viernes, mayo 10, 2019

Trump envalentonado contra China, sube los aranceles sobre importaciones al 25 %



A partir de este viernes comenzó a regir una suba en los aranceles sobre importaciones chinas valuadas en 200.000 millones de dólares. El cambio de postura de Trump que rompe la tregua de los últimos meses, suma un nuevo capítulo en la disputa comercial entre Estados Unidos y China que aumenta la incertidumbre global.

Luego de cinco meses de negociaciones entre Washington y Pekín, y cuando parecía que se llegarían a un acuerdo comercial que pondría fin a la tensión comercial entre Estados Unidos y China, el presidente norteamericano dio un giro de 180 grados rompiendo la tregua.
El envalentonamiento de Trump sobre China se expresa a partir de este viernes en medidas concretas ligadas a una suba arancelaria a importaciones chinas (alcanzando a 5.000 productos como cereales, textiles o químicos) que pasan de un 10 % al 25 % por un valor de 200.000 millones de dólares.
Desde Pekín, en un comunicado del Ministerio de Comercio lamentaron la decisión del mandatario norteamericano y sostuvieron que tendrán que adoptar "las contramedidas necesarias”.
Trump amenazó con recrudecer esta postura y extender la suba de aranceles (en 25 %) sobre el resto de los productos que Estados Unidos compra al gigante asiático por un valor de 350.000 millones de dólares. En este caso los aranceles podrían afectar bienes de consumo masivo como celulares Iphone o zapatillas Nike.
Sin embargo, la suba en la tensión comercial con China generó revuelo en los “mercados” marcando pérdidas en las bolsas de todo el mundo esta semana.
A pesar del giro de Trump, esta tarde está prevista una reunión entre el encargado de comercio exterior de EE.UU., Robert Lighthizer, y el viceprimer ministro Liu He, para continuar con las negociaciones.

La disputa de fondo

El presidente norteamericano deberá comenzar en pocos meses la campaña de cara a las elecciones presidencial de 2020, lo que marcaría ciertos límites en sus giros políticos. Este “apriete” sobre Pekín en realidad esconde otro objetivo que esta menos ligado a la disputa arancelaria.
En este sentido desde china, reclaman a Trump haber cedido lo suficiente para llegar a un acuerdo, al bajar aranceles a los vehículos importados de EE.UU. y reanudar la compra de soja.
Por eso se entiende que detrás de la guerra de aranceles como amenaza para negociar, Trump busca presionar a China para que cambie sus políticas sobre propiedad intelectual, reduzca sus masivos subsidios a sus empresas estatales, compre más productos estadounidenses y deje de forzar a las compañías extranjeras a compartir secretos tecnológicos.
Alineados en esta postura desde la Cámara de Comercio Estadounidense sostuvieron que “las empresas estadounidenses están en contra de los aranceles, pero "apoyan la idea en el corto plazo si esto nos ayuda a lograr un acuerdo fuerte, aplicable y a largo plazo que solucione cuestiones estructurales".

La Izquierda Diario

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