domingo, diciembre 14, 2025

Piratería imperialista: Trump asalta un buque petrolero venezolano


El apetito por América Latina aparece explicitado en la última Estrategia de Seguridad Nacional de Washington. En un nuevo salto en las provocaciones contra Venezuela, un buque petrolero fue asaltado e incautado por fuerzas estadounidenses en las costas de la nación caribeña este miércoles 10. El operativo conjunto del FBI, la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional y la Guardia Costera incluyó el despliegue de helicópteros y efectivos que abordaron la nave a punta de pistola. 
 Según la agencia Reuters, el buque en cuestión se llama “The Skipper” y estaba sancionado por el Departamento del Tesoro yanqui, debido a que infringía las sanciones internacionales impuestas por la Casa Blanca para impedir la comercialización del crudo venezolano. La fiscal general estadounidense, Pam Bondi, asegura que transportaba material a Irán. Habría zarpado de Puerto José con cerca de 1,8 millones de barriles de crudo que, sin mayores pruritos, se apropiaría la Casa Blanca. “Asumo que nos quedaremos con el petróleo”, dijo Trump. 
 Otro informe de la agencia Reuters asegura que el asalto de “The Skipper” es solo el comienzo de una serie de incautaciones de buques petroleros venezolanos. Se busca, por tanto, cortar una fuente esencial de obtención de divisas del régimen de Nicolás Maduro.
 Esta misma semana, dos aviones F18 estadounidense invadieron el espacio aéreo venezolano. Cerca de 15 mil efectivos y una docena de buques militares están apostados a pocas millas de las costas venezolanas. Como parte del operativo “Lanza del Sur”, la Casa Blanca reactivó una base militar en Puerto Rico, trasladó aviones a El Salvador, tomó control de un aeropuerto en la República Dominicana e impulsó ejercicios militares conjuntos con Trinidad y Tobago. Esto se completa con el hundimiento de lanchas en el Caribe y el Pacífico, con más de 80 muertos hasta el momento. 
 El mismo día del asalto al buque “The Skipper”, el imperialismo montó en Oslo un show político en que la hija de la dirigente opositora, Corina Machado, recibió el premio Nobel de la Paz que el comité noruego asignó a su madre, una partidaria confesa de las operaciones de Trump. En la ceremonia participaron algunos de los principales secuaces de la Casa Blanca en América Latina: los presidentes Javier Milei, Daniel Noboa (Ecuador) y José Mulino (Panamá). 
 El apetito de Trump por la región aparece explicitado en la reciente Estrategia de Seguridad Nacional de Washington. En términos prácticos, además de las provocaciones y amenazas militares contra Venezuela, hemos visto en las últimas semanas la injerencia descarada de Trump en las elecciones argentinas y hondureñas (en estas últimas, el candidato trumpista está a punto de alzarse con la presidencia por medio de un fraude), las amenazas contra Colombia y la campaña para reinstalar una base yanqui en Ecuador. 
 Abajo las sanciones y provocaciones contra Venezuela. Fuera el imperialismo. Por la unidad socialista de América Latina. 

 Gustavo Montenegro

Masivo paro general en Portugal contra la reforma laboral


Participaron más de tres millones de trabajadores. 

 Un masivo paro general contra el proyecto de reforma laboral del gobierno de Luis Montenegro sacudió a Portugal este jueves 11. Según informes de la UGT y la CGTP, las centrales sindicales convocantes, más de tres millones de trabajadores participaron. Además, hubo piquetes de huelga y una movilización multitudinaria en Lisboa. 
 El acatamiento a la medida de fuerza en el sector público rondó el 95%, según el sindicato del área, y se destacó también en puertos, aeropuertos y en algunas fábricas de la alimentación y del ramo textil y automotriz. 
 El proyecto oficial facilita y extiende la contratación precaria, establece un banco de horas individuales y habilita jornadas de hasta 10 horas sin pago de horas extra, y restringe el derecho a huelga. Tiene muchas semejanzas, como se ve, con la ley que alienta Milei en Argentina. 
 Si bien el gobierno intentó restar méritos al paro, calificándolo como “inexpresivo”, se apuró a convocar una nueva reunión de negociación con la UGT para el 16 de diciembre –excluyendo a la CGTP. Intenta dividir al colectivo obrero e impedir que se profundice la respuesta obrera. Hasta aquí, la UGT mantuvo una postura conciliadora. “Las negociaciones deben acercar posiciones y debe haber concesiones por ambas partes”, afirmó en un reciente reportaje su secretario general, Mario Mourao. 
 Simultáneamente, el gobierno de Montenegro (de la derechista Alianza Democrática) busca llegar a un acuerdo con Chega (la formación ultraderechista que salió segunda en las últimas elecciones) para lograr una mayoría parlamentaria que le permita aprobar el proyecto. El dirigente de esta formación, André Ventura, acaba de exigir algunas modificaciones para acompañar la iniciativa. 
 La reforma laboral portuguesa lleva el tramposo título de “Trabajo XXI”. Como en Argentina (y tantos otros países), se intenta disfrazar la liquidación de los derechos laborales como una modernización y adaptación al nuevo siglo. 
 La ofensiva del gobierno portugués plantea la continuidad de las medidas de lucha, con paros progresivos hasta la huelga general. 

 Gustavo Montenegro

10 claves de la reforma laboral esclavista


Un punteo sobre el proyecto presentado por el gobierno de Milei. 
 Abajo la reforma antiobrera del gobierno. 

La reforma laboral que pretende aprobar el gobierno constituye una declaración de guerra contra la población trabajadora. Lejos de tratarse de una "modernización", elimina conquistas históricas de los trabajadores, retrotrayendo las condiciones de trabajo al siglo XIX. A continuación, repasaremos los puntos más sobresalientes de esta legislación esclavista. 
 #1 Jornada laboral extendida y banco de horas para no pagar horas extras El proyecto de Milei habilita jornadas de trabajo de hasta 12 horas, pisoteando las 8 horas consagradas por ley en 1929, fruto de las grandes huelgas obreras a inicios del siglo XX, como la Semana Roja, la Semana Trágica y la Patagonia Rebelde. Lo anterior desmiente que la reforma apunte a crear nuevos puestos de trabajo, como sostienen sus auspiciantes; por el contrario, las horas de trabajo disponibles recaerán sobre menos trabajadores, lo cual se traducirá en sobrecarga laboral para unos pocos y subocupación y desocupación para la gran mayoría. 
 Por otra parte, la patronal podrá eliminar el pago de las horas extras -que actualmente se cobran al 50% en días de semana y al 100% los fines de semana y feriados- y reemplazarlo por un "banco de horas", donde las jornadas más largas se compensan con jornadas más cortas. De este modo, el empleador pasa a disponer a su antojo sobre la vida del obrero, quien, al no saber de antemano con qué tiempo libre va a contar, le será imposible organizar actividades por fuera del trabajo. Una medida que atenta contra el derecho al ocio y al estudio de los trabajadores, además de conspirar en contra de sus vínculos familiares y afectivos.
 #2 Vacaciones fraccionadas El proyecto les permite a las empresas fragmentar las vacaciones de sus empleados, y, solo cada tres años, están obligadas a otorgarlas en temporada de verano. Así las cosas, los trabajadores pierden el derecho a vacacionar con su familia, ya que difícilmente su descanso coincida con el receso escolar de sus hijos. Si la patronal así lo decide, los obreros deberán permanecer dentro de la fábrica durante todo el período de altas temperaturas, sin poder disfrutar del merecido veraneo. 
 #3 Salario "dinámico" y en especie Si se aprueba la nueva ley laboral, los salarios podrán fijarse por tiempo o por rendimiento, incluyendo pago por unidad de obra, comisión individual o comisión colectiva. Esto no solo erosiona los lazos de solidaridad de clase, fomentando la competencia entre los trabajadores, sino que además los sumerge en la incertidumbre de no saber con qué dinero van a contar mes a mes. Mención aparte que, en momentos de caída de la actividad, el salario atado a la producción significa menos ingresos. Como si fuera poco, sobre esos componentes "dinámicos" no rige la ultraactividad (los derechos adquiridos por convenio), ni los aportes a la seguridad social; tampoco se contabilizan a la hora de calcular las indemnizaciones. 
 Por otra parte, el texto habilita que parte del salario pueda ser pagado en especie, lo cual nos retrotrae directamente al Medioevo, además de traer reminiscencias de los ticket canasta durante el menemismo. 
 #4 Indemnizaciones más baratas La reforma antiobrera en puertas, lejos de generar empleo, abaratará los despidos. Por un lado, las remuneraciones no mensuales, como las vacaciones, el aguinaldo, los premios, etc., quedan excluidas del cálculo de las indemnizaciones. A su vez, las Pymes podrán pagarlas hasta en 12 cuotas. Por otra parte, la actualización de las mismas no podrá superar la fórmula compuesta por el IPC + 3% anual, limitando así los intereses que abonan las patronales en caso de despidos sin causa. 
 Al mismo tiempo, se crea el Fondo de Asistencia Laboral (FAL) destinado a financiar futuras indemnizaciones. El mismo se nutrirá del 3% de los aportes a la seguridad social, desfinanciando la caja jubilatoria. Como vemos, los trabajadores pasarán a aportar para pagarse su propia indemnización en caso de ser despedidos. Mientras tanto, esos fondos serán administrados por entidades financieras, las cuales percibirán una comisión; un nuevo negocio para los bancos y fondos de inversión -al estilo AFJP de los ´90- a expensas del trabajador. 
 #5 Si te enfermás, cobrás menos Uno de los aspectos más inhumanos del proyecto es que, si el trabajador se reincorpora luego de una licencia por enfermedad y se encuentra incapacitado para realizar todas las tareas que requería su puesto, la remuneración será proporcional a la capacidad de trabajo recuperada. Es decir, la clase obrera que ha dejado su salud en aras de producir para la empresa es doblemente castigada con una rebaja salarial. 
 #6 Ataque a los convenios colectivos La normativa enviada al Senado establece que los convenios por empresa prevalecen a los convenios por rama, sin importar que los últimos resulten más beneficiosos para los trabajadores, violando así el principio de irrenunciabilidad que rige actualmente en el derecho laboral. De esta manera, cada patronal podrá imponer su propio convenio a la baja. Además, la proliferación de los convenios por empresa atomiza al movimiento obrero a la hora de organizarse por sus condiciones de trabajo. 
 A su turno, se elimina la vigencia de las cláusulas no obligacionales (aquellas referidas a la actividad sindical en la empresa, por ejemplo) del convenio colectivo de trabajo una vez que vence el mismo. En otras palabras, deja de regir la ultraactividad sobre dichas cláusulas, abriendo paso a nuevas negociaciones entre la patronal y las direcciones sindicales, que pueden resultar desfavorables para el colectivo obrero.
 #7 Atropellos contra el derecho a huelga Si sale la ley, las asambleas obreras requerirán autorización previa del empleador sobre horario, tiempo y, si son dentro del establecimiento, ubicación. A la vez, no se devengan salarios durante su realización. Un ataque a la organización de base, al servicio de instalar una dictadura patronal al interior de las fábricas. Esto va acompañado de mayor criminalización de la protesta, dado que los bloqueos y las ocupaciones serán catalogados como "infracciones graves". 
 En la misma línea, se restringe el derecho a huelga a través de la ampliación de rubros considerados esenciales, y, como tales, obligados seguir funcionando al 75% de su capacidad. Con la nueva ley, la esencialidad abarcará nuevas actividades como las telecomunicaciones, la aeronáutica, los servicios aduaneros, la educación y los sectores vinculados a las exportaciones (portuarios, petroleros, etc.).
 #8 Ampara el fraude patronal y los despidos discriminatorios La ley que impulsa el gobierno establece la incompatibilidad entre el cobro de salarios e indemnizaciones con acciones o reclamos por daños y perjuicios fundados en el Código Civil y Comercial. De este modo, obstaculiza el acceso a la Justicia de aquellos trabajadores que fueron condenados a la informalidad laboral, o bien, víctimas de despidos discriminatorios (por embarazo, actividad gremial, enfermedad, etc.), con lo que las empresas se evitarán resarcirlos. Además, elimina la posibilidad de reinstalación en esos casos, al remarcar que “La indemnización prevista en este artículo constituye la única reparación procedente frente a la extinción sin justa causa del contrato de trabajo”.
 #9 Los repartidores continúan precarizados En lugar de reconocer la relación de dependencia que existe entre las empresas dueñas de las plataformas y los repartidores que trabajan para ellas, el proyecto cristaliza la situación de precariedad de estos últimos, instándolos a "registrarse en ARCA, realizar aportes, contar con cobertura social, informar una cuenta bancaria, cumplir normas de tránsito"; en otras palabras, a seguir siendo monotributistas desprovistos de derechos laborales. El texto llega al ridículo de concederles el derecho a "rechazar pedidos", cuando en caso de hacerlo el algoritmo de las aplicaciones se encarga de penalizar esa práctica.
 #10 Hunde a las obras sociales El descuento de la cuota sindical deberá contar con la autorización previa de cada trabajador, lo cual supone un duro golpe al financiamiento de las obras sociales. El gobierno se vale del desprestigio que reviste a las direcciones sindicales burocráticas, las cuales se han ocupado de degradar la atención médica de los trabajadores, para terminar de hundir esos servicios de salud, favoreciendo a la medicina privada. Seguramente haya sido este artículo de la reforma laboral el que impulsó a la cúpula CGT a convocar una marcha contra la ley, puesto que no les interesa defender los derechos de sus afiliados sino conservar sus privilegios.

 Hay que derrotar la reforma en las calles

 La ley presentada persigue el objetivo de acentuar la explotación obrera en función de engrosar el bolsillo de los capitalistas. Implica un deterioro de enorme envergadura en las condiciones de vida de los trabajadores, y, por lo tanto, es necesario deliberar en cada lugar de trabajo cómo nos organizamos para enfrentarla. Nos toca ganar las calles el 18 de diciembre y continuar el plan de lucha hasta derrotar los planes del gobierno y la clase capitalista. 

 Sofía Hart

Universidades nacionales: el presupuesto 2026, el instrumento que ratifica su vaciamiento


Luego de dos años el movimiento universitario conquistó con planes de lucha y movilizaciones de millones de personas la ley de financiamiento universitario. Por ella se imponía “hacia adelante” la indexación de los salarios y ciertos “gastos” de funcionamiento y becas estudiantiles. Esta ley dejaba de lado las pérdidas salariales y presupuestarias producidas desde la asunción de Milei y nos retrotraía a la situación de noviembre de 2023 que ya llevaba ocho años de ataque a las universidades por parte de Macri y el gobierno de Alberto-Massa-Cristina 
 Sin embargo el gobierno se niega a aplicar la ley que fue vetada y que el Congreso ratificó. Esto es parte del plan de sometimiento colonial y de destrucción de todas las conquistas del pueblo trabajador y por ello en el debate del presupuesto de 2026 el secretario de Educación, Torrendell, y el subsecretario de Políticas Universitarias, el facho Álvarez, ratificaron que no aplicaran la ley.
 Por ello en el proyecto de presupuesto las UUNN tienen asignados 4,78 billones de pesos que implica una reducción del 14% en relación al ejecutado 2025 y tomando la inflación del 21% del REM del BCRA que se publicó esta semana. La muestra más clara de que esta reducción es una realidad es que para el mes de diciembre de 2025 los incrementos salariales de docentes y nodocentes es del 0% siendo los salarios el 90% del presupuesto.
 No le van en saga los dictámenes que han presentado las bancadas de Unión por la Patria (UxP) y una “suma” de diputados de Provincias unidas y el MID (incluida una diputada de Lousteau/Yacobitti). Si bien ambos dictámenes manifiestan que se aplique la ley, a la hora de “poner” los números esto no se visualiza. UxP plantea un presupuesto de 7,32 billones de pesos que es lo solicitado por el Consejo Interuniversitario Nacional. 
 Nos detendremos en este “pedido” del CIN que es el organismo que reúne a los rectores de las UUNN excepto la UBA y que explícitamente no incluye la inflación desde agosto de 2025 hasta diciembre de 2026, ni las actualizaciones salariales, ni fondos para ciencia, la tecnología y el arte y tampoco la actualización en monto y beneficiarios de las becas estudiantiles. Esto afirmado explícitamente en la presentación del CIN (las patronales universitarias), en otras palabra es, una vez más un presupuesto en línea con la política del gobierno de vaciamiento de las UUNN, cosa que está muy clara cuando estas patronales ya aplican las reformas laborales (convenios por universidad, como en la UBA y Córdoba, trabajo gratuito, no pase a planta de decenas de miles de trabajadores, monotributistas, etc.) y educativas con la implementación en conjunto con las universidades privadas de un sistema de “créditos” (Sacau) por el cual se degradan los títulos universitarios y por cuanto el valor de la fuerza de trabajo que egresa de las universidades y nos retrotrae más de 60 años a las luchas por la "Laica o Libre" al poner en pie de igualdad a las universidades públicas y las privadas
 La propuestas de Provincias unidas es aún peor ya que contempla como presupuesto de 6,68 billones de pesos. Destacamos ante toda la comunidad universitaria que quienes se dicen defensores de la reforma del 18 y la gratuidad como Lousteau y Yacobitti proponen un presupuesto menor incluso al que solicitan los rectores para que sigan “abiertas” las universidades 
 Por todo esto desde el Partido Obrero en el FIT-U planteamos el rechazo a todas las propuestas de presupuesto universitario que han realizado el gobierno y la oposición patronal. La inmediata puesta en práctica de la ley de financiamiento universitario. Proponemos la triplicación del presupuesto universitario para alcanzar así: 
 Salarios para todos los trabajadores universitarios no sean menores a la canasta familiar, rentas para los ad-honorem y adscriptos, pase a planta de todos los trabajadores contratados y monotributistas y así terminar con las más de 10.000 renuncias a sus puestos de trabajos que ya se han producido, así como el pluriempleo donde ya la jornada de trabajo supera las 50 horas semanales. 
Terminar con la deserción por miles de los estudiantes y combatir la “baja tasa de graduación” asignando becas estudiantiles a los estudiantes que según el propio Indec provienen en el 46,6% de hogares debajo de la línea de pobreza. Según estudios realizados por las universidades de Córdoba, La Plata y Comodoro Rivadavia un estudiante para cubrir los gastos necesarios para poder cursar y recibirse en tiempo y forma necesita un millón de pesos mensuales en promedio La investigación, tecnología y arte tendrían que alcanzar el 1% del PBI (cosa que el presupuesto elevado deroga) para acercarse a tener un desarrollo autónomo del país y el gobierno y las patronales universitarias ni siquiera lo contemplam Infraestructura. Al igual que en el resto de las obra públicas todo el mantenimiento y crecimiento de aulas, talleres, laboratorios y su equipamiento están paralizadas.
 El presupuesto es la puesta en sostenimiento financiero de una determinada política, el presupuesto 2026 hace honor a este precepto. Lo que que hemos comprobado en estas líneas es que los presupuestos universitarios presentados por el gobierno facho-libertario, las oposiciones patronales y las patronales universitarias siguen una política de vaciamiento de las universidades públicas preparando su arancelamiento y ponerlas al servicio del mercado. El Partido Obrero se opone por el vértice a estas políticas y llama a luchar en el parlamento, las aulas y las calles por una universidad pública al servicio del pueblo trabajador que la sostiene con el pago de sus impuestos al trabajo y sus consumos básicos.

 Antonio Rosselló

La Estructura Secreta de la Dominación Capitalista: La Alienación

50 años del ataque al cuartel de Monte Chingolo.

 

 En Tarde Para Nada, conversamos con Yulian Martínez, artista visual y autor de Las batallas de Monte Chingolo, a 50 años del intento del ERP de copar el Batallón 601. A partir de archivos, fotografías, testimonios de vecinos y sobrevivientes, reconstruimos qué pasó en Monte Chingolo en diciembre de 1975, el rol del ERP, la represión militar, las víctimas invisibilizadas y las huellas que el hecho dejó en el conurbano bonaerense.

sábado, diciembre 13, 2025

40 años del Juicio a las Juntas


El 9 de diciembre de 1985 se dio a conocer el fallo del juicio a las Juntas Militares. Aquel veredicto se convirtió en el hito del gobierno de Raúl Alfonsín, que había llegado a la Casa Rosada recitando el preámbulo de la Constitución Nacional en actos de masas. A diferencia de su competidor, el peronista Ítalo Lúder, que consideraba “irreversible” la autoamnistía dictada por el último gobierno militar, Alfonsín prometía revocarla. Lúder era un referente de la derecha peronista. Durante un breve interinato, en 1975, mientras Isabel Perón se encontraba de licencia, había firmado el decreto de “aniquilamiento” de la subversión que inauguró el Operativo Independencia. Esto marcó el involucramiento directo de las fuerzas armadas en la represión interna, un salto cualitativo respecto del policiamiento y terrorismo de las bandas armadas como la CNU y la Triple A contra el activismo que caracterizaron al tercer mandato de Perón. Fue el precedente de la represión que luego aplicaría a una escala todavía mayor la dictadura, su ensayo general. Alfonsín, en cambio, acudía como relevo de Ricardo Balbín, el líder radical que había reclamado “terminar con la guerrilla fabril”. Su discurso entroncaba con la línea democratizante que, luego de respaldar a las dictaduras latinoamericanas durante décadas, había pasado a enarbolar el imperialismo en su ´lucha´ contra la URSS y, fundamentalmente, contra la revolución en Centroamérica. Alfonsín jugaría un papel internacional relevante en la contención de la revolución nicaragüense como parte del “Grupo de Apoyo a Contadora” (integrado por Colombia, México, Panamá y Venezuela) dirigido a sellar ´la paz´ en el continente, en momentos en que Nicaragua y El Salvador atravesaban guerras civiles. 
 Las ilusiones democráticas comenzarían a ser defraudadas tempranamente por el alfonsinismo. El Juicio a las Juntas fue el resultado de una crisis con los militares. Alfonsín pretendía que los comandantes fueran juzgados por el Consejo Supremo de las fuerzas armadas, pero este rechazó el planteo. Al mismo tiempo, pretendía juzgar a las cúpulas de las organizaciones guerrilleras. Desde un principio adoptó el punto de vista de ´los dos demonios´. Sin embargo, la expectativa del “castigo a los culpables” congregaba multitudes. La recepción de testimonios ante la Conadep se convirtió en una movilización vigorosa, aunque esta comisión tuviera la misión de purgar a los militares por sus ´excesos´ en la ´guerra antisubversiva´. La comisión -presidida por el escritor Ernesto Sábato y de la cual fueron excluidas las organizaciones de familiares- recogió la denuncia de 9.000 casos -en aquel tiempo se descontaba que fueran muchos más, dando cuerpo a la estimación de 30.000 detenidos-desaparecidos- y los nombres de más de 700 represores. El informe final -compuesto por 50.000 fojas- se popularizó a partir de la versión de 300 páginas conocida como Nunca Más. El prólogo original de aquel tomo, redactado por el propio Sábato, exaltaba la teoría de los ´dos demonios´ en aras de promover la ´reconciliación nacional´. La entrega del informe en Casa Rosada fue acompañada por una movilización de 70.000 personas que desbarataron el intento del radicalismo de convertirla en una marcha en apoyo al gobierno. El informe de la Conadep fue la base de la acusación contra los militares.
 El juicio se limitó a los miembros de las tres Juntas Militares que se sucedieron en el gobierno. Los testigos aportados por los radicales y la burocracia sindical fueron, en principio, favorables a los acusados. Una fuerte corriente radical era partidaria de evitar los juicios y apurar la sanción de la ley de Obediencia Debida, para resguardar al cuerpo de oficiales y suboficiales que había participado del genocidio. Las cosas comenzaron a cambiar cuando se escuchó el estremecedor relato de las víctimas, entre los cuales se suele destacar justificadamente el de la fallecida Adriana Calvo, fundadora de la Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos (AEDD). El desarrollo del juicio fue acompañado por una sistemática campaña de terror que partía del propio aparato represivo. Llamados anónimos anunciaban amenazas de bomba contra las escuelas, con el propósito de alimentar el clima de zozobra. “La justicia identificó 550 actos terroristas, cuantiosos daños materiales, decenas de heridos y hasta víctimas fatales” ocurridos durante esos meses, entre abril y diciembre de 1985 (Clarín, 10/12). 
 Las condenas fueron acotadas. Videla y Massera fueron los únicos que recibieron prisión perpetua. A Viola, en cambio, que gobernó con ellos, le dictaron una pena de 17 años de prisión. Sus sucesores, Lambruschini y Agosti, recibieron condenas a 8 años y 4 años y 6 meses de prisión, respectivamente. Los integrantes de la última junta -Graffigna, Galtieri, Lami Dozo y Anaya- fueron absueltos. Pese a integrar la tercera junta, Alfonsín excluyó de la acusación al general Cristino Nicolaides. 
 Casi simultáneamente, se desarrolló el juicio previsto contra las cúpulas guerrilleras. Solamente comparecieron el líder de Montoneros Mario Firmenich y el exgobernador de Córdoba Ricardo Obregón Cano, destituido por un golpe policial incentivado por Perón, dado que eran los únicos que se encontraban en el país. Ambos fueron condenados. Con evidente intencionalidad política, aunque fuese simbólico, el decreto presidencial que dispuso el juicio contra los guerrilleros (157/83) precedió al que ordenó el juzgamiento de los militares (158/83). 
 El Juicio a las Juntas fue parte crucial de un operativo de rescate del aparato represivo y de ´restauración´ de las Fuerzas Armadas. Su propósito era contener al movimiento de lucha contra los crímenes de la dictadura, iniciado aún bajo su régimen de terror. Las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, la capitulación ante los levantamientos carapintadas y la luz verde a la masacre de La Tablada fueron los ´hitos´ que sucedieron al Juicio a las Juntas y Menem remató con los indultos.
 Ninguna movilización popular recuerda el aniversario de las sentencias dictadas en el Juicio a las Juntas militares. Por el contrario, continúa recobrando vigencia cada año la conmemoración del 24 de Marzo, el aniversario del golpe militar, como una jornada de lucha masiva que reúne a varias generaciones.
 En esta ocasión, la Corte Suprema y el Poder Judicial celebraron en un acto protocolar el “hito institucional” que significó para ellos. Milei, por su parte, lo recordó formalizando el nombramiento del jefe del Ejército Carlos Presti como ministro de Defensa, inaugurando un nuevo régimen de gobierno cívico-militar. 

 Jacyn 
 10/12/2025

Una contrarreforma laboral fascista


Despoja a la clase obrera de su ciudadanía.

 La Reforma Laboral enviada por el gobierno al Congreso es un crimen político y social contra la clase obrera. 
 No solamente destruye los convenios colectivos, la jornada de 8 horas y el derecho a la indemnización por despido. 
 No sólo convierte a las cargas previsionales y de salud de las patronales en una ganga.
 Es, por, sobre todo, un ataque penal a las huelgas y las asambleas de fábrica; bajo la cobertura antiobrera ‘neoliberal’, es un proyecto fascista.
 La legislación laboral, arrancada por grandísimas luchas para proteger a la fuerza de trabajo de la súperexplotación ilimitada del capital, ha sido convertida en un instrumento del Estado para imponer el trabajo forzado. 
 Puertas adentro convierte a la fábrica en una cárcel, despojando a los obreros de su condición de ciudadanos, o sea, sujetos con derechos políticos; las huelgas, los bloqueos, los piquetes obreros, la elección de delegados de todo el personal, son derechos políticos. Son el arma histórica de defensa contra el inmenso poder del capital, que regula nuestras condiciones de existencia. 
 La Reforma estatiza las relaciones laborales para someter a la fuerza de trabajo a ‘la disciplina’ de un robot. Prohíbe la organización de los trabajadores de las aplicaciones, independientemente de su propia voluntad. La estatización de las relaciones laborales y de clase es el principio de base del fascismo.
 Las excepciones de impuestos y los subsidios a los capitalistas no lo son: son, simplemente, una estafa contra los contribuyentes. 
 Las patronales pueden privar a la sociedad de los servicios “esenciales” mediante el acaparamiento, los altos precios y el cierre de empresas. ¡La ‘reforma laboral’ no prohíbe el “locaut”! El pulpo Techint tiene el ‘derecho’ de levantar su planta SIAT de Valentín Alsina en protesta porque sus competidores nacionales (la petrolera PAE y los Bulgheroni) quieren comprar más barato los caños a China, pero los obreros de SIAT no lo tienen para impedirlo y reemplazar la gestión parasitaria de Paolo Rocca por una gestión obrera electa y revocable. 
 No es la primera vez que una burocracia sindical acepta una reforma fascista laboral y sindical. Ya ocurrió con la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler, o con las dictaduras militares en Argentina. La ‘reforma’ contempla la liquidación de las obras sociales y el desfinanciamiento terminal de las jubilaciones. La burocracia integra, sin embargo, el Consejo de Mayo, que es el órgano corporativo estatal de los ‘libertarios’ y los gobernadores, incluso varios peronistas. 
 Lo hemos dicho durante décadas: Argentina no sufre un “costo laboral”, sufre un “costo capitalista”. Ganancias descomunales, apalancadas con deudas a tasas usurarias, hoy recogenn el 65 % del Ingreso Nacional contra el 35 % de 14 millones de trabajadores activos. Milei está comprando armas y aviones a rolete con un Presupuesto de brutal ajuste social. El capital guarda en las cuentas del exterior el doble de la deuda externa de Argentina: 450.000 millones de dólares. Mientras tanto, Argentina “no crece” (absoluta ni relativamente) desde hace varias décadas. 
 Las cosas están claramente planteadas: Socialismo, o sea, gobierno de trabajadores, o Barbarie. “
A la lucha cien, a la lucha mil, hoy por ellos, madre, y ellos por mí”. 

 Nota de tapa de Política Obrera N° 134 edición impresa. 
 10/12/2025

viernes, diciembre 12, 2025

Los dos años de Milei


El 10 de diciembre de 2023, Javier Milei le señaló al capital financiero internacional y a la burguesía argentina cuál sería el propósito central de su gobierno: ni más ni menos que la “puesta en valor” de la deuda pública argentina, asegurando su repago y, en perspectiva, el cumplimiento de los grandes vencimientos de capital pactados por los Fernández y Martín Guzmán en 2020. Ese reconocimiento de la deuda usuraria, por parte de los “nacionales y populares”, implicaban pagos por 20 a 25.000 millones de dólares a partir de 2026, durante al menos un lustro. La misma importancia revestía la deuda pública interna, con la diferencia de que esta debía ser remunerada y reciclada desde el mismo día de la asunción. Para llevar adelante este propósito, Milei le ofrendó al capital una cuestión central: avanzar en una contrarrevolución social y laboral en el país. 
 A los acreedores de la deuda, en definitiva, se les ofreció la garantía de un presupuesto público progresivamente “liberado” de salarios estatales, jubilaciones, gastos sociales y obra pública. Sobre esa base, Milei y Caputo apostaron a un ingreso de capitales que provendría de los fondos financieros primero y, luego, de las inversiones directas en la minería y los hidrocarburos, para quienes crearon un régimen extraordinario de exenciones de impuestos. Sobre esa base, el Gobierno prometió que el Estado y la burguesía argentina volverían al crédito internacional. 
 El azar hizo que los resultados de esta tentativa se revelen en el “día del segundo aniversario”. El gobierno que debe reunir 20.000 millones de dólares para los vencimientos de 2026; que había anunciado una cifra similar por un megapréstamo de bancos internacionales, e incluso una “línea abierta” de crédito del Tesoro norteamericano por ese monto, acaba de lanzar una licitación de deuda por… 1.000 millones, para devolver en un corto plazo -algo más de tres años- y con una tasa de interés efectiva que estará por arriba del 10 % anual en dólares. Pero la prima de los eventuales inversores será superior, porque el Gobierno les ha desarmado varias regulaciones cambiarias para facilitar la operación. La colocación de deuda se regirá por ley local: el propósito es eludir a la ley vigente, que obliga a que las refinanciaciones de deuda con jurisdicción extranjera mejoren a los compromisos vigentes en términos de plazo, tasa de interés o capital adeudado. Es probable que la emisión de hoy no reúna ninguna de estas condiciones. Caputo y Milei, por lo tanto, están “viviendo al día”. Ni el Estado ni la burguesía argentina han recuperado su capacidad de financiamiento. Detrás de esta improvisación, la remuneración de los capitales especulativos atraídos por el “modelo” libertario consumieron dos años de superávit comercial, un blanqueo y un nuevo préstamo del Fondo Monetario, que debió ser activado este año ante la evidencia de que Argentina marchaba a una nueva cesación de pagos. 

 Crisis del Estado y crisis del capital

 Antes de que el Gobierno acudiera nuevamente al Fondo Monetario, tuvo lugar un reguero de concursos de acreedores y quiebras entre grupos estratégicos de la gran burguesía, como los que operan en el agronegocio (Grobo, Agrofina y otros). El denominador común de estos casos es el apalancamiento con préstamos en dólares que no se pudieron afrontar, por la declinación del mercado interno, en algunos casos, y el impasse de un mercado internacional surcado por la sobreproducción, la guerra comercial y la caída de los precios. Las corridas cambarias de este año, con disparada del riesgo país incluida, pusieron de manifiesto que el régimen económico de Milei-Caputo había entrado en terapia intensiva. En el medio, la operación de los mesadineristas se cobraba un fantástico retroceso de las fuerzas productivas: el instituto Germani acaba de estimar una caída del empleo registrado que supera largamente los 300.000 puestos formales; la economía se encuentra, de conjunto, en los niveles de “salida de pandemia” (2022). El retroceso social, educativo y sanitario es extendido. La operación de rescate de Bessent y Trump ha servido para hacer zafar a Milei-Caputo de las elecciones de medio término, pero ella misma ha perdido oxígeno en las últimas semanas: a nadie escapa que el financiamiento de Argentina, incluso a cuentagotas, es una puerta giratoria que, en términos de comercio internacional, está asegurando un flujo extraordinario de importaciones... desde China. Esto es justamente lo que pretendía evitar el “alineamiento sin condiciones” con Trump y el rescate financiero. Un exdirector del FMI, Alejandro Werner, acaba de advertir que Bessent y Trump no le colocarán dos veces el respirador artificial a la Argentina. A dos años del “rodrigazo” de diciembre de 2023, el capital financiero le reclama a Milei un nuevo rodrigazo para juntar los dólares que no tiene. Pero lo que Milei no tiene, por sobre todas las cosas, son los recursos políticos para bancar una conmoción inflacionaria. 

 Un “orden” muy precario 

Aunque no puede ofrecerles a sus mandantes una normalización financiera, en el balance de los dos años Milei les ofrece “la recuperación de la calle” y el “fin de los piquetes”. Es una “conquista” recurrentemente desafiada por las marchas educativas, universitarias, de jubilados y muchas otras. El protocolo represivo de Bullrich se ha ensañado con los desocupados o con demostraciones pequeñas, pero ha tenido que recular cuando las manifestaciones revistieron un carácter masivo. Sobre los Milei y sus esbirros campea el fantasma de las grandes huelgas y rebeliones populares que han terminado con gobiernos enteros. El único acatamiento de la calle que ha funcionado en el bienio libertario es el de la burocracia sindical, con su inmovilismo la mayoría de las veces y, cuando ha salido, a través de movilizaciones “de vereda”. En cualquier caso, la burocracia ha sido un peso muerto: las luchas obreras, que no han cesado ni un momento en estos dos años, se abrieron paso con independencia de los cómplices sindicales de Milei. 
 Nadie fue más claro que Donald Trump para caracterizar el contenido de la victoria electoral libertaria: “Perdía, salí a apoyarlo y ganó”. El sostenimiento fundamental de Milei se encuentra hoy en el régimen de Trump, para quien Milei es un mandadero de sus aventuras militares, presentes o futuras, en el continente. En el plano interior, la “fuerza” de Milei reside en haber colectado un elenco variopinto de tránsfugas políticos y lúmpenes, siempre dispuesto a fracturarse por diferentes corruptelas. Llamarle “primera minoría” a ese rejunte es presuntuoso. La fortaleza que Milei quiere presentar en el Congreso no pasa de querer librarse de un juicio político y, naturalmente, no está garantizada. El gobierno libertario marcha al reforzamiento de un régimen de poder personal, al que quiso blindar haciendo ingresar al jefe del estado mayor del ejército al gabinete nacional. En las condiciones de una crisis financiera irresuelta y de una tensión social creciente, ese régimen de arbitraje personal es el fermento característico de las rebeliones populares de Argentina.
Milei sólo ha sido sistemático en la explotación de una crisis política de alcance histórico. Es la que corroe al peronismo y que precede al propio gobierno libertario. Milei ha sido el producto de la extraordinaria descomposición del gobierno de Alberto y Cristina Fernández, que transcurrió sus últimos dos años en virtual vacancia política. Milei vive todavía del crédito de ese derrumbe político, del cual se sirve para anudar complicidades -gobernadores, burócratas- o, simplemente, asegurarse el inmovilismo del lado de la supuesta oposición. 
 Milei ha decidido pasar el segundo aniversario fuera del país, allí donde cree contar con su mayor fortaleza: en la banda de fascistas que apoyan una política de guerra internacional contra las masas bajo la batuta de Trump. En este caso, se fue a celebrar el premio Nobel a Corina Machado, o sea, a apoyar una invasión imperialista a Venezuela bajo la pátina de la “democracia”. Pero acá también pisó en falso: Machado no llegó al estrado, en medio de las protestas antiimperialistas contra una invasión a Venezuela. Si el destino de Milei se juega con Trump, entonces es un destino ultraprecario, porque el magnate yanqui se encuentra bajo el fuego cruzado de las disputas con los otros bloques imperialistas, las divisiones en la propia burguesía americana, las movilizaciones internacionales contra la guerra y con su propio país semiinsurreccionado.
 ¿Es muy diferente el ´estado de situación´ de la Argentina? Las terminales de colectivos, las grandes acerías, los parques industriales, las barriadas, están en estado de emergencia. La reforma laboral con la que Milei quiere dar el puntapié inicial de la segunda mitad de su mandato abre una guerra declarada entre el capital y la clase obrera. Los explotados argentinos tienen todos los motivos y reclamos para hacer oír su voz. 
 El peronismo fracasado ha hecho del “emparchado” aniversario de Milei un muro de los lamentos. Pero lo que tenemos por delante es un período extraordinario de crisis, luchas de clases y desplazamientos políticos, que deben ser orientados con una política socialista. El desenlace irrevocable que le espera a los Milei y Caputo es inseparable del impasse que atraviesa el capitalismo en su conjunto, en medio de guerras, genocidios, crisis financieras y, sin duda, revoluciones sociales. 

 Marcelo Ramal
 10/12/2025

miércoles, diciembre 10, 2025

Piden apartar al fiscal Taiano de la causa $Libra por encubrir a Milei y los estafadores


Frenó allanamientos, peritajes y cualquier medida clave, garantizando la impunidad de los principales implicados.

 Reclaman apartar al fiscal Eduardo Taiano de la investigación por la estafa de $Libra, cuando se acumulan nuevas pruebas que comprometen de forma directa a Javier Milei y a su entorno. Su inacción sistemática frente a un fraude de dimensiones históricas contrasta brutalmente con la celeridad persecutoria contra los luchadores. 
 Las últimas revelaciones dan cuenta de transferencias millonarias realizadas por Hayden Davis —creador del memecoin— a billeteras anónimas, movimientos que se produjeron inmediatamente después de reunirse en la Casa Rosada con el presidente y con Mauricio Novelli, uno de los cerebros locales de la operación. Davis movió más de cinco millones de dólares, mientras que la familia de Novelli vació en tiempo récord las cajas de seguridad que este había abierto apenas días antes del lanzamiento de $Libra. Esa evidencia, por sí sola, ameritaba allanamientos urgentes, secuestro de dispositivos y medidas para evitar la fuga de capitales. Nada de eso ocurrió.
 La trama es aún más grave: plataformas como Bitget y Gate.io aparecen como canales de transferencias sospechosas; distintos empresarios del sector denuncian pedidos de coimas de entre 50.000 y 500.000 dólares para poder acceder a una reunión con Milei; y se acumulan testimonios que señalan que el entorno presidencial exigía “servicios de marketing” pagos para “acercar CEOs” al mandatario. El propio Davis se jactó de tener “control” sobre el presidente enviando dinero a su hermana, Karina Milei. Al mismo tiempo, el fundador de Stream Finance aseguró que un funcionario del gobierno recibió un soborno de cinco millones de dólares por la promoción oficial de $Libra. 
 Sin embargo, frente a este cuadro explosivo, la fiscalía de Taiano no avanzó con una sola medida de fondo. No allanó la Casa Rosada, no pidió los teléfonos de los implicados, no rastreó el lavado de activos que ya está en marcha y permitió que los responsables vaciaran cajas de seguridad enteras. Su comportamiento solo puede calificarse como encubrimiento activo: la Justicia argentina ha decidido garantizarle impunidad al presidente y a los organizadores de la estafa cripto más grande de la historia. 
 El contraste se vuelve obsceno cuando se observa la actuación del mismo fiscal en otras causas. Mientras cajonea Libra, Taiano impulsa la persecución penal contra Vanina Biasi por denunciar el genocidio del pueblo palestino. En conjunto con el juez Rafecas, avanzó en tiempo récord hacia el juicio oral, incluso ignorando apelaciones pendientes. Comodoro Py actúa como brazo político del gobierno, amedrentando a quienes enfrentan su agenda colonial y represiva, al mismo tiempo que protege los negocios y las estafas del oficialismo. 
 Eso explica por qué el pedido de apartamiento de Taiano se instala con fuerza: su continuidad al frente de la causa es una garantía de impunidad para Milei. El fiscal no solo omitió investigar el rol central de la Casa Rosada en la maniobra; también ha permitido que los responsables del fraude sigan moviendo millones de dólares para lavar el botín. En cambio, cuando se trata de perseguir a quienes cuestionan al sionismo y denuncian los crímenes del Estado de Israel —causa alineada con los intereses exteriores del gobierno libertario—, actúa con una velocidad inusitada.
 Mientras organismos internacionales, como el Departamento de Justicia estadounidense, ya evalúan avanzar con imputaciones formales contra Milei por recibir sobornos de ciudadanos norteamericanos, en Argentina Taiano hace equilibrio para evitar que la investigación toque al presidente. Su parcialidad es evidente y su permanencia en la causa solo puede servir a los fines del Ejecutivo.
 La estafa de $Libra exhibe la trama de corrupción que atraviesa al gobierno: tráfico de influencias, pedidos de coimas, negocios paralelos, vaciamiento de cajas de seguridad y lavado de capitales. Los beneficiarios son siempre los mismos: fondos buitre, especuladores financieros y un puñado de capitalistas que hicieron fortunas con el derrumbe del país. Los perjudicados, también: los trabajadores, golpeados por la confiscación salarial, el ajuste y la destrucción de la educación y la salud públicas. 
 El apartamiento de Taiano es un reclamo básico contra la impunidad de estos estafadores y el encubrimiento que protege a Milei y a su círculo íntimo. Hay que terminar con este régimen que gobierna al servicio del saqueo.

 Camila García

Largan al único empresario que estaba detenido en la causa Andis


El gobierno y la Justicia garantizan la impunidad de funcionarios y laboratorios por la corruptela con los fondos de discapacidad. 

 La Cámara Federal ordenó la liberación del médico Pablo Atchabahian, uno de los principales implicados en la causa que investiga la operatoria fraudulenta y cartelizada de compras de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis). Se trata de un expediente que compromete directamente a exfuncionarios del gobierno libertario y destapa una red de negociados en torno a insumos críticos para personas con discapacidad. 
 Atchabahian —exdirector nacional de Acceso a los Servicios de Salud y referente del programa Incluir Salud— permanecía detenido luego de que se estableciera que intentó eludir a la Justicia y buscar asistencia para sustraerse del accionar judicial. Las intervenciones telefónicas revelaron que mantenía contactos para garantizar su fuga y que actuaba como jefe político–empresarial en las sombras de Daniel Garbellini, el hombre que manejaba las compras dentro de la agencia.
 Garbellini aparece en los audios atribuidos a Diego Spagnuolo, extitular de la Andis, como un cuadro colocado allí por Eduardo “Lule” Menem, mano derecha de Karina Milei. En esas grabaciones —que desataron el escándalo— Spagnuolo describe con crudeza el armado de una estructura para “chorear”, señalan interferencias políticas en cargos clave y destapan un régimen de sobornos y retornos en plena gestión libertaria. 
 A pesar de este cuadro, los jueces Irurzun, Farah y Boico aceptaron el planteo de la defensa y ordenaron la excarcelación de Atchabahian, sosteniendo que ya no existen riesgos procesales ni posibilidad de entorpecimiento. Una decisión que contrasta con la gravedad de los hechos y con el rol determinante que el propio imputado ocupaba en esta trama de negociados con la salud y la vida de miles de personas. 
 Atchabahian no es un actor secundario. Según la fiscalía, lideraba el llamado “Grupo Museo”, un grupo de WhatsApp integrado por empresarios y operadores vinculados a droguerías como Suizo Argentina, desde donde se proyectaban negocios y desembarcos en organismos estatales. “Es importante tener gente con la bandera correcta”, escribió en un chat en 2022, acompañando el mensaje con la bandera suiza, en alusión directa a esa firma. 
 La causa investiga cómo esta red fue abriéndose paso dentro de la Andis hasta controlar la operatoria de compras, con vínculos fluidos entre funcionarios, empresarios y laboratorios. Atchabahian —que ya había ocupado cargos similares en 2018 y tuvo vínculos laborales con Roche, LKM y Raffo— aparece en los mensajes como un articulador entre intereses privados y puestos estratégicos dentro del Estado.
 Su liberación, entonces, no es un dato menor: expone nuevamente el carácter de clase de la Justicia Federal, siempre diligente cuando se trata de proteger a los funcionarios, empresarios y lobbies capitalistas que lucran con fondos públicos, incluso en áreas tan sensibles como la discapacidad.
 Mientras el gobierno libertario descarga un ajuste brutal sobre las personas con discapacidad —recortando programas, negando prestaciones y paralizando la entrega de medicamentos—, los responsables de montar un esquema de corrupción sobre esos mismos recursos son beneficiados con medidas de excepción. 
 Además este escándalo expone nuevamente el carácter profundamente fraudulento de la reforma del “Consejo de Mayo” que el gobierno acaba de presentar, donde incorporan un capítulo entero supuestamente dedicado a penalizar la corrupción y el uso indebido de fondos públicos. Mientras redactan artículos pomposos sobre transparencia y responsabilidad fiscal, los mismos funcionarios libertarios protagonizan negociados millonarios y garantizan impunidad para las camarillas políticas y, sobre todo, para los capitalistas beneficiados por el saqueo. La “lucha contra la corrupción” que pregonan no es más que un fraude ideológico para seguir desmantelando derechos y blindar a quienes lucran con ellos.
 La salida de Atchabahian anticipa nuevos intentos de blindaje político y judicial en un expediente que compromete al propio círculo íntimo de la familia Milei y a sus operadores dentro del Estado. Es fundamental que la investigación avance sin privilegios y que se abran los libros completos de la Andis y de todos los organismos involucrados. La salud y la vida de miles de personas no pueden seguir siendo el botín de guerra de camarillas políticas y negociados empresariales.

 Camila García

“El Poder Judicial se usa como un arma en contra de los sectores populares que se organizan”


Nueva audiencia en la causa contra Vanina Biasi por su apoyo a Palestina y sus críticas al Estado de Israel 

 A instancias de la sala 3 de la Cámara de Casación Penal, este miércoles 10 se llevó a cabo una nueva audiencia judicial en los tribunales de Retiro en la causa que se sigue a la legisladora porteña del Partido Obrero-Frente de Izquierda, Vanina Biasi, por sus mensajes en redes sociales contra el genocidio que está perpetrando el Estado de Israel en la Franja de Gaza. 
 La audiencia fue convocada con el propósito de escuchar los argumentos de las partes acerca del fuero en que debe tramitarse el proceso. A fines del mes de octubre, la sala 1 de la Cámara de Apelaciones, a cargo del juez Mariano Llorens, hizo lugar a un pedido de la defensa de Biasi para que el proceso sea trasladado desde la justicia federal a la justicia porteña, ya que el primero es un fuero de carácter excepcional. Sin embargo, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia), que es querellante en la causa, apeló dicha resolución. 
 El fiscal general ante la Cámara Federal de Casación Penal, Javier de Luca, presentó unas notas a la audiencia de este miércoles 10 en que solicita el rechazo del recurso de casación interpuesto por la Daia y plantea que la causa no corresponde al fuero federal. La sala 3 deberá ofrecer un dictamen en las próximas semanas. 
 Biasi estuvo acompañada en la audiencia por la diputada nacional Romina Del Plá (PO-Frente de Izquierda), la legisladora porteña Andrea D’Atri (PTS-Frente de Izquierda), la legisladora porteña electa Ingrid Urrutia (MST-Frente de Izquierda), la docente pampeana Ana Contreras (quien acaba de lograr su absolución definitiva en una causa que se le seguía por referirse en una clase a la situación en Palestina), Iván Zeta (de la agrupación Judíes por Palestina), Eduardo Belliboni (dirigente del Polo Obrero), Gabriel Solano (dirigente del Partido Obrero) y lxs abogadxs Liliana Alaniz y Eduardo Penello (de la Asociación de Profesionales en Lucha, Apel).
 En las puertas de los tribunales hubo una concentración del Partido Obrero, Polo Obrero, MTR 12 de Abril y otras organizaciones. Biasi denunció el carácter político de la causa y explicó que la Daia insiste en que se tramite en el fuero federal porque, en el caso de la justicia porteña, hay antecedentes de compañeros que fueron absueltos ante denuncias similares, como el dirigente del MST, Alejandro Bodart. 
 A su vez, recordó que el fiscal de instrucción de la causa, Eduardo Taiano, es el mismo que interviene en la causa Libra, en la que se investiga un fraude con criptomonedas. En dicha pesquisa, la querella pidió esta semana el apartamiento de Taiano, sospechado de proteger al gobierno de Milei. 
 “Taiano no tuvo tiempo de llamar a comparecer a todos los implicados en la causa Libra, que es lo que tenía que hacer rápidamente para desnudar la estafa que llevaron a cabo Milei y Karina Milei. Pero, simultáneamente, escribió 44 fojas para explicar por qué yo tenía que ser procesada en esta causa”, dijo Biasi. “Estamos hablando de juzgados que defienden a la burguesía y obviamente cuando se trata de sectores populares, actúan arbitrariamente y hacen lo que quieren. El Poder Judicial se usa como un arma en contra de los sectores populares que se organizan”, concluyó. 
 “Lo que está sucediendo (en Palestina) se llama genocidio”, señaló a Prensa Obrera la docente Ana Contreras, quien debió enfrentar un proceso judicial por referirse en una clase a las masacres en Gaza, a raíz de la pregunta de una alumna. Con respecto a este proceso, impulsado por el padre de una estudiante de origen judío que dijo haberse sentido agraviada, Contreras aseguró que es fruto de la “constante denostación pública” que sufre la docencia desde el poder. Contreras, cuya causa se tramitó en la justicia de La Pampa, acaba de conseguir su absolución definitiva. 
 La causa contra Vanina Biasi es un ataque a la libertad de expresión y a la causa palestina. Decenas de organismos de derechos humanos, legisladores y referentes del movimiento obrero y de la cultura se han pronunciado por la absolución. 
 Seguimos diciendo: no al genocidio y al plan colonial de Trump para Gaza. Basta de persecución. Antisionismo no es antisemitismo. 

 Gustavo Montenegro

martes, diciembre 09, 2025

“Tecnofeudalismo”, el credo del inmovilismo ante la decadencia capitalista y la guerra


Yanis Varoufakis fue ministro de Finanzas del gobierno izquierdista griego de Siriza, que protagonizó en 2015 una capitulación histórica ante la troika del FMI, el Banco Europeo y la Comisión Europea. El ajuste para pagar la deuda pública, que Syriza y Varoufakis aceptaron, le valió a la clase obrera y a los explotados griegos un retroceso social e incluso humanitario sin precedentes. Desde entonces, Varoufakis ha repartido su tiempo entre conferencias y textos dirigidos a justificar aquella capitulación. Recientemente, se ha destacado por caracterizar al actual orden capitalista como un tecnofeudalismo, en relación al lugar de las grandes corporaciones digitales en la economía mundial. Ya nos ocupamos de ello en estas páginas (El capital digital no es “tecnofeudalismo” - Política Obrera). Pero en un reciente artículo publicado en el portal UnHeard”, Varoufakis va más lejos: presenta a ese capital digital como una forma de centralización económica estatal (“Las grandes tecnológicas son los nuevos Soviets-Ahora vivimos en una economía planificada” - UnHeard).
 Varoufakis asegura que “las siete magníficas” -Apple, Google, Meta, Nvidia, Amazon, Microsoft y Tesla- han creado “un nuevo tipo de capital (que) destruye los mercados, el hábitat del capital”. Citando a alguno de los CEOs tecnológicos, el economista griego señala que estas firmas “no sólo han eliminado la competencia para monopolizar, sino que han eliminado el mercado mismo”. A partir de allí, Varoufakis se entretiene describiendo al consumidor “prisionero” de las big tech, que han extendido sus tentáculos hasta dominar, por medio de las páginas de retail (compraventa de productos de consumo final), a los diferentes circuitos de distribución y venta de mercancías. De todos modos, para caracterizar al retail digital como una “extinción del mercado” Varoufakis no necesitaba esperar a las big tech: bastante antes de ellas, el supermercadismo representó una formidable concentración del capital comercial. 
 Desde el punto de vista del proceso del capital en su conjunto, la centralización del capital mercantil ha conducido a una fuerte reducción de los gastos de circulación. Pero ni los monopolios digitales, ni otras formas anteriores de centralización del comercio, abolen “al capitalismo y al mercado”, como pretende Varoufakis. Marx ya había observado que la concentración del capital progresa de un modo contradictorio, por un lado, agrupando el capital en núcleos cada vez más poderosos y, en ese trabajo, promoviendo la emergencia de nuevos capitales y ramas en los intersticios del gran capital. Mucho después, Lenin caracterizó al capital monopolista no como el “fin del mercado” sino como una forma “más aguda y exacerbada” de la competencia, donde la disputa por los mercados conduce al choque político y militar entre los estados nacionales que albergan a las corporaciones capitalistas. 
 Varoufakis, en cambio, nos presenta al reinado de las “Siete Magnificas” digitales como una “economía planificada”. Sin decirlo, reitera la posición de la socialdemocracia reformista y revisionista de finales del siglo XIX, que caracterizaba a la emergencia de los monopolios como una armonización del mercado mundial bajo la dirección del capitalismo, en extremo, como lo llegó a señalar Kautsky, un “monopolio único”, donde el capitalismo termina con la anarquía mercantil y extiende la planificación y organización industrial empresarial desde la fábrica al conjunto de la vida social. Naturalmente, este derrotero de armonía excluía la posibilidad de las guerras. Es significativo que, en su texto, Varoufakis apenas roce la cuestión de la guerra. Sólo señala, al pasar, que las Big Tech han intervenido en las operaciones de inteligencia militar en Ucrania o en Gaza. Pero no caracteriza a la guerra mundial como manifestación de la decadencia capitalista y del estallido de las contradicciones de un régimen social agotado. Sólo bajo ese prisma puede caracterizarse el lugar histórico de los monopolios digitales. Desprovisto de él, Varoufakis es sólo una colección de informaciones manipuladas y desaciertos conceptuales. 
 En primer lugar, la presentación de las Big Tech como una “economía planificada” omite la feroz competencia existente entre las propias tecnológicas por la captura de los mercados donde intervienen. Hasta hace poco tiempo, por los smartphones o las computadoras. Ahora, en torno del desarrollo de la inteligencia artificial, los motores de búsqueda o el propio rubro de retail (venta minorista) Entre otros casos, puede citarse la disputa de Amazon con e-Bay, Wall Mart, Ali Baba o la china Temu por el retail; entre Tesla y el coloso chino BYD, por el mercado de autos eléctricos; en la IA, la guerra de declarada por la china DeepSeek contra las Big Tech americanas, que generó a comienzos de año un terremoto bursátil en Wall Street. No hay en esto nada parecido al “fin del mercado” o de la competencia-mucho menos una “planificación”-. 
 En ausencia de ese análisis, Varoufakis se concentra en denunciar la manipulación que ejerce el capital digital sobre los consumidores -“el algoritmo te ha entrenado para conocerte mejor (…) conoce tus hábitos de gasto”. Varoufakis alude al modo como las tecnológicas orientan la información y las promociones que llegan a cada potencial comprador, en base a sus conductas anteriores de consumo. Pero en esto, no hay nada que los monopolios de consumo masivo no hayan ejercido antes a través de diversas maniobras; la publicidad, los estudios de mercado, los incentivos a la compra de determinada marca, y la lista podría ser interminable. Al quejarse por las manipulaciones en la “nube”, Varoufakis se erige como un defensor tardío de la tesis de la “soberanía del consumidor”, algo que no ha existido nunca bajo el capitalismo -sea éste digital o analógico-. Varoufakis se ha intoxicado con una de las principales tesis de los economistas académicos, a saber, la de los mercados que funcionan ´desde la demanda´. La presentación de la vida social como un “universo de consumidores” es funcional a la mayor mistificación del orden social vigente: presentar al vinculo mercantil como una relación entre iguales y, por lo tanto, como la consagración de la libertad humana. En cambio, Marx señalaba que “en la libre competencia no se pone como libres a los individuos, sino que se pone libre al capital”. Varoufakis Invoca la “libertad de consumir” del pequeño burgués ofuscado, sin tomarse el trabajo de liberar a la sociedad humana del yugo del capital.
 En oposición a esa ficticia primacía del consumo, el marxismo demostró que las necesidades humanas no son una entelequia: se encuentran históricamente condicionadas por el desarrollo de las fuerzas productivas. O sea, la producción condiciona al consumo, y no al revés. “El hambre es hambre, pero el hambre que se satisface con carne guisada, cuchillo y tenedor, es un hambre muy distinta del que devora carne cruda con ayuda de manos, uñas y dientes”, sostuvo Marx en los “Elementos fundamentales para la Crítica de la Economia Política”. Varoufakis brama por el despotismo del gran capital sobre el consumidor atomizado, sin cuestionar las bases sociales de esa manipulación -el monopolio capitalista de los medios de producción-.
 El capital comercial abocado a la distribución de mercancías de consumo final asimiló, tardía pero certeramente, las leyes que la competencia capitalista le había impuesto al capital industrial: la división técnica del trabajo, la potenciación del trabajo vivo por medio de la ciencia y la técnica aplicada al proceso de trabajo; la articulación a gran escala. Pero la planificación rigurosa que rige al interior del capital mercantil no puede confundirse con el “fin del mercado” o la planificación económica, como lo hace groseramente Varoufakis. El “orden” de los grandes capitales comerciales, digitales o no, termina en el punto exacto donde comienza el mercado. Las tecnológicas no suprimen la anarquía mercantil, como cree Varoufakis: solo la potencian a una escala superior. Las paginas web y los centros comerciales están pletóricos de mercancías invendibles y, por lo tanto, no evitan la tendencia a la crisis y a la sobreproducción. Cuanto más estricta y organizada es la articulación de la producción y el comercio al interior del monopolio capitalista, más brutales son los choques entre las diferentes corporaciones por prevalecer en el mercado. 
 Varoufakis, en definitiva, ha decretado el fin de la competencia; allí donde ésta se expresa asoma en su forma más encarnizada.

 Big Techs y Gosplan 

Queda claro, a partir de lo anterior, el absurdo de llamar a los modelos de negocio de las Big Tech como “sistemas de planificación económica que conectan a vendedores y compradores, fuera de cualquier cosa que se asemeje a un mercado”. Varoufakis escribe una contradicción en sus términos, porque una conexión de “compradores y vendedores” no tiene nada que ver con una economía planificada, sino, justamente, con un….mercado. Esa “conexión” une hoy a los compradores con Amazon o Mercado Libre. Ayer, lo hacía con los supermercados; más atrás, la “conexión” se producía en la feria del barrio, o sea, en la feliz idea de reunir a todos los puestos de venta en un mismo perímetro, algo que a nadie se le ocurriría equiparar con una forma de socialismo. La articulación de “compradores” y vendedores” corresponde al capitalismo y al mercado. El regulador social de esa conexión es la ley del valor. Por el contrario, una “economía planificada” en el marco de un estado obrero desarrollaría un equilibrio entre la producción y las necesidades sociales sobre bases sociales antagónicas -y sobre la violación conciente de la ley del valor-. Si, en ese cuadro, sobreviven aún las relaciones mercantiles o los propios precios, ello se deberá principalmente a la presión del mercado mundial capitalista sobre el estado obrero. La burocracia stalinista fue el vehículo conciente de esa presión contra las masas soviéticas, y sobre esa base constituyó su status privilegiado de casta parásita. Pero para Varoufakis, la burocracia sería “feudalista”; los usurpadores del Estado obrero revestirían un carácter precapitalista. Varoufakis no nos dice desde cuándo regiría ese “feudalismo soviético”. Es una forma sinuosa de gambetear una definición política sobre la Revolución de Octubre y su usurpación posterior . Cuando liquidó las bases sociales del Estado Obrero, la burocracia adquirió una forma social muy definida, la de una oligarquía capitalista. Lo que los Estados de la OTAN le confiscaron a esa oligarquía, al inicio de la guerra de Ucrania, no son tierras o títulos nobiliarios, sino 500.000 millones de dólares de capital monetario, trabajo no retribuido a los obreros rusos. Vaorufakis despacha a “los Soviets” con una frase que podría haber tomado de los libros de Mises o Hayek: el “fracaso del experimento soviético”. Quiere encerrar a una de las mayores revoluciones de la historia humana adentro de la probeta del académico o de la política pequeño burguesa, para quienes las masas son un campo de maniobras en función de la defensa de sus privilegios sociales. Sería bueno que Varoufakis caracterizara a su propio “experimento” woke, o sea, a la convalidación de un ajuste que llevó a la clase obrera griega a la peor condición de su historia.
 Atormentado por las “Tecnos”, Varoufakis ensaya una explicación digital para el “frustrado experimento soviético”: el Gosplan no fue exitoso, nos dice, …”porque carecía de los algoritmos, centros de datos y fibras ópticas” que existen hoy. Una explicación tecnológica de la degeneración del estado obrero y de la restauración capitalista, la cual, por cierto, ni siquiera es original. Varios izquierdistas contemporáneos -incluso “trotskistas” argentinos- se anotan en la lista de los que han mandado al tacho al proceso histórico vivo y a la lucha de clases para juzgar el derrotero de la revolución de Octubre. Bien mirada, esta explicación “digital” lleva a considerar a la revolución de 1917 como un error histórico, porque habría carecido de la tecnología necesaria para emprender la planificación (ver. https://politicaobrera.com/revista/12919-la-escuela-austriaca-y-sus-criticos-de-izquierda). Pero Varoufakis no dice -o desconoce- que la burocracia stalinista fue enemiga acérrima de la programación y de sus científicos y matemáticos, a quienes persiguió. La planificación -y las propias herramientas tecnológicas- chocaban con la arbitrariedad de la burocracia, y no al revés. 
 La alusión denostativa a “los Soviets”, en definitiva, le sirve a Varaoufakis para dejar en claro que no levanta perspectiva socialista alguna frente a la presente crisis mundial. 

 Fin del capitalismo 

Naturalmente, si no está planteada la abolición del capitalismo es porque, para Varoufakis, las “big tech” ya se han tomado el trabajo de hacerlo. Pero el economista griego ni siquiera se ha asomado a la verdadera conexión existente entre las Big Tech y la abolición del capitalismo.
 Para denostar al capital digital, Varouafakis diferencia al “capital de Edison y Ford (que) era “productivo” -coches, electricidad, turbinas- del “capital de la nube de Jeff Bezos, que no produce nada, excepto el enorme poder de encerrarnos en su feudo de nube”. Romantiza al “capital productivo” y al hacerlo, manipula la historia. Como capitalista, Edison dejó el lugar de inventor independiente para convertirse en expropiador de invenciones ajenas, producidas por sus técnicos asalariados. Para constituir una corporación en regla, se asoció con alguien “no productivo”, el J.P. Morgan. Ford, en cambio, rechazó financiarse a través de bancos, pero ello le valió un estancamiento y su desplazamiento relativo del mercado. Más allá de este hecho, el “productivo” Ford era un fascista inveterado, y le enviaba fondos a Hitler en los años 30. Ya pasando a las Big Tech, Musk y Tesla están en el mercado de los “productivos” autos eléctricos, no solo en la nube. Por otra parte, y para potenciar el “capital en la nube”, todas ellas deben proveerse fuentes energéticas y de minerales -capital productivo- para acelerar su expansión. Varoufakis, en este punto, nos pasea por el macaneo liso y llano. 
 Como ocurre con los economistas vulgares, sustituye la forma social del proceso capitalista -la explotación del trabajo asalariado por el capital- con alguna diferenciación de tipo físico material -bienes, servicios o, en este caso, algoritmos-. Marx, en cambio, desarrolló la unidad entre producción y consumo, por un lado, y entre las diferentes formas funcionales del capital -productivo, comercial, monetario- del otro.
 La producción capitalista de algoritmos, programas y otras formas del conocimiento objetivadas como capital sólo cobra sentido como formas de potenciar el rendimiento del trabajo para la producción de mercancías, cuyo último destino es el consumo humano. En el final de la cadena de la IA existen alimentos, vestimenta, necesidades humanas directas. Naturalmente, esa nueva potencia productiva acentúa el abismo existente con el consumo siempre limitado de las masas. Desde el punto de vista del carácter del capital invertido, la definición “Inteligencia Artificial” es en sí misma mistificadora, porque la Inteligencia está asociada al carácter creador y conceptual del trabajo humano vivo -otra cosa es la posterior vinculación de los conceptos o informaciones previamente elaborados por la mente humana a través del uso de algoritmos-. Lo primero, es capital creador de valor -capital variable-. Lo segundo, o sea, la mal llamada “Inteligencia” Artificial, es trabajo humano objetivado, o sea, capital constante. El desarrollo de la IA comporta un salto extraordinario en la proporción de trabajo pasado o muerto -no creador de valor- respecto del trabajo vivo. La conclusión de todo esto es la acentuación de las contradicciones que conducen al capitalismo a las crisis: un exceso de capital -sea bajo la forma de mercancías, de medios de producción o de capital dinerario- para las posibilidades de valorización a la tasa de ganancia reclamada por los capitalistas. En una economía dominada por el capital ficticio -o sea, por valores y pagarés fundados en meras promesas de beneficios futuros- el derrotero de estas crisis es el estallido de las burbujas bursátiles. Esto es lo que los analistas prevén, precisamente, en relación al actual boom de las IA. Mal que le pese a Varoufakis, las Big Tech no serán parteras de un “nuevo orden” o planificación económica, sino de una gran crisis capitalista.
 Pero las IA y la economía digital son, al mismo tiempo, una poderosa señal del agotamiento del capitalismo como organización social: la liquidación del tiempo de trabajo como regulador social del valor, a partir del aumento fantástico en el propio rendimiento del trabajo, convierte a la economía de mercado y a la ley del valor en un trasto. “Lo que aparece como el pilar fundamental de la producción y de la riqueza no es ni el trabajo inmediato ejecutado por el hombre ni el tiempo que éste trabaja, sino la apropiación de su propia fuerza productiva, general , su comprensión de la naturaleza y su dominio de la misma gracias a su existencia como cuerpo social”, (Marx, Grundisse, escribió esto a casi doscientos años de la IA…). Al llegar a este estadio, la sobrevivencia del capitalismo reposa en el empeño brutal por sostenerlo por parte de la clase que se sirve de un orden social agotado. Esa tentativa se traduce en despotismo político, guerras, masacres y genocidios. 
 La concentración de la producción y el mercado digitales crean las premisas de una extraordinaria socialización del trabajo. En las gigantescas estructuras articuladas de Amazon, Meta o Google están las bases para una reorganización socialista. Pero la reasunción social de ese fantástico acervo exige la “expropiación de los expropiadores”, la conquista del Estado y del poder político por parte de la clase obrera. 
 Cuando Varoufakis compara a las Big Tech con los soviets, lo que nos pone de manifiesto es su oposición cerril a que la actual crisis mundial conduzca a una salida revolucionaria. Para Varoufakis, el mundo ha quedado en manos de una suerte de Gran Hermano digital e imbatible. Es una forma de justificar el inmovilismo y el conservadurismo políticos: lo único que resta es perorar a favor de un capitalismo “sano” -una suerte de impotente vuelta al pasado-. En el plano político, el ataque simultáneo a las Big Tech y a “los Soviets” es una forma sinuosa de acomodarse al imperialismo europeo, en momentos en que éste rumia su fastidio frente a los arreglos de Trump y de Putin. En la guerra mundial, la izquierda democratizante de Europa juega en el campo de su propio imperialismo, el cual funge de “democrático” mientras se rearma hasta los dientes.
 De cara a la crisis mundial, los Varoufakis esconden la cabeza. Califican a la corriente política y empresarial del fascismo internacional como tecnofeudal, para no emprender una lucha contra el capitalismo; oponen a las Big Tech con un capitalismo pasado pretendidamente competitivo o “productivo”, al que quieren resucitar con regulaciones o exhortaciones. Pero las contradicciones planteadas por el capital digital miran hacia adelante, no hacia atrás: el dilema planteado es entre la guerra y la barbarie, de un lado, y el socialismo del otro. La clase obrera y la humanidad no necesitan “algoritmos”, éstos ya existen; sólo deben serle arrebatados al capital. Lo que necesitamos es un partido, o sea, la comprensión histórica de las tareas por delante a través de un programa y una organización. 

 Marcelo Ramal 
 07/12/2025

La Corte Suprema declara constitucional la confiscación de las jubilaciones


Anticipa el apoyo a la ‘reforma’ previsional del liberticismo. 

 La Corte Suprema de Justicia ha otorgado un aval sin precedentes al latrocinio perpetrado por el Estado contra las jubilaciones a raíz de la reforma previsional realizada en 2017. Luego de que distintos fallos aseguraran la inconstitucionalidad de la ley que redujo el ajuste de las jubilaciones en marzo de 2018 (un 14,5 % contra el 5,7 % que se aplicó), la Corte Suprema (con la firma de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti) acaba de fallar a favor de la apelación de los fallos que realizó Anses. La Corte niega que afecte los derechos adquiridos por los trabajadores, sin mayores explicaciones y sostiene que el Congreso tiene la facultad de dictar leyes retroactivas. Sin mayores pelos, afirman que se encuentra en juego el equilibrio fiscal del Estado. Milei y Caputo tienen piedra libre para liquidar el derecho previsional; el “equilibrio’ económico de la tercera edad ha quedado reducido a la nada. 
 Hasta 2017, los aumentos periódicos de jubilaciones y pensiones se regían por un mecanismo semestral de movilidad, que se aplicaban en marzo y septiembre de cada año. La Ley sancionada en diciembre de 2017, bajo el gobierno de Mauricio Macri, reemplazó ese mecanismo por uno de ajuste trimestral (bajo un nuevo cálculo que incluía un 70 % de la variación del índice de precios al consumidor y 30 % de la variación del salario promedio). La confiscación de Anses consistió en pagar en el mes de marzo de 2018 un aumento basado en el cálculo del trimestre anterior (un 5,71 %) y no en el de los seis meses que transcurrieron luego de que los jubilados recibieran el último aumento. De los seis meses de inflación que horadaron las jubilaciones, el gobierno sólo compensó tres (incluso por debajo de la inflación). Milei repitió el operativo en diciembre de 2023, cuando devaluó el peso en un 63 %, desató una inflación mensual del 25 % y simultáneamente congeló las jubilaciones. Medio siglo después del Rodrigazo peronista de junio de 1975. 
 Luego de iniciada la causa promovida por el jubilado Miguel Fernández Pastor, exdirectivo de ANSeS, la Sala 3 sostuvo en 2018 que el ajuste que se aplicaba en marzo de 2018 debía corresponder a los seis meses que transcurrieron a partir del último aumento. El fallo sostenía que dentro de los treinta días, la Anses debía liquidar los haberes correspondiente al período. El pago no se realizó. En ese entonces se informó que “a pesar de la promesa inicial de no hacerlo, la ANSeS está apelando a la Corte Suprema entre 1.000 y 1.500 sentencias por semana de juicios favorables de los jubilados. Son fallos de las tres Salas de la Cámara de la Seguridad Social, que rechaza esas apelaciones, pero la ANSeS interpone 'recursos de queja' para que la Corte revea las decisiones de la Cámara” (El Diario, junio de 2018).
 La Corte dice que “constituye una facultad del Congreso de la Nación efectuar modificaciones al régimen de movilidad que no hieran de modo sustancial su contenido económico", lo cual fue exactamente lo que sucedió. También aseguró la inexistencia de un derecho adquirido a mantener determinado régimen de movilidad; pero la demanda no era contra el régimen de movilidad sino contra su aplicación de manera retroactiva, es decir, aplicando un aumento trimestral luego de seis meses sin aumento.
 El fallo de la Corte constituye un alineamiento explícito con la política de ajuste, cuando asegura que el cambio de régimen de movilidad jubilatorio fue realizado “a fin de lograr una mejor administración o dar mayor previsibilidad financiera al sistema de seguridad social”. El aval de la Corte al ajuste a los jubilados con el argumento de la “previsibilidad financiera” ha sido dictado desde las oficinas del FMI. 
 El monto total de confiscación a los jubilados es equivalente a un punto del PBI, 5 mil millones de dólares, contra siete millones de jubilados. La contracara fue el anuncio de ampliación presupuestaria para el pago de comisiones e intereses de la deuda pública. Al igual que sucediera durante el kirchnerismo, los fondos del Anses fueron destinados al pago de la deuda. 

 El Be 
 07/12/2025

Iñaki Gil de San Vicente: “¡El marxismo es más actual que nunca!”

lunes, diciembre 08, 2025

La versión venezolana de la llamada Trump-Maduro


La confiscación de CITGO y la crisis del Pentágono por el crimen de los náufragos. 

 Los voceros de Maduro ahora desmienten las filtraciones realizadas el lunes de la semana pasada por Reuters sobre el supuesto contenido de la llamada que tanto Trump como Maduro confirmaron haber mantenido el 21 de noviembre durante 15 minutos. 
 Según Reuters, en esa conversación Trump le había impuesto un ultimátum a Maduro hasta el viernes siguiente para que dejara el poder. Sin embargo, los comentarios públicos de Trump sobre esa charla se limitaron a decir que “no fue ni buena ni mala, solo una llamada”. 
 Los voceros del presidente venezolano recién este sábado comenzaron a desmentir la versión de Reuters, al afirmar que la conversación transcurrió con cierta cortesía y que incluso se habló de la posibilidad de realizar un encuentro presencial entre ambos mandatarios. Según esta versión, los trascendidos falsos de Reuters tuvieron por finalidad calmar a los gusanos encabezados por Marco Rubio, furiosos por la llamada.
 El gobierno de Trump también quedó en ridículo el miércoles pasado al pedirle al gobierno venezolano autorización para retomar los vuelos de extradición de migrantes venezolanos, apenas tres días después de haber declarado —unilateralmente y fuera de todo derecho— cerrado el espacio aéreo venezolano. 
 Al respecto, Maduro también tuvo una conversación con Erdogan, el presidente de Turquía, en la que acordaron que retomaría los vuelos, en lo inmediato, la línea aérea de ese país. 
 Las autoridades venezolanas no ordenaron en ningún momento detener los vuelos y declararon que incluso los bombardeos a las barcazas que ha efectuado el Comando Sur en el Caribe nunca fueron en el mar venezolano, sino en aguas internacionales. 
 Según voceros del gobierno venezolano, las filtraciones de Reuters también podrían ser una gran cortina de humo para tapar la expropiación y el robo flagrante que tanto los gobiernos norteamericanos como el exgobierno paralelo de Juan Guaidó cometieron sobre CITGO, y que se terminó de consumar esta semana.

 El saqueo de los activos venezolanos 

CITGO Petroleum Corporation, el principal activo de la República Bolivariana de Venezuela en el extranjero, era la filial norteamericana de Petróleos de Venezuela (PDVSA), una empresa de refinación, transporte y comercialización que en Estados Unidos gestiona tres grandes refinerías y una red de 14.885 estaciones de servicio, y que tiene capacidad para refinar 800.000 barriles diarios.
 Esta semana, la corte de Delaware —paraíso fiscal sin controles ni impuestos— aprobó la venta forzosa de las acciones de la empresa para repartir el producto de la subasta —con un oferente elegido a dedo— entre múltiples acreedores. El robo fue alevoso, ya que se otorgó al oferente por 5.900 millones de dólares un activo valuado entre 30.000 y 40.000 millones. El proceso judicial en Estados Unidos se originó por demandas de acreedores, encabezados por la minera canadiense Crystallex, que reclamaron indemnizaciones por expropiaciones realizadas por el gobierno de Chávez. 
 Esta fue la culminación de un proceso de despojo que comenzó con el reconocimiento internacional del gobierno de Juan Guaidó en 2019 por parte de Estados Unidos, la Unión Europea y la OEA. Hay 1.600 personas comandadas por Guaidó y Machado que cobraban hasta ahora sueldos —del dinero confiscado a CITGO— en carácter de miembros del gobierno de Venezuela en el exilio. Recibían un sueldo directamente desde Washington. CITGO es el origen de la fuga de millones de dólares que han desaparecido. No lo dicen los bolivarianos, sino sus propios socios en el negocio. Lo dijo Julio Borges, un exsocialdemócrata de Acción Democrática que, tras saltar por múltiples partidos, finalmente recaló como canciller infiel de Guaidó: “Debemos pasar los bienes a un fideicomiso para evitar que la plata de los venezolanos vaya a las cuentas bancarias de Guaidó” (Tiempo Argentino, 6/12).
 La venta forzada de CITGO ocurre cuando ya —pasadas las elecciones— Guaidó y sus funcionarios no tienen argumentos para seguir manejando sus finanzas. A CITGO se suma la expropiación de las 31 toneladas de oro venezolano confiscadas en Londres por el Banco de Inglaterra, el avión carguero de Conviasa confiscado en Argentina por el gobierno de Alberto Fernández y Monómeros, una petroquímica binacional colombo-venezolana usurpada por los gobiernos derechistas de Colombia —y que luego fue devuelta por el presidente Gustavo Petro—.

 Crisis en el Pentágono por el asesinato de los náufragos

 De los 23 ataques a barcazas que el Comando Sur realizó en el Pacífico y en el mar Caribe, el único que le está trayendo complicaciones a Trump es el del 2 de diciembre, cuando ocurrió un segundo ataque para rematar a dos sobrevivientes que flotaban en el agua alrededor de la barca prendida fuego. Hasta los republicanos están cuestionando este accionar, probablemente porque les permite desligarse de los hechos sin acusar directamente a Trump, ya que, aunque consideren legales los ataques en el mar, atacar enemigos a la deriva es considerado un crimen de guerra. 
 Todo el asunto es de una hipocresía despampanante, ya que Estados Unidos no le declaró la guerra a ningún país, razón por la cual todos son asesinatos ordinarios; y si lo hubiera hecho, las 83 ejecuciones en su totalidad también serían crímenes de guerra por la desproporción de la fuerza. El Pentágono no ha presentado ni una sola prueba de que alguna de las 23 barcazas haya contado con armas. El argumento que esgrime Washington es que las barcazas transportan drogas letales para los estadounidenses —de lo cual tampoco hay pruebas—, y todas las operaciones estarían avaladas por un memorándum secreto de la Oficina del Asesor Legal del Departamento de Justicia. Pero no hay ni declaración de guerra ni justificación legal para un ataque a gente desarmada y sin pruebas, y absolutamente todo queda desmentido por la capacidad de navegación de las barcazas, que hace imposible un viaje desde allí hasta las costas estadounidenses por la distancia a recorrer. 
 Sin embargo, la hipocresía de la burocracia norteamericana les permite cuestionar el asesinato de los dos náufragos, lo cual fue suficiente para desatar una crisis que pide un fusible: la pelota se la están tirando entre el llamado “ministro de Guerra” Hegseth, que impartió la orden, y el almirante Bradley, que la ejecutó. Mientras tanto, Hegseth acumula problemas legales y políticos. Además de su responsabilidad en los ataques, una investigación interna del Pentágono lo halló culpable de utilizar la aplicación Signal en su dispositivo personal para transmitir información confidencial sobre operaciones en Yemen, poniendo en riesgo a las fuerzas estadounidenses. (The New York Times, 3/12)
 Además, el 12 de diciembre el jefe del Comando Sur debe dejar el cargo, al que ya había renunciado hace meses por desacuerdos con los operativos. Asumirá en su lugar el teniente general Evan L. Pettus, de la Fuerza Aérea. El viernes pasado, el gobierno de Trump publicó su nueva Estrategia de Seguridad Nacional, en la que se refirió explícitamente a la doctrina Monroe —América para los americanos— y habló de frenar la migración indocumentada, combatir el narcotráfico y expandir la presencia estadounidense en el hemisferio occidental. Como para Occidente Trump entiende América, queda claro que Washington profundizará su ofensiva en la región, pero sin cohesión y plagada de contradicciones.
 El sábado, miles de estadounidenses se movilizaron contra la guerra en Venezuela. También hubo movilizaciones en ese sentido en Chile, México, Puerto Rico, República Dominicana, España, Colombia y el País Vasco. En cambio, las movilizaciones convocadas por María Corina Machado a favor de la invasión fueron raleadas de asistentes. Una de las mayores fue en Buenos Aires, con menos de 500 personas, y contó con la participación de Patricia Bullrich, es decir, con el apoyo del gobierno nacional. En Madrid, apenas llegaban a 30. El ataque del Comando Sur en el Caribe no es contra Maduro, sino contra toda América Latina.

 Aldana González 
 08/12/2025