jueves, diciembre 07, 2017

Rosa Parks: la mujer que desafió la desigualdad de los afroamericanos estadounidenses



El 1 de diciembre, la acción de protesta de Rosa Parks dio inicio a la lucha en EE.UU. del colectivo afroamericano por la igualdad de derechos civiles frente a la mayoría de raza blanca.

El 1 de diciembre de 1955, en la ciudad de Montgomery, capital del Estado Sureño de Alabama Parks se negó a obedecer al chofer de un autobús público, el cual quería obligarla, como dictaba la ley, a ceder su asiento a una persona de raza blanca. Fue encarcelada por su conducta, acusada de haber perturbado el orden, ya que en este estado, y otros muchos del sur del país, había leyes que obligan a los negros a no poder sentarse en el autobús, cafeterías, restaurantes o cines en el lugar de los blancos, y a hacerlo en los peores sitios de dichos lugares.
En respuesta al encarcelamiento de Rosa, Martin Luther King, un pastor o reverendo bautista (una de las muchas versiones de la religión cristiana) relativamente desconocido en ese tiempo, condujo la protesta a los autobuses públicos de Montgomery, que simplemente convocaba a la población afroamericana a organizarse para transportarse por sus propios medios y no tomar los autobuses. Como los autobuses terminaron recibiendo pocos, o ningún pasajero, comenzaron a dar déficit, por lo que se hizo necesario que la autoridad del transporte público terminara la práctica de segregación racial en los autobuses. Este suceso inició más protestas contra otras prácticas de segregación.
Paralelamente a las protestas en 1956, se inicio la lucha judicial contra la ley segregacionista de Montgomery y Alabama. Ésta llegó finalmente a la Corte Suprema de los Estados Unidos, que declaró inconstitucional, la segregación en el transporte.

Movimiento por los derechos civiles

Esta gran victoria inicial dio un gran impulso a la lucha y marco el inicio del gran Movimiento por los derechos civiles de la comunidad afroamericana estadounidense. Fue una larga lucha para extender el acceso pleno a los derechos civiles y la igualdad ante la ley a los grupos que no la tenían, sobre todo a los ciudadanos negros, y así acabar con la llamada segregación racial. Aunque en la actualidad este movimiento sigue en EE.UU. de muchas formas diversas, éste es sin dudas el periodo de mayor lucha y también en el que se consiguieron las mayores conquistas. Este se iniciara, como ya hemos dicho, en 1955 con la acción de Parks y terminaría en 1968 con el asesinato de Martin Luther King.
Este movimiento tuvo como principal líder a Martin Luther King, un reverendo evangelista del sur, que consiguió aglutinar tras su figura, a la mayoría de los grupos pro-derechos civiles del país, dirigió y se puso a la cabeza de las luchas más importantes y fue el encargado de negociar y presionar “cara a cara” a los presidentes Kennedy y Johnson, a favor de la comunidad afroamericana. Todo esto le valió el Nobel de la Paz en 1964, y su temprana muerte, además le convirtió en un mártir de esta comunidad.
Su liderazgo hizo que la mayor parte de este movimiento tuviera un fuerte carácter religioso, y en la teoría, aunque no tanto en la práctica, un carácter pacífico. Su ideario estaba basado en: Desobediencia civil y no violencia, Igualdad racial, Libertad y orgullo, Pacifismo y compromiso personal y Fe, amor y poder.
Frente a este ideario, surgieron otros grupos de defensa de la comunidad negra que apostaban por la acción directa y la respuesta violenta a los asesinatos y represión ejercida contra ellos por las autoridades. Los dos principales fueron “La Nación del Islam” de Malcon X y las “Panteras Negras”.
De hecho la lucha por los derechos civiles estuvo llena de violencia por parte por las autoridades y de grupos racistas como el “Ku Klux Klan”, que actuaban impunemente, con el “silencio cómplice” cuando no directamente con la colaboración directa de la policía y la autoridades locales y federales. Fueron varios miles de asesinados, entre ellos dos líderes tan destacados como Luther King y Malcon X. Frente a esto grupos como los citados en el párrafo anterior, apostaron por métodos como la autodefensa y la protección propia, frente a los continuos ataques. Todo este gran movimiento de rechazo al poder establecido, fue más allá de las reivindicaciones por los derechos civiles. Este se unió con el gran movimiento de protesta contra la Guerra de Vietnam, sobre todo a partir del gran despliegue de miles de hombres en 1964, jóvenes soldados, la mayoría de población negra, de los que miles de ellos, murieron en esta guerra absurda, volvieron mutilados o con graves enfermedades físicas y mentales. EEUU era un polvorín, y diariamente había jóvenes negros o universitarios (blanco, negro o hispano) muertos, represaliados o encarcelados por estas protestas.
Tras las protestas en Montgomery, las acciones más destacadas de este fueron la gran Marcha sobre Washington, del 28 de agosto de 1963, donde ante más 200.000 manifestantes, Luther King pronuncio su famosa discurso de “I have a dream” (Yo tengo un sueño” y la “Marcha sobre el Puente Pettus en Selma (Alabama) “el 7 de Marzo de 1965, que provoco una dura represión conocida como el “Bloody Sunday” (El domingo sangriento).

Balance de la lucha

Tras varios años de lucha, varios miles de asesinados, heridos, desaparecidos o encarcelados por las autoridades o por grupos racistas como el Ku Klux Klan la población negra fue consiguiendo algunas de sus reivindicaciones más básicas. La más importante fue la aprobación en 1964 por el presidente Johnson de la “Ley de Derechos Civiles”, que daba igualdad legal y jurídica a blancos y negros y acababa oficialmente con la segregación racial. Otras leyes importantes fueron la que permitía a los afroamericanos ir a cualquier universidad, inscribirse para votar libremente, poder ser elegidos para cualquier cargo público, etcétera.

Situación actual

A pesar de haber tenido un presidente de origen afroamericano, Obama, la situación real dista mucha de los avances jurídicos.
La población afroamericana, al igual que la hispana, sigue estando marginada política, social y económicamente. Siguen ocupando los peores trabajos, los menos remunerados. Siguen hacinados barrios “gueto” donde la delincuencia y el tráfico de drogas sigue siendo la única salida que encuentran muchos jóvenes, sin otra alternativa real. Las cárceles, y especialmente los “corredores de la muerte” (donde esperan a ser ejecutados los condenados a muerte) siguen llenos mayoritariamente de negros e hispanos.
A todo esto además, hay que añadir que la violencia policial contra estos grupos no ha cambiado mucho desde los años de lucha nombrados anteriormente. El “gatillo fácil” de los policías blancos frente a la población negra, sigue estando muy presente como vemos en los últimos casos producidos de muertes de afroamericanos por violencia policial (más de 200 este año)
Como vemos, la acción de mujeres valientes como Rosa Parks, inicio un gran movimiento que conquistó mucho, pero todavía faltan muchas cosas por conseguir, para poder hablar del fin de la marginación social de negros e hispanos en EE.UU.

Jorge Calderón
Historiador y Profesor de Secundaria, Zaragoza

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