martes, julio 29, 2025

La visita de la deportadora serial


Luego de los dichos del embajador estadunidense en la Argentina, Peter Lamelas, postulado por Donald Trump, el fin de semana pasado hizo su arribo a la Argentina Kristi Noem, una alta funcionaria del gobierno de Donald Trump. Se trata de la secretaria del Departamento de Seguridad de Estados Unidos. Se reunió en la Casa Rosada con Javier Milei y Patricia Bullrich, en la que firmaron un pre acuerdo para que los ciudadanos argentinos ingresen sin visa a los Estados Unidos. Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía. 
 El preacuerdo rubricado entre ambos países se inscribe en el Programa de Exención de Visa (VWP, por sus siglas en inglés) contemplaría a ciudadanos argentinos que viajen a Estados Unidos por negocios o turismo por un lapso de 90 días. Las tratativas comenzaron el 1 de mayo pasado en una reunión de la que participó el embajador argentino en Washington, Alec Oxenford y en la que Estados Unidos “presentó una especie de self-assesment (autoevaluación) para determinar si la Argentina podía cumplir con los estrictos requisitos que implica el programa, que hoy tienen 42 países” (La Nación, 29/07). 
 Bullrich ofició de anfitriona en una recorrida que realizó Noem por la Casa Rosada, para luego suscribir un memorando de cooperación. Noem firmó por el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, el Servicio de Control de Inmigración y Aduana de Estados Unidos y la División de Operaciones de Aplicación de Leyes y Expulsión; Bullrich, por el Ministerio de Seguridad que preside. También participaron de las reuniones el Canciller Gerardo Werthein, el jefe de Gabinete de la Secretaría de Seguridad, Corey Lewandowski. la encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos, Heidi Nicole Gómez, y el asesor Robert Thomas Law. La visita de Noem y la tropa republicana es la cuarta que realizan altos funcionarios de EE. UU desde que Trump asumió su segunda presidencia. 
 De lo que trascendió de la reunión bilateral, se conoció que ambas gestiones establecerían un grupo de trabajo para identificar a prófugos en la Argentina. Pero a su vez hay una serie de exigencias por parte de Estados Unidos que no se han dado a conocer abiertamente para que la Argentina entre al programa, y estas tienen que ver con una serie de iniciativas entre las que se encuentran: la restricción de la entrada de rusos y la denegación del pasaporte argentino, el recorte a la entrada de venezolanos y bolivianos (Bolivia recientemente ha firmado un acuerdo con Irán) y que se tenga una caracterización política de las personas provenientes de estos países.
 Noem, conocida coma la “caza inmigrantes” por su dura política en materia de migración, fue gobernadora de Dakota del Sur entre 2019 y 2025. Como gobernadora se alineó con la política trumpista en relación a la pandemia de Covid – 19, al rechazar las medidas de aislamiento, el uso de barbijo y ser una militante anti vacunas. En sus redes sociales se puede observar videos en los que Noem manifiesta abiertamente de que “estamos sacando a las basuras de estas calles”. 
 Lo que se esconde detrás la entrada de Argentina al programa migratorio yanqui, del que el país fue parte entre 1996 y 2002, época de relaciones carnales, es la injerencia imperialista en los controles fronterizos, especialmente en la Triple Frontera, y la instrucción de las fuerzas de seguridad al mando de sus pares yanqui. Esto implica, en principio, un endurecimiento de la política migratoria bajo la batuta de Patricia Bullrich, que ya se ha cobrado la vida del bagayero Fernando Gómez a manos de la Gendarmería Nacional en diciembre de 2024. Para que el pre acuerdo llegue a buen puerto, la Argentina deberá atravesar un proceso al mando de los EE. UU que implica el registro de aeropuertos, la supervisión de la emisión de pasaportes y la coordinación de bases de datos sobre terrorismo, lo que implica otro peldaño de sometimiento al imperialismo yanqui por parte del gobierno liberticida. En una conferencia de prensa en la que Noem y Bullrich con atuendos de cowboys y montadas a caballos, la funcionaria trumpista aclaró que la entrada al programa no será inmediata y señaló que “nos gustaría ver que califiquen para el programa lo antes posible”. Para acelerar los trámites los liberticidas realizaran concesiones enormes que implicara un mayor sometimiento político -financiero con los Estado Unidos. 
 Noem aprovechó la venida para reflotar un viejo anhelo yanqui, poner en pie la Ameripol, una especie de Interpol, que asocie a las policías de todo el continente. El proyecto data de cuando Aníbal Fernández oficiaba de ministro de Seguridad, quien se reunió con autoridades yanquis para vehiculizar la iniciativa represiva. Siendo el gobierno liberticida el único socio político a ultranza de Trump en la región “la cuestión no es fácil de implementar, porque obviamente hay desconfianza de los gobiernos progresistas de Brasil, Uruguay, Chile, Bolivia, Colombia. En Washington aseguran que sería un sistema de intercambio de inteligencia criminal, pero los límites parecen poco claros”, señala Raúl Kollman desde Página/12 (29/07). 
 Al igual que los dichos de Lamelas y Kristalina Gueorguieva para apuntalar a Milei en el proceso electoral en curso, el viaje de Noem oficia como un apoyo proselitista a los liberticidas. Pero en perspectiva las negociaciones para que los argentinos entre sin necesidad de contar con una visa, opera como una extorsión para imponer aranceles a las exportaciones de acero y aluminio de Argentina, la importanción libre de medicamentos y vacunas y un régimen especial para autos de parte de nuestro país. 

 Lucas Giannetti 
 29/07/2025

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