Ya van semanas de incendios descontrolados desde la quinta hasta la novena región de Chile. El fuego ha arrasado poblados completos y ha mantenido sitiada durante horas la ciudad de Concepción, sumando más de 10 muertos. La Corporación Nacional Forestal (Conaf) señalo que hasta ahora hay casi 300 mil hectáreas arrasadas por el fuego, lo que corresponde a cerca de 3 mil kilómetros cuadrados. Hasta la tarde del jueves se contabilizaban un total de 142 incendios, 51 de ellos controlados, 77 en combate y 14 extinguidos.
Desde hace más de cuarenta años, sucesivos gobiernos -mediante el decreto de ley 701 de 1974- les entrega subvenciones a las empresas forestales para la forestación de plantaciones de monocultivos (pino, eucaliptus).
Durante 2015 se llevó a cabo la votación para el financiamiento a las forestales, la cual fue rechazada en la Cámara de Diputados. Bachelet afirmó que iniciaría un “proceso de diálogo” sobre qué instrumentos utilizar para el fomento forestal por los siguientes años, pero en mayo envió al Congreso un proyecto para extender la bonificación del DL 701 hasta 2018. En 40 años, el Decreto ha entregado centenares de millones de dólares en subsidios, de los cuales 600 millones han sido para dos de los grupos económicos más grandes de Chile, como el grupo Matte y el grupo Angelini.
Finalmente ,con dinero del Tesoro Público y sin discusión, los senadores aprobaron los casi 327 mil millones de pesos pendientes para los subsidios de reforestación contemplados en el Decreto Ley 701.
El último informe FAO que se presentó en septiembre dice que está en el tercer lugar mundial de crecimiento de cobertura forestal con 300 mil hectáreas por año. Sin embargo, si se ve la realidad son sólo plantaciones de monocultivos y especies exóticas, que de verdad son muy negativos, no sólo desde la perspectiva de la biodiversidad y el daño ambiental, sino también desde lo económico y social”. La Directora de la Coalición Mundial por los bosques, Simone Lovera, explicó que esas plantaciones provocan el desplazamiento de comunidades indígenas. Además, sostuvo que justamente la deforestación de bosques naturales y la degradación de otros ecosistemas son una de las razones centrales del cambio climático.
Las especies de árboles introducidos, como Pinus radiata y el eucaliptus, son la razón de este desastre, que de natural no tiene nada. Estas plantaciones se han hecho de forma desmedida y sin ninguna planificación, encontrándose de forma directa con zonas urbanas, poniendo en peligro las vidas de miles de personas, todo financiado con recursos del stado y amparado por un parlamento y un gobierno corrupto que defiende los intereses de las forestales.
Hay que terminar con los subsidios a las forestales y también con las plantaciones de pino y eucalipto.
Víctor (Prensa Obrera de Chile)
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