Reclaman apartar al fiscal Eduardo Taiano de la investigación por la estafa de $Libra, cuando se acumulan nuevas pruebas que comprometen de forma directa a Javier Milei y a su entorno. Su inacción sistemática frente a un fraude de dimensiones históricas contrasta brutalmente con la celeridad persecutoria contra los luchadores.
Las últimas revelaciones dan cuenta de transferencias millonarias realizadas por Hayden Davis —creador del memecoin— a billeteras anónimas, movimientos que se produjeron inmediatamente después de reunirse en la Casa Rosada con el presidente y con Mauricio Novelli, uno de los cerebros locales de la operación. Davis movió más de cinco millones de dólares, mientras que la familia de Novelli vació en tiempo récord las cajas de seguridad que este había abierto apenas días antes del lanzamiento de $Libra. Esa evidencia, por sí sola, ameritaba allanamientos urgentes, secuestro de dispositivos y medidas para evitar la fuga de capitales. Nada de eso ocurrió.
La trama es aún más grave: plataformas como Bitget y Gate.io aparecen como canales de transferencias sospechosas; distintos empresarios del sector denuncian pedidos de coimas de entre 50.000 y 500.000 dólares para poder acceder a una reunión con Milei; y se acumulan testimonios que señalan que el entorno presidencial exigía “servicios de marketing” pagos para “acercar CEOs” al mandatario. El propio Davis se jactó de tener “control” sobre el presidente enviando dinero a su hermana, Karina Milei. Al mismo tiempo, el fundador de Stream Finance aseguró que un funcionario del gobierno recibió un soborno de cinco millones de dólares por la promoción oficial de $Libra.
Sin embargo, frente a este cuadro explosivo, la fiscalía de Taiano no avanzó con una sola medida de fondo. No allanó la Casa Rosada, no pidió los teléfonos de los implicados, no rastreó el lavado de activos que ya está en marcha y permitió que los responsables vaciaran cajas de seguridad enteras. Su comportamiento solo puede calificarse como encubrimiento activo: la Justicia argentina ha decidido garantizarle impunidad al presidente y a los organizadores de la estafa cripto más grande de la historia.
El contraste se vuelve obsceno cuando se observa la actuación del mismo fiscal en otras causas. Mientras cajonea Libra, Taiano impulsa la persecución penal contra Vanina Biasi por denunciar el genocidio del pueblo palestino. En conjunto con el juez Rafecas, avanzó en tiempo récord hacia el juicio oral, incluso ignorando apelaciones pendientes. Comodoro Py actúa como brazo político del gobierno, amedrentando a quienes enfrentan su agenda colonial y represiva, al mismo tiempo que protege los negocios y las estafas del oficialismo.
Eso explica por qué el pedido de apartamiento de Taiano se instala con fuerza: su continuidad al frente de la causa es una garantía de impunidad para Milei. El fiscal no solo omitió investigar el rol central de la Casa Rosada en la maniobra; también ha permitido que los responsables del fraude sigan moviendo millones de dólares para lavar el botín. En cambio, cuando se trata de perseguir a quienes cuestionan al sionismo y denuncian los crímenes del Estado de Israel —causa alineada con los intereses exteriores del gobierno libertario—, actúa con una velocidad inusitada.
Mientras organismos internacionales, como el Departamento de Justicia estadounidense, ya evalúan avanzar con imputaciones formales contra Milei por recibir sobornos de ciudadanos norteamericanos, en Argentina Taiano hace equilibrio para evitar que la investigación toque al presidente. Su parcialidad es evidente y su permanencia en la causa solo puede servir a los fines del Ejecutivo.
La estafa de $Libra exhibe la trama de corrupción que atraviesa al gobierno: tráfico de influencias, pedidos de coimas, negocios paralelos, vaciamiento de cajas de seguridad y lavado de capitales. Los beneficiarios son siempre los mismos: fondos buitre, especuladores financieros y un puñado de capitalistas que hicieron fortunas con el derrumbe del país. Los perjudicados, también: los trabajadores, golpeados por la confiscación salarial, el ajuste y la destrucción de la educación y la salud públicas.
El apartamiento de Taiano es un reclamo básico contra la impunidad de estos estafadores y el encubrimiento que protege a Milei y a su círculo íntimo. Hay que terminar con este régimen que gobierna al servicio del saqueo.
Camila García

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