domingo, febrero 24, 2019

3F: “día D” del imperialismo y la derecha en su ofensiva golpista sobre Venezuela



El intervencionismo ha acelerado sus movimientos para este sábado 23F, el “día D” de la escalada golpista. Más que nunca es necesario enfrentar resueltamente la ofensiva imperialista y todo el plan de la derecha golpista.

Poco se sabe de los movimientos reales más allá de los que salen a la luz pública. Este viernes Guaidó consiguió trasladarse a Cúcuta, en Colombia, burlando todos los controles del gobierno de Maduro, y se reunió con Duque, Piñera, y el secretario general de la OEA, Almagro.
Desde el miércoles Guaidó ha convocado a movilizaciones hacia los cuarteles militares mientras que las miradas se concentran en la frontera con Colombia hacia el occidente y con Brasil al otro extremo. Hasta el momento el gobierno de Maduro ha cerrado la frontera marítima en el norte caribeño con las islas Curazao, Bonaire y Aruba, y el jueves lo hizo con la frontera terrestre con Brasil.
La operación “ayuda humanitaria” del imperialismo junto a todo el derechismo internacional y la oposición criolla no ha hecho más que aumentar el estridente volumen de las tensiones políticas haciendo uso de la tragedia de un pueblo que sufre las calamidades de una catástrofe económica y social que se ha venido arrastrando por más de cinco años consecutivos, situación que agravará, precisamente, con la agresiva confiscación de bienes y recursos que los EE.UU e Inglaterra le han impuesto a Venezuela.
Se aprovechan del hartazgo popular ante la situación económica insoportable y de un gobierno que descargó la catastrófica crisis económica y social sobre las masas, con una crisis que se inició de la resultante del desplome de los precios del petróleo, y que fue profundizada por sus propias medidas políticas y económicas. Así como también del hartazgo con el autoritarismo de Maduro y su régimen político, sustentado en unas Fuerzas Armadas que prácticamente cogobiernan el país.
Pocas veces había conseguido montar en las últimas décadas el imperialismo un frente único de esta magnitud en una embestida golpista y una obscena intervención en América Latina. Hasta cantantes millonarios no quisieron faltar a la cita en una incierta jornada para darle el colorido mediático, y no por casualidad en un show montando por un multimillonario inglés al que de repente se le “ablandó el corazón” por los pobres de la tierra.
Sin pudor alguno el imperialismo volvió, como hace un siglo, a la política de las cañoneras en el continente cuando Washington dictaba y determinaba el destino de los gobiernos regionales, con un presidente estadounidense que da órdenes directamente sobre países de América Latina. Ha impuesto sanciones en el campo petrolero y el bloqueo de activos extraterritoriales del país junto a amenazas de acciones armadas.
En esta embestida resucitaron siniestros personajes como Eliot Abrams, que se ufana de uno los genocidios más grandes en el continente perpetuado en El Salvador con la llamada "Operación Rescate” cuando el ejército de este país –entrenado por Estados Unidos- asesinó a mil personas, la gran mayoría niños y hasta recién nacidos en un poco más de un día.
Hoy, en su lenguaje, buscan “rescatar” Venezuela para sus designios, un movimiento previamente facilitado por su golpe institucional en Brasil para llegar a imponer al ultraderechista Jair Bolsonaro (previa proscripción y encarcelamiento de Lula) , y con el coro de una jauría continental personificada en Ivan Duque en Colombia, Mauricio Macri en Argentina, Piñera en Chile entre otros personajes de igual calaña y envergadura que aplican severos planes antiobreros y antipopulares en sus países, pero ahora vueltos samaritanos en la campaña de la “ayuda humanitaria”.
Para ello cuentan con un cipayismo descarado, nunca visto, que ha llegado a los extremos a que un autodeclarado “presidente encargado”, integrante de lo más rancio de la derecha venezolana, pida la intervención militar extranjera en esta cruzada por la “democracia”. Tal cual un títere, Juan Guaidó ejecuta sus movimientos emanados de la Casa Blanca y de la derecha de Miami encabezada por el senador republicano de derecha Marco Rubio.
A un mes de su declaración como “presidente encargado”, y viendo que los tiempos se alargan, Guaidó y Trump esperan que este sábado sea su “día D” y para ello volvieron con su llamado a incitar a los militares a un golpe. En uno de sus pronunciamientos Guaidó dijo “Señores de las Fuerzas Armadas, tienen 3 días para ponerse del lado de la Constitución para seguir una orden del presidente encargado de la República", al mismo tiempo que volvían a poner sobre el tapete la Ley de Amnistía.
Para dar credibilidad a esa ley Estados Unidos dio a conocer este jueves, oportunamente, la deserción de un exjefe de inteligencia militar de Venezuela, Hugo Carvajal, que ahora dice reconocer a Guaidó, en un intento de sumar más presión a la cúpula militar. Se trata de un oscuro personaje que desde el 2008 se encontraba en la “lista negra” del Departamento del Tesoro por supuesto vínculo al mundo del narcotráfico, y en el 2014 estuvo a punto de ser extraditado al ser arrestado en la isla de Aruba por órdenes directas de Estados Unidos. Aquí exponen la cara de cinismo y de hipocresía de estos personajes que usan la demagogia de la “democracia”, de la “lucha contra el narcotráfico” y de “derechos humanos” a su propia conveniencia.
Ante la posibilidad de no conseguir sus objetivos Estados Unidos salió este viernes a responsabilizar a las Fuerzas Armadas de Venezuela si la acción del sábado resulta en "un derramamiento de sangre", y a amenazar con "reaccionar con sanciones o repercusiones para sus familiares en el extranjero". No se trata ya solo de una amenaza sobre los militares sino de abrir la posibilidad a cualquier tipo de provocaciones que pueda terminar efectivamente en un baño de sangre.
No es casual que el enviado especial de Estados Unidos, ElliotAbrams, se haga presente en Colombia de acuerdo a lo que informó el jueves el Departamento de Estado. La delegación parte el sábado de la Base de Reserva Aérea Homestead, ubicada en el sur de Miami.
El viernes, en las primeras horas de la mañana, la Guardia Nacional disparó sobre un grupo de Indígenas de la etnia Pemón que habitan en la frontera con Brasil, luego de que éstos obstaculizaran el paso de un camión militar ya que habían asegurado que dejarán pasar la “ayuda humanitaria” a pesar de que el gobierno había cerrado las fronteras. Sin ningún interés por los Pemones más que el impacto de la noticia, la derecha utilizó el hecho para redoblar su ofensiva sobre las Fuerzas Armadas, que se convirtieron en el árbitro de la situación del país.
Frente a la avanzada del imperialismo estadounidense, China y Rusia, que tienen negocios con el Gobierno de Maduro, salieron el viernes a hacer declaraciones contra el injerencimo, más en defensa de sus propios intereses que del pueblo venezolano. Mientras que Rusia acusó a EEUU de planear entrega de armas a la oposición venezolana, China alertó “Una entrega forzosa de la llamada ayuda humanitaria podría desencadenar conflictos y provocar graves consecuencias”. Las declaraciones cruzadas no son más que la expresión de que el tablero de las tensiones geopolíticas mundiales está situado hoy sobre Venezuela.
Este 23F más que nunca es necesario enfrentar resueltamente la ofensiva imperialista y todo el plan de la derecha golpista, lo que no implica en absoluto el más mínimo apoyo político a Maduro. En esta situación es imperioso que los explotados de América latina se movilicen contra el intento de esta avanzada imperialista en Venezuela que fortalecerá a las derechas regionales, como muestra todos los que se dieron cita para apoyar el injerencismo este viernes desde Piñera hasta Duque.

Milton D'León
Caracas @MiltonDLeon

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