lunes, diciembre 25, 2017

Todavía veo El Brigadista



A 40 años de su estreno, El Brigadista sigue siendo una película memorable

Una proeza, una película, una realidad.

La Habana, 1961. El 22 de diciembre, Fidel declaró a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo, hecho trascendental para el naciente proceso revolucionario que se cumplía gracias a la campaña masiva de alfabetización desplegada en la Isla, con miles de jóvenes a la vanguardia.
Ciénaga de Zapata, 1977. La acción transcurre durante la Campaña de Alfabetización. Un brigadista adolescente de procedencia urbana llega a un poblado cercano a Playa Girón. Allí deberá vencer la resistencia inicial de algunos pobladores, habituarse a un medio totalmente desconocido y enfrentar a los bandidos que apoyan la invasión mercenaria. Estas experiencias contribuyen a su madurez.
Cuba, 2017. Hoy 22 de diciembre se celebra el Día del Educador, el país rinde tributo a los maestros y celebra el acceso universal del pueblo cubano a los distintos niveles de enseñanza de manera gratuita. Una película, conocida y aplaudida por todos, podrá ser vista nuevamente. Cumple 40 años como retrato y ficción de una época.

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Siete semanas consecutivas de exhibición en el principal circuito de cines de La Habana y más de un millón de espectadores en todo el país tuvo durante su estreno la película El Brigadista hace ya 40 años.
Desde su primera presentación en la pantalla grande, el filme de Octavio Cortázar (1935-2008) logró lo que pocos: la similar acogida de público y crítica tanto dentro como fuera de Cuba. Las mismas páginas de este diario, el 2 de enero de 1978, auguraban la pervivencia de la cinta dentro de la filmografía nacional.
«El brigadista enseña cómo se hace un hombre. La cinematografía cubana ha logrado una obra cautivante y singular cuya comunicación es unánime, en particular con el público joven y con todos los espectadores en general (…) Nos hace revivir imágenes reconocidas por experiencias propias, ajenas o hechos probables ocurridos durante la Campaña de Alfabetización, esa batalla gigante librada por niños y niñas cuanto más adolescentes que en ella aprendieron a ser hombres y mujeres revolucionarios, a la vez que participaban como autores de una gran proeza cultural de la revolución cubana».
En efecto, los valores comprendidos en el alcance universal del tema, el profundo contenido humano en la historia del joven alfabetizador de procedencia urbana que llega a la Ciénaga y el estímulo de su ejemplo repercutieron en la sociedad por lo fiel de su trama y por perpetuar en el lente una proeza de la naciente revolución cubana.
Premios en varios festivales internacionales como el oso de Plata en el Festival de Cine de Berlín Oeste y en el Internacional de Cine de Cartagena llegaron enseguida a manos de su director y protagonistas. No obstante, de todos ellos solo uno ha sido el más importante: la preferencia, durante décadas, en la memoria fílmica e histórica de la nación.
A lo verídico y sensible de la historia de la película se sumaba, además, el excelente elenco de su producción. Con guion de Luis Rogelio Nogueras y del propio director, El Brigadista contó con la participación de Pablo Emilio Martínez en la fotografía, la edición de Roberto Bravo, el sonido de Juan Demósthenes y la música de Sergio Vitier.
Su elenco, igualmente, combinaba a reconocidos actores de experiencia como René de la Cruz, Mario Balmaseda, Mario Limonta, Adela Legrá, Miriam Learra, Luis Rielo y Salvador Wood con jóvenes actores emergentes, casi adolescentes, que debutaban en la gran pantalla, entre ellos, el protagonista: Patricio Wood.
Imberbe, con 15 años, Patricio entró al mundo del cine por la puerta ancha. De la premier de la película en el cine Yara rememoró en una entrevista con esta redactora: «La premier de El Brigadista fue un acto tremendo, muy impresionante para mí que era un muchacho que ni venía al Vedado. Mi vida era en Cojímar y mi madre me dijo: ¡ay mi niño, te has metido en camisa de once varas!, sin embargo, ese mismo día mi padre me dijo una cosa muy linda porque el lobby del Yara estaba repleto de gente que quería conocernos, tenía 15 años, y de pronto cuando estamos en el carro mi padre me dijo: ¡tú te imaginas la persona que tiene que limpiar ese lobby mañana!…Eso para mí fue una enseñanza tremenda, en el sentido de cómo asumir el trabajo y en qué pensar cuando se te puede presentar un momento de éxito como ese…»
Y sobre Cortázar, su primer director, evocó: «Hay momentos en que la relación con la obra de arte tiene una sintonía que varía y en ese sentido, Octavio Cortázar fue importantísimo para mí. Con él pude hacer El Brigadista y Guardafronteras pero lo más importante es que él no solo me regaló la oportunidad de entrar en el arte, me regaló una posibilidad muy hermosa que fue la de amistad. Octavio fue muy importante para mí. Siempre puede contar con él como una columna importante, un asidero grande. Siempre Octavio te dejaba, aunque fuera en un saludo, un ejemplo».

40 AÑOS, REENCUENTRO CON LA MEMORIA

Para conmemorar las cuatro décadas de la película, el Icaic organizó el pasado miércoles un encuentro con algunos miembros del equipo de trabajo de la película en el Centro Cultural Cinematográfico Fresa y chocolate.
En la cita, que tuvo por nombre Reencuentro con la Memoria Histórica, se exhibió el documental Todavía veo El Brigadista, producido y dirigido por Patricio Wood, que incluye fragmentos de entrevistas a Octavio Cortázar y varias escenas de la película.
Luego de la proyección, los protagonistas compartieron anécdotas de la filmación con los presentes, entre los que se encontraba una representación de la Peña Alfabetizadores 50 aniversario, que agradeció al staff de la película por el trabajo realizado.
«Fue una película de mucha unión», coincidieron todos. «Estamos hablando de una película muy afortunada por el hecho que trata: la campaña de alfabetización. Creo que es un logro de la cinematografía cubana. Además, El Brigadista por primera vez reunía en el cine cubano a tantos jóvenes y su repercusión fue enorme. La Ciénaga de Zapata todavía la acoge como suya», agregó Patricio.
Mientras, para los actores Luis Rielo, Miriam Learra y Mario Limonta haber participado en la película es un orgullo. «Fue una gran historia para nosotros y para el mundo», afirmaron.
Hoy viernes, como homenaje al Día del Educador se inaugurará, a las 5:30 p.m. en el cine Charles Chaplin, la exposición de fotografías inéditas El brigadista, se filma… y se va a proyectar una copia restaurada del largometraje.

Amelia Duarte de la Rosa | amelia@granma.cu

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