Modesto Emilio Guerrero
Como si estuvieran esperando las primeras señales de un Armagedón latinoamericano, una cuarentena de reconocidos representantes (algunos no tanto, otros nada) del pensamiento, la academia y la política pro estadounidense, se reúnen en la preclara Ciudad de Rosario, a las orillas del majestuoso Paraná.
En el evento casi nada es casual. Ni el nombre y escala del encuentro que adopta carácter hemisférico, ni sus principales ponentes académicos e intelectuales y oradores políticos, ni el momento escogido, ni las organizaciones patrocinantes, ni la ciudad, ni siquiera el modo de selección etnoracista de los asistentes de galería: te preguntan por el 'acento' nacional y a qué institución representas, a ver si eres potencialmente riesgoso'. Nada, absolutamente nada está fuera del cálculo político.
Los desafíos del temor
'Los desafíos de América latina', así se llama, con este rutinario sublema: 'Entre las falencias institucionales y las oportunidades de desarrollo'. Hoy mañana y pasado, analizarán los peligros que enfrenta hoy el capitalismo latinoamericano y su relación de dependencia con el imperialismo de Estados Unidos.
En este punto de riesgo nacen los 'desafíos' que quieren verificar y sistematizar para construir políticas públicas de prevención a largo plazo. Ellos observan lo que llaman 'falencias institucionales' en los últimos gobiernos latinoamericanos que han llevado a que también llaman 'peligro neopopulista', y aspiran a cumplir una tarea central que el gobierno actual de Estados Unidos no está en capacidad de hacer hoy: Una agenda hemisférica, un programa político a largo plazo y de largo alcance, que cumpla las siguientes tareas:
A) Preservar la gobernabilidad en los regímenes más proyanquis de la región: México, Chile, Perú, etc.
B) Evitar, impedir a cualquier costo, que el gobierno bolivariano de Venezuela siga consolidándose política y económicamente. Eso explica la presencia de tres profesores universitarios venezolanos, de Marcel Granier, dueño de medios, presidente de un emblema de la derecha venezolana: RCTV. Y el dirigente estudiantil de derecha Yon Goicochea, que es algo así como un patovica con programa político.
C) Obstaculizar y vulnerar el desarrollo y consolidación de la independencia y autonomía política de los gobiernos de Bolivia, Ecuador y Nicaragua, creando situaciones de conflicto interno y externo necesarios a un desequilibrio gubernamental que impida, en breve, una extensión en el tiempo, como en Venezuela, donde el proceso revolucionario lleva 10 años, o peor para ellos, Cuba, donde alcanzó el medio siglo.
D) Mediar lo necesario para que gobiernos moderados no enemigos de Estados Unidos, como los de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y otros, se acerquen más de lo necesario a los 'desestabilizadores', como dice Vargas Llosa, del punto anterior. Que como sector privilegiado de la sociedad, o sea, las 'oportunidades de desarrollo'. En este punto es clave lo que buscan en Paraguay: impedir a toda costa un triunfo del sacerdote Fernando Lugo, lo que rompería el orden strosnista del régimen político paraguayo, lo más parecido al orden pinochetista que sobrevive en Chile.
Estos y otros objetivos de un programa o agenda hemisférica, no son para el gobierno de Bush, sino para el de Obama o de la señora Clinton.
Un festival de tonos sospechoso
El seminario está soportado intelectualmente en 15 Fundaciones internacionales de alto vuelo analítico, de esas que el gran uruguayo Vivian Trías denunciaba en los años 70 como 'máquinas de detectar peligros revolucionarios'. En 2 universidades latinoamericanas y 3 centros de estudios universitarios; 3 institutos europeos de estudio de riesgo político; 8 escritores algunos con fama internacional como Vargas Llosa, la voz pública de la orgía al lado del apagado Aznar; 2 ex ministros de Relaciones Exteriores, uno es Jorge Castañeda, un 'genio político' que me dijo en una entrevista en el año 2000, en Buenos Aires, que él quería copiar para México 'el exitoso modelo político intermedio de De la Rúa/Chacho Alvarez'. Un año después se olvidó de su modelo.
Estarán 6 ex presidentes, cada uno responsable de las políticas neoliberales de los años 90, que incluye al guerrerista José María Aznar del imperio español, acompañados de 9 diputados y jefes de partidos nacionales, cada uno más de derecha que el otro; 7 economistas especializados en las terribles 'teoría de la oferta' como Mora y Araujo, un personaje oscuro que sostuvo la economía del dolarizada de Carlos Menem nueve años y luego cambió a quien mejor le pagó; y 7 periodistas especializados en ideas conservadoras, como Claudio Escribano, del diario La Nación de Buenos Aires.
Incluso participa en forma destacada la consultora internacional de multinacionales Delloite&Touche, la que hizo la mejor definición gráfica del neoliberalismo. Esta consultora dividió el mapa geopolítico del Mercosur en dos: una parte la llamó 'Mercosur Bussines' y la otra 'Mercosur Político': en el primer Mercosur recomendaba inversiones multinacionales, porque ahí vivía la clase media y la clase obrera asalariada, con no más de 34 ciudades con el 26% de la población de los cuatro países, mientras que el 'Mercosur Político' quedaba como desecho social.
Y en esta reunión de alto calibre no podía faltar la representación personal del imperio dominante en nuestro hemisferio: Roger Noriega , Coordinador del Hemisferio Occidental de EEUU, Mark Falcoff, el estudioso del Partido Republicano, Carl Meacham, el Asesor del Senado para Asuntos Internacionales de EEUU (autor del proyecto legislativo de intervención en Afganistán, por ejemplo) y Jim Roberts, de la reconocida Heritage Foundation de EEUU, cuyos estudios y proyectos sostuvieron intelectualmente a los gobiernos de Jhonson, Ford, Nixon, Reagan, y el gobierno de Bush padre. Según los investigadores John Mearsheimer y Stephen M. Walt, en su libraco 'El Lobby israelí y la política exterior de Estados Unidos', tanto Meacham como Falcoff han sido los principales promotores del súper financiamiento militar que recibe el Estado de Israel.
Una reunión nada casual
Sería un error creer que se trata de una reunión cualquier de la derecha continental. O que los ponentes y componentes del evento son sólo 'los malos', que lo son, como señala un volante de un grupo de la izquierda argentina, que dice: 'Son los enemigos de siempre, ignorantes de lo que pasa en nuestros pueblos'. Es exactamente al revés. Ahí comienza el peligro.
Es la reunión del pensamiento, los publicistas, los gestores y hombres de Estado, economistas, y centros de estudio de alto vuelo, que trabaja día a día para ayudar a mantener el modelo capitalista de vida, de economías y Estados dependientes y su relación de subordinación al Estado norteamericano. Ese es el desafío de la orgía derechista de Rosario.
Ellos saben que tienen tiempos cortos porque la crisis social y la fragilidad gubernamental correspondiente, no les ofrece 100 años de paz social y control imperialista.
Una señal de ese tiempo corto la dio el propio presidente de Estados Unidos, George W. Bush, hace tres semanas, cuando solicitó al Congreso que 'examine las condiciones que permitan una fórmula jurídica para declarar a Venezuela un Estado terrorista'.
También en lo que apareció en la página web de la CIA, donde se lanzó una campaña de reclutamiento de personal especializado en acciones paramilitares.
Es la señal, en fin, de la agresión del gobierno de Uribe a Ecuador y la provocación sobre Nicaragua y Venezuela, buscando el 'acontecimiento catastrófico' que le permita a la 'comunidad internacional' actuar sobre el terreno con sus mediaciones dirigidas al control imperialista.
La palabra 'orgía' la usó el excanciller Roy Chardetton en México hace siete meses para denunciar un evento similar que pretendió montar en el país azteca, la Organización Demócrata Cristiana Internacional, representada en el evento de Rosario.
Esta vez se adapta perfectamente a la naturaleza del evento de lo que comienza en Rosario, de mayor escala, ambición y peligrosa altura intelectual, por lo tanto más peligrosa, pero no por eso menos orgiástico de angustias imperiales.
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