lunes, abril 30, 2018

Detrás de las adulaciones de Trump: la irrelevancia geopolítica de Francia



El presidente francés tuvo sus tres días de “gloria” en suelo norteamericano. Visita de estado, Macron fue el primer dirigente extranjero en ser recibido con tales honores por Trump que desplegó "la más roja de las alfombras rojas". Pero detrás de estos lazos sorprendentes hasta melosos entre los dos polos del bonapartismo a ambos lados del Atlántico, uno nacionalista y el otro globalista, se oculta la irrelevancia de Francia en la geopolítica mundial más allá de todas las apariencias.

La prensa francesa se enorgullece de que Macron sea el interlocutor de Trump en Europa. Pero la realidad es que Francia tiene poco y nada que ofrecer al mandamás de la Casa Banca: en Siria el imperialismo francés es un actor menor, su intervención militar fue limitada y en Europa es Alemania quien lidera, como constata a pesar suyo el propio Macron y su plan de reforma de la UE que se choca con los obstáculos y límites de la nueva coalición en Berlín. La realidad es que el presidente francés es un “juguete” de Trump contra la política europea, en especial contra Berlín. Nada mejor que la voltereta de Macron sobre el acuerdo iraní en la reciente gira para ilustrarlo.
Mientras CNN y la prensa “mainstream” critican al presidente norteamericano, el punto vital es que ambos líderes estuvieron de acuerdo en una premisa básica: ¡el tratado con Irán es pésimo! De ahí que sin saber qué hará Trump con el actual acuerdo iraní, ambos han acordado trabajar por un "nuevo acuerdo más amplio", que incluya su programa nuclear "a largo plazo, sus actividades balísticas y su presencia en la región" incluida Siria. “Lista de exigencias iguales a la Netanyahu” así las calificó un importante observador francés.
La realidad es que como dice el especialista de defensa Jean-Dominique Merchet, es Macron el que ha cedido en toda la línea al chantaje trumpista: “En realidad, la diplomacia francesa, y más allá la europea, fue tomada como rehén por Donald Trump. Hábilmente, en enero pasado, el presidente estadounidense solicitó a los europeos (Francia, Reino Unido y Alemania) que ‘arreglaran’ (to fix) un acuerdo que él siempre consideró ‘desastroso’ y ‘terrible’. De lo contrario, lo denunciaría el 12 de mayo, un plazo impuesto por la legislación de los Estados Unidos. Emmanuel Macron tenía entonces dos posibilidades: rechazar este chantaje o aceptarlo. Lo aceptó, convencido de su capacidad personal para traer de vuelta a su interlocutor a mejores sentimientos”.
Listo el resultado “triunfal” del viaje de Macron a los Estados Unidos. En un abrir y cerrar de ojos el nuevo presidente francés entregó un proceso diplomático “multilateral” que no solo había permitido conciliar los intereses de las potencias europeas y los EEUU, sino de forma sorprendente a China y Rusia. A la vez, es una nueva bofetada en la cara al presidente iraní Rohani que había apostado a una mejora de la crítica situación económica luego del acuerdo frente a la oposición de los sectores más duros del régimen teocrático. Es que contrariamente a su expectativa -y mientras Irán aplica el acuerdo al pie de la letra según reconoce la agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA)- las amenazas que el Tesoro norteamericano continua ejerciendo sobre los bancos occidentales impiden las inversiones extranjeras en Irán y el desarrollo de los intercambios comerciales, en contra mismo de los intereses de las grandes empresas francesas como el gigante petrolero Total.
Como vemos ni una sombra de la autonomía geopolítica francesa durante el apogeo de la Guerra Fría durante el segundo reinado de De Gaulle. La realidad es que desde Mitterrand, pasando por Hollande y Sarkozy y ahora en forma aún más caricaturesca con Macron, Francia se pliega cada vez más a las exigencias de los Estados Unidos. Salvo un breve paréntesis en la década del 2000 cuando Chirac se opuso a la política norteamericana en Irak, esta es la línea fundamental. Como concluye el especialista militar antes citado, detrás de todas las adulaciones de su homólogo norteamericano, la realidad es que “Para evitar una crisis transatlántica y no repetir el escenario Chirac vs. Bush de 2003, Emmanuel Macron ha rehuido la prueba de fuerza”. Todo lo contrario, entonces, a eso que han querido presentar en los medios continuamente durante tres días.

Juan Chingo

Sube el dólar, bajan las encuestas: todo lo “sólido” se desvanece en el aire



El Banco Central subió abruptamente la tasa de referencia. Es su tercer giro en cuatro meses. Liquida reservas a un ritmo vertiginoso. La interna del gabinete y el factor político. Un combo crítico.

La reunión extraordinaria del Consejo de Política Monetaria que este viernes subió abruptamente la tasa de interés de referencia es una síntesis de la crítica situación cambiaria.
Es un volantazo agudo: la tasa queda un punto y medio arriba del nivel de diciembre, cuando el equipo económico decidió bajarla. Constituye, además, el tercer giro en la política del Banco Central en cuatro meses.
Se trata de una medida recesiva por la vía del encarecimiento del crédito productivo y al consumo. Es posible que en lo inmediato contenga el dólar. De ser así, también es una señal de que Federico Sturzenegger "controla" el dólar siempre y cuando este dispuesto a alimentar la bicicleta financiera. En el camino, resta capacidad para relajar la política si la economía se ralentiza aún más.
El alza del dólar a casi $ 21 y la liquidación reservas del Banco Central sumaron una tormenta a un Gobierno que venía atascado en su plan nada gradualista de saquear el bolsillo de los trabajadores con los tarifazos: las facturas suben, pero el rechazo es evidente en el pueblo trabajador.
En la coyuntura, las razones de la suba del dólar son múltiples y conjuga factores externos e internos. Entre los externos hay que anotar la suba de la tasa de interés del bono a diez años en Estados Unidos (una aspiradora que absorbe dólares hacia el país del norte) y la devaluación de varios países de América Latina.
Entre los internos se destaca la muy módica aplicación del impuesto a la renta financiera para los extranjeros, que es el factor que explicaría la retirada que se observó en las posiciones en Lebac. Otro elemento importante es la escalada inflacionaria. La retroalimentación entre inflación y cotización del dólar expresa problemas profundos de la economía.
A este combo habría que agregarle los inconvenientes políticos que atraviesa la coalición Cambiemos y el rol más opositor que está jugando el sector del peronismo que hasta el momento fue dador voluntario de gobernabilidad: los que acompañaron medidas de ajuste, el pago a los fondos buitres y la contrarreforma previsional.

El GPS se quedó sin señal

La autoridad monetaria perdió más de U$S 6.000 millones de reservas desde que en marzo empezó con las intervenciones cambiarias: la mayor parte la cedió esta semana. En pesos, significa una suma mayor a la robada a los jubilados con la reforma previsional.
Recursos hay, pero van a manos de los especuladores: Guillermo Nielsen, el ex secretario de Finanzas, explicó que hubo una decisión de “smartmoney” de un fondo que había invertido en Lebac y se retiró. Un botón de muestra de que las reservas del Banco Central están financiando la fuga.
Las reservas alcanzaron un nivel récord con el macrismo. Es la base sobre la cual muchos funcionarios afirman que hay dólares suficientes para defender el valor del peso, como destacó Marcos Peña.
Pero la actual constitución de reservas tiene un carácter endeble: se acrecentaron gracias una escalada inaudita de la deuda externa. Se trata de una “fortaleza” construida por el crédito del capital financiero internacional. Y que se está dilapidando a una velocidad vertiginosa.
Las condiciones para mantener las líneas de crédito internacional abiertas podrían estar pegando un viraje con la suba de la tasa del bono a 10 años en los Estados Unidos, pero también con el empantanamiento político que sufre el macrismo.
El 28 de diciembre del año pasado el equipo económico, o los “cuatro Jinetes del Apocalipsis”, como se los llamó en algún lugar, produjo un giro en la política monetaria: se trató del primer recalculo.
En aquella famosa conferencia no sólo elevó la meta inflacionaria a un 15 %, sino que también dio una señal hacia los industriales y exportadores indicando un camino de suba del dólar y de baja de la tasa de interés.
Esa política ayudó a reavivar la inflación. A lo que se sumaron los tarifazos en la energía y el transporte. Cuando se conozcan los datos de abril probablemente la inflación acumulada en el año este superando el 9 %. La meta está muerta a cuatro meses de su enunciación.
En marzo la política monetaria sufrió otra modificación: el Banco Central empezó a liquidar reservas para sostener el tipo de cambio relativamente anclado, lo cual es clave para evitar echar más leña al fuego de la inflación en medio de la pulseada paritaria que todavía no se cerró en importantes gremios: docentes, estatales nacionales, bancarios, metalúrgicos, entre otros. Lo cierto es que a pesar de ese giro el dólar volvió a dispararse.
En estos días, con la corrida sobre el peso, la autoridad monetaria pegó un tercer giro con la suba significativa de las tasas de interés que pagan las Lebac. Recordemos que en la conferencia de prensa de diciembre se anunció lo contrario.

¿Dónde está el piloto?

En cuatro meses, la orientación del Banco Central exhibió tres virajes significativos. Esto pone en alerta a los ultra defensores de la independencia de la autoridad monetaria. La gravedad de la coyuntura la expresan fanáticos de un ajuste más duro.
Es el caso de Germán Fermo, quien a pesar de rechazar que los acontecimientos de estos días conduzcan a una crisis profunda (claro que con la “pequeña” condición que los “mercados” le sigan haciendo el aguante al Gobierno con deuda externa), dice que el equipo económico “está sumamente desorientado”, que la política monetaria es para el Borda y que las iniciativas del gobierno no pueden estar guiadas por las encuestas de Durán Barba.
Las internas entre la Jefatura de Gabinete y el Banco Central, evidentes desde diciembre último, vuelven a ser expuestas alrededor de la disputa sobre cuál funcionario pagará el costo de la corrida cambiaria: Clarín develó los tironeos entre Mario Quintana y Federico Sturzenegger.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, afirmó que “reina la paz, la calma y la armonía” en el gabinete. O es una total mentira o se trata de un equipo que, lejos de ser el mejor de los últimos cincuenta años, no toma dimensión de la crisis que tiene frente a sus ojos.
Por encima de las internas de Gabinete emerge Mauricio Macri como el conductor. A la vez que van quemando las naves de la política monetaria, se quema la esperanza en el piloto.

Más allá de la coyuntura

Entre 2000 y 2014 Argentina tuvo quince años consecutivos de saldo positivo de la balanza comercial (exportaciones menos importaciones): sumó U$S 154.000 millones a un promedio de más de U$S 10.000 millones por año.
Fue un ciclo extraordinario casi sin parangón histórico. Entre 1931 y 1948 acumuló 18 años de balanza positiva, pero en medio de la convulsiva economía mundial de entreguerras.
Las condiciones internacionales de altos precios de las materias primas ayudaron al increíble resultado del nuevo milenio. El kirchnerismo liquidó esos dólares en pagos “seriales” de la deuda externa, fuga de capitales y remesas de las empresas imperialistas a sus casas centrales, aun a pesar de las restricciones del “cepo” cambiario.
En 2015 el saldo comercial volvió a ser negativo. En 2016, la devaluación inaugural del Gobierno de Cambiemos hundió la economía y permitió una recomposición débil del saldo: unos U$S 2.000 millones en terreno positivo.
Pero con el intento de recomponer la actividad para ganar las elecciones en 2017 el oficialismo aplicó varios incentivos económicos que condujeron a un rojo externo que es récord histórico: U$S 8.500 millones.
Entre enero y marzo de este año el saldo comercial acumula un rojo de U$S 2.494 millones. La sequía agropecuaria está retrayendo la liquidación de los exportadores.
No solo eso: en servicios, como el turismo, también hay números negativos.
El combo se completa con una fuga de capitales (acentuada esta semana) que muestra números escalofriantes y pagos de la deuda externa en alza.
Para León Trotsky, el valor de la moneda era una expresión sintética de la productividad de un país. El atraso económico, la baja productividad y, agreguemos, los principales resortes de la estructura económica en manos extranjeras, se expresan en una moneda nacional débil.
Por eso, en gran medida, la salida tradicional a los desequilibrios económicos ha sido la devaluación cambiaria.

Es la economía, pero también la política

Es “la economía, estúpido”, la famosa frase con la que Bill Clinton confrontó a George Bush (padre) tiene plena vigencia en la realidad argentina. No obstante, es insuficiente para entender la actual coyuntura. El factor político también está actuando.
El enorme rechazo social, en las calles y en las encuestas, que generó la reforma previsional de diciembre erosionó la imagen del Gobierno: fue un triunfo pírrico. Los tarifazos están generando un rechazo popular semejante o mayor aunque por ahora no se expresó plenamente en las calles.
En la falta de expresión callejera hay una responsabilidad de la oposición kirchnerista, de los diversos peronismos y las cúpulas sindicales que como mucho se juegan a una salida parlamentaria y esperar al 2019 o a medidas impotentes como el "velazo" frente a la magnitud del ataque.
A la crisis en la coalición del PRO con los radicales por los tarifazos, que se solucionó contingentemente y en cuotas, se agrega el anticipado renunciamiento histórico de Emilio Monzó a la presidencia de la Cámara de Diputados, y un peronismo que se esperanza, tal vez de manera exagerada, que en unidad derrota al macrismo en el balotage de 2019.
La agencia Stratfor afirma que “Si no crean resultados económicos visibles estará en riesgo la reelección de Macri”. Es la lectura de los think tank de los centros imperialistas. Señalan que el presidente se está quedando sin tiempo ¿Se tratará de análisis o de una advertencia?

Pablo Anino

Che. La peligrosa costumbre de seguir naciendo - Canal Encuentro

Fidel habla del Sistema Politico

Cuba: historia y vida en el fuego de sus luchas



Mural dedicado a José Martí, Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).

Verdaderas grandezas tuvo la nación desde antes de 1868, empezando por la rebeldía contra opresores foráneos e internos

Para la nación cubana, y no solo para ella, sería letal olvidar su historia. No por gusto la invitó a cometer tan craso error el Barack Obama que intentó neutralizarla con el camelo de la zanahoria. Así encubría la política del garrote característica de los gobiernos de su país, y que él también mantuvo, pero edulcorada al modo de la falaz «buena vecindad» ofrecida a Cuba, cuando le convino al poder cesáreo, durante la neocolonia en que este la convirtió al arrebatarle en 1898 la victoria contra el viejo colonialismo español.
El impacto propagandístico de Obama se debió, sobre todo, a que generaba esperanzas de cambio tras las pertinaces agresiones militares y económicas sostenidas desde 1959 por su país contra Cuba. Si esta olvidara su pasado se privaría de luces cardinales para valorar sus raíces, su trayectoria, su actualidad y su proyecto de futuro. Bastaría que ignorase las apetencias con que, desde que ella se formó a partir de las Trece Colonias británicas, la ha mirado la poderosa nación.
Y si olvidar el pasado o no valorarlo rectamente implica peligros, también los acarrea idealizarlos. Lo acertado es tener ideas claras sobre qué elementos de él se deben mantener o transformar, y cuáles erradicar. Ello reclama sentido crítico ante la historia, y ante la realidad contemporánea, que en el andar hacia el futuro deviene igualmente un tramo del pasado.
Sería absurdo que Cuba intentara complacer a enemigos taimados o soeces que impugnarán todo cuanto ella haga, y solo la alabarían si se entregase al imperio. Debe atender lo que le corresponda como nación, encarando desafíos como los venidos de la codicia imperialista y los que tenga o puedan surgirle en su interior.
Tanto como el olvido, el culto nostálgico de la historia puede ser desorientador, trátese de interpretarla o de reconstruir elementos materiales o de pensamiento que la representen. Eso incluye el derecho, o misión en marcha, de salvar y mantener monumentos que le pertenecen, y un ejemplo de ello es su Capitolio, erigido con el erario de la nación y con fuerza de trabajo básicamente nacional.
Pero erraría si desconociera la índole del gobierno sanguinario, sometido a los designios imperialistas, bajo el cual –emulando con el Capitolio de Washington, lo que algo significa–, se construyó esa obra. Sería más que engañoso suponerlo concebido para defender los ideales martianos, cima del afán con que en las luchas por la independencia se intentó dar a la patria bases de civilidad digna, que la República neocolonial y burguesa negó. A la Revolución le correspondería sanear el edificio hasta emplearlo en funciones legislativas de una República soberana y de pueblo.
Con la reconstrucción material del Capitolio –para insistir en el mismo ejemplo– debe quedar claro el sentido de una labor cuyos resultados estarían incompletos si solo se asociara a la salvación de una joya arquitectónica suntuosa del patrimonio nacional. Así se correría el riesgo de avalar criterios según los cuales Cuba debe «asumir las grandezas de su pasado» e «interpretar sus sombras».
Verdaderas grandezas tuvo la nación desde antes de 1868, empezando por la rebeldía contra opresores foráneos e internos. Y también pulularon no sombras, sino horrores que no cabe soslayar ni disminuir, como la opresión misma y aberraciones asociadas a ella. Una clara interpretación de esa realidad se necesita no solo como acto de erudición, sino, sobre todo, como recurso para iluminar la transformación de la realidad por caminos que busquen la altura del recorrido vital de Martí: «Vengo del sol, y al sol voy». Nada de reverenciar antros y tinieblas que ampararon la injusticia.
También para eliminar vestigios históricos se requiere luz acertada. Cuando en espacios públicos se ven señales de descuido o malos tratos a bustos de héroes, y hay quienes idealizan el pasado contra el cual la Revolución hizo justicia, sabe a crimen haber borrado el «¡Abajo Batista!» que, hasta hace poco, perduró en la pared, declarada Monumento Nacional, frente a la que fue ultimado por balas de la dictadura el líder estudiantil José Antonio Echeverría.
La permanente disposición a repudiar crímenes es un recurso válido para procurar que estos no se reproduzcan ni en grados mínimos. Lo es también el respeto que se debe profesar –como cuestión de honor para la ciudadanía– a las glorias que no cesan de dignificar a la patria, ya sean obras, acontecimientos o individualidades.
La veneración por esa historia y sus protagonistas nutre el espíritu que la nación necesita cultivar hacia su pasado y su realidad contemporánea. Irradiaciones académicas que en las décadas finales del siglo XX se desplazaron de la Europa de la OTAN a la potencia donde radica el mando de esa agresiva organización, pueden calzar al afán de menguar, o extinguir, la fuerza liberadora que a Cuba le viene de su historia. Tal afán hallaría complicidad particular en el irrespeto a valores fundacionales de la nación.
En abyectos extremos de vulgaridad y cinismo, ciertas actitudes «posmodernas» pueden ir más allá de sostener que la historia es un mero relato sin médula de realidad. Terminarían validando el irrespeto hacia hechos, héroes y heroínas, y virtudes, que la patria debe amar como el tesoro sagrado que son, a despecho de personas carentes del honor indispensable para reconocer la existencia de ese tesoro y respetarlo a la altura que merece.
Para algunos y algunas hasta conceptos como patria y decencia pueden sonar demodé. Les ocurre a quienes acatan el «cosmopolitismo» de una potencia que –lejos del internacionalismo liberador– propala ilusiones para embaucar a los pueblos que ella amenaza o agrede. Los considera «oscuros rincones del mundo» –para no citar otro juicio, más grosero, usado por el actual césar–, y en el ejercicio doloso de su autodefensa imperial dicta para sí «leyes patrióticas» de cariz fascista.
Le convendría que los pueblos menospreciaran tradiciones, gestas y fundadores que les hayan abonado el espíritu justiciero y, por tanto, antimperialista. Sería erróneo recibir del mismo modo todas las convocatorias a «humanizar» figuras extraordinarias que, por sus propias virtudes, abonan ellas mismas la mejor condición humana.
La divulgación en torno a ellas –y a los hechos que protagonizaron– debe realizarse con tino y responsabilidad. El justo fervor no tiene por qué propiciar sublimaciones que esos seres humanos y esos acontecimientos no necesitan para aparecer con la grandeza que ojos limpios y bien intencionados sabrán apreciar. Pero ciertas invitaciones a humanizarlos pueden provenir de personas que no están dispuestas a aceptar que existe la altura que a ellas les falta.
En eso pueden actuar morbos como la envidia –que comparte algo más que etimología con la invidencia moral– hacia el pensamiento y la conducta de luchadores que han trazado pautas para dignificar el mundo. Es necesario saber, digamos, por dónde van los convites a «humanizar» a Martí, a presentarlo como un «ser humano más». Puede haber «confusiones» voluntarias que desborden lo sicológico. Contra modos vulgares de valorar al Héroe, el eminente profesor José Antonio Portuondo solía blandir un refrán: «Todos estamos hechos del mismo barro, pero no es lo mismo bacín que jarro».
Hace unos años el autor de este artículo conversaba con el lúcido ensayista Ambrosio Fornet acerca de un burdo intento, hecho en Cuba, de denigrar a Martí. Fornet recordó entonces una anécdota de Bernard Shaw.
Llegado a Londres, el brillante irlandés, contrario a la dominación británica sobre su tierra, preguntó qué era lo más sagrado para los ingleses y, como le respondieron que era William Shakespeare, escribió un texto contra el eminente dramaturgo, cuyas excelencias no cabe suponer que él desconociera.
Pero ni Shakespeare, siendo tan grandes la admiración y el respeto que merece, tiene para Inglaterra una significación como la de Martí para Cuba –es su guía eterno–, ni esta nación es el opresor Reino Unido –cuya monarquía absoluta el dramaturgo defendía–, ni los detractores que le hayan nacido a Martí se acercan a la genialidad de Shaw, aunque en materia de show tengan habilidades. Son detalles, se dirá; pero no estará de más tenerlos en cuenta.

Luis Toledo Sandes | internet@granma.cu

domingo, abril 29, 2018

La lucha de los trabajadores es internacional



Un recorrido en video por un algunos de los conflictos que recorren el mundo.

Lo que está en juego en Corea



El viernes pasado, los jefes de Gobierno de Corea, norte y sur, anunciaron la firma inminente de un tratado de paz en una ceremonia cuya coreografía fue preparada con la meticulosidad característica del show político. Los mandamases de todo el mundo saludaron el apretón de manos de los mandatarios y la Bolsa de Seúl se adelantó al evento con subas elevadas. Hyundai Construcciones, mascarón de proa del capital sureño, se disparó un 28 por ciento, mientras bajaba la cotización de los seguros contra ‘defol’. El diario Financial Times (25/4), que registra la noticia, comenta que Hyundai es la compañía con mayor experiencia en el sector de construcción de Corea del Norte y que “ha trabajado en proyectos de alto perfil, incluido aquellos relacionados con hoteles en el sudeste, un estadio en Pyongyang y un complejo industrial próximo a la zona desmilitarizada”. Los “chaebol” (holdings de empresas) surcoreanos y los ‘comunistas’ norteños son viejos conocidos.

‘Fuego y Furia’

Luego de dos años de ensayos msilísticos, de parte de Norcorea, con capacidad para transportar ojivas nucleares, incluso algunos de largo alcance, que podrían alcanzar la costa oeste de Estados Unidos, ¿cómo habría que interpretar este giro aparente de 180°? En este mismo período, el gobierno de Trump trasladó una armada cargada de cohetería nuclear al noreste de Asia, con la proclamada intención de desatar “el fuego y la furia” contra Corea del Norte. Logró, además, algo en principio sorprendente – que Rusia y China se asociaran a una acentuación del embargo económico contra el régimen de Kim Jong-un. En varias oportunidades, el Financial Times citó a fuentes de China que advertían de una discusión política acerca de la posibilidad de que China pudiera acompañar a Trump en un ataque a Corea del Norte. La agencia rusa de noticias, Russia Today, dio a conocer la última advertencia de Rusia: “No podemos tolerar las pruebas nucleares de Corea del Norte cerca de nuestras fronteras” (18/4). O sea que una semana antes del ‘día histórico’ en la zona desmilitarizada de la frontera, la presión a favor de la “desnuclearización” de Corea del Norte seguía sin tregua.
Trump se apresuró a festejar el encuentro entre Kim Jong-un, el norteño, y Moon Jae-in, el sureño, como la consecuencia de su política de apriete bélico y económico extremo. Un observador especializado sostiene, sin embargo, lo contrario, porque ha sido bajo el gobierno de Trump (y en la última etapa de Obama), precisamente, cuando Norcorea realizó sus ensayos militares más significativos. De otro lado, la iniciativa adoptada por el jefe de Gobierno de Surcorea ya había sido anunciada en la campaña electoral que lo llevó a la victoria. Ha sido la orientación estratégica del centro-izquierda desde mandatos anteriores, que fue bloqueada por EEUU y por crisis internacionales.
Esta estrategia, que lleva la etiqueta de Sunshine, aboga por la penetración económica en el Norte, bajo la tutela política del estado policial en presencia. Este planteo de ‘reunificación’ de la península, que evita la unificación estatal, ganó impulso como consecuencia del hundimiento de la derecha surcoreana, opuesta al Sunshine, cuyo último gobierno terminó en la cárcel por actos de corrupción.

Capitalismo a la norcoreana

Es incuestionable, entonces, que en un marco de extorsiones internacionales excepcionales, por un lado, y amenazas de guerra y de contra guerra, por el otro, el régimen de Kim Jong-un ha acompañado la iniciativa de alcanzar un acuerdo de paz, bajo la presión de sus propios intereses sociales, como ya intentó hacerlo en el pasado. En 2009, Goldmann Sachs proyectó que el producto interno bruto de una Corea unificada podría supercar los de Francia, Alemania e incluso Japón en 30 años, apuntando a la enorme riqueza mineral de Corea del Norte. La expectativa del banco acerca de una unificación era del tipo Hong Kong-China, no de la alemana.
Ese acuerdo de paz, sin embargo, requiere el apoyo de Estados Unidos y de China, incluso porque son los firmantes del armisticio que se encuentra en vigencia desde 1953, cuando finalizó la guerra de Corea. El desafío político estratégico para las masas trabajadoras del norte y del sur, es la capacidad para imponer, por la vía de la movilización y la construcción de una alternativa política independiente, la autonomía política de Corea en su conjunto, frente a las presiones y condicionamientos del imperialismo yanqui, por un lado, y el restauracionismo capitalista chino, por el otro. Trump y el chino XI Jing-pin, están relativamente unidos en evitar que la crisis coreana derive en un proceso autonómico.
El plato fuerte de este proceso, sin embargo, todavía no ha sido servido. Aunque el ex director de la CIA y actual secretario de Estado, Mark Pompeio, se reunió con Kim en Pyonyang hace poco, los resultados de la reunión no han sido concluyentes. Corea del Norte solamente aceptaría llegar a una “desnuclearización” cuando se cumplan todas las condiciones de un acuerdo general; Trump exige que sea el punto de partida. Para Norcorea, la ‘desnuclearización’, al final del proceso diplomático, debe incluir la clausura de las bases norteamericanas en el Sur e incluso la presencia de una armada nuclear de Estados Unidos en el noreste asiático. Todo esto es lo que deberían discutir Trump y Kim en una reunión prevista, aunque sin fecha, si es que antes se aceptan las condiciones mínimas de uno y otro. El imperialismo yanqui, con todo, no tiene una posición unificada, porque para muchos grupos de poder, la exigencia de “desnuclearización” debería ser reemplazada por un control “intrusivo” de los sitios y arsenales de Corea del Norte, de modo de no dilatar un proceso de colonización económica que pondría en acción a numerosos actores capitalistas que se encuentran opacados, en la actualidad, por la omnipresencia del régimen burocrático-policial. De acuerdo a numerosos observadores, esta variante sería la que más preocupa al régimen de Pekín, porque podría resultar en una hegemonía norteamericana en Corea del Norte.

Crisis mundial

Es bastante claro que la cuestión coreana se desenvuelve condicionada por una crisis mundial, que va desde el resurgimiento de tendencias a un crash financiero, la guerra económica y las crisis políticas en varios estados, con el centro ocupado por los enfrentamientos de Estados Unidos, de un parte, y Rusia y China de la otra – sin minimizar los choques comerciales de Trump con la Unión Europea. En este escenario, la ruptura del tratado nuclear con Irán, firmado por todas las grandes potencias en presencia, que ha prometido Trump, ocupa un lugar relevante. No solamente atiza la guerra en el Medio Oriente, por el reclamo de que Irán se retire de Siria y del Líbano, y de que abandone el espacio geo-político que va hasta el Mediterráneo, que sería ocupado por Israel y Arabia Saudita. También significa una luz roja para la cuestión coreana, porque refuerza la desconfianza de que Trump cumpla los términos de los papeleríos que se firmen. Las negociaciones de paz, con relación a Corea, se presentan como una pulseada política que opera como el preludio de la guerra que dice querer evitar.
La diplomacia ha sido siempre un juego mafioso de las grandes potencias, pero es evidente que su degeneración ha alcanzado niveles mucho mayores desde la disolución de la URSS. Todos los acuerdos firmados por la Otan con la burocracia rusa fueron enviados al tacho de basura – desde la anexión de Alemania oriental, el bombardeo y fragmentación de Yugoslavia, el asalto a la periferia de la ex Unión Soviética, hasta la más reciente anexión virtual de Ucrania. Macron y Merkel ya han anunciado que exigirán a Irán una revisión del acuerdo, con énfasis en la contención política de Irán en las crisis de Siria, Bahrein, Qatar, Yemen, Líbano – o sea, dar satisfacción a la expansión criminal del sionismo.

Las masas y los aparatos

Una mayoría inmensa de coreanos, según encuestas, apoyan un acuerdo de paz e incluso, condicionalmente, una unificación de la península. Es indudable que son amparados en parte por el poder político, que busca un respaldo popular para su objetivo del Sunshine. En Seúl se han registrado manifestaciones masivas de jóvenes en apoyo de un acuerdo de paz, pero que podría evolucionar, a partir de las contradicciones de todo el proceso, hacia el reclamo de una unificación autónoma y democrática. Esta evolución demuestra el papel estratégico enorme que podría jugar la clase obrera, que tiene una tradición de combatividad enorme en el Sur. Un planteo a favor de una Asamblea Constituyente libremente electa en Corea en su conjunto, sería un golpe monumental al imperialismo y al restauracionismo, que se enfrentan por un nuevo reparto de Corea, y liberaría a las masas coreanas del yugo del estado policial, que no solamente caracteriza al Norte sino también al estado capitalista super-explotador del Sur. Una política propia de los trabajadores de Corea ofrecería una nueva perspectiva a los de Japón, cuyo régimen enfrenta una crisis política terminal, y que constituye uno de los principales obstáculos a una salida autónoma, democrática y potencialmente socialista para toda la península coreana.

Jorge Altamira

Huelga general contra la reforma laboral en Sudáfrica



El salario mínimo y el derecho a huelga, los principales reclamos.

Este miércoles, miles de trabajadores y trabajadoras adhirieron a la medida de fuerza y a la movilización convocada por la Federación Sudafricana de Sindicatos (SAFTU) y movimientos sociales, en Sudáfrica.
El gobierno de Ramaphosa presentó un proyecto de reforma de la Ley de Relaciones Laborales (LRA). En el mismo se destacan dos cuestiones centrales, en primer lugar que el salario mínimo será de unos 3500 rands por mes, alrededor de 280 dólares. Según los cálculos, una familia necesita para vivir arriba de los 10000 rands. El otro objetivo estratégico de la reforma es limitar el derecho a huelga de los sindicatos, sobre todo de los llamados “rebeldes”.

Sudáfrica atraviesa por una crisis económica y social de gran envergadura. El nivel de desempleo es del 27.7%, llegando al 68% en la juventud. La desigualdad llega al punto que el 10% de la población gana más del 50% de la renta familiar del país, mientras que el 20% gana menos del 1,5%.

La reacción de la clase obrera

El paro y la movilización convocada para el día miércoles por la SAFTU fue absolutamente masiva. Además, coincidió con la séptima jornada de paro nacional de los conductores de autobuses, que se encuentran en conflicto con la patronal por aumentos de los salarios. Se estima que 370.000 personas al día no pueden trasladarse.
En Johannesburgo, 800 mil trabajadores marcharon desde el distrito de Newtown hasta la oficina del presidente Cyril Ramaphosa y al Departamento de Trabajo y Desarrollo Social de Gauteng. En Ciudad del Cabo, marcharon de la Keizersgracht Street hasta el Parlamento, cantando y bailando por las calles, con camisas rojas. En Port Elizabeth, marcharon desde el salón Nangoza Jebe, en New Brighton, hasta la municipalidad.
En la provincia Noroeste de Sudáfrica, la semana pasada se registraron manifestaciones y saqueos, reclamando la salida del jefe del Gobierno local, el oficialista Supra Mahumapelo, acusado de corrupción. El detonante de las protestas fue la falta de atención y la muerte de dos pacientes en una clínica de salud que no brindaba atención debido a la falta de pago a sus trabajadores.
Ramaphosa se vio obligado a interrumpir su viaje al Reino Unido y pidió “calma y tiempo” para resolver la crisis.
La federación que convocó a la huelga agrupa a varios sindicatos que vienen de separase de la central sindical oficialista (la Cosatu) y entre sus principales miembros se encuentra el sindicato más grande de Sudáfrica, la Unión Nacional de Trabajadores Metalmecánicos (Numsa). Cuenta con un total de 800 mil afiliados.
Además del Numsa participaron los sindicatos de la Unión General de los Trabajadores Industriales del África del Sur (GIWUSA), la Unión Nacional de Servicio Público y Trabajadores Afines (NUPSAW), el Sindicato de los Trabajadores del Sector Público Liberado del África del Sur (SALIPSWU), la Unión de Comunicación y Tecnología de la Información (ICTU), y el Foro de Trabajadores Simunye.
El impacto de la huelga también demuestra como el Congreso Nacional Africano (CNA) y la Cosatu están perdiendo el poder de contención sobre la clase obrera.

Crisis política

Se trata de la primera huelga de estas características contra el Gobierno de Cyril Ramaphosa, quien fuera desde 2014 vice de Jacob Zuma, el anterior presidente, que en febrero pasado, fue forzado a renunciar por su propio partido. “El presidente de teflón” como lo calificaron los medios contaba con 783 denuncias por corrupción y en su extenso prontuario se destacaban el uso de 24 millones de dólares del Estado para remodelar su haciendo privada y hasta de violar a la hija de uno de sus mejores amigos.
Ramaphosa, ni bien asumió, prometió "torcer la corriente de la corrupción". Pero no parece el más idóneo. En pocos años pasó de ser un sindicalista combativo -fue fundador del Sindicato Nacional de Mineros- a uno de los empresarios más ricos del país. La revista Forbes estima que su fortuna asciende a 675 millones de dólares. Es el dueño del Grupo Shanduka, que concentra inversiones en sectores como la energía, la banca y las telecomunicaciones de Sudáfrica. En su doble papel de dirigente sindical y empresario, Ramaphosa jugó un rol importante en la “masacre de Marikana”- la peor operación policial desde el fin del apartheid- , cuando la policía mató a 34 trabajadores en huelga en una mina operada por la empresa Lonmin. En el momento de los asesinatos, Ramaphosa, como parte del directivo de la empresa, fue el encargado de gestionar la seguridad y ordenó la represión a los mineros (El País, 15/2).
El proletariado sudafricano, al igual que el francés, ha entrado en una lucha de carácter estratégico por derrotar las reformas anti obreras y abrirse un nuevo rumbo histórico.
A días del 1 de Mayo, ¡Viva la lucha de los trabajadores en todo el mundo!

Mariano Hermida

Alerta Buenos Aires: que no eliminen los 29 institutos de formación docente

Luego de las elecciones del 22 de octubre, el gobierno de Rodríguez Larreta comunicó una iniciativa que no casualmente había omitido de su plataforma electoral. Nos referimos a la presentación de un proyecto de ley para reemplazar los actuales 29 institutos de formación docente que tiene la Ciudad de Buenos Aires por una universidad, bautizada con el nombre marquetinero de “Unicaba”. La decisión de dejar pasar las elecciones no fue casual; Larreta y su equipo de campaña tenían sobrados motivos para pensar que la eliminación de los 29 institutos de formación docente, la inmensa mayoría de ellos con una larga y prestigiosa trayectoria, iba a encontrar una fuerte oposición que podía influir negativamente en la elección. Y tenían razón: desde que se conoció el proyecto, las comunidades de los 29 institutos están en un estado de rebelión exigiendo su inmediato retiro de la Legislatura. El 12 de abril pasado 15.000 personas se movilizaron detrás de ese reclamo. Fue la mayor movilización realizada por este sector en toda su historia.

¿Jerarquización docente?

Según la ministra de Educación Soledad Acuña, encargada de defender el proyecto en los medios de comunicación amigos, el objetivo que se persigue es la jerarquización de la formación docente, dado que la oferta que ofrece el sistema actual no alcanza a satisfacer la demanda. Inmediatamente este objetivo fue puesto en duda y con razón. Es que si realmente se quisiera que haya más y mejores docentes el gobierno tenía medidas elementales para tomar desde hace años, ya que son reclamos recurrentes de todos los sectores de la educación. Podría, por ejemplo, construir edificios para los institutos, ya que la mayoría funciona superpuestos a instituciones del nivel medio, primario e inicial. Podría, también, poner en marcha un plan de becas para los estudiantes. Según marcan las estadísticas, más del 70% de los 28.000 estudiantes que cuenta hoy el sistema trabaja y encuentra enormes dificultades para conciliar su jornada laboral con la cursada y las prácticas. Por último y aunque sea obvio, podría incrementar los salarios docentes para incentivar y fomentar la profesión. En la Ciudad de Buenos Aires en los últimos 3 años las paritarias docentes fueron cerradas unilateralmente por el gobierno por debajo de la inflación. Curiosa ´jerarquización´ es la que se pregona con salarios debajo de la línea de pobreza.

Educación y productividad

Una vez barrida la hojarasca del marketing oficial queda en evidencia una realidad incontrastable: la eliminación de los institutos de formación docente es una vuelta de tuerca más de la política de privatización, precarización y descalificación de la educación pública. No es casual que se dé en el marco del llamado Plan Maestro anunciado por el gobierno nacional, cuya redacción fue inspirada en los papers del Banco Mundial y la OCDE. La finalidad confesa de los mismos es precarizar la formación docente, mediante la eliminación del Estatuto, al que identifican con un privilegio corporativo, e introducir cláusulas de ´productividad´ y ´mérito´ para determinar el salario docente. El presidente Macri se pronunció en ese sentido cuando en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, propuso la creación de un ranking de colegios en el país. Pero hablar de ´productividad´ en materia educativa lleva a transformar a la escuela en una empresa. Por caso, si en una fábrica de salchichas diez obreros pasan de producir 100.000 salchichas por hora a 150.000 es claro que la productividad aumentó un 50%. ¿Pero cómo se mide la productividad en una escuela? ¿Por la cantidad de egresados? ¿Por las notas obtenidas? ¿Por el nivel de repitencia? ¿Cómo se pondera el contexto social de los alumnos y su impacto en el proceso educativo? ¿Son, además, las pruebas del tipo “Operativo Aprender”, el método adecuado para hacer una evaluación externa? Ya en EEUU varias voces de pedagogos se levantaron contra lo que llamaron la “industria de exámenes”. La especialista norteamericana Diane Ravitch alertó que la proliferación de exámenes había producido una verdadera distorsión, pues llevaba a las instituciones a concentrarse en los temas que iban a evaluar en detrimento del resto de las materias. Esto, porque la asignación del presupuesto dependía de las evaluaciones, así como también el salario de los docentes. Cuando Esteban Bullrich expuso este modelo en la Argentina, diciendo que los colegios con mejores puntajes serían premiados con bibliotecas, se le replicó que debía procederse de manera inversa, apoyando con más fuerza a los colegios con problemas. Lo elemental debió ser explicado a un ministro de Educación.
La eliminación de los 29 institutos de formación docente y su absorción por una única universidad traerá aparejado la pérdida de miles de puestos de trabajo. Si cuando se fusionan dos empresas el saldo final es una reducción de trabajadores, mucho más ocurrirá cuando la fusión alcanza a 29 institutos. Aunque la ley de manera genérica habla de estabilidad laboral, no dice que pasará con los docentes que revisten sus cargos como interinos, que en muchos institutos son amplísima mayoría. Un funcionario del ministerio de Educación de la Nación que expuso en la Legislatura aclaró, por si hubiese dudas, que la estabilidad laboral no se puede garantizar porque será una decisión ´autónoma´ de la futura universidad. La ´productividad´, entonces, será el resultado de un achique significativo de la planta docente y administrativa.

Reforma laboral y contrarreforma educativa

La eliminación de los institutos de formación docente lejos está de ser una medida improvisada. Está jalonada con la reforma de la educación media, que el año pasado el gobierno de Rodríguez Larreta puso en marcha con la llamada “Secundaria del Futuro”. Las tomas estudiantiles que le hicieron frente desnudaron su finalidad descalificadora de la formación pedagógica. En línea con el régimen de pasantías que incluye la reforma laboral que Macri y Triaca quieren aprobar en el Congreso, la Secundaria del Futuro convertía al último año de la educación media en un ciclo de pasantías descalificadas, justificadas con el cuento de la unidad de la teoría y la práctica. Tal hecho va en detrimento, claro, del dictado de conocimientos científicos que le permitan al estudiante dotarse de una compresión crítica de la realidad. Los ´teóricos´ de la Secundaria del Futuro embellecen este proceso de descalificación pedagógica afirmando que el sistema educativo debe reemplazar la formación científica y teórica por los llamados ´conocimientos blandos´, término que se usa para denominar a los saberes instrumentales que se solicitan en el mercado de trabajo. Tales saberes se caracterizan por ser efímeros, pues alcanza con que se modifique determinada forma de trabajo o que se produzca una modificación tecnológica para que estos ´saberes blandos´ deban ser reemplazados por otros. De ahí que los pedagogos a sueldo del capital hablen insistentemente de la ´educación de por vida´, que no es otra cosa que un embellecimiento de una enseñanza limitada a saberes instrumentales y conocimientos efímeros. Bien visto, se pretende que la formación que las empresas deben dictar a sus trabajadores sea asumido ahora por el Estado, reduciendo los costos empresariales. De ese modo, la escuela se convierte en un apéndice de la empresa. En la Expo Joven realizada en el 2017, convocada para facilitar la salida laboral de la juventud, Macri se sumó a esta campaña llamando a los jóvenes a ´estudiar toda la vida´, como si la falta de trabajo para la juventud tuviera su origen en una cuestión de carencia en la formación y no en la falta de creación de puestos de trabajo por parte de la clase capitalista. Contra lo que dice Macri, en Argentina la fuerza de trabajo tiene una sobre-calificación relativa, en relación a los puestos de trabajo existentes. Esto significa, ni más ni menos, que la mayoría de los trabajadores realizan tareas por debajo de la calificación que tienen. La finalidad última de la creación de la Unicaba y la Secundaria del Futuro es poner fin a esa sobre-calificación mediante una descalificación de la educación. A un trabajo descalificado (que con la reforma laboral mediante lo será aún más) le sigue una educación descalificada.

¿Y las nuevas tecnologías?

Los pocos funcionarios que han dado la cara para justificar la eliminación de los 29 institutos de formación docente han apelado al caballito de batalla muy trillado de la necesidad de introducir la tecnología en el proceso pedagógico. No explicaron, sin embargo, por qué si es esta su finalidad en buena parte de los 29 institutos no están instaladas las redes de Wi Fi o donde sí la están, no funcionan; tampoco por qué no se distribuyen las Netbook para los estudiantes y docentes. Pero dejando estos ´pequeños´ detalles, digamos que la invocación a la tecnología no es inocente. Quien ofició como presentador del proyecto en la Legislatura fue el ingeniero químico Diego Meiriño, que hizo su carrera en la Editorial Santillana, una de las principales empresas que ofrece plataformas educativas virtuales. Como ocurre con Luis Caputo, encargado de tomar deuda mientras es propietario de una sociedad offshore, o con Aranguren, que fue simultáneamente ministro de Energía y accionista de Shell, aquí tenemos un funcionario que actúa de los dos lados del mostrador.
El carácter que cobra la incorporación de tecnología en el proceso pedagógico está determinado por la naturaleza social del régimen que lo realiza. Bajo el capitalismo, ha dado lugar a la promoción de la educación a distancia, cuyos promotores inicialmente la destacaron como la revolución pedagógica más importante en más de 2.000 años, ya que la forma del “ágora romana” que según ellos tenemos hasta hoy sería reemplazado por una educación no presencial, que podría ser dictada incluso desde otros países. Aquí al negocio de la venta de plataformas educativas se le suma la penetración de las universidades extranjeras en los países de la periferia y el aumento de la ´productividad´ docente, ya que uno sólo puede ser dictar clases a muchos más estudiantes que de forma presencial. Pero dejando por un momento este asunto en segundo orden, la ´educación a distancia´ tiende a reproducir un proceso pedagógico vertical y no democrático, ya que no permite el debate colectivo en las aulas.

Privatización y regimentación

El proyecto presentado por el gobierno de Rodríguez Larreta se limita a 15 artículos generales que no llegan a ocupar tres carillas. Demasiado poco para justificar la eliminación de los 29 institutos de formación docente de la Ciudad, todos ellos de larga trayectoria y reconocido prestigio. Pero por más escueto que sean, los 15 artículos son reveladores de la universidad que se pretende crear. Se la define como “autárquica”, lo cual supone que podrá generar sus propios recursos y administrarlos. ¿Querrán, por ejemplo, arancelar los postítulos que son hoy gratuitos? La pregunta corresponde porque es lo que ya sucede hoy en todas las universidades nacionales, empezando por la UBA. La generación de recursos propios permite al Estado desentenderse del sostenimiento material de la Universidad, y a la vez genera al interior de ésta una capa burocrática que se beneficia de este proceso de privatización. Los posgrados arancelados de las universidades nacionales en la Argentina llevaron a que muchas materias de grado pasen a los posgrados, sólo para poder cobrar por su cursada. Seguido a esto, muchos de los mejores docentes pasaron a dictar cursos en el ciclo de posgrados, para tener ingresos mayores. En sus artículos, además, no se asegura en ningún momento la estabilidad laboral de los docentes actuales, siendo además que la mayoría de ellos reviste hoy la categoría de interinos. Invocando la ´autonomía´ de la futura universidad, un funcionario enviado por el gobierno nacional a la Legislatura aclaró que la contratación de los docentes será una decisión que les corresponde a las futuras autoridades.
Así, dejó entrever que la fusión de 29 institutos en una única institución terminará con la eliminación de centenares de puestos de trabajo, tanto del personal docente como no docente.
Esta privatización que impulsa el proyecto de Larreta, asume la forma de una universidad manejada por el poder político. En la actualidad los 29 institutos tienen sus autoridades electas democráticamente por los claustros. En cambio, el proyecto presentado por el Poder Ejecutivo de la Ciudad establece taxativamente que los estatutos de la Unicaba serán aprobados por el jefe de gobierno, o sea Rodríguez Larreta, y el rector interventor que gobernará los primeros 4 años también será nombrado por… Rodríguez Larreta. En una comunidad con una fuerte presencia opositora al gobierno, Rodríguez Larreta pretende manejar la formación docente de la Ciudad con funcionarios puestos a dedo.

No pasarán

La insistencia del gobierno de Rodríguez Larreta en avanzar con su proyecto está generando una verdadera rebelión en los 29 institutos de formación docente. En todas las instituciones se realizan asambleas, jornadas y se adoptan iniciativas para fortalecer la lucha que está en curso. Existe la convicción profunda de que el gobierno y la Unicaba “no pasarán”. Llamamos a toda la población de la Ciudad y del conjunto del país a acompañar a los estudiantes, docentes y autoridades de los 29 institutos, porque la defensa de la educación pública es una lucha de todos.

Gabriel Solano

Uno, dos, tres Milos Forman



Hablando del cine y el 68 nos referíamos estos días a la figura de Milos Forman (Čáslav, Checoslovaquia, 1932- Hartford, Connecticut 2018), de la paradoja que supuso para el cineasta representante del nuevo cine checoslovaco el Festival de Cannes de 1968, cuando se encontró con que sus amigos franceses se implicaban a fondo por cerrar el evento en solidaridad con las barricadas y la huelga general que, por citar un ejemplo, convirtió la sede del Ministerio de Cultura que presidía el que antaño fue André Malraux en un lugar fantasmal. Consecuente, Milos siguió el aliento libertario de Louis Malle o del comunista (maoísta) Jean-Luc Godard, sin entender apenas nada ya que el 68 francés aparecía repleto de banderas rojas por todas partes mientras que la primavera de Praga aparecía como una tentativa de dictadura comunista que, para mayor desastre, fue aplastada por los tanques del Pacto de Varsovia. Un desastre que llevó al exilio a la mayor parte de los cineastas checos disidentes, entre ellos el propio Milos que ya estaba en el punto de mira de la Paramount.
Hijo de un profesor judío y de una madre protestante, ambos muertos en un campo de concentración nazi, educado por sus familiares cercanos, cultivado desde la parte “social” del nuevo Estado checo, en 1955, después de cuatro años de estudios en la FAMU, Forman trabajó para la televisión, escribiendo dos guiones que tuvieron una cierta repercusión. Desde entonces su trayectoria es inagotable: fue ayudante del realizador Alfred Radok, uno de los hombres de teatro más importantes de Checoslovaquia en esa época (El abuelo automóvil [Dedécék automobií], 1956). También trabajó junto con Pavel Blumenfeld (Tam za lesem, 1962) para rodar en 1963 dos cortometrajes: Konkurs y Kdyby ty muziky nebyly, ambos muy reconocidos. Desde el formato del documental, ambas películas mostraban constantes de su obra del futuro: respecto a la forma, un gusto por la improvisación controlada que recordaba al cine-verdad; respecto a los temas que reformulara con la ayuda de otro cineasta importante (en Checoslovaquia, luego puntualmente en Hollywood): Iván Passer, conocido por algunas tele-movies como una desdichada miniserie sobre Stalin con Robert Duval. Passer tampoco entendió nada sobre el comunismo que les parecía como algo parecido a una opción que se escoge al margen de la historia.
A este primer Forman le interesaba el conflicto generacional, un tema que utiliza en toda una parte de su producción checa. Černý Petr (1963), guion original escrito en colaboración con Jaroslav Papousek e Iván Passer, era la crónica de las desilusiones de un adolescente que entra en la vida y, en particular, en el mundo del trabajo. Nouvelle Vague checoslovaca, en un cine cuya originalidad había prácticamente desaparecido en los años cincuenta. Siempre con Passer, escribió y dirigió Los amores de una rubia (1965), una de las obras más emblemáticas que volvía a tratar del conflicto generacional, del paso a la edad adulta, temas frescos y penetrantes que ponían en evidencia el cine oficialista y acartonado propio del régimen burocrático. El éxito de público y crítica se repitió con la chaplinesca ¡Al fuego, bomberos! (1967), su última película patria, vista aquí en la época pero luego ardua de recuperar más allá de algún lejano pase a medianoche por TV2. Recordada como una gozada de toque anarquista –las dificultades de equilibrar lo personal y lo colectivo, sobre todo cuando en nombre de lo colectivo se imponen los más impresentables-, una gozada perdida por la hegemonía casi absoluta de las distribuidoras del Imperio, un pequeño detalle del que no se apercibe mucha gente.
Durante la ocupación mal llamada soviética que heló la primavera de Praga en agosto cuando él estaba todavía en el París de los retumbos de mayo, no tardó en partir a Estados Unidos junto con otros amigos checos y húngaros. En el Hollywood impresionado por la contracultura, Forman trabajó en el guión de Society For the Parents of Fugitiva Children (SPFC), que rodaría bajo el título de Juventud sin esperanza (Taking Orí, 1971) título muy bien recibido realizado por un cineasta que no había perdido su espíritu corrosivo y el punto de vista con que observaba a la clase dominante con mala uva. Es una película tan aguda como las que había realizado antes respecto a la sociedad checoslovaca. La tensión generacional, la vuelta de los jóvenes a valores a lo Walden de Thoreau que se creían perdidos, contrasta con el desasosiego de unos adultos impresentables, convirtiendo Juventud sin esperanza enuno de los retratos más destructivos de la sociedad occidental de la época, a pesar, incluso, de la exageración de los rasgos, rayando a veces en una caricatura que era plenamente aceptada por una juventud hastiada de la mediocridad de los papás integrados.
Fiel a sus métodos abiertos, a rodajes en los que recurría mucho a la improvisación, y a la mezcla temática, Forman conseguía una incoherencia del universo puesto en escena tal como se verá en su película más rompedora. En Alguien voló sobre el nido del cuco (1975), basada en el best seller malvadode Ken Kesey y que le valió a Forman su primer Oscar, le entronizaba plenamente con cierta anarquía. Se trató de una obra parabólica que, como un espejo que aumenta y deforma, devuelve tanto la imagen de la sociedad americana como la de los países del Este: lo concentracionario también funcionaba en la América libre que no lo era. El personaje anárquico de McMurphy (Jack Nicholson) representó como pocos el reflejo de los orígenes de América, nación joven, superficialmente civilizada, puritana y tan obcecada en la imposición de sus inhibiciones, de un miedo a la libertad que prefiere lobotomizar a una gente que estima ingobernable y que se ha de atener a las reglas impuestas por una enfermera jefe digna de cualquier campo de prisioneros. El hospital psiquiátrico en el que transcurre la acción aparecía también como la imagen de todos los gulags, una dimensión terrorífica que seguramente no fue asumida por un público más atento a los números de los internados.
Pero el libertario Forman no sacaba todas las consecuencias en la película siguiente, en la decepcionante Hair,en la que a la juventud le basta con ser rebelde, de manera que el problema no es todo el horror del Vietnam, sino que en Estados Unidos la juventud pudiera manifestar su hedonismo y protestar contra esta guerra sin que aparezcan los tanques del Pacto de Varsovia; Vietnam desaparece, nada que recuerde el totalitarismo máximo del colonialismo sino el canto a las libertades individuales –igualmente- como si estas fuesen parte de una elección de criterios al margen de quienes estaban arriba y quienes estaban abajo. Después de este paso atrás, Forman sustituyó a Robert Altman en la adaptación de una parte del relato de Ragtime, el de la transferencia de personalidad. Se trataba de una adaptación más bien imposible de la novela homónima de Doctorow, y que nos lleva a uno de los problemas habituales de la literatura al cine, problema que se da cuando sucede que la densidad de la obra da para una saga o sea con un metraje que es más bien propio de las grandes series y que hay que envolver en un metraje que le resulta a todas luces reducido. Esto hace que la trama central –rotundamente antirracista- se diluya en un extenso abanico de personajes en los que se incluyen capítulos que ya de por sí han dado para una película (es el caso de La muchacha del trapecio rojo, que dio lugar a una notable película de Richard Fleischer), o apunte4s sobre personajes míticos como Emma Goldman que pasan furtivamente. Sin embargo, aunque se puede hablar de una obra fallida, en absoluto se puede considerar digna de desprecio.
Regresó a Checoslovaquia para rodar Amadeus, adaptación libre de la obra escénica de Peter Shaffer, gracias al cual realizó una de sus mejores películas. En ella encontramos su inspiración cáustica y su inclinación por los rebeldes. La obra, de gran inspiración visual, es también una reflexión sobre el mundo del espectáculo y la creación músical. Desde esta película, la historia de la envidia y de la secreta admiración que Antonio Salieri sentía por Mozart es algo conocido por todos, abriendo una discusión sobre la personalidad del genio y su lugar en la sociedad. Amadeus fue una de las grandes películas de 1984. Ganó ocho oscars y se convirtió en uno de los títulos más emblemáticos de aquellos años, el mayor éxito de su autor, que rodó otros trabajos que ya no obtuvieron igual reconocimiento. Después realizó películas como Valmont, una personalísima versión de la novela Las amistades peligrosas de Choderlos Laclos; El escándalo de Larry Flynt, un drama sobre la vida y los problemas legales de uno de los grandes magnates de las revistas porno en Estados Unidos; Man on the moon, un biopic sobre el cómico norteamericano Andy Kaufman, o Los fantasmas de Goya, rodada en España con Javier Bardem y Natalie Portman en el reparto, y que queda muy lejos de Amadeus, lo cual no equivale a decir que merezcan el olvido. Algunas de ellas consiguieron ser bastante apreciadas por la crítica, sin embargo no quedaron en la memoria de los espectadores.
Se podría hablar de varios Milos forman, pero en su obituario Guillermo del Toro sintetiza su pesar escribiendo: “tuvo algo muy especial, que le hace un cineasta a seguir. Su muerte es la de uno de los grandes, y deja un vacío enorme porque no solo fue un director inmenso a nivel narrativo y técnico, con su puesta en escena, su posición de las cámaras o su resolución formal -a mí siempre me impresionó su oficio y lo impecable de sus trabajos- sino que fallece un hombre cabal. Y eso me duele. Fue siempre fiel en su posición ante el mundo. Forman se mantuvo al otro lado del poder. Contestatario, desmitificador, iconoclasta… Y además logró algo muy complicado: se comunicó con el gran público, logró grandes éxitos sin traicionar sus principios. Lo que yo aprendí de él fue ese empeño en estar desde fuera, no físicamente, sino moral y filosóficamente, aunque rodara en las entrañas de Hollywood. Recorramos su filmografía: no se le puede echar en cara ningún momento de debilidad. Nunca hizo en realidad una película por encargo, o que no sintiera en su mente o en su ética como algo personal”.

Pepe Gutiérrez-Álvarez, miembro del Consejo Asesor de viento sur. Su último libro sobre cine es La guerra que no se debió de perder. El 36 y el cine (Ed. Laertes).

México: Movimientos estudiantiles previos a 1968



Durante el periodo que se conoció como “el milagro mexicano”, el gobierno impulsó políticas de industrialización proteccionistas, con grandes obras de infraestructura (carreteras, vías férreas, aeropuertos, etc.), creación de empresas del Estado y desarrollo del sector público (petróleo, acero, minas, electricidad) y estímulos a la inversión extranjera. Los resultados no eran despreciables en este periodo de desarrollo, el PIB registró un crecimiento constante 7.3%. La industrialización como política de desarrollo económico mexicano era el eje principal, la estabilidad económica, bajo el control de la inversión privada con una amplia participación del aparato estatal.
Las filas del proletariado y la clase media, crecieron y se expandieron al mismo ritmo que las grandes ciudades. En 1940 la agricultura representaba alrededor del 10% de la producción nacional y en 1997 sólo el 5%. El gasto público favoreció a la población urbana sobre la rural y a la clase trabajadora sobre el campesinado.
Económicamente México tuvo más o menos 30 años de “estabilidad y desarrollo económico”, pero en la década de los 60 empezó a ser evidente la dependencia de la industria mexicana del capital y la tecnología extranjera, muy en particular la de origen norteamericano.
El Estado mexicano invirtió en mejorar las condiciones de vida de la clase obrera, porque a partir de ahí podía seguir manteniendo el corporativismo de los sindicatos al Estado y lograr una “estabilidad política”, pero el mejoramiento de las condiciones de vida no fue homogéneo.
Los hijos de campesinos y trabajadores que nacieron y crecieron en esta época de “modernización” tarde o temprano sufrirían las contradicciones de este auge económico que se desarrollaba sobre un aparato político intacto con fuertes rasgos de autoritarismo.
En la crisis de finales de los 50’s la movilización social para muchos sectores en resistencia era la única alternativa. Los sectores de la clase obrera organizados demandaron revisión de Contratos Colectivos de Trabajo, aumentos salariales y democracia sindical. De la misma forma los 60’s estuvieron marcados por una oleada de protestas estudiantiles, que fueron reprimididas fuertemente.

Educación y capitalismo

El desarrollo industrial exigía la profesionalización de los jóvenes, de esta manera las profesiones liberales comenzaron a adquirir un importante papel en la vida nacional al ser consideradas como la pieza central de esquema de industrialización del país, las universidades, se decía en ese entonces, deberían ser convertidas en “funcionales y eficientes”. En este periodo se implementan medidas como la selección rigurosa en el ingreso y la marginación de los maestros y estudiantes de la política académica, el principal objetivo del proyecto era satisfacer las necesidades de crecimiento y productividad en el sector industrial de la economía, lo que se traduciría en un detrimento muy marcado de los centros de educación popular.
El trato desigual no tardaría en hacerse evidente y las instituciones populares enfrentarían permanentes ataques que buscaban eliminar la infraestructura y los beneficios obtenidos, los estudiantes luchaban, por sobrevivir, por la conservación de comedores, dormitorios, becas, transporte y mantener las conquistas pasadas. Algunas reacciones a este cambio repentino en el manejo de la educación superior fueron las movilizaciones en 1940, encabezadas por las escuelas campesinas regionales con demandas de sobrevivencia; cobijas, camas, aumento en las raciones diarias en los comedores, etc. En 1942 los estudiantes del Politécnico emprendieron una lucha por constituir una Ley Orgánica interna que garantizara el reconocimiento profesional a la educación técnica, en 1947 los alumnos de las Normales Rurales encabezaron una movilización en demanda a mejores condiciones de estudio. En 1949 la Universidad Nicolaíta en Michoacán realizó una protesta por la construcción de un teatro al aire libre, en demanda de mayor presupuesto a la institución, el saldo fue de dos jóvenes muertos y la salida del gobernador en turno.
Se daba una lucha por mantener lo que en algún momento se planteó como “educación socialista” la cual había otorgado algunas concesiones a los estudiantes hijos de los trabajadores, como la apertura a la educación pública, media y superior, becas, comedores estudiantiles, etc. Si bien a Lázaro Cárdenas se le atribuye la paternidad de este cambio, ya existían pronunciamientos que lo proponían. El primero lo promovieron las autoridades y organizaciones estudiantiles de la Universidad de Michoacán que, desde su fundación, habían pugnado por darle un carácter social a su educación, que estuviera al servicio del pueblo. Los alumnos propusieron, en 1928, un proyecto específico al gobernador Cárdenas, poco antes de terminar su mandato, para modificar el artículo tercero de la constitución local. La iniciativa establecía sustituir la educación laica en las instituciones oficiales de primaria, secundaria y profesional por una de tipo socialista, con la intención de crear en el alumno una profunda conciencia de responsabilidad social y colectiva.
La política del Estado, durante la década de los 40’s, de recortes presupuestales, eliminación de becas y reducir la infraestructura en las escuelas del campo y la ciudad fue la chispa para que los estudiantes (fuertemente influenciados por las ideas comunistas), formaran organizaciones que pudieran aglutinar a la base estudiantil, orientar en la lucha y dar la batalla para mantener las conquistas pasadas.
La Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos y las Juventudes Comunistas de México, fueron algunas de las organizaciones estudiantiles juveniles que en la década de los 50’s, jugaron un papel significativo en la lucha estudiantil.
El movimiento estudiantil mexicano tuvo dos grandes etapas de auge y crisis, las organizaciones estudiantiles que iniciaron una lucha en los 30’s y 40’s, ahora habían sido cooptadas por el Estado y corporativizadas, al igual que los sindicatos, para mantener el control de los trabajadores y las nuevas generaciones de los 50’s y 60´s, que buscaban romper por completo con esta dependencia para dar una lucha democrática.

Movimiento estudiantil democrático e independiente

Las organizaciones universitarias surgidas al calor de la herencia cardenista que de una u otra manera habían participado en las luchas estudiantiles en la década de los 40’s, entran después de 1956 a un proceso de crisis y deterioro. Al oponerse al rumbo de los principios democratizadores, su influencia comienza a diluirse en la colaboración con las administraciones universitarias, la corrupción y el porrismo.
La crisis y degeneración de las organizaciones cooptadas por las autoridades y el Estado a finales de los 50’s representaron un obstáculo organizativo para las futuras generaciones.
Los estudiantes de la Universidad de Michoacán marcaron un antes y un después en el movimiento estudiantil, ellos fueron intransigentes en la defensa del proyecto educativo popular, ante eso se efectuaron varias jornadas de lucha en contra de las corrientes institucionales que dejaba la crisis del periodo de bienestar. En 1963 en la universidad se daba una lucha férrea por mantener una ley orgánica (1961) que promovía un consejo paritario (estudiantes y maestros) esta ley intentaba dar una orientación más progresista a la educación universitaria y a su vez generar una nueva correlación de fuerzas a la izquierda, creando nuevas casas del estudiante, nuevas carreras, mejorando y creando nuevas instalaciones. Las fuerzas conservadoras no permanecieron impasibles ante el avance de la izquierda en la dirección de la universidad.
Agustín Arriaga Rivera, gobernador del Estado de Michoacán, intervino en la aprobación de una nueva Ley Orgánica que terminó con el gobierno universitario y puso en manos de una junta de gobierno la designación de las autoridades. En 1966 la represión ejercida por el gobierno tuvo como fin acabar por completo con el proyecto democrático que existía al interior de la universidad. La protesta estudiantil se inició cuando a principios de octubre, el gobierno estatal autorizó el aumento de tarifas de transporte público, en octubre es asesinado un estudiante por la policía y la universidad vota huelga general y se realiza una gran manifestación con motivo del estudiante asesinado.
El movimiento logró apoyo popular para exigir junto con el Consejo Universitario, la desaparición de poderes en el Estado, por lo que el movimiento fue tachado por la prensa local y nacional de obedecer una conjura comunista para derrocar el gobierno de Díaz Ordaz. El 8 de octubre el ejército tomó la Universidad y continuaron las detenciones, los secuestros y cateos a estudiantes. Las protestas y los mítines fueron reprimidos por la caballería, fueron detenidas, entre estudiantes y pueblo en general, más de 600 personas. La legislatura local modificó la Ley Orgánica de la universidad y estableció la desaparición de cinco casas de estudiantes, la supresión de la paridad en el Consejo Universitario y el cierre de la secundaria varonil y femenil perteneciente a la universidad. Se eliminaron todos los integrantes de la Junta de Gobierno y se nombraron nuevos, afines al gobernador, quienes designaron al nuevo rector.
Todos los procesos de lucha estudiantil que se desarrollaron a partir de la época del “milagro mexicano” por la democratización del movimiento concluían en la conformación de una fuerza estudiantil, amplia, independiente del Estado y democrática. Este esfuerzo logró tomar forma a partir de 1963 con una primera conferencia nacional de estudiantes que se dio en Morelia.

Por una organización estudiantil independiente democrática y revolucionaria

En 1963 se da la primera Conferencia Nacional de Estudiantes Democráticos en Morelia Michoacán, con la asistencia de 250 delegados que representaban en conjunto a más de 100 mil estudiantes de todo el país. Es lanzada la declaración de Morelia que plantea:
*¡Por la unidad del pueblo y de los estudiantes en la lucha contra nuestros enemigos comunes!
*¡A la lucha por la educación popular y científica!
*¡Por la unidad y organización independiente del estudiantado democrático y revolucionario!
Los estudiantes de México necesitaban un instrumento de lucha independiente que garantice la defensa de sus derechos y la consecución de sus objetivos; necesitaban un organismo propio que encuentre en su independencia frente al gobierno, la premisa básica de su existencia.
En abril de 1966 se impulsa el congreso constituyente de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos, con una fuerte influencia comunista, como una necesidad urgente de construir una organización que combatiera los ataques del Estado, que pueda construir las fuerzas estudiantiles, que eduquen y sean la vanguardia del movimiento en procesos posteriores. Se inauguró en la Vocacional número 7 del IPN, asistieron 800 delegados, en representación de 160 mil estudiantes de 28 entidades federativas.
Ante la respuesta represiva del Estado y la generalización de los movimientos estudiantiles que luchaban por quitarse de encima las garras institucionales, surge como primera necesidad La Central Nacional de Estudiantes Democráticos, donde se proponía fortalecer la organización estudiantil independiente y generar un vínculo con los trabajadores. En 1967 la CNED tiene como primera acción una movilización “La marcha por la libertad” a pesar de su represión significó el germen de un movimiento estudiantil nacional no controlado por el Estado, con objetivos democráticos al interior y exterior de las universidades, templándose al calor de las luchas y que a lo largo de los sesentas conoció la cara más dura de un régimen autoritario.

Sharon Mayren Padilla

Siria: Ataque militar, ¿Qué significa?



Estados Unidos y sus “aliados”, el Reino Unido y Francia han bombardeado múltiples objetivos del gobierno en Siria en una operación matutina dirigida a supuestos sitios de armas químicas. Las explosiones llegaron a la capital, Damasco, así como a dos lugares cerca de la ciudad de Homs, dijo el Pentágono. “Las naciones de Gran Bretaña, Francia y los Estados Unidos de América han organizado su poder justo contra la barbarie y la brutalidad”, dijo el presidente Trump en un discurso a la nación desde la Casa Blanca alrededor de las 21:00 hora local (02:00 BST).
En una sesión informativa del Pentágono poco después del anuncio de Trump, el general Joseph Dunford enumeró tres objetivos que se habían alcanzado:
Una instalación de investigación científica en Damasco, supuestamente conectada a la producción de armas químicas y biológicas.
Una instalación de almacenamiento de armas químicas al oeste de Homs.
Un sitio de almacenamiento de equipos de armas químicas y un importante puesto de mando, también cerca de Homs.
Los primeros informes indican que 110 misiles de crucero y aire a tierra apuntaban a dos instalaciones de “armas químicas” y un centro de comando dentro de Siria. Pero algunos informes afirman que las defensas aéreas sirias derribaron la mayoría de los misiles. En cualquier caso, todos estos sitios ya habían sido evacuados. Esto se debió a que Rusia, que había sido informada del ataque por adelantado por los estadounidenses, había transmitido la advertencia a sus aliados sirios.
La televisión estatal siria dijo que las fuerzas del gobierno habían derribado más de una docena de misiles y que solo habían dañado las instalaciones de investigación en Damasco. Tres civiles resultaron heridos en Homs, dijo.

Un gesto vacío

Esta es una repetición exacta de lo que ocurrió hace 12 meses, cuando los estadounidenses lanzaron alrededor de 50 misiles Tomahawk contra un campo de aviación vacío en Siria. Cualquier daño limitado que se haya causado fue reparado rápidamente. Los efectos reales sobre la guerra civil en curso en Siria fueron precisamente cero. Y aunque esta vez lanzaron el doble de misiles, es evidente para cualquier persona pensante que los efectos prácticos en Siria esta vez serán menores a cero.
Hay una serie de aspectos peculiares de la presente operación. Se alega que el motivo detrás de esto, ahora dicen el único motivo, fue el presunto uso de armas químicas contra civiles en Douma. Los rusos y los sirios han negado repetidamente que se haya producido tal ataque. El Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, ha declarado categóricamente que los rusos tienen pruebas irrefutables de que todo fue un trabajo improvisado organizado por los jihadistas en Douma con la colaboración de una potencia extranjera anónima.
Desde el punto de vista militar, el ataque de esta mañana puede no tener importancia. No puede haber causado ningún daño serio o duradero al potencial militar de Assad. Tampoco puede ayudar a los llamados rebeldes a recuperar lo que han perdido. A todos los efectos, la Guerra Civil de Siria está ahora llegando a su fin. Assad está en una posición más fuerte que nunca. Todo lo que se habla de eliminarlo mediante la intervención occidental ahora es tanto aire caliente, y lo saben.
La acusación de guerra química ha sido utilizada en varias ocasiones por Occidente para justificar acciones agresivas contra Siria, destinadas a inclinar el equilibrio militar a favor de los llamados rebeldes (en realidad, los extremistas yihadistas vinculados a Al Qaeda, que recientemente fueron descritos por un destacado Tory MP como “maníacos”) y derrocar a Bashar al-Assad.
Sin embargo, de repente están cantando una canción diferente. Theresa May insiste en que el presente ataque no tiene nada que ver con el cambio de régimen en Siria. Son solo acciones limitadas con objetivos limitados: impedir el uso de armas químicas, etcétera, etc. Detrás de estos comentarios patéticos uno detecta una nota de impotencia, miedo, incluso pánico. Y esa nota, mucho más que la beligerancia pública, jactancia y pechos, está mucho más cerca de la verdad.
“El propósito de nuestras acciones esta noche es establecer un fuerte elemento de disuasión contra la producción, propagación y uso de armas químicas”, Trump tuvo cuidado de agregar en su discurso de esta mañana. La intención de la presente acción no es ganar la guerra o derrocar a Assad, objetivos que están más allá de su capacidad de lograr. Es un gesto vacío, destinado a convencer al mundo de que el poder estadounidense todavía es un factor de cierta importancia. También fue dictada por la necesidad de Donald Trump de apuntalar su posición frente a un ataque sostenido y decidido de sus enemigos en Washington y demostrar sus credenciales anti-rusas.

Miedo de provocar a Rusia

En su discurso anterior, el presidente Trump había dicho: “Estamos preparados para mantener esta respuesta hasta que el régimen sirio deje de usar agentes químicos prohibidos”. Pero Gen Dunford confirmó que la ola de ataques había terminado. Y el Secretario de Defensa de los EE. UU., James Mattis, se apresuró a asegurar que los periodistas dijeron que “en este momento, se trata de un disparo de una sola vez”. A pesar de las negativas del Pentágono, está bastante claro que a Rusia se le avisó con anticipación sobre los objetivos. El general Dunford dijo que los EE. UU. Habían identificado específicamente objetivos que “mitigarían” el riesgo de bajas rusas.
De repente, los líderes occidentales se están cayendo sobre sí mismos para asegurarle al mundo (y en particular a Moscú) que, habiendo manifestado su punto de vista, no tienen ningún deseo de seguir bombardeando misiles contra Siria. Tampoco desean provocar a Rusia más. En los últimos días, después de la campaña inicial de medios histéricos y declaraciones beligerantes de la Casa Blanca, los tweets de Trump han sido inusualmente moderados en su tono.
Aunque hasta ahora no ha habido respuesta de Rusia, su embajador en Estados Unidos dijo que el ataque contra su aliado “no se dejará sin consecuencias”. La razón principal por la cual no ha habido una reacción militar es porque ninguno de los misiles ha llegado a ninguna parte cerca de las áreas cubiertas por las defensas aéreas rusas. Si lo hubieran hecho, habrían sido disparados desde el cielo. Los rusos incluso advirtieron que podrían contraatacar, golpeando las bases o los buques desde donde se dispararon los misiles ofensivos.
Está bastante claro que las cabezas más sabias en Washington han prevalecido y se ha evitado una confrontación más seria. En el último período de 24 horas, sumergidos durante toda la crisis actual, los presidentes Trump y Putin han estado en contacto telefónico regular, al igual que el ejército ruso y estadounidense. Este hecho, mucho más que los agudos gritos y berridos en Londres y París, revela la situación real.
A pesar de su apodo de “perro loco Mattis”, el general James Mattis es un hombre bastante inteligente que entiende muy bien las consecuencias potenciales de la acción militar precipitada en Siria. Después de las desastrosas experiencias de Irak y Afganistán, ni él, ni el Pentágono, ni el público estadounidense tienen ningún interés en ser arrastrados a una guerra terrestre en Siria. Paradójicamente, en esta ocasión, los generales estadounidenses han demostrado tener más sentido que muchos de los políticos.

¿Trump buscará un trato?

Si sabemos algo sobre el actual ocupante de la Casa Blanca, la escapada reciente probablemente será el primer paso en un intento de llegar a un acuerdo con Putin, que fue la intención de Trump desde el principio. Donald Trump es un aislacionista. Él tiene menos que ningún interés en Siria y le gustaría hacer un trato (se enorgullece de ser un As negociando) con el hombre en el Kremlin. Después de haber demostrado su fuerza y ​​su determinación de “hacerle frente a Rusia”, el escenario está listo para las negociaciones y la “negociación”.
¿Esto parece poco probable? No es más improbable que las intenciones declaradas de Trump de negociar cara a cara con el mismo “pequeño hombre con cohetes”, cuyo país prometió no hace mucho eliminar de la faz de la tierra. Por el contrario, argumentará que ahora que ha salvado al planeta de la Tercera Guerra Mundial y ha puesto a Rusia en su lugar, ha llegado el momento de negociar la paz y poner fin a una costosa e inútil carrera de armamentos.
Tal movimiento sería lo más inteligente para hacer desde el punto de vista de Trump. Sin duda pondría a sus enemigos en una posición incómoda tanto en casa como en el extranjero. También avergonzaría a personas como Theresa May y su secretario de Asuntos Exteriores Boris, los bufones que han estado gritando más fuerte que el resto de la manada sobre la ‘amenaza rusa’ y ahora tendrán que encontrar la manera de comer sus propias palabras. Les deseamos, bon appetit.
Después de siete años de guerra civil, Siria ha sido devastada y millones de personas han sido asesinadas, mutiladas u obligadas a abandonar sus hogares. Siria ha sido destrozada y nunca será reparada. Todas las personas de mentalidad correcta desean fervientemente terminar con este sangriento conflicto. Sin embargo, aquellos que gritan más fuerte e insistentemente sobre el humanitarismo y la paz son los que están haciendo más para verter gasolina en las llamas y mantener la guerra. Los principales culpables son los imperialistas estadounidenses y sus lacayos servilistas, cínicos y chupadores de botas en Londres y París.
El “poder justo” de Gran Bretaña, Francia y los Estados Unidos de América es el poder del imperialismo que en ningún momento y en ninguna parte ha representado nada más que los intereses cínicos de la clase dominante. Toda la historia de estos poderes es precisamente una de barbarie y brutalidad, particularmente contra los pueblos de Medio Oriente.
Lo que menos preocupa a estas damas y caballeros es el destino de los pobres de Siria que siguen siendo víctimas silenciosas de sus intrigas y maniobras cínicas. Su discurso sobre la paz y el humanitarismo es solo una cobertura hipócrita para la búsqueda de sus propios intereses egoístas en el Medio Oriente. En palabras del historiador romano Tácito: “Y cuando crearon un desierto, lo llamaron Paz”.

Alan Woods

¿Qué sucede en Nicaragua? Un análisis desde la izquierda revolucionaria

En el momento en que íbamos a publicar este artículo se conoció la noticia de que el gobierno en reunión con la empresa privada había decidido derogar la reforma. Es importante que ahora el movimiento obrero y estudiantil se dote de un programa para asegurar que la crisis del sistema de pensiones la paguen los capitalistas.

El reciente paquete de medidas impuestas por el presidente Daniel Ortega ha desencadenado una serie de protestas en las principales ciudades de Nicaragua, a la fecha de hoy, según cifras oficiales, se reportan ya 11 muertos en los violentos y dramáticos acontecimientos en las calles. Estudiantes, pensionados y trabajadores, grupos de choque pro-gubernamentales, elementos infiltrados por la burguesía para desestabilizar al gobierno y antimotines del gobierno son los protagonistas de este drama. Nicaragua se encuentra convulsionada y no hay muestras de que la lucha pueda cesar, al contrario, tiende a intensificarse cada día más. Hay elementos muy interesantes en este proceso, en algunos municipios en un acto de solidaridad natural la policía se ha negado a reprimir a los manifestantes e incluso se ha unido a las protestas.
La ‘Comunidad’ Internacional no ha tardado en pronunciarse por las protestas y las muertes que se han reportado; en un acto totalmente hipócrita, pues cuando se trató de Juan Orlando Hernández en Honduras que arremetió contra el pueblo que protestaba contra el fraude electoral recién pasado no se pronunciaron inmediatamente y con tanta energía, ni con lo que pasa en otros países donde se dan intervenciones militares por parte de Estados Unidos, en estos casos convenientemente se hacen del ojo pacho. Es claro que tras la desestabilización hay un interés enorme por retomar el control de toda Centroamérica por parte del imperialismo, las relaciones comerciales de Nicaragua con países como China son parte de la necesidad que tiene el imperio para intervenir de manera enérgica en Nicaragua. Y ante esto no dudaran en invertir miles de dólares para crear el caos, no importando si pasan sobre una montaña de muertos. Las verdaderas víctimas de todo esto son siempre las clases explotadas que se encuentran desprotegidas ante el fuego cruzado por intereses imperialistas. El próximo acto del imperialismo será intentar confundir la opinión pública tratando de comparar de manera irresponsable la situación de Nicaragua con la de Venezuela, cuando son casos totalmente diferentes. El control mediático del imperio utilizará todo sus recursos para justificar todas sus atrocidades y arrojará veneno sobre el socialismo y los gobiernos de la izquierda mientras dan palmaditas a los gobiernos represivos de la derecha en el mundo.

¿Qué es lo que pasa realmente en Nicaragua?

Los efectos de la crisis capitalista mundial y la presión de los organismos internacionales están obligando a muchos gobiernos reformistas a tomar medidas en contra de la clase obrera, en otras palabras las reformas se han vuelto contrarreformas. En 2017, el FMI pronóstico que para 2019 el colapso del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) era inminente y recomendó aumentar la edad de jubilación, y la cantidad de semanas cotizadas. Sin embargo, el gobierno inteligentemente no se jugó esta carta, nadie es tan torpe como para lanzar una acometida de este tipo, sobre todo al ver las expresiones convulsivas en varios países alrededor del mundo en donde los gobiernos se han atrevido a aplicar esta receta de los organismos internacionales. A pesar de no aplicar estas “recomendaciones” en aquel momento, para mal de la clase obrera, el gobierno tampoco buscó una salida revolucionaria. Como un buen gobernante al estilo neoliberal se buscó una forma directa de conseguir un respiro a la crisis actual, y se encontró aplicando un impuesto inconstitucional del 5 % a los pensionados y aumentando los puntos porcentuales de la cotización del patrono y el trabajador.
La salida neoliberal al problema no es más que el producto del retroceso que ha dado el FSLN en los últimos años, un proceso de derechización del partido, similar a lo que pasa en la mayoría de partidos tradicionales de la clase obrera en todos los países. Las alianzas realizadas por el FSLN en años atrás y en concreto en 2016 para las elecciones a la Asamblea; estas se han estado realizando con todo tipo de movimientos y partidos de la derecha “entre los que se destaca un sector de sus antiguos enemigos de la Contra, actualmente agrupados en el Partido Resistencia Nicaragüense (PRN, derecha). También figuran en la alianza oficialista el Partido Liberal Nacionalista (PLN, derecha) que en el pasado representó a la dictadura de la familia Somoza, pero que actualmente integran políticos poco conocidos. El FSLN cuenta además en sus filas con dos movimientos evangélicos y tres partidos regionales indígenas del Caribe, entre otros”[1]. Estos partidos están canjeando su parte del pastel, y piden la moderación contra el capital y los ataques directos a la clase obrera, es parte del compromiso adquirido en aquella elección. El sector de izquierda del FSLN debe romper con estas Alianzas y comprometerse con un gobierno revolucionario, hay que tomarle la palabra al sector que quiere orientarse más a la izquierda que a la derecha en el FSLN, como lo ha declarado Carlos Fonseca Terán:
“En todo caso, la culpa de que estén desinformados es nuestra, del FSLN. Los niveles de organización y acción política del sandinismo han decaído en los últimos años, se ha descuidado la formación política y no se tienen mecanismos efectivos para la selección de cuadros tanto a nivel político partidario como a nivel de gobierno.
Debemos ser humildes, autocríticos y valientes, consecuentes con nuestros principios. A nuestra dirigencia no se le ayuda en nada diciéndole que todo marcha de maravilla, porque no es así y nunca será así. Nuestro gobierno ha hecho grandes esfuerzos para combatir la corrupción, pero evidentemente han sido insuficientes, y esto también está relacionado con las debilidades organizativas a las que me refiero. Se cometen muchas arbitrariedades y abusos, muchas injusticias y hay menosprecio por el pueblo y por los trabajadores a nivel de muchos funcionarios del Estado y de compañeros que ejercen cargos públicos. Esto crea un malestar que se acumula, y solo hace falta una chispa para que estalle, lo cual a quien más perjudica es en este caso, al mismo pueblo, debido a que hay políticos inescrupulosos esperando como buitres a que llegue el momento para reinstaurar en Nicaragua un régimen enemigo de los trabajadores, los jubilados, los estudiantes y el pueblo en su conjunto, como lo fue la triste noche neoliberal y ya no digamos, el somocismo…
Así que, a organizarnos mejor, a promover la participación del pueblo, a defender las conquistas alcanzadas y como buenos revolucionarios, a ser consecuentes con aquello que nos enseñó el comandante Fidel Castro: ‘cambiar todo lo que debe ser cambiado’”.[2]
El sector de la izquierda del FSLN debe presionar porque se derogue la reforme y apoyar la lucha justa de los trabajadores que han salido a manifestarse.

La reforma al INSS

En concreto, esta es la reforma de contribución al INSS que se implementó: “aportes de las empresas al Seguro Social en 3.5% entre julio de 2018 y el año 2020, cuando pagarían una tasa de 22.5 %. Asimismo, las cuotas de los asegurados del régimen integral pasarán de 6.25 % a 7 %. Las empresas aportarán a partir de julio 2018 dos puntos porcentuales más a su cuota de cotización al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), alcanzando una tasa de 21 % entre julio y diciembre de este año, pero en 2020 llegará a 22.50 %, es decir 3.5 puntos porcentuales más debido a tres ajustes que se realizarán paulatinamente”.[3] A simple vista la medida podrá parecer muy equilibrada, pero no es así, significan ataques a los intereses de la clase trabajadora nicaragüense, y en tiempos de crisis aguda atacar las ya miserables condiciones de vida de los trabajadores es un crimen.
El salario mínimo de la clase obrera nicaragüense es uno de los más bajos de la región centroamericana, esto a pesar de que se han dado aumentos salariales que no terminan de eliminar la brecha entre el costo de la vida y los salarios. El salario mínimo más alto de la clase obrera es de tan solo 7,660.52 córdobas mensuales (unos 239 dólares) y el más bajo que es el del sector agropecuario ronda los 4,176.49 (130 dólares). Son salarios miserables que no alcanzan para cubrir todas las necesidades básicas de la clase obrera, el aumento de la canasta básica no se detiene y está muy lejos del salario mínimo más alto del país: “De acuerdo con cifras del máximo emisor bancario, hasta noviembre la cesta de 53 productos se situó en 13,187.41 córdobas”[4]. Es una diferencia abismal entre salarios y canasta básica. Sobre este análisis podemos concluir que el aumento a la cotización representa un duro golpe al poder adquisitivo de las masas.
La empresa privada, que antes de esta medida rompió el “dialogo” con el gobierno central y se ha declarado en contra de la medida, obviamente, no aceptará pagar los efectos de la crisis del sistema de pensiones. Ahora mismo han desplegado también sus agentes desestabilizadores entre los manifestantes y han llamado a movilizarse contra el gobierno, mientras hablan en nombre del pueblo siembran el terror, y se frotan las manos al ver el caos y la inestabilidad, esperan como hienas hambrientas la caída del gobierno de Ortega e imponer su dictadura, sin importarles en lo más mínimo el sufrimiento del pueblo.
A pesar que el mismo Ortega y el FSLN son los principales culpables de esta crisis, al no querer aplicar un programa de medidas contra la gran empresa, al no querer implementar un programa revolucionario y de clase en su gobierno apoyado por la juventud y la clase obrera desde el inicio de su llegada al poder por el voto popular, denunciamos y condenamos enérgicamente las medidas desatadas por la burguesía, que funcionan como desestabilizadores y solo generan confusión en el pueblo.
Pero también denunciamos enérgicamente la violenta reacción del oficialismo, que ha abandonado todo tipo de dialogo con las organizaciones de los trabajadores y estudiantes que hoy se están manifestando. Desde la reforma hasta el día de hoy han sido casi 5 días de protestas continuas, donde el gobierno incluso ha movilizado a más de 35 estructuras municipales del partido y a las juventudes sandinistas para utilizarlas como arietes para disolver las manifestaciones, acusando a las protestas de ser organizadas por bandas de derechas y desestabilizadores. En las redes sociales se ha podido ver como los jóvenes pro-gubernamentales armados con tubos, piedras y palos han atacado a estudiantes y trabajadores incluso han llegado a robarles sus pertenencias. Actúan casi como las guarimbas en Venezuela, pero a la inversa. Estos grupos no son nuevos operan desde el pasado 2008, donde el oficialismo se agenció las elecciones en medio de un caos total por acusaciones de fraude electoral y de protestas en las calles.
Gioconda Belli la poeta y guerrillera del sandinismo de los años 80 se ha manifestado de la siguiente forma en su cuenta de Twitter: “Antes veíamos guerrilleros enfrentando la guardia, hoy vemos pandilleros empoderados por el gobierno amenazando al pueblo que protesta. Este gobierno alienta trúhanes y jayanes y los disfraza de sandinistas. ¡Eso no es sandinismo! Que no te engañen”. Así mismo muchos dirigentes históricos del FSLN se han sumado a la lucha de los estudiantes y no ven con buenos ojos la reforma impuesta por Ortega. Además, hay elementos dentro de la dirección sandinistas que no apoyan la reforma y piden, sin ser escuchados, dar marcha atrás a la reforma y a la violenta represión contra el pueblo. Mientras tanto la vicepresidente Murillo ha declarado este sábado que el presidente hace un llamado a la empresa privada a retomar el dialogo: “Estamos respondiendo al llamado del Consejo Superior de la Empresa Privada de nuestro país, confirmando nuestra disposición de retomar ese diálogo abierto, franco, que nos ha caracterizado y retomar y darle continuidad a ese modelo que nos ha dado tantos frutos, tanto buen resultado”[5]. La burguesía está caldeando el infierno en Nicaragua y Ortega pide el dialogo, mientras voltea la espalda a las protestas del pueblo mostrándoles el poder represivo del Estado burgués.
Condenamos la actitud del gobierno de Ortega y nos solidarizamos con la lucha de los verdaderos sandinistas, la juventud organizada en las universidades que hasta el momento se encuentran tomadas por estudiantes y de la gente que se ha autoconvocado para luchar contra la reforma. En algunos municipios los mismo militantes del FSLN han salido a manifestarse en contra de la reforma, en este caso los manifestantes han logrado integrar a la policía misma de la localidad impidiendo la represión; los estudiantes mantienen tomadas las principales universidades y piden el cese a la represión y ser escuchados en la mesa de dialogo con el gobierno.
Así también denunciamos la actitud nefasta y oportunista de la burguesía al querer sacar provecho de la situación, infiltrándose entre los manifestantes, en esto dejamos claro que no es la primera vez que la burguesía o el imperialismo mismo tiene metida sus manos en las justas luchas del pueblo. En el vecino país de Guatemala, un movimiento de masas fue capitalizado por la burguesía al cambiar un gobierno para poner a otro servil a ellos. Los trabajadores no fueron capaces de generar una dirección propia que realmente defendiera sus intereses y han tenido que pasar por la amarga experiencia del gobierno de Jimmy Morales, al cual ya han enfrentado con fuertes protestas y huelgas.
A los reformistas les parece apropiado tildar a todos los manifestantes sin distinción de provocadores, pues esto legitima la represión y el uso de la fuerza del aparato del Estado e incluso sus bandas violentas del partido sandinista. Se debe diferenciar de aquellos que legítimamente luchan contra ataques dignos de cualquier gobierno burgués y aquellos que quieren montarse y desviar la lucha a favor de la burguesía, estos son claros enemigos de los intereses del pueblo nicaragüense.
Ante esto, los estudiantes quienes han sido los heroicos y valientes que han salido a luchar a las calles desde el día miércoles, deben estrechar lazos con las organizaciones de la clase obrera, unificar las reivindicaciones de los estudiantes con la de los trabajadores y definir una dirección nacional del movimiento contra la reforma y la desestabilización, buscando la unificación del movimiento bajo un mismo plan de acción. La lucha revolucionaria debe llegar a los nervios de la sociedad, esto solo se puede lograr si los estudiantes se vinculan con los que en realidad mueven al país: la clase obrera nicaragüense.

La crisis del capital y las contrarreformas

No hay ningún país en el mundo que no sufra de la presión del capital, es un periodo convulso de revolución y contrarrevolución, ningún gobierno puede jactarse de estabilidad. Los llamados gobiernos “progresistas” en Latinoamérica han demostrado en el plano concreto el total fracaso de querer reformar el capitalismo poniéndole un rostro más humano y hoy deben dar marcha atrás a medidas que han significado mejoras momentáneas a favor de las masas. Los reformistas de hoy son solamente un pálido reflejo de los gobiernos socialdemócrata de los años de bonanzas del capitalismo. Una cuestión es clara no hay lugar para las reformas en la actualidad, ni es posible una tercera vía al capitalismo o al socialismo. Los partidos obreros que en verdad quieran sacar a las masas de la miseria deberán romper con el capitalismo, dentro de los límites del capital no se puede conseguir mejoras, sino ataques, sino quieren terminar siendo los partidos más odiados por los trabajadores al hacer el trabajo sucio de la burguesía: aplicar los recortes para salvar el sistema de su quiebra total.
El FSLN regresó al gobierno bajo el rechazo de las masas a los gobiernos burgueses, ellas querían un regreso a las principales conquistas de la revolución sandinista pero sus aspiraciones fueron traicionadas. El gobierno monolítico del sandinismo se ha mantenido en el poder durante años a través de la dominación de un aparato monstruosamente burocrático que tiene uno y mil lazos entre las empresas y sindicatos, favoreciendo con los recursos del Estado a sus más serviles funcionarios y aliados, controlando todos los aparatos del Estado y gobernando para los capitalistas. Pero esta práctica está llegando a un límite insuperable, la burguesía parece que está tomando la decisión de desechar a Ortega y a su extravagante esposa porque no le sirve más para sus intereses y se prepara para lanzar la ofensiva contra ellos y las masas. El sandinismo se encuentra acorralado entre la burguesía y los trabajadores. Las últimas medidas muestran que intenta balancearse sin éxito entre las dos clases, lo que ha hecho al contrario es colmar la paciencia de la juventud, que como bien sabemos ha sido en las grandes revoluciones (y en la lucha revolucionaria en Nicaragua particularmente) un termómetro casi exacto del descontento de los oprimidos y que podría ser el preludio de un proceso convulsivo con movilizaciones de masas en las calles. El ambiente en el pueblo no es muy estable, el aumento salarial del 5 % de los 91 diputados en la Asamblea que pasaran a ganar 96,251 córdobas (casi trece salarios mínimos del sector industrial) no pasó desapercibido en la opinión del pueblo y de hecho fue una de las chispas que encendió el caos en el país. Si los estudiantes encuentran la clave para despertar el descontento reprimido de los trabajadores nicaragüenses no habrá fuerza que pueda detener este gigante dormido.

A donde debe orientarse el movimiento

Como todo gobierno reformista y servil a los intereses de los capitalistas, al gobierno nicaragüense no le interesa encontrar la forma de resolver los problemas del Estado con medidas revolucionarias, estas parecen ser medidas “obsoletas y del siglo pasado”.
La crisis del sistema de seguridad no es más que la expresión de la crisis del sistema capitalista. Los sistemas de seguridad social estatal (de reparto o capitalización colectiva) funcionan bajo el capitalismo a medida que las tasas de desempleo se mantienen cercanas a cero, pues la generación actual debe pagar la seguridad social de la generación pasada y así sucesivamente. Pero en medio de una recesión profunda a nivel mundial esta tarea es hartamente imposible. Las recetas del FMI en todo los países son las mismas siempre, aumentar la edad de jubilación, reducir las pensiones, aumentar la cotización, etc. En lenguaje simple atacar a los obreros y no a los empresarios, banqueros y terratenientes.
La solución revolucionaria a este problema no está en las recetas draconianas del FMI sino en la generación de empleo formal y en el aumento de los salarios. La quiebra del Seguro Social llegó a partir de perder más de 504 millones de sus reservas técnicas en menos de 5 años, al punto de que el próximo año quedaría sin fondos, esto se debe a que solo una pequeña minoría de trabajadores cotiza en el INSS, o sea el porcentaje de cotizantes no es suficiente para cubrir las obligaciones previsionales que debe cumplir el sistema.
“Según Datos ofrecidos por el especialista Manuel Israel Ruiz indican que en 2006 el INSS tenía unos 440,000 afiliados, lo que equivalía al 19 % de la Población Económicamente Activa (PEA), y diez años después tenía el 26 %. En la actualidad hay 914,198 afiliados activos”[6]. Esto refleja que el sistema no cumple la cobertura, y también es la expresión de los niveles altísimos de desempleo y empleo informal en Nicaragua, un cáncer que agobia al sistema capitalista a nivel mundial y un factor fundamental para la quiebra de los sistemas de seguridad social de capitalización colectiva.
Los capitalistas son incapaces de generar empleos pues se niegan a invertir sin tener favorables ganancias, el paupérrimo crecimiento económico experimentado por Nicaragua este año que ronda el 3.4 %[7] del PIB no representan un avance para los niveles de vida de los trabajadores, pues no ha habido generación de empleo. Esto no se debe a que no hayan necesidades en el pueblo nicaragüense, todo lo contrario, Nicaragua sigue necesitando vivienda digna, alimentación, centros de recreación, hospitales, escuelas, universidades y carreteras, en este sentido sí hay donde invertir, pero los capitalistas no invertirán en esto sino le genera jugosas ganancias, por tanto una reducción del desempleo que venga desde los capitalista está descartada.
En este panorama no hay una forma de solventar la crisis del INSS, la imposición del nuevo tributo solo recrudece las condiciones de vida de los pensionados y el aumento a la contribución del INSS precariza la vida de los trabajadores mientras que los capitalistas se preparan para recortar los puestos de trabajo y aumentar el nivel de explotación de los que no serán despedidos. Como lo expresan en este extracto: “El incentivo para las empresas medianas sería buscar mecanismos para reducir la afiliación. Para las pequeñas, les significaría problemas financieros y de liquidez muy serios para hacer frente a estos costos más altos, creando un formidable desincentivo para la formalización. Todas las empresas se verían compelidas a reducir personal y no hacer los incrementos salariales para compensar el aumento del aporte patronal“.[8]
No hay solución en líneas capitalistas lo único que puede salvar a la clase obrera nicaragüense es la lucha organizada de los estudiantes y trabajadores, llamando a la convocatoria de asambleas en todo el país para definir una dirección nacional que presione al sector más a la izquierda en el gobierno Ortega para que se aplique un programa revolucionario, que incluya:
Derogación de las medidas de INSS impulsadas por Ortega
Administración de INSS por parte de una entidad tripartita conformada por un tercio de trabajadores del Estado, un tercio de trabajadores no sindicalizados y un tercio de trabajadores sindicalizados, ¡no a la privatización del INSS!
Campaña de incentivos para buscar la afiliación de todos los sectores laborales y formalizar a los sectores que se encuentra en la informalidad
La reducción de la jornada laboral de 48 a 36 horas semanales sin reducción salarial
Plan estatal de inversión en viviendas, escuelas, universidades y centros de recreación de carácter público
Por un aumento salarial acorde al costo de la vida, no más salarios miserables
No al pago de la deuda externa, utilizar ese dinero para financiar una seguridad social y pensión universal a toda la población
Por la expropiación progresiva de las palancas fundamentales de la economía (grandes extensiones de tierra, banca e industria) bajo control democrático de los trabajadores
¡Cese a la represión, creación de grupos de autodefensa para defenderse de los ataques de la burguesía desestabilizadora, de los grupos de choque pro-gubernamentales y la policía represiva!
¡Por un gobierno democrático de los trabajadores con un programa socialista y revolucionario!
¡Fuera burócratas y oportunistas!
¡Alto a la represión y a la criminalización de la protesta!

Juan de la Cruz

[1] https://www.lainformacion.com/politica/partidos/FSLN-Nicaragua-formaliza-electoral-comicios_0_937407719.html
[2] A consolidar el poder del pueblo y su vanguardia, Carlos Fonseca Teran.
[3] https://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/461342-inss-aumenta-cotizaciones-cosep/
[4] https://www.laprensa.com.ni/2017/12/31/economia/2353720-canasta-basica-supera-los-c13000-nicaragua
[5] https://www.elciudadano.cl/latino-america/nicaragua-retoma-el-dialogo-sobre-reforma-al-inss/04/21/
[6] http://kaosenlared.net/violenta-represion-en-nicaragua/
[7] https://www.elnuevodiario.com.ni/economia/443153-nicaragua-tercera-economia-mayor-crecimiento-latin/
[8] https://www.infobae.com/america/america-latina/2018/04/19/represion-en-nicaragua-grupos-de-choque-del-gobierno-de-daniel-ortega-golpearon-a-manifestantes-y-periodistas-en-una-protesta-contra-la-baja-de-las-jubilaciones/