domingo, diciembre 17, 2006

Newton.


Estudia historia en la escuela y pronto aprenderás que no son las clases sino los individuos los que dan forma a la sociedad. Y sobre esto, los motivos reales y los logros de cada individuo están usualmente ensombrecidos por el favoritismo hacia algún mito.
El tratamiento que los historiadores le han dado a Newton es uno de los mejores ejemplos de ello. Principia, publicado en 1687, es uno de los mejores trabajos en la historia de la ciencia. Contiene una teoría de mecánica que pasó a ser el modelo del método científico durante los 200 años siguientes. Sin embargo, se lo puede perdonar por creer que sólo se necesitó una manzana cayendo sobre la cabeza de Newton para inspirarlo y así alcanzar sus logros.
Por otro lado, existe la teoría de que en realidad Principia fue mas bien una idea de Dios que de Newton.
De todas maneras nos quedamos adivinando por qué fue precisamente en el tiempo de Newton que Dios, o Granny Smith, repentinamente debieron sentar las bases de una teoría revolucionaria de la Física. Por supuesto solamente podemos encontrar la verdadera respuesta observando lo que sucedía en el tiempo en que Newton vivió y trabajó, mitad y fines del siglo XVII.
Estos años fueron esencialmente los de la decadencia del feudalismo y del surgimiento del capitalismo. Fueron testigos del esplendor de un largo período de crecimiento del comercio e intercambios y de la ascendencia política de una nueva clase de comerciantes urbanos, pioneros de esta expansión. Reflejando estos cambios políticos y económicos, este fue también un tiempo de tremendo caos intelectual.
Todo esto fue crucial en lo que significó el colapso del sistema escolástico, el cual había dominado el mundo intelectual bajo el feudalismo. El escolasticismo fue desplazado por otros gustos como el de Francis Bacon, John Locke y los integrantes de las sociedades científicas que aparecieron en esa época – the French Royal Academy, Italian Academia del Cimente y la British Royal Society (de la cual Newton era miembro).
Donde el feudalismo se basaba en una rígida división de clases que decidía un lugar permanente en la sociedad, los escolásticos pensaron que ese principio era aplicable también a toda la naturaleza. Cada cosa tenía su lugar en el esquema de las cosas, así que si una cosa hace algo, es porque está en su naturaleza hacerlo.
Mientras el escolasticismo se apoyaba en la interpretación y reinterpretación de Aristóteles y los clásicos, los nuevos experimentalistas rechazaron la autoridad y favorecieron la observación independiente. El lema de estos experimentalistas, estaba en directa oposición con el escolasticismo - "nullia in verba" (nada a través de las palabras) y "provare et reprovare" (probar y probar nuevamente).
El factor principal que motivan estos cambios revolucionarios fue el progreso técnico requerido por el mercantilismo para mantener el ritmo de su expansión. Esto fue especialmente importante en áreas claves como la navegación (básica para el comercio internacional), balística (para conquistar nuevos territorios y pelear con sus rivales) y minería (importante para los militares, quienes necesitaban cobre para las armas, y para producir oro y plata para hacer moneda).
Los problemas técnicos creados por estas demandas son la raíz de los avances científicos, y el progreso científico promueve el desarrollo y crecimiento de la vida intelectual.
Los principales problemas eran los de la mecánica. La necesidad de cortar nuevos canales y de minar galerías significó el desarrollo de maquinarias para levantar cargas pesadas. La ventilación de las minas implica problemas de aeroestática. Levantar agua de las minas y estabilizar naves aún más grandes significó solucionar problemas relacionados con las propiedades de los fluidos.
Los militares necesitaban mejorar el mecanismo de disparo de los cañones y perfeccionar su puntería, en otras palabras, problemas de compresión de gas, resistencia al aire, y la caída libre de los cuerpos.
La importancia de su ciencia consiste en la manera en que ensambla los conocimientos parciales de sus predecesores para crear una teoría universal de la mecánica. Es “universal” porque se aplica tanto para la construcción de barcos o del más humilde de los ladrillos y se confronta, tal como lo hace, con el movimiento de los planetas. Para ese tiempo esto representó una enorme brecha, posibilitando a los científicos entender e investigar toda clase de fenómenos que habían sido un misterio hasta entonces. La mecánica Newtoniana se convirtió rápidamente en la base de la mayoría de las investigaciones de la física y hasta en el modelo de lo que es hacer ciencia.
Sin embargo, el sistema en Principia es todavía profundamente imperfecto. Del mismo modo en que Newton fue un hombre de su época, su teoría refleja el período en que fue producida. Tiene tanto un eje/centro/núcleo materialista basado en el desarrollo de la tecnología, como un marco idealista para llenar los vacíos impuestos por los límites de ese desarrollo.
Mientras que los científicos medievales creían que la constante intervención de Dios era responsable de hacer que todo sucediera, Newton contradecía eso diciendo que la materia una vez que está en moviendo, tiene una dinámica propia que obedece a las leyes naturales. Ya no se necesita a Dios para mantener a las cosas en movimiento. Este es el eje materialista de su trabajo.
Sin embargo, si bien la materia se puede mover, el creía que no tenía que hacerlo, así es que podríamos imaginarla en reposo absoluto. El movimiento no es una característica de las cosas sino que está impuesto desde afuera. Mientras que esto es mejor que la descripción escolástica, aún es idealista ya que en primer lugar necesita a Dios para hacer que la materia se mueva. De hecho, Newton utilizó precisamente este argumento en contra de la gente que decía que su trabajo era ateísta.
Este compromiso entre materialismo e idealismo refleja la política de la clase de Newton. Así como ellos apoyaban una monarquía constitucional más bien que a una república, él describe un mundo en el que a pesar de todo su materialismo es aún dirigido por Dios, aun si ahora gobierna solamente de acuerdo con las reglas que Newton descubrió.
El idealismo de Newton era posible debido al bajo nivel de desarrollo tecnológico, el cual estaba limitado al extremo de depender de una simple transferencia de energía de un lugar al siguiente.
Es solamente con la aparición del motor a vapor que tenemos una tecnología que no se basa en la transferencia de energía sino en la transformación de una forma en otra (calor en movimiento). Y es solamente cuando entendemos la ley de la conservación de energía a través de estas transformaciones que alcanzamos un materialismo que trata al movimiento como una parte necesaria de la materia, inseparable de ella.
Este consistente materialismo se libera de Dios y del Espíritu de una vez por todas. Ve a la naturaleza como materia en constante movimiento, organizándose a sí misma aún en niveles de desarrollo más elevados -mecánicos, eléctricos, químicos, biológicos y hasta sociales.
Ubicar a Newton en el contexto histórico nos ayuda a entender la grandeza como también las limitaciones de su trabajo. Así como el desarrollo del capitalismo fue lo que hizo posible sus logros, sus avances posteriores significaron ir más allá. Es la necesidad de la sociedad por mejorar la tecnología lo que subyace detrás de todo progreso científico. Como lo expresó Engels, “Si la sociedad tiene un requerimiento técnico, entonces ese requerimiento hará avanzar a la ciencia más que diez universidades juntas.”
Eso no significa que la ciencia simplemente refleje los cambios del resto de la sociedad. La física Newtoniana no fue un producto irrelevante de la tecnología de fines del siglo XVII. Una vez establecida fue usada para desarrollar a la ciencia aún más.
En otras palabras, entender el trabajo de Newton como producto de la época, no significa negar el impacto que tuvo en la formación de la historia. Tampoco significa negar su genialidad. Decir que su sistema refleja el estado de la tecnología no significa en absoluto que fuera fácil crearlo.
Finalmente, es solamente una vez que podemos controlar a la naturaleza para satisfacer nuestras necesidades que podemos hablar acerca de construir un socialismo. El capitalismo ha alcanzado esta precondición al desarrollar a la ciencia a un extremo jamás soñado ni por los líderes de la revolución científica. Esto es porque la motivación para desarrollar a la ciencia está inmersa directamente en la naturaleza del capitalismo, el cuál está forzado a mantener en alza la productividad de los trabajadores mejorando la tecnología.
El último gran problema surge por la necesidad de determinar la posición de las naves en el mar para que puedan navegar en aguas abiertas en lugar de realizar largos y costosos viajes guiándose por la costa. Eso significó determinar la posición de la luna y las estrellas, es decir, problemas de la mecánica celestial.
Las grandes figures científicas del siglo XVI en adelante son reconocidas por su trabajo tratando de solucionar estos problemas.
Newton no fue la excepción. Su trabajo es en gran parte el resultado de tratar de resolver los problemas creados por el desarrollo de la sociedad en que vivía.
Contrariamente a la imagen que tenemos de Newton viviendo con la cabeza en las nubes, demasiado comprometido con el mundo de las ideas para notar lo que sucedía a su alrededor, él jugó un rol activo en las cuestiones contemporáneas.
Hijo de la misma clase media rural que produjo Cromwell, soportó el compromiso del Whig con la aristocracia, aún sirviendo como Whig MP (miembro del parlamento) por Cambridge durante la segunda revolución. Más tarde trabajó como Warden supervisor de la Royal Mint donde perfeccionó el proceso para acuñar moneda y estudió el valor que tenía el oro y la plata en Europa, importante para regular el intercambio.
En cuanto a su trabajo científico, lo inspiró más la tecnología que cualquier tipo de pensamiento abstracto de por sí. Investigó las últimas maquinarias y técnicas, incluyendo navegación y sistemas de navegación, la construcción de fortificaciones, pulido de vidrio, tácticas militares, medidas de anti-corrosión, estampado en metales y más.
Aún sus experimentos de alquimia tuvieron menos que ver con el misticismo que con la necesidad de encontrar una nueva fuente de cobre para los militares de la época en un tiempo en que los recursos naturales eran escasos.
Así como su ciencia tuvo sus raíces más bien en la tecnología contemporánea que en una especulación atemporal, también fue construida predominantemente a partir del trabajo de otros hombres, no saltaron de su cerebro totalmente formadas. El mismo Newton reconoció esto. De hecho, fue él quien dijo, “Si ví más allá que otros fue porque estuve en los hombros de gigantes.”
De aquí en más podemos decir que, como fundador de la ciencia moderna, Newton jugó su papel al inspirar y darle forma a una de las fuerzas que hacen posible el socialismo – y esa es la razón principal para recordarlo, mucho mejor que aquella historia acerca de la manzana.

Andy Wilson

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