El martes por la noche el gobierno nacional comunicó por medio de la Vocería Presidencial el apartamiento de Sergio Neiffert al frente de la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) y la designación de Cristian Auguadra como su sucesor en el cargo, quien fue oficializado a través de Boletín Oficial en la madrugada del miércoles. Al recambio operado dentro de la SIDE se le sumarán cambios en áreas como Seguridad, Justicia y en la composición de la cúpula de las Fuerzas Armadas.
En un comunicado oficial el Gobierno justificó la salida de Neiffert señalando que tras la “aprobación del Informe de Gestión 2023-2024 por parte de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia del Honorable Congreso de la Nación, ha concluido la primera etapa del proceso de reestructuración del Sistema de Inteligencia Nacional” (La Nación, 3/12). La etapa de Neiffert al frente de la agencia de inteligencia, según el Gobierno, permitió ordenar los procesos internos, auditar y transparentar la estructura, además de optimizar recursos y actualizar los estándares operativos, lo que “sentó las bases de un organismo más eficiente y profesional” (ídem).
La reestructuración de la SIDE “libertaria” se da en el marco en el que el Ejecutivo amplió por DNU las ya abultadas partidas presupuestarias para la agencia, por un monto de $26.117.900.000, ya que las estimaciones iniciales habían quedado atrasadas, según dejaron trascender desde el seno del Gobierno.
Detrás de la comunicación oficial del Gobierno se esconde una trama de rencillas entre las camarillas que pululan en el gobierno liberticida. Fue Santiago Caputo, quien dirige de facto la SIDE, el que echó a Neiffert y es también quien eligió a Auguarda como su reemplazante. La decisión de Caputo se da luego de que Neiffert se reuniera, pasadas las elecciones, con Karina Milei, los Menem y Adorni, una de las camarillas enquistadas dentro de la Casa Rosada, una asociación ilícita, que con el triunfo electoral se ha visto robustecida.
Según LPO a la pérdida de confianza de Caputo para con Neiffert se le suma el cuestionamiento de las agencias de inteligencia del exterior, a las que la SIDE se ha subordinado de una manera total, luego de que trascendiera que el segundo de la agencia, José Lago Rodríguez, y Nicolas Viñuesa, director del área jurídica de la misma, ambos muy cercanos a Caputo, fueran recibido por el extitular en su casa en calzoncillos y que devino en una discusión, una escena propia de La armada Brancaleone. La Nación informa que los funcionarios fueron mandatados por Caputo para pedirle al “Señor 5” “la quita y delegación de la firma, lo que en los hechos significaba hacerlo renunciar porque implicaba quedarse sin poder de decisión” (La Nación, 3/12). Ante esta situación desde las agencias externas (CIA, MOSSAD) “empezaron a preguntarse qué tan seria era la persona con la que compartían información sensible” (LPO, 2/12), sentenciando el futuro de Neiffert, “que como último acto como funcionario participó este martes de la jura de Alejandra Monteoliva como ministra de Seguridad, en donde intercambió gestos amistosos con Lule Menem” (ídem), dando cuenta de las sospechas del asesor presidencial.
La salida de Neiffert tuvo otra instancia caricaturesca cuando, a comienzos de esta semana, le comunicaron que debía renunciar al cargo y le “ofrecieron volver a su antiguo cargo en la Acumar. Neiffert se atrincheró en la SIDE y se negó a correrse, aduciendo que él era un secretario de Estado y no podía descender de rango” (La Nación, 3/12). El “atrincheramiento” del “Señor 5” selló su suerte y fue eyectado del cargo, por el accionar del caputismo.
El sucesor “natural” de Neiffert era Lago Rodríguez, pero quedó inhabilitado en ascender en el escalafón de los “sótanos de la democracia”, luego de que se conociera que en septiembre pasado viajó a Azerbaiyán, acompañado por Alejandro Colombo, director del Servicio de Inteligencia Argentino. Lo que era un viaje oficial de los espías, se transformó en un tour turístico que incluyó al Gran Premio de Fórmula 1 en Bakú.
Con el objetivo de que los choques de camarilla no se espiralicen, desde el Gobierno le dieron luz verde a Caputo para que elija como reemplazante a Auguadra, que hasta el momento se desempeñaba como Inspector General de la División de Asuntos Internos (DAI) de la SIDE, es decir, estaba a cargo de controlar el destino de los cuantiosos fondos reservados. De esta manera el karinismo, que ha sumado a Neiffert como peón en las pujas de poder hacia dentro del gobierno, relega su posición en la agencia de inteligencia para apuntar todos los cañones al Ministerio de Justicia y, en principio, comenzarían por efectivizar la renuncia de Cuneo Libarona al frente de una de las carteras claves, a fin de poder operar en la justicia para que las denuncias por corrupción no avancen.
El contador público y exmacrista Cristian Auguadra, el nuevo “Señor 5”, es un hombre de suma confianza de la familia Caputo, sobre todo de Claudio, padre de Santiago. Auguadra, quien se reunió el lunes con Karina Milei en Casa Rosada para limar asperezas, fue presentado por el Gobierno como un “funcionario con experiencia en auditoría, gestión de riesgos, fortalecimiento institucional y administración pública.” Fue nombrado al frente de la DAI en noviembre de 2024 y mandatado por Caputo para llevar adelante las investigaciones y auditorías internas de la SIDE y realizar un seguimiento del desempeño del personal. A su vez, tenía bajo su égida el control de la cuantiosa caja de la agencia. Para el Gobierno la designación de Auguadra representa el comienzo de la segunda etapa de la reorganización de la SIDE, que busca “profundizar la modernización técnica y operativa, consolidar mecanismos de control y planificación estratégica, y avanzar hacia un modelo de inteligencia ágil, integrado y moderno.”
La reconfiguración de la SIDE “libertaria” no solo se circunscribe a un cambio de personal jerárquico, sino que desde la Casa Rosada quieren avanzar en cambios en la estructura de la agencia que incluyen disolución de áreas y una nueva reforma de la Ley de Inteligencia que se centre en el desarrollo de la seguridad interna, lo que fue esbozado en Plan de Inteligencia Nacional (PIN), que habilitaría tareas de espionaje interno (prohibido por ley) sobre ciudadanos que puedan “erosionar la confianza” en los funcionarios del oficialismo o “generar pérdida de confianza” en el plan económico. Toda una confesión de parte de los liberticidas.
Del DNU que ratifica la expulsión de Neiffert y la designación de Auguadra se desprende la sumisión de la SIDE ante los servicios de inteligencia exteriores y alineamiento total con el imperialismo, al afirmar que “la Secretaría reafirma (…) la cooperación internacional, la profesionalización del personal y la defensa de los intereses esenciales de la República, avanzando con firmeza en la consolidación de un organismo líder en la región y acorde a los estándares internacionales más exigentes”, precisamente cuando Trump busca una reconfiguración política de América Latina por medio de las agresiones militares contra Venezuela y una regimentación en regla de la región a los intereses de Estados Unidos en su pugna comercial con China y la injerencia rusa en la zona.
Lucas Giannetti
03/12/2025

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