viernes, mayo 03, 2019

Pacto de "caballeros" entre Macri y el peronismo para mostrarse obedientes ante el FMI



Los medios difundieron el contenido de 10 acuerdos básicos que Cambiemos firmaría con los referentes de Alternativa Federal. El objetivo: mostrarse bien obedientes ante el FMI y los especuladores.

La semana pasada tuvo un verdadero jueves negro, con el dólar arriba de los 47 pesos y el riesgo país en más de mil puntos. El comportamiento de los mercados puso en evidencia la situación de inestabilidad e incertidumbre económica en nuestro país. En una jornada de nerviosismo, Mauricio Macri admitía que los mercados expresaban su desconfianza hacia la Argentina.
Siete días después, trascendió en los medios el contenido de un acuerdo que el Gobierno intenta sellar con los presidenciables de Alternativa Federal, el espacio peronista no kirchnerista que intenta terciar en la pelea electoral. Mauricio Macri, Sergio Massa, Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel Urtubey, firmarían un documento que contiene 10 compromisos básicos para sostener la gobernabilidad de acá al 27 de octubre.
Antes de la última corrida del dólar, el dato de la inflación de marzo motivó al gobierno a celebrar con los empresarios de las alimenticias, lo que denominaron un “pacto de caballeros” para contener los precios. La medida totalmente insuficiente, abarca solo 64 productos. Este pacto de dudosa credibilidad, no tranquilizó a nadie: ni a quienes viven de un sueldo con cada vez menos poder adquisitivo, ni a los famosos mercados.
Este nuevo acuerdo que promueve Cambiemos con estos otros caballeros, tampoco puede transmitirle tranquilidad a nadie que no sea el FMI. Entre los compromisos básicos que el oficialismo firmaría con este peronismo “racional”, el más importante versa sobre el “cumplimiento de las obligaciones con nuestros acreedores”.
El documento sería una especie de declaración de buenas intenciones y de principios comunes entre el oficialismo y la oposición peronista que intenta mostrarse como “más responsable” que el kirchnerismo, ante el FMI y los especuladores. Sin embargo, en lo referido a los compromisos con los acreedores, el kirchnerismo bien podría adherir a este acuerdo. No está en los planes de Cristina Fernández de Kirchner ni de Axel Kicillof deshonrar la deuda y romper con el mecanismo de saqueo del FMI. Más bien todo lo contrario: lo único que quieren honrar es su título de pagadores seriales.
Según distintas versiones mediáticas, el interlocutor del Gobierno para entablar las negociaciones es el ministro del Interior Rogelio Frigerio y las conversaciones tienen lugar desde hace 15 días.
Según la reconstrucción mediática, los diez puntos del acuerdo serían los siguientes:

1- Lograr y mantener el equilibrio fiscal.

2- Sostener un Banco Central independiente, que combata la inflación hasta llevarla a valores similares al de países vecinos.

3- Mayor integración al mundo, promoviendo el crecimiento sostenido de nuestras exportaciones.

4- Respeto a la ley, los contratos y los derechos adquiridos con el fin de consolidar la seguridad jurídica, elemento clave para promover la inversión.

5- Creación de empleo a través de una legislación laboral moderna.

6- Reducción de la carga impositiva, a nivel nacional, provincial y municipal y enfocado en los impuestos más distorsivos.

7- Consolidación un sistema previsional sostenible y equitativo.

8- Consolidación de un sistema federal, basado en reglas claras, que permitan el desarrollo de las provincias y que impidan que el gobierno nacional ejerza una discrecionalidad destinada al disciplinamiento político.

9- Asegurar un sistema de estadísticas transparente, confiable y elaborado en forma profesional e independiente.

10- Cumplimiento de las obligaciones con nuestros acreedores.

No se sabe si formarán parte de este acuerdo formalmente, pero su voluntad para colaborar con la gobernabilidad es indiscutible. Hablamos de la CGT y las cúpulas de los sindicatos, que no llaman a paro o lo hacen en días ridículos como los feriados, como sucedió este 1° de Mayo con el transporte. En el caso de Moyano y los sindicatos más cercanos al kirchnerismo, se dicen combativos pero llamaron a un paro este martes 30 después de siete meses de no mover un dedo, y no convocan a medidas que le den continuidad. Tampoco se jugaron a movilizar.

Juana Galarraga
@Juana_Galarraga

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