Acorralado por la marcha indígena que entró a la sede del gobierno el 19 de octubre, respaldada por un apoyo popular sin precedentes, Evo Morales tuvo que retroceder.
Tras 67 días marchando y enfrentando todo tipo de calumnias y represión, la movilización indígena que abrió una crisis en el gobierno, logró doblegarlo. Una vez más se comprueba que solamente la movilización popular puede hacer frente a las medidas antiindígena, antipopular y proimperialista de éste gobierno y su Asamblea Plurinacional.
Aunque Evo era consciente de que se encontraba en una encrucijada, porque por un lado estaban los pueblos indígenas en vigilia frente al Palacio de gobierno, anunciando “no nos vamos a ir de La Paz hasta que Evo renuncie a que la carretera pase por el TIPNIS”. Por otro lado, estaban varios sectores de la población que intentaban romper el cerco policial que resguardaba la plaza impidiendo que ingresara más apoyo a sumarse a los indígenas en la vigilia. Evo se resistió dos días a empezar el dialogo con los marchistas y destituyo al comandante de la policía de La Paz, por no haber cumplido la orden de desalojar a los indígenas de la Plaza Murillo. Solamente porque ya no tenía otra salida, golpeado por la derrota electoral en las elecciones judiciales y acorralado por el enorme apoyo popular que se sumó a la marcha, Evo anunció que la carretera no pasará por el TIPNIS.
El acuerdo logrado
El viernes, 21 de octubre, tras recibir a la dirigencia indígena, Evo anunció que ninguna carretera podrá ser construida por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). El presidente devolvió con observaciones la ley corta propuesta por la Asamblea Plurinacional, sustituyendo al polémico artículo tercero (que proponía una consulta tardía) por la decisión de que la carretera no atravesará el TIPNIS y asimismo se declara al TIPNIS como zona intangible. Lo que significa que no se permitirá avasallamientos y/o cualquier tipo de nuevos asentamientos ilegales fuera de la línea roja del TIPNIS. Se formará una comisión mixta conformada por representantes de Gobierno e indígenas visitará el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure, para evaluar su estado de situación y proceder con la expulsión de colonos asentados ilegalmente. Otro planteamiento de los marchistas era la suspensión de las actividades petroleras en el Parque Aguaragüe, reivindicación que había sido rechazado contundentemente por Evo Morales al inicio de la marcha. Respecto a eso, la demanda fue dividida en ocho puntos y se llegó a un acuerdo de suspensión de las actividades hasta que una comisión conformada por el gobierno y pueblos indígenas, evalúen la situación.
A pesar de que Evo había enviado la ley corta con los cambios a la Asamblea Plurinacional, los indígenas no levantaron la vigilia, demostrando que ya no creen en la palabra del Presidente. Tras haber sido sancionada la ley corta protegiendo al TIPNIS, declarando que ni ésta y ninguna otra carretera pasará por el territorio indígena, en la noche del 24 de octubre, los pueblos indígenas empezaron a levantar la vigilia.
Una Lucha Histórica que deja lecciones
Como pasó con el fallido gasolinazo, otra vez la movilización hace doblegar al gobierno, comprobando que Evo no obedece al pueblo, sino que la lucha del pueblo está imponiendo derrotas a las decisiones que toma el gobierno para obedecer a las transnacionales imperialistas. Y en el caso del TIPNIS, para obedecer y someterse al gobierno brasileño que tiene un proyecto caminero expansionista, a través de la construcción de “corredores transoceánicos” entre el Atlántico y el Pacífico (que es parte del Proyecto IIRSA). El acuerdo firmado entre Lula da Silva y Evo Morales en 2009 para la construcción de la carretera sigue vigente, lo que logró la marcha indígena tras 67 días de lucha, es que la carretera va por otro lado, ya no más por el corazón del TIPNIS. Los pueblos indígenas siempre dejaron claro que no estaban en contra de la construcción de la carretera y del desarrollo del país, lo que rechazaban era la construcción por dentro de su territorio.
En menos de un año, movilizaciones multitudinarias como la que rechazó el gasolinazo y la marcha del TIPNIS, desnudaron el verdadero carácter contrarrevolucionario del gobierno de Evo Morales y abrieron un proceso de enorme descontento popular contra el gobierno y el MAS. La lucha de los pueblos indígenas por la defensa de su territorio (TIPNIS), puso en jaque el liderazgo indígena de Evo, y le costó la bancada indígena del MAS ya que los diputados indígenas anunciaron su ruptura con el partido del gobierno y la formación de una bancada independiente.
No obstante, la mayor de todas las lecciones de éste conflicto es el carácter reaccionario que pasó a tener el MAS, la dirigencia de éste partido, para defender al gobierno se ubicó en contra de la lucha de los hermanos indígenas, conformó grupos de choque para impedir el paso de la marcha y fue cómplice de la represión policial ordenada desde el gobierno. Queda claro la necesidad de construir una alternativa de izquierda al gobierno y al MAS, una alternativa obrera, indígena, popular y socialista.
La gran victoria de los pueblos indígenas de haber doblegado al gobierno, señala que el único camino posible de hacer frente a sus medidas proimperialistas es con la lucha y la unidad de los trabajadores y del pueblo. La lucha en defensa de las tierras y territorio de los pueblos indígenas sigue adelante, ahora es hacer cumplir la ley sancionada resultado de su heroica lucha.
Grupo Lucha Socialista - Bolivia
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