lunes, marzo 20, 2017

1948: la nacionalización de los teléfonos



El 18 de marzo de 1948 Perón nacionaliza la empresa de teléfonos, hecho por el cual se conmemora el día del trabajador telefónico. La actualidad sobre el debate de las nacionalizaciones.

En el año 1948 se nacionaliza la empresa de teléfonos. En 1946, se había conformado la Empresa Mixta Telefónica Argentina (EMTA), cuando el Estado compra la Compañía Unión Telefónica del Río de la Plata que monopolizaba el servicio telefónico en el país. En septiembre de ese año, el gobierno nacional había concretado la compra a la filial argentina de la empresa estadounidense International Telephone & Telegraph Company (ITT), por 95 millones de dólares y la asunción de sus pasivos nacionales e internacionales. Con la creación de esta empresa mixta el peronismo se proponía combinar capitales privados nacionales junto con capitales del Estado. Finalmente, en un avance de la política general de nacionalizaciones Perón decide disolver la sociedad mixta, y el 18 de marzo de 1948, por medio del decreto 8.104 se retira la personería jurídica de la EMTA, pasando la empresa a ser totalmente estatal. Un año más tarde la empresa pasará a llamarse Teléfonos del Estado.
En conmemoración a este acontecimiento es que se festeja el día del trabajador telefónico.
Durante la década siguiente, sobre la base de la financiación del Estado nacional, veremos una importante expansión del servicio, con la instalación de nuevos tendidos y centrales locales, y la integración de la red, mediante nuevas líneas troncales. Sobre esta estructura, en 1956, bajo el gobierno de la Libertadora, pasa a conformarse la Empresa Nacional de Teléfonos (Entel), hasta su privatización en 1990.
Esta nacionalización se da en un contexto mundial y de la economía argentina particular, luego de la segunda guerra mundial. Los primeros años peronistas corresponden a un período de prosperidad económica excepcional. Durante la guerra, el país tuvo un superávit en todas las áreas comerciales y una gran acumulación de divisas en el Banco Central. Hasta 1949, los precios internacionales de las exportaciones argentinas se mantuvieron altas, mejorando los términos de intercambio para el país.
El aumento del gasto público como parte del reforzamiento del rol del estado también fue clave. Las nacionalizaciones de este período tienen que ver con su rol de actor económico, impulsando algunas actividades. Así, además de los teléfonos, las nacionalizaciones más importantes serán la de los ferrocarriles, las usinas eléctricas, las empresas de gas, entre otras. Menos de medio siglo después, será otro gobierno peronista el que privatice nuevamente todos los servicios públicos, comenzando con Entel en noviembre de 1990, que abrirá el camino para avanzar sobre el resto.

De la nacionalización a la privatización

Hace años, las empresas de servicios públicos vienen siendo cuestionadas, por su mal servicio y sus tarifas altas, lejos de las necesidades populares. A la fiesta noventista de las privatizaciones, la flexibilización laboral y las tercerizaciones, le siguió la década kirchnerista que, más allá de su discurso nacional y popular, mantuvo en esencia el régimen de las empresas privatizadas. En el caso de las telefónicas, por ejemplo, con la ley Argentina Digital, que si bien establece el servicio telefónico como un servicio público (lo que implica que sus tarifas estén reguladas), excluye del mismo a la telefonía móvil e internet, además de haber mantenido la precarización laboral durante la década. Hoy, bajo el macrismo, las privatizadas fueron nuevamente beneficiadas con los aumentos de tarifas.

Estatizaciones: un debate actual

Quienes escribimos esta nota militamos hace años en el gremio telefónico. Hoy, junto con nuestros compañeros de la Agrupación Violeta, nos encontramos en las puertas de una batalla por recuperar nuestro sindicato, en las próximas elecciones del 18 de mayo, y ponerlo al servicio de las necesidades del conjunto de los trabajadores y de los usuarios populares, con la perspectiva de brindar un servicio público, estatal y eficiente basado en el desarrollo de las telecomunicaciones para el conjunto de los trabajadores y usuarios y no como generador de ganancias para los sectores privados. Entendemos que para eso tenemos el desafío de construir una gran corriente dentro del gremio que luche por la democracia sindical, por la independencia política (tanto de los gobiernos de turno como de las empresas) y en unidad entre efectivos y tercerizados. Para esto es que necesitamos fortalecer una alternativa política que esté al servicio de los trabajadores y no de los empresarios.

Soledad Domenichetti
Delegada FOETRA Agrupación Violeta | @soledome1

Sabrina Mormandi
Trabajadora telefónica. Agrupación Violeta.

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