¿Mariano, que pensás sobre este evento tan importante, a 100 años, sus implicancias, rupturas y continuidades?
En estas últimas décadas vivimos cruzados por los conflictos políticos en Medio Oriente, que en gran medida son el resultado del rediseño de la región, a partir de la caída del Imperio Otomano y del ascenso del Imperio Británico en esta zona del mundo y luego la 2da. Guerra Mundial. Es decir, desde un punto de vista que yo podría decir coyuntural, ahí vemos un hilo de continuidad.
Pero en realidad casi todo el mapa de Europa se fue rediseñando, se fueron reordenando todas las zonas de influencia a nivel planetario, es un evento en el que EE.UU ingresa también tardíamente, poniendo poco de sí y llevándose mucho, y queda finalmente como el acreedor del mundo después de la 1ra Guerra Mundial.
Es el evento, el proceso de mayor peso, donde surge la primera revolución obrera exitosa, que va a signar todo el Siglo XX, que es la Revolución Bolchevique rusa y sin lugar a dudas es un evento que a nivel de la historia de la guerra, es fundamental. Es la primera guerra total, así se le llama. Después de eso va a haber una doctrina de la guerra total, que de algún modo invierte la fórmula de la población que hace una guerra sino que la guerra pasa a ser un fin en sí mismo para las grandes potencias mundiales.
Y el último elemento, que sin la 1ra. Guerra Mundial no se entiende la respuesta burguesa a las revoluciones triunfantes y no triunfantes que es el fascismo. Creo que ahí está la clave. En general yo adhiero a una idea de que la 1ra. Guerra Mundial está íntimamente relacionada con la 2da. Guerra Mundial, y que entre la Primera, la Segunda y las revoluciones, hay una gran guerra civil europea, y eso empieza en 1914. Todo lo que pasa en el siglo XX lo marca este gran conflicto mundial y lo que pasa en 1918 es una especie de pausa que se rompe hacia fines de la década de 1930.
¿Qué pasó con la organización internacional que agrupaba a los socialistas de todo el mundo (la Segunda Internacional) ante el estallido de la guerra?
Cuando empieza la Primera Guerra Mundial, nadie se esperaba, nadie de la burguesía europea esperaba que esa guerra tomara la forma que adquirió y había una porción pequeña o no tanto que eran los socialistas, que desde fines del siglo XIX, venían advirtiendo sobre una guerra entre las potencias europeas que podría ser una verdadera catástrofe civilizatoria por el poder de destrucción que tenían sus ejércitos, por la capacidad organizativa que tenían los estados y por sobre todo, la capacidad de convencer de que la gente entregara la vida por intereses que eran los de sus explotadores, es decir la Gran Guerra es una sorpresa para todos, menos para el socialismo.
La Segunda Internacional, que antes de la guerra cumplía un rol en moderar esas contradicciones entre los Estados, comete sin duda una traición, que es votar a favor de participar de la guerra y ahí se produce una escisión, por entonces muy pequeña y muy aislada todavía. Esta minoría de los socialistas lucha contra la corriente y es encabezada por los bolcheviques rusos, por la fracción que luego va a ser la corriente espartaquista alemana de Rosa Luxemburg y de Karl Liebknecht. Ellos anuncian que se viene una catástrofe, que hay que dar vuelta los fusiles y que hay que disparar contra los opresores.
Esa idea en 1914 está muy aislada. A medida que va transcurriendo la guerra, la historia le va dando la razón a los socialistas de esa fracción, que van a ser los que dirijan las revoluciones a la salida de la guerra. Ya desde 1916, hay grandes motines en las tropas, en las grandes ciudades europeas. Con la Revolución Rusa todo cambia cualitativamente, al punto tal que para 1918 la mayoría de los acuerdos de paz están mediados por la preocupación de los alemanes de que la Entente masacre a los obreros alemanes que quieren hacer la revolución.
Entonces ahí el papel de la Segunda Internacional es nefasto. Hacia el final de la guerra la socialdemocracia es parte de la creación de la República de Weimar y es bajo ese gobierno que un grupo antecesor de los fascistas, apoyado por el Partido Socialdemócrata, asesina a Rosa Luxemburg y a Karl Liebknecht. La socialdemocracia alemana no solo metió a los trabajadores en la guerra sino que se encargó de luchar contra la revolución, que era una revolución contra la guerra justamente. Esta es una marca que lleva la socialdemocracia hasta el día de hoy, apoyando al imperialismo. Hoy en Alemania gobierna junto con Ángela Merkel.
¿Para culminar qué te parece la iniciativa del IPS Karl Marx de publicar estas obras clásicas y sobre la importancia histórica de seguir discutiendo estas cosas?
Le veo una gran importancia por dos motivos, el primero es por la importancia de los documentos, para saber qué pensaban los marxistas en esa época. Eso está bien, es una parte. Pero la otra, que es la que creo más importante, es porque expone un método para pensar la guerra, las clases y la nación. Cómo es la relación de los marxistas con la guerra, con el imperialismo, es decir hay un conjunto de problemas que están planteados ahí en términos de teoría, que aún hoy es importante tener en cuenta.
Argentina es un país que ha participado de algunas guerras y en ese sentido pensar cuáles son las posiciones que debemos tener los marxistas en relación a las guerras que participa nuestra burguesía. De hecho hace poco se discutía Malvinas por los 30 años. Ahí hay una gran discusión y puede haber muchas más y ahí podemos ver en estos documentos que los marxistas no son pacifistas, sino que están en contra de la guerra imperialista.
Así que obviamente es algo que saludo con mucho cariño y acompaño intelectual y políticamente al IPS-CEIP y que en esta edición hay cosas que están traducidas por primera vez al castellano, y para los que leemos en castellano es una gran noticia.
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