Entrevista a Francois Houtart: "La lucha cultural es una parte de la lucha de clases"
La Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad entrevista a Francois Hourtart en el marco del V Encuentro de la Red en Bolivia.
¿Cuáles son sus percepciones acerca del V Encuentro de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, próximo a celebrarse en Bolivia?
Es un gran placer para mi asistir al Encuentro. Bolivia va a ser muy interesante. Es la primera vez que la Red se encuentra allá, y además, en un momento político muy interesante para Bolivia. El tema será los Medios de Comunicación. Me quedaré también algunos días en Bolivia, invitado por el MAS, y por la Oficina del Defensor de los Derechos Humanos, y algunos otros amigos de la Universidad y del partido del MAS.
¿Cuál es su opinión sobre toda la transformación que ha venido ocurriendo en Venezuela con los medios de comunicación?, ¿Qué opina de las manifestaciones populares frente a todas las atrocidades de los medios de comunicación privados?, ¿Cuál es su opinión sobre este proceso?
Yo admiro la paciencia de Venezuela frente a este tipo de medios de comunicación. Evidentemente es extremadamente delicado tratar este tipo de asuntos, ya que hay un impacto internacional que no se puede comprobar. Yo pienso que la manera en la que se ha actuado en Venezuela es muy sabia al respetar la libertad de la prensa pero la tolerancia de frente a las cosas llega hasta un momento, que es un momento legal, y, en este sentido, pienso que debemos apoyar esta medida.
En el exterior es muy difícil hacer entender eso porque inmediatamente se habla de que hay un ataque a la libertad de la prensa, pero sin ningún análisis crítico de lo que es la prensa y de lo que eso significa. Así no sólo es un caso muy importante para Venezuela, sino para todo el continente y para la prensa en general, para ver cómo se puede actuar en estas situaciones tan contradictorias.
Por ejemplo, cuando veo en Francia -en Bélgica un poco menos-, todos los periódicos imnportantes son controlados por el gran capital. Todos. También el periódico del Partido Comunista. L´Humanité tiene capital del señor Rothschild. Obviamente no digo que él lo controle pero lo financia, y ¿Qué significa eso? Ese es un problema muy importante.
Al mismo tiempo, tenemos que cuidar de no caer en la construcción de medios de comunicación que sean demasiado instrumentalizados, porque eso sería un peligro también. Se debe tener cierto grado de crítica. Eso es siempre necesario, aunque también un cierto grado de mentira porque ese es el precio que se debe pagar por tener una actitud por encima de todo eso. Hay un límite.
¿Qué opinión se merecen los programas sociales desarrollados en Venezuela para la creación de radios comunitarias donde toda la gestión se hace de manera voluntaria, con la finalidad de evitar que el trabajo de los miembros de la radio estén parcializados por los intereses parcializados de quienes financien estas radios?
Yo pienso que para el futuro eso es extremadamente importante. Yo he visto en varias partes del mundo, que especialmente la radio juega un papel muy importante.
¿En cuáles países?
Por ejemplo en Nicaragua. También en lugares como Filipinas, o en mi país (Bélgica). Es difícil, porque evidentemente hay una constante resistencia por parte de los regímenes políticos, y la gran dificultad es obtener las frecuencias. Pero cuando hay libertad, la radio es un elemento muy importante, es una garantia de democracia. Claro que hay también en estos medios contradicciones y hay relaciones de poder a nivel local, y ese es un tema del que se debe tener muchísimo cuidado.
A nivel continental. ¿Cuál es su perspectiva acerca de iniciativas como TeleSur, en las cuales se busca la integración cultural de los pueblos del Sur?
Es una parte de la lucha general. La lucha cultural es una parte de la lucha de clases, y es muy importante. En este sentido, TeleSur es una iniciativa muy importante como todas las iniciativas culturales, obviamente. El gran problema de TeleSur es poder ser accesible, porque en muchos lugares aún la gente no tienen acceso a él. En México, en Chile, o en Colombia, etc. existen grandes dificultades para acceder a la señal. Pero el hecho de que exista es muy importante. No he podido seguir mucho tiempo los programas, pero sí he seguido el noticiero, que me parece muy interesante porque, por una parte, muestra otra mirada del continente latinoamericano, lo que es de vital importancia para enfrentar a los medios oficiales, y por otra, no está lleno de publicidad, es otra metodología la que fluye por este medio. Lo mismo vale para otras iniciativas. Es un trabajo a largo plazo y no debemos perder la paciencia, porque ésta también es una lucha, una lucha ligada y vinculada a los que tienen el poder, y por eso se debe continuar con paciencia y con determinación y con una claridad de perspectiva.
¿Nos puede adelantar algo de las propuestas e ideas previas que lleva para el V Encuentro de Intelectuales en Bolivia?
No tengo mucha información sobre eso porque yo no soy especialista en materia de medios de comunicación. Tengo ideas generales o analíticas y es extraordinario que en América Latina hoy se haya pasado de la resistencia a la ofensiva, y así justamente no sólo se trata de reunirse para analizar las situaciones y decir todo lo malo que pensamos del neoliberalismo y del capitalismo, sino que se discute cómo podemos construir otra cosa. Y así en el área de la comunicación, las experiencias, como TeleSur, bases de datos o de imágenes, etc., radios comunitarias, que ya existen, son todos puntos de partida importantes.
Yo pienso insistir sobre un aspecto: la necesidad o la importancia de trabajar dentro de los grandes medios existentes, porque siempre doy una analogía: la comparación entre los dos tipos de queso, el queso holandés (que es una bola muy compacta) y el queso suizo de Gruyére (que está lleno de huecos). El poder es encontrar los huecos y ponerse allí, porque, por una parte, existen en los grandes medios un mínimo de libertad de expresión, porque si no se destruyen ellos mismos. Segundo, existen algunos periodistas que son progresistas, y tercero hay también la posibilidad de enviar cartas públicas de los lectores a los medios. Y eventualmente no debemos despreciar estas posibilidades para hacer un trabajo dentro de los medios, dentro del sistema, para instroducir ideas y acciones que sean útiles a la lucha. Debemos denunciar la dependencia económica de los medios, pero al mismo tiempo no podemos olvidar que debemos trabajar adentro también.
22 de Mayo 2007
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