascismo? 
— Tengo que rechazar la palabra sabotaje… Presidente. 
— El Sr. Fiscal, hace la pregunta, refiriéndose a algo publicado por algún periódico… 
— Los periódicos podrán decir lo que quieran. El Gobierno no hacía ningún sabotaje ni a Cataluña ni a nadie.
 — ¿Vd. lo rechaza entonces? 
— En absoluto.
 — ¿Eso lo pueden hacer los fascistas?
— Los fascistas o los equivocaos. He leído en algunos periódicos que no eran fascistas cosas censurables del Ministro de la Guerra, y no eran fascistas.
 — Estas mismas palabras —para que el testigo sepa que no es el Fiscal el que procedió así— son las que contiene la primera de las resoluciones del Comité Central del POUM del día 17 de Septiembre de 1936. ¿Recuerda Vd. que al constituirse el Gobierno segundo de Vd. con los compañeros de la CNT, la prensa internacional reaccionaria y fascista atacó con gran saña a ese Gobierno? 
— No recuerdo; pero seguramente que a los elementos reaccionarios tanto de Francia, Inglaterra y otros países no les parecería bien que entrasen elementos de la Confederación en el Gobierno. No me extrañaría seguramente. Si me pide concreto en qué periódico no lo puedo decir. En esas cosas, como ya las tiene uno bien sabidas en la vida, no se fija uno mucho.
 –. Vd., igual que todos los españoles entendíamos que ese Gobierno, Con los compañeros de la CNT, era un gran paso en la lucha contra el fascismo.
 — No sé si en este acto se podrá llegar a hablar de esas cosas. Solamente le puedo decir una cosa: cuando yo lo hice es porque lo entendí así. 
— Y ahora, una pregunta concreta: ¿significaba acaso, un peligro contra el proletariado el Gobierno de Usted?
 — Es que… la pregunta me parece. ¿Cómo le voy a decir yo, Presidente del Gobierno, de aquel Gobierno, que era un peligro para el proletariado? 
— Es que como eso lo afirmaba el Comité Ejecutivo del POUM. 
— Que afirme lo que quiera; como lo afirman otros muchos que no eran esos. Lo único que yo puedo decir es que no esos —porque yo no recuerdo haber leído eso, yo he leído otros periódicos elementos antifascistas bien probados, pues que se quejaban del Gobierno que yo presidía y hasta creían que yo no daba al Ejército todas las armas que yo tenía. Y no eran éstos; eran otros los que lo decían. 
 –¿Lo decían en el mes de Septiembre de 1936? No recuerdo la fecha.
 –¿O con posterioridad? No recuerdo si era en Septiembre o si era algo después.
–¿En septiembre del 36, podía el Gobierno entregar armas a Cataluña?
–Si no las entregó es que no las tenía. Sr. Presidente: Yo voy a leerle al testigo unas líneas del manifiesto que en 1. ° de mayo publicó el Comité Ejecutivos Porque éste atribuye al Gobierno que presidía al Excmo. Sr. Don Francisco Largo Caballero todos estos extremos; Y con se lo atribuye y lo ha mantenido en juicio diciendo que era cierto yo quiero preguntárselo aquí. Defensor.
- Me parece que el Fiscal se excede en la interpretación de las actas. 
— (Lectura de algunos párrafos). Después de la lectura de este manifiesto, reconocido por el Comité Ejecutivo, ¿un antifascista podía decir esto?
 — Lo han dicho muchos antifascistas esto. ¿Con motivo de los sucesos de Mayo, durante los cuales era Vd. Presidente; hubo alguna intervención judicial, se dio conocimiento a los Tribunales sobre los sucesos de Mayo, en Barcelona? 
— No recuerdo; solamente tengo que decir que me ha extrañado mucho.

Guerra de vacunas: coronavirus y negocios capitalistas

Engels & Marx: la literatura como dinámica de experimentación - Entrevista a Miguel Vedda

La crisis político-judicial

En ocasión del funeral de Maradona, los diarios volvieron a insistir que Alberto Fernández y Cristina de Kirchner ‘no se hablan’. La piedra de la discordia es la elección del Procurador General, el fiscal de los fiscales. CFK impulsa el proyecto que sustituye la inamovilidad del Procurador por un mandato de cinco años con opción a otros cinco, y su elección por mayoría absoluta del Senado en lugar de los dos tercios que se requieren en la actualidad. 
 El cargo ha sufrido muchos accidentes, porque los procuradores se han visto obligados a renunciar por presiones del Ejecutivo, no importa que su puesto sea vitalicio. Es lo que ocurrió con Esteban Righi, en 2012, a quien siguieron fiscales generales puestos a dedo para llenar vacancias. Es lo que se niega a hacer el último de ellos, Casal, puesto por el macrismo con carácter transitorio. El asunto sería serio en cualquier país, pero en Argentina tiene el adicional de que dos ex presidentes y sus familiares se encuentran acosados por procesos judiciales que podrían terminar en condenas. Los partidos que manejan el Congreso no logran cuadrar el círculo. 
 El cambio del método de elección y la duración del mandato podrían no pasar el escrutinio de Diputados, lo cual desataría una crisis de gobernabilidad, en momentos de impasse financiera, con un acuerdo pendiente con el FMI, cuya sanción sería objeto ahora de una votación por el mismo Congreso que no se pone de acuerdos con el Fiscal mayor. Alberto Fernández quiere en el cargo a Daniel Rafecas, un ex juez, que despachó sin menor consideración la acusación del fallecido Alberto Nisman en el asunto de ‘memorando con Irán”. Rafecas pone como condición que no se modifique el método de elección. A esta altura de la controversia, todo indica que CFK no lo quiere en el lugar, aunque Rafecas se avenga a las modificaciones del caso. Con mayoría absoluta en el Senado querría imponer a un incondicional. 
 El asunto ha cobrado mayor tensión como consecuencia de que la Cámara de Casación debe fallar en torno a la validez de las declaraciones de los ‘arrepentidos’ en el juicio por asociación ilícita contra la Vicepresidente, por las coimas denunciadas en los cuadernos de Centeno. En este proceso, los más conspicuos representantes de la burguesía argentina admiten haber sobornado al gobierno, bajo la presión, según ellos, de los funcionarios del kirchnerismo. 
 Es indudable que el acuerdo AF-CFK-SM, que permitió consagrar el Frente de Todos, llevaba el compromiso de sacar a la ex presidenta de los trances judiciales. CFK no confía, en absoluto, sin embargo, que Rafecas vaya a cumplir ese objetivo. El Presidente no ha logrado convencerla de lo contrario. El impasse resume el impasse de un sistema político desarticulado por la crisis, que además de no poder designar al Procurador, tampoco consigue hacer con los presidentes del Banco Central y otros cargos, que asumen entonces el carácter de facto. La expectativa en la ‘confianza de los inversores’ se escurre por las orillas, en especial cuando las políticas del Central y de Economía van por carriles separados. 
 La expectativa de que, en última instancia, estos impasses se resuelvan en las elecciones del año que viene es infundada, de un lado porque habrá que esperar un año, del otro lado porque sus resultados lucen inciertos. Una combinación desfavorable de circunstancias desatará una crisis de gobernabilidad. Es, en estas condiciones, que el feminismo kirchnerista sostiene que la aprobación de la ley de derecho al aborto es pan comido – cuando a todas luces una derrota a manos del clero católico y los predicadores evangélicos sería funcional a un desenlace de la crisis política desfavorable para el grupo kirchnerista.

 Jorge Altamira
 28/11/2020

Un funeral que devela la muerte del régimen político

El miércoles 25 de noviembre, tras el anuncio del fallecimiento de Diego Armando Maradona y la declaración de tres días de duelo por parte del gobierno nacional, su velatorio se convirtió en un cuadro que pintó de cuerpo entero la improvisación y el oportunismo del régimen y de sus gobiernos que, en un intento de apropiación política, (des)organizaron el funeral para el usufructo mediático de la situación.
 A lo largo de la vida de Maradona los presidentes, uno tras otro, buscaron la foto con el ídolo de multitudes para embanderarse de ̈pueblo ̈ mientras pasaban ajustes. Su muerte no fue la excepción: un acontecimiento popular, que terminó dejando adentro a los poderosos y al pueblo trabajador de la reja de la Casa Rosada para afuera. 
 Quedó a las claras que el Palacio Presidencial lejos estuvo de ser un lugar apropiado para organizar un evento de esta envergadura que implicaba recibir a miles y miles de personas que querían despedir a su ídolo en medio de la pandemia covid-19. La situación implicaba un protocolo sanitario adecuado y la coordinación de los operativos de seguridad de Nación y de la Ciudad de Buenos Aires dado que la Casa Rosada es un edificio bajo jurisdicción federal situado en jurisdicción metropolitana de la CABA.
 Lejos de ocurrir esto la improvisación fue absoluta: la gente encimada se agolpaba contra las rejas del vallado policial. Mientras nos dicen que en el período de Distanciamiento Social Preventivo y obligatorio no podemos organizar reuniones de más de diez personas, los gobiernos generan una masa humana arrojada al virus.
 Al mismo tiempo la descoordinación en materia de seguridad fue total: terminó en una represión brutal con gases lacrimógenos, heridos y detenidos en la 9 de julio que fue el costo de este intento apropiador de la figura de uno de los máximos ídolos populares del país y del mundo. Alberto Fernández y Sabina Frederic salieron a apuntar contra la policía de Larreta. "Me parece que hubo una acción desmedida de la Policía de la Ciudad, me parece que es muy evidente"; dijo el presidente en relación a los incidentes que tuvieron lugar en la 9 de Julio y la Avenida de Mayo, y sostuvo que dentro de la Casa de Gobierno la situación "nunca estuvo fuera de control". La Ministra de la cartera nacional se encargó de desmentir al Vicejefe del gobierno porteño, Diego Santilli, quien había dicho que "pasado el mediodía, nos pidieron que se cortara el avance de la fila en Avenida de Mayo y 9 de Julio". Según Frederic esa orden nunca existió.
 Más allá de los deslindes de unos y de otros, el cuadro que quedó pintado es el de un régimen político fracturado y comandado a tientas por gobiernos totalmente incapaces de organizar un velatorio y que se tiran la pelota torpemente, totalmente ajenos a la destreza de la gambeta del Diego y de las masas de trabajadores a los que dejaron con la ñata contra el vidrio sin poder despedir al hombre que, siendo humano, demasiado humano, con sus grandezas y bajezas, fue y es para millones de personas en Argentina y en el mundo un símbolo de que el pibe de Fiorito puede tomar el cielo por asalto. Un funeral para despedirlo era necesario, pero debería haber sido de cara al pueblo trabajador.

  Ana Belinco 
 28/11/2020

sábado, noviembre 28, 2020

Un viaje con Fidel

Homenaje a 200 años del nacimiento de Federico Engels

"La causa está prácticamente frenada hace 3 años" // Sergio Maldonado

Atentado criminal sionista-yanki

El mayor científico e investigador de Irán en materia nuclear, responsable de los mayores proyectos de ese carácter del país de los últimos 25 años, fue asesinado el viernes en un atentado en Teherán. Que se trató de una nueva provocación de los servicios secretos israelíes y yanquis, como el que acabó con la vida del Gral. Soleimani, una de las máximas figuras del régimen iraní en un atentado con misiles y drones en el aeropuerto de Bagdag, en enero pasado, lo dio por sobreentendido Israel que “se negó a comentar. En EE.UU., la Casa Blanca, el Pentágono, el Departamento de Estado y la CIA declinaron hacer comentarios. El equipo de transición de Biden también se negó a comentar” -Haaretz, 27/11. Sin embargo, “The New York Times citó a tres funcionarios de inteligencia que dicen que Israel estaba detrás del ataque y el ex director de la CIA, John O. Brennan, quien supervisó la organización de 2013 a 2017 y calificó el asesinato como ´un acto criminal y muy imprudente´” (ídem). Lo mismo dijeron altas fuentes de la Unión Europea. 
 El objetivo del atentado es muy claro. Los dos principales aliados de Trump en Medio Oriente, Netanyahu en Israel y el príncipe heredero saudita, junto a la administración republicana en retirada, quieren minar el propósito de Biden y la administración demócrata de volver “a unirse al acuerdo nuclear con Irán abandonado por Trump y levantar algunas sanciones económicas si Irán vuelve a cumplir con el acuerdo. Israel y la potencia regional Arabia Saudita quieren que EE.UU. permanezca fuera del acuerdo y continúe con la política de Trump de sanciones económicas máximas. Sin sugerir quién llevó a cabo el asesinato del viernes, Amos Yadlin, exjefe de inteligencia de la Fuerza de Defensa de Israel, dijo: ´Con la ventana de tiempo que queda para Trump, tal movimiento podría llevar a Irán a una respuesta violenta, lo que proporcionaría un pretexto para un ataque liderado por EE.UU. contra instalaciones nucleares iraníes´” (Oliver Holmes y Patrick Wintour, The Guardian, 28/11). 
 La nueva provocación contra Irán es una deriva de las “paces que Israel ha alcanzado con los estados árabes del Golfo y comparten su hostilidad hacia Irán. Este mes, Netanyahu viajó a Arabia Saudita y se reunió con su príncipe heredero, según funcionarios israelíes, en la primera visita informada de un líder israelí” en la historia de las relaciones de ambos países (ídem).
 Israel, la única potencia nuclear de todo Medio Oriente, ha actuado sistemáticamente como un organizador serial de atentados criminales en todo Medio Oriente: “Durante la última década, Irán ha acusado a Israel de matar al menos a cinco de sus científicos nucleares, aunque Fakhrizadeh es considerado el más importante y destacado” (ídem). Netanyahu había exhibido en público su foto dos años atrás y lo señaló como un “objetivo”, informan diversas fuentes "Recuerda ese nombre" —dijo Netanyahu según Haaretz. “En 2014, cuatro científicos nucleares sirios murieron cerca de Damasco después de que hombres armados abrieran fuego contra su autobús. Un monitor de la guerra de Siria dijo que un científico nuclear iraní también murió en el ataque” (ídem). 
 Lo más interesante del asunto es que Israel reveló días antes de este atentado “el asesinato del número 2 de Al-Qaeda”, lo que “fue un mensaje para Biden, dicen fuentes israelíes”. Pero “lo que más intrigó es el momento del anuncio, unos tres meses después del asesinato y una semana después de que Joe Biden ganara las elecciones” —dijo Yaniv Kubovich, el 17/11 en Haaretz. Este “asesinato fue precedido por una rápida visita a Israel del general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto (yanqui). El 24 de julio, dos semanas antes de la operación, Milley visitó la base aérea de Nevatim en el sur de Israel. Esta fue la segunda visita de Milley a Israel desde que asumió su cargo, la primera tuvo lugar unos días antes del asesinato de Soleimani” (ídem).
 Los antecedentes del sionismo en atentados en todo Medio Oriente, inclusive en la propia Irán sobran: a mediados de 2018 The New York Times reveló que en “una operación del Mossad a principios de este año para robar archivos relacionados con el programa nuclear de Irán irrumpieron en un almacén en una zona industrial en Teherán y, según el informe de ese diario, durante seis horas y 29 minutos por la noche, tras desactivar las alarmas, romper dos puertas, quemar docenas de cajas fuertes, huyeron de la ciudad ”robando media tonelada de archivos nucleares” (Haaretz, 16/7/18). 

 Norberto Malaj 
 28/11/2020

El asesinato de un científico iraní y el golpismo en la transición presidencial de Estados Unidos

El asesinato de Mohsen Fakhrizadeh, calificado como “el cerebro” del plan nuclear iraní, por parte de varios comandos asesinos enviados por Netanyahu, el primer ministro de Israel, no constituye una simple repetición de crímenes similares ya ejecutados en el pasado. Ocurre en un contexto excepcional, en primer lugar porque la prensa internacional reveló, hace quince días la intención de Trump de bombardear el sitio nuclear de Nataz, lo que habría podido desencadenar una guerra generalizada en el Medio Oriente.
 Tiene lugar, además, luego de una reunión secreta entre Mark Pompeo, el secretario de Estado de Trump, Mohammed ben Salman, el jefe de estado de Arabia Saudita, y Netanyahu, en donde se discutió, con toda seguridad, la política frente a Iran en medio de la transición del gobierno de Trump a Biden, que debería culminar el 20 de enero próximo, y por sobre todo las medidas de protección militar contra una represalia iraní a los crímenes del sionismo, en especial luego de la enorme destrucción causada al complejo petrolero saudi por los disparos de cohetes ejecutados por las guerrillas que combaten en Yemen, en respuesta a los bombardeos que sufren de parte de Arabia Saudita. 
 De acuerdo, de nuevo, a los medios de comunicación, el ataque militar norteamericano al centro atómico iraní tuvo que ser abortado por los altos mandos militares de Estados Unidos, contra la voluntad de Trump. La prensa israelí, por su lado, informa sin sombra de duda que la ejecución del atentado contra Fakhrizadeh fue ocultado a Ben Ganz, el ministro de Defensa de Israel. Ganz es, además, el próximo presidente ‘in pectore’ del país, en virtud de un pacto de rotación que acordó con Netanyahu. Los hechos describen el establecimiento de una camarilla internacional de características para estatales, entre Trump-Netanyahu-Ben Salman. 
 Desde el punto de vista de la política internacional, pareciera que el ‘establishment’ de Trump pretendiera, con estas acciones criminales, acorralar a Biden, que ha hecho conocer el propósito de reanudar las negociaciones acerca del plan nuclear de Irán. Para ello exige, sin embargo, que Teherán destruya el plutonio que ha acumulado desde que Estados Unidos rompió en forma unilateral los acuerdos con Irán y otras seis potencias, y cancele sus planes de investigación y desarrollo de reactores de imprescindible uso civil. Se trata, claro, de un planteo sin futuro por dos razones obvias: la primera, es que Biden no puede ofrecer ninguna garantía de cumplimiento de acuerdos, luego de lo hecho por Trump, y mientras Netanyahu siga gobernando Israel; la segunda, es que Arabía Saudita y los países del Golfo han acumulado sus propios arsenales, en la frontera misma con Irán. El gabinete de Biden, por si faltara algo, está poblado de agentes del gobierno israelí, ahora en faceta demócrata. Como consecuencia de las sanciones que Trump impuso contra los persas, la exportación de petróleo iraní cayo de dos millones de barriles diarios a ciento cincuenta mil, en tanto que los pulpos petroleros internacionales abandonaron sus planes de inversión en el país. En el marco del bloqueo, Irán registró, sin embargo, una expansión importante de la industria (para “sustituir importaciones”), así como un avance en la dominación económica por parte de los entes estatales dirigidos por la camarilla clerical.
 La dimensión más importante de la ejecución criminal protagonizada por los comandos sionistas, reside sin embargo en su significado para la política doméstica norteamericana, incluida la transición presidencial. En los últimos días Trump ha decapitado al alto mando militar que se opuso a emplear el ejército en la represión del movimiento Black Lives Matter; fue el último episodio de una repetida purga en el Pentágono. La prensa estadounidense viene señalando que Trump está llenando de agentes suyos la “planta permanente” del Estado. El reemplazo del ministro de Defensa Mark Esper por Cristopher Miller, fue acompañado por la elevación del Comando de Operaciones Especiales a la condición de cuarta arma de las Fuerzas Armadas – Aviación, Ejército, Marina. El COE comprende a los comandos de elite de las distintas armas, que se encargan de atentados, secuestros y asesinatos a lo largo de todos los continentes. De aquí en más el COE reporta en forma directa al Presidente, cuando hasta ahora las órdenes del poder ejecutivo en este terreno debían pasar por el filtro del estado mayor conjunto. En este contexto, un bombardeo al sitio nuclear de Nataz y sus eventuales consecuencias, habrían creado una situación golpista con referencia a la transición presidencial, que Trump sigue cuestionando. La campaña de Trump contra las elecciones recientes; las reuniones conspirativas con Ben Salman y Netanyahu; el intento de bombardear Iran; la purga del alto mando militar; el nuevo status para el Comando de Operaciones Especiales; todo esto conforma un diseño golpista, que trasciende el abandono de funciones por parte de Trump en enero. 
 La presentación de la presidencia de Biden como un “back to normal” (retorno a la normalidad) es completamente infundada, aunque Biden represente al poderoso establishment que entiende que Trump es una amenaza a la ‘estabiidad’ internacional e incluso a la hegemonía del imperialismo norteamericano. Netanyahu, por caso, ya está planeando incumplir el acuerdo de rotación presidencial; en la Lista Común, como se designa al frente de los partidos árabes de Israel, ha surgido una corriente favorable a apoyar a Netanyahu y su política. La guerra que se desarrolla en Libia y la guerra desatada por el turco Erdogan contra la población armenia en Azebaidjan; los choques en el Mediterráneo oriental, en torno a los yacimientos de gas, con la participación destacada de Francia, Israel, Turquía y Egipto, son parte de un enorme desequilibrio mundial con epicentro en Estados Unidos.
 Hace tiempo que la cuestión de las nuevas guerras imperialistas se encuentra en la agenda de la IV Internacional. La crisis humanitaria, social y política desatada por la pandemia ha reforzado esta cuestión, en especial cuando se anuncian cada vez con más fuerza los choques que suscita la producción y la distribución de las vacunas contra el Coronavirus. La pandemia ha mostrado todo el alcance destructivo que tiene la explotación capitalista del medio ambiente. Ahora se suma la depredación del espacio cercano. , calificado como “el cerebro” del plan nuclear iraní, por parte de varios comandos asesinos enviados por Netanyahu, el primer ministro de Israel, no constituye una simple repetición de crímenes similares ya ejecutados en el pasado. Ocurre en un contexto excepcional, en primer lugar porque la prensa internacional reveló, hace quince días la intención de Trump de bombardear el sitio nuclear de Nataz, lo que habría podido desencadenar una guerra generalizada en el Medio Oriente. 
 Tiene lugar, además, luego de una reunión secreta entre Mark Pompeo, el secretario de Estado de Trump, Mohammed ben Salman, el jefe de estado de Arabia Saudita, y Netanyahu, en donde se discutió, con toda seguridad, la política frente a Iran en medio de la transición del gobierno de Trump a Biden, que debería culminar el 20 de enero próximo, y por sobre todo las medidas de protección militar contra una represalia iraní a los crímenes del sionismo, en especial luego de la enorme destrucción causada al complejo petrolero saudi por los disparos de cohetes ejecutados por las guerrillas que combaten en Yemen, en respuesta a los bombardeos que sufren de parte de Arabia Saudita. 
 De acuerdo, de nuevo, a los medios de comunicación, el ataque militar norteamericano al centro atómico iraní tuvo que ser abortado por los altos mandos militares de Estados Unidos, contra la voluntad de Trump. La prensa israelí, por su lado, informa sin sombra de duda que la ejecución del atentado contra Fakhrizadeh fue ocultado a Ben Ganz, el ministro de Defensa de Israel. Ganz es, además, el próximo presidente ‘in pectore’ del país, en virtud de un pacto de rotación que acordó con Netanyahu. Los hechos describen el establecimiento de una camarilla internacional de características para estatales, entre Trump-Netanyahu-Ben Salman. 
 Desde el punto de vista de la política internacional, pareciera que el ‘establishment’ de Trump pretendiera, con estas acciones criminales, acorralar a Biden, que ha hecho conocer el propósito de reanudar las negociaciones acerca del plan nuclear de Irán. Para ello exige, sin embargo, que Teherán destruya el plutonio que ha acumulado desde que Estados Unidos rompió en forma unilateral los acuerdos con Irán y otras seis potencias, y cancele sus planes de investigación y desarrollo de reactores de imprescindible uso civil. Se trata, claro, de un planteo sin futuro por dos razones obvias: la primera, es que Biden no puede ofrecer ninguna garantía de cumplimiento de acuerdos, luego de lo hecho por Trump, y mientras Netanyahu siga gobernando Israel; la segunda, es que Arabía Saudita y los países del Golfo han acumulado sus propios arsenales, en la frontera misma con Irán. El gabinete de Biden, por si faltara algo, está poblado de agentes del gobierno israelí, ahora en faceta demócrata. Como consecuencia de las sanciones que Trump impuso contra los persas, la exportación de petróleo iraní cayo de dos millones de barriles diarios a ciento cincuenta mil, en tanto que los pulpos petroleros internacionales abandonaron sus planes de inversión en el país. En el marco del bloqueo, Irán registró, sin embargo, una expansión importante de la industria (para “sustituir importaciones”), así como un avance en la dominación económica por parte de los entes estatales dirigidos por la camarilla clerical. 
 La dimensión más importante de la ejecución criminal protagonizada por los comandos sionistas, reside sin embargo en su significado para la política doméstica norteamericana, incluida la transición presidencial. En los últimos días Trump ha decapitado al alto mando militar que se opuso a emplear el ejército en la represión del movimiento Black Lives Matter; fue el último episodio de una repetida purga en el Pentágono. La prensa estadounidense viene señalando que Trump está llenando de agentes suyos la “planta permanente” del Estado. El reemplazo del ministro de Defensa Mark Esper por Cristopher Miller, fue acompañado por la elevación del Comando de Operaciones Especiales a la condición de cuarta arma de las Fuerzas Armadas – Aviación, Ejército, Marina. El COE comprende a los comandos de elite de las distintas armas, que se encargan de atentados, secuestros y asesinatos a lo largo de todos los continentes. De aquí en más el COE reporta en forma directa al Presidente, cuando hasta ahora las órdenes del poder ejecutivo en este terreno debían pasar por el filtro del estado mayor conjunto. En este contexto, un bombardeo al sitio nuclear de Nataz y sus eventuales consecuencias, habrían creado una situación golpista con referencia a la transición presidencial, que Trump sigue cuestionando. La campaña de Trump contra las elecciones recientes; las reuniones conspirativas con Ben Salman y Netanyahu; el intento de bombardear Iran; la purga del alto mando militar; el nuevo status para el Comando de Operaciones Especiales; todo esto conforma un diseño golpista, que trasciende el abandono de funciones por parte de Trump en enero.
 La presentación de la presidencia de Biden como un “back to normal” (retorno a la normalidad) es completamente infundada, aunque Biden represente al poderoso establishment que entiende que Trump es una amenaza a la ‘estabiidad’ internacional e incluso a la hegemonía del imperialismo norteamericano. Netanyahu, por caso, ya está planeando incumplir el acuerdo de rotación presidencial; en la Lista Común, como se designa al frente de los partidos árabes de Israel, ha surgido una corriente favorable a apoyar a Netanyahu y su política. La guerra que se desarrolla en Libia y la guerra desatada por el turco Erdogan contra la población armenia en Azebaidjan; los choques en el Mediterráneo oriental, en torno a los yacimientos de gas, con la participación destacada de Francia, Israel, Turquía y Egipto, son parte de un enorme desequilibrio mundial con epicentro en Estados Unidos. 
 Hace tiempo que la cuestión de las nuevas guerras imperialistas se encuentra en la agenda de la IV Internacional. La crisis humanitaria, social y política desatada por la pandemia ha reforzado esta cuestión, en especial cuando se anuncian cada vez con más fuerza los choques que suscita la producción y la distribución de las vacunas contra el Coronavirus. La pandemia ha mostrado todo el alcance destructivo que tiene la explotación capitalista del medio ambiente. Ahora se suma la depredación del espacio cercano.  

Jorge Altamira
 28/11/2020

Una despedida que dio la vuelta al mundo

Durante todo el jueves 26 de noviembre a lo largo y ancho del mundo se hizo sentir el último adiós al astro del fútbol Diego Armando Maradona. India, México, Inglaterra, Siria, Italia, Brasil, Holanda y China son algunos de los países donde se hizo sentir fuertemente la movilización para despedir al Diego. 
 El evento más destacado, luego del vivido ayer en Plaza de Mayo, se dio en Nápoles, ciudad donde Maradona vistió la número 10 del Napoli entre 1984 y 1990. Allí se consagró como el ídolo máximo de la institución, el alcalde de Nápoles ya anunció que el estadio San Paolo pasará a llevar el nombre de otro santo, el de Maradona. 
 Los hinchas se concentraron desde temprano frente al estadio para despedir a su ídolo, desde ancianos hasta niños, con lágrimas en los ojos, construyeron un altar y fueron dejando distintas pertenencias para recordar al 10. Un periodista de ESPN señaló "es impresionante lo que la gente deja. Pelotas, masitas, pizzas, banderas argentinas, dibujos de chicos, cartas. Acá hay una pizza, con la propaganda de la pizzería, con la cara de Maradona" (La Nación, 27/11) 
 En la India se erigieron distintos altares en toda la ciudad para recordar a Maradona, aunque la mayoría de las personas se congregaron en la estatua en el centro de la ciudad donde se lo vé a Diego levantando la copa del mundo de México 86. En China, frente a la embajada argentina se levantó también un altar por donde miles de personas circularon durante todo el día para rendir el último homenaje.
 En Siria, que se encuentra bajo asedio constante, se pudo observar al artista Aziz Al-Asmar, desarrollando sus tareas como es costumbre sobre los edificios en ruinas tras los bombardeos, en esta ocasión para conmemorar al “genio del fútbol mundial”. Estas enormes muestras de afecto y pasión futbolero que desató la muerte de Diego Maradona muestra lo profundo que ha calado en los explotados del mundo la obra del “10” dentro de la cancha. El genio futbolístico de Maradona es indiscutible y será recordado por largas generaciones. La popularidad del fútbol y del propio jugador opaca cualquier movilización para conmemorar a cualquier otro deportista de la misma disciplina o de cualquier otra. 
 Existió otra movilización, la de los gobiernos y las asociaciones futbolísticas, que no han dudado en convertir al fútbol en un enorme negociado capitalista, del cual la propia imagen de Maradona constituye un pilar de lucro para diversos pulpos publicitarios y de otras índoles.
 Ninguna movilización “de los de abajo” pudo ser organizada “por los de arriba”, lo que marca la brecha que existe no solo en torno a los sentimientos por Diego, sino incluso a la incapacidad de los gobiernos del mundo para lograr siquiera encaminar una evocación popular.
 Maradona despertó durante décadas la pasión en todos los rincones del planeta, esa gambeta que encaraba sin miramientos a los rivales quedó grabada en la memoria de millones de trabajadores del mundo.

 Joaquín Antúnez
27/11/2020

viernes, noviembre 27, 2020

De Zurda, la película

Francia: una ley de “seguridad nacional” contra las rebeliones populares

En medio de movilizaciones en todo el país, de críticas de la prensa, organismos de DDHH y de partidos de izquierda, la Asamblea Nacional, aprobó el miércoles la polémica Ley de Seguridad Global en con 288 votos a favor, 104 en contra y 66 abstenciones. Pasará al Senado en enero. La ley prevé castigar con penas de hasta un año de cárcel y 45.000 euros de multa la difusión de imágenes, fotos o de cualquier otro elemento que permita identificar a los policías durante sus operativos.
 Para el Ministerio del Interior, Gérald Darmanin, y los sindicatos policiales, la medida ayuda a “proteger a quienes nos protegen” (Le Monde, 20/11). Marine Le Pen (Rassemblement national) elogió una disposición que va “en la dirección correcta”. 

 Impunidad y represión

 La Ley de Seguridad Integral promueve, además, la vigilancia generalizada de las protestas con drones. “Implica un sistema de vigilancia poblacional, tanto en el espacio público como en la vida privada, con sensores, cámaras, drones y reconocimiento facial. La primera parte del proyecto de ley de seguridad contiene artículos sobre la organización de las fuerzas de seguridad a nivel municipal. El artículo 4 identifica en particular situaciones que permiten el establecimiento de una fuerza de seguridad municipal especial que puede intervenir de inmediato en manifestaciones y protestas en París. Los artículos 7 al 19 proponen estructurar y fortalecer el sector de la seguridad privada” (aa, 26/11). Sin embargo, la vigilancia con drones, según el Consejo de Estado, está actualmente prohibida.
 La ley autoriza la transmisión de secuencias de video al centro de comando en tiempo real, y el reconocimiento facial de manifestantes y transeúntes; también permitirá identificar a los activistas políticos. La población y los periodistas no podrán difundir imágenes del rostro o cualquier otro elemento de identificación de un oficial de policía o gendarmería militar. En otras palabras, las imágenes de violencia cometidas por la policía ya no se pueden difundir, ni siquiera bajo la responsabilidad de un medio de comunicación. 
 El 17 de noviembre miles de personas expresaron su oposición, tanto en París como en varias ciudades de provincia, y una treintena de organizaciones, entre ellas sindicatos, la Federación Internacional de Periodistas y Reporteros sin Fronteras y Amnistía Internacional. El 21, hubo manifestación fue convocada por la Liga de Derechos Humanos, los sindicatos de periodistas, Amnesty International, Attac y más de 70 organizaciones. Las familias y grupos de víctimas de la violencia policial hablaron en la movilización de decenas de miles en París y otras ciudades. Decenas de miles se movilizaron frente a la Asamblea Nacional. A pesar de la prohibición, por parte de Macron, está prevista una marcha el sábado contra la Ley. 

 La izquierda 

Para el NPA, esta ley “constituye un paso más en el rumbo autoritario de Macron”. “Incapaz de manejar la crisis de salud y sus dramáticas consecuencias sociales, el gobierno pretende operar un destornillador de seguridad adicional atacando una vez más con violencia nuestros derechos y libertades, incluida la libertad de prensa” (letelegramme, 23/11). Desde Lutte Ouvrière dicen que se trata de un “arsenal represivo preventivo” (21/11). “Vemos como la situación pasa de un modelo de régimen autoritario a uno de vigilancia generalizada”, declaró Mélenchon.
 El Partido Socialista explica que “la respuesta al terrorismo es una vez más a través de la elaboración de una ley, cuando ya hay muchos dispositivos legislativos. Estos son los medios que necesitan los servicios policiales y judiciales, no una nueva ley (…)”. 
 Para el PCF, se trata de un “proyecto liberticida”. “Las leyes existentes ya le dan al estado todas las herramientas necesarias para actuar contra la incitación al odio y al terrorismo” (letelegramme, 23/11). Una parte de la izquierda se defiende la actual legislación represiva frente a la nueva. 
 En muchos países del mundo, incluida Francia, se registraron enormes movilizaciones y hasta rebeliones populares contra la violencia policial. La identificación de los represores y de las circunstancias y características de la represión, fueron fundamentales en detonar movilizaciones inmensas. En Brasil, Carrefour se vio obligado a cerrar sus establecimientos durante varios días, luego que se difundiera un crimen racial de su guardia de seguridad en el sector de estacionamiento de autos. Macron cree que la ley que prohíbe la difusión de los crímenes policiales, pondría fin a la rebelión popular. Lo que teme, en realidad, es la disgregación de los cuerpos policiales como consecuencia de las movilizaciones y de las penas contra los represores, y busca convertir a las fuerzas policiales en una milicia del gobierno – como ha pretendido hacerlo Bolsonaro. 

 Emiliano Monge 
 27/11/2020

India: millones fueron a la huelga general

Este jueves 26, se llevó adelante una gran huelga general de uno de los proletariados más numerosos del mundo. La medida, de 24 horas, llevó a 250 millones de trabajadores a salir a las calles en rechazo a las políticas de ajuste, privatizaciones y destrucción de la salud por parte del gobierno de Narendra Modi. Las principales federaciones sindicales del país, con la excepción de Bharatiya Mazadoor Sangh, alineado al gobierno nacional, han respaldado la huelga, al igual que muchos sindicatos no afiliados. La huelga fue caracterizada como histórica por los organizadores. También se movilizaron los pequeños agricultores, que defienden sus posesiones contra el avance confiscatorio de la agroindustria Los desocupados piden una asistencia de emergencia, de 7.500 rupias (100 dólares).mensuales y 10 kilogramos de granos alimenticios por mes para las familias.

 Economía y Covid-19

 En la India, el 1% más rico tiene cuatro veces más riqueza que el 70 % de la población más pobre - unas 950 millones de personas. Cientos de millones han perdido sus ingresos durante la pandemia; el 50 % de los niños están desnutridos. La economía de la India, se contrajo un 23,9 % en el trimestre de abril a junio y se espera que se reduzca en alrededor de un 10 % durante el año fiscal 2020-2021. Un informe del FMI concluyó que 40 millones más de indios serán empujados a la "pobreza extrema", para fines de 2020. (Wsws, 26/11) 
 La India, junto con Estados Unidos encabezan el ranking de contagios por Coronavirus. India aplicó durante los tres primeros meses de la pandemia una política de “inmunidad en rebaño”. Una cuarentena posterior no logró detener el virus, ni estuvo acompañada de las medidas sanitarias necesarias - pruebas masivas y rastreo de contactos. El resultado está a la vista: India tiene más de 9.2 millones de infecciones y casi 135.000 muertes. El virus, se ha arraigado en los tugurios de Delhi, Mumbai y otros centros urbanos y en áreas rurales donde la atención de salud pública es escasa o inexistente. 
 Este escenario es el telón de fondo de la huelga. 

Mauri Colón
 27/11/2020

🔞 Trabajo infantil en las fábricas de USA | Entrevista a Melissa Sánchez, periodista

Cuando pienso en el Che - El testimonio de Fidel

Nicolás Avellaneda: un precursor del ajuste y el endeudamiento


“Hay dos millones de argentinos que economizarán hasta sobre su hambre y su sed, para responder en una situación suprema a los compromisos de nuestra fe pública en los mercados extranjeros” -Nicolás Avellaneda.

El 25 de Noviembre de 1885, fallecía en altamar Nicolás Avellaneda. El ex-presidente argentino murió a sus 48 años como causa de una nefritis que intentó tratar sin éxito en Francia. Nacido en Tucumán el 3 de octubre de 1837, provincia por la cual será Senador electo al momento de su muerte, la carrera política de Avellaneda iniciará una vez asentado en Buenos Aires, donde ejerció el periodismo luego de recibirse como abogado en la Universidad Nacional de Córdoba. Hijo de un dirigente unitario fusilado por el rosismo, y estando identificado con el liberalismo, hará sus primeros pasos en el Partido Nacional dirigido por Bartolomé Mitre, pasando por el Partido Autonomista de Valentín Alsina, partido con el cual también romperá. Será recién bajo la presidencia de Sarmiento que Avellaneda tomará proyección nacional, donde tiene el cargo de Ministro de Justicia. Nombrado por Sarmiento como sucesor, será electo presidente el 14 de abril de 1874, imponiéndose a la fórmula del Partido Nacional encabezada por Bartolomé Mitre. 
 La presidencia de Nicolás Avellaneda (1874-1880) estará atravesada por profundas contradicciones al interior de las clases dominantes argentinas, que venía de décadas de guerra civil. Recién en 1861 se había dado la reintegración de la provincia de Buenos Aires a una república común con el resto de la Confederación Argentina. Las presidencias de Mitre, Sarmiento y Avellaneda expresaron, sin estar exenta de choques internos, una orientación de fondo común: la integración de la Argentina al mercado mundial como un exportador de materias primas, importando bienes industriales de Europa, en especial del Reino Unido. La oligarquía terrateniente se impondrá como el actor principal del escenario político argentino, relegando no sólo a las clases populares, sino también a la incipiente burguesía industrial, limitada a un desarrollo embrionario de algunas industrias manufactureras incapaces de competir con los productos europeos. En este período, hay un salto en las inversiones de capital inglés, como así también una política de fuerte endeudamiento. Marcada por conflictos internacionales, esta etapa estará atravesada por la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay en las presidencias de Mitre y Sarmiento (1864-70), por disputas con el Estado Chileno por la Patagonia y con la intención de expansión sobre los territorios ocupados por los pueblos originarios en Sur. Estos conflictos serán utilizados por los distintos gobiernos de turno, para intentar superar las divisiones internas y lograr la unidad nacional bajo un interés común: expandir las tierras disponibles para el desarrollo latifundista. Las grandes olas migratorias que vienen desde Europa desde este período hasta la primera parte del siglo XX, buscarán dotar a la Argentina de la mano de obra necesaria para el desarrollo económico que el imperialismo y la oligarquía impulsaron. 
 Habiendo tenido fuertes choques a lo largo de toda su presidencia con Mitre, Sarmiento elige a Nicolás Avellaneda, como su sucesor. Ganando el apoyo de los Autonomistas a través de un acuerdo con Valentín Alsina, Avellaneda logra así garantizar un sostén en Buenos Aires, complementando el apoyo que ya tenía de los gobernadores del interior. Bartolomé Mitre, por su parte, rechazará su candidatura y se postulará a sí mismo como candidato por el Partido Nacional. El triunfo de Avellaneda en las elecciones de abril, estará teñido por el fraude de las elecciones a diputados de un mes antes, rechazado por Mitre y una serie de militares, que habían respondido con un levantamiento armado. Asumiendo bajo esta circunstancia, y logrando reprimir el levantamiento, Avellaneda buscará acuerdos con todos estos sectores, otorgándoles una amnistía en el año 1875, año en el cual también reprimirá el levantamiento de Ricardo López Jordán en Entre Ríos. Garantizando una amnistía total en el año 1877, Avellaneda sella su acuerdo con Bartolomé Mitre, presentando una candidatura única para la gobernación de la provincia de Buenos Aires en 1878, conformando, también con el apoyo de Sarmiento y Alsina, el Partido Autonomista Nacional (PAN), un gran partido de Estado representante de la oligarquía. 
 La asunción de Avellaneda coincidió con una de las peores crisis del capitalismo mundial del siglo XIX, la crisis de 1873. En plena inserción de la Argentina al mercado mundial, y estando atravesada por una fuerte política de endeudamiento, la Argentina ingresaba a la crisis con una con burbuja financiera montada a partir de una fuerte política crediticia impulsada por el Banco Hipotecario de la Provincia de Buenos Aires. El Estado argentino, no contaba aún con una moneda nacional única, teniendo circulando en su territorio diferentes monedas. A las impresas por el Banco de la Provincia de Buenos Aires: el peso moneda corriente, para transacciones pequeñas, como el peso fuerte, para grandes transacciones, respaldados por el patrón oro, se le sumaban la posibilidad del Banco Nacional, creado por Sarmiento en 1874, de poder generar y circular moneda, lo que es rechazado por los representantes del Banco Provincia. Además, en el interior del país, circulaban también el peso boliviano, como distintas monedas extranjeras como la libra esterlina. La expansión sin límites del crédito, superó ampliamente no sólo a la circulación de papel moneda del país, sino que a la producción de mercancías real. El boom inmobiliario que esto generó, contrastó con la contracción del comercio exterior, generando un déficit en la balanza de pagos por la caída de las exportaciones. Las quiebras masivas que azotaron al país, ponían en peligro el cumplimiento del pago de la deuda externa, que componía un 45% del presupuesto nacional de ese entonces. 
 Avellaneda cumple con el pago a los acreedores a partir de una reducción nominal de un 15% de los sueldos de todos los trabajadores del estado, como así también una suba de la tarifa de los aranceles a las importaciones a de un 30% a un 40%, aumentando considerablemente el costo de vida a partir de la suba considerable del precio de bienes de primera necesidad. Las inversiones británicas, que representaban al inicio del gobierno de Avellaneda, 23 millones de libras esterlinas, verán con buenos ojos las garantías que los distintos gobiernos les daban, duplicando sus inversiones bajo la presidencia de Avellaneda. Será en este cuadro, que se abrirá una fuerte deliberación al interior de la clase capitalista sobre la posibilidad de adoptar una política librecambista o proteccionista. El propio Alsina, será quien confirme que lejos de responder a la búsqueda de desarrollar una industria nacional, la suba de aranceles tiene tan solo el objetivo de garantizar el pago de la deuda externa, mostrando los intereses a los que realmente respondía su gobierno, como así también, bajo que orientación social se organizaba el aparato productivo nacional. Sin embargo, se observará en este período, un leve desarrollo de la industria manufacturera. La incipiente burguesía nacional creaba en 1875, el Club Industrial. Mediante este brutal ajuste, la Argentina logrará salir de la crisis en 1877, continuando tomando deuda a niveles que el propio Sarmiento consideraba usuraria. 
 En este cuadro también se desarrollará uno de los primeros procesos huelguísticos importantes del país, la Huelga Tipográfica de 1878, dirigida por la Unión Tipográfica. Iniciada en agosto, esta finalizará en octubre a partir de la conquista de una suba general de salarios. 

 La campaña contra los pueblos de la Patagonia 

 La oligarquía Argentina busca avanzar sobre la Patagonia para poder hacerse de las tierras para ponerlas al servicio de la explotación agrícola. Pretende a la vez cortarle el paso al reclamo chileno sobre los mismos territorios. Las fronteras, entre el Estado argentino y la Patagonia ocupada por los pueblos originarios, habían sido desplazadas por la campaña de Rosas en 1828, aunque las poblaciones originarias habían logrado recuperar terreno en esos años. El ejército argentino, se dio durante estos años una doble política con las poblaciones originarias: además de las violentas expansiones y corrimientos de fronteras, el Estado argentino buscó cooptar a algunos sectores, lográndolo parcialmente mediante acuerdos con caciques, a quienes denominaban “indios amigos”, a quienes a cambio de su reconocimiento como ciudadanos y algunas garantías materiales, integraron al ejército. Las disputas internas que las clases dominantes tenían en este período, quedaban de lado a la hora de discutir la expansión del territorio sobre la base de la masacre de los pueblos originarios. Alsina, ministro de guerra, defendía una estrategia “defensiva”, es decir, avanzar hasta la línea compuesta por Puán, Carhué, Guaminí Trenque Lauquen, cavando una zanja y fortificando la zona. Por otro lado, Roca, comandante de frontera en ese entonces, proponía una estrategia “ofensiva”, es decir, avanzar hasta el Río Negro atacando a las poblaciones originarias en sus bases. Hasta su muerte en 1878, se llevará adelante la política defendida por Alsina. Fallecido este, y ascendido Roca, Avellaneda aprueba el plan de este último, lanzando una ofensiva en 1879. El resultado de esto es conocido: una verdadera masacre a los pueblos originarios al servicio de unas pocas familias terratenientes.
Los 6.000 soldados del ejército regular argentino, lograron avanzar fácilmente sobre los pueblos originarios, cuya capacidad armamentística oscila entre 1.800 o 2.000 hombres armados según distintos historiadores. Además de los miles de muertos, los sobrevivientes fueron apresados e incorporados al “sistema de distribución”: miles de mujeres y niños fueron repartidos a casas de familias como servicio doméstico, mientras que los hombres adultos, fueron forzados a trabajar en campos o a incorporarse al ejército. 
 Entre 1876 y 1905, el Estado se hará de 41.787.023 hectáreas, que repartirá a 1843 familias terratenientes. Bajo la presidencia de Roca, quién continuará y culminará la campaña, se repartirán en 1885 a tan solo 541 familias. El Congreso, como representante de estos sectores, “premiará” a Roca por los servicios brindados en 1887 con el regalo de 15.000 hectáreas que él mismo ayudó a usurpar mediante la campaña de ocupación. 
 La consolidación del Estado Argentino, de la cual Avellaneda fue un protagonista importante, será sobre la base de la integración al mercado mundial como un país exportador de bienes primarios, sometido a las grandes potencias y al capital financiero. El crecimiento económico que atraviesa a esta etapa, junto con el desarrollo del ferrocarril y el impresionante crecimiento demográfico que seguirá desarrollándose hasta las primeras décadas del siglo XX, coincidirá con muy malas condiciones de vida para la población trabajadora. Estas condiciones se sostendrán mediante una política represiva contra los expotados. El Estado argentino y el establecimiento de sus fronteras, algo que merece el homenaje de la historiografía nacional, nace “chorreando lodo y sangre” a partir de la Guerra de la Triple Alianza con Paraguay, como así también mediante la Campaña al Desierto emprendida por la presidencia del propio Avellaneda. 

 Maco Alonso 

 Bibliografía: 

 – Sábato, Hilda. Historia de la Argentina 1852-1890. Buenos Aires, Siglo XXI, 2012
 -Rapoport, Mario: Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2003), Buenos Aires, Emecé, 2013
 -Peña, Milcíades, Historia del Pueblo Argentino, Buenos Aires, Emecé, 2012.

Conmocion popular e internacional por Maradona

La despedida a Diego Maradona se convirtió, en cuestión de horas, en una gigantesca manifestación popular. Desde muy temprano, miles de personas coparon las inmediaciones de Plaza de Mayo y extendieron su presencia hasta la avenida 9 de Julio. La presencia conmovedora de familias enteras y jóvenes no cesó durante todo el día. 
 A nivel internacional el impacto no fue menor – en el Medio Oriente la noticia fue recibida con dolor y afecto, desde Turquía e Irán hasta la Palestina ocupada. El Mundial del 86 siguió resonando en Inglaterra y Alemania; en Nápoles fue acogida como si Maradona hubiera nacido y se hubiera criado en el territorio. Millones de personas recordaron los malabares que desplegó en partidos de fútbol extraordinarios, en todos los estadios del mundo. 
 Del lado de la Plaza de Mayo, desde muy temprano la decisión de velar a Diego en la Rosada dejaba ver sus consecuencias: de Fernández-Fernández para abajo, desfilaron los jefes políticos nacionales o municipales de toda laya y bandería política. Fue para ellos una peregrinación fúnebre por su propia absolución, porque Maradona fue largamente exprimido por ellos durante su vida, con variaciones de acuerdo a la situación siempre cambiante de la política argentina e internacional, y porque son los responsables de la mayor miseria social que ha atravesado el país desde la “década infame”, como pasaron a la historia los años 30 del siglo pasado. 
 Esto se puso enseguida en evidencia cuando, cerca del mediodía, se anunció que ya no se daría paso al ingreso a la Rosada después de las 16. El rechazo de la multitud fue respondido con represión, con palos y gases, en las inmediaciones de la Rosada y también en la 9 de Julio. Ningún régimen político logra ocultar sus limitaciones, incluidas sus lacras, menos ante un acontecimiento luctuoso, en buena parte inesperado, a pesar de los boletines médicos de la última operación del ‘crack’. Las decenas de miles de personas que concurrieron a despedir a Maradona recibieron el trato que el Estado y el régimen político les propinan a diario: la arbitrariedad, la represión, la ‘incomodidad’, incluso la hostilidad, frente a toda manifestación popular que no esté regimentada de antemano.
 Los “de arriba” pretendieron hacer de la despedida a Maradona un acto de “unidad nacional”, en medio de una crisis social inmensa. Pero apenas se pusieron de manifiesto las tensiones de un operativo improvisado, esa “unidad” perdió la careta por el camino, y asomaron, sin que nadie lo esperara, los insoportables antagonismos sociales de un país arrasado. 
 La jornada terminó con una crisis política, y un pase de facturas recíproco entre el gobierno nacional y el de Larreta. 
 La brutalidad policial, sin embargo, volvió a recibir una sonora respuesta popular horas más tarde : es la que se manifestó en la impresionante “escolta” de miles de personas que, a lo largo de la autopista y durante decenas de kilómetros, despidieron a Maradona hacia el atardecer. 
 Por cierto, de nuevo, la conmoción trascendió a la Argentina, a medida que Buenos Aires se proyectaba, por las redes sociales y los medios de comunicación, como una gigantesca tribuna del ídolo internacional, Es lo que ocurrió, en un mundo cruzado por una crisis humanitaria y por una crisis social sin precedentes, de Nápoles a Madrid, y de San Pablo a Suecia. Al final, el deporte más popular del mundo no deja de ser el campo de repercusión de las ansiedades populares. 

C omité de Redacción de Política Obrera
 26/11/2020

jueves, noviembre 26, 2020

Se fue el fútbol


Muy joven, nada más que a los 60 años, se fue Diego. Su sufrido cuerpo no pudo soportar más la inmensa carga de desarreglos personales que quebrantaron definitivamente su salud. Las exigencias de la competencia deportiva, sumadas a las que atravesó -ya fuera de la cancha- de la mano del entorno empresario y mafioso que rodea al futbol mundial, agotaron prematuramente su corazón. Los que amamos el futbol tuvimos un anticipo de lo que ese cuerpo arrastraba al verlo en su último cumpleaños en la cancha de Gimnasia, casi sin poder articular palabras y con dificultades para caminar. 
 La muerte de Diego ha sacado a la luz la “ficha médica” que muchos silenciaban: hace casi una década que orillaba la muerte. Pero había que guardar esa realidad bajo siete llaves, para seguir usufructuando de su figura. 
 Aun así, con su cuerpo a cuestas, Maradona desde su vuelta al futbol argentino como técnico fundió su imagen con la leyenda. Los hinchas rivales de todos los estadios de la Argentina, casi sin saberlo, comenzaron a rendirle un homenaje en vida. Se fue haciendo carne para todos que Diego ya era “bronce”. Quedó atrás su pasado extra-futbolístico y fue ganando el corazón de los hinchas sólo la admiración por su fútbol, una inmensa gratitud y el respeto de los logros obtenidos que se fueron agigantando con el paso del tiempo. Porque después de Maradona el fútbol argentino, ya no fue el mismo en el orden mundial. 
 Maradona sin dudas fue el mejor futbolista del mundo. Desde Fiorito hasta la pisada de la última cancha del Lobo de La Plata, corrió mucha agua bajo los puentes. En sus 60 años dejó escenas imborrables. Su gol a los ingleses, un monumento a la habilidad, al coraje y la desfachatez y el campeonato mundial del 86 mostraron al mundo entero un tipo de jugador y un estilo que estaba fuera de lo previsible y, hasta hoy, irrepetible. El verdadero crack es siempre el que rompe con el esquema establecido. Es por esto que Diego fue un revolucionario, pero entiéndase bien, del fútbol. Sólo del fútbol. El año 1986 fue el comienzo de su figura como leyenda y un idilio con los hinchas que nunca se pudo opacar. Maradona, más que Gardel, quedará para los argentinos en la historia como el inventor de la ciencia de mantenerse primero. 
 El homenaje que hoy el pueblo argentino le está brindando a Diego se inscribe entre los más grandes de la historia argentina. En su despedida se quebrará verdaderamente el “distanciamiento social”. Estarán en las calles y en la Plaza de Mayo los reos, los tenebrosos barras bravas, los hinchas genuinos de todos los clubes, y muchos desposeídos que estarán junto a él en su último adiós. Tambien estarán los poderosos empresarios del futbol y también muchos políticos patronales que darán su presente, y que se sirvieron de Maradona y su popularidad para sus propios fines, de derecha a “izquierda”. La búsqueda desesperada del abrazo de Diego, de Macri a AF, pasando por Menem, es otra prueba de la completa falta de autoridad propia de los políticos de la burguesía. 
 Refiriéndose a Diego, un escritor amante del fútbol como pocos, como lo fue el gran Eduardo Galeano, escribió en su libro “Cerrado por fútbol” que “los dioses no se jubilan, por muy humanos que sean”.
 Maradona nunca pudo regresar a la anónima multitud de donde venía. La fama, que lo había salvado de la miseria, también lo hizo prisionero. Accedió a la riqueza, se codeó con reyes y gobernantes, pero nunca zafò de un entorno que lucró con su esplendor y con su decadencia, y que pretenderá seguir lucrando aún después de su muerte. 
 Los trabajadores, los oprimidos, los jóvenes, despiden al otro Diego – el del talento inconmensurable de los 90 minutos, a lo largo y a lo ancho de todas las canchas del mundo. 

 Juan Ferro 
 26/11/2020

Santiago Maldonado: investigación independiente afirma la denuncia de desaparición forzada

Ante la paralización de la causa por la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado ocurrida el 1 de agosto de 2017, en el Pu Lof en Resistencia de Cushamen, provincia de Chubut, la familia del joven convocó al Grupo Interdisciplinario de Expertos y Expertas Independientes (GIEEI) reúne a profesionales de México, Colombia y Chile. Los investigadores coincidieron con la familia en la hipótesis de desaparición forzada seguida de muerte y afirman que hubo pistas no tomadas en cuenta por la justicia. 
 El informe que elaboró este grupo de expertos, basado en pruebas que constan en los informes de la autopsia del cuerpo de Santiago que no fueron tenidas en cuenta por los peritos ni por el juez Lleral, permite arribar a nuevas hipótesis y conclusiones. El mismo fue presentado días atrás en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y frente al Estado argentino. Entre otros, afirma que se descubrió que en las uñas y objetos personales de Santiago, se halló ADN de al menos otra persona de sexo masculino más. 
 "En ese momento lo habíamos preguntado y nos dijeron que no alcanzaba como indicio, pero ahora este informe nos ratifica que todas nuestras dudas sobre la autopsia eran correctas, como mínimo para cotejar a partir de la foto que tenemos de (el gendarme Emmanuel) Echazú sangrando", declaró Verónica Heredia, abogada de la familia (Infocielo 22/11).
 Los testimonios de los distintos efectivos de la gendarmería nacional citados por la justicia presentaron fuertes contradicciones dado que mientras unos decían que no habían llegado a la orilla del Río Chubut, donde se encontró el cuerpo de Santiago casi tres meses después del operativo de desalojo, el gendarme Echazu declaró haber estado en el lugar, pero sin encontrar a nadie. La explicación que dio sobre la herida que tenía en la cara, y que fue captada in situ en una foto que cobró gran trascendencia mediática, fue que recibió un piedrazo de parte de los integrantes de la Pu Lof. 
 En enero de 2018 y nuevamente en septiembre de 2020, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ordenó al gobierno argentino que rinda cuentas de las medidas llevadas adelante para esclarecer lo sucedido con Santiago y establecer las responsabilidades en el hecho, en un plazo inferior a los tres meses. Antes de que se venza el plazo -y luego de casi once meses de inacción gubernamental-, la secretaría de Derechos Humanos de la Nación le propuso a la familia una "solución amistosa" por la cual el Estado reconoce su responsabilidad en el hecho y se compromete a adoptar una serie de medidas para la reparación integral del caso. 
 Por ahora, puro palabrerío porque la impunidad y el encubrimiento de las fuerzas de seguridad estatales, garantizadas por los sucesivos gobiernos, conforma una política de Estado, como lo demuestra la interminable lista de casos de ´gatillo fácil´y otras víctimas de la violencia policial. Sergio Maldonado lo dice bien claro: “Hasta que no veamos resultados, todo termina siendo un amague. Desconfiamos siempre del Estado hasta que no haga lo que tiene que hacer” (Infocielo, 22/11). Es urgente el esclarecimiento de la muerte de Santiago y la condena a todos los responsables políticos y materiales. Basta de impunidad. Castigo a los culpables. El Estado es responsable. 

 Ana Belinco 
 26/11/2020

El pueblo saharaui refuerza la lucha por su independencia


Marruecos rompe el cese al fuego decretado desde 1991.

 Con una protesta y un piquete sostenido durante 3 semanas en el paso internacional de Guerguerat, que conecta el territorio ocupado de Sahara Occidental con Mauritania, el pueblo saharaui dio una muestra de que está en preparación un reforzamiento de la lucha por la independencia de este territorio que desde 1976 se encuentra ocupado por Marruecos y sus fuerzas armadas. Se trató de una acción estratégica ya que por el paso se trasladan buena parte de las riquezas saharauies expoliadas, como lo producido por la industria pesquera, fosfatos, hierro, gas y arena. El 13 de noviembre, haciendo uso del ejército de ocupación, Marruecos reprimió violentamente el piquete, lo que fue considerado por el Frente Polisario como la ruptura del alto el fuego vigente entre los ocupantes y quienes luchan por la independencia. 
 La ocupación marroquí de este árido territorio, el último resabio del imperio colonial español, fue la consecuencia de un acuerdo entre la monarquía borbónica, el régimen monárquico marroquí, Arabia Saudita y los Estados Unidos. España buscaba mantener un lugar privilegiado para sus empresas en la explotación de los recursos naturales y el imperialismo yanqui quería apuntalar a la monarquía marroquí como un aliado regional frente a otros países, como Argelia, que en el periodo orbitaban alrededor de la Unión Soviética. La nueva ocupación desplegada por Marruecos se dio sobre la base de reprimir la autodeterminación nacional del pueblo autóctono de la región, los saharauis, que dieron una enorme lucha por conseguir su independencia. El Frente Polisario, un partido – ejército favorable a la autodeterminación pero que no tiene como norte el gobierno de trabajadores, declaró en 1976 la independencia de la (parcialmente reconocida) República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y desde ese momento hasta 1991 estuvo en conflicto armado con las fuerzas de ocupación. El alto al fuego determinado por la ONU suponía la realización de un plebiscito para determinar el status que adquiriría el territorio, votación que no fue nunca llevada a cabo. 
 Así, se da un proceso que muestra a las claras la naturaleza del orden imperialista dispuesto en la “comunidad internacional” así como de la democracia española, ya que mientras la ONU debía garantizar el plebiscito, en la realidad se dedica a defender un status quo de pauperización y expoliación de los saharauis. España, por su parte, se dedica a reforzar sistemáticamente sus estrechos lazos con la monarquía marroquí de Mohamed VI. Además de ser un socio a la hora de anudar acuerdos económicos beneficiosos (en 2018 el 80% de los barcos pesqueros que operaron en aguas saharauies fueron de bandera española), Marruecos es un aliado de España en el “combate” contra la inmigración ilegal, lo que incluye jugosos subsidios para las fuerzas represivas marroquíes. Esta política está siendo continuada sin miramientos por el gobierno “progresista” del PSOE y Podemos.
 Por lo tanto, el conjunto de las estructuras políticas internacionales organizadas por el imperialismo son las garantes de la difícil situación de cientos de miles de saharauis que viven en condiciones dramáticas, en campamentos instalados en un ambiente inhóspito, y, cerca de 200 mil, en una franja de territorio que Argelia les concedió y en donde residen las autoridades de la RASD. Del total del territorio saharaui solo una parte es controlada por el gobierno del Frente Polisario, encontrándose separada del resto por un muro de 2700 kilómetros, el más largo del mundo, construido por Marruecos y defendido por sus fuerzas armadas, junto con búnkeres y campos minados.
 Desde la ruptura del cese al fuego hecha por Marruecos el 13 de noviembre, el Frente Polisario viene informando la realización de bombardeos de artillería hechos por sus fuerzas contra las instalaciones del ejército marroquí, lo que incluiría bajas y cuantiosas pérdidas materiales, no confirmadas por Marruecos e imposibles de confirmar para la prensa internacional ya que el acceso está vedado.
 La pelea por la autodeterminación y la independencia del Sahara Occidental y de su población autóctona es una justa causa que debe ser apoyada por la clase obrera de todo el mundo. De lo que se trata es no solo de apoyar las acciones de lucha de los saharauis sino de llamar a una lucha común por este objetivo a los trabajadores y la juventud marroquí que tienen sus propios motivos para enfrentar a su reaccionario gobierno, lo mismo vale para la clase obrera española que debe enfrentar al principal sostén del rey Mohamed VI. Las recientes movilizaciones en apoyo a la causa saharaui realizadas en decenas de ciudades españolas son un fuerte aliciente en ese sentido. 
 El destino del Sahara Occidental se juega en el tablero más general del mundo árabe. Este viene siendo sacudido por importantes levantamientos en los últimos años (Argelia, Líbano, Sudán, Irak e Irán). Una nueva oleada crearía condiciones más propicias para la independencia. Esa oleada debe culminar con gobiernos de trabajadores y con el final de la dominación imperialista en la región. 

 Leandro Morgan