martes, abril 15, 2025

Tarifazos, otro capítulo del nuevo acuerdo de Milei con el Fondo


La llegada del invierno va a coincidir con fuertes ajustes en los servicios públicos a pedido del FMI. Va a agravar la pérdida salarial y la recesión. 

El acuerdo con el FMI que anunció el gobierno de Milei incluye la exigencia de avanzar en un nuevo plan de tarifazos, para que el superávit fiscal sea lo suficientemente "sólido" como para garantizar en el futuro el repago de la deuda. Cuando se avecina el invierno, estación de mayor consumo energético, esto golpeará duramente los alicaídos ingresos de los trabajadores y reanimará la inflación porque los capitalistas trasladarán a precios los mayores costos. 
 El gobierno deberá implementar un drástico recorte de los subsidios en gas y luz, y para ello compensará con aumentos de tarifas a las empresas responsables de apagones masivos tras décadas de desinversión. Esto cuando desde que asumió Milei las boletas de electricidad aumentaron un 264% y las de gas un 622%, según un relevamiento de un centro de UBA-Conicet. Sin embargo, el ajuste fuerte está por venir.
 Es que hace un año que en las audiencias públicas vienen pateando la puesta en vigencia de la anunciada revisión tarifaria quinquenal, que barrería con la segmentación de usuarios por ingreso, reemplazando la división en tres niveles (bajos, medios y altos) por un precios general y único subsidio a hogares que ya sean beneficarios de asistencia social. Se estima que tres millones de usuarios de “clase media” perderían los subsidios. Es evidente por qué postergan semejante sacudón. Ahora la nueva devaluación echa combustible al "atraso tarifario" del que se quejan las privatizadas de energía.
 La última revisión tarifaria que se hizo en Argentina fue bajo el mandato de Macri, en el cual las tarifas de luz subieron alrededor de un 5.000% y las de gas un 1.900%, y terminó confesando un fracaso categórico con la cancelación de la insostenible dolarización energética tras las devaluaciones de la moneda. Con Alberto y Cristina siguieron los aumentos, y el fraude de las distribuidoras que no pagan la energía que reciben de Cammesa a sabiendas que luego son premiadas con condonaciones multimillonarias. 
 Se trata de una política inflacionaria. Junto con los precios de los combustibles, que están dolarizados, los tarifazos impactan en toda la cadena productiva y de transporte. Esto tendrá consecuencias directas en el poder adquisitivo de los trabajadores, y que va a agravar tanto la caída del consumo como la recesión industrial por los mayores costos. 
 Mientras prepara la motosierra, el gobierno mantiene el cepo del 1% a las paritarias. Hay que derrotarlos con la huelga general. 

 Prensa Obrera

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