viernes, septiembre 04, 2009

Juristas contra las Bases Gringas


DECLARACIÓN DE LA AAJ SOBRE LAS BASES MILITARES DE LOS ESTADOS UNIDOS EN COLOMBIA

La Asociación Americana de Juristas (AAJ), organización no gubernamental con estatuto consultivo ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, habiendo tomado conocimiento de la decisión del Presidente de la República de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, de ceder el uso de siete bases militares en territorio de ese país a las fuerzas armadas de los Estados Unidos, manifiesta:
Los países de América Latina y el Caribe han acumulado una larga y negativa experiencia sobre la instalación de bases militares, o el uso de las nacionales existentes, por fuerzas de Estados Unidos: han sido utilizadas como instrumento de políticas desestabilizadoras y de intervención en los asuntos internos de otras naciones del continente. La base militar de Manta en Ecuador, como las instaladas en territorio puertorriqueño, y la de Palmerola en Honduras, son ilustraciones particularmente gráficas en este sentido.
Más allá de los términos formales de los convenios celebrados entre las partes, la libertad de maniobra de las tropas de Estados Unidos en y desde esas bases, de la pérdida de soberanía por parte del país cedente, y de su incapacidad para ejercer efectivo control sobre su uso por los efectivos estadounidenses, se constituyen en verdaderos enclaves y prolongación extra-territorial de la soberanía estadounidense en el país en que se instalan.
Resulta grotesca la pretendida justificación de la lucha contra el narcotráfico y la insurgencia armada de las FARC, después de una década de despliegue del ―Plan Colombia‖, que abasteció al gobierno colombiano de recursos financieros, militares y humanos –incluyendo involucramiento directo de efectivos militares de Estados Unidos— de enorme magnitud, y de los permanentes anuncios del propio gobierno de victoriosos avances contra las fuerzas insurgentes a las que pretende vincular, sin prueba alguna, con el terrorismo internacional.
Es indudable que el narcotráfico y el terrorismo internacional, en la particular caracterización que de ambos lleva a cabo la politica exterior de Estados Unidos en su relación con América Latina, desempeñan el mismo papel que, durante la guerra fría, fue asignado al comunismo. El acuerdo con Colombia es otro paso en la reacción política de Estados Unidos al surgimiento en Latinoamérica, en años recientes, de varios gobiernos democráticos, sólidamente implantados por la voluntad mayoritaria de sus pueblos, empeñados, en diversos grados, en la realización de profundas reformas políticas y económico-sociales.
Esos y otros antecedentes, avalan la preocupación con que esos gobiernos democráticos y los pueblos de la región observan el acuerdo que permite el despliegue de 800 efectivos militares y 600 ―contratistas‖ estadounidenses, por su papel desestabilizador político y militar de las relaciones de Colombia con sus vecinos y con proyecciones sobre el conjunto de la región.
Si bien hay que destacar el esfuerzo realizado por la amplía mayoría de los gobiernos de los países de la UNASUR, en su reunión de Bariloche, Argentina, para obtener seguridades de que las bases en Colombia, no sean plataformas de agresión a otros países, es sumamente difícil establecer mecanismos de control efectivos. En consecuencia se está violando el compromiso de mantener la región como zona de paz.
Por ello, la AAJ expresa su repudio al acuerdo entre Colombia y los Estados Unidos, reclama que ninguna fuerza extranjera se asiente en los países del Continente y la necesidad que UNASUR y las demás organizaciones de la región realicen el esfuerzo de unidad y control que impida violaciones a la soberanía de los estados o intentos de desestabilización de sus gobiernos.

2 de septiembre de 2009

Vanessa Ramos

Beinusz Szmukler

Presidenta AAJ Continental Presidente Consejo Consultivo AAJ

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