Blog marxista destinado a la lucha por una nueva sociedad fraterna y solidaria, sin ningún tipo de opresión social o nacional. Integrante del Colectivo Avanzar por la Unidad del Pueblo de Argentina.
lunes, septiembre 13, 2010
El derrocamiento de Allende y la experiencia de la revolución bolivariana
El pasado 11 de septiembre se cumplieron 37 años del golpe fascista que la derecha chilena financiada por la CIA y apalancada en los medios de comunicación y un grupo de militares traidores asestaran contra el presidente socialista Salvador Allende, por coincidir este aniversario con un evento de transcendental importancia para Venezuela como lo es las elecciones para Asamblea Nacional instancia que tiene bajo su responsabilidad cimentar las bases del proyecto del socialismo bolivariano, conviene echar una mirada a aquel antecedente histórico, primera revolución lograda pacíficamente y en las urnas electorales que fuera abortado a sangre y fuego.
En esta perspectiva histórica los invitamos a ver las siguientes citas y evaluemos si tienen alguna coincidencia o pertinencia con la Venezuela actual:
En Chile la contrarrevolución civil – asesorada y económicamente financiada desde el exterior- provocó el caos económico, el desabastecimiento, el mercado negro, el tráfico de mercaderías hacia los países vecinos, los paros, las huelgas “patronales” de camioneros, transportistas, profesionales. Y desataron la “guerra psicológica”, principal arma con la cual vencieron anímicamente y desestabilizaron el gobierno de Allende.
Esta política esta siendo aplicada sistemáticamente en Venezuela tuvo como clímax el paro patronal de diciembre de 2002.
La contrarrevolución Chilena tuvo también una cara militar. Esta empezó a actuar desde el 4.11.70. Y cuando Allende resolvió aceptar las exigencias de los opositores civiles, los altos mandos precipitaron el golpe militar y lo aniquilaron en forma infame. Dieron muerte a miles de chilenos encarcelaron a unos quinientos mil en cincuenta y dos centros de concentración , en regimientos, barcos como “La Esmeralda”, el “Lebu” y el “Maipo”, en Valparaíso. Obligaron a emigrar y expulsaron a un millón de chilenos y mantienen una política neo-liberal a costa de más de cientos de miles de cesantes. Tanta violencia y sangre eran necesarias para mantener el poder hegemónico de una nueva clase o capa burguesa: el capital financiero, el capital fiduciario, improductivo y que ha desplazado a la burguesía industrial y a la oligarquía agraria. Esto todo dentro del modelo de la Escuela de Chicago, el plan Milton Friedman y otros.
En Venezuela los militares traidores actuaron el 11 de abril de 2002 y en la operación goteo de plaza Altamira, aunque ha sido denunciada en varias ocasiones en los últimos meses por el propio Presidente Chávez la instigación a la felonía de algunos militares activos de la Fuerza Armada Bolivariana por elementos de la CIA y la derecha.
-“No hay mejor huracán que el miedo. Una hoguera de terror fue alimentada con gruesos leños por los medios derechistas. Y como la acción provoca reacción, esa hoguera también fue soplada –a todo pulmón- por la verborrea revolucionaria, en eslóganes y canciones (…). Así, la mayor parte de los aterrados empresarios reaccionó como era de esperar: se frenaron las inversiones, se redujo la producción de bienes o no se respondió a la mayor demanda. Comenzó la escasez de productos esenciales. Allende ordenó la ‘batalla por la producción’, pero no había esfuerzo capaz de satisfacer la sobredemanda, que a su vez se multiplicaba como efecto de la incertidumbre y el miedo (…). La acción de boicot del gremio de los comerciantes también fue devastadora. Se acaparaban alimentos y otros productos de primera necesidad para hacer copiosas ganancias en el mercado negro. Y el clave transporte de mercaderías, en un país largo y delgado, de difícil geografía, fue boicoteado por la paralización de los gremios de los dueños de los camiones”. Patricia Verdugo, en su libro Salvador Allende, cómo la Casa Blanca provocó su muerte.
-“La CIA, al financiar a los camioneros, comerciantes y otros gremios que se organizaron contra el régimen de Allende, pudo crear la apariencia de caos y desorganización que siempre resulta atractiva a los líderes militares de derecha”. Phillip Agee, ex agente de la CIA. Esta estrategia continúa diariamente en Venezuela, siendo su última expresión la campaña desestabilizadora económica acaparamiento, fuga de divisas, y la campaña de miedo usando la violencia y la necrofilia como principal insumo.
Desde el punto de vista de las fortalezas que se obtuvieron del aprendizaje de la experiencia chilena, el filósofo norteamericano James Petras considera: ″existen continuidades históricas relevantes entre el socialismo democrático de Salvador Allende y el socialismo del siglo XXI de Hugo Chávez, ambos se han convertido en hitos importantes en la construcción de un camino hacia la liberación nacional. Chávez ve con mucha más claridad que Allende la imperativa necesidad de crear una estructura de masas para el poder popular, al margen del ámbito parlamentario estrictamente electoral. Allende idealizó las instituciones democráticas burguesas de Chile. Les atribuyó un carácter sin sentido de clases sociales. Chávez combinó las normas democráticas de la política electoral con la necesidad de construir organizaciones independientes del poder de clases. La historia ha demostrado, al menos por ahora, que el realismo de Chávez ha sido, a diferencia del idealismo de Allende, mucho más efectivo en cuanto a saber ganar y mantenerse en el poder″.
Otra de las realidades que Salvador Allende tuvo que enfrentar era que no tuvo a las fuerzas armadas de su parte y los militares y funcionarios constitucionalistas fueron asesinados selectivamente por la CIA, el sabotaje económico difícilmente podía ser compensado con importaciones, y la particular formación social chilena, con una importante influencia del pensamiento conservador hicieron del golpe de derecha algo inevitable. En el caso venezolano, los inmensos recursos naturales venezolanos, la capacidad económica, la constante formación política-ideológica y el consiguiente cambio cultural, hacen de la revolución bolivariana un proceso inevitable, imparable e irreversible, aunque no exento saboteos y desgastes.
Consideramos que la lucha principal del proceso bolivariano es: primero a lo interno, contra su propia oscuridad, contra sus propias contradicciones, y por eso la revolución bolivariana es y tiene que ser permanente. Y en segundo termino el refuerzo de la seguridad y defensa de la nación, la experiencia chilena y del presidente mártir nos marcan el rumbo para no caer en los mismos errores.
Fuentes consultadas: “La caída de Allende. Anatomía de un Golpe de Estado” Luis Vega C. Tel Aviv, septiembre de 1983, Salvador Allende y Hugo Chávez: semejanzas y diferencias en el camino nacional al Socialismo. James Petras, Chávez-Allende: ¿paralelismos? Ernesto Villegas Poljack .Aporrea.org, Salvador Allende, cómo la Casa Blanca provocó su muerte Patricia Verdugo.
ordonez47@hotmail.com
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