El choque abierto entre las patronales agrarias y el gobierno produjo una diferenciación política en la izquierda. La llamada ‘izquierda del FA’ (Partido Comunista, PVP, Constanza Moreira) reforzó su apoyo al gobierno, que está liderado por la fracción derechista de Astori
De otro lado, la Unidad Popular (encabezada por el 26 de Marzo y el PCR) apoya la movilización rural en nombre de los “pequeños y medianos productores”. La declaración de la UP (publicada en La Juventud, el 23/1) afirma que “Pequeños y medianos productores del campo, (...) están gestando una gran movilización a nivel nacional, con asambleas muy importantes y caravanas de tractores y vehículos en las rutas del país” y que “la oligarquía rural y sus expresiones gremiales y políticas intentan sacar ganancias sobre los hombros de la movilización de los pequeños y medianos productores asociados”. La declaración apoya el contenido de los reclamos patronales, en particular la rebaja impositiva y la devaluación. La figura del pequeño productor es usada por esta izquierda como una coartada para apoyar a un movimiento comandado por la ARU, la Federación Rural y los grandes estancieros.
Clase obrera
Por su parte, a la dirección oficialista del PIT-CNT, que recientemente impulsó una jornada continental en ‘defensa de la democracia y contra el neoliberalismo’ -junto a la CTA kirchnerista y la CUT de Brasil-, la crisis le sirvió como excusa para subordinarse de nuevo al gobierno.
La clase obrera se encuentra en gran medida ausente en esta crisis, pero no es ajena a ella. El Partido de los Trabajadores impulsa una posición independiente de ambas fracciones capitalistas “ni con el gobierno, ni con los estancieros”, y plantea la nacionalización de los latifundios y del comercio exterior - la expropiación de los 8.000 grupos que controlan el 80% de la tierra bajo su monopolio económico.
Se ha abierto una crisis política de orden general. La devaluación del peso es una salida catastrófica para los trabajadores. Se impone la inmediata convocatoria a un Congreso de delegados electos de la Central Obrera.
Nicolas Marrero
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