Blog marxista destinado a la lucha por una nueva sociedad fraterna y solidaria, sin ningún tipo de opresión social o nacional. Integrante del Colectivo Avanzar por la Unidad del Pueblo de Argentina.
lunes, marzo 31, 2025
Ninguna picota ni grúa podrán terminar con la Patagonia Rebelde
El historiador y escritor Osvaldo Bayer se ganó un monumento en Santa Cruz, al recopilar y difundir la historia de lucha de los peones rurales de la Patagonia, organizada por luchadores anarquistas ejecutados en 1921, que pelearon por condiciones laborales, salariales y el derecho a sindicalizarse.
La lucha llevada adelante puso a los terratenientes y a la burguesía en línea con el gobierno del radical Hipólito Yrigoyen, que dispuso al ejército para reprimir y derrotar la lucha. Cientos de fusilamientos y detenciones fueron la base con la que ahogaron la rebelión que cruzó toda la provincia de Santa Cruz.
Muchos años después, la destrucción de la figura de Osvaldo Bayer, ordenada por el gobierno nacional de Milei a la Dirección de Vialidad Nacional, tiene un mismo objetivo: simbolizar el propósito de liquidar toda expresión de organización obrera independiente.
Santa Cruz rebelde
En nuestra historia reciente, las grandes rebeliones en la provincia estuvieron protagonizadas por petroleros desocupados o por estatales. En la actualidad estos sectores están en una grave situación. 3.000 despidos en el petróleo, con la retirada de YPF, resultan una bomba de tiempo, por ahora frenada por una burocracia sindical mafiosa. Por otro lado, la docencia está protagonizando una heroica lucha por recomposición salarial, contra el intento de quebrar económicamente a su asociación gremial ADOSAC, con una multa multimillonaria ejecutada por el gobierno de Vidal, y el proyecto de retorno del presentismo presentado por el partido del gobernador.
El gobierno provincial critica la demolición de la obra, en una supuesta defensa de la Historia y el disenso. Una impostura, cuando al mismo tiempo ataca a la docencia o a cualquier sector en lucha. Si los luchadores de la Patagonia Trágica vivieran, Vidal estaría del otro lado de la trinchera.
El monumento volverá a erigirse, pero la verdadera reivindicación a Osvaldo Bayer y la Patagonia Rebelde es luchar contra el gobierno ajustador y represor y sus aliados provinciales como el gobernador Vidal.
La docencia con un paro de 96 horas, acampe, vigilias en la ruta y movilizaciones mantiene vigente la rebelión.
¡Viva la Patagonia Rebelde!
Política Obrera Santa Cruz
27/03/2025
Milei y Sáenz reciben de brazos abiertos a uno de los mayores contaminadores del Mundo
Los funcionarios del gobierno de Sáenz han saludado con bombos y platillos la llegada del Grupo Río Tinto a la provincia de Salta. El grupo anglo-australiano, en efecto, ha pasado a ser operador y controlante del Salar del Rincón, donde promete una inversión de 2.500 millones de dólares para la producción de carbonato de litio. La información oficial, sin embargo, omite decir que esta empresa internacional llega a Salta y a la Argentina como consecuencia de una operación de carácter global. Río Tinto adquirió la operación mundial de otra minera, Arcadium Lithium. Como consecuencia de ello, la compradora se quedó con Rincón del Salar -antes operada por Arcadium- y con actividades mineras de cobre y oro en la provincia de San Juan. Río Tinto ha pasado a ser la principal operadora de litio en el país, y la segunda productora del mundo.
Las fusiones y adquisiciones en el negocio mundial del litio han sido precipitadas por la fabulosa caída en el precio del mineral, desde 80.000 a 12.000 dólares la tonelada, como resultado de la sobreproducción mundial y la caída de la demanda china. Los quebrantos producidos por este derrumbe expulsan del mercado a los productores más débiles, a expensas de los grupos con mayores “espaldas” para concentrar el negocio y “copar” yacimientos y salares a la espera de una reversión del mercado mundial. En Salta, Río Tinto ha anunciado la duplicación de los actuales niveles de producción de Rincón, pero hacia el año 2028. Vista la depresión mundial de precios, la expectativa de una reactivación más temprana es muy incierta.
Sin perjuicio de ello, Río Tinto ya se aseguró beneficios extraordinarios para el Salar del Rincón. Después de reunirse tres veces con Milei y cortejar a los funcionarios de Sáenz, Río Tinto logró ingresar al RIGI, obteniendo ventajas excepcionales en materia de remisión de utilidades al exterior, retención de las divisas de la exportaciones y beneficios impositivos, por caso, la “amortización acelerada”. Por este mecanismo, que constituye un fraude contable “consentido”, la empresa puede descontar de sus balances la depreciación de sus inversiones antes de que el desgaste de las mismas efectivamente tenga lugar. Y, de ese modo, reducir ficticiamente sus utilidades y pagar menos por el impuesto a las ganancias. Este cheque generoso fue extendido por Milei-Saenz por una “inversión” -la compra de Rincón- que ¡hubiera tenido lugar de cualquier modo!, porque fue motivada por una fusión de alcance mundial.
De Salta a Serbia
Lo que ni Sáenz ni Milei han revelado, por cierto, es que este mismo grupo Río Tinto ha sido repudiado por movilizaciones masivas en la república de Serbia. En este país, centenares de miles de estudiantes y campesinos ganaron las calles en los últimos meses. Entre las principales razones del repudio al presidente derechista Alexander Vucic, se encuentra la oposición a que Río Tinto lleve adelante su proyecto de explotación de litio en el valle de Jadar. La población de esa región, que cuenta con un rico patrimonio agrícola, teme su completa depreciación a causa de la utilización abusiva de agua y de la contaminación ambiental que causarían la explotación de litio. Río Tinto viene preparando su desembarco con la compra de fincas en esa región serbia. Pero como el proyecto se demora, hay una legión de casas en completo abandono desde al menos cuatro años.
Vucic aspira a que el proyecto de litio sea la puerta de entrada de Serbia a la Unión Europea. Aunque el consumo de litio para el mercado de autos eléctricos está en crecimiento, ninguno de los países de la UE quiere hacerse cargo de la provisión de litio, por sus graves efectos ambientales. En este cuadro, la UE pretende que países como Serbia actúen como basureros del continente. Por esta y otras razones, en las últimas semanas las protestas contra Vucic lanzaron a centenares de miles de serbios a las calles.
Y otra vez Salta
Río Tinto se ha quedado ahora con el proyecto de Rincón, cuya capacidad potencial de producción de litio parece cercana a la del cuestionado emprendimiento de Serbia. No hay porqué suponer que los procedimientos de producción resulten diferentes a los que en este momento son objeto de rechazos masivos en Europa. Mientras que debe esperarse un enorme pasivo ambiental en puerta, los beneficios del proyecto lograrán, RIGI mediante, quedar afuera del país.
En sus primeros pasos en la provincia de Salta, la actividad minera ha reflejado todos los vaivenes de la crisis mundial y el derrumbe de precios. Las empresas operadoras redujeron su producción, licenciando o despidiendo a trabajadores de acuerdo a esas fluctuaciones. Ello significa que el régimen laboral de las mineras responde a las necesidades de los monopolios mineros: a través de la tercerización y la subcontratación en condiciones precarias, los que pagan los cimbronazos del mercado mundial terminan siendo los trabajadores.
Milei y Sáenz, en definitiva, quieren hacer de Salta un “vertedero” de los monopolios mineros del planeta, y ofrecen hacer de la provincia una verdadera zona franca, en materia de impuestos y precariedad laboral.
Para quebrar esta pretensión, se impone la nacionalización integral de la “cadena” de litio (Salares, plantas de tratamiento), bajo la dirección de sus trabajadores y técnicos. Solo de ese modo podrá establecerse un régimen de producción en equilibrio con el medio ambiente, y un régimen laboral que asegure salario y estabilidad a sus trabajadores. En lugar de la evasión de divisas y beneficios promovida por el Estado, la nacionalización permitiría constituir un fondo de recursos para asegurar el equilibrio ambiental y la estabilidad laboral de los trabajadores mineros.
Marcelo Ramal
29/03/2025
domingo, marzo 30, 2025
El lento suicidio de Occidente
“No creo que todas las culturas sean iguales… Lo que digo es que esta nación es increíblemente especial y no deberíamos verla como igual, sino como superior”. –Alex Karp, CEO de Palantir (University of Austin, 4 de marzo de 2025)
Occidente aparece, de pronto, desprovisto de sus mejores virtudes, construidas siglo sobre siglo, ocupado ahora en reproducir sus propios defectos y en copiar los defectos ajenos, como lo son el autoritarismo y la persecución preventiva de inocentes. Virtudes como la tolerancia y la autocrítica nunca formaron parte de su debilidad, como se pretende ahora, sino todo lo contrario: por ellos fue posible algún tipo de progreso, ético y material. La mayor esperanza y el mayor peligro para Occidente están en su propio corazón. Quienes no tenemos “rabia” ni “orgullo” por ninguna raza ni por ninguna cultura sentimos nostalgia por los tiempos idos, que nunca fueron buenos, pero tampoco tan malos.
Actualmente, algunas celebridades del pasado siglo XX, demostrando una irreversible decadencia senil, se han dedicado a divulgar la famosa ideología sobre el “choque de civilizaciones” — que ya era vulgar por sí sola— empezando sus razonamientos por las conclusiones, al mejor estilo de la teología clásica. Como lo es la afirmación, apriorística y decimonónica, de que “la cultura Occidental es superior a todas las demás”. Y que, como si fuese poco, es una obligación moral repetirlo.
Desde esa superioridad occidental, la famosísima periodista italiana Oriana Fallaci escribió brillanteces tales como: “Si en algunos países las mujeres son tan estúpidas que aceptan el chador e incluso el velo con rejilla a la altura de los ojos, peor para ellas. (…) Y si sus maridos son tan bobos como para no beber vino ni cerveza, ídem.” Caramba, esto sí que es rigor intelectual. “¡Qué asco! — siguió escribiendo, primero en el Corriere della Sera y después en su best seller “La rabia y el orgullo”, refiriéndose a los africanos que habían orinado en una plaza de Italia: «¡Tienen la meada larga estos hijos de Alá! Raza de hipócritas. Aunque fuesen absolutamente inocentes, aunque entre ellos no haya ninguno que quiera destruir la Torre de Pisa o la Torre de Giotto, ninguno que quiera obligarme a llevar el chador, ninguno que quiera quemarme en la hoguera de una nueva Inquisición, su presencia me alarma. Me produce desazón”. Resumiendo: aunque esos negros fuesen absolutamente inocentes, su presencia le produce igual desazón. Para Fallaci, esto no es racismo, es “rabia fría, lúcida y racional”. Y, por si fuera poco, una observación genial para referirse a los inmigrantes en general: “Además, hay otra cosa que no entiendo. Si realmente son tan pobres, ¿quién les da el dinero para el viaje en los aviones o en los barcos que los traen a Italia? ¿No se los estará pagando, al menos en parte, Osama bin Laden?” Pobre Galileo, pobre Camus, pobre Simone de Beauvoir, pobre Michel Foucault.
De paso, recordemos que, aunque esta señora escribe sin entender — lo dijo ella –, estas palabras pasaron a un libro que lleva vendidos medio millón de ejemplares, al que no le faltan razones ni lugares comunes, como el “yo soy atea, gracias a Dios”. Ni curiosidades históricas de este estilo: “¿cómo se come eso con la poligamia y con el principio de que las mujeres no deben hacerse fotografías. Porque también esto está en el Corán”, lo que significa que en el siglo VII los árabes estaban muy avanzados en óptica. Ni su repetida dosis de humor, como pueden ser estos argumentos de peso: “Y, además, admitámoslo: nuestras catedrales son más bellas que las mezquitas y las sinagogas, ¿sí o no? Son más bellas también que las iglesias protestantes”. Como dice Atilio, tiene el brillo de Brigitte Bardot. Faltaba que nos enredemos en la discusión sobre qué es más hermoso, si la torre de Pisa o el Taj-Mahal. Y de nuevo la tolerancia europea: “Te estoy diciendo que, precisamente porque está definida desde hace muchos siglos y es muy precisa, nuestra identidad cultural no puede soportar una oleada migratoria compuesta por personas que, de una u otra forma, quieren cambiar nuestro sistema de vida. Nuestros valores. Te estoy diciendo que entre nosotros no hay cabida para los muecines, para los minaretes, para los falsos abstemios, para su jodido medievo, para su jodido chador. Y si lo hubiese, no se lo daría”. Para finalmente terminar con una advertencia a su editor: “Te advierto: no me pidas nada nunca más. Y mucho menos que participe en polémicas vanas. Lo que tenía que decir lo dije. Me lo han ordenado la rabia y el orgullo”. Lo cual ya nos había quedado claro desde el comienzo y, de paso, nos niega uno de los fundamentos de la democracia y de la tolerancia, desde la Gracia antigua: la polémica y el derecho a réplica — la competencia de argumentos en lugar de los insultos.
Pero como yo no poseo un nombre tan famoso como el de Fallaci — ganado con justicia, no tenemos por qué dudarlo –, no puedo conformarme con insultar. Como soy nativo de un país subdesarrollado y ni siquiera soy famoso como Maradona, no tengo más remedio que recurrir a la antigua costumbre de usar argumentos.
Veamos. Sólo la expresión “cultura occidental” es tan equívoca como puede serlo la de “cultura oriental” o la de “cultura islámica”, porque cada una de ellas está conformada por un conjunto diverso y muchas veces contradictorio de otras “culturas”. Basta con pensar que dentro de “cultura occidental” no sólo caben países tan distintos como Cuba y Estados Unidos, sino irreconciliables períodos históricos dentro de una misma región geográfica como puede serlo la pequeña Europa o la aún más pequeña Alemania, donde pisaron Goethe y Adolf Hitler, Bach y los skin heads. Por otra parte, no olvidemos que también Hitler y el Ku-Klux-Klan (en nombre de Cristo y de la raza blanca), que Stalin (en nombre de la razón y del ateísmo), que Pinochet (en nombre de la democracia y de la libertad) y que Mussolini (en su nombre propio) fueron productos típicos, recientes y representativos de la autoproclamada “cultura occidental”. ¿Qué más occidental que la democracia y los campos de concentración? ¿Qué más occidental que la declaración de los Derechos Humanos y las dictaduras en España y en América Latina, sangrientas y degeneradas hasta los límites de la imaginación? ¿Qué más occidental que el cristianismo, que curó, salvó y asesinó gracias al Santo Oficio? ¿Qué más occidental que las modernas academias militares o los más antiguos monasterios donde se enseñaba, con refinado sadismo, por iniciativa del papa Inocencio IV y basándose en el Derecho Romano, el arte de la tortura? ¿O todo eso lo trajo Marco Polo desde Medio Oriente? ¿Qué más occidental que la bomba atómica y los millones de muertos y desaparecidos bajo los regímenes fascistas, comunistas e, incluso, “democráticos”? ¿Qué más occidental que las invasiones militares y la supresión de pueblos enteros bajo los llamados “bombardeos preventivos”?
Todo esto es la parte oscura de Occidente y nada nos garantiza que estemos a salvo de cualquiera de ellas, sólo porque no logramos entendernos con nuestros vecinos, los cuales han estado ahí desde hace más de 1400 años, con la única diferencia que ahora el mundo se ha globalizado (lo ha globalizado Occidente) y ellos poseen la principal fuente de energía que mueve la economía del mundo — al menos por el momento — además del mismo odio y el mismo rencor de Oriana Fallaci. No olvidemos que la Inquisición española, más estatal que las otras, se originó por un sentimiento hostil contra moros y judíos y no terminó con el progreso y la salvación de España sino con la quema de miles de seres humanos.
Sin embargo, Occidente también representa la democracia, la libertad, los derechos humanos y la lucha por los derechos de la mujer. Por lo menos el intento de lograrlos y lo más que la humanidad ha logrado hasta ahora. ¿Y cuál ha sido desde siempre la base de esos cuatro pilares, sino la tolerancia?
Fallaci quiere hacernos creer que “cultura occidental” es un producto único y puro, sin participación del otro. Pero si algo caracteriza a Occidente, precisamente, ha sido todo lo contrario: somos el resultado de incontables culturas, comenzando por la cultura hebrea (por no hablar de Amenofis IV) y siguiendo por casi todas las demás: por los caldeos, por los griegos, por los chinos, por los hindúes, por los africanos del sur, por los africanos del norte y por el resto de las culturas que hoy son uniformemente calificadas de “islámicas”. Hasta hace poco, no hubiese sido necesario recordar que, cuando en Europa — en toda Europa — la Iglesia cristiana, en nombre del Amor perseguía, torturaba y quemaba vivos a quienes discrepaban con las autoridades eclesiásticas o cometían el pecado de dedicarse a algún tipo de investigación (o simplemente porque eran mujeres solas, es decir, brujas), en el mundo islámico se difundían las artes y las ciencias, no sólo las propias sino también las chinas, las hindúes, las judías y las griegas. Y esto tampoco quiere decir que volaban las mariposas y sonaban los violines por doquier: entre Bagdad y Córdoba la distancia geográfica era, por entonces, casi astronómica.
Pero Oriana Fallaci no sólo niega la composición diversa y contradictoria de cualquiera de las culturas en pleito, sino que de hecho se niega a reconocer la parte oriental como una cultura más. “A mí me fastidia hablar incluso de dos culturas”, escribió. Y luego se despacha con una increíble muestra de ignorancia histórica: “Ponerlas sobre el mismo plano, como si fuesen dos realidades paralelas, de igual peso y de igual medida. Porque detrás de nuestra civilización están Homero, Sócrates, Platón, Aristóteles y Fidias, entre otros muchos. Está la antigua Grecia con su Partenón y su descubrimiento de la Democracia. Está la antigua Roma con su grandeza, sus leyes y su concepción de la Ley. Con su escultura, su literatura y su arquitectura. Sus palacios y sus anfiteatros, sus acueductos, sus puentes y sus calzadas”.
¿Será necesario recordarle a Fallaci que entre todo eso y nosotros está el antiguo Imperio Islámico, sin el cual todo se hubiese quemado — hablo de los libros y de las personas, no del Coliseo — por la gracia de siglos de terrorismo eclesiástico, bien europeo y bien occidental? Y de la grandeza de Roma y de su “concepción de la ley” hablamos otro día, porque aquí sí que hay blanco y negro para recordar. También dejemos de lado la literatura y la arquitectura islámica, que no tienen nada que envidiarle a la Roma de Fallaci, como cualquier persona medianamente culta sabe.
A ver, ¿y por último?: “Y por último — escribió Fallaci— está la ciencia. Una ciencia que ha descubierto muchas enfermedades y las cura. Yo sigo viva, por ahora, gracias a nuestra ciencia, no a la de Mahoma. Una ciencia que ha cambiado la faz de este planeta con la electricidad, la radio, el teléfono, la televisión. . . Pues bien, hagamos ahora la pregunta fatal: y detrás de la otra cultura, ¿qué hay?”
Respuesta fatal: detrás de nuestra ciencia están los egipcios, los caldeos, los hindúes, los griegos, los chinos, los árabes, los judíos y los africanos. ¿O Fallaci cree que todo surgió por generación espontánea en los últimos cincuenta años? Habría que recordarle a esta señora que Pitágoras tomó su filosofía de Egipto y de Caldea (Irak) — incluida su famosa fórmula matemática, que no sólo usamos en arquitectura sino también en la demostración de la Teoría Especial de la Relatividad de Einstein — , igual que hizo otro sabio y matemático llamado Tales de Mileto. Ambos viajaron por Medio Oriente con la mente más abierta que Fallaci cuando lo hizo. El método hipotético-deductivo — base de la epistemología científica— se originó entre los sacerdotes egipcios (empezar con Klimovsky, por favor); el cero y la extracción de raíces cuadradas, así como innumerables descubrimientos matemáticos y astronómicos, que hoy enseñamos en los liceos, nacen en India y en Irak; el alfabeto lo inventaron los fenicios (antiguos libaneses) y probablemente la primera forma de globalización que conoció el mundo. El cero no fue un invento de los árabes, sino de los hindúes, pero fueron aquellos que lo traficaron a Occidente. Por si fuera poco, el avanzado Imperio Romano no sólo desconocía el cero — sin el cual no sería posible imaginar las matemáticas modernas y los viajes espaciales — sino que poseía un sistema de conteo y cálculo engorroso que perduró hasta fines de la Edad Media. Hasta comienzos del Renacimiento, todavía había hombres de negocios que usaban el sistema romano, negándose a cambiarlo por los números árabes, por prejuicios raciales y religiosos, lo que provocaba todo tipo de errores de cálculo y litigios sociales. Por otra parte, mejor ni mencionemos que el nacimiento de la Era Moderna se originó en el contacto de la cultura europea –después de largos siglos de represión religiosa — con la cultura islámica primero y con la griega después. ¿O alguien pensó que la racionalidad escolástica fue consecuencia de las torturas que se practicaban en las santas mazmorras? A principios del siglo XII, el inglés Adelardo de Bath emprendió un extenso viaje de estudios por el sur de Europa, Siria y Palestina. Al regresar de su viaje, Adelardo introdujo en la subdesarrollada Inglaterra un paradigma que aún hoy es sostenido por famosos científicos como Stephen Hawking: Dios había creado la Naturaleza de forma que podía ser estudiada y explicada sin Su intervención. (He aquí el otro pilar de las ciencias, negado históricamente por la Iglesia romana). Incluso, Adelardo reprochó a los pensadores de su época por haberse dejado encandilar por el prestigio de las autoridades — comenzando por el griego Aristóteles, está claro. Por ellos esgrimió la consigna “razón contra autoridad”, y se hizo llamar a sí mismo “modernus”. “Yo he aprendido de mis maestros árabes a tomar la razón como guía –escribió –, pero ustedes sólo se rigen por lo que dice la autoridad”. Un compatriota de Fallaci, Gerardo de Cremona, introdujo en Europa los escritos del astrónomo y matemático iraqu”, Al-Jwarizmi, inventor del álgebra, de los algoritmos, del cálculo arábigo y decimal; tradujo a Ptolomeo del árabe — ya que hasta la teoría astronómica de un griego oficial como éste no se encontraba en la Europa cristiana –, decenas de tratados médicos, como los de Ibn Sina y iraní al-Razi, autor del primer tratado científico sobre la viruela y el sarampión, por lo que hoy hubiese sido objeto de algún tipo de persecución.
Podríamos seguir enumerando ejemplos como éstos, que la periodista italiana ignora, pero de ello ya nos ocupamos en un libro y ahora no es lo que más importa.
Lo que hoy está en juego no es sólo proteger a Occidente contra los terroristas, de aquí y de allá, sino — y quizá sobre todo — es crucial protegerlo de sí mismo. Bastaría con reproducir cualquiera de sus monstruosos inventos para perder todo lo que se ha logrado hasta ahora en materia de respeto por los derechos humanos. Empezando por el respeto a la diversidad. Y es altamente probable que ello ocurra en diez años más, si no reaccionamos a tiempo.
La semilla está ahí y sólo hace falta echarle un poco de agua. He escuchado decenas de veces la siguiente expresión: “lo único bueno que hizo Hitler fue matar a todos esos judíos”. Ni más ni menos. Y no lo he escuchado de boca de ningún musulmán — tal vez porque vivo en un país donde prácticamente no existen — ni siquiera de algún descendiente de árabes. Lo he escuchado de neutrales criollos o de descendientes de europeos. En todas estas ocasiones me bastó razonar lo siguiente, para enmudecer a mi ocasional interlocutor: “¿Cuál es su apellido? Gutiérrez, Pauletti, Wilson, Marceau. . . Entonces, señor, usted no es alemán y mucho menos de pura raza aria. Lo que quiere decir que mucho antes que Hitler hubiese terminado con los judíos hubiese comenzado por matar a sus abuelos y a todos los que tuviesen un perfil y un color de piel parecido al suyo”. Este mismo riesgo estamos corriendo ahora: si nos dedicamos a perseguir árabes o musulmanes no sólo estaremos demostrando que no hemos aprendido nada, sino que, además, pronto terminaremos por perseguir a sus semejantes: beduinos, africanos del norte, gitanos, españoles del sur, judíos de España, judíos latinoamericanos, americanos del centro, mexicanos del sur, mormones del norte, hawaianos, chinos, hindúes, and so on.
No hace mucho otro italiano, Umberto Eco, resumió así una sabia advertencia: “Somos una civilización plural porque permitimos que en nuestros países se erijan mezquitas, y no podemos renunciar a ellos sólo porque en Kabul metan en la cárcel a los propagandistas cristianos (. . .) Creemos que nuestra cultura es madura porque sabe tolerar la diversidad, y son bárbaros los miembros de nuestra cultura que no la toleran”.
Como decían Freud y Jung, aquello que nadie desearía cometer nunca es objeto de una prohibición; y como dijo Baudrillard, se establecen derechos cuando se los han perdido. Los terroristas islámicos han obtenido lo que querían, doblemente. Occidente parece, de pronto, desprovisto de sus mejores virtudes, construidas siglo sobre siglo, ocupado ahora en reproducir sus propios defectos y en copiar los defectos ajenos, como lo son el autoritarismo y la persecución preventiva de inocentes. Tanto tiempo imponiendo su cultura en otras regiones del planeta, para dejarse ahora imponer una moral que en sus mejores momentos no fue la suya. Virtudes como la tolerancia y la autocrítica nunca formaron parte de su debilidad, como se pretende, sino todo lo contrario: por ellos fue posible algún tipo de progreso, ético y material. La democracia y la ciencia nunca se desarrollaron a partir del culto narcisita a la cultura propia sino de la oposición crítica a partir de la misma. Y en esto, hasta hace poco tiempo, estuvieron ocupados no sólo los “intelectuales malditos” sino muchos grupos de acción y resistencia social, como lo fueron los burgueses en el siglo XVIII, los sindicatos en el siglo XX, el periodismo inquisidor hasta ayer, sustituido hoy por la propaganda, en estos miserables tiempos nuestros. Incluso la pronta destrucción de la privacidad es otro síntoma de esa colonización moral. Sólo que en lugar del control religioso seremos controlados por la seguridad militar. El Gran Hermano que todo lo escucha y todo lo ve terminará por imponernos máscaras semejantes a las que vemos en Oriente, con el único objetivo de no ser reconocidos cuando caminamos por la calle o cuando hacemos el amor.
La lucha no es — ni debe ser — entre orientales y occidentales; la lucha es entre la intolerancia y la imposición, entre la diversidad y la uniformización, entre el respeto por el otro y su desprecio o aniquilación. Escritos como “La rabia y el orgullo” de Oriana Fallaci no son una defensa a la cultura occidental sino un ataque artero, un panfleto insultante contra lo mejor de Occidente. La prueba está en que bastaría con cambiar allí la palabra Oriente por Occidente, y alguna que otra localización geográfica, para reconocer a un fanático talibán. Quienes no tenemos rabia ni orgullo por ninguna raza ni por ninguna cultura, sentimos nostalgia por los tiempos idos, que nunca fueron buenos pero tampoco tan malos.
Hace unos años estuve en Estados Unidos y allí vi un hermoso mural en el edificio de las Naciones Unidas de Nueva York, si mal no recuerdo, donde aparecían representados hombres y mujeres de distintas razas y religiones — creo que la composición estaba basada en una pirámide un poco arbitraria, pero esto ahora no viene al caso. Más abajo, con letras doradas, se leía un mandamiento que lo enseñó Confucio en China y lo repitieron durante milenios hombres y mujeres de todo Oriente, hasta llegar a constituirse en un principio occidental: “Do unto others as you would have them do unto you” (Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti). En inglés suena musical, y hasta los que no saben ese idioma presienten que se refiere a cierta reciprocidad entre uno y los otros. No entiendo por qué habríamos de tachar este mandamiento de nuestras paredes, fundamento de cualquier democracia y de cualquier estado de derecho, fundamento de los mejores sueños de Occidente, sólo porque los otros lo han olvidado de repente. O la han cambiado por un antiguo principio bíblico que ya Cristo se encargó de abolir: “ojo por ojo y diente por diente”. Lo que en la actualidad se traduce en una inversión de la máxima confuciana, en algo así como: hazle a los otros todo lo que ellos te han hecho a ti — la conocida historia sin fin.
Jorge Majfud | 12/03/2025
(Este artículo es un resumen de un ensayo publicado en 2002)
La cultura superior: ¿La del líder o la del matón?
Ahora, nuestra nación, nuestra cultura ¿es superior en qué? ¿En eficiencia para invadir, esclavizar, oprimir otros pueblos? ¿Superior en fanatismo y arrogancia? ¿Superior en la histórica psicopatología de las tribus que se creen elegidas por sus propios dioses (vaya casualidad) y, lejos de ser eso una responsabilidad solidaria con “los pueblos inferiores” se convierte automáticamente en licencia para matar, robar y exterminar al resto? ¿No es la historia de la colonización anglosajona de Asia, África y América la historia del despojo de tierras, bienes y la obsesiva explotación de seres humanos (indios, africanos, mestizos, blancos pobres) que fueron vistos como instrumentos de capitalización en lugar de seres humanos? ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de “cultura superior” así, con esas afirmaciones indiscriminadas y con un oculto pero fuerte contenido místico religioso, como lo fue el Destino Manifiesto?
No sólo hemos respondido a esto en los diarios hace un cuarto de siglo, sino que por entonces advertimos del fascismo que iba a suicidar a ese occidente orgulloso que ahora se queja de que lo están suicidando sus enemigos, como lo dijo Elon Musk días antes. Uno de aquellos extensos ensayos, escrito en 2002 y publicado por el diario La República de Uruguay en enero de 2003 y por Monthly Review de Nueva York en 2006, llevaba por título “El lento suicidio de Occidente”.
Esta la ideología del egoísmo y del individuo alienado como ideales superiores, promovida desde Adam Smith en el siglo XVIII y radicalizada por escritores como Ayn Rand y presidentes, desde potencias mundiales como Donald Trump y marionetas neocoloniales como Javier Milei, se ha revelado como lo que es: puro y duro supremacismo, pura y dura patología caníbal. Tanto el racismo como el patriotismo imperialista son expresiones de egolatría tribal, disimulados en sus opuestos: el amor y la necesidad de sobrevivencia de la especie.
Para darle un barniz de justificación intelectual, los ideólogos de la derecha fascista del siglo XXI recurren a metáforas zoológicas como la del macho alfa. Esta imagen está basada en la manada de lobos esteparios donde un pequeño grupo de lobos sigue a un macho que los salvará del frío y del hambre. Una imagen épica que seduce a millonarios que nunca sufrieron ni el hambre ni el frío. Para el resto que no son millonarios pero que se representan como amenazados por los de abajo (ver “La paradoja de las clases sociales”), el macho alfa es la traducción ideológica de una catarsis del privilegiado histórico que ve que sus derechos especiales pierden el adjetivo especial y pasan a ser sólo derechos, sustantivo desnudo. Es decir, reaccionan furiosos ante la posible pérdida de derechos especiales de género, de clase, de raza, de ciudadanía, de cultura, de hegemonía.
Todos derechos especiales justificados como en el siglo XIX: tenemos derecho a esclavizar a los negros y expoliar a nuestras colonias porque somos una raza superior, una cultura superior y, por ello mismo, Dios nos ama a nosotros y odia a nuestros enemigos, a quienes debemos exterminar antes de que a ellos se le ocurra la misma idea, pero sin nuestros buenos argumentos.
Irónicamente, la idea de ser “elegidos de Dios” o de la naturaleza no impulsa a los fanáticos a cuidar de los “humanos inferiores”, como cuidan de sus mascotas, sino todo lo contrario: el destino de los inferiores y de los débiles debe ser la esclavitud, la obediencia o el exterminio. Si se defienden, son terroristas.
La última versión de estos supremacismos que tanto cometen un genocidio en Palestina o en el Congo con fanático orgullo y convicción como demonizan a las mujeres que en Estados Unidos reclaman derechos iguales, más recientemente encontró su metáfora explicalotodo en la imagen del macho alfa del lobo estepario. Sin embargo, si prestamos atención a la conducta de estos animales y de otras especies, veremos una realidad mucho más compleja y contradictoria.
El profesor de Emory Universiy, Frans de Waal, por décadas uno de los expertos más reconocidos en el estudio de chimpancés, se encargó de demoler esta fantasía. La idea de macho alfa procede de los estudios de lobos en los años 40, pero, no sin ironía, el mismo de Waal se lamentó de que un político estadounidense (el ultraconservador y presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich) popularizó su libro Chimpanzee Politics (1982) y el concepto de macho alfa, por las razones equivocadas.
Según de Waal, los macho alfa no son los bullies, sino los líderes conciliadores. “Los machos alfa entre los chimpancés son populares si mantienen la paz y aportan armonía al grupo”. Cuando un verdadero líder enferma (caso mencionado del chimpancé Amos), no es sacrificado, sino que el grupo se hace cargo de su cuidado.
Según de Wall, “debemos distinguir entre dominio y liderazgo. Hay machos que pueden ser la fuerza dominante, pero esos machos terminan mal en el sentido de que los expulsan o los matan… Luego están los machos que tienen cualidades de liderazgo, que disuelven peleas, defienden al desvalido, consuelan al que sufre. Si tiene ese tipo de macho alfa, entonces el grupo se une a él y le permiten permanecer en el poder durante mucho tiempo”. Tiempo que suele ser de cuatro años, aunque hay registros de machos alfa que fueron líderes por 12 años, los cuales solían distribuir la comida y mantener una alianza política con otros líderes más jóvenes, según de Waal. Según de Waal, el macho alfa líder será juzgado según su habilidad de resolver conflictos y de establecer un orden pacífico para su sociedad.
En un conflicto, los líderes alfa “no toman partido por su mejor amigo; evitan o resuelven peleas y, en general, defienden a los más desvalidos. Esto los hace extremadamente populares en el grupo porque brindan seguridad a los miembros de menor rango”.
El macho alfa es el líder por tener el apoyo de la mayoría, pero otros machos jóvenes usarán siempre la misma estrategia para destronarlo e imponerse como dominantes: primero comenzarán con provocaciones indirectas y a distancia para testear la reacción del líder. Si no hay reacción, el joven más fuerte tratará de conquistar a otros machos jóvenes para incrementar sus provocaciones que irán ganando terreno y se volverán más violentas. Luego conquistará aliados con algunos favores. Aunque al candidato alfa bully no les importan los bebés sino el poder, intentará mostrarse cariñoso con las crías de diferentes hembras, exactamente como hacen los políticos en campaña electoral.
Jorge Majfud | 18/03/2025
El gobierno premia con “plus” salariales los despidos en el Estado
El gobierno nacional oficializó la medida por la cual procederá a premiar con plus salariales al personal jerárquico del Estado responsable del despido de miles de trabajadores de las distintas dependencias públicas, en línea con el ajuste oficial: un mecanismo perverso que estimula la destrucción del empleo el vaciamiento de la atención y servicios públicos.
Este mecanismo fue incorporado por medio de una resolución publicada en el Boletín oficial que establece la potestad de asignar “unidades retributivas adicionales a las autoridades superiores” a cargo de la “reducción de dotación de personal de la respectiva Jurisdicción”.
Por esta vía, el gobierno no solo premia a los funcionarios que eliminen puestos de trabajo, sino que además promueve que los mismos apliquen esta orientación para beneficiarse personalmente.
A la vez, el hecho de subir salarios jerárquicos en base a la cantidad de despidos implica una modificación de hecho del convenio colectivo de trabajo de los estatales, y violenta el ámbito de la negociación colectiva. Es una reforma laboral antiobrera al servicio de la casta política.
Según estimaciones publicadas en el medio La Nación (27/3), a modo de ejemplo, el despido de 700 trabajadores pertenecientes a la Secretaría de Trabajo equivaldría a 64.000 UR adicionales: “casi $52 millones para repartir entre las autoridades superiores”.
La oportunidad para la implementación de este mecanismo perverso no puede ser más calculada, cuando al finalizar este mes de marzo está previsto el vencimiento de 50.000 contratos laborales del Estado, que expresan distintas situaciones de precarización laboral sostenida en el tiempo.
El gobierno les ofrece a los funcionarios jerárquicos un aliciente para profundizar la motosierra, despidiendo a miles de trabajadores y recortando, a su vez, la atención y servicios públicos que dependen de los empleados afectados.
Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) el gobierno de Javier Milei despidió a 43.778 trabajadores públicos, desde diciembre de 2023 hasta enero de 2025, con una fuerte incidencia en Salud, Cultura, Educación y la asistencia social del Estado.
El objetivo del gobierno es redoblar esta apuesta, profundizando el ajuste sobre los que menos tienen, como garantía ante el FMI en medio de las tratativas para obtener un nuevo endeudamiento.
Quienes pagan los platos rotos de esta política no son la casta contra la que vocifera el presidente y su séquito, sino los trabajadores: tanto quienes pierden su empleo y sus ingresos, en el marco de un crecimiento de la desocupación; como el conjunto de los trabajadores que ve afectada la atención y los servicios públicos y reducidos programas vitales para la población.
La conducción de ATE dispuso de una medida de paro para este jueves 27, con movilización hacia las oficinas del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; sin embargo la burocracia sindical no organizó la medida con asambleas y deliberación en los lugares de trabajo ni las seccionales, sino que la redujo a un paro aislado de poca efectividad y reniega de discutir un plan de lucha contra los despidos en el sector.
Estamos ante un ataque constante del gobierno contra los trabajadores que debe ser derrotado con la organización y lucha, contra un gobierno que viene destruyendo el empleo y atacando los salarios y condiciones de vida de los trabajadores.
Marcelo Mache
Opiniones de otro siglo: el rector de la UCA y el discurso contra el derecho de las mujeres a trabajar y decidir
Mientras Argentina enfrenta una de las peores crisis socioeconómicas de los últimos años, con un desempleo que golpea con mayor fuerza a las mujeres, desde los sectores privilegiados de la educación privada subsidiada emergen discursos que retroceden décadas en términos de derechos e igualdad.
Esta semana, el rector de la Universidad Católica Argentina, Miguel Ángel Schiavone, auspiciado y aplaudido por senadores oficialistas, pronunció una serie de declaraciones que, aunque revestidas de supuesta preocupación por el “exceso de trabajo” en la sociedad, esconden un mensaje claro: cuestionar la inserción laboral y deportiva de las mujeres. En palabras cuidadosas pero profundamente reaccionarias, el rector deslizó que la participación social de las mujeres —especialmente en el ámbito del trabajo— no es "genuina", y que el problema de la sobrecarga laboral podría resolverse si las mujeres regresaran a sus "funciones naturales".
Lo que parece una reflexión académica no es más que la reedición del viejo mandato social que pretende relegar a las mujeres al ámbito doméstico, sosteniendo un modelo de explotación gratuita: el trabajo de cuidado, el mantenimiento del hogar, la crianza, tareas históricamente realizadas por mujeres/madres y no remuneradas.
El Rector de la UCA auspiciado por senadores oficialistas habla contra la inserción laboral y deportiva de la mujer. Traducción: dice que no son genuinas y que para resolver el exceso de trabajo hay que rechazar la participación social de la mujer (trabajadora, claro).
Datos que desmienten al Rector
Mientras algunos voceros del poder se preocupan por la “sobrecarga” que implica la participación laboral de las mujeres, la realidad muestra otra cara: el desempleo y la informalidad afectan de manera desproporcionada a las mujeres.
Según los últimos datos publicados por el Indec (último trimestre 2024), la tasa de desocupación general en Argentina alcanza el 8,1%, pero cuando se desagrega por género, la desigualdad es evidente: el desempleo en las mujeres llega al 9,6%, mientras que en los varones es del 6,9%. Esta brecha es aún mayor entre las mujeres jóvenes (de 14 a 29 años), donde la tasa de desocupación trepa al 18,5%.
Además, el 38% de las mujeres ocupadas lo hacen en la informalidad, sin acceso a derechos laborales básicos como obra social, licencias o aportes jubilatorios. Y, si miramos la distribución de tareas no remuneradas, los números son aún más alarmantes: las mujeres destinan en promedio 6,4 horas diarias al trabajo doméstico y de cuidados, el triple que los varones.
Un régimen que necesita de la subordinación femenina
Cuando el rector de la UCA —acompañado por el oficialismo— propone "volver a un modelo" donde las mujeres se queden en sus casas, no está haciendo un aporte académico. Está defendiendo un sistema económico y social que necesita que las mujeres trabajen gratis en sus hogares para que el mercado funcione, al mismo tiempo que las empuja a la precarización cuando intentan participar del mercado laboral en condiciones de igualdad.
Frente a estos discursos reaccionarios que buscan devolvernos al encierro doméstico y justificar nuestra explotación, las mujeres trabajadoras tenemos que organizarnos de manera independiente, sin esperar nada de quienes gobiernan ni de las instituciones que sostienen este sistema de opresión. Tenemos que levantar bien alto nuestras demandas: trabajo genuino para todas, con un salario igual al costo real de la canasta familiar; aumento inmediato del presupuesto para salud, educación y políticas de cuidado; y la creación de centros integrales de atención y asistencia para todas las mujeres y diversidades que enfrentan situaciones de violencia.
Gianna Puppo
Terremoto causa estragos en Myanmar y Tailandia
Un poderoso terremoto, con epicentro en el noroeste de Myanmar pero que se ha extendido hacia la vecina Tailandia, provocó un sacudón en Asia. El Servicio Geológico de Estados Unidos, que mide la actividad sísmica en todo el mundo, declaró la alerta naranja -la segunda más grave. Hasta el momento hay casi 200 muertos y más de 700 desaparecidos, según distintos reportes.
En la ex Birmania el impacto ha sido brutal. En Naipyidó, la capital, edificios quedaron destrozados y varias carreteras resultaron dañadas o bloqueadas, lo que produjo la interrupción del transporte. El Hospital General de Mandalay colapsó y no admite más pacientes. A la vez, se vino abajo una parte de las redes de telecomunicaciones.
De acuerdo a fuentes oficiales, el terremoto dejó 96 muertos en Naipyidó, 18 en la región central de Sagaing y 30 en Kyaukse (Swiss Info, 28/3). Y habría otros 39 muertos en el estado de Shan, que limita con China. El terremoto incluso tuvo eco en la provincia china de Yunnan.
Los trabajadores del equipo de rescate de Mandalay denunciaron, en diálogo con EFE, que carecen de las herramientas necesarias para buscar personas entre los escombros. La precariedad se puso de manifiesto en el preciso instante en que vecinos tuvieron que colaborar con esas tareas.
En Myanmar reinan los problemas de infraestructura; se combinan una deficiente planificación urbanística con el avance de la especulación inmobiliaria, en un país que está en el límite entre dos placas tectónicas y es de los que mayor actividad sísmica tiene.
La clique militar que gobierna Myanmar decretó el estado de emergencia en seis regiones y pidió ayuda internacional. Se trata de una dictadura golpista y antiobrera que ejerce el poder con puño de hierro desde 2021.
Myanmar está inmersa en una crisis económica y social. Casi el 50% de la población es pobre; los alicaídos ingresos de los trabajadores se han visto golpeados por la devaluación del kyat birmano.
Según las Naciones Unidas, “el hambre está alcanzando niveles catastróficos”. Asimismo, más de la mitad del país carece de acceso a la electricidad y hay hospitales fuera de servicio debido al conflicto armado imperante.
La guerra civil que enfrenta al oficialismo castrense y a organizaciones armadas vinculadas a distintos grupos étnicos supone un escollo para la llegada de ayuda humanitaria y las tareas de rescate.
Con todo, se espera que la situación se agrave. En este contexto, la Cruz Roja “ha desplegado un equipo de respuesta en Myanmar, mientras que la Organización Mundial de la Salud está estudiando la posibilidad de enviar suministros para traumatismos desde sus centros logísticos” (El País, 28/3).
En Tailandia el impacto del terremoto fue menor, aunque revistió características pavorosas. Hospitales de 17 provincias sufrieron daños gravísimos. Decenas de trabajadores quedaron atrapados en escombros tras el derrumbe de un rascacielos en Bangkok (la capital) en el que se encontraban trabajando. Hay 3 muertes confirmadas.
En Bangkok, una de las ciudades más afectadas, impera la especulación inmobiliaria; la puesta en pie de grandes condominios y estructuras comerciales sin tener en cuenta las características del terreno es la norma (Asia News, 28/8/2024). Según expertos, en siete u ocho años la ciudad podría quedar bajo el agua.
La primera ministra Paetongtarn Shinawatra anunció que “la situación empezó a calmarse”. Tailandia tiene un régimen monárquico muy represivo, y Shinawatra, que viene de zafar de una moción de censura impulsada por la oposición, pertenece al partido nacionalista Puea Thai.
Es un país atrasado con una parte considerable de su clase obrera sumida en la precarización laboral (agricultura de subsistencia, cuentapropismo). Hay industrias, como la pesquera, la avícola y la textil, en las que prima el trabajo a destajo bajo condiciones infrahumanas.
Toda la solidaridad con los pueblos de Myanmar y Tailandia.
Nazareno Suozzi
Los acuerdos con el FMI siempre trajeron la devaluación
Con el macrismo y con el peronismo los programas del Fondo incluyeron saltos cambiarios, y fracasaron instantáneamente.
Si bien Milei se apresuró en negar la proximidad de una devaluación, que el Fondo Monetario haya salido a rectificar las declaraciones de Caputo, aclarando que todavía no estaban confirmadas las características del nuevo acuerdo, refuerza la hipótesis de que el organismo exigirá un salto en el tipo de cambio como condición para ejecutar los desembolsos.
Incluso, hasta el propio Caputo reconoció días atrás la posibilidad de implementar bandas de flotación cambiaria, lo cual implicaría una devaluación en los hechos. Esa medida no haría más que alentar a los capitalistas a que compren dólares al precio establecido como piso, ejerciendo presión para que suba, y, a su vez, a que dilaten la venta de los mismos a la espera de que su cotización alcance el techo. Por ejemplo, los importadores demandarían más dólares para sobreestockearse, mientras que los exportadores pospondrían la liquidación de sus ventas al exterior hasta obtener un tipo de cambio más favorable.
Otro fundamento para pensar que el nuevo préstamo del Fondo conllevará una devaluación es que así ha ocurrido cada vez que se firmó un acuerdo con el organismo. Durante el macrismo hubo siete devaluaciones tras endeudarse con el FMI: una del 7% y otra del 6,2% en mayo de 2018; del 6,6% en junio de 2018; del 7,1% y del 13,8% en agosto de ese mismo año; del 15,5% y del 9,8% en agosto de 2019 luego de la corrida con la que se terminaron de fugar las divisas provenientes del crédito contraído.
La misma historia la vimos durante el mandato de Alberto Fernández. La renegociación que acordó Martín Guzmán fracasó a los pocos meses, y lo reemplazó Sergio Massa que, ni bien asumió en el Ministerio de Economía, en agosto del 2023, devaluó 22,8% acatando las órdenes del FMI para destrabar un giro de U$S 7.500. Así las cosas, el precio del dólar oficial pasó de $20,30 entre abril de 2018 a $347,69 a inicios de septiembre 2019, un 1.612% de aumento. Las consecuencias de las sucesivas devaluaciones, inmanentes al programa fondomonetarista, las pagaron los trabajadores y jubilados con el derrumbe de sus ingresos.
El mercado también prevé una devaluación. Por eso los acreedores de deuda en pesos buscaron cubrirse volcándose masivamente a la compra de bonos dólar linked en la última licitación del Tesoro. Ni qué decir de la corrida cambiaria en curso, que llevó al Banco Central a tener que desprenderse de U$S 1.445 millones desde el viernes 14 de marzo a esta parte.
Los que no tienen cobertura alguna frente a una eventual devaluación son los salarios, sometidos a la pauta del 1% -por detrás de la inflación- fijada por el gobierno y acatada por las burocracias sindicales. En ese sentido, la movilización del 9 de abril y el paro del 10 deben servir como impulso para desenvolver una lucha a fondo en defensa del bolsillo popular, contra los ataques de Milei, los capitalistas y el FMI.
Sofía Hart
sábado, marzo 29, 2025
EE.UU.: Trump ataca a la educación con métodos de excepción
En EE.UU., la política educativa (programas educativos, salarios docentes, etc.) es propia de cada estado. Sin embargo, el Departamento de Educación gestiona el otorgamiento de los fondos federales para programas de apoyo a estudiantes sin hogar, escuelas de bajos ingresos, becas de estudio para estudiantes universitarios y becas de investigación. Con “la devolución de la autoridad educativa a los estados”, las decisiones sobre el otorgamiento de los beneficios contemplados en estos programas quedan a merced de los estados y alcaldías (la mayoría gobernados por republicanos).
Como el Departamento de Educación fue creado por una ley del Congreso en 1979, su cierre debería hacerse mediante una ley aprobada por el Congreso. Pero la orden ejecutiva obvia su trámite parlamentario, lo que retrata a un gobierno que despliega su política con métodos propios de un régimen de excepción. Sin embargo, con o sin decreto, el cierre ya fue iniciado con los recortes implementados el Departamento de Eficiencia Gubernamental dirigido por el archimillonario Elon Musk y el despido de la mitad de sus profesionales dedicados a los programas mencionados (2.100 sobre un total de 4.400 trabajadores).
La letra de la orden es explícitamente ideológica (fascista): "Los programas o actividades que reciban los fondos remanentes no promoverán iniciativas de diversidad, equidad e inclusión ni la ideología de género" (El Mundo, 21/03).
El ataque a la educación pública se completa con un proyecto impulsado por los republicanos, para instaurar un sistema de cupones mediante el cual empresas y particulares que donen a programas educativos, recibirían el 100 por ciento de su dinero cuando declaren sus impuestos” (Washington Post, 6/03). Las empresas podrían invertir en estos programas, obteniendo deducciones de impuestos y evitando los impuestos sobre las ganancias de capital. Se estima que este plan desviaría $5-10 mil millones en fondos públicos a la educación privada (Work Socialist Web Site, 11/03).
Este proyecto está en línea con la orden ejecutiva del 29 de enero pasado, titulada “Ampliar la libertad y las oportunidades educativas para las familias”, y otra, llamada “Poner fin al adoctrinamiento radical en la educación primaria y secundaria”. Ambas fueron inspiradas por America First Policy Institute (AFPI), un lobby fundado en 2021, liderado por la actual secretaria de educación Mc Mahon. La AFPI quiere redefinir la educación norteamericana en torno al chovinismo y a la revisión historiográfica en relación al racismo: “Las élites y corporaciones antipatrióticas (...) han utilizado su poder y dinero para crear y normalizar la narrativa de que Estados Unidos y la fundación estadounidense son inherentemente malos, una narrativa según la cual ser patriótico es ser racista”; y concluye que su misión es “investigar y desarrollar políticas centradas en el patriotismo” (AFPI, 28/06/21).
Desfinanciamiento educativo, rescate al capital por vía impositiva, ataque a los derechos a la educación y chovinismo patriótico son los elementos distintivos de la política educativa trumpista.
El ataque de Trump a las universidades
Al anuncio del congelamiento de fondos por 400 millones de dólares a la Universidad de Columbia, "debido a su pasividad ante el persistente acoso a estudiantes judíos" -una coartada para prohibir las manifestaciones contra el genocidio sionista en Gaza- le siguió la detención ilegal de Mahmoud Khalil, dirigente estudiantil de la rebelión en la Universidad de Columbia contra la “continua inversión financiera de la universidad en corporaciones que se benefician del apartheid israelí, el genocidio y la ocupación militar de Palestina”.
La extorsión financiera a Columbia no sólo busca la prohibición de manifestaciones antisionistas; procura intervenir su gobierno y régimen académico. El 13 de marzo pasado, “la administración Trump envió una carta a Columbia exigiendo que la administración realice cambios en su gobierno, sus procesos de admisión y sus programas académicos ‘como condición previa para las negociaciones formales’ con la administración” (New York Times, 18/03). Una pretensión que viola groseramente el régimen universitario.
La respuesta de las autoridades de Columbia a la extorsión fue “la contratación de 36 ‘oficiales especiales’ con el poder para sacar y arrestar a individuos; y la supervisión de los Departamentos de Estudios de Oriente Próximo, el Sur de Asia y África, así como el Centro de Estudios Palestinos, bajo un vicerrector nombrado por la universidad” (World Socialist Web Site, 25/03).
El método de bloqueo de fondos federales como chantaje para introducir cambios en el régimen universitario es sistemático. Como parte de la campaña de eliminación de los programas de “diversidad, equidad e inclusión”, 52 universidades en 41 estados son objeto de investigaciones del Departamento de Educación. “Los estudiantes deben ser evaluados según su mérito y logros, no prejuzgados por el color de su piel”, afirmó Linda Mc Mahon (La Nación, 14/03). Las investigaciones fueron anunciadas un mes después de que el Departamento de Educación emitiera un memorando donde amenaza a las escuelas y universidades con perder los fondos federales si adoptan dichos programas en las admisiones, becas o cualquier otro aspecto de la vida estudiantil. Perversamente, el argumento del gobierno es que esos programas violan la Ley de Derechos Civiles de 1964, al excluir a estudiantes blancos y estadounidenses de origen asiático, cuando su promulgación fue el resultado de las movilizaciones de masas contra la segregación de los afroamericanos de la vida civil.
Si en la segunda posguerra, la política del imperialismo logró integrar a la academia en su desarrollo tecnológico y esfuerzo militar, el trumpismo las extorsiona, desfinancia e interviene en su vida académica. Esto es percibido por sectores académicos: “Lo distintivo de lo que está sucediendo es que el concepto mismo de la universidad como institución autónoma está bajo ataque directo. (...) Si durante la Guerra Fría el gobierno financió las universidades para fortalecer a Estados Unidos, la segunda administración del Sr. Trump las trata como una amenaza a desmantelar”, dice una profesora de Yale en una columna de New York Times (18/03).
Las tendencias al pasaje del imperialismo democrático al fascismo se expresan dramáticamente en la vida académica de EE.UU.
Alejandro Barton
28/03/2025
Están disponibles los archivos de la memoria bonaerense
Desde documentos de las Madres de Plaza de Mayo de La Plata hasta información sobre hospitales o el Poder Judicial provincial.
A partir de este viernes, investigadores y activistas de derechos humanos podrán acceder de manera online al catálogo de documentos que almacena el Archivo Provincial de la Memoria (APM) de Buenos Aires, que no solo resguarda información sobre el terrorismo de Estado sino que también lo hace sobre la búsqueda de justicia.
“En un contexto donde el Gobierno nacional busca revivir discursos negacionistas y reivindicar el terrorismo de Estado a través de anuncios engañosos, el Estado bonaerense reafirma y fortalece su compromiso con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, a partir de la publicación de este catálogo del APM para toda la comunidad”, dice Matías Moreno, subsecretario de Derechos Humanos de Axel Kicillof.
El APM se creó en 2020 para dar cumplimiento a la ley del Registro Único de la Verdad, que consagra el derecho de todo integrante de la comunidad a conocer acerca de la desaparición forzada de personas, muerte, sustracción de niños y todo el catálogo de violaciones de los derechos humanos perpetradas en el período 1976-1983.
Desde diciembre de 2023, funciona en lo que fue el Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata –que dependía de la Jefatura II de Inteligencia del Ejército. El Destacamento estaba emplazado en pleno centro platense y, desde allí, se coordinaban distintos operativos.
Desde la web, se puede acceder a la descripción de los más de 30 fondos documentales con los que cuenta el APM. Entre otros, conserva documentación sobre los hospitales provinciales, el Poder Judicial bonaerense durante la dictadura y el funcionamiento de Radio Provincia. Hay también entrevistas registradas por el Archivo Oral, que se creó el año pasado.
El APM también cuenta con información sobre las Madres de Plaza de Mayo de La Plata así como conserva algunos fondos personales. Entre otros, hay documentación aportada por Ana María Careaga, sobreviviente del centro clandestino conocido como Club Atlético y una de las hijas de Esther Ballestrino de Careaga, secuestrada el 8 de diciembre de 1977 de la Iglesia de la Santa Cruz.
En el Archivo también puede consultarse el fondo documental perteneciente a Marta Moreira de Alconada, cuyo hijo Domingo Roque Alconada fue secuestrado y desaparecido en diciembre de 1976. Referente de las Madres platenses, Marta Alconada es recordada por ser quien suplica ayuda a la prensa extranjera que fue a Plaza de Mayo a cubrir su ronda cuando se jugaba el mundial de fútbol de 1978.
Además, está disponible la documentación donada por el abogado Ramón Torres Molina, que presidió el Archivo Nacional de la Memoria (ANM) hasta 2015 y acompañó como letrado a distintos organismos de derechos humanos.
“Los archivos son un eje central de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, porque contribuyen con insumos para las causas judiciales sobre delitos de lesa humanidad, al desarrollo de políticas reparatorias hacia las víctimas, y porque son esenciales para reconstruir y divulgar nuestra historia reciente”, sostiene Moreno.
El APM está emplazado en lo que era el Destacamento de Inteligencia 101, que funciona actualmente como sitio de memoria.
El 24 de marzo, el Gobierno nacional anunció que enviaría documentación encontrada en la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) al Archivo General de la Nación (AGN). Sin embargo, no se precisó qué documentación era ni cuándo estará disponible. Durante el gobierno del Frente de Todos (FdT), se hizo un relevamiento en la entonces Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y se creó un programa para analizar los documentos disponibles. En esa línea, la interventora Cristina Caamaño habilitó la entrega de documentación a organismos de derechos humanos y a quienes la requirieron a título personal.
Desde la intervención de la AFI --que continuaron Agustín Rossi y Ana Clara Alberdi-- se envió documentación a distintos juzgados, particularmente al de Daniel Rafecas, que instruye la investigación sobre los centros clandestinos que regenteó la SIDE –Automotores Orletti y las bases Bacacay.
El Gobierno de Javier Milei dijo que “desclasificaría” información de la SIDE en cumplimiento del decreto 4/2010 que firmó Cristina Fernández de Kirchner para contribuir con los juicios de lesa humanidad. Por ese decreto, se crearon los equipos de relevamiento y análisis (ERyA) en Defensa y se replicó la experiencia en Seguridad. Patricia Bullrich puso fin a ese trabajo cuando fue ministra de Mauricio Macri. Luis Petri hizo lo propio en marzo del año pasado.
El ANM –que viene afectado por los despidos de trabajadores que sacuden a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación– corre riesgo de ser absorbido por el AGN. El ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona le anticipó al diario Clarín que no quería “duplicar” organismos.
Se puede consultar el catálogo del Archivo Provincial de la Memoria desde acá.
https://apm.mjus.gba.gob.ar/index.php/
Luciana Bertoia
29 de marzo de 2025 - 00:01
El FMI reclama la garantía de un recambio político
El torneo de versiones en torno del futuro acuerdo con el FMI pone de manifiesto un choque de intereses y un conflicto político al interior del bloque que llevó a Milei a la presidencia.
Los analistas económicos que atribuyen la corrida cambiaria a la “incertidumbre” al acuerdo con el FMI, no pueden explicar porqué esa corrida no retrocede, sino que se acelera a medida que aumentan las precisiones sobre sus términos. Es que el motor de la crisis devaluatoria es el acuerdo mismo. No es un secreto que, de los 20.000 millones de dólares anunciados, el 70% de esa cifra -14.000 millones- deberá destinarse al pago de los vencimientos con el propio Fondo de los próximos cuatro años, y serán desembolsados a medida que se produzcan esos mismos vencimientos. En cuanto a los 6.000 millones de dólares restantes que podrían arribar de inmediato, son ultralimitados para enfrentar la tendencia de los tenedores de deuda doméstica a dolarizarse. Un monto superior de fondos “disponibles”, por parte del Banco Mundial o del BID, es incierto, porque esos bancos sólo están autorizados a otorgar créditos para infraestructura o gastos sociales (por ejemplo, los fondos que el BID asignó para la renovación de las vías del ferrocarril San Martin).
En definitiva, el ‘plan’ económico libertario se ha agotado. Esto plantea una crisis política. Es probable que el FMI condicione los fondos a una salida política. El fracaso de la renovación de deuda doméstica (9 billones de pesos) es lapidario. No la salvó el ofrecimiento de bonos indexados por dólar. De los 6,5 billones que se renovaron, el Banco Nación tuvo que tomar 5,5 billones – un 90 por ciento. Los signos son claros. Milei no le aprobó a los bancos una serie de medidas para salir a comprar deuda, porque ellas ampliarían la base monetaria presente. Si eso es lo que los bancos efectivamente necesitan, buscarán otras vías para lograrlo.
La salida del actual régimen cambiario ha desatado, en efecto, una deliberación furiosa en los bancos y en el conjunto de la burguesía. De un lado, entre los que se endeudaron en dólares para cambiarlos a los pesos “fuertes” y especular en el mercado local. Esa fracción exige las garantías para salir del esquema actual sin quebrantos. Del otro, la burguesía agraria e industrial se ve amenazada de una quiebra en masa de no mediar una devaluación.
Ahora Milei tiene que poner garantías políticas para obtener un préstamo. Puede ser el mismo préstamo del que se viene hablando, pero la base del gobierno debería ampliarse. Otro gabinete y otras listas electorales, fundamentalmente en la provincia de Buenos Aires. El recambio significa que el bloque dispuesto a votar la Ficha Limpia para proscribir a CFK, debería ser invitado a ingresar al Gabinete. Los hechos darán su veredicto, pero esta es nuestra caracterización del momento. La mayor dificultad para el gobierno es que la exigencia de este cambio lo agarró desprevenido. Caputo deberá renunciar otra vez. Macri y Pichetto podrán poner su gente en el gobierno y obligar a un replanteo de las listas y la campaña para octubre próximo. Si el motorista de la sierra no quiere desprenderse de su hermana y del sobrino de su ministro de Economía, un desbande electoral lo pondría patitas afuera.
El capítulo político del rescate del FMI, o sea, el imperialismo, todavía no se ha explicitado en forma oficial. Pero la integración al gobierno del macrismo equivale a la recreación del bloque político que le permitió a Milei ganar el ballotaje en octubre pasado, aunque golpeado y considerablemente disminuido; es una apuesta frente a un callejón con escasa salida, si es que es alguna. El telón de fondo de estos enjuagues es el arribo de la camarilla de los hermanos Milei a los estrados judiciales del criptogate. Por el otro, un escenario de movilizaciones callejeras, en solo un trimestre. La crisis se ha planteado, con toda su fuerza, en el cierre de las listas porteñas, con la división de los libertarios entre Adorni y Marra, y la fractura entre estos y los candidatos macristas. Milei tendrá que decidir si, frente al abismo, sigue dando pasos al frente.
La clase obrera
Un reconocido economista del establishment, Daniel Artana, se ha anotado en la legión de los que afirman que la devaluación “moderada” podría funcionar siempre y cuando actúe el otro cepo – la CGT. Aunque la pelea por el desenlace económico se libra principalmente por “arriba”, el fantasma que desvela a los diferentes grupos de explotadores es la reacción de abajo. La burocracia se está encargando de deshilachar el paro aislado que convocó para el 10 de abril, ahora que la UTA lo abandona bajo la excusa de la conciliación obligatoria. En la gran industria -siderurgia, neumático- la tensión salarial se une a la persistencia e intensificación de la política de despidos. La clase obrera debe entrar en la crisis con su propia perspectiva, en especial porque el kirchnerismo querrá copar la cartelera. Como la crisis es integral, la necesidad de impulsar una huelga general está a la orden del día. Es la vía para autorganizarnos: recuperar los salarios, las jubilaciones y los derechos políticos, sociales y laborales; y desbaratar la maniobra del “recambio”, o sea la pata ‘popular’ que llevaría a nuevas derrotas.
Comité Editorial Política Obrera
28/03/2025
viernes, marzo 28, 2025
jueves, marzo 27, 2025
“Síganme que los voy a devaluar”
Aunque un gorrión no hace verano, ‘populistas’ y ‘libertarios’ acabaron coincidiendo por una vez en que Argentina ha vuelto a sufrir una crisis de dólares. Pero pocas veces, esta perorata ha vuelto a ser falsa, porque el comercio exterior ha vuelto a ser largamente superavitario. Ese saldo positivo fue consumido por encima de sus cifras para el pago de la deuda nacional de Argentina, pública y privada. El excedente de 15 mil millones de dólares se escurrió en el pago de intereses y amortizaciones de capital de la deuda pública externa, en los giros autorizados de ganancias al exterior, en fletes de navegación, en turismo y en la venta de divisas en los mercados paralelos. El movimiento inverso, las inversiones extranjeras han brillado por su ausencia, a pesar de las abusivas concesiones fiscales y crediticias que aprobó el Congreso nacional. La especie de “la falta de dólares” que alega el medio pelo de la política y la academia oficiales, simplemente apunta a ocultar la dependencia financiera histórica, crecientemente agravada, de la burguesía y el Estado nacional. Las tenencias financieras en el exterior, de parte del capital nacional, que es equivalente al total de la deuda pública, es un mecanismo para transferir el pago de esta deuda al conjunto de los asalariados.
La remanida tesis de la falta de pesos para alterar la cotización del dólar, es otro proceso de desinformación. Tiene el propósito de validar otra tesis falsa, que es la ausencia de emisión monetaria. Los bancos y fondos comunes tienen depósitos en pesos y divisas por el equivalente a 100 mil millones de dólares – suficientes para hacer volar el mercado de cambios y desatar una crisis bancaria y financiera. El superávit del comercio exterior fue adquirido por el Banco Central con pesos, que enseguida se distribuyó entre el sistema bancario y la deuda doméstica del Tesoro. El gobierno de Milei y Caputo, con el invalorable aporte del Congreso que, de nuevo, “supimos conseguir” simplemente ha armado un esquema Ponzi, que paga deudas con mayor endeudamiento. Este esquema se encuentra concatenado a la expectativa de que Argentina se convierta en el Qatar de Sudamérica con los RIGI para Vaca Muerta. Los libertarios se han gastado por anticipado un proyecto relativamente incierto para el mercado de gas y petrolero, y dañino para la industrialización. En el caso de la soja, al menos, el futuro glorioso de los precios altos duró alrededor de una década y es seguido por una fase de desinversión.
La camarilla oficial sale a pedir el bote salvavidas al FMI, con una mochila de 45 mil millones de dólares de deuda, para lo que se necesita un carguero. Los vencimientos de semejante hipoteca se distribuirían hasta los años 40. Argentina se pone al frente de una innovación que viene entusiasmando al mundo entero – el recurso a la deuda centenaria o perpetua. Es lo que está mascullando Donald Trump para salvar a la monumental deuda pública norteamericana y al mismo dólar – la divisa que funciona como equivalente monetario a nivel mundial. Pero la salida que, incluso para Estados Unidos, podría señalizar un derrumbe internacional, para Argentina equivale a una dependencia financiera que provocaría corridas cambiarias y bancarias cada cinco años.
Pero tampoco son necesarias las proyecciones futuras para advertir que el acuerdo con el FMI podría precipitar otra crisis a corto plazo. De acuerdo a las informaciones conocidas, no están decididos los montos del préstamo, las cuotas de entrega, ni el ‘precio’ próximo de la divisa. La devaluación amenaza quebrar el mercado doméstico de deuda, que es en pesos el equivalente a 140 mil millones de dólares. Por eso Caputo ha ofrecido en el día de hoy, jueves 27, títulos indexados al dólar, para que los vencimientos de hoy no vayan al dólar. Pero la indexación cambiaria en medio de una crisis cambiaria, es una garantía cuestionable. En cuanto a la deuda externa en dólares, similar en valor a la doméstica, disminuirá el valor en dólares del superávit fiscal (ficticio), dificultando el pago de los intereses de la deuda pública. Lo único seguro del nuevo acuerdo con el FMI es que la poda de las jubilaciones y los servicios sociales será mayor a la actual. Milei se va a poner ´más pesado´ en cuanto a derechos constitucionales.
Tomada en su conjunto, la crisis de deuda afecta a toda la economía internacional, incluidas las instituciones encargadas de su regulación. El capital no va a escapar de la crisis a través de los laberintos en negro del bitcoin, porque su solvencia es inferior a la del sistema internacional. El no pago de las deudas públicas financieras está a la orden de las reivindicaciones políticas. La bancarrota financiera es la expresión ‘en vivo´ de un sistema económico en disolución y de un modo de producción social definitivamente agotados.
Jorge Altamira
27/03/2025
Criminales sí, poetas no
El 6 de abril de 2007, el cubano Luis Posada Carriles fue perdonado de todo cargo por una jueza federal de Texas. Dos años atrás, Posada Carriles había sido detenido por entrar al país de forma ilegal a través de la frontera con México, luego de que la presidenta Mireyas Moscoso de Panamá lo indultara en 2000 por mediación del presidente Bill Clinton. Un agente de la CIA asignado al caso, había reconocido en un artículo del New York Times del 13 de julio de 1998 que, desde el principio de la investigación, “Bosch y Posada eran los principales sospechosos; no había ningún otro”. Ni lo hubo nunca.
Exactamente veinte años antes, el cubano Orlando Bosch también había sido arrestado por entrar ilegalmente a Estados Unidos. Ninguno de los dos se había arriesgado a lanzarse en una balsa desde Cuba para ampararse a la vieja y atractiva ley de Pies mojados, pies secos. Sin Embargo, el entonces secretario de comercio de Florida, Jeb Bush, intercedió y su padre, el presidente de Estados Unidos y ex director de la CIA, George H. Bush, perdonó a Orlando Bosch quien, según la CIA y el FBI, era el autor de al menos treinta actos terroristas en suelo estadounidense y en otros países, como el auto bomba que, en 1976 le costara la vida en Washington a Ronni Moffitt y al ex ministro de Salvador Allende, Orlando Letelier. Este atentado terrorista fue ordenado por Pinochet y ejecutado por Michael Townley y sus amigos cubanos de Miami y Unión City. Creo haber explicado de forma extensa y bastante clara este rompecabezas imposible en el libro 1976. El Exilio del terror.
Durante los años 70, los ataques terroristas por la libertad, la mayoría planeados en Florida y Nueva Jersey, continuaron con aún más virulencia desde su creación en 1959. Los mismos grupos de cubanos exiliados con base en Miami realizaron 16 atentados en Cuba (entre bombardeos y la introducción de agentes patógenos) y 279 en Estados Unidos. Solo entre 1974 y 1976, Washington reconoció 113 atentados en el país y 202 en otros 23 países. En Miami, en solo dos años, lograron explotar 200 bombas, algunas de ellas en la Oficina del Fiscal, en las oficinas del FBI y en el Departamento de Policía. Cinco exiliados cubanos fueron asesinados por sus propios camaradas. Uno de los conocidos líderes del exilio e informantes del FBI, El Mono Ricardo Morales, no se presentó el día del juicio contra uno de sus camaradas.
Entre otras líneas de su currículum, Posada Carriles (como más de otros mil “combatientes”) había participado de la fallida invasión de Cuba en Bahía Cochinos, en diversos atentados terroristas contra la isla hasta entrado el siglo XXI y en el acoso a Nicaragua en los ochenta desde la base aérea estadounidense de Ilopango junto con decenas de otros operadores secretos, a las órdenes del coronel Oliver North. Según el New York Times del 15 de octubre de 1986, por entonces la base salvadoreña, centro de operaciones de la CIA, contaba con “más de 60 helicópteros comunes, 12 helicópteros de combate y por lo menos cinco AC’47 y 10 aviones de combate”.
En los ochenta y en los noventa, los atentados con bomba no se detuvieron con el ingreso a la política de los principales empresarios que los apoyaban, como Jorge Mas Canosa. Solo en 1989 se registrarán 18 atentados con bombas. Casi todos impunes. Casi todos sus autores olvidados por la prensa, a excepción de unos pocos, como Luis Posada Carriles, Orlando Bosch y El Mono Morales.
Enterados de la aparición del agente Posada Carriles en 2000, los gobiernos de Cuba y de Venezuela solicitaron su extradición para ser juzgado por actos de terrorismo. La CIA sabía y el FBI informó que, entre varios actos de terrorismo, Posada Carriles era el principal sospechoso de la bomba que mató a 73 personas del vuelo 455 de Cubana de Aviación en 1976. Su amigo Orlando Bosch (ambos agentes secretos de la policía de Venezuela) había definido el acto como un “acto legítimo de guerra”. Pese a que el mismo Posada Carriles reconoció haber sido el autor de otros actos de terrorismo, como explosiones de bombas en lugares públicos, la jueza federal de El Paso, Texas, Kathleen Cardone, estableció una fianza de 250 000 dólares para su liberación y obligó al condenado a residir en una casa de Miami con su esposa. Su extradición fue desestimada bajo el argumento de que en países como Cuba o Venezuela el acusado podría ser sometido a prácticas de tortura. A pesar de que el FBI lo definió como “un terrorista peligroso”, Posada Carriles no será enviado al centro de tortura que la CIA y el gobierno de Estados Unidos mantienen en territorio extranjero, en Guantánamo, sino a Miami, donde vivirá sus últimos once años de vida en libertad, caminando por la Calle 8 y disfrutando de las interminables playas de Florida.
Según el fiscal general de Estados Unidos, Dick Thornburgh, Bosch era “un terrorista que nunca se arrepintió”. Para el fiscal Joe Whitley, siempre fue “una amenaza a la Seguridad Nacional”. Nada de lo cual les impidió a él y a otros terroristas como Posada Carriles jubilarse y vivir protegidos en Miami. Para entonces, un centenar de asesinos y genocidas de esos países horribles del sur vivían libremente en Florida como si fuesen respetables hombres de negocios de traje y corbata. Los generales Carlos Eugenio Vides Casanova y José Guillermo García, responsables de violaciones y matanzas en la dictadura proxy de El Salvador, serán sólo tres de los casos más conocidos en Florida.
Según el Center for Justice and Accountability (CJA) con sede en San Francisco, cientos de terroristas y genocidas de todo el mundo que alegan haber luchado por la libertad asesinando a todo el que pensara diferente viven en Estados Unidos, algunos con otros nombres. Algunos no tuvieron tanta suerte, como el general Inocencio Montano, responsable de las matanzas en El Salvador durante los años 80 y 90. Montano fue descubierto en Florida, llevando una vida de honorable abuelo de familia, y fue extraditado a España en 2016. Su pecado no consistirá en haber matado a miles de salvadoreños sino a ciudadanos españoles en la masacre de jesuitas de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, en 1989.
En 2005, el cubano y especialista en inmigración radicado en Washington José Pertierra lo resumirá de forma clara: “Si Posada Carriles fuera miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas Cubanos en vez de terrorista, la cosa sería diferente. No pudiera aspirar a entrar a Estados Unidos. El Departamento de Seguridad Nacional les niega las visas a los poetas y artistas cubanos, pero le concede libre entrada al país a los terroristas. Cuba es uno de los siete países que Estados Unidos considera terroristas, y con ese pretexto el gobierno de George W. Bush les niega la entrada a los músicos, poetas, periodistas, escritores, y académicos cubanos por el simple hecho de que, como viven y trabajan en Cuba, son empleados del gobierno…”
Jorge Majfud | 25/03/2025
Antonio Benaiges, asesinado por milicias de Falange, se encuentra todavía desaparecido
Un maestro de la Segunda República
Antoni Benaiges fue uno entre los numerosos maestros y maestras asesinados por los golpistas españoles. Los renovadores de las aulas, críticos de un orden social injusto y una cultura retrógrada, quedaron en la mira de las clases dominantes y sus aliados.
Durante la Segunda República española los maestros y profesores se hicieron cargo de la enseñanza sobre bases como el laicismo y la coeducación de ambos sexos.
Y métodos de formación orientados a la constitución del espíritu crítico y la comprensión del mundo con una mirada desprejuiciada. La iglesia fue desplazada de su preeminencia en el campo educativo y se construyeron miles de nuevas escuelas.
De la iniciativa transformadora al fusilamiento.
Benaiges había nacido en Mont Roig del Camps, en la provincia de Tarragona, Cataluña, en 1903. Era un pueblo cerca del Mediterráneo, con varios miles de habitantes. Duro contraste con el poblado burgalés, en el corazón de la árida meseta castellana, en el que fue designado maestro de la escuela en 1934.
Apenas transcurrió un par de años en Bañuelos de Bureba, pueblito de alrededor de 250 habitantes en la provincia de Burgos. Ese tiempo bastó para que Benaiges dejara un rastro imborrable. Era un pueblo sin electricidad ni agua corriente. Y casi incomunicado, porque no había carreteras que pasaran por allí.
El maestro llevaba consigo ideas y prácticas innovadoras, junto con la imprenta y el gramófono, puestos al servicio de la enseñanza. Pronto se granjeó la antipatía del cura párroco y del alcalde.
Escribía también en periódicos de la zona para discutir y divulgar los nuevos métodos educativos. Era de ideas socialistas y estaba vinculado a la Casa del Pueblo de la vecina localidad de Briviesca.
El maestro, asesinado por milicias de Falange, (se cree que el 25 de julio de 1936) se encuentra todavía desaparecido. La provincia de Burgos quedó desde el comienzo en poder de los sediciosos.
Lo arrestaron apenas producida la sublevación, el 19 de julio. Denuncias efectuadas contra él caracterizaban su conducta como “antipatriota y antisocial y mal vista por las autoridades y padres de familia”.
Se supone que fue uno de los sepultados en la fosa común de Montes de la Pedraja, donde se han encontrado los restos de 135 personas. Sólo se identificaron hasta ahora algo más de 20 asesinados y entre ellos no está el maestro.
¿Cómo enseñaba Antoni?
Benaiges ponía en práctica un método pedagógico, llamado Freinet por el apellido de su creador, Célestin Freinet. Éste propiciaba un rol autónomo de los niños, con estímulo de la creatividad y de sus propias acciones, en una atmósfera de respeto y colaboración.
Se buscaba con ese método el desarrollo pleno de sus mejores actitudes, en un vínculo estrecho entre el pensamiento y la acción de niños y niñas. Autónomos y creativos, como autores de su propio aprendizaje.
Un objetivo del método se formulaba como “…que los niños aprendan haciendo y hagan pensando”. Se procuraba así combatir la tendencia a la enseñanza estática y memorística. Y el abandono de la idea de mantener a los niños “atados” a sus asientos en una actitud sumisa y sin otra voz que la concedida por sus maestros al interpelarlos o interrogarlos.
El uso de la imprenta era una de las facetas instrumentales del método Freinet, una herramienta fundamental del proceso de aprendizaje. El maestro catalán adquirió de su bolsillo la máquina y los insumos necesarios y los alumnos pasaron a tener un instrumento con el cual volcar sus búsquedas y reflexiones. Primaba la cooperación en el aula, el intercambio, incluso con niños de otras escuelas
Editaron su propia revista y también “cuadernos de vida” en los que daban a la luz sus experiencias y sentimientos. Creaban así sus propios textos para el trabajo en el aula, en lugar de depender sólo de escritos elaborados por adultos.
En uno de los cuadernos se dedicaron a preguntarse cómo sería el mar. Ninguno de esas niñas y niños criados en la meseta castellana lo conocía. Se titulaba El mar, visión de unos niños que no lo han visto nunca.
El maestro les prometió llevarlos a conocer el Mediterráneo, propósito que avanzó hasta ser truncado por la violencia asesina en julio de 1936.
Las vueltas de la memoria
Durante décadas el recuerdo de Antoni quedó en letargo. Sólo atesorado por familiares y exdiscípulos en España y por integrantes del exilio republicano en México, que lo mencionaban en sus publicaciones. Ya en el siglo XXI, el cine de ficción y documental; el teatro y el libro; fueron canales para popularizar esa historia.
El pueblo de Bañuelos constituyó el 28 de diciembre de 2013 la Asociación Escuela Benaiges, desde la que se ha rehabilitado el edificio de la escuela, convirtiéndolo en museo pedagógico.
La historia del maestro catalán inspiró una película de austera belleza, que alcanzó elevada asistencia de público, El maestro que prometió el mar, estrenada en 2023.
La directora de la realización cinematográfica, Patricia Fon dijo al agradecer un premio en un certamen de Cataluña:. «esta historia no es de un pasado remoto, es de nuestras familias y es muy necesario explicarla…”
Y dedicó la película y los premios que obtuvo a “…todas las personas que buscan a sus familiares desaparecidos, a todas las personas que ayudan a buscar a esos familiares, a todos los maestros de la República, al maestro Antoni Benaiges y a todos los maestros que piensan igual que él».”
El coautor de un libro sobre el maestro de Bañuelos, Sergi Bernal ha escrito:
““No se puede hablar de Antoni Benaiges solamente por la cuestión educativa, este maestro no tuvo la oportunidad de envejecer porque lo asesinaron. Por lo tanto, este es un tema que entronca directamente con la recuperación de la memoria histórica y antifascista. Hay que dar a conocer historias reales de vida de la gente que fue asesinada durante este periodo tan oscuro”.
El franquismo había percibido el potencial cuestionador de las concepciones educativas que apuntaban a cuestionar el orden social, político y cultural existente y se lanzó sobre los maestros y maestras que las profesaban y ejercían.
En muchos casos se contentó con desplazarlos de sus cargos y apartarlos de la enseñanza, como resultado de un proceso administrativo de “depuración”. Algunos fueron encarcelados y hasta asesinados, como Antoni.
Pese a su asesinato, como las autoridades no reconocían su muerte, igual fue sometido al procedimiento de depuración y separado del cargo durante 1939. Un regodeo en la infamia.
Mantener la atención en la figura de Benaiges es al mismo tiempo una reivindicación colectiva de la memoria acerca de los represaliados por el franquismo. Y una defensa de uno de los mejores aspectos de la Segunda República: su política educativa de orientación laica, popular, a menudo con proyección emancipatoria.
Daniel Campione | 14/03/2025
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