lunes, septiembre 01, 2025

Maslaton "descubre" que Milei y Caputo "estatizaron" los bancos


Carlos Maslatón, un conocido ‘influencer’ libertario que entró en tempranas dificultados con Milei, ha demorado dos semanas para descubrir que “Milei y Caputo han estatizado por completo el sistema financiero nacional”. Se hubiera ahorrado un cierto tiempo si hubiera leído Política Obrera), como seguramente terminó haciéndolo para llegar a tan temible conclusión. También nos plagia cuando concluye que “Están liquidados Caputo y Milei”, algo que hemos advertido nosotros con la debida y oportuna anticipación. Curiosamente, Maslatón añade que esta ‘estatización’ “es el sueño del Partido Obrero (debe haber querido decir Política Obrera) y de todo el marxismo leninismo”. En lugar de “exterminar” a la izquierda, Maslatón asegura que la izquierda exterminó a Milei. Todo esto sólo en el papel, sin disparar una sola bala de fogueo. 
 Maslatón debería reconocer que un 53 % de encajes bancarios, que en parte son remunerados a tasas de interés extravagantes, constituyen una forma lujosa de estatización. Como advirtió Carlos Marx, las crisis capitalistas estallan cuando el ciclo del capital ha llegado a un apogeo. Es este caso el apogeo de la especulación financiera, como consecuencia de la motosierra contra asalariados y jubilados, y de la transferencia al Tesoro de la deuda del Banco Central con los bancos, por varias decenas de miles de millones de dólares (“limpieza del balance”). El lucro financiero se fue a las nubes como consecuencia de esta primera estatización –el pasaje de la deuda del Central al Tesoro-. El apogeo tuvo lugar cuando el riesgo país se redujo a menos de 500 puntos y todos los corredores del mercado, como Maslatón, creyeron que los mercados internacionales de deuda se habían ‘abierto’ para Argentina. La segunda estatización, que ocurre ahora, apunta a forzar a los bancos a que renueven la deuda pública que pagan y pagarán los contribuyentes y los trabajadores, algo que ningún “marxista-leninista” vería con buenos ojos. Lo que una mayoría de pseudomarxistas leninistas sí saludan, y Política Obrera denuncia, es la estatización capitalista de los bancos, financiada con generosos resarcimientos (a la Chávez). O la estatización bancaria que representó el “corralito” de Cavallo y el “corralón” de Duhalde, para salvarlos del default de 2001 mediante confiscación de ahorristas y enormes redescuentos. El libertarianismo es una forma extrema de estatismo bancario, porque postula el monopolio del crédito para los fondos financieros, sacando a los bancos del negocio mediante encajes del ciento por ciento. 
 La tendencia a la estatización de los bancos es internacional, porque bien mirado, el sistema bancario se encuentra en quiebra; lo hemos vuelto a ver con el derrumbe de los bancos regionales del Silicon Valley y del poderoso Credit Suisse, y por la extensión del seguro estatal al ciento por ciento del valor de los depósitos bancarios. Donald Trump está embarcado en la estatización de la Reserva Federal, que desde su fundación es semiprivada, poniéndola bajo la tutela del Tesoro. Ha planteado asimismo declarar vitalicia a la deuda pública de los Estados Unidos, que se ha vuelto impagable con graves consecuencias para el dólar, y ‘honorar’ solamente los intereses. La estatización de las finanzas está instalada en el programa de la burguesía como herramienta para evitar el derrumbe. Trump ha comprado para el Estado un porcentaje de las acciones de la United Steel e Intel. Los marxistas, conscientes de esta ‘maduración’ final del capitalismo decadente, plantean la confiscación del capital, un viejo confiscador de la fuerza de trabajo, para poner al Estado, gobernado por los trabajadores, en el comando de la economía. 
 Es la forma de favorecer el desarrollo de las fuerzas productivas, elevar el nivel de vida de los trabajadores y transformar el modo de vida mismo, y proteger y desenvolver el medio natural.

 Jorge Altamira 
 31/08/2025

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