Las muertes relacionadas con el fentanilo, solo en 2023, resultaron en casi 75 000, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. Las cifras colocan al país como el mayor consumidor de la sustancia en el mundo, y, ante tal situación, toca buscar culpables.
Con la justificación de que en China se producen los «precursores» que permiten la elaboración del fentanilo y sus derivados que entran al país, el pasado mes, la Casa Blanca duplicó al 20 % los aranceles sobre productos provenientes del gigante asiático, es decir, otra excusa para arreciar la guerra comercial.
En un escenario de creciente rivalidad, no es casualidad que Estados Unidos vea a su principal enemigo comercial como el culpable de sus problemas.
El fentanilo –con una potencia cien veces superior a la morfina– es una sustancia que tiene efectos narcóticos y analgésicos y se utiliza comúnmente en el tratamiento de dolores moderados e intensos.
Actualmente son usados en el mundo, con fines médicos, cuatro medicamentos relacionados con el fentanilo: el sufentanilo, el remifentanilo y el alfentanilo. Las formas de dosificación varían, pueden ser administrados mediante inyección, parche transdérmico, spray nasal, etc.
Entonces, está totalmente injustificado que Washington culpe a Beijing de la situación con la droga en su país. Actualmente existen en el mundo aproximadamente cien sustancias relacionadas con el fentanilo, y China fue uno de los primeros países en tomar acción con respecto a esta problemática.
El gigante asiático introdujo el concepto de «sustancias relacionadas»; además, proporcionó una definición jurídica y científica precisa de estas. Añadido a esto, que desde 2019 existe en el país asiático un marco legal para implementar el control sobre todas las sustancias relacionadas con el fentanilo.
China ha argumentado que ha sido un referente en el control de la sustancia, mientras que Estados Unidos representa un 80 % del consumo mundial de drogas.
El primero también ha defendido la aplicación de leyes antidrogas como eje central de la cooperación con Estados Unidos. Mantiene una postura clara: cooperación basada en igualdad y respeto mutuo. Pero se oponen firmemente a la imposición de sanciones ilegales y presiones irracionales.
Mientras Trump se inventa el pretexto para su guerra comercial, el verdadero problema, que es el abuso de sustancias, sigue cobrando vidas en su propio patio.
Kevin M. Navia, estudiante de Periodismo | internet@granma.cu
6 de abril de 2025 21:04:00
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