sábado, febrero 03, 2018

"Corea del Norte quiere escapar a la disyuntiva de la guerra nuclear buscando aislar a Trump"

Entrevista a Guillermo Almeyra, columnista internacional de La Jornada (México)

M.H.: Vamos a empezar por lo que sería la diplomacia de los Juegos olímpicos de invierno entre las dos Coreas.
G.A.: Después de la diplomacia del ping-pong entre EE UU y China, esta diplomacia del patinaje y los Juegos Olímpicos es una apertura importante de un canal entre los dos países dejando un poco de lado a EE UU. Aunque el gobierno de Corea del Sur está protegido por EE UU no le gusta nada Trump ni su política, tal es así que Corea del Sur rechazó la instalación de cohetes estadounidenses ofensivos en Corea, y EE UU los colocó igual. Y el gobierno de Corea es un gobierno bastante crítico de Trump entre otras cosas por el proteccionismo, sin ir más lejos Trump acaba de decretar una especie de guerra contra Corea en el 30% de tasas impositivas a los productos de base de la exportación coreana.
Por su parte el gobierno de Corea del Norte amenaza a EE UU con cohetes atómicos y, por otro lado, busca una distensión con Corea del Sur basándose en el viejo sentimiento de todos los coreanos de que la Península siempre estuvo unificada, fue colonizada primero por los chinos, después por los japoneses, pero siempre estuvo unificada y se sienten todos coreanos, sobre todo, los campesinos pobres de Corea del Sur.
Entonces, hay un acercamiento diplomático que quien sabe qué perspectivas tiene, porque Corea del Sur no tiene otra perspectiva que esa, la guerra sería el aniquilamiento de Corea del Sur y Corea del Norte quiere escapar a la disyuntiva de la guerra nuclear buscando aislar a Trump en lo posible.

La posición de los metalúrgicos alemanes por la jornada semanal de 28 horas es un punto de resistencia muy importante

M.H.: Luz verde para Merkel en torno a la formación de gobierno en Alemania.
G.A.: Sí. Los socialdemócratas vacilaban porque sabían y lo siguen sabiendo, pero no tenían otra perspectiva que una alianza con la Merkel iba a ser a costa de su electorado, porque la Merkel y los cristianodemócratas le iban a quitar votos a los socialistas, pero no tenían otra perspectiva y, al mismo tiempo, sufrieron la tentación de los puestos de gobierno, clientelismo y todo eso, así que terminaron aflojando como era previsible desde el primer momento porque la oposición de los socialdemócratas no es de fondo ni de clase, es la oposición de un sector de la clase media con influencia frente a la política de los grandes capitalistas.
M.E.: No es esta la primera vez que la socialdemocracia hace coalición subordinada al partido de Merkel.
G.A.: Siempre, la socialdemocracia hizo de todo, por empezar cuando después de la Revolución Rusa se hicieron soviets en toda Alemania, la socialdemocracia alemana hizo un acuerdo con el alto mando militar para aplastar a los comunistas alemanes, asesinaron a Liebknecht, a Rosa Luxemburgo, e hicieron todo lo posible para reinstaurar el orden militar alemán hasta que vino Hitler.
Siempre se han unido a todos los gabinetes de orden y Helmut Schmidt que era un hombre ligado al Servicio de inteligencia de Inglaterra, resistente en el exilio, ya colaboraba con la ocupación de Alemania antes de que la hubiera por parte de los aliados. Siempre han hecho una política de alianza con los gobiernos para reconstruir un gobierno capitalista y se han unido con los cristianos demócratas continuamente, no tienen diferencias de fondo.
M.H.: ¿Qué importancia tiene el paro metalúrgico por la semana de 28 horas?
G.A.: Eso es importante porque hay un sector de la clase obrera alemana, la más numerosa de Europa, que en la tradición que viene desde la fundación del Partido Socialdemócrata alemán, quieren una política sindical de clase.
Los sindicatos y en particular los metalúrgicos siempre han tenido esa política, una política no de clase desde el punto de vista de la política del partido, de colaboración con los cristianos demócratas, con los liberales, con quien sea, pero que no le toquen ni el salario ni los derechos y mejorar continuamente si es posible las condiciones de trabajo.
Entonces, plantea lo que sería posible en estos momentos en Europa, donde ha aumentado enormemente la productividad, las ganancias son más altas que nunca, las ganancias del capital financiero duplicaron las del año pasado, las ganancias del capital industrial más de un 50% con respecto al año pasado, entonces los sindicatos socialdemócratas y en particular el metalúrgico que son los más combativos, del cual siempre ha salido un ala izquierda socialdemócrata, piden ahora reducción de la semana de trabajo como mínimo y otras reivindicaciones.
Me parece correcto el punto de vista de ellos que habían aceptado la cogestión con las empresas, esto sería parte de esa cogestión, aprovechar el auge para conseguir un poco más. Lo que pasa es que esa reivindicación va a aparecer como una bandera para los que en este momento en el resto de Europa ven en peligro las 35 horas como los franceses, o como los italianos que tienen 40 horas. Ayer mismo por la televisión vi una huelga de sanidad en Francia, porque un médico llega a trabajar 90 horas por semana.
Las 28 horas aparecen como una meta muy importante y en contra tendencia de lo que plantean los industriales que es anular las 35 horas en otros países como Francia e incluso la flexibilidad horaria, el poder contratar una persona por pocas horas. Frente a esto la posición de los sindicatos metalúrgicos alemanes es un punto de resistencia muy importante.

La tarea de reformar el aparato de la Iglesia, con dos mil años de autocracia, es absolutamente utópica

M.H.: El Papa Francisco enfrentó tal vez su gira más difícil en Chile y Perú.
G.A.: Sobre todo en Chile porque ahí por un lado han crecido mucho los evangélicos y, por otro lado, tienen una iglesia ultra conservadora y reaccionaria, la de Perú también, que lo enfrentó, pero sobre todo en Chile donde parece la Iglesia argentina de los ´30; es impresionante la posición que tiene.
Ahí enfrentó un sabotaje y no se animó a romperlo ni a denunciarlo claramente y a tomar posiciones firmes contra los implicados en la pederastia o sospechosos de cubrir pederastas, no se animó a reunirse con los reales representantes de la resistencia mapuche, sino con otros mapuches “domesticados” y en Perú le escapó a Lima. Donde hizo algunas referencias y habló con más coraje fue en el Amazonas donde recordó los escándalos permanentes, con todos los últimos Presidentes presos, y el mismo Presidente Kuczynski en la cuerda floja, entonces la clase gobernante no le dio ni bola.
Cada vez más las declaraciones progresistas del Papa Francisco o no correspondientes a los intereses más reaccionarios llevan a la hostilidad de la gran prensa y de gran parte de la jerarquía eclesiástica, por ejemplo, La Nación en la Argentina que habló del fracaso en Chile, que no fue tal, simplemente pasó sin pena ni gloria, diciendo que una de las causas del fracaso es que el Vaticano apoyaba el diálogo de Maduro con la oposición en vez de escuchar a la jerarquía católica de Venezuela que se opone al diálogo porque está con los golpistas.
M.E.: ¿En la gira por Chile no mostró Jorge Bergoglio su cara más auténticamente conservadora, dura, reaccionaria de su origen en Guardia de Hierro al cubrir a los pederastas y decir “muestren pruebas”? A mí me dio la sensación que en ese rol que trata de jugar mostrando a veces un cariz más amigable en otros momentos muestra otro diciendo que no se metan con los obispos.
G.A.: En primer lugar para llegar a Papa hay que pasar por decenios de pruebas de conservadurismo, no lo eligieron sin saber a quién elegían. Es una expresión política del alto nivel de la Curia que necesita un hombre un poco más flexible de lo que eran los anteriores, que eran de derecha y de choque, un ex SS y el otro anticomunista rabioso. Él es fruto de esa evolución de la Curia y tiene que deberse a ella.
Lo que hizo en la Argentina fue clarísimo, él es un hombre de derecha, siempre lo fue, los ilusos de la Argentina que lo ponen como jefe de una oposición peronista de izquierda están locos, fue un hombre de la derecha muy servil ante la dictadura y es un hombre conservador, lo que pasa es que es mucho menos conservador y bastante más hábil que los otros y se opone directamente a los más corruptos, a los más ligados al capital. Pero él es un monarca absoluto, es un autócrata, su tarea de reformar el aparato de la Iglesia, con dos mil años de autocracia, es absolutamente utópica. Es una tarea de Hércules, eso no lo puede hacer, entonces concilia y eso refuerza a los enemigos que hablan abiertamente, varios lo criticaron por derecha. Ahora ha hecho una autocrítica por lo de las pruebas, dice que lo lamenta, que se expresó mal, lamenta la bofetada que les dio a las víctimas de la pederastia, pero en su momento lo de las pruebas le salió del alma.

Mario Hernandez y Matías Eskenazi

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