Acciones de protesta en la Junta de Accionistas
Martin Mantxo
Berria
Traducido para Rebelión por Daniel Escribano
Ése fue el lema que elegimos para la campaña con motivo de la asamblea de accionistas del BBVA: BBVA asesino. Entonces, los grupos que formamos la plataforma, después de una larga discusión, conseguimos un acuerdo total. El debate era para seguirlo: a algunos les parecía demasiado duro, otros no veían así al banco o los trabajadores que estaban en él argumentaron que no estaban de acuerdo o que era negativo para llegar a la gente. Por tanto, aunque hubo acuerdo total, el debate continuó.
El pasado 29 de febrero organizamos una conferencia con ese lema para denunciar la expansión indirecta del BBVA en Latinoamérica. El lema fue de nuevo utilizado en nuestra contra y nos prohibieron realizarla en un local público (La Bolsa) del Ayuntamiento de Bilbao. Continuó el debate entre nosotros, pero con ésta y con otras situaciones se reforzó la postura de mantener este lema. Los sindicalistas asesinados y heridos en estos últimos días en Colombia nos dan más razón.
En un principio lo teníamos claro. Por un lado, estaban claras diversas actividades del BBVA: financia la producción y exportación de armas. Todo ello lo hace, sin excepción, en países en guerra o en que hay conflictos. Por tanto, claro que mata mediante la financiación. Por otro lado, financia diversos proyectos y compañías destructores del entorno (hasta el año pasado, Iberdrola y Repsol YPF). También todos ellos, activa y pasivamente, matan a gente: actúan en territorios protegidos de los nativos, destruyendo sus modos de vida y entornos, aniquilan sus culturas, de todo punto necesarias para que éstos sobrevivan. También podemos decir que la actividad de Repsol mata a gente y podemos añadir a los argumentos anteriores los problemas de salud provocados por la extracción de petróleo: cáncer de pecho, de pulmón y de piel, abortos, etc. Además de a Repsol YPF, el BBVA financia a las compañías, que han tenido gran impacto en el ser humano, Petrobras, OCP, Gasryg, los oleoductos y gaseoductos y el proyecto gasístico de Camisea.
Pero, sobre todo, a medida que el BBVA se ha ido desarrollando, Latinoamérica (la fuente de la mitad de los beneficios del banco) se ha empobrecido totalmente: los crecimientos de los beneficios del Banco no se compadecen con la economía latinoamericana. El BBVA se ha servido de la deuda externa de todos estos países para expandirse en el continente y agravar esas deudas. Considerando la deuda externa como medio para extender la muerte, podemos concluir que el BBVA mata. En Argentina, como hicieron otros bancos, se apropió de los ahorros de la gente y la dejó con las manos vacías. A todo esto hay que añadir los puestos de trabajo que destruye el BBVA en cada país al apoderarse de sus principales bancos: en Latinoamérica son miles.
Los conflictos acaecidos en torno a los puestos de trabajo son terribles en muchos países, porque su situación es de intensa violencia. También en Colombia se apoderó el BBVA de algunos bancos, para expandir el imperio. Además de los despidos de trabajadores antes mencionados, esos apoderamientos por el BBVA de esos bancos han comportado a sus trabajadores peores condiciones de trabajo. Entre éstas, el BBVA ha impuesto a los trabajadores la desindicalización, la negación de los beneficios de la negociación colectiva y la aceptación de la precariedad. Eso intensificó la acción sindical y los conflictos han ido a peor. En Colombia eso puede tener consecuencias temibles.
El 8 de marzo los paramilitares asesinaron a Leónidas Gómez, miembro de la dirección de la Unión Nacional de Empleados Bancarios y la víspera habían tiroteado a Rafael Boada, que, afortunadamente, sobrevivió. Esos días mataron a dos profesores; asesinatos acaso provocados por el deseo de responder a las iniciativas que hubo el 6 de marzo contra el terrorismo de estado. No eran del BBVA, pero ambos estaban intentando superar las condiciones y el robo impuestos por bancos como el BBVA, y hacer eso en Colombia se entiende como contrario al modelo que se quiere imponer y se hace pagar con la vida.
El viernes 14, en la asamblea de accionistas que celebrará el BBVA tendremos en el recuerdo a estas y similares víctimas y denunciaremos la falta de responsabilidad social corporativa.
Berria, 13 de marzo de 2008
* Martin Mantxo es miembro de Ekologistak Martxan
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