martes, marzo 25, 2008

Notable impacto de la ciencia en la economía cubana

La ciencia cubana es un producto genuino de la Revolución y del pensamiento de Fidel, y su principal objetivo es poner los nuevos conocimientos y tecnologías en función del desarrollo económico social del país.
Nuestros científicos se caracterizan por el humanismo y la consagración al trabajo.
Así lo destacó ayer Lina Domínguez, viceministra de Ciencia, Tecnología, y Medio Ambiente, al intervenir en el programa radiotelevisivo de la Mesa Redonda Informativa, que valoró los impactos del sector en las diferentes esferas de la vida nacional.
Domínguez se refirió a cómo esta actividad se basa en los principios de la más estrecha integración y cooperación entre los centros de investigaciones, universidades, empresas, el movimiento del Fórum, los polos científicos, la ANIR, el Sindicato de los Trabajadores de la Ciencia y las BTJ, muy lejos de la desleal competencia que prevalece en otros escenarios del mundo dominados por las formas capitalistas de propiedad.
Otra de sus principales riquezas es que cuenta, además, con la ética de un personal formado en valores humanistas y altruistas, de plena consagración, sentenció.
Basándose en datos estadísticos, el doctor José Luis Fernández Yero, director del Centro de Inmunoensayo, ilustró los beneficios sociales aportados por el desarrollo de la biotecnología, y su creciente repercusión en la sustitución de importaciones.
Solo la aplicación de la tecnología SUMA (Sistema Ultra Microanálitico) instalada en 194 laboratorios ubicados a lo largo y ancho del país permitió hacer en los últimos 25 años más de 110 millones de análisis y exámenes vinculados a diferentes programas nacionales de salud. De haberse tenido que comprar en el exterior los reactivos correspondientes, el país hubiera gastado más de 196 millones de dólares.
Gracias al diseño y montaje de ese sistema que utiliza diez veces menos reactivos que los convencionales existentes en el mundo, a toda mujer cubana embarazada se le hacen las pruebas para detectar malformaciones congénitas, hepatitis B y el VIH-SIDA.
También posibilitó establecer desde 1986 el diagnóstico precoz del hipotiroidismo congénito a cada niño nacido a partir de esa fecha. Hasta el presente 741 infantes que presentaban esa patología fueron tratados a tiempo y salvados de crecer con retraso mental severo.
Juan Luis Martín, coordinador del Polo de Ciencias Sociales y Humanidades, explicó las contribuciones de los estudios en esta esfera, al diseño de políticas y estrategias para solucionar los problemas en temas tan vitales como el gradual proceso de envejecimiento de la población, empleo, formación de capital humano y enfrentamiento a las manifestaciones delictivas.
Funcionarios del Ministerio de Educación Superior y la Industria Básica, informaron también sobre la fuerte presencia de los centros universitarios en la obtención de resultados científicos relevantes, y los progresivos aportes de la investigación al ahorro energético, la petroquímica y el desarrollo de la minería.
El titular en funciones del CITMA, Fernando González Bermúdez, dijo al cierre de la Mesa que los hombres y mujeres del sector están firmemente comprometidos con la Patria, la Revolución y el Socialismo.

Orfilio Peláez
pelaez@granma.cip.cu
Granma

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