viernes, abril 07, 2017

Bombardeo químico en Siria e hipocresía de las potencias



Este martes tuvo lugar un nuevo capítulo en la catástrofe humanitaria que es Siria. Aviones no identificados bombardearon con químicos la ciudad de Jan Shijún. Afirman que hay al menos 100 muertos y centenares de heridos.

El atroz bombardeo químico que se produjo este martes en la ciudad de Jan Shijún, en el sur de la provincia de Idleb (al norte del país) bajo control de grupos rebeldes, dejó un escalofriante saldo de más de 100 muertos, entre ellos, niños, según la ONG Unión de las Organizaciones de Socorro y Auxilio Médico (UOSSM). Por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos aún mantiene la cifra en 58 fallecidos, 11 de los cuales son niños. Además de centenares de personas heridas y afectadas por el químico utilizado que, según, el director del opositor Centro de Información de Idleb, Obeida Fadel, el bombardeo se realizó con proyectiles que contenían gas sarín.
"Poco después del ataque, comenzó a expandirse un olor a gas por la ciudad", añadió. La ONG, que citó fuentes médicas y activistas, apuntó que algunos de los heridos en el ataque perpetrado por aviones no identificados presentaban síntomas de asfixia, vómitos y dificultades para respirar.
Si hay un lugar donde la muerte ya está naturalizada, ese lugar es Siria. A diario se suceden bombardeos y ataques que terminan con decenas y hasta cientos de muertos, en su mayoría civiles, ya que los barrios residenciales no están exentos de ser sus blancos. Y para peor, ni siquiera quedan en pie hospitales donde puedan ser atendidas las víctimas.
La ONG UOSSM denunció que los últimos hospitales que funcionaban en esta zona del paìs están fuera de servicio por bombardeos, por lo que no hay posibilidad de atención a las víctimas. "Lo que hace todavía más terrible la situación, con un número tan elevado de víctimas, es la serie de ataques contra hospitales en la región. El hospital Rahma, en Darkush, el último que funcionaba en la zona, fue blanco de un ataque con barriles explosivos", afirmó la organización. Y agregó que hace tres días el hospital de Marrat al-Nu’man, el único equipado para recibir a eventuales víctimas de una acción química, también fue bombardeado y quedó fuera de servicio.

La vergonzosa hipocresía de Estados Unidos y la UE

Como era de esperarse, no tardaron en escucharse las voces de “condena” de aquellos que tienen directa responsabilidad en esa masacre que es la guerra en Siria.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que acaba de autorizar el despliegue de 400 miembros más de la Infantería de Marina y de las fuerzas especiales de los Rangers en Siria, “condenó” este martes el "intolerable" ataque químico, que el Gobierno estadounidense considera un probable "crimen de guerra". "El ataque químico de hoy (martes) contra gente inocente, incluidos mujeres y niños, es reprobable y no puede ser ignorado por el mundo civilizado", dijo Trump en un comunicado.
Allí aprovechó para golpear a Barak Obama, afirmando que los "atroces actos del régimen de Bachar Al Assad” son una consecuencia de la debilidad e indecisión" mostradas por el anterior presidente, quien "en 2012 dijo que establecería una ’línea roja’" para intervenir en Siria en el caso de que se usaran armas químicas, "y luego no hizo nada". Y finalizó: "Estados Unidos está del lado de nuestros aliados en todo el mundo en su condena a este intolerable ataque".
El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, tuvo también duras palabras para Rusia e Irán en su comunicado de condena del ataque. "Como garantes autoproclamados del alto el fuego negociado en Astana, Rusia e Irán tienen una gran responsabilidad moral por estas muertes", aseguró Tillerson. "Llamamos de nuevo a Rusia e Irán a ejercer su influencia sobre el régimen sirio y garantizar que este tipo de horrible ataque no vuelve a ocurrir jamás", agregó.
Sin embargo, y sólo por nombrar hechos recientes, en la ofensiva en Raqqa (supuesto bastión del Estado Islámico), según el Observatorio para los Derechos Humanos en Siria, al menos 23 civiles murieron por los ataques llevados a cabo por aviones de la coalición liderada por Estados Unidos. Desde 2014, la “democracia norteamericana” asesinó a, al menos, 220 civiles. Aunque afirman que fue “involuntariamente”…sólo un detalle.
Por otra parte, desde el Reino Unido también salieron a condenar el ataque. Theresa May, la Primera Ministra afirmó: "Condenamos el empleo de armas químicas en todas las circunstancias. Si se demuestra (que fue un ataque químico), esto constituirá una nueva evidencia de la barbarie del régimen sirio". Boris Johnson, Ministro de Relaciones Exteriores británico también acusó directamente a Al Assad, afirmando que "Aunque no podemos estar seguros de lo ocurrido, esto tiene todas las características de los ataques de un régimen que ha usado repetidamente armas químicas”.
La ONU y la UE también expresaron su repudio. "Lo que pasó esta mañana (martes) es horrible y vamos a pedir clara identificación de los responsabilidades", declaró el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, en una rueda de prensa junto a la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini.
Alemania e Italia, a través de sus Ministros de exteriores, se refirieron al ataque como un "crimen contra la humanidad".
El Consejo de Seguridad de la ONU celebrará este miércoles una reunión de urgencia para abordar este ataque, mientras que la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas expresó su "grave preocupación" y aseguró que ya está reuniendo y analizando información sobre lo sucedido.

El régimen de Al Assad y Rusia niegan responsabilidad

El Gobierno sirio afirmó que ha cumplido con todas sus obligaciones con la Convención para la Prohibición de Armas Químicas, tras el bombardeo. Una fuente del Ministerio sirio de Asuntos Exteriores aseguró en un comunicado, publicado por la agencia de noticias oficial SANA, que los grupos que el régimen califica de “terroristas” se han inventado los sucesos en Jan Shijún para acusar el Estado sirio. Sin más, negó "categóricamente" el uso de gases tóxicos en Jan Shijún y otras poblaciones sirias.
"El Ejército Árabe Sirio no tiene armas químicas, no las ha utilizado ni las utilizará ni busca adquirirlas", indicó tajantemente el gobierno, el mismo que masacra pueblos enteras día tras día.
Por su parte, Rusia también salió a despegarse de las acusaciones y lo hizo a través del Ministerio de Defensa, que negó mediante un comunicado haber efectuado ningún ataque aéreo en la zona. Cabe recordar que, desde 2015, cuando Rusia inició una campaña de bombardeos en Siria para apoyar al Ejército de Al Assad, y según afirma el propio ministro de Defensa, la aviación rusa ha realizado 71.000 ataques, probando 160 tipos de armas, lo que desde el Kremlin llamaron un “rotundo éxito”.
Sin embargo, en un comunicado, la Coalición Nacional Siria, principal alianza opositora, acusó a aviones gubernamentales de haber bombardeado con proyectiles que contenían gas sarín la localidad de Jan Shijún.
Siria se adhirió en octubre de 2013 a la Convención para la Prohibición de Armas Químicas, que veta la producción, el almacenamiento y el empleo de este tipo de armamento. En septiembre de 2014, la ONU y la OPAQ dieron por desmantelado el arsenal químico declarado por el Gobierno sirio tras enviar un año antes una misión a Damasco, desplegada tras un ataque con armas químicas en agosto de 2013 en las afueras de la capital.
Finalmente, ya van casi 7 años de guerra, con alrededor de medio millón de muertos (se calcula que un tercio de los cuales son niños), 8 millones de refugiados y ciudades enteras destruidas, en los que Siria se convirtió en un terreno sobre el que se cruzan acusaciones entre las diferentes potencias, donde se disputa el enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia, marcada por una crisis de hegemonía norteamericana y el reordenamiento del orden geopolítico. Mientras tanto, en ese empantanamiento donde nadie vence a nadie, tiene lugar la peor crisis humanitaria en lo que va del siglo.

Analía Micheloud

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