jueves, junio 24, 2010

Fidel y René en el sitio que les reservó la Historia.


Al tiempo no se lo puede medir, porque no tiene principio ni fin; sólo lo adecuamos para nuestra conveniencia y por ello el origen del nombre de los meses del año proviene del antiguo calendario romano, primero con 10 períodos y 306 días, hasta que el emperador Julio César decidió modificarlo.
Agosto debe su surgimiento al llamado originalmente Sextiles, Augustus, el sexto mes del año y es que, en el año 27 a.C, éste le fue dedicado a Octavio Augusto, hijo adoptivo de Julio César, por haber restaurado la república y terminado con las guerras civiles.
Existe simultaneidad y armonía de propósitos en dos contemporáneos que nacen, precisamente, un 13 de agosto y también para producir cambios radicales o proteger la obra:
El 13 de agosto de 1926, a las dos de la madrugada, nace Fidel Alejandro Castro Ruz, y todavía se recuerda, la pregunta y frase muy criolla de la madre:
_¿Cuántas libras pesa?
_Doce libras. Le dijeron.
_!Es un caballo! Respondió.
Fidel, el muchacho nacido en Birán, antigua provincia de Oriente, alcanzó con el devenir el récord Guinnes de haber hecho una Revolución y luego la posibilidad de ir rectificándola, para que siempre sea el sentido del momento histórico.
Después del 2000 nuestro invicto Comandante en Jefe, la conciencia crítica de Latinoamérica, ha tomado un segundo aire y va siempre adelante con el inobjetable uniforme verde olivo, duro como el caguairán y gigante en la figura física, revolucionaria, intelectual, visionaria y de estadista más brillante del siglo XX y principios del XXI.
Fidel hubiera podido dirigir los destinos de un continente y ello lo reconocen hasta los mas acérrimos enemigos, pues tiene la mirada de los genios, capaces de ver por encima de las brumosas cortinas del tiempo y actuar en consecuencia para las etapas que seguirán.
No se inmuta ante la apariencia que muchas veces sustituye al fenómeno y sabe escudriñar las esencias de los eventos sociales que sacuden al mundo; nunca se dejo llevar por los cantos de sirenas del Norte.
El hombre de las luchas estudiantiles, el Moncada, el Granma, la Sierra Maestra, Playa Girón, Crisis de Octubre y de los difíciles días del derrumbamiento de la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas no ha tenido descanso, porque siempre ha estado en pie de lucha contra el imperio, ese que todavía acaricia el paranoico afán de dominar el mundo.
La obra monumental de Fidel ha echado raíces muy fuertes y pudiera ponerse como ejemplo a René González Sehwerert, uno de nuestros Cinco Héroes presos en cárceles norteamericanas, quien también nace un 13 de agosto, pero de 1956 en Chicago, Estados Unidos, en el seno de familia cubana emigrada en la que el padre, Cándido René González, laboró como obrero metalúrgico. Su mamá: Irma Sehwerert Mileham.
La familia, de regreso a Cuba en octubre de 1961, propicia que René realice estudios primarios como becado en la escuela “José Martí”, en Santa María del Mar.
Es la Historia quien elige los hombres para ser héroes y el Moncada de René fue recopilar información sobre los planes terroristas de los grupos anticubanos que operan desde la Florida.
Para entender la misión que él y sus compañeros realizaron en territorio estadounidense, se hace preciso analizar la indiferencia de los distintos gobiernos norteamericanos, respecto a las denuncias de planes criminales contra la Isla.
Los ataques y acciones terroristas contra Cuba desde 1959 -año del Triunfo de la Revolución- causaron la muerte a más de 3 000 cubanos y lesiones a otro número similar, así como pérdidas materiales calculadas en alrededor de 100 000 millones de dólares.
Cuando la Isla atravesaba su peor crisis económica después del triunfo revolucionario de 1959, arreciada con el bloqueo de Washington, lograron detenerse 170 acciones terroristas.
Rene González fue sentenciado a 10 años porque, según la Fiscalía, no se inscribió como agente de una potencia extranjera en los Estados Unidos, y a cinco más por conspiración para espiar.
La verdad es que él y sus compañeros sólo recopilaban información -por el estado de necesidad- para evitar actos terroristas que desde territorio norteamericano planean y siguen intentando ejecutar contra Cuba grupos anticubanos radicados en Miami, por lo que estos sancionados -realmente-, son patriotas y luchadores contra el terrorismo.
Las vistas de sentencia fueron manipuladas e influidas por la extrema derecha cubano-norteamericana y así se califica el proceso de “amañado, desinformado y efectuado bajo colosal presión”.
René ha sido y está siendo consecuente en la circunstancia que le ha tocado vivir y creo que por haber nacido en un mes de fuego, de sacrificio para poner al derecho lo que antes estaba al revés, de darlo todo por proteger la familia, el barrio y la nación ante quien venga a imponernos cómo hacer las cosas.
Fidel y René, con la obra monumental del primero y la continuidad del segundo, demuestran que los héroes pueden ser de carne y huesos, capaces de trascender por sus actos ante el sagrado altar de la Patria.
Las propias exigencias de cada época, ésas producen hombres con el decoro de muchos: los imprescindibles, que brillan como soles en el combate y de llegar el postrer instante, son muy modestos en la muerte.

Octavio Pérez Valladares

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