martes, mayo 17, 2011

El conflicto armado de Santos


Golpeados por la dura realidad de la confrontación que se libra en Colombia, el presidente Juan Manuel Santos y los altos mandos militares, debieron reconocer de que en Colombia “si existe un conflicto armado interno desde hace mucho tiempo”. Es el reconocimiento (tardío) de que la vía militar del Plan Colombia, implementado codiciosamente por ellos desde hace más de 10 años como solución única, para pelechar la jugosa ayuda del gobierno de los EEUU; es un espejismo ideológico sin sustento en la realidad, destinado a apuntalar con su neo-lengua el fascismo neoliberal colombiano llamado “Estado de opinión” y dejar Impune el terrorismo de Estado practicado por ellos desde hace 5 décadas.
Súbitamente, la neo-lengua fascista creada por el Uribismo y sus filósofos de carrilera en estos diez años (difundida profusamente por sus medios de propaganda ) con la cual pretendieron explicar la realidad del conflicto armado colombiano (amenaza terrorista, bacrim, guerrilleros de civil, guerra internacional contra el terrorismo, la culebra sigue viva, falsos positivos, migrantes internos, desmovilización de las autodefensas, les doy en la cara maricas, etc..) se ha desfondado, dejando al descubierto la dolorosa y triste realidad- real de Colombia.
Sin embargo, la rápida reacción del gobierno de los EEUU a la declaración del presidente Santos, confirmando que para ellos las guerrillas colombianas seguirán siendo catalogadas como terroristas; les recordó a sus Cipayos colombianos que aún está pendiente la tarea geo-estratégica asignada (en la cual han invertido muchos millones de dólares) de derrotar “militarmente” la Insurgencia colombiana, como pre-requisito para invadir y abortar el proceso democrático venezolano, tomar su petróleo quedando impunes, y que para poder cumplirla, deben seguir bombardeando indiscriminadamente (con bombas racimo) a la población civil desarmada, pero ahora blindados frente a los tribunales internacionales con la justificación legal de que es una operación legítima en “territorio dominado por el enemigo”, contemplada en los convenios de Ginebra reguladores de los conflictos armados.
Los guerrilleros viven en una cárcel de árboles llamada selva y por esto, pero principalmente sus convicciones, no le temen a la muerte y mucho menos a una cárcel de cemento colombiana por horripilante y degradante que sea. En cambio la Oligarquía cipaya, sus generales y sus asesores sí les tienen pavor, y por eso han hecho (y seguirán haciéndolo) de la Impunidad una condición sine qua non y una bandera. Por esto han construido el “Tolemaida Resort” y, elevado a principios constitucionales los fueros militares feudales, que impiden a la justicia civil juzgue y encarcele a los militares por las muertes ocasionadas por las bombas racimo y las armas del Estado “en servicio”. La impunidad es un factor común y una meta principal en todo este proceso.
Pero analizándolo mejor; tanto la declaración del departamento de Estado norteamericano como la del Presidente Santos y sus generales, también sirve para confirmar en la práctica la teoría vigente de la unidad contradictoria o dialéctica entre la Política y la Guerra, hecha hace 170 años por el general prusiano Karl von Clausewitz así: … “Nosotros afirmamos, que la guerra no es más que la prosecución del tráfico político con la intervención de otros medios. Decimos con la intervención de otros medios para afirmar con ello al mismo tiempo que ese tráfico político no cesa con la guerra misma, no se transforma en algo completamente distinto, sino que mantiene su esencia, sea cuales sean los medios de que se sirva, y que las líneas principales que siguen los acontecimientos bélicos y a las que están vinculados no son más que sus líneas, que se extienden a lo largo de la guerra hasta llegar a la paz”… (1)

Nota:
1) Karl von Clausewitz. De la Guerra (versión íntegra 740 pgs) Editorial La esfera de los libros. Madrid. 2005. Página 668.

Alberto Pinzón Sánchez

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