Blog marxista destinado a la lucha por una nueva sociedad fraterna y solidaria, sin ningún tipo de opresión social o nacional. Integrante del Colectivo Avanzar por la Unidad del Pueblo de Argentina.
sábado, noviembre 30, 2013
China: Incremento de huelgas, corrupción y deuda son presagios de la revolución que viene
Seis meses después de la elección del nuevo Comité Permanente del Buró Político de China bajo la presidencia de Xi Jinping, ha quedado muy claro que los próximos diez años bajo su mandato no se parecerán a la relativa estabilidad social y al rápido crecimiento de los diez años pasados. El carro no seguirá rodando por el mismo camino. Xi Jinping y el Partido Comunista de China están en una encrucijada, enfrentados a ese dilema clásico de todas las clases dominantes - ¿abrirse a reformas democráticas o tomar medidas drásticas ante el crecimiento de la disidencia?
Por debajo del suave, controlado y aparentemente inmutable edificio de la presidencia de Hu Jintao, China ha sido cualquier cosa menos estable. Millones se han unido a lo que es, de lejos, el mayor proletariado del mundo para comenzar a producir más y más mercancías. De particular interés para los marxistas es el renacimiento del movimiento obrero chino que está creciendo en confianza y en organización día a día. Este hecho es infinitamente de la mayor importancia para determinar la disposición del nuevo régimen a reformarse a sí mismo como le suplican los liberales progresistas.
Según China Labour Bulletin (CLB), los tres meses de junio a agosto de 2013 vieron 183 huelgas, un 7% más que en el trimestre anterior ¡y más del doble que en el mismo periodo del 2012!
CLB también ha observado un desarrollo de gran importancia – cada vez hay más huelgas en un número mayor de grandes fábricas. La concentración y socialización de la producción capitalista es una ley que se expresa en China con una fuerza particular. Esto está llevando a huelgas más grandes y potentes en los centros urbanos más importantes. Guangdong, probablemente, la provincia de mayor desarrollo económico e importancia, ahora concentra un tercio de todas las huelgas de China.
"Una de las tendencias de particular interés en los datos de los mapas huelguísticos es el creciente número de conflictos en las empresas más grandes, las que tienen de 100 a 1000 empleados. La proporción pasó del 35 por ciento en los meses de junio, julio y agosto de 2012 al 60 por ciento en el mismo período de este año. Además, observamos cinco huelgas que afectan a más de un millar de personas. En el centro de fabricación de Dongguan, por ejemplo, más de un millar de obreras realizaron una huelga contra los recortes salariales el 14 de junio y bloquearon las carreteras en las afueras de Lun Hop, una empresa de prendas de vestir de propiedad sueca ...Y en septiembre, cinco de los 38 incidentes registrados, contaron con la participación de más de 1.000 trabajadores. En Jixi, Heilongjiang, por ejemplo, más de 1.000 trabajadores siderúrgicos del Grupo Beigang llevaron a cabo una huelga y se manifestaron frente al gobierno local el 16 de septiembre. Los trabajadores protestaban contra los salarios atrasados, y pusieron carteles que decían "¡tenemos que sobrevivir, tenemos que comer, pagadnos nuestros salarios!" Al día siguiente, el 17 de septiembre, se informó de que alrededor de 6.000 trabajadores de la empresa Electrónica Shili en Dongguan bloquearon las carreteras en protesta por las contribuciones pendientes del pago de la seguridad social. Se enfrentaron a cientos de policías antidisturbios y varios trabajadores fueron golpeados".
CLB luego agrega que "el porcentaje de incidentes en las empresas pequeñas y medianas, las que tienen menos de 100 empleados, se redujo de un 58 por ciento del total al 31 por ciento", muy probablemente debido a que "cada vez más las pequeñas empresas simplemente van a la quiebra o se fusionan con empresas más grandes. Un informe publicado en Forbes China, el 20 de junio, señalaba que, debido a una falta de creatividad, innovación y apoyo del gobierno, las pequeñas y medianas empresas en China se enfrentan cada vez más a la amenaza de la bancarrota". En otras palabras, el desarrollo orgánico del capitalismo en capitalismo monopolista encuentra su reflejo en la fuerza organizativa del proletariado chino - exactamente lo que Marx explicó hace más de 150 años.
La experiencia adquirida y el creciente tamaño y combatividad de las movilizaciones demuestran la confianza creciente de la clase obrera china, cuyo temor al Estado chino disminuye con el aumento de la organización de los trabajadores. Y esta falta de miedo tiene una base objetiva - "Los trabajadores de China ahora parecen estar frente a una fuerza de policía más "amigable" y a un número de detenciones menor. En el verano de 2012, alrededor del 47 por ciento de los incidentes registrados tuvieron una intervención de la policía, y casi el 17 por ciento terminó con algunos arrestos o detenciones; en 2013, sin embargo, las cifras se redujeron al 12 por ciento y 5 por ciento, respectivamente".
¿Cómo se explica la disminución de la represión? ¿Está el Estado chino reformándose en un Estado liberal, como desea tan encarecidamente la intelectualidad occidental? Es evidente que no es así, el nuevo régimen de Xi Jinping está persiguiendo a los disidentes de Internet más que nunca y ha incrementado el gasto en seguridad interna, que ahora suma más que el dedicado a defensa militar. ¿O tal vez está incluso girando a la izquierda y comienza a apoyar los derechos de los trabajadores? Existe alguna evidencia de que la Federación China de Sindicatos (ACFTU), controlada por el gobierno, ha apoyado realmente a trabajadores en huelga, como en el caso de la huelga en International Paper. ¿Indica esto que el Partido Comunista de China está comenzando a regresar a sus raíces para ponerse a la cabeza de la clase obrera?
Al contrario. El PCCh y el Estado chino, en lugar de defender a la clase obrera, están aterrorizados de su fuerza cada vez mayor y se ven obligados a ceder algo de terreno a la misma. El movimiento desde abajo está creciendo más rápido que la capacidad de este pesado aparato de seguir su ritmo, y está, como señala CLB, apoyando pasivamente y de mala gana a la ACFTU. Siempre atareado con las cifras del PIB y preocupado por la banca en la sombra, el Estado chino se ha olvidado de que décadas con resultados de crecimiento de dos cifras produjo igualmente una clase obrera en expansión.
La represión estatal y el control ideológico totalitario de cosas tales como Internet no pueden resistir estas fuerzas, las relaciones económicas y sociales son más poderosas y fundamentales que las políticas. Por cada activista sindical detenido, miles más surgen de la tormentosa e incesante industria china, en la que cientos de millones de trabajadores viven y trabajan codo con codo. Por cada sitio web bloqueado, miles más de trabajadores chinos consiguen acceder a Internet. Por cada cuenta de Sina Weibo (equivalente a Facebook o Twitter) cerrada, ¿cuántas más surgen para informar de noticias de huelgas, protestas contra la contaminación o para quejarse de la corrupción del gobierno?
Es por esta razón que el Estado chino está teniendo un papel más pasivo y deja a los trabajadores un poco de espacio para organizarse - porque no puede contenerlos. Pero esto no significa, como imagina Han Dongfang de CLB, que el Estado chino está consiguiendo una mayor legitimidad y puede ser reformado gradualmente hasta que represente los intereses de los trabajadores. El poder del Estado chino está basado enteramente en el crecimiento del capitalismo chino en el escenario mundial, y el aparato estatal, de arriba a abajo está corrompido a fondo por los intereses capitalistas. Como el propio Han señala en el mismo artículo, "Repito: los trabajadores de China ya no son víctimas sino luchadores. Ellos no sólo están luchando por instinto, ahora están más organizados y en el futuro tendrán una perspectiva más estratégica. Ya no se conforman con luchar por reivindicaciones ocasionales, sino que están empezando a luchar por una solución a largo plazo" (el subrayado es nuestro).
Combatiendo a moscas y tigres
Las políticas emblemáticas iniciales de la presidencia de Xi han sido el 'Sueño Chino' y la campaña contra la corrupción. La primera está tomada del "sueño americano" de los EEUU, y es igual de vacía y falsa, y sirve al mismo propósito - adormecer al proletariado con la ilusión de una prosperidad y libertad futuras. La campaña contra la corrupción representa un intento de cubrir el flanco izquierdo del régimen atacando de forma superficial las injusticias más flagrantes del capitalismo, mientras que en sustancia se introducen medidas cada vez más pro-capitalistas. Es muy revelador que estas sean las principales políticas de Xi - un ataque superficial contra los ricos, unido a la propaganda de un estilo de vida burgués inaccesible para la inmensa mayoría.
Junto con innumerables jefes locales del partido, o "moscas", la campaña contra la corrupción se distingue con algunas víctimas de muy alto perfil, o 'tigres', entre ellos el muy poderoso Zhou Yongkang, miembro del Comité Permanente del Buró Político saliente y responsable de la seguridad interna, y Jiang Jiemin, presidente de la estatal Comisión de Administración y Supervisión de Activos; es decir, ¡el jefe de las privatizaciones en China!
Esto coincide con la invocación de Xi, de forma cínica, de la Línea política de Masas de Mao. Los funcionarios corruptos del PCCh son objeto, bajo su mirada directa, de auto-flagelaciones frente a las masas por sus pecados burgueses. Estas sesiones se transmiten por TV, con Xi Jinping presente, por supuesto; no se hacen confesiones sino que se interroga a los funcionarios, que reconocen cosas como están demasiado preocupados con el crecimiento y el dinero, y no por el bien del pueblo. Por supuesto, todo está orquestado y son cuidadosos en no revelar nada demasiado escandaloso, sin embargo cuando se trata de los juicios de dirigentes como Bo Xilai, Zhou Yongkang y Jiang Jiemin, las revelaciones de la corrupción y la riqueza obscena son inevitablemente perjudiciales para la credibilidad del partido.
La campaña contra la corrupción no engaña a la gente haciéndola creer que el gobierno se autocorrige. El pueblo chino es consciente de que el abismo que separa a las clases ha crecido en proporciones insalvables en el capitalismo, y que los funcionarios del Estado hace tiempo que se han pasado al otro lado. Los informes diarios de corrupción obscena de los funcionarios del partido, tanto pequeños como grandes, en lugar de aumentar la confianza en el liderazgo de Xi, sólo sirven para subrayar la injusticia inherente a todos los niveles que existe en la sociedad capitalista. Según The Economist, "Un bloguero se hizo eco del cinismo general que existe hacia el funcionariado: "¿Por qué no empiezan por criticar el tamaño de sus cuentas bancarias y bienes personales?""
Y qué grandes se han convertido estas cuentas bancarias. Una investigación del New York Times reveló que el entorno familiar de Wen Jiabao, el primer ministro de China hasta noviembre de 2012, tenía una riqueza acumulada de alrededor de 2.700 millones de dólares gracias a sus conexiones. El reciente juicio de Bo Xilai reveló al pueblo chino que este prominente ex-miembro del Partido "Comunista" había aceptado sobornos en forma, entre otras cosas, de una villa de lujo en Francia. Según la agencia Bloomberg, la familia del nuevo presidente y héroe anti-corrupción Xi Jinping tiene "intereses incluyendo inversiones en compañías con activos totales de $ 376 millones, una participación indirecta del 18 por ciento en una empresa de tierras raras con $ 1.730 millones en activos, y un paquete de 20,2 millones de dólares invertidos públicamente en una compañía tecnológica".
Se filtró accidentalmente un informe del Banco Popular de China que reveló que 16.000-18.000 funcionarios del PCCh habían huido de China desde mediados de la década de 1990, ¡llevándose alrededor de 160.000 millones de dólares con ellos! Esto significa que "cada funcionario robó, en promedio, una cifra estimada en 50 millones de yuanes (más de $ 7 millones). Precisamente porque esto es sólo una estimación, se puede imaginar que los números reales son en realidad mucho más grandes. Algunos medios de comunicación han informado que la esposa del ingeniero jefe adjunto del Ministerio de Ferrocarriles, Zhang Shuguang, capturado recientemente por corrupción, posee tres mansiones de lujo en Los Ángeles, y cuenta en una Caja de Ahorros hasta $ 2.800 millones en Estados Unidos y Suiza. Esto da una idea de un panorama más amplio" (World Crunch).
Contrariamente a lo que dicen las publicaciones liberales como The Economist y The Guardian, la corrupción no puede ser acometida mediante la realización de reformas liberales, tales como "el desarrollo de un poder judicial y medios de comunicación independientes". Bajo el capitalismo, cada institución es "despojada de su halo", y los jueces y periodistas "independientes", cuanto más liberados están del control del gobierno, más se convierten en los títeres del capital. Libertad y privatizaciones en la sociedad capitalista no son más que la sumisión al mercado. La verdadera fuente de la corrupción de la burocracia china es la conquista del poder del mercado; de ahí que privatizar los medios de comunicación y liberar el poder judicial simplemente legaliza y formaliza la corrupción, así como miembros del Congreso de Estados Unidos son corrompidos legalmente por los ejércitos de lobbystas de las corporaciones.
La zona de libre comercio de Shanghai
Si alguien se dejó engañar por el ruido "izquierdista" de la campaña contra la corrupción y tenía dudas de que la dirección de la administración de Xi Jinping ha sido hacia una mayor privatización, sólo tenemos que apuntar en la dirección del reciente anuncio de la creación de la Zona de Libre Comercio de Shanghai.
La actividad de esta zona, cuya creación ha sido recientemente anunciada, se centrará alrededor del libre movimiento de capitales internacionales relacionados con instituciones financieras de China. Las principales medidas prometidas serían (todavía hay, como es habitual con el gobierno de China, una gran cantidad de incertidumbre en cuanto a los detalles de las normas de esta nueva zona) la convertibilidad de la mineda china, el Yuan (es decir, la capacidad para liquidar los pagos y el comercio libremente en la moneda de China en los mercados financieros internacionales), y la eliminación de límites a la tasa de interés con que se paga a los depositantes, como se ha ensayado recientemente en Wenzhou. El verdadero objetivo de las zonas de libre comercio en China es probar los siguientes pasos que se aplicarán en el resto del país en su inevitable marcha hacia una economía plenamente capitalista. Más zonas de libre comercio se han anunciado en Wuhan, Guangzhou y Ningxia.
Por supuesto, la filosofía del gobierno chino es "domar a la bestia", e instituir el capitalismo e integrarlo en el mercado mundial de una forma planificada y controlada, con el fin de preservar el status-quo. Sin embargo, la naturaleza burguesa desvergonzada de estas reformas es clara, e indica los planes que Xi Jinping y Li Keqiang (el Primer Ministro) tienen para el conjunto de China.
Hu Xialian, la vicegobernadora del gigantesco banco estatal Banco Popular de China, escribió recientemente un artículo muy franco donde señalaba la naturaleza completamente burguesa de la motivación del gobierno chino para impulsar la convertibilidad del Yuan. Dice:
"La expansión de los negocios transfronterizos del renminbi [otra forma de denominar al yuan. NdT] también crea mayores requisitos para el nivel de los servicios financieros y la infraestructura financiera. ... Por lo que es necesario acelerar las mejoras en el sistema financiero ", escribe. "Los productos deben ser más abundantes, las operaciones de mercado más eficientes, el sistema de mercado más completo y la supervisión del mercado más efectiva. Tenemos que abrir los mercados financieros nacionales de una manera gradual y ordenada, y acelerar el establecimiento de un sistema de mercado comparativamente desarrollado y maduro."
No podía ser más claro - la dirección real del PCCh y de Xi Jinping no va en la "línea de masas" de Mao y de la participación de las masas en predicar justicia social entre los funcionarios corruptos y la emergente clase burguesa, sino en utilizar superficialmente tales campañas como una hoja de parra para disfrazar las privatizaciones en curso y la apertura general de la economía a las fuerzas del mercado.
El mercado dicta al Estado
A medida que el gobierno chino ha aceptado el capitalismo como el motor del crecimiento chino, se ve obligado a cada paso a conceder cada vez más terreno a las necesarias leyes del capitalismo. Sus intentos de "controlar" el mercado y evitar las crisis simplemente absorben mucho más al gobierno en las relaciones capitalistas. Al igual que un hombre que se ahoga en arenas movedizas, la agitación de sus miembros sólo revela su total impotencia ante la situación.
El estímulo fiscal de 2008 ha dado lugar a un hinchamiento de la deuda pública. El gobierno ni siquiera sabe la cantidad exacta de deuda que flota en el sistema. Según sus propios cálculos, varía del 30% al 60% del PIB. Los gobiernos locales, que se vieron obligados a pedir prestado a los bancos de propiedad estatal para luego financiar el gasto en infraestructuras (y otros), ahora están atrapados en una cadena de pagos más grandes de lo que pueden soportar. Esto les ha obligado, en contra de la propia normativa del gobierno central, a emitir deuda en forma de bonos. Estos bonos son luego reempaquetados y utilizados como "Productos de Gestión de Riqueza, 'Wealth Management Porducts' (WMA), que son también, como los bonos de las autoridades locales, "innovaciones financieras" para saltarse las regulaciones bancarias de China. WMA son productos que permiten a los chinos invertir los ahorros y obtener tasas de interés más altas que en las cuentas bancarias normales, ya que las tasas de interés sobre estas últimas están limitadas, en otro intento de "controlar" el capitalismo.
El problema es que el gasto en infraestructura de las autoridades locales no ha creado para ellos un auge económico, ya que el mercado mundial está saturado y el crecimiento de China se está desacelerando. Los datos oficiales muestran que a finales de 2012, la tasa de utilización de la capacidad productiva en las industrias del hierro y acero, cemento, electroliticas, aluminio y vidrio eran respectivamente de sólo el 72%, 73,7%, 71,9%, 73,1% y 75%. No pueden funcionar cerca del 100%, porque entonces no sería rentable vender todo lo que producen. Por lo tanto, las autoridades locales no recaudarán lo suficiente en impuestos con este auge económico como esperaban, y de hecho no lo están haciendo, para financiar este gasto. Hay un enorme déficit y esta es la razón por la que se han visto obligados a comenzar a emitir bonos, rompiendo las regulaciones gubernamentales.
A su vez, dependen de su otra principal fuente de ingresos, la venta de tierras (que también son a menudo ilegales). Por el momento las autoridades locales están, fundamentalmente, apropiándose ilegalmente de tierras campesinas de propiedad colectiva con el fin de vendérselas a los especuladores y promotores. Esto se conoce eufemísticamente como "tierra a cambio de equidad", un nombre que pasa por alto la realidad de millones de campesinos privados de tierras y obligados a trasladarse a las ciudades para convertirse en proletarios inmigrantes, a menudo en lejanas provincias, y por lo tanto carecen de los derechos y los beneficios que se dan sólo a los que pertenecen a cada provincia.
Esta política va a ser formalizada y legalizada en la próxima Tercera Sesión Plenaria del 18º Comité Central del Partido. Pero al mismo tiempo, el gobierno central está tratando conscientemente de enfriar el mercado inmobiliario, por temor a las hipotecas de alto riesgo en peligro de impago. De este modo, pueden terminar provocando impagos de las autoridades locales, que dependen de la subida de los precios de las tierras que venden para tapar sus brechas fiscales.
De esta manera, se demuestra que el mercado, con sus crisis inevitables, está dictándole al gobierno y no al revés. Como señala el economista de Nomura, Zhang Zhiwei, "la deuda de los gobiernos locales ha estado creciendo a una velocidad de casi el 20% anual en el último par de años. Si esta tendencia continúa, sin duda traerá riesgos sistémicos para la economía de China"
Si el Comité Central aprueba esta ley, acelerará el despojo de tierras y de riqueza de los campesinos, y con ello aumentarán los brotes de lucha campesina, ya comunes, como se vio en la ocupación de Wukan en 2011. Estas disputas campesinas están muy conectadas con la clase obrera, ya que a menudo involucran a familias cuya situación también ha obligado a algunos de sus miembros a buscar trabajo asalariado en las ciudades. Es de destacar que este mismo Comité Central también es probable que aumente la edad de jubilación y las contribuciones de los trabajadores para sus pensiones. En Europa, estos movimientos han sido una fuente importante de lucha de clases. El cóctel de más acaparamiento de tierras, "reforma" de las pensiones, una desaceleración de la economía y el ya incremento de las huelgas está acelerando la llegada de la tan temida "explosión social".
Las Luchas de Clase que vienen
Cada vez está más claro que China no puede evitar la crisis capitalista ni un movimiento revolucionario. Las cifras de huelgas testifican que algo se está gestando, y que China está desde hace tiempo madura para una revolución. Pero, ¿qué carácter tendrá?
Como hemos señalado en artículos anteriores ( http://www.marxist.com/xi-jinping-and-the-future-of-china-part-one.htm), la revolución china que viene tendrá una clara división de clases desde el primer momento. Inevitablemente, sus primeros objetivos incluirán reformas democráticas, sin embargo, la fuerza motriz será la clase obrera que arrastrará tras de sí a los campesinos. La clase burguesa en China ya está demasiado insertada en el statu quo y el aparato estatal, y no puede resolver la cuestión de la Democracia, que es históricamente una tarea burguesa. Ella ya es la clase dominante. Se alineará con el aparato del Estado y se opondrá a los trabajadores. Los principales métodos de la revolución serán huelgas masivas y levantamientos campesinos.
Aunque el capitalismo chino es fuerte, su clase dominante ha resultado ser políticamente inmadura y atrofiada por la historia. Todavía está pagando el precio de su desarrollo tardío a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando era tan débil que ni siquiera podía oponerse a la anticuada y tambaleante dinastía Qing. En cambio, la revolución china de 1949 tuvo que barrer del poder también a los capitalistas emergentes. El regreso del capitalismo ha llevado a un crecimiento poderosísimo pero, una vez más, no ha podido ser llevado a término por ningún sector de la clase capitalista china porque no existía. En su lugar, esta restauración fue dirigida por el aparato del Estado del que surgió gradualmente una pequeña y frágil clase capitalista.
Esto significa que la clase capitalista china carece de experiencia política. Está excluida del poder y tiene que recurrir al soborno de funcionarios. Mientras que la clase dominante de, por ejemplo, Estados Unidos y Gran Bretaña, tuvo siglos para perfeccionar el arte de controlar la política, incluyendo la corrupción de los dirigentes obreros, la burguesía china no tiene esa experiencia. Ni que decir tiene cómo la ola huelguística está tratando a los sindicalistas corruptos, y el Estado carece de cualquier medio para involucrar a los elementos reformistas del movimiento obrero en la gestión del Estado burgués.
Esto significa que una explosión revolucionaria puede tener lugar sin previo aviso y con la burguesía sin medios probados y comprobados a su disposición para influir en las capas superiores de la clase obrera. Y todo esto ocurre en el contexto de un capitalismo mundial plagado de crisis que está restringiendo el uso de la válvula de seguridad probada y comprobada que ofrece el capitalismo chino, o que ofrecía, con su crecimiento exponencial.
Como muestran las cifras de huelga, en el yunque de las luchas en el taller omnipotente de China, el nuevo proletariado está adquiriendo las más indispensables de las conquistas - la conciencia de clase y la organización. Ninguna cantidad de represión estatal ha sido o será capaz de detener el avance de este proceso objetivo. ¡Viva la clase obrera china, viva la revolución china!
Daniel Morley y Congyue Da
23 de octubre de 2013
Buen acuerdo en Ginebra de los 5+1 con Irán
Todo el mundo contento por acuerdo con Irán, menos Israel
Los representantes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, más Alemania, suscribieron un acuerdo con Irán. Todo el mundo festejó el compromiso, menos el sionista Estado de Israel.
El 23 de noviembre se llegó a un acuerdo entre los cancilleres de las cinco potencias que ocupan un sillón permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania que no tiene ese lugar por razones obvias tras la II Guerra Mundial, con el canciller iraní Javad Zarif.
Este final feliz ocurrió en Ginebra, donde hubo tres intentos anteriores desde que en junio pasado fue elegido presidente el clérigo Hassan Rohani. Este había planteado posiciones más flexibles, pero sin renunciamientos a principios, tratando de congeniar con esa media docena de países.
El ayatolá Ali Khamenei, máximo referente de la República Islámica, había autorizado avanzar en ese intento. Eso sí, había fijado “líneas rojas” que Zarif y los negociadores no podían traspasar. Irán no iba a renunciar, y no renunció, a su legítimo derecho a enriquecer uranio en su programa nuclear, orientado a la producción de energía y la fabricación de medicamentos.
Después de un larguísimo “tire y afloja” entre las dos partes -se puede tomar sólo en su último tramo, desde junio de este año, o bien desde las primeras sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU en 2006- se suscribió algo que dejó medianamente contentos a todos. A todos menos a Israel.
El convenio abarca seis meses, lapso durante el cual las partes verán si se verifican las condiciones pactadas. En tal caso, se negociarán otros objetivos más ambiciosos para un período más prolongado.
La administración Rohani se compromete a que su enriquecimiento de uranio no supere el 5 por ciento y a que no aumentará sus actuales reservas de uranio al 3,5 por ciento, en tanto consumirá como combustible los 200 kilos que tiene de stock al 20 por ciento. Tales rangos son muy inferiores al uranio enriquecido al 90 por ciento que se requiere para fabricar una bomba nuclear. Rohani y su antecesor Mahmud Ahmadinejad siempre negaron que ese fuera su objetivo.
Las autoridades persas también acordaron que entrara en impasse su central atómica de agua pesada de Arak, que tiene capacidad para procesar plutonio, otro material sensible por su posible empleo con fines armamentísticos.
Hasta allí las concesiones hechas por el canciller Zarif. Otra de las condiciones, como las autorizaciones para que las delegaciones de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) pudieran inspeccionar in situ los reactores, ya habían sido dispuestas con anterioridad. A mediados de noviembre, el representante de la Energía Atómica de Irán y ex canciller Ali Akbar Salehi, había firmado esa autorización en Teherán con el director general de la entidad, Yukiya Amano.
Dignidad iraní
Hasta aquí las obligaciones de la parte persa. El convenio amagó arruinarse a mediados de mes por nuevas imposiciones que portaba el secretario de Estado John Kerry y fueron rechazados por Zarif y los cancilleres de Rusia y China.
Ahora cabe puntualizar las cosas que tuvo que resignar el cuarteto imperial (EE UU, Reino Unido, Francia y Alemania). En primer término se obligó a no poder imponer a Irán nuevas sanciones durante este semestre y mientras está en vigencia el convenio. En segundo lugar, debieron levantar el embargo que habían impuesto sobre fondos iraníes depositados en bancos estadounidenses y europeos, por ventas petroleras. Según el vocero del gobierno de Rohani, Mohamad Baqer Nobajt, esos fondos fueron liberados y alcanzan en bancos de EE UU la suma de 8.000 millones de dólares. Según el funcionario, ya el 25/11 “los activos ya están disponibles y por el momento la República Islámica no convertirá toda la suma en moneda local iraní, el rial”.
La tercera medida favorable al país tercermundista es que las grandes potencias deberán levantar las sanciones contra las exportaciones petroleras y petroquímicas, de oro y metales preciosos y la industria automotriz, así como con las importaciones de partes para la aviación comercial.
El primero que tuvo que empezar a cumplir con su parte fue Washington, pero también la Unión Europea tomó compromisos. Su alta comisionada en Relaciones Exteriores, Catherine Ashton, pidió tiempo hasta diciembre para decidirlo junto con los cancilleres, donde llamativamente el mayor “halcón” fue hasta ahora el “socialista”, Laurent Fabius.
Irán sufrió mucho con el embargo (no tanto como Cuba, que soporta un duro bloqueo norteamericano desde 1962). La dignidad persa tuvo su recompensa, pues además del levantamiento de sanciones, la recuperación de sus fondos embargados y la mayor exportación petrolera, lo firmado dejó a salvo lo sustancial de su programa nuclear. Se legitimó su derecho a enriquecer uranio hasta el 5 por ciento y a que funcionen legal y reconocidamente sus centrales nucleares de Arak y Natanz.
Agridulce para Obama
El acuerdo semestral obtenido tiene un sabor agridulce para el estadounidense. La parte edulcorada tiene que ver con que su delegado Kerry se atribuye el éxito de haber puesto la barrera del 5 por ciento para el enriquecimiento de uranio iraní. “Para explicarlo en forma sencilla, se cortaron los caminos más probables que Irán podría seguir hasta desarrollar una bomba”, dijo Obama desde Washington. Esta reflexión suena muy cínica en labios de quien porta un maletín nuclear con el control sobre varias miles de ojivas nucleares alojadas en arsenales, viajando en submarinos y otros barcos de guerra, o bajo las alas de aviones bombarderos.
En una coyuntura donde el presidente se rompió algunos dientes en la crisis de Siria, donde su proyecto de agresión se topó con la negativa rusa y china, además de la fuerza en contra que supusieron Irán y muchos otros países del mundo, aquél estaba necesitado de una iniciativa que terminara bien. Todo le salía mal, afuera de sus fronteras pero también adentro, como con el shutdown o cierre del gobierno federal por falta de presupuesto 2014 y de elevación del tope de endeudamiento.
Al mismo tiempo, lo suscripto en Ginebra tiene facetas adversas para la Casa Blanca. La Rusia de Vladimir Putin y el canciller Serguei Lavrov, aparecen ante la opinión pública mundial como mucho más partícipes de la operación que Obama-Kerry.
Irán deja a salvo su programa nuclear con fines pacíficos, con enriquecimiento de uranio y funcionamiento de sus centrales nucleares, lo que se vuelve como bumerán y pega en el Salón Oval. ¿Tantas sanciones y demonización de Teherán para que al final quede en pie ese programa?
Hay que anotar que dentro de EE UU hay una extrema derecha republicana y con poder incluso en el partido demócrata, que estaba en contra de un diálogo con el país islámico. Esa gente cree en el diálogo de los misiles y drones, y pondrá en tela de juicio lo negociado en Suiza. Hasta puede acusarlo a Obama de pusilánime con Irán y de haber aliviado la situación de asedio que vivía ese país y también Siria. Es que ahora se distiende relativamente más el panorama para el presidente Bashar al Assad.
Desubicados sionistas
El alivio mundial y clima de medida alegría por los anuncios desde Ginebra tuvieron una excepción que confirma la regla: Israel. Su premier Benjamin Netanyahu calificó el hecho como “un error histórico”. Según este enemigo de la paz mundial, la comunidad internacional “está cediendo demasiado a Teherán, que conservará la capacidad de producir un arma nuclear y amenazar a Israel”.
El líder del Likud, de extrema derecha, aclaró que no se siente obligado a respetar lo firmado por el 5+1, con lo que dejó una puerta entreabierta a bombardear las centrales iraníes, como hizo Israel contra Irak y más recientemente contra instalaciones sirias no nucleares.
Cómo será de desubicada la postura del jefe de gobierno israelita, que varios analistas más sensatos publicaron en Israel artículos advirtiendo que de esa manera se socavaba la única alianza estratégica del sionismo. Si Netanyahu serrucha esa rama norteamericana donde reposa, podría caerse del árbol y quebrarse varios huesos...
Un diario tan poco afecto a la revolución islámica, como Clarín, tituló: “Satisfacción y cautela tras el histórico acuerdo con Irán” (25/11). Esto es un termómetro que marca el nivel de aislamiento y enajenación del régimen sionista.
Dicho divorcio de la realidad afecta a los sionistas, incluso los que tienen los pies en Buenos Aires y el corazón en Tel Aviv: la embajada de Israel, las cúpulas de la AMIA y la DAIA, el fiscal Alberto Nisman, la Cámara de Comercio Argentino-Israelí, los periodistas Carlos Pagni, Eduardo van der Kooy, Joaquín Morales Solá y Pepe Eliaschev, etc. Este lobby estuvo todo el año planteando el rechazo al Memorando de Entendimiento de Argentina con Irán. Una de las piezas más claras de esa campaña fue el reciente editorial de “La Nación” (21/11) titulado: “La inconstitucionalidad del acuerdo con Irán”.
Dos días más tarde las potencias firmaron la tregua con Irán, entre aquéllas las mismas con las que sintonizan los sectores pro sionistas de Argentina. ¿O será que éstos tienen más coincidencias con los neonazis Netanyahu y el canciller Avigdor Lieberman, que con sus admirados Obama, Cameron, Merkel y Hollande?
Emilio Marín
La Arena
Los representantes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, más Alemania, suscribieron un acuerdo con Irán. Todo el mundo festejó el compromiso, menos el sionista Estado de Israel.
El 23 de noviembre se llegó a un acuerdo entre los cancilleres de las cinco potencias que ocupan un sillón permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania que no tiene ese lugar por razones obvias tras la II Guerra Mundial, con el canciller iraní Javad Zarif.
Este final feliz ocurrió en Ginebra, donde hubo tres intentos anteriores desde que en junio pasado fue elegido presidente el clérigo Hassan Rohani. Este había planteado posiciones más flexibles, pero sin renunciamientos a principios, tratando de congeniar con esa media docena de países.
El ayatolá Ali Khamenei, máximo referente de la República Islámica, había autorizado avanzar en ese intento. Eso sí, había fijado “líneas rojas” que Zarif y los negociadores no podían traspasar. Irán no iba a renunciar, y no renunció, a su legítimo derecho a enriquecer uranio en su programa nuclear, orientado a la producción de energía y la fabricación de medicamentos.
Después de un larguísimo “tire y afloja” entre las dos partes -se puede tomar sólo en su último tramo, desde junio de este año, o bien desde las primeras sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU en 2006- se suscribió algo que dejó medianamente contentos a todos. A todos menos a Israel.
El convenio abarca seis meses, lapso durante el cual las partes verán si se verifican las condiciones pactadas. En tal caso, se negociarán otros objetivos más ambiciosos para un período más prolongado.
La administración Rohani se compromete a que su enriquecimiento de uranio no supere el 5 por ciento y a que no aumentará sus actuales reservas de uranio al 3,5 por ciento, en tanto consumirá como combustible los 200 kilos que tiene de stock al 20 por ciento. Tales rangos son muy inferiores al uranio enriquecido al 90 por ciento que se requiere para fabricar una bomba nuclear. Rohani y su antecesor Mahmud Ahmadinejad siempre negaron que ese fuera su objetivo.
Las autoridades persas también acordaron que entrara en impasse su central atómica de agua pesada de Arak, que tiene capacidad para procesar plutonio, otro material sensible por su posible empleo con fines armamentísticos.
Hasta allí las concesiones hechas por el canciller Zarif. Otra de las condiciones, como las autorizaciones para que las delegaciones de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) pudieran inspeccionar in situ los reactores, ya habían sido dispuestas con anterioridad. A mediados de noviembre, el representante de la Energía Atómica de Irán y ex canciller Ali Akbar Salehi, había firmado esa autorización en Teherán con el director general de la entidad, Yukiya Amano.
Dignidad iraní
Hasta aquí las obligaciones de la parte persa. El convenio amagó arruinarse a mediados de mes por nuevas imposiciones que portaba el secretario de Estado John Kerry y fueron rechazados por Zarif y los cancilleres de Rusia y China.
Ahora cabe puntualizar las cosas que tuvo que resignar el cuarteto imperial (EE UU, Reino Unido, Francia y Alemania). En primer término se obligó a no poder imponer a Irán nuevas sanciones durante este semestre y mientras está en vigencia el convenio. En segundo lugar, debieron levantar el embargo que habían impuesto sobre fondos iraníes depositados en bancos estadounidenses y europeos, por ventas petroleras. Según el vocero del gobierno de Rohani, Mohamad Baqer Nobajt, esos fondos fueron liberados y alcanzan en bancos de EE UU la suma de 8.000 millones de dólares. Según el funcionario, ya el 25/11 “los activos ya están disponibles y por el momento la República Islámica no convertirá toda la suma en moneda local iraní, el rial”.
La tercera medida favorable al país tercermundista es que las grandes potencias deberán levantar las sanciones contra las exportaciones petroleras y petroquímicas, de oro y metales preciosos y la industria automotriz, así como con las importaciones de partes para la aviación comercial.
El primero que tuvo que empezar a cumplir con su parte fue Washington, pero también la Unión Europea tomó compromisos. Su alta comisionada en Relaciones Exteriores, Catherine Ashton, pidió tiempo hasta diciembre para decidirlo junto con los cancilleres, donde llamativamente el mayor “halcón” fue hasta ahora el “socialista”, Laurent Fabius.
Irán sufrió mucho con el embargo (no tanto como Cuba, que soporta un duro bloqueo norteamericano desde 1962). La dignidad persa tuvo su recompensa, pues además del levantamiento de sanciones, la recuperación de sus fondos embargados y la mayor exportación petrolera, lo firmado dejó a salvo lo sustancial de su programa nuclear. Se legitimó su derecho a enriquecer uranio hasta el 5 por ciento y a que funcionen legal y reconocidamente sus centrales nucleares de Arak y Natanz.
Agridulce para Obama
El acuerdo semestral obtenido tiene un sabor agridulce para el estadounidense. La parte edulcorada tiene que ver con que su delegado Kerry se atribuye el éxito de haber puesto la barrera del 5 por ciento para el enriquecimiento de uranio iraní. “Para explicarlo en forma sencilla, se cortaron los caminos más probables que Irán podría seguir hasta desarrollar una bomba”, dijo Obama desde Washington. Esta reflexión suena muy cínica en labios de quien porta un maletín nuclear con el control sobre varias miles de ojivas nucleares alojadas en arsenales, viajando en submarinos y otros barcos de guerra, o bajo las alas de aviones bombarderos.
En una coyuntura donde el presidente se rompió algunos dientes en la crisis de Siria, donde su proyecto de agresión se topó con la negativa rusa y china, además de la fuerza en contra que supusieron Irán y muchos otros países del mundo, aquél estaba necesitado de una iniciativa que terminara bien. Todo le salía mal, afuera de sus fronteras pero también adentro, como con el shutdown o cierre del gobierno federal por falta de presupuesto 2014 y de elevación del tope de endeudamiento.
Al mismo tiempo, lo suscripto en Ginebra tiene facetas adversas para la Casa Blanca. La Rusia de Vladimir Putin y el canciller Serguei Lavrov, aparecen ante la opinión pública mundial como mucho más partícipes de la operación que Obama-Kerry.
Irán deja a salvo su programa nuclear con fines pacíficos, con enriquecimiento de uranio y funcionamiento de sus centrales nucleares, lo que se vuelve como bumerán y pega en el Salón Oval. ¿Tantas sanciones y demonización de Teherán para que al final quede en pie ese programa?
Hay que anotar que dentro de EE UU hay una extrema derecha republicana y con poder incluso en el partido demócrata, que estaba en contra de un diálogo con el país islámico. Esa gente cree en el diálogo de los misiles y drones, y pondrá en tela de juicio lo negociado en Suiza. Hasta puede acusarlo a Obama de pusilánime con Irán y de haber aliviado la situación de asedio que vivía ese país y también Siria. Es que ahora se distiende relativamente más el panorama para el presidente Bashar al Assad.
Desubicados sionistas
El alivio mundial y clima de medida alegría por los anuncios desde Ginebra tuvieron una excepción que confirma la regla: Israel. Su premier Benjamin Netanyahu calificó el hecho como “un error histórico”. Según este enemigo de la paz mundial, la comunidad internacional “está cediendo demasiado a Teherán, que conservará la capacidad de producir un arma nuclear y amenazar a Israel”.
El líder del Likud, de extrema derecha, aclaró que no se siente obligado a respetar lo firmado por el 5+1, con lo que dejó una puerta entreabierta a bombardear las centrales iraníes, como hizo Israel contra Irak y más recientemente contra instalaciones sirias no nucleares.
Cómo será de desubicada la postura del jefe de gobierno israelita, que varios analistas más sensatos publicaron en Israel artículos advirtiendo que de esa manera se socavaba la única alianza estratégica del sionismo. Si Netanyahu serrucha esa rama norteamericana donde reposa, podría caerse del árbol y quebrarse varios huesos...
Un diario tan poco afecto a la revolución islámica, como Clarín, tituló: “Satisfacción y cautela tras el histórico acuerdo con Irán” (25/11). Esto es un termómetro que marca el nivel de aislamiento y enajenación del régimen sionista.
Dicho divorcio de la realidad afecta a los sionistas, incluso los que tienen los pies en Buenos Aires y el corazón en Tel Aviv: la embajada de Israel, las cúpulas de la AMIA y la DAIA, el fiscal Alberto Nisman, la Cámara de Comercio Argentino-Israelí, los periodistas Carlos Pagni, Eduardo van der Kooy, Joaquín Morales Solá y Pepe Eliaschev, etc. Este lobby estuvo todo el año planteando el rechazo al Memorando de Entendimiento de Argentina con Irán. Una de las piezas más claras de esa campaña fue el reciente editorial de “La Nación” (21/11) titulado: “La inconstitucionalidad del acuerdo con Irán”.
Dos días más tarde las potencias firmaron la tregua con Irán, entre aquéllas las mismas con las que sintonizan los sectores pro sionistas de Argentina. ¿O será que éstos tienen más coincidencias con los neonazis Netanyahu y el canciller Avigdor Lieberman, que con sus admirados Obama, Cameron, Merkel y Hollande?
Emilio Marín
La Arena
El declive de Estados Unidos (y de todos los demás...)
La economía política del mundo es un mosaico de corrientes opuestas: deterioro interior y enriquecimiento de la élite, nuevas fuentes de incremento de las ganancias y de profundización del desencanto político, caída de los estándares de vida para muchos y lujo extravagante para unos pocos; pérdidas militares en algunas regiones y avances imperiales en otras. Se habla de configuraciones de poder mundial de carácter unipolar, multipolar e incluso despolarizada. ¿Dónde, cuándo, hasta qué punto y bajo qué circunstancias tienen validez dichas caracterizaciones?
Las burbujas crecen y se desvanecen -pero hablemos de los "beneficiados": Aquellos que causan las crisis, recogen las mayores ganancias mientras sus víctimas no tienen voz ni voto. La economía especulativa y el estado delictivo prosperan promoviendo la perversión de la cultura y del lenguaje. "Periodismo investigador", o reportaje a través de la mirilla, está de moda. El mundo del poder gira descontrolado: Mientras se produce la decadencia, los poderes líderes declaran: "¡o nuestro liderazgo o la ruina de todos!".
Configuraciones globales de poder
El poder es una relación entre clases, estados e instituciones militares e ideológicas. Cualquier configuración de poder depende de las luchas pasadas y presentes que reflejan relaciones cambiantes de fuerza. Las estructuras y los recursos materiales, las concentraciones de riqueza, armamento y medios tienen una gran importancia; establecen el marco en el cual se insertan los dueños principales del poder. Pero las estrategias para retener o ganar poder dependen del tejido de alianzas, del desarrollo de guerras y de la negociación de la paz. Por encima de todo, el poder depende de la fuerza de los cimientos internos. Estos se basan en una economía productiva, un estado independiente y libre de conflictos externos perjudiciales y de una clase dominante capaz de recolectar recursos globales para "comprar" el consenso interno de la mayoría.
Para evaluar la posición de Estados Unidos en la configuración global de poder es necesario analizar las cambiantes relaciones políticas y económicas a dos niveles: por región y por esfera de poder. La historia no transcurre siguiendo un patrón lineal ni ciclos recurrentes: las derrotas militares y políticas en algunas regiones pueden ir acompañadas de victorias importantes en otras. La decadencia económica en algunas esferas y regiones puede estar compensada por marcados avances en otros sectores económicos y en otras regiones.
En el análisis final, no se trata de marcar los resultados en un tablero ni de sumar victorias y restar derrotas sino de interpretar los resultados regionales y sectoriales extrayendo la tendencia y las estructuras emergentes de la configuración de poder global. Comencemos por examinar el legado de las guerras recientes en el poder económico, militar y político global de EE.UU.
Mantenimiento del imperio estadounidense: Derrotas, retiradas, avances y victorias
Las perspectiva dominante en los análisis más críticos sostien que en la década pasada el imperio estadounidense ha sufrido una serie de derrotas militares, de decadencia económica y que ahora enfrenta competidores más fuertes y la probabilidad de mayores derrotas militares. La evidencia citada es contundente: EE.UU. se vio forzado a retirar tropas de Irak, después de una ocupación militar extremadamente costosa que duró una década, dejando un régimen que es un estrecho aliado de Irán, el adversario regional de EE.UU. La guerra de Irak saqueó la economía, privó a las corporaciones de EE.UU. de la riqueza del petróleo, incrementó el presupuesto de Washington y los déficit de la balanza comercial y disminuyó los estándares de vida de los ciudadanos de EE.UU. La guerra de Afganistán tuvo resultados similares, con altos costos externos, retirada militar, regímenes subalternos débiles, descontento interno y carencia de transferencia de poder (saqueo imperial) hacia el Tesoro de EE.UU. o hacia las corporaciones privadas. La guerra de Libia causó la destrucción total de una rica economía petrolera en el Norte de África, la desintegración total del estado y de la sociedad civil y la emergencia de milicias armadas tribales y fundamentalistas opuestas a los regímenes subalternos de EE.UU. y la Unión Europea en África del Norte, en la región al Sur del Sahara y más allá. Washington decidió que, en lugar de seguir beneficiándose de los jugosos acuerdos de gas y petróleo con el gobierno conciliador de Kadafi, iba a impulsar un "cambio de régimen", mediante una guerra que arruinó Libia y destruyó la viabilidad de un estado central. La actual "guerra por intermediarios" en Siria ha fortalecido a los señores de la guerra musulmanes, ha destruido la economía del país y ha incrementado la cantidad de refugiados -que ya contaba con millones de desplazados de las guerras en Irak y Libia. Las guerras imperiales de EE.UU. han causado pérdidas económicas, inestabilidad política y ganancias militares para los adversarios musulmanes.
América Latina ha rechazado categóricamente los esfuerzos de EE.UU. para derrocar al gobierno de Venezuela. El mundo entero -menos Israel y Washington- repudia el embargo a Cuba. Proliferan las organizaciones de integración regional, que excluyen a EE.UU. Ha disminuido la participación de EE.UU. en la balanza comercial de la región, con Asia tomando el lugar dejado por EE.UU. en los mercados latinoamericanos.
En Asia, China consolida y expande sus vínculos económicos con los países clave, mientras que el "pivot" de EE.UU. se centra principalmente alrededor de los asentamientos militares en Japón, Australia y Filipinas. Es decir que China es más importante que EE.UU. para la expansión económica de Asia, y al mismo tiempo, China financia el déficit de la balanza comercial de EE.UU. y revitaliza la economía estadounidense.
En África, las fuerzas militares de EE.UU. llevan a cabo operaciones para promover los conflictos armados e intensificar la inestabilidad. Mientras, los capitalistas asiáticos, con grandes inversiones en los países estratégicos de África, recogen los beneficios del boom de commodities, expanden los mercados e incrementan las ganancias.
Las revelaciones sobre la red de espionaje global de la NSA de EE.UU. han perjudicado el accionar de los servicios de inteligencia y las operaciones clandestinas. La inversión masiva de EE.UU. en el ciber-imperialismo, aunque pudo haber beneficiado los intereses de algunas corporaciones privadas privilegiadas, parece haber generado reacciones diplomáticas y prácticas negativas para el imperio.
En suma, el actual panorama global presenta un cuadro de derrotas significativas en las políticas imperiales, al igual que pérdidas sustanciales para el Tesoro de EE.UU. y la erosión del respaldo popular. Sin embargo, esta perspectiva presenta debilidades notorias, especialmente en relación con otras regiones, relaciones y esferas de la actividad económica. Las estructuras fundamentales del imperio siguen intactas.
La OTAN, la principal alianza militar liderada por el Pentágono, está ampliando su lista de socios y expandiendo su campo de operaciones. Los estados del Báltico, especialmente Estonia, son sitio de ejercicios militares a gran escala a solo pocos minutos de las principales ciudades rusas. Tanto Europa del Centro como del Este proveen bases para misiles que apuntan a Rusia. Ucrania recientemente ha dado pasos para integrarse a la Unión Europea y para integrar la OTAN.
La Alianza Trans-Pacífico (TPP) liderada por EE.UU. ha expandido sus socios entre los países andinos: Chile, Perú y Colombia. Esto funciona como un trampolín para debilitar los bloques de intercambio comercial en la región como MERCOSUR y ALBA, que excluyen a Washington. Mientras tanto, la CIA, el Departamento de Estado y las ONGs aliadas impulsan todo tipo de sabotajes económicos y campañas de desestabilización política para debilitar al gobierno nacionalista de Venezuela. Los banqueros y capitalistas pro-EE.UU. siguen trabajando para sabotear la economía, generar inflación (50%), desabastecimiento de artículos básicos de consumo y apagones eléctricos. El control que ejercen sobre los medios de prensa de Venezuela les ha permitido explotar el descontento popular echándole la culpa de la inestabilidad económica a la "ineficiencia del gobierno".
Por sobretodo, la ofensiva de EE.UU. en América Latina se ha enfocado en el golpe militar en Honduras, en el sabotaje económico constante en Venezuela, en campañas electorales y de medios en Argentina, en la guerra cibernética en Brasil, mientras que a la par EE.UU. estrecha vínculos con los gobiernos neoliberales complacientes de México, Colombia, Chile, Panamá, Guatemala y República Dominicana. EE.UU. ha perdido influencia en América Latina durante la primera década del siglo XXI, pero desde entonces ha recuperado parcialmente algunos de sus clientes y socios. La recuperación relativa de la influencia de EE.UU. en la región ilustra el hecho de que los "cambios de régimen" y la disminución en la balanza comercial, no han desgastado los vínculos financieros y corporativos con los poderosos intereses estadounidenses, incluso en los países progresistas. La presencia continua de poderosos aliados políticos -incluso aquellos "fuera del gobierno- constituye un trampolín para que EE.UU. pueda recuperar su influencia en la región. Las políticas nacionalistas y los proyectos de integración regional emergentes siguen siendo vulnerables a los contraataques de EE.UU.
Mientras que EE.UU. ha perdido influencia entre algunos países productores de petróleo, por otra parte ha disminuido el grado de dependencia de las importaciones de gas y petróleo gracias a un notable incremento de la producción energética vía "fracking" y otras tecnologías extractivas intensivas. Mayor autosuficiencia significa costos energéticos más bajos para los productores internos, lo que aumenta su capacidad competitiva en los mercados mundiales, y por ende la posibilidad de recuperar espacio en los mercados para sus exportaciones.
El aparente declive de la influencia imperial de EE.UU. en el mundo árabe, posterior a las populares revueltas de la "Primavera Árabe", se ha detenido e incluso se ha revertido. El golpe militar en Egipto, y el establecimiento y consolidación de la dictadura militar en El Cairo sofocó las movilizaciones de masa populares y nacionales. Egipto ha regresado a la órbita de EE.UU. e Israel. En Argelia, Marruecos y Túnez los viejos y nuevos gobernantes están aplastando cualquier protesta antiimperialista. En Libia, la fuerza aérea de EE.UU. y la OTAN destruyeron el gobierno nacional populista de Kadafi, eliminaron un modelo alternativo de estado de bienestar social y lo reemplazaron con el saqueo neocolonial, pero hasta el momento no lograron consolidar un régimen neoliberal aliado en Trípoli. Pandillas musulmanas armadas adversarias, matones de grupos étnicos y monárquicos saquean y asolan el territorio. La destrucción de un régimen antiimperialista no condujo al establecimiento de un régimen proimperialista.
En el Medio Oriente, Israel continúa despojando a los palestinos de la tierra y del agua. EE.UU. sigue escalando las maniobras militares e imponiendo más sanciones económicas contra Irán -debilitando a Teherán pero también disminuyendo la riqueza y la influencia de EE.UU. por la pérdida del lucrativo mercado iraní. Como en Siria, los aliados de EE.UU. y la OTAN destruyeron la economía nacional y fragmentaron una sociedad compleja, sin lograr convertirse en los principales beneficiados del proceso. Los mercenarios musulmanes han ampliados sus bases de operación mientras que Hezbolá se ha consolidado como un importante actor en la región. Las negociaciones actuales con Irán abrieron posibilidades para que EE.UU. reduzca sus pérdidas y la amenaza regional de una nueva y costosa guerra pero esas conversaciones son bloqueadas por una alianza entre el estado sionista-militar de Israel, la monarquía de Arabia Saudita y la Francia "socialista".
Washington ha perdido influencia económica en Asia -ante el avance de China- pero está implementando una contraofensiva regional, desde su red de bases militares en Japón, Filipinas y Australia. Promueve un nuevo acuerdo económico Trans-Pacífico que excluye a China. Esto pone de manifiesto la capacidad de EE.UU. para intervenir y para delinear los intereses imperialistas. Sin embargo, anunciar nuevas política y formas organizativas no es lo mismo que implementarlas y proveerles un contenido dinámico. El cerco militar tendido por Washington alrededor de China está contrabalanceado por la deuda billonaria contraída con Beijín. Una política militar agresiva contra China podría causar que China se decida a vender masivamente bonos del Tesoro estadounidense y que las inversiones de quinientas multinacionales se hallen en serio peligro.
El reparto del poder entre una potencia global establecida y una emergente, como los son EE.UU. y China, no puede ser "negociado" a través de la superioridad militar de EE.UU. Las amenazas y chicanas diplomáticas solo consiguen victorias propagandísticas, únicamente los logros económicos de largo plazo pueden constituir los caballos de Troya necesarios para erosionar el dinámico crecimiento de China. Incluso hoy, la élite de China gasta cuantiosas sumas para educar a sus hijos en las "prestigiosas" universidades de EE.UU. y Gran Bretaña, donde se enseñan las doctrinas económicas de libre mercado y las narrativas centradas en la noción de imperio. En la última década, los políticos chinos más destacados y las corporaciones más adineradas han enviado miles de millones de dólares de valores lícitos y no-lícitos hacia cuentas bancarias en el exterior, para invertir en negocios inmobiliarios de lujo en América del Norte y Europa y para lavado de dinero en paraísos de estas actividades. Hoy, existe en China una facción poderosa de economistas y consejeros de las élites financieras a favor de una mayor "liberalización financiera", es decir, un dominio de las corporaciones financieras especuladoras de Wall Street y la City de Londres. Mientras que las industrias chinas pueden estar ganando espacios en la competencia por los mercados internacionales, EE.UU. ha ganado y sigue ganando espacios en la estructura financiera de China.
La participación de EE.UU. en el comercio de América Latina puede estar en retroceso pero el valor absoluto del dólar se ha incrementado varias veces en la última década.
EE.UU. puede estar perdiendo clientes de derecha en América Latina pero los nuevos gobiernos de centro-izquierda están colaborando activamente con las principales corporaciones mineras y agro-industriales y con las empresas de importación-exportación de bienes. El Pentágono no ha sido capaz de orquestar golpes de estado, con la patética excepción de Honduras, pero todavía mantiene una estrecha relación con los militares de América Latina de dos maneras: 1) realizando actividades "antiterroristas", "antinarcóticos" y de "control de migración" a nivel regional, 2) proporcionando entrenamiento técnico y adoctrinamiento político mediante programas militares "educativos" en el extranjero y 3) desarrollando ejercicios militares conjuntos.
En suma, las estructuras corporativas, financieras, militares, políticas y culturales del imperio estadounidense continúan en su lugar y dispuestas a recobrar hegemonía en el momento en que las oportunidades políticas se presenten. Por ejemplo, un marcado declive en los precios de los bienes (k) probablemente provocaría una crisis profunda e intensificaría los conflictos de clase en los países gobernados por regímenes de centro-izquierda, que dependen de las exportaciones agrícolas y mineras para financiar sus programas sociales. En cualquier confrontación, EE.UU. impulsaría el derrocamiento del gobierno y la reimplantación de un gobierno aliado neoliberal en asociación con las élites económicas y militares. La fase actual de políticas y configuraciones de poder post neoliberal es vulnerable. El "declive de la influencia y del poder de EE.UU." es relativo y puede ser revertido, incluso cuando no vuelva a su configuración anterior. El punto teórico es que mientras las estructuras imperiales sigan vigentes y mientras los colaboradores externos mantengan posiciones estratégicas, EE.UU. podrá recuperar una posición dominante en la configuración global de poder.
Para que se concrete el regreso imperial no hace falta que sigan "las mismas caras conocidas". Ya hay nuevas figuras políticas, especialmente algunas con credenciales de progresistas y retoques cosméticos de ideología "socialmente incluyente" con papeles importantes en las nuevas redes de intercambio dirigidas por el imperio. En Chile, la recientemente electa Presidenta "socialista" Michelle Bachelet y el peruano ex-nacionalista Ollanta Humala son grandes defensores de la Alianza Trans-Pacífico de Washington, un mercado regional que compite con MERCOSUR y ALBA, y excluye a China. En México, el Presidente Peña Nieto, cliente de EE.UU., está privatizando la "joya" de la economía mexicana, PEMEX, la gigante compañía petrolera, fortaleciendo el poder de Washington sobre los recursos energéticos regionales y aumentando la independencia de EE.UU. del petróleo de Medio Oriente. El Presidente colombiano Santos, el presidente de la "paz", está negociando el fin de la guerrilla para expandir la explotación multinacional de minerales y recursos energéticos localizados en regiones disputadas por la guerrilla, un desenlace que le traerá grandes beneficios a las corporaciones petroleras de EE.UU. En Argentina, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) ha firmado un contrato con el gigante petrolero Chevron para explotar un gran yacimiento de gas y petróleo conocido como Vaca Muerta. Este acuerdo expandirá la presencia de EE.UU. en Argentina en el área energética, sumándose a la influencia ganada por Monsanto en el poderoso sector agrícola.
No hay dudas de que América Latina ha diversificado el comercio y que la participación de EE.UU. ha experimentado un declive relativo. Los gobernantes latinoamericanos ya no buscan ansiosamente la "certificación" de los embajadores de EE.UU. antes de presentar una candidatura política. EE.UU. está totalmente aislado en el boicot a Cuba. La OEA ya no es un paraíso para EE.UU. Pero hay tendencias en el sentido contrario, como las reflejadas por el TPP. Hay nuevos sitios de explotación económica, que no se hallan bajo el control absoluto de EE.UU. que ahora sirven como trampolines desde donde obtener un incremento del poder imperial.
Conclusión
La economía de EE.UU. está en una fase de estancamiento y no logra recuperar dinamismo debido a una serie de guerras imperiales. Sin embargo, en el Medio Oriente, el declive de EE.UU. en relación con el pasado, no fue acompañado de un ascenso de los viejos rivales. Europa se halla en una crisis cada vez más profunda, con un ejército inmenso de desocupados, crecimiento negativo crónico y pocos signos de recuperación para el futuro cercano. Incluso China, el nuevo poder global emergente, está disminuyendo su crecimiento, que ha bajado del 11% al 7% en la década actual. Beijín enfrenta un creciente descontento interno. India, al igual que China, está liberalizando su sistema financiero, abriéndolo a la penetración e influencia del capital financiero de EE.UU.
Las principales fuerzas antiimperialistas de Asia y África no son los movimientos progresistas, seculares, democráticos o socialistas. Los movimientos que se enfrentan al imperialismo son religiosos, étnicos, misóginos y autoritarios con tendencias irredentistas. Las viejas voces seculares y socialistas han perdido fuerza, y proporcionan "justificaciones" perversas para las guerras de agresión en Libia, Mali y Siria. Los socialistas franceses, que se opusieron a la guerra de Irak en el 2003, ahora tienen al Presidente Hollande parodiando el militarismo brutal del señor de la guerra israelí, Netanyahu.
El punto es que tanto la tesis del "declive del imperio estadounidense" como su corolario, "la crisis de EE.UU." es una exageración, dependiente del tiempo y carente de datos específicos. En realidad no hay una alternativa al imperio ni una tendencia antiimperialista en el horizonte inmediato. Mientras que es cierto que el capitalismo occidental está en crisis, la reciente curva ascendente del capitalismo asiático en China e India enfrentan diferentes crisis producidas por la salvaje explotación de clase y por las criminales relaciones de casta. Si las condiciones objetivas están "maduras para el socialismo", los socialistas, al menos aquellos que tienen alguna presencia política, se hallan cómodamente insertados en sus respectivos regímenes imperialistas. Los marxistas y socialistas de Egipto respaldaron a los militares para derrocar el gobierno conservador musulmán electo por el pueblo, conduciendo a la restauración de un régimen pro-imperialista en el país. Los "marxistas" franceses e ingleses han respaldado la destrucción de Libia y Siria por parte de la OTAN. Numerosos progresistas y socialistas, en Europa y Estados Unidos apoyan a los israelíes militaristas y/o se quedan callados ante el poder sionista interno en el poder ejecutivo y en el legislativo.
Si el imperialismo está en una fase de declive, también lo está el antiimperialismo. Si el capitalismo está en crisis, los anticapitalistas están en retirada. Si los capitalistas buscan nuevos rostros e ideólogos para restablecer su prosperidad, ¿no es hora de que los antiimperialistas y anticapitalistas hagan lo mismo?
James Petras
Las burbujas crecen y se desvanecen -pero hablemos de los "beneficiados": Aquellos que causan las crisis, recogen las mayores ganancias mientras sus víctimas no tienen voz ni voto. La economía especulativa y el estado delictivo prosperan promoviendo la perversión de la cultura y del lenguaje. "Periodismo investigador", o reportaje a través de la mirilla, está de moda. El mundo del poder gira descontrolado: Mientras se produce la decadencia, los poderes líderes declaran: "¡o nuestro liderazgo o la ruina de todos!".
Configuraciones globales de poder
El poder es una relación entre clases, estados e instituciones militares e ideológicas. Cualquier configuración de poder depende de las luchas pasadas y presentes que reflejan relaciones cambiantes de fuerza. Las estructuras y los recursos materiales, las concentraciones de riqueza, armamento y medios tienen una gran importancia; establecen el marco en el cual se insertan los dueños principales del poder. Pero las estrategias para retener o ganar poder dependen del tejido de alianzas, del desarrollo de guerras y de la negociación de la paz. Por encima de todo, el poder depende de la fuerza de los cimientos internos. Estos se basan en una economía productiva, un estado independiente y libre de conflictos externos perjudiciales y de una clase dominante capaz de recolectar recursos globales para "comprar" el consenso interno de la mayoría.
Para evaluar la posición de Estados Unidos en la configuración global de poder es necesario analizar las cambiantes relaciones políticas y económicas a dos niveles: por región y por esfera de poder. La historia no transcurre siguiendo un patrón lineal ni ciclos recurrentes: las derrotas militares y políticas en algunas regiones pueden ir acompañadas de victorias importantes en otras. La decadencia económica en algunas esferas y regiones puede estar compensada por marcados avances en otros sectores económicos y en otras regiones.
En el análisis final, no se trata de marcar los resultados en un tablero ni de sumar victorias y restar derrotas sino de interpretar los resultados regionales y sectoriales extrayendo la tendencia y las estructuras emergentes de la configuración de poder global. Comencemos por examinar el legado de las guerras recientes en el poder económico, militar y político global de EE.UU.
Mantenimiento del imperio estadounidense: Derrotas, retiradas, avances y victorias
Las perspectiva dominante en los análisis más críticos sostien que en la década pasada el imperio estadounidense ha sufrido una serie de derrotas militares, de decadencia económica y que ahora enfrenta competidores más fuertes y la probabilidad de mayores derrotas militares. La evidencia citada es contundente: EE.UU. se vio forzado a retirar tropas de Irak, después de una ocupación militar extremadamente costosa que duró una década, dejando un régimen que es un estrecho aliado de Irán, el adversario regional de EE.UU. La guerra de Irak saqueó la economía, privó a las corporaciones de EE.UU. de la riqueza del petróleo, incrementó el presupuesto de Washington y los déficit de la balanza comercial y disminuyó los estándares de vida de los ciudadanos de EE.UU. La guerra de Afganistán tuvo resultados similares, con altos costos externos, retirada militar, regímenes subalternos débiles, descontento interno y carencia de transferencia de poder (saqueo imperial) hacia el Tesoro de EE.UU. o hacia las corporaciones privadas. La guerra de Libia causó la destrucción total de una rica economía petrolera en el Norte de África, la desintegración total del estado y de la sociedad civil y la emergencia de milicias armadas tribales y fundamentalistas opuestas a los regímenes subalternos de EE.UU. y la Unión Europea en África del Norte, en la región al Sur del Sahara y más allá. Washington decidió que, en lugar de seguir beneficiándose de los jugosos acuerdos de gas y petróleo con el gobierno conciliador de Kadafi, iba a impulsar un "cambio de régimen", mediante una guerra que arruinó Libia y destruyó la viabilidad de un estado central. La actual "guerra por intermediarios" en Siria ha fortalecido a los señores de la guerra musulmanes, ha destruido la economía del país y ha incrementado la cantidad de refugiados -que ya contaba con millones de desplazados de las guerras en Irak y Libia. Las guerras imperiales de EE.UU. han causado pérdidas económicas, inestabilidad política y ganancias militares para los adversarios musulmanes.
América Latina ha rechazado categóricamente los esfuerzos de EE.UU. para derrocar al gobierno de Venezuela. El mundo entero -menos Israel y Washington- repudia el embargo a Cuba. Proliferan las organizaciones de integración regional, que excluyen a EE.UU. Ha disminuido la participación de EE.UU. en la balanza comercial de la región, con Asia tomando el lugar dejado por EE.UU. en los mercados latinoamericanos.
En Asia, China consolida y expande sus vínculos económicos con los países clave, mientras que el "pivot" de EE.UU. se centra principalmente alrededor de los asentamientos militares en Japón, Australia y Filipinas. Es decir que China es más importante que EE.UU. para la expansión económica de Asia, y al mismo tiempo, China financia el déficit de la balanza comercial de EE.UU. y revitaliza la economía estadounidense.
En África, las fuerzas militares de EE.UU. llevan a cabo operaciones para promover los conflictos armados e intensificar la inestabilidad. Mientras, los capitalistas asiáticos, con grandes inversiones en los países estratégicos de África, recogen los beneficios del boom de commodities, expanden los mercados e incrementan las ganancias.
Las revelaciones sobre la red de espionaje global de la NSA de EE.UU. han perjudicado el accionar de los servicios de inteligencia y las operaciones clandestinas. La inversión masiva de EE.UU. en el ciber-imperialismo, aunque pudo haber beneficiado los intereses de algunas corporaciones privadas privilegiadas, parece haber generado reacciones diplomáticas y prácticas negativas para el imperio.
En suma, el actual panorama global presenta un cuadro de derrotas significativas en las políticas imperiales, al igual que pérdidas sustanciales para el Tesoro de EE.UU. y la erosión del respaldo popular. Sin embargo, esta perspectiva presenta debilidades notorias, especialmente en relación con otras regiones, relaciones y esferas de la actividad económica. Las estructuras fundamentales del imperio siguen intactas.
La OTAN, la principal alianza militar liderada por el Pentágono, está ampliando su lista de socios y expandiendo su campo de operaciones. Los estados del Báltico, especialmente Estonia, son sitio de ejercicios militares a gran escala a solo pocos minutos de las principales ciudades rusas. Tanto Europa del Centro como del Este proveen bases para misiles que apuntan a Rusia. Ucrania recientemente ha dado pasos para integrarse a la Unión Europea y para integrar la OTAN.
La Alianza Trans-Pacífico (TPP) liderada por EE.UU. ha expandido sus socios entre los países andinos: Chile, Perú y Colombia. Esto funciona como un trampolín para debilitar los bloques de intercambio comercial en la región como MERCOSUR y ALBA, que excluyen a Washington. Mientras tanto, la CIA, el Departamento de Estado y las ONGs aliadas impulsan todo tipo de sabotajes económicos y campañas de desestabilización política para debilitar al gobierno nacionalista de Venezuela. Los banqueros y capitalistas pro-EE.UU. siguen trabajando para sabotear la economía, generar inflación (50%), desabastecimiento de artículos básicos de consumo y apagones eléctricos. El control que ejercen sobre los medios de prensa de Venezuela les ha permitido explotar el descontento popular echándole la culpa de la inestabilidad económica a la "ineficiencia del gobierno".
Por sobretodo, la ofensiva de EE.UU. en América Latina se ha enfocado en el golpe militar en Honduras, en el sabotaje económico constante en Venezuela, en campañas electorales y de medios en Argentina, en la guerra cibernética en Brasil, mientras que a la par EE.UU. estrecha vínculos con los gobiernos neoliberales complacientes de México, Colombia, Chile, Panamá, Guatemala y República Dominicana. EE.UU. ha perdido influencia en América Latina durante la primera década del siglo XXI, pero desde entonces ha recuperado parcialmente algunos de sus clientes y socios. La recuperación relativa de la influencia de EE.UU. en la región ilustra el hecho de que los "cambios de régimen" y la disminución en la balanza comercial, no han desgastado los vínculos financieros y corporativos con los poderosos intereses estadounidenses, incluso en los países progresistas. La presencia continua de poderosos aliados políticos -incluso aquellos "fuera del gobierno- constituye un trampolín para que EE.UU. pueda recuperar su influencia en la región. Las políticas nacionalistas y los proyectos de integración regional emergentes siguen siendo vulnerables a los contraataques de EE.UU.
Mientras que EE.UU. ha perdido influencia entre algunos países productores de petróleo, por otra parte ha disminuido el grado de dependencia de las importaciones de gas y petróleo gracias a un notable incremento de la producción energética vía "fracking" y otras tecnologías extractivas intensivas. Mayor autosuficiencia significa costos energéticos más bajos para los productores internos, lo que aumenta su capacidad competitiva en los mercados mundiales, y por ende la posibilidad de recuperar espacio en los mercados para sus exportaciones.
El aparente declive de la influencia imperial de EE.UU. en el mundo árabe, posterior a las populares revueltas de la "Primavera Árabe", se ha detenido e incluso se ha revertido. El golpe militar en Egipto, y el establecimiento y consolidación de la dictadura militar en El Cairo sofocó las movilizaciones de masa populares y nacionales. Egipto ha regresado a la órbita de EE.UU. e Israel. En Argelia, Marruecos y Túnez los viejos y nuevos gobernantes están aplastando cualquier protesta antiimperialista. En Libia, la fuerza aérea de EE.UU. y la OTAN destruyeron el gobierno nacional populista de Kadafi, eliminaron un modelo alternativo de estado de bienestar social y lo reemplazaron con el saqueo neocolonial, pero hasta el momento no lograron consolidar un régimen neoliberal aliado en Trípoli. Pandillas musulmanas armadas adversarias, matones de grupos étnicos y monárquicos saquean y asolan el territorio. La destrucción de un régimen antiimperialista no condujo al establecimiento de un régimen proimperialista.
En el Medio Oriente, Israel continúa despojando a los palestinos de la tierra y del agua. EE.UU. sigue escalando las maniobras militares e imponiendo más sanciones económicas contra Irán -debilitando a Teherán pero también disminuyendo la riqueza y la influencia de EE.UU. por la pérdida del lucrativo mercado iraní. Como en Siria, los aliados de EE.UU. y la OTAN destruyeron la economía nacional y fragmentaron una sociedad compleja, sin lograr convertirse en los principales beneficiados del proceso. Los mercenarios musulmanes han ampliados sus bases de operación mientras que Hezbolá se ha consolidado como un importante actor en la región. Las negociaciones actuales con Irán abrieron posibilidades para que EE.UU. reduzca sus pérdidas y la amenaza regional de una nueva y costosa guerra pero esas conversaciones son bloqueadas por una alianza entre el estado sionista-militar de Israel, la monarquía de Arabia Saudita y la Francia "socialista".
Washington ha perdido influencia económica en Asia -ante el avance de China- pero está implementando una contraofensiva regional, desde su red de bases militares en Japón, Filipinas y Australia. Promueve un nuevo acuerdo económico Trans-Pacífico que excluye a China. Esto pone de manifiesto la capacidad de EE.UU. para intervenir y para delinear los intereses imperialistas. Sin embargo, anunciar nuevas política y formas organizativas no es lo mismo que implementarlas y proveerles un contenido dinámico. El cerco militar tendido por Washington alrededor de China está contrabalanceado por la deuda billonaria contraída con Beijín. Una política militar agresiva contra China podría causar que China se decida a vender masivamente bonos del Tesoro estadounidense y que las inversiones de quinientas multinacionales se hallen en serio peligro.
El reparto del poder entre una potencia global establecida y una emergente, como los son EE.UU. y China, no puede ser "negociado" a través de la superioridad militar de EE.UU. Las amenazas y chicanas diplomáticas solo consiguen victorias propagandísticas, únicamente los logros económicos de largo plazo pueden constituir los caballos de Troya necesarios para erosionar el dinámico crecimiento de China. Incluso hoy, la élite de China gasta cuantiosas sumas para educar a sus hijos en las "prestigiosas" universidades de EE.UU. y Gran Bretaña, donde se enseñan las doctrinas económicas de libre mercado y las narrativas centradas en la noción de imperio. En la última década, los políticos chinos más destacados y las corporaciones más adineradas han enviado miles de millones de dólares de valores lícitos y no-lícitos hacia cuentas bancarias en el exterior, para invertir en negocios inmobiliarios de lujo en América del Norte y Europa y para lavado de dinero en paraísos de estas actividades. Hoy, existe en China una facción poderosa de economistas y consejeros de las élites financieras a favor de una mayor "liberalización financiera", es decir, un dominio de las corporaciones financieras especuladoras de Wall Street y la City de Londres. Mientras que las industrias chinas pueden estar ganando espacios en la competencia por los mercados internacionales, EE.UU. ha ganado y sigue ganando espacios en la estructura financiera de China.
La participación de EE.UU. en el comercio de América Latina puede estar en retroceso pero el valor absoluto del dólar se ha incrementado varias veces en la última década.
EE.UU. puede estar perdiendo clientes de derecha en América Latina pero los nuevos gobiernos de centro-izquierda están colaborando activamente con las principales corporaciones mineras y agro-industriales y con las empresas de importación-exportación de bienes. El Pentágono no ha sido capaz de orquestar golpes de estado, con la patética excepción de Honduras, pero todavía mantiene una estrecha relación con los militares de América Latina de dos maneras: 1) realizando actividades "antiterroristas", "antinarcóticos" y de "control de migración" a nivel regional, 2) proporcionando entrenamiento técnico y adoctrinamiento político mediante programas militares "educativos" en el extranjero y 3) desarrollando ejercicios militares conjuntos.
En suma, las estructuras corporativas, financieras, militares, políticas y culturales del imperio estadounidense continúan en su lugar y dispuestas a recobrar hegemonía en el momento en que las oportunidades políticas se presenten. Por ejemplo, un marcado declive en los precios de los bienes (k) probablemente provocaría una crisis profunda e intensificaría los conflictos de clase en los países gobernados por regímenes de centro-izquierda, que dependen de las exportaciones agrícolas y mineras para financiar sus programas sociales. En cualquier confrontación, EE.UU. impulsaría el derrocamiento del gobierno y la reimplantación de un gobierno aliado neoliberal en asociación con las élites económicas y militares. La fase actual de políticas y configuraciones de poder post neoliberal es vulnerable. El "declive de la influencia y del poder de EE.UU." es relativo y puede ser revertido, incluso cuando no vuelva a su configuración anterior. El punto teórico es que mientras las estructuras imperiales sigan vigentes y mientras los colaboradores externos mantengan posiciones estratégicas, EE.UU. podrá recuperar una posición dominante en la configuración global de poder.
Para que se concrete el regreso imperial no hace falta que sigan "las mismas caras conocidas". Ya hay nuevas figuras políticas, especialmente algunas con credenciales de progresistas y retoques cosméticos de ideología "socialmente incluyente" con papeles importantes en las nuevas redes de intercambio dirigidas por el imperio. En Chile, la recientemente electa Presidenta "socialista" Michelle Bachelet y el peruano ex-nacionalista Ollanta Humala son grandes defensores de la Alianza Trans-Pacífico de Washington, un mercado regional que compite con MERCOSUR y ALBA, y excluye a China. En México, el Presidente Peña Nieto, cliente de EE.UU., está privatizando la "joya" de la economía mexicana, PEMEX, la gigante compañía petrolera, fortaleciendo el poder de Washington sobre los recursos energéticos regionales y aumentando la independencia de EE.UU. del petróleo de Medio Oriente. El Presidente colombiano Santos, el presidente de la "paz", está negociando el fin de la guerrilla para expandir la explotación multinacional de minerales y recursos energéticos localizados en regiones disputadas por la guerrilla, un desenlace que le traerá grandes beneficios a las corporaciones petroleras de EE.UU. En Argentina, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) ha firmado un contrato con el gigante petrolero Chevron para explotar un gran yacimiento de gas y petróleo conocido como Vaca Muerta. Este acuerdo expandirá la presencia de EE.UU. en Argentina en el área energética, sumándose a la influencia ganada por Monsanto en el poderoso sector agrícola.
No hay dudas de que América Latina ha diversificado el comercio y que la participación de EE.UU. ha experimentado un declive relativo. Los gobernantes latinoamericanos ya no buscan ansiosamente la "certificación" de los embajadores de EE.UU. antes de presentar una candidatura política. EE.UU. está totalmente aislado en el boicot a Cuba. La OEA ya no es un paraíso para EE.UU. Pero hay tendencias en el sentido contrario, como las reflejadas por el TPP. Hay nuevos sitios de explotación económica, que no se hallan bajo el control absoluto de EE.UU. que ahora sirven como trampolines desde donde obtener un incremento del poder imperial.
Conclusión
La economía de EE.UU. está en una fase de estancamiento y no logra recuperar dinamismo debido a una serie de guerras imperiales. Sin embargo, en el Medio Oriente, el declive de EE.UU. en relación con el pasado, no fue acompañado de un ascenso de los viejos rivales. Europa se halla en una crisis cada vez más profunda, con un ejército inmenso de desocupados, crecimiento negativo crónico y pocos signos de recuperación para el futuro cercano. Incluso China, el nuevo poder global emergente, está disminuyendo su crecimiento, que ha bajado del 11% al 7% en la década actual. Beijín enfrenta un creciente descontento interno. India, al igual que China, está liberalizando su sistema financiero, abriéndolo a la penetración e influencia del capital financiero de EE.UU.
Las principales fuerzas antiimperialistas de Asia y África no son los movimientos progresistas, seculares, democráticos o socialistas. Los movimientos que se enfrentan al imperialismo son religiosos, étnicos, misóginos y autoritarios con tendencias irredentistas. Las viejas voces seculares y socialistas han perdido fuerza, y proporcionan "justificaciones" perversas para las guerras de agresión en Libia, Mali y Siria. Los socialistas franceses, que se opusieron a la guerra de Irak en el 2003, ahora tienen al Presidente Hollande parodiando el militarismo brutal del señor de la guerra israelí, Netanyahu.
El punto es que tanto la tesis del "declive del imperio estadounidense" como su corolario, "la crisis de EE.UU." es una exageración, dependiente del tiempo y carente de datos específicos. En realidad no hay una alternativa al imperio ni una tendencia antiimperialista en el horizonte inmediato. Mientras que es cierto que el capitalismo occidental está en crisis, la reciente curva ascendente del capitalismo asiático en China e India enfrentan diferentes crisis producidas por la salvaje explotación de clase y por las criminales relaciones de casta. Si las condiciones objetivas están "maduras para el socialismo", los socialistas, al menos aquellos que tienen alguna presencia política, se hallan cómodamente insertados en sus respectivos regímenes imperialistas. Los marxistas y socialistas de Egipto respaldaron a los militares para derrocar el gobierno conservador musulmán electo por el pueblo, conduciendo a la restauración de un régimen pro-imperialista en el país. Los "marxistas" franceses e ingleses han respaldado la destrucción de Libia y Siria por parte de la OTAN. Numerosos progresistas y socialistas, en Europa y Estados Unidos apoyan a los israelíes militaristas y/o se quedan callados ante el poder sionista interno en el poder ejecutivo y en el legislativo.
Si el imperialismo está en una fase de declive, también lo está el antiimperialismo. Si el capitalismo está en crisis, los anticapitalistas están en retirada. Si los capitalistas buscan nuevos rostros e ideólogos para restablecer su prosperidad, ¿no es hora de que los antiimperialistas y anticapitalistas hagan lo mismo?
James Petras
Hablemos en serio acerca del cambio climático
Un nuevo evento climático extremo está afectando una de las tradiciones más populares de Estados Unidos: el Día de Acción de Gracias. Los meteorólogos de The Weather Channel han denominado a esta tormenta de invierno “Bóreas”, en honor al antiguo Dios del viento norte de la mitología griega, el portador del invierno. Se ha informado que al menos catorce personas han muerto hasta el momento como consecuencia de la tormenta y 58 millones han sido afectadas. Bóreas ha provocado nevadas y lluvias heladas a lo largo del noreste de Estados Unidos en los días de mayor tránsito del año. Los informes sobre el tiempo en la televisión siguen todos el mismo modelo: el intrépido periodista aparece de pie junto a una autopista nevada o en un aeropuerto donde los pasajeros están varados. ¿Acaso no sería una buena idea aprovechar la escena de los transportes que utilizan combustibles fósiles como excusa para hablar del cambio climático? ¿Por qué no hablamos de cómo nuestro estilo de vida, que depende tanto de actividades que emiten gases de efecto invernadero, desde conducir automóviles hasta viajar en avión, contribuye directamente a distorsionar el clima?
Los expertos del clima prevén que, a medida que aumente la temperatura de la Tierra, los eventos climáticos extremos serán cada vez más frecuentes y severos. El Centro Tyndall para la Investigación sobre el Cambio Climático es una organización con sede en Gran Bretaña que reúne a científicos y expertos para investigar, evaluar y comunicar las nuevas realidades provocadas por el calentamiento global. Los científicos del Centro Tyndall asistieron la semana pasada a la conferencia sobre cambio climático de las Naciones Unidas en Varsovia, Polonia. Kevin Anderson es el subdirector del centro. Si bien Varsovia está a tan solo dos horas de avión de Manchester, Anderson prefirió tomar el tren, por lo que viajó durante 23 horas.
“Las emisiones de dióxido de carbono provocadas por los aviones son bastante emblemáticas de la vida moderna, en especial para el puñado de personas ricas como nosotros, y simbolizan lo que hacemos día a día. No pensamos dos veces sobre si generamos más o menos emisiones de carbono. Creo que, hasta cierto punto, los científicos están haciendo un excelente trabajo para mostrar la gravedad del problema, pero el lenguaje que hemos utilizado no ha demostrado la gravedad del asunto a los responsables políticos y eso puede verse claramente aquí. En las grandes sesiones plenarias se puede escuchar a los ministros afirmar con su retórica vacía: ‘Debemos hacer algo al respecto’. Son obviedades. Podemos hablar durante horas, pero la ciencia ha demostrado que este proceso está mal encausado”, sostuvo el Profesor Anderson.
La conferencia le brinda a un miembro de la delegación de jóvenes la oportunidad de hablar ante la sesión plenaria. Este año, fue Marian Hussein Osman, una joven activista somalí, originaria de Mogadiscio, quien habló ante los presentes: “Si bien la existencia humana no es negociable, ustedes hicieron una apuesta de 21 años con respecto a nuestro futuro. En las últimas horas [de negociaciones], ministros y delegados, les ruego que no permitan que Varsovia se convierta en otro Copenhague. La avaricia y los intereses mezquinos de una minoría no deberían despojarnos de lo que son indiscutiblemente nuestros derechos humanos inalienables. En un momento en que nuestros hogares, nuestro sustento e incluso la existencia geofísica están en riesgo, una mayor ambición para combatir el cambio climático no es algo opcional, sino fundamental”.
Poco antes de finalizar la cumbre, alrededor de 800 personas abandonaron las negociaciones y declararon a la conferencia sobre cambio climático de Varsovia la peor hasta la fecha. Llevaban carteles que decían: “Los contaminadores hablan, nosotros marchamos”, debido a que las negociaciones de la ONU en Varsovia fueron, por primera vez, co-auspiciadas por las industrias del carbón y el petróleo. Mientras cientos de activistas y representantes de ONG se reunían en el hall del Estadio Nacional de Varsovia (donde se desarrolló la cumbre sobre cambio climático) para abandonar la conferencia, el director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, tomó la palabra: “Tenemos un mensaje para nuestros líderes políticos: entiendan que la naturaleza no es negociable. No podemos cambiar la ciencia, sino que debemos cambiar la voluntad política. Tienen la capacidad para hacerlo, y ya no pueden seguir postergándolo. Deben comenzar a hacerlo ahora”.
Quienes abandonaron la conferencia también llevaban otro mensaje, la palabra en español “Volveremos”, junto a la traducción al inglés: “We will be back”. Jamie Henn, de 350.org, sintetizó el espíritu de la acción de abandonar la conferencia y la promesa colectiva de quienes se reunieron para fortalecer los movimientos de base a nivel mundial: “Creo que el acontecimiento más importante en este momento es que algunas de las ONG más grandes del mundo, como WWF , Oxfam, Greenpeace, grupos que tradicionalmente han participado en este proceso están diciendo ‘Necesitamos cambiar de táctica. Necesitamos comenzar a pensar en la industria de los combustibles fósiles de otra manera’. El mensaje de la camiseta dice: ‘Los contaminadores hablan, nosotros marchamos’. Creo que haber salido de las negociaciones demuestra que habrá un nuevo tipo de compromiso para realmente enfrentarse a la industria de los combustibles fósiles, realizar campañas de desinversión, oponerse a los oleoductos como Keystone XL. Nos estamos dando cuenta de que para poder lograr un avance con respecto al clima, no podemos simplemente asistir a las conferencias y pedir a los líderes políticos que adopten medidas. Necesitamos enfrentarnos directamente a la industria”.
Amy Goodman
Los expertos del clima prevén que, a medida que aumente la temperatura de la Tierra, los eventos climáticos extremos serán cada vez más frecuentes y severos. El Centro Tyndall para la Investigación sobre el Cambio Climático es una organización con sede en Gran Bretaña que reúne a científicos y expertos para investigar, evaluar y comunicar las nuevas realidades provocadas por el calentamiento global. Los científicos del Centro Tyndall asistieron la semana pasada a la conferencia sobre cambio climático de las Naciones Unidas en Varsovia, Polonia. Kevin Anderson es el subdirector del centro. Si bien Varsovia está a tan solo dos horas de avión de Manchester, Anderson prefirió tomar el tren, por lo que viajó durante 23 horas.
“Las emisiones de dióxido de carbono provocadas por los aviones son bastante emblemáticas de la vida moderna, en especial para el puñado de personas ricas como nosotros, y simbolizan lo que hacemos día a día. No pensamos dos veces sobre si generamos más o menos emisiones de carbono. Creo que, hasta cierto punto, los científicos están haciendo un excelente trabajo para mostrar la gravedad del problema, pero el lenguaje que hemos utilizado no ha demostrado la gravedad del asunto a los responsables políticos y eso puede verse claramente aquí. En las grandes sesiones plenarias se puede escuchar a los ministros afirmar con su retórica vacía: ‘Debemos hacer algo al respecto’. Son obviedades. Podemos hablar durante horas, pero la ciencia ha demostrado que este proceso está mal encausado”, sostuvo el Profesor Anderson.
La conferencia le brinda a un miembro de la delegación de jóvenes la oportunidad de hablar ante la sesión plenaria. Este año, fue Marian Hussein Osman, una joven activista somalí, originaria de Mogadiscio, quien habló ante los presentes: “Si bien la existencia humana no es negociable, ustedes hicieron una apuesta de 21 años con respecto a nuestro futuro. En las últimas horas [de negociaciones], ministros y delegados, les ruego que no permitan que Varsovia se convierta en otro Copenhague. La avaricia y los intereses mezquinos de una minoría no deberían despojarnos de lo que son indiscutiblemente nuestros derechos humanos inalienables. En un momento en que nuestros hogares, nuestro sustento e incluso la existencia geofísica están en riesgo, una mayor ambición para combatir el cambio climático no es algo opcional, sino fundamental”.
Poco antes de finalizar la cumbre, alrededor de 800 personas abandonaron las negociaciones y declararon a la conferencia sobre cambio climático de Varsovia la peor hasta la fecha. Llevaban carteles que decían: “Los contaminadores hablan, nosotros marchamos”, debido a que las negociaciones de la ONU en Varsovia fueron, por primera vez, co-auspiciadas por las industrias del carbón y el petróleo. Mientras cientos de activistas y representantes de ONG se reunían en el hall del Estadio Nacional de Varsovia (donde se desarrolló la cumbre sobre cambio climático) para abandonar la conferencia, el director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, tomó la palabra: “Tenemos un mensaje para nuestros líderes políticos: entiendan que la naturaleza no es negociable. No podemos cambiar la ciencia, sino que debemos cambiar la voluntad política. Tienen la capacidad para hacerlo, y ya no pueden seguir postergándolo. Deben comenzar a hacerlo ahora”.
Quienes abandonaron la conferencia también llevaban otro mensaje, la palabra en español “Volveremos”, junto a la traducción al inglés: “We will be back”. Jamie Henn, de 350.org, sintetizó el espíritu de la acción de abandonar la conferencia y la promesa colectiva de quienes se reunieron para fortalecer los movimientos de base a nivel mundial: “Creo que el acontecimiento más importante en este momento es que algunas de las ONG más grandes del mundo, como WWF , Oxfam, Greenpeace, grupos que tradicionalmente han participado en este proceso están diciendo ‘Necesitamos cambiar de táctica. Necesitamos comenzar a pensar en la industria de los combustibles fósiles de otra manera’. El mensaje de la camiseta dice: ‘Los contaminadores hablan, nosotros marchamos’. Creo que haber salido de las negociaciones demuestra que habrá un nuevo tipo de compromiso para realmente enfrentarse a la industria de los combustibles fósiles, realizar campañas de desinversión, oponerse a los oleoductos como Keystone XL. Nos estamos dando cuenta de que para poder lograr un avance con respecto al clima, no podemos simplemente asistir a las conferencias y pedir a los líderes políticos que adopten medidas. Necesitamos enfrentarnos directamente a la industria”.
Amy Goodman
viernes, noviembre 29, 2013
Otro golpe para Honduras
El partido LIBRE presenta este viernes las pruebas de fraude en Honduras y el sábado hará una gran concentración. Mientras EEUU, la Unión Europea y la OEA felicitan “la transparencia” de los comicios, llueven las denuncian de irregularidades.
La crisis política que vive Honduras desde el golpe de Estado de junio de 2009, lejos de resolverse con las elecciones del pasado domingo, va camino a agudizarse.
En su último boletín, el Tribunal Supremo Electoral proclamó formalmente que el próximo presidente será Juan Orlando Hernández. Al cierre de esta edición, el lento escrutinio arrojaba que, con el 86% de las mesas procesadas, el candidato del gobernante Partido Nacional obtenía 36,46%, siete puntos y medio más que Xiomara Castro, de Libertad y Refundación (LIBRE), que llegaba al 28,9%. En tercer lugar, Mauricio Villeda (Partido Liberal) con el 20,27%.
"Aquí hay una dictadura, le robaron el triunfo al pueblo hondureño". Con esas palabras, Xiomara Castro ratificó lo que vienen denunciando desde el primer boletín oficial del domingo a la noche. José Manuel Zelaya, su esposo y presidente destituido en el golpe de 2009, complementó: "Por el momento no reconocemos los resultados porque hubo una manipulación. Hubo adulteración de actas, falsificación de documentos públicos y usurpación de la soberanía popular. Le robaron el triunfo a Xiomara y vamos a demostrarlo".
Para este viernes está prevista una conferencia de prensa en la que la dirigencia de LIBRE presentará todos los datos recabados que prueban las múltiples irregularidades registradas. El principal argumento que vienen denunciando tiene que ver con las inconsistencias en más del 20% de las actas que no fueron cotejadas y han sido enviadas a una auditoría especial -según informó el propio ente electoral el domingo a la noche-, lo que podría modificar los resultados.
Además anunciaron que una gran manifestación para este sábado, en la que exhibirán esas mismas pruebas ante el pueblo hondureño. Las protestas exigiendo el recuento de los votos comenzaron este martes, cuando una marcha protagonizada por estudiantes fue reprimida con gases lacrimógenos por la policía en los alrededores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), por lo que las autoridades decidieron suspender las clases miércoles y jueves, días en que también se registraron manifestaciones en distintos puntos de Tegucigalpa.
Depende del cristal con que se mire
Las elecciones en Honduras contaron con casi 800 observadores internacionales. Las misiones de la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA) no tardaron en calificarlas como "fiables y transparentes".
El gobierno de Estados Unidos emitió un comunicado en el que felicita al órgano electoral por "su conteo profesional de los votos". El texto señala: "Estamos conscientes de que el candidato del Partido Nacional Juan Orlando Hernández tiene una ventaja irreversible y será el próximo presidente de Honduras. Apoyamos el trabajo en curso del TSE y de los partidos políticos para finalizar los resultados y resolver las inconsistencias de una manera transparente e instamos al pueblo hondureño a continuar demostrando su respeto por el Estado de Derecho y los procesos pacíficos y democráticos".
Sin embargo, otros organismos resaltaron conclusiones opuestas. La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), integrada por personalidades y defensores de DDHH de Canadá, Estados Unidos, España, Colombia, Suecia y Bélgica, señaló que "la misión ha podido constatar con preocupación una serie de irregularidades que han sido identificadas a través de múltiples denuncias". Uno de sus integrantes, el ex juez español Baltasar Garzón, sostuvo: "Hubo claros indicios de manipulación y fraude electoral. El alcance no está todavía determinado, pero hubo compra de votos, compra de credenciales e intentos de manipulación a través de la transmisión de las actas".
Por su parte, la Delegación de Observación de la Vía Campesina Internacional, expresó: "Nuestra conclusión es que el proceso electoral no ha sido suficientemente transparente y por el contrario lo consideramos un ´fraude institucionalizado´. Pudimos detectar las siguientes irregularidades: tráfico de credenciales para la composición de algunas mesas, intentos de soborno, compra de votos, existencia de papeletas pre-marcadas, retención de las actas y del envío de datos, emisión de datos anticipados por parte del TSE en base a urnas aún no contabilizadas, inconsistencias en el padrón electoral, etc.".
En tanto, el comunicado de la Confederación Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), integrada por 60 partidos políticos de 28 países, planteó las siguientes exigencias: la verificación del 20% de las actas que han presentado dificultades de lectura, aclarar la situación de los 611 centros de votación que no contaban con los scaners para transmitir los resultados y de las 1800 actas que fueron escaneadas y no han llegado al Tribunal Supremo Electoral.
Pero no sólo LIBRE cuestiona la legitimidad de los resultados. Salvador Nasralla, candidato del Partido Anticorrupción (PAC), presentó una impugnación ante el órgano electoral para que se haga un nuevo recuento de las actas. "Hay mano peluda. Todos sabemos que hubo compra de credenciales y una serie de anomalías. Es muy difícil estar en unas elecciones contra unos partidos que ya le entienden demasiado bien al trámite y saben cómo hacer trucos para aparecer ganando", ironizó. Además, el propio Partido Liberal (con el cual el Partido Nacional se viene alternando el gobierno en una estructura bipartidista que lleva más de 100 años) informó que denunciará más dos mil inconsistencias detectadas contra sus candidatos.
Marcha
La revolución alemana de 1923
A 90 años de la insurrección de Hamburgo.
Entre la noche del 22 y la madrugada del 23 de octubre de 1923, poco después de una exitosa huelga general, las centurias proletarias (milicias obreras de alcance nacional) ocuparon decenas de comisarías ubicadas en Hamburgo, al norte de Alemania. En cuestión de horas la insurrección se extendió a los barrios obreros, donde se levantaron barricadas y se produjeron intensos combates con las fuerzas policiales. No obstante, los comunistas recibieron la orden de replegarse. La decisión, comunicada con varios días de retraso, respondía al abandono de la orientación insurreccionalista que el partido comunista (KPD) había levantado frente a la crisis alemana.
Desde enero de 1923 Francia y Bélgica ocupaban la cuenca del Ruhr, el principal centro alemán de producción de carbón, hierro y acero. El gobierno francés había aprovechado el retraso de una partida de carbón que Alemania debía entregar en concepto de reparaciones de guerra –según lo “acordado” en Versalles- para apoderarse de los recursos de la región y, a largo plazo, convertir a Renania en un estado vasallo. Frente a esta situación, el gobierno alemán promovió la “resistencia pasiva”: llamó a la población del Ruhr, especialmente a los trabajadores del carbón y de las acerías, a no prestar ningún tipo de colaboración y a organizar la “huelga patriótica”. Esta medida, si bien logró obstaculizar los planes franceses en lo inmediato, a mediano plazo se volvió insostenible. La parálisis de la industria generó un aumento exponencial de la desocupación y se desató un proceso hiperinflacionario que desembocó en una catástrofe social sin precedentes. De inmediato los trabajadores –influenciados por los comunistas- organizaron comités de fábrica y milicias obreras, y protagonizaron numerosas oleadas de huelgas y movilizaciones. En las localidades más desvastadas –especialmente en el Ruhr- se formaron comités de control de precios y de distribución de alimentos. Meses después, la acción obrera –con epicentro en Berlín- provocaba el derrumbe del gobierno del canciller Wilhelm Cuno y su reemplazo por una coalición entre el Partido Popular Alemán y la socialdemocracia (SPD), presidida por Gustav Stresemann.
Frente a la crisis del régimen y la acción de las masas, el KPD –alentado por la III Internacional y especialmente por León Trotsky, que aún era miembro de su comité ejecutivo- decidió iniciar los preparativos de la insurrección implementando la táctica de gobierno obrero, una variante de la política de “frente único”. Hasta ese momento ningún partido de la III Internacional había integrado un gobierno compuesto por organizaciones obreras no comunistas. En vísperas del Octubre ruso, los bolcheviques se habían comprometido a defender una coalición de gobierno de mencheviques y socialrevolucionarios de izquierda (sin representantes de la burguesía), pero no estaban dispuestos a entrar en ella. La táctica de gobierno obrero como exigencia de ruptura con la burguesía tenía el objetivo de aumentar la influencia de los revolucionarios en los soviets y preparar las condiciones para el triunfo de la insurrección. En el caso alemán, la crisis social y política abrió la posibilidad de implementar una nueva formulación táctica. A diferencia de la experiencia rusa, en Alemania se planteaba la posibilidad de formar gobiernos obreros con el ala izquierda del SPD en Sajonia y Turingia –donde la lucha de masas se encontraba desarrollada- en base a dos puntos: el fortalecimiento de las centurias proletarias (armamento obrero) y el desarme de las bandas contrarrevolucionarias. El objetivo consistía en crear grandes bastiones o “fortalezas” que permitieran aumentar la influencia de los revolucionarios y dar impulso a los comités de fábrica y las milicias obreras, preparando a nivel nacional el combate decisivo. Si bien la debilidad del gobierno central había limitado su injerencia sobre los länder, se esperaba que una intervención militar en Sajonia y Turingia provocara el lanzamiento de la huelga general y la insurrección en toda Alemania por la defensa de los “gobiernos obreros”. La insurrección de Hamburgo era parte del plan.
El 10 de octubre los comunistas entraron al gobierno de Sajonia y días después lo hicieron en Turingia. El presidente del gobierno sajón se había comprometido a dar impulso a las centurias proletarias. De inmediato -y como era de esperar-, el ingreso de los comunistas al gobierno generó un clima de tensión y la preparación de los planes intervencionistas. Finalmente, el ejército recibió órdenes de disolver las centurias proletarias y entró en Sajonia para cumplirlo. Frente a esta situación, la socialdemocracia se negó a tomar medidas y el KPD, empantanado en las negociaciones con los socialdemócratas, terminó abandonando el plan de la huelga general y la insurrección. La decisión de renunciar a los planes insurreccionales debía llegar a Hamburgo donde se preparaba una gran ofensiva para después de la huelga general del 21. No obstante, la resolución llegó con retraso y la insurrección, sin apoyo ni refuerzos, fue rápidamente aplastada.
Los combates de Hamburgo había dejado en claro que los obreros estaban dispuestos a entrar en acción. Semejante muestra de voluntad, sin embargo, contrastaba con la vacilación de los dirigentes comunistas –incapaces de pasar a la ofensiva- y su excesiva confianza en la izquierda socialdemócrata, como pudo comprobar Trotsky, que siguió de cerca los hechos. Para Trotsky el principal problema no residía en la formación de “gobiernos obreros” –la maniobra táctica en sí misma-, sino en la orientación del KPD de no utilizarlos en función de la ofensiva. En lugar de orientarse en un sentido estratégico y preparar la insurrección, el partido comunista terminó cediendo frente a la socialdemocracia y se mantuvo en los marcos de la legalidad burguesa, minando la confianza de los obreros. El fracaso alemán representó un punto de inflexión en la revolución europea y favoreció el aislamiento de la URSS. La burocratización de la URSS y de la Internacional Comunista, a manos del estalinismo, llevaron a Trotsky a organizar la Oposición. Las lecciones estratégicas de la derrota del Octubre alemán formaron parte de su batalla incesante contra la burocracia estalinista.
PTS
Entre la noche del 22 y la madrugada del 23 de octubre de 1923, poco después de una exitosa huelga general, las centurias proletarias (milicias obreras de alcance nacional) ocuparon decenas de comisarías ubicadas en Hamburgo, al norte de Alemania. En cuestión de horas la insurrección se extendió a los barrios obreros, donde se levantaron barricadas y se produjeron intensos combates con las fuerzas policiales. No obstante, los comunistas recibieron la orden de replegarse. La decisión, comunicada con varios días de retraso, respondía al abandono de la orientación insurreccionalista que el partido comunista (KPD) había levantado frente a la crisis alemana.
Desde enero de 1923 Francia y Bélgica ocupaban la cuenca del Ruhr, el principal centro alemán de producción de carbón, hierro y acero. El gobierno francés había aprovechado el retraso de una partida de carbón que Alemania debía entregar en concepto de reparaciones de guerra –según lo “acordado” en Versalles- para apoderarse de los recursos de la región y, a largo plazo, convertir a Renania en un estado vasallo. Frente a esta situación, el gobierno alemán promovió la “resistencia pasiva”: llamó a la población del Ruhr, especialmente a los trabajadores del carbón y de las acerías, a no prestar ningún tipo de colaboración y a organizar la “huelga patriótica”. Esta medida, si bien logró obstaculizar los planes franceses en lo inmediato, a mediano plazo se volvió insostenible. La parálisis de la industria generó un aumento exponencial de la desocupación y se desató un proceso hiperinflacionario que desembocó en una catástrofe social sin precedentes. De inmediato los trabajadores –influenciados por los comunistas- organizaron comités de fábrica y milicias obreras, y protagonizaron numerosas oleadas de huelgas y movilizaciones. En las localidades más desvastadas –especialmente en el Ruhr- se formaron comités de control de precios y de distribución de alimentos. Meses después, la acción obrera –con epicentro en Berlín- provocaba el derrumbe del gobierno del canciller Wilhelm Cuno y su reemplazo por una coalición entre el Partido Popular Alemán y la socialdemocracia (SPD), presidida por Gustav Stresemann.
Frente a la crisis del régimen y la acción de las masas, el KPD –alentado por la III Internacional y especialmente por León Trotsky, que aún era miembro de su comité ejecutivo- decidió iniciar los preparativos de la insurrección implementando la táctica de gobierno obrero, una variante de la política de “frente único”. Hasta ese momento ningún partido de la III Internacional había integrado un gobierno compuesto por organizaciones obreras no comunistas. En vísperas del Octubre ruso, los bolcheviques se habían comprometido a defender una coalición de gobierno de mencheviques y socialrevolucionarios de izquierda (sin representantes de la burguesía), pero no estaban dispuestos a entrar en ella. La táctica de gobierno obrero como exigencia de ruptura con la burguesía tenía el objetivo de aumentar la influencia de los revolucionarios en los soviets y preparar las condiciones para el triunfo de la insurrección. En el caso alemán, la crisis social y política abrió la posibilidad de implementar una nueva formulación táctica. A diferencia de la experiencia rusa, en Alemania se planteaba la posibilidad de formar gobiernos obreros con el ala izquierda del SPD en Sajonia y Turingia –donde la lucha de masas se encontraba desarrollada- en base a dos puntos: el fortalecimiento de las centurias proletarias (armamento obrero) y el desarme de las bandas contrarrevolucionarias. El objetivo consistía en crear grandes bastiones o “fortalezas” que permitieran aumentar la influencia de los revolucionarios y dar impulso a los comités de fábrica y las milicias obreras, preparando a nivel nacional el combate decisivo. Si bien la debilidad del gobierno central había limitado su injerencia sobre los länder, se esperaba que una intervención militar en Sajonia y Turingia provocara el lanzamiento de la huelga general y la insurrección en toda Alemania por la defensa de los “gobiernos obreros”. La insurrección de Hamburgo era parte del plan.
El 10 de octubre los comunistas entraron al gobierno de Sajonia y días después lo hicieron en Turingia. El presidente del gobierno sajón se había comprometido a dar impulso a las centurias proletarias. De inmediato -y como era de esperar-, el ingreso de los comunistas al gobierno generó un clima de tensión y la preparación de los planes intervencionistas. Finalmente, el ejército recibió órdenes de disolver las centurias proletarias y entró en Sajonia para cumplirlo. Frente a esta situación, la socialdemocracia se negó a tomar medidas y el KPD, empantanado en las negociaciones con los socialdemócratas, terminó abandonando el plan de la huelga general y la insurrección. La decisión de renunciar a los planes insurreccionales debía llegar a Hamburgo donde se preparaba una gran ofensiva para después de la huelga general del 21. No obstante, la resolución llegó con retraso y la insurrección, sin apoyo ni refuerzos, fue rápidamente aplastada.
Los combates de Hamburgo había dejado en claro que los obreros estaban dispuestos a entrar en acción. Semejante muestra de voluntad, sin embargo, contrastaba con la vacilación de los dirigentes comunistas –incapaces de pasar a la ofensiva- y su excesiva confianza en la izquierda socialdemócrata, como pudo comprobar Trotsky, que siguió de cerca los hechos. Para Trotsky el principal problema no residía en la formación de “gobiernos obreros” –la maniobra táctica en sí misma-, sino en la orientación del KPD de no utilizarlos en función de la ofensiva. En lugar de orientarse en un sentido estratégico y preparar la insurrección, el partido comunista terminó cediendo frente a la socialdemocracia y se mantuvo en los marcos de la legalidad burguesa, minando la confianza de los obreros. El fracaso alemán representó un punto de inflexión en la revolución europea y favoreció el aislamiento de la URSS. La burocratización de la URSS y de la Internacional Comunista, a manos del estalinismo, llevaron a Trotsky a organizar la Oposición. Las lecciones estratégicas de la derrota del Octubre alemán formaron parte de su batalla incesante contra la burocracia estalinista.
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Acuerdo con REPSOL: Capitulación a la Corona
El acuerdo con Repsol reafirma el giro derechista del gobierno con concesiones al imperialismo y acercamiento a los “mercados”. La Repsol retirará la demanda iniciada en el CIADI, el tribunal imperialista que dictó sentencias contra Argentina favoreciendo a los fondos buitres. Así, se habilita el endeudamiento a gran escala de YPF trabado por esa demanda. La petrolera estatal sólo había conseguido hacer colocaciones menores de deuda en EE.UU. para hacer inversiones. Además, facilita los negocios de Chevron. Es que, según trascendidos, las cláusulas secretas del acuerdo con la petrolera norteamericana implicaban mecanismos para remitir ganancias evitando embargos frente a las amenazas de la Repsol. Ahora las vías del saqueo se despejan. Cerrar los conflictos en el CIADI abre la posibilidad de ampliar el endeudamiento con el Banco Mundial, organismo con el que se acaba de pactar un préstamo de 3 mil millones de dólares. La tarea de acercar posiciones con los organismos multilaterales de crédito la había iniciado Hernán Lorenzino, ex ministro de Economía. Ahora tiene a su cargo una “unidad” especial para negociar con el Club de París la regularización de una deuda odiosa, iniciada por la dictadura de la “Revolución Fusiladora” y profundizada por el gobierno de la Alianza.
También tiene la misión de acercarse al FMI, algo ya encaminado con el acuerdo sobre un nuevo índice de precios.
Los escribas K están remodelando el relato. Lo que hasta hace poco era “”sumisión a las recetas del FMI””, ahora lo llaman endeudamiento “heterodoxo o “productivo”. La idea de atraer inversiones extranjeras subordinándolas a los fines del desarrollo nacional ya fracasó en los ´60 con Frondizi. El resultado es el opuesto: mayor sumisión al capital imperialista y pagos de deuda cada vez más pesados. El final es anunciado: ajuste.
Soberanía de las petroleras imperialistas
Hace un año y medio, Julio De Vido y Axel Kicillof denunciaban: “la estrategia de depredación, desinversión y desabastecimiento del mercado interno que desplegó el grupo Repsol desde que tomó el control de YPF en 1999” (Informe Mosconi). Para aquel entonces, el actual ministro de Economía decía que YPF en manos de Repsol “era una vaca lechera a la que iban a ordeñar hasta la muerte” para “girar dividendos al exterior”. En otra ocasión se envalentonó con Antonio Brufau, presidente de Repsol denunciando al virreinato del Río de La Plata.
Como es previsible en toda negociación, Repsol empezó reclamando mucho más de lo que esperaba cobrar: pidió 9300 millones de dólares en el CIADI.
Decir que no iban a pagar un peso de indemnización fue parte de la teatralización K para alimentar el relato. La misma amenaza hizo Cristina a los buitres para después abrirles el grifo con la reapertura del canje. Los 5 mil millones que se llevará Repsol, “”líquidos”” (como habría exigido Brufau), es un gran negocio. Y se suman a los más de 15 mil millones de ganancias que se llevó estando al frente de YPF. Como con la reapertura del canje, la mayoría de la oposición patronal celebró el acuerdo. Pero en esta ocasión el kirchnerismo amplió los apoyos. Hasta la Asociación Empresaria Argentina liderada por Clarín festejó. La Repsol que saqueó los recursos, vació la empresa y con la complicidad de los K condujo a la “crisis energética” se lleva un gran premio. Los términos secretos del acuerdo aún pueden traer más regalos para la petrolera.
El terreno quedó allanado para que, además de Chevron y Dow Chemical que ya firmaran alianzas con YPF, Vaca Muerta sea transformada en un banquete para la americana Exxon, la mexicana Pemex (accionista de Repsol y activo impulsor del reciente acuerdo) y otras multinacionales que esperan ansiosas ingresar al negocio de los combustibles no convencionales sin las trabas que interponía Repsol.
Las petroleras auguran negocios extraordinarios. No es para menos. El aumento autorizado en los combustibles corona mayores ganancias. En el camino, dejó al desnudo el engaño del“control de precios”de Jorge Capitanich. Una vez más, el Mercado de Valores celebró con aumentos en las acciones de YPF. Las compañías eléctricas también están en alza en la bolsa. Tendrían bajo el brazo la promesa de aumentos de tarifas.
Para acabar con este saqueo hay que expropiar íntegramente a las petroleras sin indemnización para conformar una empresa estatal única bajo gestión de los trabajadores.
Pablo Anino
El preso político más antiguo de EEUU
Leonard Peltier lleva encarcelado desde 1976
La tradición ha sido inmortalizada en cientos de películas. Los pavos asados coronan las exuberantes mesas de los estadounidenses que cada año celebran en familia el Día de Acción de Gracias (Thanksgiving, en inglés) el último jueves de noviembre. De ese modo, recrean la comida de hermandad que, según la mitología fundacional, ofrecieron los indios de la tribu wampanoag a los peregrinos europeos que en 1620 llegaron a Plymouth (Massachussets) a bordo del Mayflower.
Justo en ese lugar, se celebra simultáneamente desde 1970 una conmemoración bien distinta. Bautizada como Día de Luto (Day of Mourning), congrega a centenares de personas, en su mayoría nativos americanos, con el objetivo de destripar lo que sus organizadores califican de propaganda oficial. Tanto la que ha inventado una idílica cena que nunca existió como la que justifica que uno de los líderes del Movimiento Indio Americano (AIM), Leonard Peltier, lleve 36 años en la cárcel cumpliendo dos cadenas perpetuas consecutivas por la muerte de dos agentes federales en 1975, a pesar de que no hay pruebas concluyentes en su contra. Éste es el principal argumento de Amnistía Internacional (AI) para pedir la liberación de quien considera un preso político.
Desde 1981, esta ONG se basa en los documentos que demuestran que en los años 70 el FBI (Oficina Federal de Investigación) “fabricó pruebas falsas para meter entre rejas a líderes negros, indios y de otras minorías”, tal como publicaba en octubre de ese año el New York Times. Amnistía ha modificado su estrategia recientemente. Tras constatar que las solicitudes para obtener el indulto han sido ignoradas de forma sistemática y concluir que no será posible volver a pedir la libertad condicional hasta 2024, demanda la liberación de Peltier por motivos humanitarios.
A sus 69 años, este indio de las tribus anishinable-lakota tiene serios problemas de salud. Es diabético, ha perdido la visión de un ojo, y se encuentra encarcelado en Florida, a más de 3.200 kilómetros de distancia de sus familiares, que residen en North Dakota, por lo que no recibe demasiadas visitas. Su situación ha empeorado recientemente. Según ha explicado a este medio el portavoz del comité que lucha por la defensa de Peltier, Delaney Bruce, “en 2009, fue golpeado violentamente. En 2011, se le acusó de asaltar a un guardia. No le tocó, ni siquiera estuvo en la misma mhabitación que él, pero Leonard fue castigado con dureza por ese motivo”. Los miembros del comité están convencidos de que el incidente fue inventado “para retratarle como un prisionero violento y así evitar que pueda ser indultado por Obama”.
En los últimos meses, algunos columnistas estadounidenses han señalado a su actual presidente los paralelismos entre el caso Peltier y el de Nelson Mandela. Barack Obama dijo haber quedado impactado por la visita que hizo junto a su familia al preso 46.664 de Robben Island, el pasado junio. Mandela, que pasó 27 años encarcelado, es una de las muchas personalidades que han solicitado el indulto para Peltier. El líder sudafricano dirigió su petición a Bill Clinton. Y, probablemente, ésa fue la ocasión en que la liberación estuvo más cercana. Sin embargo, poco después de que el expresidente demócrata se comprometiera a estudiar el caso, en diciembre de 2000, más de 500 agentes del FBI marcharon hasta la Casa Blanca para presionar en contra del indulto.
Seguimiento a los activistas
La inteligencia estadounidense siguió muy de cerca los movimientos de los principales activistas de los años 70. El mismo FBI reconoce en una escueta nota publicada en su web que el programa Cointelpro fue creado para “interrumpir las actividades del Partido Comunista de los EEUU”, pero acabó aplicándose a otros grupos, “como el Ku Klux Klan, el Partido Socialista de los Trabajadores y el de las Panteras Negras”. Oficialmente, funcionó entre 1956 y 1971, pero algunos documentos hechos públicos gracias a la Ley de Libre Acceso a la Información (FOIA), y que permanecieron ocultos durante el juicio a Peltier, han demostrado que el FBI estuvo vigilando las actividades del Movimiento Indio Americano en Pine Ridge antes de que se produjera el tiroteo que acabó con la vida de los agentes Jack Coler y Ron Williams, y del joven indio Joe Stuntz el 26 de junio de 1975.
Tal como explica el comité de defensa de Peltier, ese día los policías entraron en un rancho de la reserva, una propiedad privada, para detener a uno de sus residentes, que presuntamente había robado un par de botas de cowboy. Era el último de los virulentos conflictos que estaban teniendo lugar en Pine Ridge, entre ellos varias muertes de nativos a manos de hombres blancos. Además de una pobreza extrema, en la reserva se vivía un clima tan violento que los mayores del lugar pidieron protección a la AIM. Varios activistas respondieron a la llamada y acamparon en el rancho.
Peltier era uno de ellos. Otros dos compañeros suyos que también fueron juzgados por los hechos de Pine Ridge en una causa separada fueron puestos en libertad. “El jurado entendió que Butler y Robideau [los otros acusados] estaban actuando en defensa propia”, explican los defensores de Leonard Peltier. Amnistía Internacional señala algunas de las principales irregularidades cometidas con el preso político que lleva más años encarcelado en Estados Unidos.
Para empezar, el principal testimonio usado para lograr la extradición de Peltier, que huyó a Canadá poco después de que se produjeran los crímenes. La testigo confesó después que había declarado contra él tras ser acosada y amenazada por el FBI. Sin embargo, el juez rechazó que la defensa de Peltier la llamara en calidad de testigo “porque podría ser altamente perjudicial para el Gobierno”, recuerda en un artículo Zeke Johnson, director de Amnistía Internacional USA. Asimismo, en 1980, la Corte de Apelación a la que recurrieron los abogados de Peltier reconoció que “hay algunas pruebas en el expediente de conductas indebidas por parte de algunos agentes del FBI, pero somos reacios a atribuirles aún más malas conductas”.
La comisión responsable de conceder la libertad provisional siempre se la ha denegado porque Peltier no acepta la responsabilidad criminal por los asesinatos. Sin embargo, en una ocasión, este organismo afirmó que “la Fiscalía ha admitido la falta de evidencia directa de que usted [Peltier] participó personalmente en las ejecuciones de dos agentes del FBI”. “Como cualquier inocente, Leonard jamás renunciará a luchar por su libertad”, asegura Bruce. Desde la cárcel, el líder de AIM no sólo reivindica sus derechos, sino que también participa en otras causas, a las que apoya con la venta de los cuadros que pinta. El próximo Día de Luto, el 28 de noviembre, los manifestantes convocados por la UAINE (Unión de Indios Americanos de Nueva Inglaterra) volverán a homenajear a Peltier.
Este año, además, cuentan con una valiosa información para su campaña desmitificadora. El pasado mayo, los investigadores forenses del Museo de Historia Natural de la Smithsonian Institution confirmaron que los primeros colonos ingleses, la comunidad que se instaló en Jamestown (Virginia) en 1607, recurrieron al canibalismo para subsistir en el duro invierno de 1609. Esa historia es mucho más difícil de enseñar en la escuela, apuntan.
Magda Bandera
La Marea
La tradición ha sido inmortalizada en cientos de películas. Los pavos asados coronan las exuberantes mesas de los estadounidenses que cada año celebran en familia el Día de Acción de Gracias (Thanksgiving, en inglés) el último jueves de noviembre. De ese modo, recrean la comida de hermandad que, según la mitología fundacional, ofrecieron los indios de la tribu wampanoag a los peregrinos europeos que en 1620 llegaron a Plymouth (Massachussets) a bordo del Mayflower.
Justo en ese lugar, se celebra simultáneamente desde 1970 una conmemoración bien distinta. Bautizada como Día de Luto (Day of Mourning), congrega a centenares de personas, en su mayoría nativos americanos, con el objetivo de destripar lo que sus organizadores califican de propaganda oficial. Tanto la que ha inventado una idílica cena que nunca existió como la que justifica que uno de los líderes del Movimiento Indio Americano (AIM), Leonard Peltier, lleve 36 años en la cárcel cumpliendo dos cadenas perpetuas consecutivas por la muerte de dos agentes federales en 1975, a pesar de que no hay pruebas concluyentes en su contra. Éste es el principal argumento de Amnistía Internacional (AI) para pedir la liberación de quien considera un preso político.
Desde 1981, esta ONG se basa en los documentos que demuestran que en los años 70 el FBI (Oficina Federal de Investigación) “fabricó pruebas falsas para meter entre rejas a líderes negros, indios y de otras minorías”, tal como publicaba en octubre de ese año el New York Times. Amnistía ha modificado su estrategia recientemente. Tras constatar que las solicitudes para obtener el indulto han sido ignoradas de forma sistemática y concluir que no será posible volver a pedir la libertad condicional hasta 2024, demanda la liberación de Peltier por motivos humanitarios.
A sus 69 años, este indio de las tribus anishinable-lakota tiene serios problemas de salud. Es diabético, ha perdido la visión de un ojo, y se encuentra encarcelado en Florida, a más de 3.200 kilómetros de distancia de sus familiares, que residen en North Dakota, por lo que no recibe demasiadas visitas. Su situación ha empeorado recientemente. Según ha explicado a este medio el portavoz del comité que lucha por la defensa de Peltier, Delaney Bruce, “en 2009, fue golpeado violentamente. En 2011, se le acusó de asaltar a un guardia. No le tocó, ni siquiera estuvo en la misma mhabitación que él, pero Leonard fue castigado con dureza por ese motivo”. Los miembros del comité están convencidos de que el incidente fue inventado “para retratarle como un prisionero violento y así evitar que pueda ser indultado por Obama”.
En los últimos meses, algunos columnistas estadounidenses han señalado a su actual presidente los paralelismos entre el caso Peltier y el de Nelson Mandela. Barack Obama dijo haber quedado impactado por la visita que hizo junto a su familia al preso 46.664 de Robben Island, el pasado junio. Mandela, que pasó 27 años encarcelado, es una de las muchas personalidades que han solicitado el indulto para Peltier. El líder sudafricano dirigió su petición a Bill Clinton. Y, probablemente, ésa fue la ocasión en que la liberación estuvo más cercana. Sin embargo, poco después de que el expresidente demócrata se comprometiera a estudiar el caso, en diciembre de 2000, más de 500 agentes del FBI marcharon hasta la Casa Blanca para presionar en contra del indulto.
Seguimiento a los activistas
La inteligencia estadounidense siguió muy de cerca los movimientos de los principales activistas de los años 70. El mismo FBI reconoce en una escueta nota publicada en su web que el programa Cointelpro fue creado para “interrumpir las actividades del Partido Comunista de los EEUU”, pero acabó aplicándose a otros grupos, “como el Ku Klux Klan, el Partido Socialista de los Trabajadores y el de las Panteras Negras”. Oficialmente, funcionó entre 1956 y 1971, pero algunos documentos hechos públicos gracias a la Ley de Libre Acceso a la Información (FOIA), y que permanecieron ocultos durante el juicio a Peltier, han demostrado que el FBI estuvo vigilando las actividades del Movimiento Indio Americano en Pine Ridge antes de que se produjera el tiroteo que acabó con la vida de los agentes Jack Coler y Ron Williams, y del joven indio Joe Stuntz el 26 de junio de 1975.
Tal como explica el comité de defensa de Peltier, ese día los policías entraron en un rancho de la reserva, una propiedad privada, para detener a uno de sus residentes, que presuntamente había robado un par de botas de cowboy. Era el último de los virulentos conflictos que estaban teniendo lugar en Pine Ridge, entre ellos varias muertes de nativos a manos de hombres blancos. Además de una pobreza extrema, en la reserva se vivía un clima tan violento que los mayores del lugar pidieron protección a la AIM. Varios activistas respondieron a la llamada y acamparon en el rancho.
Peltier era uno de ellos. Otros dos compañeros suyos que también fueron juzgados por los hechos de Pine Ridge en una causa separada fueron puestos en libertad. “El jurado entendió que Butler y Robideau [los otros acusados] estaban actuando en defensa propia”, explican los defensores de Leonard Peltier. Amnistía Internacional señala algunas de las principales irregularidades cometidas con el preso político que lleva más años encarcelado en Estados Unidos.
Para empezar, el principal testimonio usado para lograr la extradición de Peltier, que huyó a Canadá poco después de que se produjeran los crímenes. La testigo confesó después que había declarado contra él tras ser acosada y amenazada por el FBI. Sin embargo, el juez rechazó que la defensa de Peltier la llamara en calidad de testigo “porque podría ser altamente perjudicial para el Gobierno”, recuerda en un artículo Zeke Johnson, director de Amnistía Internacional USA. Asimismo, en 1980, la Corte de Apelación a la que recurrieron los abogados de Peltier reconoció que “hay algunas pruebas en el expediente de conductas indebidas por parte de algunos agentes del FBI, pero somos reacios a atribuirles aún más malas conductas”.
La comisión responsable de conceder la libertad provisional siempre se la ha denegado porque Peltier no acepta la responsabilidad criminal por los asesinatos. Sin embargo, en una ocasión, este organismo afirmó que “la Fiscalía ha admitido la falta de evidencia directa de que usted [Peltier] participó personalmente en las ejecuciones de dos agentes del FBI”. “Como cualquier inocente, Leonard jamás renunciará a luchar por su libertad”, asegura Bruce. Desde la cárcel, el líder de AIM no sólo reivindica sus derechos, sino que también participa en otras causas, a las que apoya con la venta de los cuadros que pinta. El próximo Día de Luto, el 28 de noviembre, los manifestantes convocados por la UAINE (Unión de Indios Americanos de Nueva Inglaterra) volverán a homenajear a Peltier.
Este año, además, cuentan con una valiosa información para su campaña desmitificadora. El pasado mayo, los investigadores forenses del Museo de Historia Natural de la Smithsonian Institution confirmaron que los primeros colonos ingleses, la comunidad que se instaló en Jamestown (Virginia) en 1607, recurrieron al canibalismo para subsistir en el duro invierno de 1609. Esa historia es mucho más difícil de enseñar en la escuela, apuntan.
Magda Bandera
La Marea
jueves, noviembre 28, 2013
Una teoría sobre el asesinato de Kennedy
El 22 de noviembre se cumplirá un aniversario más de la fecha en que fue asesinado el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy. La “acción ejecutiva”, como denominan los servicios especiales estadounidenses a los asesinatos que cometen, se llevó a cabo en 1963, hace precisamente 50 años, en Dallas, Texas.
Muchas teorías se han planteado en relación con el asesinato de Kennedy, por lo que esta pudiera ser una más, que como toda teoría se fundamente en el análisis de los acontecimientos y actores que pudieran haber estado involucrados en la “acción ejecutiva”. Para realizar el análisis que hoy le presentamos, dentro de otros elementos, se han tomado en consideración algunos documentos y testimonios de personas que estuvieron relacionadas con el hecho , o que lo han estudiado profundamente.
En toda esta operación, Oswald era el señuelo (decoy) que aparecería como el “asesino”. El mismo se había unido al Comité Pro Justo Trato a Cuba, había tenido relaciones con ciudadanos soviéticos y la persona que lo “reclutó” lo dirigió hacia la Embajada de Cuba en México para crearle antecedentes de vinculación con los cubanos. Oswald fue reclutado bajo “tercera bandera”, es decir que uno de los agentes del FBI que había infiltrado el Comité Pro Justo Trato a Cuba, según lo acordado entre el FBI y la CIA, dirigió sus pasos y le había orientado tratar de viajar a la Habana, lo cual sería un argumento importantísimo para decir que había sido entrenado en Cuba. En definitiva no pudo viajar a Cuba, pero se documentó la visita a la Embajada de cubana en México, lo cual en cierta manera lo vinculaba a la Isla. Oswald había sido “reclutado” para Cuba.
Se adicionaron algunos elementos a la vinculación con Cuba y la posesión de armamento por parte de Oswald. Todos hemos visto una foto donde aparece con un fusil en una de sus manos, sacando la cabeza por encima de un periódico que sostiene con la otra. Un montaje fotográfico realmente chapucero. Cualquier experto y hasta alguien que no lo sea, pero un poco observador, se da cuenta del mismo. ¿Es que los servicios especiales estadounidenses no pudieron hacer un trabajo mejor con este montaje?
El trabajo en el depósito de libros de la Biblioteca de Dallas también merece un análisis. ¿Quién le proporcionó ese trabajo a Oswald? ¿El estaba caminando por la calle, entró y le dieron el trabajo, o alguien lo envió para que se lo dieran? ¡Qué casualidad que el depósito estaba situado precisamente en la calle por donde días después pasaría la caravana presidencial! ¿Quién sabía que la caravana pasaría por esa calle a esa hora? Regularmente esa es una información “Top Secret” precisamente para proteger la vida del presidente, sin embargo Oswald la conocía con anticipación y pudo introducir el fusil en el edificio, además de situarse cómodamente en una de las ventanas que dominaban la vía.
La selección de Oswald nos da una idea de que el binomio FBI-CIA estaba un poco apurado con el asunto. El expediente del mismo en el ejército no lo califica como un tirador certero, pero bueno quizás eso no se tomó en consideración o se pasó por alto. Se necesitaba alguien con un fusil en la ventana, ese no era el que mataría a Kennedy, para eso habían otros, ese era el que cargaría con la culpa , dispara bien o no. Ya en aquellos momentos, el Pentágono también estaba involucrado en la operación, pero era muy tarde para cambiar al futuro “culpable”, por lo que aceptaron al mismo.
Uno de los detalles que más se discutió fue el relacionado con el tipo de fusil a utilizar. Algunos eran partidarios de darle un fusil automático de mayor potencia, peo se corría el riesgo de que resultaran heridos un buen número de personas, incluyendo agentes del Servicio Secreto, por lo que se desechó la idea y se tomó la decisión de darle un fusil con el que cada vez que tirara tenía que manipularlo para introducir en el mismo el nuevo proyectil. Si hacemos un cálculo medianamente aproximado, Oswald podía hacer el primer disparo, cuando el carro que conducía al presidente estuviera dentro de los órganos de puntería del fusil, pero después de eso tendría que manipularlo y nuevamente buscar el blanco para realizar el segundo disparo, momento en que ya el carro presidencial estaría fuera de su alcance. Todos recordarán que Kennedy recibió varios disparos y dudo que alguno de ellos haya salido del fusil que tenía Oswald en sus manos, quizás uno, pero no más.
¿Qué dicen las pruebas balísticas? Solamente un pequeño grupo de personas lo saben. Varios proyectiles distintos no pueden ser disparados por la misma arma, además si fueran del mismo calibre todos, pudiera determinarse que el arma utilizada no fue la misma. Un gran secreto hasta ahora.
La forma en que Oswald fue asesinado demuestra que para completar la “acción ejecutiva” había que silenciar al presunto “asesino”, no era posible que compareciera ante un juez para responder de sus actos, pues un buen abogado lo hubiera sacado absuelto. El “asesino” del “asesino” también murió, por lo que no fue posible seguir la cadena, como también murieron por distintas casusas muchos de los que aquel día, con una banderita estadounidense en sus manos, recibían al presidente. Algunos habían cometido el “suicidio” de expresar que detrás de ellos en ciertos y distintos lugares, se habían escuchado detonaciones como si fueran disparos.
Dejemos a Oswald, el que fue “reclutado” para Cuba y se convirtió en un “tonto útil”, según me dijeron aparece descrito en uno de los documentos relacionados con el asesinato, en un “daño colateral” propio de operaciones como esta.
La realidad es que después del fracaso de la invasión por la Bahía de Cochinos, algunas agencias del propio gobierno estadounidense no tenían la mejor imagen de Kennedy, ni consideraron acertadas las decisiones que tomó en los momentos cruciales de la batalla. La CIA, además de sentirse criticada en extremo, sentía que había traicionado a los que se dispusieron a formar parte del ejército invasor y que en los momentos en que debían apoyarlos los abandonaron a su suerte. El Pentágono estaba listo para intervenir en la batalla, tenía sus efectivos frente a las costas cubanas, una orden hubiera desatado la avalancha bélica con una cantidad de fuerzas y medios que los cubanos no podrían resistir y menos después de los férreos enfrentamientos de las primeras cuarenta y ocho horas de la invasión, donde ya se conocía la fuerza aérea con que contaban. “La orden que debía dar el presidente Kennedy, nunca se dio. Serio error, contrariamente a lo que todos querían en el Pentágono y a lo que tenían preparado, se ordenó la retirada, con lo que se permitió que Cuba siguiera existiendo.”
El análisis posterior de la situación, realizado por el famoso comité investigador que se denominó “Grupo Verde de Estudio”, bajo la dirección del General Maxwell D. Taylor y en el que participó el Fiscal General, Robert Kennedy, entre otros, tenía como misión no solamente aclarar los errores cometidos en aquella operación, sino también establecer la forma en que la misma debía realizarse para terminar con la Revolución Cubana. El documento JCSM- 57-61., de fecha 3 de febrero de 1961, con sus 17 conclusiones en las que se aseguraba el éxito de la operación fue el que finalmente determinó que el próximo intento estaría a cargo del Pentágono como actor principal y la CIA apoyando las operaciones.
Pocos días después, el Pentágono comenzó la preparación para una invasión a Cuba. A finales de 1961 y primeros meses de 1962 se realizaron maniobras militares como preparación a las fuerzas que intervendrían en la invasión, entre estas estuvieron la Quik Kick, diseñada para liberar una isla del Caribe en manos de un tirano llamado Ortsac (Castro al revés), la Whip Lash, Jupiter Spring, Demolex, Swift Strike II, Oplan 312 y otras. Paralelamente con esto se realizaron otras acciones, principalmente en la obtención de información de inteligencia sobre las fuerzas armadas cubanas, a cargo de la Agencia de Inteligencia de Defensa, y la firma por parte de Kennedy, en noviembre de 1961, del nuevo Plan de Operaciones Encubiertas, el cual incluía dentro de otras acciones la Operación Mangosta, siendo uno de sus objetivos la eliminación física de Fidel Castro, lo cual se consideraba imprescindible para poder llevar a cabo la invasión exitosamente.
Desde el 16 de octubre las agencias de inteligencia estadounidenses comenzaron a informar sobre la presencia en Cuba de cohetes de mediano y largo alcance, lo que dio lugar a que se desarrollara la conocida Crisis de los Cohetes. Los aviones U-2 que sobrevolaban Cuba con el objetivo de obtener información militar habían resultado efectivos, se había detectado el trabajo de preparación de rampas para el lanzamiento de cohetes nucleares en San Cristobal, Pinar del Rio, además de en otros lugares, la información concluía que existían en Cuba en ese momento 32 cohetes nucleares. La propuesta del Pentágono era bombardear de inmediato todas las bases coheteriles y militares cubanas antes de que las mismas estuvieran listas para operar.
El plan presentado por el General Mc Namara era efectuar 500 misiones de bombardeo contra Cuba, lo que eliminaría las bases de todo tipo. Otros dentro del gobierno estadounidenses consideraron que primero debía hablarse con los soviéticos, en especial Kennedy, que optó por el bloqueo naval como primer paso. Como consecuencia de la situación se iniciaron gestiones diplomáticas en la OEA para sancionar a Cuba, pero a la vez se tomaron medidas de carácter militar por si la confrontación se llevaba a cabo. Realmente 500 misiones de bombardeo resultaban excesivas si solamente se aspiraba a destruir las rampas coheteriles que se estaban preparando, pero el Pentágono y el propio Kennedy tenían otra cosa en mente, además de las rampas coheteriles se bombardearían objetivos civiles y militares de importancia, lo que crearía las condiciones para la invasión.
Como consecuencia de esta situación, se pusieron en alerta todas las bases coheteriles en territorio estadounidense, se trasladaron tropas terrestres hacia la Florida y el Sureste de Estados Unidos, la Primera División de Tanques se trasladó de inmediato de Texas a Georgia, se pusieron en alerta cinco divisiones del ejército y la 1ra. División Aerotransportada, se enviaron refuerzos en armas y efectivos a la Base Naval de Guantánamo. La Marina de Guerra desplegó 180 barcos en el Mar Caribe, entre ellos dos portaviones con sus escoltas correspondientes. El Comando Aéreo Estratégico se relocalizó en distintas bases y se orientó tener siempre un número de aviones en el aire. De acuerdo con los cálculos del Pentágono, intervendrían en la operación 250,000 hombres, de los que desembarcarían inicialmente 90,000 marines y paracaidistas. Se calculaba que en los primeros combates las fuerzas estadounidenses tendrían 25,000 bajas.
El escenario estaba preparado el día 23 de octubre. Tanto los “halcones” como las “palomas” del Pentágono aconsejan llevar a cabo la acción militar donde se incluía la invasión, Kennedy ordenó al Departamento de Estado que conjuntamente con la CIA, organizara un gobierno civil formado por cubanos residentes en Estados Unidos, de ser posible la mayoría de ellos, dirigentes de las organizaciones contrarias a la revolución, para entregarles el poder después de terminadas las hostilidades. En ese momento se inició un intercambio de cartas entre Kennedy y Khrushchev, ambos plantearon querer evitar la guerra nuclear. Kennedy propuso que si se retiran los cohetes de Cuba levantaría el bloqueo marítimo y no invadiría la isla. Khrushchev acepta y comienza la retirada de los cohetes.
Nuevamente los funcionarios del Pentágono se sienten traicionados, despues de toda la preparación militar y las medidas tomadas, el presidente vuelve a dar la orden equivocada. Dentro de reuniones de oficiales de alto rango se critica fuertemente la decisión, se le llama “liberal bostoniano” e inclusive se plantea será el culpable de que en el futuro nuevamente existan cohetes nucleares cercanos al territorio estadounidense, poniendo en peligro la vida de los ciudadanos y la Seguridad Nacional.
Si los oficiales del Pentágono estaban disgustados, puede pensarse cómo estarían los oficiales de la CIA, principalmente los vinculados a las actividades con los cubanos, que ya habían prometido se realizaría la invasión y tomarían el gobierno, además de haber seleccionado las principales figuras que formarían el mismo. Ahora tenían que decir a los dirigentes de esas organizaciones que se olvidaran del asunto, pues el presidente había cambiado de opinión. Esto, como es natural, también repercutió dentro de los cubanos miembros de las organizaciones, que con menos disciplina y mayor temperamento, expresaron sus opiniones en palabras poco respetuosas para calificar a Kennedy, que por segunda vez los había desconocido y prácticamente se había burlado de ellos.
A partir de aquel momento Kennedy se convirtió en un objetivo, tanto para el Pentágono, la CIA y para los cubanos contrarios a la revolución. Con la ayuda del FBI se comenzó a escudriñar en su pasado buscando elementos que pudieran utilizarse contra él, además del pasado, se inició una vigilancia sobre sus actividades, todo de forma muy discreta y con el pretexto de estar realizando un trabajo encaminado a su protección. Dentro de esas actividades de “protección”, la CIA conoció de su entrevista con el periodista francés Jean Daniel y el viaje de este a Cuba, lo cual aprovecharía para trasladarle a Fidel Castro un mensaje de Kennedy.
La sentencia de muerte había sido firmada. La operación se planificó entre la CIA y el Pentágono con la participación de algunos miembros muy selectos de las organizaciones contrarias a la Revolución cubana.
Néstor García Iturbe
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